6 de mayo de 2011

La otra escena

Tendría entre setenta y setenta y cinco años, pero se veía más vieja porque estaba muy encorvada, como si le pesaran tantos recuerdos en su cabeza. Vestía ropa humilde y usada, colocada en capas. Por debajo de esos trapos, emergían sus brazos: dos ramas secas y suplicantes, recorridas por gruesas nervaduras. Debieron confundirla con una planta, ya que hacía varios minutos que estaba sentada en el umbral y a nadie parecía importarle que no pudiera cruzar la calle. Quieta y callada, miraba hacia sus zapatos como si esperase que un milagro los pusiera en movimiento. Un joven se apiadó de la escena y se ofreció a alcanzarla hasta la otra acera. La anciana cobró vida de repente, cual marioneta a la que un Deus ex machina le hubiera insuflado vida.

-Gracias, m’hijo.

-No hay problema, señora- le dijo él, mientras avanzaban inseguros.

-¿Puedo tomarte de la cintura así no tropiezo, querido?

-Claro, abuela, agárrese bien fuerte que ya falta poco- y fue conduciéndola por la calle.

Le habrá llevado dos minutos cruzarla y una hora y media darse cuenta de la otra escena. Cuando fue a pagar la cuenta del bar, notó que le faltaba el dinero. Probó buscarlo en los otros bolsillos, pero enseguida abandonó el intento y se llevó las manos a la cara.

-¿Algún problema con la cuenta, señor?- preguntó el camarero, quien había interpretado el gesto como un mensaje diferente.

-No, nada, no es nada, cóbrese- respondió y le alargó la tarjeta de crédito.

Más o menos a esa hora, una pobre anciana podía pagar la quincena que adeudaba en la pensión… o se tomaba un Johnnie Walker, no seamos tan gansos.

113 comentarios:

  1. Estimados amigos:

    Muchas gracias por todos los comentarios para “Game Over”.

    Nada nuevo bajo el sol, ni siquiera un comentario interesante de anónimo para subir a “Merda D’artista”, blog que una y otra vez recomiendo. Pueden encontrar el link en la columna derecha.

    Les deseo un feliz fin de semana.
    Un cariño a todos.
    Humberto.

    ResponderEliminar
  2. Pero como puede ser!
    Hay paar todos los gustos!
    y ya estaba dándome pena!
    Vaya, que mala sabiduría a su edad!
    :(

    ResponderEliminar
  3. Sheet!
    Ya no se puede confiar en nadie... De todas formas, está bien.
    Que lo use para lo que le apetezca! ;)
    Muy bueno Mr. Dib!
    Realmente me sorprendió el final.
    Have a nice weekend my darling!
    See you soon! xxx

    ResponderEliminar
  4. La abuelita sabia que dando pena su problema cotidiano se resolverìa...un poco fuerte las pobres abuelas.....
    buen fin de semana....
    un abrazo
    fus

    ResponderEliminar
  5. Las apariencias... a veces el que parece desamparado no lo es tanto, y viceversa. Que buena historia Humberto. Imagino que debes caminar por ahí, y cruzarte gente, y con mirarla un rato generar una historia excelente solo de sus ojos. Te dejo un beso grande.

    ResponderEliminar
  6. "o se tomaba un Johnnie Walker, no seamos tan gansos" Me hiciste reír!!!

    Un abrazo PHD!

    Zinia

    ResponderEliminar
  7. Las apariencias engañan casi siempre...pero eso sí, se hicieron los dos un favor,y algo aprendió ese dia, que no te puedes fiar de nadie...un saludo

    ResponderEliminar
  8. hahaha me encantó!! no podemos ser tan gansos! xd pero mmm algo de mucha realidad palpita, por eso la gente ya no quiere hacer buenas obras!! la gente abusa de como luce y de la compasión del resto!!
    cuidate humberto! y gracias por tus escritos :)

    ResponderEliminar
  9. Esta bueno el texto Humberto, pero son de esos que apuntan a la desesperanza al individualismo, a no ayudar más por miedo a que le roben la billetera. Igual así y todo me pareció muy interesante el relato.

    abrazos totales.

