Sin que nada lo hiciese prever, cierto día, la página 234 del Ulises de Joyce le dijo a la que le seguía que se largase de allí, que se deshojara del tomo, ya que era intrascendente y no le aportaba nada digno a la novela que había marcado un antes y un después en la Historia de la Literatura Contemporánea. La página 235 no se hizo esperar y le respondió con tal vigor que las letras saltaron sobre su vientre de celulosa: Vete tú, ¿o no sabes que en un libro las páginas impares somos las más importantes? Entre críticas y defensas, se armó una discusión tan grande que -en poco tiempo- se extendió por toda la obra, no había cuartilla que no expresara -a viva voz- su descontento hacia alguna vecina o que no reclamase un lugar de privilegio en la trama enrevesada y magistral del dublinés. Después de varios minutos de gresca, un hombre vestido con un delantal gris se acercó a la estantería, sacó el libro, lo hojeó de cabo a rabo y luego lo cerró con violencia, poniendo fin a la controversia.
-En esta biblioteca existen reglas muy estrictas en cuanto al silencio, qué tanto joder- protestó por lo bajo mientras se hurgaba el oído con el dedo meñique.
Estimados amigos:
ResponderEliminarMuchas gracias por las visitas y comentarios para ‘La señora que vive en el reloj’.
La tercera de las discusiones letradas es un texto que escribí para otro blog en el cual colaboro, quería traerla aquí, pues se asocia muy bien (me parece) con las dos anteriores, las cuales dejo como entradas previas, en el caso de que alguien desee leerlas… luego se irán todas al galpón de los recuerdos.
Estos 3 cuentitos dicen mucho más de lo que está escrito, pero ¿importa eso si no se entiende?, me pregunto y me río de mi propio chiste.
Un fuerte abrazo y feliz entresemana.
Humberto.
Esto demuestra que las obras tienen vida propia, mucho más allá del autor (y por supuesto de los cansinos lectores que le sacan mil interpretaciones a todo). Voy a por las otras.
ResponderEliminarAbrazo, maestro.
Así de cierto, X.
EliminarUn fuerte abrazo y muchas gracias.
Con razón ese murmullo cuando entro al blog. Todas las entradas quieren ser la mejor. Abrazo, querido amigo. Espero que nos veamos en alguna ocasión.
ResponderEliminarEn alguna OTRA ocasión jajaj
EliminarEn unos días voy a proponer un encuentro, Dany, espero que puedas estar, para mediados o fines de noviembre.
EliminarUn abrazo.
Muy muy bueno. Ahora me pregunto cual sera la conversación de las páginas en el e-reader? Yo pienso que se sentiran ahogadas y incapaces de hacerse oír.
ResponderEliminarOlha, escrevi em castelhano, agora fica assim.
Beijinhos Humberto.
Flor
É que você é poliglota, Flor, rsrsrs...
EliminarBeijinhos.
A que somos! Yo "cuatrilota" jajaja
Eliminarquedamos en éllo y no faltaré a mi promesa contigo... no es UPM, tranquilo, pero me gustas más cuando sonries... ;) Besín
ResponderEliminarComo te dije, ¿quién no querría escribir UPM alguna vez? Tal vez hoy pasó rozando, jeje.
EliminarBesos, Bruxina.
Puedo comentar!!!!
ResponderEliminarQue traduccion del "Ulises" es de la que hablamos?
Algunas son muy malas.
Un abrazo.
¡Siempre podés comentar, Gaucho!
EliminarSi alguien no te lo permitió, sólo decímelo y lo voy a buscar ;)
Es la traducción de J. Salas Subirat, dicen que la mejor, yo lo leí en inglés también y me pareció bien hecha, hay que pelear contra los neologismos y juegos de palabras de Joyce, ¡eh!
Un abrazo, amigo.
Jajaja! Qué bueno Humberto! Y no me vas a creer si te digo que justo justo estoy leyendo (o intentando leer sería más apropiado decir) por primera vez el Ulises de Joyce, qué casualidad...
ResponderEliminarUn beso
Una hermosa coincidencia, Eva.
EliminarDespués e contás qué te parece.
Besos.
Comprendo que discutan las paginas porque a veces encuentro libros caídos en mi estanteria, es normal son muchos personajes viviendo juntos. Como siempre el maestro me deja perplejo ante sus escritos.
ResponderEliminarYo una vez separé a Crimen y castigo de Hamlet, se habían enzarzado en una pelea a muerte, ni te imaginas...
EliminarUn abrazo.
Celos hay en todas partes, incluso dentro de una obra artística.
ResponderEliminarY en otro orden de cosas, si en un texto no hay por lo menos uno o dos chistes internos o referencias chuscas, es un texto que a mi criterio no merecería ser siquiera escrito.
