Llegué a Praga decidido a escribir un cuento
kafkiano. No estaba del todo seguro qué significaba aquello, pero creí que la
ciudad me lo iría revelando a medida que transcurrieran los días. Me pareció que lo lógico sería pasar primero por el museo del gran escritor en la Malá Strana, allí en la
entrada me encontré con un monumento en el que había dos sujetos orinando. Como me figuré que mear
en público debía ser un asunto kafkiano, fui hasta el Puente de Carlos, me bajé los pantalones y -motivado por el raudo fluir del Moldava- oriné en medio
de varios transeúntes que paseaban por el lugar. Dos policías me detuvieron de inmediato y me trasladaron a la Corte de Justicia. Los oficiales dijeron que el proceso sería muy largo, me garantizaron que me volvería cucaracha antes de que pudiera estar libre otra vez, pero yo no creo que la condena
sea tan grave. Lo cierto es que paso los días en una interminable
contemplación, quise mandarle noticias acerca de la situación a una mujercita que me espera en mi ciudad, pero como me sentí avergonzado por lo ocurrido, resolví enviarle una carta al padre, diciéndole que no veía
la hora de volver a América, le aseguré que no quería terminar mis días en una sucia y húmeda colonia penitenciaria checa.
Estimados amigos:
ResponderEliminarMuchas gracias por las visitas y comentarios para “Contratapa”.
Tal vez “Un cuento kafkiano” no sea un texto fácil, pero quería experimentar con diferentes formas y posibilidades. Tengo la impresión de que a Franz no le habría gustado, como corresponde.
Les deseo un buen fin de semana.
Un abrazo.
Excelente Humberto! Escreveste o teu conto levando os títulos dos textos de Kafka transformando-os em palavras que se encaixaram maravilhosamente no contexto.
ResponderEliminarChapeau!!!!
Beijinhos e bom fim de semana.
Flor
Ah! também exageraste, não era preciso baixar as calças e por tudo ao léu (conheces esta palavra)?????
EliminarMuito obrigado, Flor, foi difícil, mas gostei da construção do texto.
EliminarClaro que conheço, talvez eu teria dito mais naturalmente 'à toa'. ;)
Um beijo enorme.
Não tem o mesmo significado.
EliminarPeraí... então é ficar de .... para fora?
EliminarTudo ao ar para arejar rsrsrsrsrsrsrs
EliminarAgora está claríssimo, como nós somos um tantinho mais... grosseiros, tivéssemos dito que ele ficou de p... para fora. Rsrsrsrs. Beijos, minha querida.
EliminarUps!!! rrsrsrsrsrs
Eliminary luego??? te mandarán a construir La Muralla!!!
ResponderEliminarabrazos*
Es muy probable, Silvia...
EliminarUn abrazo y muchas gracias.
¡que buen homenaje al maestro Kafka! excelente.
ResponderEliminarMuchas gracias por reconocerlo, Ángela, eres muy amable.
EliminarUn beso.
Relato encadenando relatos. Muy kafkiano!!!!
ResponderEliminarAbrazo Humberto.!!
A mí se me está volviendo cada vez más 'kafkiano' escribir, ¿cómo va eso, para cuándo, mañana?
EliminarUn abrazo, Dany.
Solo quería retomar en silencio "el camino a casa".
ResponderEliminarMagnifico!!! eres un grande, hombre.
Cariños...
Muy buen agregado, Oriana.
EliminarSe agradece el cumplido, sin dudas.
Un beso.
y usted escribe muy bien, pero tengo que quedarme con las ganas de entender...
ResponderEliminarAbrazo grande Humberto.
Creí que esta vez no habría mayores secretos, Magah, los vínculos te llevan a... Esas palabras son...
EliminarEn fin, a veces uno no llega, culpa propia, sin dudas.
Besos.
(San, del Taller Literario del Face)
ResponderEliminarOriginal y muy bien "encadenado", una vez más, lo lograste Humberto! títulos que dan génesis y movimiento a un relato que no solo te arranca una sonrisa (en mi caso, así me pasó) sino que también te sorprende.
Muchas gracias, San, fue un texto difícil de armar, pero estoy muy conforme con el resultado.
EliminarLa sonrisa es una de las respuestas válidas, está claro.
Un abrazo.
Sacar esa conclusión de una estatua es como pensar que todos los argentinos andamos en caballo con un sombrero militar y un sable al costado, jajaja!!
ResponderEliminarMuy buen texto!!
Abrazos!!
Es que yo soy un poco flojo de sesera, Etienne, hago reglas generales de premisas a veces erróneas, ¿qué le voy a hacer? ;)
EliminarUn abrazo.
Orinar en el Puente Carlos debiò ser toda una atracciòn, siempre hay muchas personas cruzando dicho puente, la metamorfosis es ineludible, pero veo que no te han llevado al Castillo y eso es bueno porque llegar al Castillo cuesta la propia vida. Al final del Proceso, igual te devuelven como cucaracha pero nunca ingreses en el Castillo.
ResponderEliminarComo siempre, escribes algo tan especial que no hay forma de adjetivarte.
un abrazo
Paco
Que me devuelvan como cucaracha, pero que me devuelvan, depués de todo el mundo será de las ratas y las cucarachas, ¿no?
EliminarUn fuerte abrazo y muchas gracias por tu amistad, Paco.