    ResponderEliminar
  10. siempre me intereso la neuropsicologia y termine siendo lic en psicologia un saludo

    ResponderEliminar
  11. Qué bueno, Daniel, hay que dar otro paso y ahí está la Neuropsicología. Si es que aún te sigue gustando, claro está...
    Abrazo.
    HD

    ResponderEliminar
  12. GITANA: Cuánto hacía que no te veía por aquí, qué bueno.

    BEE: No se puede confiar en nadie, ¿viste? Have a nice weekend too, my sweat she-writer.

    FUS: Siempre un honor tu paso por este espacio. Cada uno resuelve sus problemas como puede, es verdad.

    CORINA: Muchas gracias por tus palabras y por tu visita habitual. No te imaginas lo que es mi cabeza cuando voy por la calle, una aspiradora de situaciones.

    ZINIA: Una de las primeras lectoras de este blog, cuando éramos cuatro gatos locos que creían en estas letras. Un beso inmenso.

    FIBO: Como ya dije, cada día hay mayor desconfianza entre la gente, pero esto se trató de una humorada. Igual desconfío ;)

    BEITA: Desde el otro lado de la cordillera me llega tu afecto. Un beso grande y gracias por tus comentarios.

    GUANTES DE LANA: Como le dije a Fibo, se trata de una humorada, no hay ninguna intención de bajar línea ideológica... en ninguno de mis textos (aunque sea difícil no hacerlo).

    DANIEL: Gracias por tu visita, aunque haya sido sólo para contarme algo de tu vida. Gracias.

    Y los dejo aquí, mis queridos amigos.
    HD

    ResponderEliminar
  13. Me pareció muy gracioso, creo que bajaste un cambio después de un par de textos fuertecitos. Me alegro que hayas subido algo de humor.
    Ah, no estoy de acuerdo con guantes de lana, no me parece que el texto apunte a la desesperanza, es una gracia, nada más.
    Un besote Humberto.
    Caro

    ResponderEliminar
  14. Humberto, yo no me refería a nada ideológico y mucho menos era una crítica, solo fue la impresión que me dio el texto, que me pareció muy bueno.
    Y digo (por mi cuenta) es imposible escribir sin ideología ni política ni historia, como decís vos que te pasa, somos aspiradoras de ideas y situaciones los que escribimos.

    abrazos totales y disculpá si parecí ofensivo con mi comentario anterior.

    ResponderEliminar
  15. Bien por la anciana tomándose un whisky a la salud de los gansos!
    Abrazo, Humberto.

    ResponderEliminar
  16. Pues a mí me cayó bien la ancianita. Soy políticamente muy incorrecto. Luchemos siempre por la justicia social más que por la caridad, deseo añadir.

    ¡Salud!

    ResponderEliminar
  17. Me ha encantado. Real como la vida misma.
    ¿Y cómo es la vida misma?
    Saludos.

    ResponderEliminar
  18. Hay tantas ancianas así por el mundo !! A veces lo sencillo de la vida es lo más complicado de entender aunque se de en la misma calle. Nada es lo que parece todo tiene su fondo donde encontrar el verdadero significado..

    Feliz fin de semana

    Un besazo Humberto

    ResponderEliminar
  19. Sí, es cierto, yo también pienso que hay que luchar por la "justicia social", lástima que en menos de una semana me robaron la billetera, las tasas del auto, un borracho lo agarró a piedrazos y hoy conmigo adentro un par de cartoneros pasaban el dato de la patente a no sé quién para vaya a saber hacer qué cosa... No seamos tan ingenuos. Muy bueno Humberto, nunca podría haber calzado mejor para mí que soy defensora de pobres y ausentes desde siempre. Esa viejecita tenía la maldita viveza de la que hoy leía el número de mi patente hasta que se enteró de que yo estaba adentro y no muy contenta. (Y cuántas debemos conocer, la que se hace la renga, la que camina doblada y a la vuelta de la esquina se endereza de golpe). "Cobró vida de repente cual marioneta ..." Ja, jaaaa, buenísimo!
    Te confieso que tu personaje ya me estaba poniendo mal. Pero no era una ex-mujer.
    Qué gran capacidad de cambiar de rumbo de esa forma!