No sé si se lo dije pero celebro la vuelta de los comentarios!
Abrazos!!
Incluso más dentro de una obra artística, pensaba en el capítulo 7 de Rayuela (el de 'toco tu boca'), ése sí que se hizo famoso, te imaginás lo que piensa el capítulo 8...
EliminarUn abrazo.
Bueno ..... es algo que jamás me pregunté, ni siquiera hubiera imaginado lo que pasa dentro de un libro. GENIAL !!!
ResponderEliminarUn abrazo !!!
Un abrazo, Pato, muchas gracias.
EliminarMuy bueno!! El final no solo cierra la discusión sino que también te deja una enseñanza. Como verás volví!! después de un largo tiempo jaja saludos!!!!
ResponderEliminarEs verdad, se te extrañaba...
EliminarLa enseñanza es: No hay que hurgarse los oídos, para eso están los cotonetes de Johnson ;)
Besos.
Qué inventiba la tuya, pero no me extraña nada, todo es posible entre las letras, por eso nos gustan tanto.
ResponderEliminarYo también hace tiempo que no vengo por aquí, pero te sigo con tus escritos que me avisan en el correo, a ver si me normalizo.
Un beso, Humberto
Qué alegría, Militos, hacía mucho que no te veía, eres una de esas personas que yo aprendí a querer y que se extrañan.
EliminarUn beso y muchas gracias.
Impresionada me he quedado, estos relatos de metaliteratura me parecen una preciosidad, y tú lo has bordado. Has narrado un conflicto que seguro existe en más de un libro.
ResponderEliminarFelicidades!!!
Abrazos
Conflictos que, si aguzamos el oído, podemos llegar a escuchar... con un poco de imaginación, claro.
EliminarUn beso, Anita.
La democracia tiene sus límites. Por suerte, el hombre de gris pudo sofocar el conato. El mal ejemplo podría extenderse y hasta el mismísimo Quijote podría ser derrocado.
ResponderEliminarImpresionante inventiva.
Un gran abrazo
Tu comentario me produjo una suerte de síntesis mental. En el libro Dublinesca de Vila-Matas, el personaje principal (que está en Dublin y menciona todo el tiempo el Ulises de Joyce) habla de la muerte de la Literatura. Muy llamativo. Tal vez el derrocamiento de la Literatura venga del propio seno de la Literatura.
EliminarPerdón... estoy divagando.
Un abrazo y muchas gracias.
Passei para te desejar uma ótima semana.
ResponderEliminarAbraço
Valeu, Silvia!
EliminarAbraços
Era todo tan fácil... Abrir el libro en la página 156 y ponerlo frente a frente a la página 0 de la Biblia. Pero la 0 del final.
ResponderEliminarAbrz.
pd.- Sarca le manda un beso a Diba.
Esta noche voy a probarlo para ver qué sucede.
EliminarEstas dos (Sarca y Diba, digo) andan el algo raro, pero no puedo hacerme una idea cabal... todavía.
Abrazos.
Podría decirse aquí que el orden lo impone el silencio, en este juego de páginas en disputa.Lasa pares contra las impares, y la reacción de estas conmocionando el texto. La salida genial. NO era previsible. UN abrazo. carlos
ResponderEliminarSiempre es así, una alegoría de la vida real, digamos.
EliminarUn abrazo, Carlos.
Tú sabes lo que pienso, si te lo repito te engolosinas.
ResponderEliminarUn abrazo.
¡Yo quiero un Tama-Roca ya! De los grandes, ¡eh!
EliminarLos tres me parecen joyitas para guardar en el recuerdo, Humberto. La ironía de este ultimo supera a los otros, no tengo dudas que dices mucho más de lo que escribes!!
ResponderEliminarBesos.
Si algún día pudiera poner en palabras la mitad de lo que pienso, me sentiría un poco, sólo un poco realizado.
EliminarBesos, uf.
Qué buena trilogía! Esto de jugar con todos los elementos es fenomenal. Y hay que tener tela para hacerlo. Y a vos te sobra...
ResponderEliminarDefinitivamente, este es de los que me gustan. :)
Great work!
Big hug my dear friend!
P/D: Y que importa si no se entiende???? Jajaja!!!
Muchas gracias, BeeBee, me di cuenta de que me gustan las trilogías, te acordás: Ciegos, Sordos, Mudos... ahora ésta.
EliminarSe me está ocurriendo algo, uh, estaría buenísimo, pero me excomulgarían, creo. ¿Importa? Ya nada importa.
Kisses a lot!
Eres creativo güey!
ResponderEliminarEh... ¡gracias!
EliminarHumberto.
ResponderEliminarYa el amigo Borges imaginó "La Biblioteca de Babel", donde todo era posible, por lo infinito de su tamaño y posibilidades.