Al menos no te despertaste siendo un escarabajo. Tuvieron la genitleza de garantizarte que te convertirías en cucaracha. He disfrutado de tu capacidad para ir hilando una cosa con otra cada vez más disparatada.
ResponderEliminarUn gustazo leerte
Un abrazo
No quería despertar convertido en saltamontes, ya que sería temido por el Maestro Dalí.
EliminarMuchas gracias y un fuerte abrazo.
Adelante, todos moscas.
ResponderEliminarMoscas y cucarachas, no me dejes afuera.
EliminarAbrazos.
Los transeúntes iniciaron un largo proceso para enjuiciar a la meona cucaracha que orinaba cada noche en el puente de Carlos. Tras varios meses, sali, al fin la condena; una mujercita del jurado la leyó en voz alta: “Se condena a la cucaracha a la contemplación de por vida del monumento de dos sujetos orinando, declarado a partir de ese momento como colonia penitenciaria para cucarachas meonas de Praga”.
ResponderEliminarLa acusada solicitó poder, al menos, escribir una carta a su padre, residente en América, para que supiese que nunca tendría nietos cucarachitos meones.
Esta es la versión micro y sencillita desde la perspectiva de la cucaracha.
Muy bueno, Humberto, yo también he sonreído.
Abrazos.
Una interesante versión, Mafalda, creo que debería agregarla como 'adenda' del texto.
EliminarMuchas gracias por el comentario. Un beso.
Perdón, falta una "o" en el segundo renglón, "Tras varios meses, salió"
ResponderEliminar¡Ah nooooo, faltas de ortografía aquí, no! Je.
EliminarComo si hubieras pasado un cordel con tus palabras para engarzar un collar de relatos venidos. Kafka pero bien Kafka.
ResponderEliminarOtar muestra más de tu ingenio literario apoyado esta vez en la ayuda de los enlaces. Que buen trabajo te habrá dado.
Un abrazo amigo
Me costó, pero quería usar esta herramienta que en un libro no hubiéramos tenido. Bueno, hay libros interactivos, pero no es lo mismo.
EliminarUn abrazo, Daniel.
Humbertísimo amigo escritor:
ResponderEliminarPues esperemos sea pronto el juicio y te multen de acuerdo a la contravención que es: mear en sitio público en Costa Rica es muy común, más que estamos en la "cultura del guaro", pero mear en esta metrópolis cultural de Europa creo que te saldrá caro. Los oficiales no se equivocan: te van a fosilizar en la cárcel y habrás deseado ser cucaracha para escapar al exterior por las alcantarillas de aguas negras. Haber sido narrador protagonista será tu ruina. Jajaja! Por lo demás, me gustó tu ameno relato en donde siempre es pavorreal tu exuberante imaginación de escritor. El frío de ahí nunca te va a congelar una neurona con tan ubérrima condición.
Abrazos fraternos en Amistad y Poesía verdaderas,
Frank Ruffino
Hablando en serio, Frank, el frío es mi estado ideal para crear, cuando hace calor no puedo pensar ni cómo me llamo.
EliminarEn Buenos Aires también se ve con demasiada frecuencia que la gente orine en la calle, es de terror kafkiano.
Muchas gracias por tus inmensas palabras, tan grandes que ni las merezco.
Un abrazo.
Buen cuento, las letras en negrita significan que lo escribiste bajo alguna norma impuesta como pie de cuento? Me encantó tu imaginación que nos entregó un cuento genial. Saludos. Magda
ResponderEliminarEn realidad, no son negritas, son vínculos que te llevan a las obras de Kafka. Pero me dejas pensando en algo, creo que soy yo el que se impone normas para escribir, no me había dado cuenta hasta ahora.
EliminarUn beso, Magda, muchas gracias.
Bueno tras este relato, solo tengo que decirte, que tengas cuidado cuando viajes a Bruselas, pues hay un niño que impunemente, hace sus necesidades en público, y lejos de recriminarle o educarlo, lo convierten en símbolo de la ciudad. Mientras en otras partes del mundo son capaces de cortarte ya sabes qué con solo hacer ademán de intentar hacerlo en la vía pública, y es que el mundo, en su extravagancia, no condena el mismo acto en unos sitios que en los otros, muy Kafkiano este problema. Un abrazo.
ResponderEliminarLo llamativo, Jota, es que en Enero voy a pasar por Bruselas en mi camino a Amsterdam, así que tendré mucho cuidado de no copiar la actitud del símbolo de la ciudad. Probablemente le saqué una foto y luego veas un relato basado en él.
EliminarUn abrazo, querida amiga.
Que relato.
ResponderEliminarCuidado donde se baja los pantalones.
Un abrazo.
Antes solía bajármelos en cualquier discoteca, ahora la fidelidad me ha aburguesado, Gaucho, y tengo al amigo al abrigo de la ropa interior ;)
EliminarUn abrazo y muchas gracias.
jajajajajaja
EliminarDisculpe, cuentista kafkiano, no fue una falta de ortografía sino de "pulsamiento de tecla", podría parecer lo mismo, pero no lo es, en tal caso, una omisión
ResponderEliminarLo sé, querida Mafalda, fue una bromita. No te imaginas las veces que he dejado cualquier bestialidad como comentario en otros blogs por no mirar antes de apretar 'publicar'.
EliminarBesos.