    ResponderEliminar
  20. Me encantó tu relato. Creo que es la primera vez que no le tengo pena a la víctima. Muy bueno.

    ResponderEliminar
  21. Buenos días Humberto:

    Hoy si que has alcanzado mi fibra sentimental.

    Enhorabuena por este post.

    Claro que hay personas de buen corazón como este joven.

    Cada día hay más transeúntes sin techo en Valencia, debido a la crisis, yo soy voluntaria de Cáritas.

    Besos, Montserrat

    ResponderEliminar
  22. Este relato refleja la realidad social que existe. No estamos tan lejos de la época primitiva, PURA SUPERVIVENCIA!!
    Aunque para ser sinceros prefiero mil veces a la astuta y hábil anciana a los ladrones de guante blanco que cada día nos sustraen a los trabajadores nuestra sangre. Vease: impuestos, tasas, incrementos abusivos, gastos bancarios ... la única diferencia que ellos van bien vestidos.
    Un beso Humberto y buen fín de semana. Amelia

    ResponderEliminar
  23. Qué buena historia Humberto, pero esto pasa todos los días sobre todo en las grandes ciudades. El engaño está a la órden del día. Lamentablemente. Te felicito por tu pluma. Besos, te sigo leyendo.

    ResponderEliminar
  24. Espero que no todas las viejitas encorvadas sean tan listas... Abrazos

    ResponderEliminar
  25. esta asturiana no puede opinar si esta bien o esta mal lo que hizo la abuela, pero si que opino que si cuando se llegara a una edad todos pudieran vivir dignamente de una pensión a lo mejor esto se acabaría, y no habría más abuelas carteristas. un besin muy grande de esta asturiana amiga y admiradora de tus letras.

    ResponderEliminar
  26. Si es que no te puedes fiar de nadie.

    Que lista la vieja.

    Saludos.

    ResponderEliminar
  27. Como siempre, un buen relato con sorpresa final.
    Brindemos con Jhonnie Walker, por la gente de buen corazón!!

    Saludos

    ResponderEliminar
  28. Excelente relato! Una pena las desilusiones que surgen al hacer lo correcto...pero que esto no quite las ganas de hacerlo bien !! ;) un saludo,
    Bea

    ResponderEliminar
  29. Hola Humberto, puedo pasar?
    Me encanta el contraste del comienzo con el final; un a viejecita sola triste desamparada, que se arregla para conseguir su objetivo jejej simplemente genial.
    Nunca me defraudas :) debe de ser que la creatividad tiene un nombre: Humberto.

    Un beso y una sonrisa :)

    ResponderEliminar
  30. A pesar de todo me sgue dando pena esta ancianita.
    Es normal lo que ha hecho, yo en su situación creo que haría lo mismo.
    Pienso sinceramente que la bondad y paciencia de mucha gente con falta de recursos es inmensa.
    Son mucho más respetuosos y conformados que muchísimas personas de una élite social o con cierto poder que son capaces de robar , de verdad.
    Ahí mismo tenemos a nuestros políticos de hoy en día.

    Me ha encantado tu forma de transmitir y estas son mis conclusiones .Ya ves, me has hecho pensar.
    Un beso.

    ResponderEliminar
  31. Esto es un auténtico manifiesto al escepticismo.

    ResponderEliminar
  32. Humberto, esa imagen ya lo dice todo. Cuantas abuelas veremos más como esa. Buen trabajo. Feliz fin de semana

    ResponderEliminar
  33. ....no lo puedo creer!!!!! bueno...pues que lo disfrute....
    el gesto del muchacho no tiene precio....
    un abrazo

    ResponderEliminar
  34. La necesidad agudiza el ingenio. Siempre hay algún alma caritativa (o cándida) dispuesta a ayudar a una ancianita 'desvalida'.
    Muy bien resuelta la trama, Humberto.

    Abrazos.

    ResponderEliminar
  35. Hola Humberto !

    Lindo relato,mi hizo sonreir :) hay de todo, claro- pero a veces detràs de esa anciana se encuentra alguien de verdad necesitado de carño, y solo nos roba eso..un poco de tiempo.
    Muy bueno Humberto, digno de refelxiòn...no hay que ser boludo :))

    Gracias por compartirlo.