Quiero suponer que tu trilogía se inserta en ese espacio abarcativo del todo.
No hay dudas que las páginas tienen vida: cualquier lector desprevenido notará que algunas son divertidas, otras misteriosas y unas cuantas -a veces- insoportables. De un buen promedio saldría una buena obra. Una idea que en esta trilogía se confirma.
Un gran abrazo.
Doy fe de que las páginas pueden llegar a ser muy variadas, y en un miso libro... Ni hablar de las entradas de los blogs ;)
EliminarAbrazos, Arturo.
Batalla épica paralela pues...:)
ResponderEliminarAsí es, Francesca.
EliminarBesos.
En pocas palabras se pueden decir tantas cosas... cada cual que lo interprete como quiera y así el conflicto está servido.
ResponderEliminar¡Eres genial!
Un besote
Eso de la polisemia me está matando ;)
EliminarBesos y muchas gracias.
Si faltase una página del texto, este no sería el mismo.
ResponderEliminarFantástica trilogía de letras rebeldes Humberto. Enhorabuena.
Besos desde el aire
Muchas gracias, Rosa.
EliminarUn beso enorme.
Empezaste con las letras, luego las formas verbales, y ahora te metes en las páginas de un libro universal para crear acritud entre las compañeras infatigables del lomo, y es bien cierto que no hay pares sin impares, ni a la inversa, pero fácil solución tendrían si los libros sólo numeraran sus paginas pares o...las impares, ¿por qué no ahorrar un poco de tinta, cuando todo el mundo sabe que detrás del tres, va el cuatro?...
ResponderEliminarJaja, ¡muy buenas tus divagaciones literarias!.
Un placer venir hasta tus letras.
Una buenas solución para muchos conflictos, Laura.
EliminarUn placer que vengas.
Eso es la explicación de que no siempre se escribe con el mismo ánimo. De un día a otro, con su noche de por medio, cambian las emociones escritas y luego se pelean en el libro.
ResponderEliminarUn abrazo
Una explicación que no había pensado, interesante, por cierto.
EliminarAbrazos.
Un texto excelente, Humberto, como cada vez. Libros de vida, los libros tienen sus vidas. Mis buenos pensamientos!
ResponderEliminarLos míos la tienen, demasiada tal vez.
EliminarUn abrazo, Cristian.
Casi nunca escuchamos las palabras de los libros... Abrazos
ResponderEliminarEs un tema interesante, cuando leemos mentalmente, ¿escuchamos nuestra voz?
EliminarUn abrazo.
Si quedaron mal colocadas es por lo que dicen que el Ulises es tan indescifrable ¿no?. Muy original y divertido.
ResponderEliminarSeguro que fue ése el conflicto principal, cada cual cayó donde pudo y así hicieron que el libro fuese indescifrables... para algunos.
EliminarMuchas gracias.
Es inevitable que hayan páginas soberbias, que se crean en su vanidad mejores que otras, la realidad es que todas son igual de importantes, pues como el delantero que mete los goles no seria nadie sin el equipo. Ademas, si no fuera importante habría acabado en el borrador corregido, así solo queda que el autor ponga orden.
ResponderEliminarEsta vez fue el bibliotecario, a falta del autor, je.
EliminarUn abrazo, Marcos.
Todas son necesarias, todas cada una- podrían ser prescindibles,pero habría un pequeño caos.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho, Humberto, eres un crack.
Muchas gracias, Jana, un beso.
EliminarTrilogía muy intelectual Humberto, te diré que no terminé nunca Ulises de Joyce, no sé siquiera si llegué a la página que citas, tal vez me lo perdí y siempre escucho el mismo comentario, "es una obra maestra"... ¿Qué quieres? Aprendo más de ti. Un abrazo. Te felicito.
ResponderEliminarEs un libro muy particular, en mi opinión no hay que leerlo como los demás, básicamente no hay que buscarle una trama, hay que disfrutar de lo que dice en el momento que lo dice, como si fuera un sueño.
EliminarUn beso enorme.
Que buen texto amigo, me da a pensar que sentirán mis letras, dado que arbitrariamente yo soy quien ordena, pero ellas son quienes dan vida al relato, sin ellas nada puede ser.
ResponderEliminarQue extraño nunca lo había pensado.
Un abrazo amigo.
Es un problema, Moli, mira si a ellas no les gusta el orden que les das... me dijeron que hay palabras que se odian, pero no voy a ser yo quien de nombres.
EliminarUn abrazo.
Lo de las páginas impares es cierto. Sandalio, un escritor norteamericano que casi gana el Nóbel, dijo un día que su truco era leer la página 69 de un libro. Si esa página le gustaba, lo compraba. Y según cuenta, es una técnica que le funcionó en la gran mayoría de las ocasiones.