Mas que nunca hay que fijarse donde uno se afloja el cinto, no sera una prebision..!!haydee.
ResponderEliminarYo no uso cinto ;)
EliminarUn abrazo, Haydee.
Encadenaste la bruma a la pesadilla/ le diste aire/ al fuego/ y Kafka, a esta hora/ juega dados con Freud/ muertos de la risa
ResponderEliminarAbrazos.
Pues ahora que lo pienso, Kafka y Freud tenían muchas cosas en común, deben hacer buena pareja de finados.
EliminarUn abrazo.
Todos esos enlaces me hicieron latir muy fuerte el corazón. Es Kafka y su persistencia, sin desmerecer tu incursión pragueana, claro. Un abrazo.
ResponderEliminarDebo reconocer que Kafka no era santo de mi devoción, pero luego de hacer un recorrido por su biografía, comencé a respetarlo mucho más.
EliminarUn abrazo.
Impresionante!!! Hilado maravillosamente, un excelente relato que rinde un digno homenaje a Kafka. Bravoooo, Humberto!!!
ResponderEliminarP.D. Los críticos que te dieron con un caño en "Contratapa" deberían replantearse sus opiniones, jejejejeje
Fuera de broma... ¡MUY bueno! Un abrazooooooooo
¿Viste Diana? Los críticos me desastraron por mi novela, si lo único que quería era transformarla en un futuro guión de telenovela. Andrea del Boca tiene que estar, sí o sí.
EliminarNo comenzó siendo un homenaje a Kafka, pero terminó siéndolo, sí.
Muchas gracias, querida Diana, espero que estés sin tanto trabajo. Besos.
Y una que otra hormiga entre tanta cucaracha y escarabajo. No olvides a las hormigas, porque si te descuidas te llevan en peso a donde no quieras. Me encantó el enlazamiento.
ResponderEliminarUn besazo!
Te prometo que tendré cuidado, Sara, igual las hormigas ya tuvieron sus 15 minutos de fama en este blog.
EliminarUn beso enorme y muchas gracias.
Si lo recuerdo... no olvides que te he leído.
EliminarJamás lo olvidaría, Sara.
Eliminar¡¡Gran trabajo!!. Me sumergeré en tus enlaces para completar la historia con toda la documentación. Tu texto y el de los transeúntes me ha encantado.
ResponderEliminarFelicidades hombre kafkiano!!.
Muchas gracias, Laura y felices vacaciones.
EliminarMuy creativo tu cuento kafkiano, plagado de metaliteratura. ¡Enhorabuena!
ResponderEliminarMuchas gracias, Francisco, eres siempre muy amable.
EliminarUn fuerte abrazo.
"Querido padre: Hace poco tiempo me preguntaste por qué te tengo tanto miedo. Como siempre, no supe qué contestar, en parte por ese miedo que me provocas, y en parte porque son demasiados los detalles que lo fundamentan, muchos más de los que podría expresar cuando hablo. Sé que este intento de contestarte por escrito resultará muy incompleto." (F. Fafka)
ResponderEliminarQuerido Humberto: Sé que el intento de mejorar con palabras lo que la emoción ha producido en mi persona,será inútil, no por miedo a lo que puedas deducir de mi ignorancia, es que cuando leo algunas cosas, pienso que ando en pañales y que la fuente del conocimiento no para de manar; ojalá no se calme nunca esta sed...
Me ha parecido francamente excelente, saber hilar es tan importante como "tejer".
Un fuerte abrazo.
Moon.
Tú también eres muy creativa, Moon, basta con leer tu comentario para determinarlo.
EliminarMe quedo con lo de la fuente y la sed. Que haya fuente y sed para rato, en ambos.
Y quiero aclararlo y enfatizarlo: si yo intentara escribir un poema como tú, no conseguiría armar ni siquiera una línea que se le pareciera.
Un abrazo más grande ;)
Vamos, que ciertamente el relato te salió completamente kafkiano. La metamorfosis y Carta al padre es lo único que he leído de Kafka. Y me gusta mucho, lo confieso.
ResponderEliminarBueno, Kafka era monotemático, puede que un relato se enlace con todos, como lo que aquí sucedió.
EliminarUn abrazo y muchas gracias.
Buen y completo homenaje a fuerza de aguas menores.
ResponderEliminarUno nunca sabe lo que va a conseguir con soltar esas aguas en cualquier lugar, al final termina haciendo un homenaje sin querer.
EliminarUn abrazo.
Hola Humberto, me ha llamado la atención el título y lo leído me ha hecho sacar una sonrisa, por la situación, no por como termina la historia, pues estos países del Este, no sé yo eee...
ResponderEliminarA mi es de kafkaino me suena pero no sabría identificar si lo es o no pues no he leído nada en ese sentido, pero no ha dejado de resultarme interesante.
Espero tengas un buen fin de semana, besitos azules querido, muassssssssssss
Muchas gracias, Kanet. Es un relato para arrancar una sonrisa. En relación con los países del Este, debo reconocer que en la República Checa fue en el único aeropuerto que discutí con un funcionario de migraciones, sólo porque le pedí que me dijera 'por favor' al solicitarme ciertas cosas.
EliminarUn beso.
Inquietante situación la del protagonista del relato. El actuó como reza el dicho aquél: "Donde fueres haz lo que vieres"
ResponderEliminarUn relato completo por los enlaces, gracias...