    Un beso

    Aurora

    ResponderEliminar
  36. Hola!!!

    La vueltas de la vida, te hacen fuerte o te debilitan, según de que lado te encaren….

    Buen fin de semana y un abrazo de oso.

    ResponderEliminar
  37. Mejor que sean las dos cosas, que pague la pensión y después se tome el Jhonny Walker, para celebrarlo...jaja.

    Que viejita mas dulce..

    ResponderEliminar
  38. Las apariencias engañan, sabes, me sucedió algo así en el mundo bloguer. Me dejé llevar por las aparentes inofensivas canas, lo que ignoraba es que debajo existía un lobo...Apariencias.
    Un abrazo Humberto.

    ResponderEliminar
  39. Menos mal que no llevaba la tarjeta de crédito en la misma cartera que el dinero.Yo sí la llevo!
    Saludos Humberto!

    ResponderEliminar
  40. ..como dice el dicho ...más se sabe por viejo que por sabio...,vieja zorra y astuta!!!
    ya no se puede confiar en nadie..segun tu escrito..en fin..algunos intentaremos...aunque tiene bastante de cierto..te diré..viene como anillo al dedo a mi semana en blogge..
    besos humber..
    buen finde!

    ResponderEliminar
  41. Hay que andar bien mosca hasta con la gente anciana como esta vieja pícara y viva.
    Recibe muchos saludos desde Berlín.

    ResponderEliminar
  42. más que otra escena, creo que es la misma escena mirada desde el otro lado, cuantas veces nos pasa la desilusión, el sentimiento de lástima que se transforma en bronca, el amor que pasa al odio, y por la misma razón, sólo que mirada con otros matices. Muy buen relato Humberto!

    ResponderEliminar
  43. ¡¡no que va!! esa no me la quiero creer, todavìa tenemos que confiar aunque sea en las ancianitas...¡¡por Dios!!

    saludos cordiales

    ResponderEliminar
  44. Humberto, que final mas inesperado!
    me gusto mucho, gracias por compartirlo.
    Un abrazo,
    Maria del Mar, desde Cuba

    ResponderEliminar
  45. No esperaba ese final, pero hay bastantes casos reales que son así y eso hace que la gente desconfie de los que piden ayuda.
    Un saludo

    ResponderEliminar
  46. Seguro que esta anciana, lo havia hecho toda su vida: lo de rovar, esto no se aprende en la vejez.
    Lo que sabe mal: es aprovecharse,de la humildad, de la vegez,de los sentimientos nobles, para egecutar: un acto ddelictivo.Claro que se le puede perdonar, por la necesidad. Un abrazo Humberto

    ResponderEliminar
  47. jajaja, muy buena entrada podría contarte yo buenas anécdotas de viejecitos afligidos...que al final corrian los 100 metros lisos como en las olimpiadas.
    biquiños y buen finde

    ResponderEliminar
  48. Como siempre, una pequeña gran historia, pero con un sabor agridulce, me apena pensar que con esa edad, alguien tenga que hacer esas cosas, ya sean para bien o para mal.
    Un saludín.

    ResponderEliminar
  49. Parece que la anciana tenía algo de cocodrilo, esperaba paciente el momento de poder hincar el diente. Bueno, en el caso de que los tuviera, claro.
    ;)

    ResponderEliminar
  50. jajaja la última frase es brutal. Un golpe de realidad que la escena iba quedando demasiado "bonita".
    Saludillos

    ResponderEliminar
  51. Humberto has dejado pistas... la anciana forma parte de una trup de asaltantes de semáforos y pasos peatonales peligrosos, en concreto todas las mañanas tras dormir en la casa de Caridad (cuidadín que no es mi casa ¿eh? je ,je) les dan desayuno y ropa usada pero limpia y hala! a asaltar a pobres trabajadores desgraciados que mantienen casas de caridad... para sus caprichillos quieren el dinero pero... ¿qué será de ellos si no mueren y muere el dinero? ¿tirarán de tarjeta o irán a alcohólicos anónimos? Bss... graciosillos estamos hoy ¿eh?