ResponderEliminarTal es así, que hoy practica asiduamente también el 69 (cuando lee) con su pareja y le funciona muy bien...
um abraço
Yo hacía lo miso, hasta que me topé con una novelle que tenía 57 páginas :(
EliminarBeijos, Lucrecia.
Es que precisamente, ese libro, ha de tener serios problemas de comunicación entre sus habitantes. Un abrazo.
ResponderEliminarÉse más que ningún otro, creo.
EliminarAbrazos.
Excelente inspiración, hasta me imagino que no solo las páginas entran en conflicto sino entre libros y estantes...un cierto careo de quién dice más y mejor...
ResponderEliminarEl tema de los libros me apasiona, tengo un micro titulado "el libro que enmudeció", y recuerdo cuando era chica leía en voz alta y una vez mi madre me dijo que debo aprender a leer en voz baja y le contesté: pero entonces no me va a escuchar el señor que escribió el libro...
Saludos cálidos de (miércoles)
Hermosa y tierna anécdota, Genessis, me encantó. Si está ese micro en tu blog, quiero leerlo.
EliminarBesos de miércoles.
No se si recordarás un chiste sobre una discusión que se llevó a cabo entre los distintos órganos y partes del cuerpo sobre cual era la parte más importante-to make a long story short: Ganó el ojete. No sé , algunas veces tanta discusión puede ser al pedo. Abrazo!
ResponderEliminarMirá vos al ojete ganador, ¡vamos ojete todavía!
EliminarCreo que no hay dudas de que estas tres discusiones letradas son lo más al pedo que hice ;)
Abrazo.
jaa En casa se me armó un puterío increíble entre el capítulo 7 y el 93 de Rayuela. La culpa la tengo yo que les doro la píldora a los dos... Me di vuelta recién y la primera imagen que tengo es en uno de los estantes el decamerón al lado de bodas de sangre. Debo hacer orden porque eso NO está bien... Me van a venir a buscar las páginas de los dos libros, sabelo. Me encantó este relato, Dib! Saludos van
ResponderEliminarEs que el 'toco tu boca' hizo que esa página pasara a ser demasiado conocida, o el capítulo, lo cierto es que generó flor de escándalo en el libro.
EliminarYo, el Decamerón lo tengo al lado de El crimen del padre Amaro y no, no se levan bien tampoco.
Un beso y gracias.
¡¡¡Qué bueno!!!
ResponderEliminarMuchas gracias, Tracy.
EliminarLa creatividad es tu fuerte Humber, eres un crack de las letras!! Pero que no peleen
ResponderEliminarBesos
No van a pelear más, creo que la idea ya está clara, je.
EliminarUn beso.
Supongo que las discuciones generan claridad, solo cuando no están revestidas de fanatismo es cuando restan.
ResponderEliminarGenial lo tuyo como siempre.
Abrazo.
:)
Aquí yo sentí cierto tufillo de fanatismo en la página 234, no sé...
EliminarUn abrazo, Walter.
lo peor de todo, fue ese dedo en el oído,jaja! pobres páginas!
ResponderEliminary me dan ganas de buscar la página 234, pero me pica un oído y...
abrazo, humberto*
Sos la primera que menciona esa escena... y yo creo que es la clave de toda esta pantomima.
EliminarUn abrazo, Silvia.
Muy divertido, Humberto lei los tres de corrido y no se con cual quedarme. Me parece que esta última.
ResponderEliminarUn abrazo.
Guille.
Gracias, Guille.
EliminarDe acuerdo al concepto del efecto mariposa, que sostiene que el simple aleteo de una mariposa puede cambiar el mundo, bien podría pasarle semejante catástrofe al Ulises, sobre todo con tantos vientos huracanados rondando. ¿O será que la idea de los vientos causando estragos en libros me viene de "The Fantastic Flying Books of Mr. Morris Lessmore"?
ResponderEliminarEn el caso puntual de Joyce, a quien leí y luché para entender y disfrutar en el original en inglés, me interesaría que se sumaran al caos los signos de puntuación: siempre los habría agradecido, excepto en Dubliners, donde todo parece está en el lugar "tradicional". Mi profesora de Contemporánea solía decir que Joyce es un "acquired taste" y que ella se lo llevaba a la cama en noches de soledad.
Lo cierto es que gracias a su aleteo en Ulysses y en A Portrait of the Artist as a Young Man, Joyce causó un efecto insospechado que cambió la Literatura como la conocíamos hasta él.
Muy buena trilogía: ¡la Literatura no ha muerto!
Excelente comentario, Fer.