Un beso
Así de cierto, por eso hay que tener cuidado qué monumentos ver en un país, no sea cosa que... ;)
EliminarBesos, MJ.
Me ha parecido sumamente ingenioso el relato, y los enlaces le hacen ganar en profundidad. He disfrutado mucho leyendo cosas de Kafka que no había leído.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo, Humberto.
Muchas gracias, Sara, yo tampoco había leído todo, por ejemplo, 'transeúnte' lo leí para poder armar este texto.
EliminarUn fuerte abrazo.
Muy bueno.
ResponderEliminarUn saludo, Umberto.
Muchas gracias, Kenit... Por cierto, si le pones una 'H' a mi nombre, te aseguro que no voy a enojarme ;)
EliminarAbrazos.
Humberto, este es el cuento más largo que he leído tuyo... Genial. Me ha parecido uno de tus mejores cuentos, lo he disfrutado por su originalidad, por sus enlaces, por los demás cuentos, por todo el hermoso contenido. Felicitarte es poco... Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarJulie:
EliminarSi has leído todos los vínculos, mereces un premio, te pido que me lo recuerdes para entregártelo.
En serio, muchas gracias.
curioso proceso el que nos describes...
ResponderEliminarprosigo con la metamorfosis que me ocupa.
un abrazo desde el pais de los amores ridículos,
este pais no se corresponde con la trama de los hechos
pero al fin y al cabo esto solo es un comentario kafkiano,
me voy a orinar al río, chao amigo.
Ahora que mencionas 'los amores ridículos', estando en Praga quise comprar un libro de Kundera para tener de recuerdo, pues de checo aprendí las palabras básicas de turista, sin embargo no lo conseguí. Entre inglés y checo le pregunté a un librero por qué no había libros de Kundera, siendo que era tan famoso en otros países, me contesto muy simplemente: ése es un traidor.
EliminarCreo que yo también voy al baño.
Un abrazo.
Cuando uno sale a caminar en un paseo repentino,
ResponderEliminarVe al comerciante ultimar sus íntimas reflexiones poéticas.
Ve a los árboles desdichados alcanzan la extensión de un cuento,con demasiados detalles que lo fundamentan.
Es insoportable ser el constante motivo de ira de otra persona, ya que la calle es muy empinada,
¿Hemos bebido tanta cerveza?
Pues..meemos, meemos ,orinemos, hasta desbordar el Moldava,hasta inundar la ciudad.
Un saludo, un placer leer a kafka y a usted.
m.i.
Agrego: bebamos las cervezas al ritmo de un dixieland en la Hospoda Na Vandru de la calle Cirbunkova 37, Praha 3.
EliminarUn abrazo.
Muy ingenioso y divertido este post Humberto, en el que haces figurar los títulos de las geniales creaciones de este gran escritor. Por cierto, ¡cómo me gustaría ir a Praga! ¿Estuviste realmente?
ResponderEliminarAh,y disculpa si no me acerco a comentarte todo lo que me gustaría. Estas fechas estoy con problemas de salud pero, ya se van solucionando y cuando pueda, volveré a publicar en mi blog.
UN abrazo.
La última vez estuve en enero del 2011, me dio ideas para varios textos, éste es uno más de la lista. Hay ciudades inspiradoras, pero no esperes encontrar demasiado tampoco.
EliminarEs verdad, se extrañan tus textos.
Un abrazo.
Si que salio kafkiano el relato, jajaja.
ResponderEliminarque tengas un buen dia.
un abrazo.
Muchas gracias, Ricardo.
EliminarUn abrazo.
¡Qué buen ejercicio, Sr. Dib!
ResponderEliminarHas conseguido, hilando muy fino, crear un micro técnicamente completo, consiguiendo insertar cuanto deseabas en el material que conforma la trama. Si el micro se titulara igual, pero no hubieses puesto los enlaces; o si se titulara de otra forma, ocultándonos tus intenciones iniciales, no perdería ningún valor como pieza literaria.
Imagino tu gozo durante el proceso creativo.
Un abrazo,
Esto te lo cuento a ti que sé que le prestas atención a las técnicas y esas cosas. El relato no nació con enlaces, los enlaces fueron una traición a su esencia que cometió este escritor con la intención de que muchos amigos no quedaran por fuera. Pero aclaro, no porque los considerase 'inhábiles' para entender el texto, sino porque no todos tuvieron la posibilidad de leer a Kafka.
EliminarEs verdad, últimamente estoy disfrutando mucho del proceso de armado de los relatos.
Un abrazo.
Que magnífico texto Humberto.
ResponderEliminarVeo que tu alumnita todavía no ha pasado, tú crees que lo entendería? Leyó alguna vez a Kafka? No creo.
Abrazos y besos.
Guadalupe, sin ánimo de ofender, te digo que no deberías preocuparte tanto por mi alumna (el diminutivo está demás), ella vendrá cuando pueda o cuando quiera. Y la verdad es que no sé si leyó a Kafka, pero tampoco es un pecado.
EliminarTe agradezco los comentarios, pero que sean más dirigidos al texto, ¿no te parece?
Un saludo.
Usted es de los que me sorprenden cada semana Dib, por eso vuelvo, es como mi libro pequeño gigante. No se olvide de los que no tenemos blog.
ResponderEliminarAbrazo
Javi
No me olvido de nadie, Javi, pero lo máximo que puedo hacer por los que no tienen blogs, es agradecer por aquí.