    ResponderEliminar
  52. El pan nuestro en estos días amigo y luego nos preguntamos porque somos tan insensibles
    Un beso

    ResponderEliminar
  53. Me has sorprendido con esta historia entre la piedad y lo que el hombre debe hacer para sobrevivir. Te deseo un buen fin de semana

    ResponderEliminar
  54. Amigo Humberto, me ha gustado tu último relato. Hay tristeza y humanidad. Me alegro por el final.

    Un saludo,

    Federico

    ResponderEliminar
  55. Hay que ver el lado positivo con ese dinero podia mantenerse durante unos dias...un robo es lo que fue, pero podria haberle dicho de su situacion y seguro que le hubiera ayudado...hay gente generosa por el mundo, menos mal.
    Primavera

    ResponderEliminar
  56. :P

    hola!!!

    ah muy buen escrito, me imagine a la viejita y me recordo a una señora que vivia hace mucho por mi casa... U___U

    sale cuidate muchote

    byE

    que estes bien ^^

    ResponderEliminar
  57. Muy bueno!!!! Yo quiero ser así cuando sea grande!!!!!!!

    y brindar con un Johnnie, pro supuesto, porque de gansa no tengo un pelo...

    ResponderEliminar
  58. sabes? yo siempre me he dejado,impresionar,por la vez primera,que veo a alguien...y a la larga,por mas que cambie,la primera impresión nunca falló! a la larga...es una especie de lenguaje corporal,que me trasmite,una impresion x...
    buen post!muchas gracias por compartir...
    un abrazo enorme,besos
    lidia-la escriba


    te invito cuando quieras a visitar mi blog

    ResponderEliminar
  59. si no te gusta el premio,dimelo,no me molesta, tal vez sea en desacuerdo,con la estética del tuyo,no importa,solo importa el gesto!
    un abrazo,nuevamente...
    lidia-la escriba

    ResponderEliminar
  60. Gracias por hacerte seguidor mío, aunque por lo que he visto en tu blog no compartimos aficiones; por cierto me ha gustado la historia de la ancianita y me ha sobrecogido la anterior del videojuego; no he leído más pero otro día seguro que me paso.
    Gracias.

    ResponderEliminar
  61. Cuánta picardía en este relato... me gustaron las dos escenas... y en particular, imaginar a la anciana con la cabeza pesada de recuerdos, y al muchacho sentado en un café, tal vez intentando olvidar vaya uno a saber qué...

    Me voy sonriente... y te dejo un beso =)

    Hasta pronto,

    Ana.

    ResponderEliminar
  62. El final tampoco lo esperaba. Realmente con acciones como esta dejas de confiar y de creer a los demás, porque siempre hay personas que lo necesitan y otra que viven de la estafa, la mentira y la compasión.

    un placer leerte.

    un saludo

    ResponderEliminar
  63. cuando miré la foto y leí tus palabras de "quieta y callada" pensé en las muchas personas indigentes que podrían quedarse muertas por mucho tiempo en esa posición sin que a nadie le importe. en cuanto a tu relato, la moral y el ganarse la vida día a día van muchas veces en sentido contrarios. saludos.

    ResponderEliminar
  64. Gracias por pasar por mi blog. Me quedó de seguidora también! :) Besos

    ResponderEliminar
  65. No se puede fiar uno de las apariencias porque la mayoría de las veces nos defraudan. A pesar del final me dio pena la abuelina. Un besso

    ResponderEliminar
  66. muy bueno ,a veces hay que desconfiar de las apariencias.
    humberto me di una vuelta por tu blog y me gusta lo que escribes saludos Mariana

    ResponderEliminar
  67. Hay que tener cuidado hasta con las señoras. Al menos a la hora de conducir los ancianos son los peores, o eso dice mi madre.
    Gracias por desear(me)nos un buen fin de semana, aunque el mío estará cargado de 3 palabras claves: libros, estudios, exámenes. Que dura es la vida de estudiante, madre mía.
    Buen fin de semana (o lo que queda de él) también para ti, Humberto.
    Carpe diem!

    ResponderEliminar
  68. Quizá por cosas así la gente (nos) se está (estamos) volviendo tan insensible (-s).

    Buen fin de semana Humberto!!