EliminarYo creo que el mayor error que se puede cometer al leer el Ulises es buscarle una trama a la manera de una novela de Dostoievsky, Saramago o Murakami, quien fuere. El valor está en dejarlo que pasé por la mente como un sueño, disfrutar de cada momento en ese momento, y luego retomarlo sin pensar 'pero si Stephen había ido antes a...'. En fin, hay mil cosas para decir. Coincido con tu profesora, muchas veces me lo llevo a la cama y ya no me siento solo.
La literatura no ha muerto, pero está en cuidados intensivos, y la culpa es nuestra, de los escritores. O porque somos malos o porque acabamos escribiendo lo que los demás quieren.
Un beso.
Ingeniosamente genial tu trilogía.
ResponderEliminarPersonalmente me quedo con la II. Siempre me han llamado la atención los tiempos verbales, no sé, quizá por los nombres tan rimbombantes que les ponen que, de cría, me gustaba pronunciar despacio para asimilarlos bien.
Un abrazo.
Yo aprendí los nombres ya de grande, pero es uno de los elementos de la gramática que más magia tienen, pues te guían exactamente al momento en el cual ocurrió la acción.
EliminarMuchas gracias y un abrazo.
Sí, sí, sí: Esta cháchara está muy bien. Pero habría que saber qué opinión le mereció a Joyce, como más tarde a Saramago, la paginación par/impar.
ResponderEliminarEl bibliotecario, o lo que fuere, ya tiene motivos para seguir hurgándose oídos, si eso le calma otros apetitos...
Como siempre, Hum
ber
to
y su originalidad.
Besos
Joyce, ni se enteró, Pilar...
EliminarSí, es el bibliotecario, le gusta sacarse el cerumen, un verdadero asqueroso.
Un beso, querida amiga.
La verdad Humberto, y me da pena decirlo, tendría un millón de interpretaciones y quizá ninguna dé con la tuya sobre el cuento. Pero más allá de que las letras hablen, que vivan sobre el papel, lo que me pareció genial fue la idea de que las letras de una página discutan con otra, y sobre todo entre pares e impares. Quizá podrían separarse cada grupo y formar dos libros diferentes, pero luego habría pelea y otros dos libros más por cada uno, y así hasta que termine cada página suela y seas un solo registro.
ResponderEliminarAbrazos.
No importa cuál sea mi interpretación, Eskimal, la del lector siempre es la más importante.
EliminarPares-impares, blancos-negros, católicos-musulmanes... y así.
Un abrazo.
Hasta las páginas tienen su pequeño ego, y quieren destacar. Lo importante es el conjunto no la individualidad.
ResponderEliminarEso sería lo ideal, Odialex.
EliminarUn abrazo.
Vamos a ver qué puedo hacer.
ResponderEliminarGracias, Tamara.
Eres grande Humberto!
ResponderEliminarPedro
Muchas gracias, Pedro.
EliminarAbrazos.
Me gustó mucho este tercero Humber, es la síntesis de todos pero creo que ahora falta la pelea entre los libros, no?
ResponderEliminarBesotes!!
No creo, Sabrina, me parece que éste es el último de la saga.
EliminarUn beso y muchas gracias.
Me encanta, Humberto, también este micro. Ya sé que soy muy simple e n mis comentarios y que no añado nada nuevo pero es lo que creo; tienes talento y nos haces pensar a la vez que lo pasamos genial leyendo tu obra.
ResponderEliminarMientras haya discusiones letradas por parte de los escritores y los lectores, habrá literatura viva.
Al señor del cerumen y el meñique le excuso si nadie lo vio en esa guisa.
Un abrazo de MOs desde la orilla de las palabras.
Tú eres siempre muy amable, Mos.
EliminarLuego voy a votar en tu blog, ya casi tengo mis preferidos.
Un fuerte abrazo.
Dib:
ResponderEliminarSi es que las últimas páginas se desesperan de tanto esperar a ser leídas...
Salu2.
Creo que a todos nos pasa... ¡y eso que no somos páginas!
EliminarUn abrazo, Diego.
¡Menuda Gresca entre Par e Impar!...¡¡¡Estos si que es un motín a bordo del barco de contenidos!!!
ResponderEliminarComo diría un Andaluz:¡¡¡Ozu!!!¡¡¡Que Lio tiene este Arte!!!
Original y Genuino.
Un abrazo.
Muchas gracias por tu simpático comentario, Pedro.
EliminarUn abrazo.
Un reflejo fiel de la realidad.
ResponderEliminar¡Qué bueno, Humberto!
Un abrazo y feliz Haloween.
Muchas gracias, Towanda... Treat or trick?
EliminarBesos.
FULLL, MUY BACAN Y CREATIVO.
ResponderEliminarUN ABRAZO
Muchas gracias, ReltiH.
EliminarUn abrazo.