EliminarUn abrazo.
HUMBERTO!!
ResponderEliminarNO LEÍ NUNCA A KAFKA ASÍ QUE LOS LINKS ME AYUDARON MUCHO A ENTENDER Y A VALORAR MÁS TU TEXTO.
UN ABRAZO GENIO, DESDE CÓRDOBA LA DOCTA.
CHRIS
Me alegro que te hayan ayudado (perdón por la aliteración).
EliminarVa un abrazo hasta Córdoba.
Me encantó, Marta, ojalá todos puedan detectar (y apreciar) los otros títulos de obras en esta adenda que tan bellamente has creado. No es una temeridad, es algo que siempre espero de ti, pues después de aquella vez, siempre me digo: si Marta abandonara algunos cánones que han creado ciertos escritores con mucha gramática y poco apertura mental, su prosa volaría muy alto, mucho más alto que la mía. Sin dudas.
ResponderEliminarMuchas gracias por tu tiempo y amistad.
¡Bravo!... ¡¡bravísimo!!, de nuevo me has sorprendido. Muy buen repaso a Kafka encajando muy oportunamente los títulos de su obra. Todo el texto es un 'sinsentido' con mucho sentido que sentimos los que tenemos el honor y placer de leerte, mi querido amigo;
ResponderEliminar(me gustan las rebundancias, ¡qué pasa!).
Un gran abrazo y mil gracias por este ratito de placer literario.
¡Eres bueno!
Geles
Se te extrañaba, Geles...
EliminarMuchas gracias a ti por venir a visitarme y dejarme estas palabras de cariño.
Te mando un beso enorme y... qué vivan las redundancias.
Muy bueno incluyendo palabras clave de la obra de Kafka. Y bien por incluir "En la colonia penitenciaria" uno de mis relatos favoritos y que creo debería leer todo el mundo.
ResponderEliminarMuchas gracias, Lynn, es raro leer que alguien tiene ese relato como favorito, pues no es de los más conocidos, a mí también me gusta mucho, por eso lo incluí.
EliminarUn beso.
Admiro tu imaginación! Y haz creado un texto excelentemente logrado...seguire visitando su blog.
ResponderEliminarSaludos!
Muchas gracias, Abuela, eres siempre bienvenida.
EliminarUn abrazo.
Usted ha creado un monstruo devorador de seguidores, no vi nada así en la red, no se si felicitarle o compadecerme de usted..
ResponderEliminarNi una ni otra, escribo porque no tengo otra opción, algunos le llaman pasión.
EliminarMientras el monstruo no te devore a ti, no tienes que preocuparte de nada.
Un saludo.
Yo leí la metamorfosis de Kafka, pero yendo a dos enlaces ahora leí dos cuentos más. Gracias por haceme conocer más a este autor, que oscuro era no?
ResponderEliminarBesos
¡Pues me alegro! Sí, tenía bastantes conflictos, pero produjo un cambio en la forma de escribir.
EliminarUn beso.
Si señor, kafkiano.
ResponderEliminarEs lo que dije ;)
EliminarBesos.
Cuesta leer a Kafka pero una vez lo has leído, cada día te da lecciones de su inteligencia y del laberinto de las administraciones públicas que con tanto ahínco en estos momentos padecemos.
ResponderEliminarAbsolutamente cierto, Tecla.
EliminarUn beso.
Bueno, creo que las estatuas no ayudaron mucho, jajaja...
ResponderEliminarComo siempre estupendo relato...
Besitos mi dulce amigo.
Muchas gracias, RoseMarie, un beso enorme para ti.
EliminarDifícil encajar tu relato con Kafka y sin embargo lo conseguiste. Muy bien liado. Un abrazo
ResponderEliminarTe agradezco mucho, Virgi.
EliminarUn abrazo.
Kafkiana ocurrencia en esta visita a Praga, la inspiración siempre llega aunque sea por humedos caminos. Estupendo relato.
ResponderEliminarUn abrazo.
Así de cierto, nunca sabemos por dónde viene la inspiración.
EliminarUn beso.
En otros lugares se hubiera resuelto de forma menos kafkiana: con una multa de aúpa. Al menos la inspiración quedó aliviada.
ResponderEliminarY en otros lugares te habrían cortado la cabeza...
EliminarUf, la inspiración, por ahora, calma.
Un abrazo.
Donde fueres haz lo que vieres, aunque sea sin medir las consecuencias.
ResponderEliminarBesos Hum.
Es peligroso, pero así dice el dictado.
EliminarUn beso, querida amiga.
Querido amigo, pero tener conciencia de que se ha obrado mal es el primer paso... para ser... más prisionero ¿no? Espero que te suelten pronto, por el bien de todos!! Bss
ResponderEliminarSe cuenta que en tres días, me sueltan.
EliminarUn beso.
Ingenioso enlace
ResponderEliminarUn abrazo
Muchas gracias, Lapislazuli.
EliminarUn beso.
era natural que los checos no te comprendiesen; ya que para ellos, kafka no es si no tan sólo un judío que escribía en alemán. para la próxima, ir de visita a la muralla china (una lástima que no pueda ponerla en negrita) tal vez con los chinos haya más suerte. saludos.
ResponderEliminarLo voy a tener en cuenta, Draco, después de todo, puedo ir en busca de un cuento chino.