    ResponderEliminar
  69. Me alegra que el muchacho no se haya enojado ferozmente, ese es el mensaje de esperanza a rescatar de sus cuentos. De haberle robado la billetera, también se habría robado la oportunidad de "mirar sus zapatos pobres pidiendo su propio milagro", habría matado la voluntad de un ángel.
    ¿Cuánto dinero llevaba encima ese chico como para pagar la deuda de la pensión?
    http://enfugayremolino.blogspot.com/

    ResponderEliminar
  70. "Más sabe el diablo por viejo que por diablo"

    Y vaya que lleva razon ese dicho, como se reiran los viejos de nuestras tonterias, mucho mas de lo que creemos jejeje.


    Un abrazo, Humberto!

    ResponderEliminar
  71. jeje, Pues a mi seguro que me hubiera robado la cartera,ya no se trata de confiar,es por ayudar.
    Me dan mucha más desconfianza los que nos roban lo que no tenemos y además ni siquiera los vemos.
    Salud.

    ResponderEliminar
  72. Pienso que una cosa es robar para enriquecerse y otra, bien distinta, hacerlo para subsirtir. Robar siempre es un acto reprobable, pero a veces es perdonable.
    Saludos

    ResponderEliminar
  73. Agradezco tu visita, de esta manera he tenido la oportunidad de visitar esta tu casa.

    Petó

    ResponderEliminar
  74. La pobreza busca salidas inesperadas, aunque sea algo indebido. La necesidad apremia. Aunque sea el ingenio y un poco de malas artes, que el muchacho ha comprendido.
    Un relato estupendo, contradictorio en su final, que queda abierto a interpretaciones.
    Un abrazo Humberto,
    desde acá en esta primavera cambiante del norte.

    ResponderEliminar
  75. Er is duidelijk een veel te weten. Ik denk dat je een aantal goede punten gemaakt ook in het Features. Blijven werken, great job!

    ResponderEliminar
  76. Mis molinos ya no son míos con la crisis me los han confiscado sacando un edicto con un singular comunicado.
    Los molinos de José para que el pueblo lo disfrute y no sólo para el, así que ya lo sabéis vos a vuestra disposición queda, para que no solo los visitéis os podéis quedar pernoctar y grandes VIVENCIAS con otros experimentar, y si os apetece leer y escribir, para que me entere vuestras palpitantes alegrías risas lloros o desilusiones, y lo podéis hacer con todo el decoro que lo sabéis hacer.

    Vos podéis quedaros pero por favor no me hagáis lo que hizo la abuelita y mis molinos me los embarguéis.

    Saludos

    ResponderEliminar
  77. Hola Humberto, gracias por haberte pasado por mi blog e invitarme al tuyo. Un grato descubrimiento.
    Te sigo!
    Saludos!
    Espero no cruzarme con la viejecita de camino a casa...A pesar de todo cargo con una tara: sigo confiando...

    ResponderEliminar
  78. Qué grande Humberto!
    A mi hay viejas de estas que me asustan de verdad...
    Abrazo!!!

    ResponderEliminar
  79. Me alaga saber que una persona como tú encuentre mi blog de casualidad y encima le guste. Yo, afortunadamente, puedo decir lo mismo de ti (si es que puedo tutearle).
    En un breve vistazo que he hecho de tu blog para decidir sin pinchar en 'seguir' o no hacerlo, he conseguido leer lo siguiente: 'Tengo la desgracia de no poder escribir con el estómago lleno, o con dinero en el bolsillo, o con una vida amorosa plena. Mi inspiración nace en la insatisfacción. No me hablen de apremios, mis textos son un intento desesperado por ponerle palabras a lo que me falta... que no es poco.' Y es precisamente lo mismo que me pasa a mi.
    Cuando tenga tiempo indagaré como se debe hacer en este blog.

    ResponderEliminar
  80. La misma picaresca de la vida, la ley de la selva, teoria darwiniana de la supervivencia, vencedores y vencidos, aniquilar o dañar para sobrevivir.