Humberto, he leído tus discusiones letradas, me parecen divertidas y con mensajes. Admiro la capacidades que tenéis los escritores para sacar tanto del lenguaje (o de la lengua). Recuerdo las historias que nos contaban los abuelos que no sabían leer ni escribir. Vaya algarabía que estás formando con tantas discusiones. Felicidades por lo ocurrente.
ResponderEliminarEsas historias de las que hablas, son las que han quedado en el patrimonio más querido de nuestro ser, Ximens, a veces fueron abuelos, otras padres, pero qué bellas eran.
EliminarUn abrazo y muchas gracias.
La lógica dice que ahora vendría la pelea entre libros y luego entre escritores, pero ya me parece demasiado, je.
ResponderEliminarCreo que lo comenté más arriba, un error que se suele cometer al leer el Ulises es buscándole una trama a la manera de una novela de Dostoievsky, Saramago o Murakami. El valor está en dejarlo que pase por la mente como un sueño, disfrutar de cada momento en ese exacto momento, y luego retomar el libro sin pensar 'pero si en la página anterior había...'. Y si no te atrapa, cosa que puede suceder, a dejarlo, nadie dijo que haya que leerlo por cultismo.
Un beso enorme, Marta.
Cuando llego ya tan tarde todos se han llevado las letras y me quedo gozando el silencio que me da el saborear el texto sin tener que agregar mas nada.
ResponderEliminarUn beso Humberto
Qué mejor, Malque, gozar en silencio... gracias por ello.
EliminarBesos.
Hola Humberto, he caído en tu blog hoy por primera vez con este relato. Me ha gustado, eso de que las letras anden a la gresca.
ResponderEliminarAdemás me planteo cómo será la convivencia de las palabras en los libros electrónicos, ¿una verdadera revolución francesa?
Bienvenida, Mar...
EliminarCon respecto a lo que se venga, también habrá discusiones, no te preocupes, aunque aún no me imagino cómo.
Un abrazo.
No he podido acabar ese libro nunca.
ResponderEliminarLo he intentado varias veces.
Pero me derrota siempre.
Saludos.
Yo confieso que la primera vez lo leí por obligación para inglés, fue en el traductorado. Después intenté leerlo en español y lo dejé, justificándome que estaba mal traducido, hasta que un día, muy lentamente, comencé a leerlo sin obligaciones y lo terminé. Es un libro diferente, de los que se aman u odian.
EliminarUn saludo.
Feliz hallowenn!!
ResponderEliminarMuchas gracias, Rosa.
EliminarUn beso.
Ese libro tiene fama de soporífero. Puede que algún día le eche un vistazo. Otro del que también he oido hablar mucho, e igualmente tiene fama de extraño, es "El guardían en el centeno". Libros, algo sofisticados para mí, que soy un fan de Julio Verne y sus derivados.
ResponderEliminarSon muy diferentes uno del otro, pero es verdad, suele decirse que son aburridos... tediosos.
EliminarUn abrazo, Antonio.
'El guardián en el Centeno' SEGURO que sí va a gustarte, 'Tío Antonio'. Y de soporífero, nada. te lo recomiendo.
EliminarAntonio: Mira que la palabra de Pilar aquí es ley, ¡eh!
EliminarYo lo leí en inglés, para mi marcó un cambio en la forma en la que el narrador se expresa en las novelas. Muy real, con muletillas típicas de aquella época en los EEUU.
ah, ¡eso era! ahora comprendo el porqué cuando ojeaba un libro de una librería (que me llamó tanto la atención por su interesante título que quería comprarlo) tenía algunas páginas en blanco.
ResponderEliminarel encargado del establecimiento me pidió disculpas y me dijo que aquello fue un error de la imprenta; pero ahora comprendo que el libro en realidad era tan malo, que las letras habían empezado a huir en oleadas.
¡de la que me salvé!
un abrazo.
Esas páginas en blanco son las que se dejaron echar de los libros, no como las 235 que pudo sostener el duelo. Unas cobardes, qué más decir...
EliminarUn abrazo y muchas gracias, Draco.
Como esta usted? [raises coffee cup] Cheers from Virginia.
ResponderEliminarThank you for stopping by!
EliminarCheers!
Sigo pensando que es admirable su imaginación. Y el final...lo del bibliotecario rascándose el oído...magistral. Se lo imagina una. Mi cordial saludo, maestro de los relatos cortos.
ResponderEliminarSi me das a elegir un párrafo de las tres discusiones letradas, me quedó con la del hombre hurgándose el oído, es la más auténtica... a mi forma de ver, claro.
EliminarUn abrazo y muchas gracias, Paqui.
Hay que leerlo muchas veces para profundizar en Ulises.Me parece una novela divertida e instructiva.Aunque un poco desordenada y se percibe un resentimiento hacía la humanidad.
ResponderEliminarTodas las cristicas que ha tenido me quedo con la de Umberto Eco me convence el perfil que le atribuye.