EliminarUn fuerte abrazo.
je, lo de "muralla china" lo mencioné porque fue un cuento que escribió kafka. (por eso la lástima de no poder colocarlo en negrita)
EliminarEs verdad, Draco, creo que se llama 'La edificación de la muralla china', un texto que Kafka desechó, pero que rescató Max Brod (nunca sabremos si fue su amigo o traidor). Lo cierto es que me gustó tomarlo por el lado del 'cuento chino'.
EliminarGracias por el aporte, la falta de negritas en este espacio es una verdadera lástima.
Un abrazo.
menos mal que la escultura no tenia otro tema!!!!
ResponderEliminarMenos mal, ¿no?
EliminarUn beso.
(Cambiaste el nick)
Creativo relato me gustó mucho Humberto.
ResponderEliminarTambién me gusta Kafka.
PD: soy de "Independiente" y bueno, no todo es color de rosa en la vida jajaja
Besos.
¡De Independiente! Eso sí que es un problema. Igual a nosotros no nos va nada bien (Boca)
EliminarMuchas gracias por el comentario.
Besos.
Interesante relato, me gusta tu ingenio.
ResponderEliminarUn abrazo y linda semana.
Muchas gracias, Betty.
EliminarUna buena semana para ti también.
Muy buen recorrido por la obra de Herr Franz !!!
ResponderEliminarMuito obrigado, Doutor Caramelo.
EliminarUm abraço.
Creo que mi número de neuronas no es suficiente para tener la exacta dimensión de tu relato, me gusta como tal, muy buena la selección.
ResponderEliminarAdemas pude conocer a Kafka, confieso no haberlo leido nunca.
Un abrazo amigo. Disfruto tu blog.
Moli, podrías detectar la exacta dimensión, pues no es cuestión de neuronas, sino de haber leído a Kafka o no. Nada más.
EliminarMuchas gracias por el comentario.
¡Bueno! Al final lograste tu cuento Kafkiano...
ResponderEliminarSaludos Humberto.
Juan.
¡Bueno! Al final lograste tu cuento Kafkiano...
ResponderEliminarSaludos Humberto.
Juan.
Lo logré a costa de estar preso ;)
EliminarUn abrazo.
¡Muy bueno!Genialmente logrado. Saludos cordiales.
ResponderEliminarMuchas gracias, queridos amigos de la SADE.
EliminarUn abrazo hacía Villa María.
Ayyyyy Dios!!!! Me atraso unas horas y esto está que arde! Je!
ResponderEliminar1) Estás afilado, ingenioso y con el "teacher" a flor de piel. No sé si te das cuenta de lo generoso de este texto. Te diria que es un ejercicio excelente.
2) Leo los comments y no dejo que asombrarme. "De todo como en botica" decía mi abuelita...
Lo hiciste otra vez, milord!
Kisses for you, dear! :)
BeeBee, cada vez más tarde :(
Eliminar1. Estoy en una época rara, no sé cómo llamarla, de experimentación. Perdón por el teacher, vamos a tratar de hundirlo.
2. Como la vida misma, cada vez me gusta más la diversidad.
Near to fail, BeeBee, this is fucking hard!
Kisses.
Excelente trabajo...
ResponderEliminarDe tu cuento a los cuentos de Kafka!!
Verdadera esencia kafkiana!!!
Felicitaciones!!!
Besossss y buena semana escritor!!!!
Un laberinto kafkiano, Gizela.
EliminarMuchas gracias y una hermosa semana.
Lástima no haber dispuesto de esta regocijante guía turística en mi primer viaje a Praga.
ResponderEliminarEn su defecto, hube de resignarme a darme codazos con trnseúntes. Unos meaban. otros veían mear. El 'proceso', hijos, el proceso.
Kafka sonreía de tanto como daba de sí un cuento con-sentido!
¡Y tú, más, Humberto, bordando esencias pintorescas.
Un abrazo consentido. Dos
Kafka sonriendo es algo esencialmente kafkiano. Todo lo demás puede pasar sin mayores sorpresas.
EliminarAcepto lo dos abrazos.
Interesante relato...me hizo gracia que metieran en la cárcel al protagonista pues solo seguió las directrices del autor de tan original obra escultórica...pero tratándose de un tema Kafkiano todo es posible...
ResponderEliminar¡Genial!!!
Abrazos
Así de cierto, siendo kafkiano, todo puede pasar, por eso no voy seguido a Praha.
EliminarUn abrazo y muchas gracias.
Bien, un alarde de utilización/colocación de las palabras en el texto. Un ingenioso homenaje, y sí un poco kafkiano.
ResponderEliminarSon enlaces, Ximens...
EliminarY sí, es un poco kafkiano, je.
Un fuerte abrazo.
Hola Humberto. Interesante tema de altura, donde mear se vuelve todo un dilema 'Mear o no mear'.
ResponderEliminarEs decir, un cuento kafkiano con aires hamletianos ;)
EliminarUn abrazo, muchas gracias.
Veo que no le habían informado que está prohibido enseñar los calzoncillos a no ser que sean de potitos.
ResponderEliminarLo de calzoncillos de potitos es un hallazgo, Mamuma, es para tenerlo en cuenta, las autoridades de la República Checa van a tomar nota.
EliminarUn abrazo.
Creo que, al menos, cumplió en cuanto al cuento...