    Excelente texto, Humberto. Planteas una disyuntiva al lector nada fácil. Me ha gustado la originalidad de ese punto de vista y ese despertar vital casi automático que infundes en la mirada de quien lo ha leído. Participación activa del lector, sin duda.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  81. Hola Humberto:

    Primero gracias por visitar mi Kiosko, que ahora también es tuyo.

    Segundo que maravilloso Blog tienes, en este articulo "La otra escena", me has movido sentimientos y de tener mis ojos llenos de lágrimas, me has echo pasar a una risa, luego a un sentimiento de compasión y usar el ya conocido dicho "la necesidad tiene cara de hereje" y luego a un enfado... hay que ver como la habilidad para robar, no tiene edad.

    Un abrazo,

    Mau

    ResponderEliminar
  82. Hola Humberto, aquí estoy tambien haciendote una visita, me ha impresionado tu blog, en especial "la otra escena", ya tenia el corazón casi encogido esperando la resolución creyendo que me iba a dar aun más pena de la que ya tenía, cuando descubro que no era ése tipo de historia, que el final era un final impredecible. Me ha gustado mucho, el leer sin saber cómo iba a acabar...

    Besitos

    ResponderEliminar
  83. Podría sumarme a las voces que dicen que no hay que abonar al desconfío... pero creo percibir tu humor que tanto me hace reír en este texto así que simplemente voy a soltar un: JA! buenísimo. (A propósito de reír: Tu "otro blog" BUENISIMO! que buena manera de contrarrestar a un idiota)

    ResponderEliminar
  84. Seres marginales que arrancan a la vida pequeñas limosnas desgarradas en consuelos de vidas sin alegría, sepultadas entre necesidades de subsistencia.
    Siempre hay una disculpa... o no?
    Un beso y mi afecto.

    ResponderEliminar
  85. Hola Humberto:
    Muchas gracias por visitar mi blog.
    El tuyo me parece muy interesante.
    Te sigo.

    La vida lo es todo.
    Saludos.

    ResponderEliminar
  86. He echado un vistazo a tu blog y leído unas cuantas publicaciones, de verdad me parece genial lo que escribes. Honores rendidos. Este será uno de los blogs que más recomiende, tu estilo es muy atrayente. Un seguidor más a tu lista.

    ResponderEliminar
  87. Por casualidad he llegado hasta acá y... me han encantado tus historias!

    ResponderEliminar
  88. desconfía deconfía, de todos o de ninguno?
    lindo post,muy interesante,ese mensaje,ese objetivo del mensaje!
    gracias por compartir!
    un abrazo
    lidia-la escriba


    http://www.deloquenosehabla.blogspot.com
    gracias por la invitacion-y no te gustó el premio,lo comprendo!

    ResponderEliminar
  89. Prefiero pensar que hacía las dos cosas, pagaba la pensión y se tomaba un Johnnie Walker, hay disyuntivas que apetecen juntas. Además, tomarte una copa puede obedecer a una postura nihilista.

    Un saludo.

    ResponderEliminar
  90. Humberto
    Las apariencias engaña en muchas ocasiones feliz semana
    Un cordial saludo desde…
    Abstracción textos y Reflexión.

    ResponderEliminar
  91. Que bueno es.
    Me ha encantado el giro final.
    Aplausos desde El estante!

    ResponderEliminar
  92. ¡Tómala barbón! ya no hay que fiarse ni de las ancianas caray.


    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  93. Yo no me molestaría tanto con la abuela, bueno, quizá me hubiera dado un poco de coraje, pero lo que podría reducir mi enojo sería el saber que ese robo fue solo idea de ella, porque es muy común que algunos vivaces utilicen ancianos y gente discapacitada para que cometan robos, pidan limosna etc, y de ahí se cobran ellos una parte, pero si ella genuinamente cometió el robo, me sentiría menos molesto de saber que al menos ese dinero le quitó un peso de encima.

    ResponderEliminar
  94. Yo no me molestaría tanto con la abuela, bueno, quizá me hubiera dado un poco de coraje, pero lo que podría reducir mi enojo sería el saber que ese robo fue solo idea de ella, porque es muy común que algunos vivaces utilicen ancianos y gente discapacitada para que cometan robos, pidan limosna etc, y de ahí se cobran ellos una parte, pero si ella genuinamente cometió el robo, me sentiría menos molesto de saber que al menos ese dinero le quitó un peso de encima.