Me encanta esta forma de escribir sus monólogos interiores.
Saludos Humberto.
Un muy buen comentario, con análisis y todo, Bertha, muchas gracias.
EliminarUn abrazo.
Bueno, uno después de leer este relato uno intenta buscar un punto de vista que se queda metido en cualquier lugar de las páginas de Ulises. Parece que se quedó enredado en un espacio en blanco. Un abrazo.
ResponderEliminarBueno, algo así me pasó a mí, por eso este relatito.
EliminarUn abrazo, amigo.
Nossa senhora !
ResponderEliminarcuánto lío!
Me he hecho la fiesta con tus "discusiones letradas". Se me vino mucha gente a la cabeza. ¿Seguro que nunca presenciaste una asamblea de mi cooperativa??
Estos cambios energéticos parece que tienen a más de uno enarbolado. Un poco de orden por favor! Pero con limpieza potente de oído... con hurgar no basta.. ya es hora de que nos escuchemos sin interferencias de una vez por todas... y para que lo que se escuche sea mejor que el silencio, menudo trabajo.
Un beso Humberto, me alegra volver.
Me encantó tu comentario, Romina, pues la simbología de la escena final no se te pasó por alto. Muchas veces uno coloca guiños y no terminan de entenderse, no debería frustrarme, pero bueno, me pasa. Por eso, cuando alguien detecta esas trampitas, me pone muy feliz.
EliminarUn beso.
El conflicto que genera la obra en si, con su vida propia, Humberto Dip, siempre me sorprendes
ResponderEliminarBesos
Muchas gracias, Ame, es así.
EliminarAh, es 'Dib', no 'Dip', eso me ha traído muchos conflictos ya. Por lo general me dicen 'Did' y e hacen sentir en el pasado... e inglés ;)
Un beso.
ja ja muy bueno.
ResponderEliminarGracias, David.
EliminarEl "Ulises" de Joyce está entre los doce libros que jamás he conseguido terminar, debería volver a intentarlo....
ResponderEliminarY ahora me dejas con la intriga de saber cuáles son los otros 11...
EliminarAbrazo.
Relato metaliterario magnífico. Me gusta, Humberto, por lo que cuenta y por esa ironía tierna con que cuentas.
ResponderEliminarSi es que en todas partes existen jerarquías, hasta en las páginas del Ulises de Joyce, jajaja.
Un abrazo transoceánico.
Después de mucho meditarlo, no puedo afirmar si sea bueno o malo que existan jerarquías, en serio lo digo.
EliminarUn abrazo.
He sentido curiosidad por saber cuál era el pasaje de la discordia, pero posiblemente tengamos distintas ediciones. Un bello texto, Humberto, donde la literatura se vivifica nutriéndose de uno de los más grandes maestros.
ResponderEliminarUn abrazo
No es ninguno en particular, Francisco, pasó por mi mente colocar alguna página que en verdad fuera destacada, pero me pareció que era ir demasiado lejos.
EliminarUn abrazo fuerte.
Buen trabajo, Sr. Dib. Una pieza de fino humor amalgamada por un buen manejo metaliterario.
ResponderEliminarMe has arrancado una buena sonrisa.
Un abrazo,
Una sonrisa del lector es la mejor recompensa, Pedro.
EliminarGracias.
Tu afición por lo fantastico se consolida con una excelente imaginación, que casi raya la realidad.
ResponderEliminarHace unos dias bajé en la madrugada a mi estudio porque sentí una fuerte discusión. No podrás imaginar lo que oí... Don Vito Corleone discutía con algunos personajes de LOS BORGIA, aferrando que la mejor obra de Mario Puzo era precisamente EL PADRINO...
Nada, que nadie sabe lo que a diario puede pasar en una biblioteca.
Como siempre amigo, un placer leerte.
Carlos
Ésa tendría que ser la discusión letrada IV, la que se da entre libros, pero ya me parece abusar del recurso... mejor lo dejamos así. Je.
EliminarUn abrazo y muchas gracias.
Me quito el sombrero. Humor que me ha sacado una sonrisa, aunque tengo que admitir que ese libro me asusta por su tamaño y su dificultad modernista.
ResponderEliminar¡Un saludo!
Es un libro que asusta, es verdad, en el mejor de los casos.
EliminarMuchas gracias y un abrazo.
Tus relatos son como siempre fantásticos, para leerlos con la mente despierta, pero hoy la mía esta un poco espesa. Volveré a leer despacito.
ResponderEliminarReconozco humildemente que lo poco que se de Ulises, es que fue rey de la isla de Itaca, y que su final fue muy triste. Nunca lo terminé.
De niña me gustaba leer las aventuras de dioses y semidioses romanos, pero conforme fui creciendo se fue yendo la afición, raro ¿verdad? o ¿no?.