ResponderEliminarSaludos
Eso sí, con relación al cuento, su objetivo lo cumplió.
EliminarUn abrazo.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarMuy kafkiamo, verdaderamente. Situaciones verosímiles pero a la vez descabelladas; soluciones al alcance de la mano, pero que no se toman por razones insustanciales, en definitiva, como la vida real de casi todos.
ResponderEliminarUn gran abrazo
Ahora recapacito que vivo en un país kafkiano, qué duro es darse cuenta.
EliminarUn abrazo.
kafkiano y original, como no podía ser de otra manera.
ResponderEliminarAbrazo
Muchas gracias, Horacio, sos muy amable.
EliminarUn abrazo.
Ha resultado un relato muy original al enlazarlo a las obras de Kafka...no había leído antes nada de él... me ayudó a conocer un poco sus obras literarias.
ResponderEliminarFeliz semana
Besitos.
Me alegro, Diazul, fue un escritor muy especial.
EliminarUn beso y feliz semana.
Querido HDib, sou um admirador da literatura kafkiana, desde a light barata aos processos mais complexos, chega a ser engraçado a busca deste personagem por Kafka em Praga, ele conseguiu no melhor estilo justiça burocrática, de equívoco em equívoco ele conseguiu se enredar numa teia de aranha que o pode deixar um bom tempo vendo o sol nascer quadrado em Praga.
ResponderEliminarps. Meu carinho meu respeito meu sempre imenso abraço.
Ele conseguiu o que procurava, só que não sabia que iria ser tão kafkiano o caminho até ele chegar a esse seu conto.
EliminarUm grande abraço, Jair.
No sé qué decirte, Iván, posiblemente seas Humberto Dib, pero al pasar por tus otros blogs, no terminé de convencerme, hay algo en lo que te pareces a él (la D de tu firma), pero hay algo en lo que él está un paso antes que vos (la H en vez de la I). Analizalo, no sé ;)
ResponderEliminarCreo que lo dijo todo el señor de las Letras ;)
ResponderEliminarNo tengo perdón, Praga me gustó mucho pero lo que más recuerdo es su cerveza.
ResponderEliminarQue la justicia haga conmigo lo que quiera.
Justiniano también fue, aunque me temo que no iba muy bien orientado:
JUSTINIANO 77
Con un gran sentido práctico
y con el fin de perfeccionar
sus conocimientos de japonés
Justiniano ha decidido irse de vacaciones
a la maravillosa ciudad de Praga
cuna de tan espléndido idioma
según recuerda de su etapa escolar
para hacer un ejercicio de inmersión
en la milenaria cultura japonesa
consistente básicamente
en charlar y beber sake con los lugareños
vestido de valeroso samurai
gracias a un deslumbrante disfraz
que ha comprado para la ocasión
en la tienda de los chinos de su calle.
Pues Justiniano también tuvo su momento kafkiano, pero él tampoco entendió muy bien de qué iba eso de ser kafkiano.
EliminarUn abrazo, Toro.
Mi querido Humberto!!
ResponderEliminarDecirte que eres un Maestro de la palabra,ya me sabe a poco,después de leer tu relato,es increíble pero no en tí por supuesto,extender esa tela de araña que nos lleva a los textos de Kafka(que iré leyendo despacio,con tiempo,ahora solo he leído los tres primeros)sin perder el hilo conductor del relato,tú mismo saltas tus propias fronteras para ir más allá,no te asustan las dificultades del camino,sencillamente las apartas o eliminas con tus palabras,hasta encontrar el fin buscado,la medida solo la pones tú y sabes cuál es??? que no tienes medida o sea, eres capaz de escribir cualquier cosa,cualquier tema,cualquier historia,eres un brillante escritor y estoy muy orgullosa de ti.
Un fuerte abrazo de cariño!!!!
Muchas gracias, querida Estrella, siempre eres 'demasiado' amable con quien aquí deja caer sus escritos. Las dificultades (así como la gente que busca destruir) hay que sacárselas de encima, pues están a la orden del día.
EliminarUn beso.
Interesante tu texto amigo que nos remite a ver textos de otro autor, mucha imaginación la que desbordas, siempre es un placer el visitarte, saludos estelares desde mi querida Guatemala
ResponderEliminarMuchas gracias, SL, te mando un gran abrazo.
EliminarMirá, si vos creés que además de leer tu entrada me voy a poner a leer todos los links, estás crazy bro!
ResponderEliminarEniguei, te mando un cartón de puchos. NO se si fumás, pero te sirven como $$ por unos días, dopo a entregar...:-)
Tengo unos compañeritos de celda que están acá desde el antiguo régimen comunista, los noto ansiosos, no sé por qué será...
EliminarFresh meat, aunque no tanto...:-)
EliminarEs más que obvio, Iván, es un guiño (o eso creí), pero te equivocás en algo, en mí no hay ningún genio, como ninguna crítica en tu comentario.
ResponderEliminarEn segundo lugar, no sabía que eras psicólogo, ¡somos colegas! Entonces, dejame internalizarlo, ¿si el de arriba es mi orgullo, el de abajo es mi deshonor o mi timidez?, pues como colega psicólogo, debés saber que los antónimos son ambiguos.
Finalmente, no se te ve seguido por aquí, Iván, te das una vuelta para (según tus propias palabras) criticar. Me pregunto, ¿no queda claro que el personaje no soy yo y que el ´cuento kafkiano' es tan fallido como una mala metáfora? Gracias por creer demasiado, nunca hay que perder la inocencia.