    ResponderEliminar
  95. La necesidad de supervivencia ( que no el instinto) nos hace actores inconmensurables. Gracias por tu visita Humberto.

    ResponderEliminar
  96. Visto lo visto, lo mismo las arrugas eran pintadas, quien sabe?

    Un besazo.

    ResponderEliminar
  97. Bueno, al menos por un momento disfruto de lo que más o menos tenemos todos, un poco de dinero, que no siempre te da dignidad. Un placer visitarte. Abrazos

    ResponderEliminar
  98. Quiero pensar que la humanidad aun existe...
    Quiero pensar que pagó la pensión...y en este orden de cosas... me pregunto: ¿el fin justifica los medios?

    Preciosa entrada Humberto, como siempre.
    Un saludo.

    ResponderEliminar
  99. jejeje hay que veer como se las gastan algunos ancianitos...

    ResponderEliminar
  100. Los últimos serán los primeros?! :(.
    Lo siento pero este particular relato, no me ha generado mucho.
    Cariños.

    ResponderEliminar
  101. Interesante final, Humberto. Así me robaron la billetera en al autobús, una señora preguntándome sobre la próxima parada mientras la otra metía la mano... Son cosas que pasan.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  102. Gracias a vos por pasar.
    No entendí mucho lo último de tu mensaje: "Una sucesión infinita de textos soberbios termina aburriendo también (con esto te estoy confesando que "la otra escena", para mí, no está al nivel de otros)" .. y me gustaría que me lo explicaras un poco mejor,sólo eso. "la otra escena", simplemente me perdí un poquito. Gracias y espero tus palabras nuevamente.
    Con referencia al blog para-lelo, si dejé varios mensajes, fue porque los comentarios de esa persona me generó decir lo que dije. Tal vez me excedí, perdón si así suena o algo por el estilo.

    PD: La perorata no molesta ;)

    ResponderEliminar
  103. Cuánto me impresiona el pincel con que das color a esta azarosa vida. Cruel mundo que en su existencia, mezcla todos los sentimientos tratando de confundirnos.

    ResponderEliminar
  104. Joooo....y a mi que me sigue dando pena la abuelita... debo tener algún problema... Un saludo! Muy bueno su blog, encontre la calma para conocerlo...

    ResponderEliminar
  105. Ahora entiendo porqué el Lobo se comió a la abuelita de Caperucita!!

    ;-)

    Abrazo

    ResponderEliminar
  106. Muy bueno y puede ser una historia tan real...normalmente a la gente que tiene corazón y se apiada de lo que le rodea le suceden cosas que no son del todo buenas...habrá que mirar la vida con algo de escepticismo. ¿No?

    ResponderEliminar
  107. Muy bueno y puede ser una historia tan real...normalmente a la gente que tiene corazón y se apiada de lo que le rodea le suceden cosas que no son del todo buenas...habrá que mirar la vida con algo de escepticismo. ¿No?

    ResponderEliminar
  108. No creer en la humanidad es la moda, vemos en los diarios que algunas veces los ancianos forman parte de las bandas de secuestradores o de plano que son asesinos o asesinas.
    No obstante, mientras vivió mi madre y yo no tenía tantos problemas para caminar, visitábamos cada quince días diferentes asilos de ancianos y tratábamos de llevarles un poco de alegría, ropa y comida (no faltaba quien dijera cuando pedíamos ayuda, que era para nuestro beneficio).
    Agradecían la ropa y la comida, pero nunca los vi tan felices y agradecidos, como cuando mamá tocaba melodías en el piano y los invitaba a cantar o a formar una orquestita con instrumentos improvisados.
    ¡Están tan solos!
    Besos Humberto:Doña Ku

    ResponderEliminar
  109. RUBÍ
    Impactante Humberto!!!!! un placer la lectura!

    ResponderEliminar
  110. Looked very close at your blog. Do not know if it means anything, but I am very impressed of you work. This is really a very beautiful blog. Bravo!

    ResponderEliminar

Cualquier comentario será bienvenido, hasta puedes insultar gratuitamente, ¿o encima quieres que te pague?