Ah, saludos del cantante de Lamb of God, quien acaba de salir de prisión en Praga.
Genial, Dib!!!! Confieso que los primeros libros afanados escandalosamente de las bibliotecas de mi viejo fueron los cuatro tomos de completas de Kafka. Entonces teníamos un chiste interno: cuando yo caía de improviso me decía: Ya sé, viniste a devolverme los kakfa! No, pa, deberías ir asumiendo que no te los voy a devolver. Y así fue.
ResponderEliminarNada más inquietante, más desolador que este comienzo: "Cuando Gregor Samsa se despertó una mañana después de un sueño intranquilo, se encontró sobre su cama convertido en un monstruoso insecto."
Yo no sé qué bicho seré, calculo que ratón de biblioteca por haber leído El proceso, Carta al padre y Un médico rural a edad muy temprana.
Me encantó eso de jugar un poco con los títulos.
Saludos van, Dib!
dislexia MODE ON Kafka repeat with me Kafka. Again Kafka
EliminarYo no tuve un despertar literario muy tranquilizador, tampoco. Lo inicié con 'Crimen y castigo' de Dostoievski, te aseguro que estuve bastante perturbado durante y luego de la lectura. Después bajé los decibeles, seguí con ?El retrato de Dorian Gray', en fin...
EliminarMuchas gracias por la vista, Sandra.
Kakfa... Fakfa... Fafka... bueno, a mí tampoco me sale de una.
Siempre que leo tus textos, comienzo sabiendo que el final será inesperado... que cualquier premisa que mantenga en mi mente será destruida al final del relato....Enhorabuena.
ResponderEliminarun abrazo enorme!!
Muchas gracias, querida amiga, se te extraña.
EliminarUn beso.
Jajaja ay qué bueno Humberto!! Me ha encantado,como siempre empiezas y al final te encuentras con el mejor de los desenlaces, a veces irónicos, otros muy reales como la vida misma y otros que te hacen llorar, pero todos buenos amigo!
ResponderEliminarFelicidades porque veo que sigues igual de bueno en las letras o mejor!
Un abrazoo enorme!
Muchas gracias, amiga, siempre se agradecen los comentarios con buena onda.
EliminarUn abrazo.
Debe ser que cuando el escritor imagina, mientras escribe, de inmediato su realidad en papel se vuelca hacia la ciudad donde vive, como si saliera un sonido sutil desde un cuarto solitario, en un barrio, dormido. Y somos entonces todos personajes de esa historia Humberto. Abrazos.
ResponderEliminarMuy lindo comentario, Eskimal, creativo y afectuoso.
EliminarUn fuerte abrazo.
Kafka, tengo algunos pendientes con él, espero el tiempo alcance...
ResponderEliminarTe cuento que aplasté a una cucaracha, sin contemplación.
Saludos.
Me parece bien que la hayas aplastado, mientras no sea el pobre Gregorio Samsa.
EliminarUn abrazo.
Un cuento kafkiano por lo absurdo de la situación del personaje, por el escenario que te inspiró y por esa trama de enlaces que se vuelven la trama de esta historia. (¿Lo estaré complicando todo?)
ResponderEliminarMe parece importante el giro didáctico, casi una "contemplación" (aquí imposible negritas o link) que guardás hacia tu gran caudal de lectores, no es que seas el maestro, se toma o se deja. Pero surge mucho de tus textos, las ganas de investigar, de saber más o simplemente la curiosidad. Y después lo más importante, disfrutar de muchas grandes obras tuyas aunque sean breves. ¿Dónde quedó Na Vandru? Replay...
Reconozco que no puedo salir del todo del papel de docente, pero me gusta más pensar en todo lo que tengo que aprender todavía.
EliminarLas miguitas están arrojadas, veremos si Hansel y Gretel pasan.
Un beso enorme.
Sólo decirte , que eres genial.
ResponderEliminarFelicitaciones por tu nuevo libro, el mío aún está en la imprenta, acá hay poca palabra jaja!!
Mil besos para ti
Sor.Cecilia
Muchas gracias, querida Sor Cecilia.
EliminarUn fuerte abrazo.
Un escrito que marca la diferencia, me gustaría que subieras más de estos Humberto.
ResponderEliminarUn saludo cordial
Lema
Gracias, Lema, cada semana van saliendo cosas diferentes, veremos qué viene.
EliminarUn abrazo.
Leí a varios que lo dicen, Humber, eres un maestro de muchos de nosotros, yo aprendo mucho en éste blog, GRACIAS!
ResponderEliminarYo te lo agradezco mucho, Stefanía, eres muy amable por estar siempre presente.
EliminarUn beso.
Huberto:
ResponderEliminarHas dicho la verdad: es un cuento kafkiano.
Me trajo a la mente a esos ejercicios donde los alumnos deben escribir un cuento que incluya determinadas palabras disímiles.
Aunque en realidad, Kafka no mencione explícitamente que Samsa se convierte en una cucaracha, sino en un insecto, todos lo asociamos a ese tipo de bicho.
El ejercicio le salió perfecto, alumno Dib.
Un gran abrazo.
Un gran relato de un gran escritor que sigue las huellas de otro. ¡Enhorabuena! Un saludo
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