Tengo la cabeza llena de guijarros, desperdicios, cerillas rotas y esquirlas de vidrio...hoy la mía está un poco así, como dijo uno de los hermano Joyce, obsesionado con escribir “ Su Ulises”
Voy a intentar pasarme por tu blog siempre, en este momento tengo un problema familiar bastante serio, estaré por aquí, y sino pudiera ser como yo quiero, ya sabes, que es por otro motivo.
Besos Humberto.
Espero que se solucione tu problema familiar, Lore, en serio...
EliminarMuchas gracias y un beso enorme.
Ese sí que sabía lo que valía el silencio.
ResponderEliminarDigamos que sí, que es así...
EliminarAbrazos.
Discusiones valiosas las tuyas. Que no quita que no sea una discusión vana esta última. Quiero decir qué tiene que ver la importancia de una página impar o par. Sintetizando: esa manía de querer tener siempre la razón sin escuchar las razones del otro. Cada uno con su punto de vista en general egoísta y excluyente. Y a veces, y en el arte mucho, pura vanidad. Pero en general en todas partes.
ResponderEliminarEl valor de representarlo de esta manera tan literaria, aunque pueda tener otras interpretaciones, a mí me encanta. Geniales las 3 discusiones, especialmente por letradas con buenas letras.
Ese señor bibliotecario se hinchó las pelotas creo. Un poquito autoritario, más que moderador... Es bueno que el encargado del buen funcionamiento se limpie los oídos. (orejas)
Muchas gracias por tus comentarios de cada semana, Anamá, en verdad los valoro, siempre me dejan algo más.
EliminarUn beso enorme.
Guerra entre páginas pares e impares. Cada libro debería de tener dos copias, una para las pares y otra para las impares. me ha encantado Humberto. Un fuerte abrazo desde el blog de la Tertulia Cofrade Cruz Arbórea.
ResponderEliminarhttp://tertuliacofradecruzarborea.blogspot.com/
Muchas gracias Pepe, es una buena idea la que propones...
EliminarUn abrazo.
hasta las letras, párrafos, acentos y tooodo lo que contiene unlibro (además del autor) le crece el ego a tal punto de ruido que se debe hacer callar!!!!
ResponderEliminarAy, el ego, ¿alguna vez lograremos reducirlo? Un poco, no pido mucho.
EliminarBesos.
Me alegro de haber entrado esta tarde en tu blog, porque me lo pasado muy bien leyendo tu entrada,,es muy ingeniosa..
ResponderEliminarBss
Entonces, mi objetivo está cumplido.
EliminarMuchas gracias.
Muito obrigada por me seguir, já sigo de volta ;)
ResponderEliminar"Saúde & Beleza - Health & Beauty"
Valeu, Maria.
EliminarBjs
Imaginativo y fantástico. ¡Tú mismo!.
ResponderEliminarUn abrazo.
¿Tú quieres decir que soy un ser imaginario o fantástico? ;)
EliminarAbrazos.
Humberto
ResponderEliminarHe llegado a tu blog por una amiga… Y me quedo. Soy la 3203.
Tu microrrelato me ha hecho reír a carcajadas. Tu prosa es rítmica y tu puntuación perfecta.
Eres original: me gustas. Saludos, Ann@
PD Te invito a mi blog y si te gusta, sería un honor que participaras en él. Gracias.
Bienvenida, Anna, me alegra que te hayas divertido.
EliminarEspero que no perdamos el contacto.
Abrazos.
Muy bueno tu micro relato amigo.
ResponderEliminarGracias por acercarte a mi blogs, y tus amables palabras.
Un abrazo.
Tienes un buen blog, Magda, gracias a ti...
EliminarY para colmo, las hojas, las cuartillas y la trama son fieles a su género femenino... ¿Cómo hacerlas callar? jajajajaj Menos mal que el caballero del "meñique hurgador" logró restablecer el orden, jejeje
ResponderEliminarUn relato genial!!! Creo haberlo leído anteriormente, pero siempre es bueno volver a hacerlo, porque me encantó!!!
Un abrazoooooooooo enormeeeeeeeeeee!!!!
Leíste un versión bastante diferente (creo) en TDUPP, pero pertenecía a esta trilogía, sin dudas.
EliminarTodas mujeres, ése es el problema ;)
Un beso enorme.
humberto,
ResponderEliminargrata pela presença no máquina lirica.
vi bastante importâncias por aqui.
voltarei com mais calma para ler.
abraço!
Obrigado pelas 'importâncias' que vc viu, Luciana.
EliminarAbraços.
Mr ha encantado y me recordó a una profesora del instituto, creía que los libros conversaban entre sí en las estanterías por la noche y solía juntarlos por nacionalidades para que se entendieran entre ellos. Poco después supr qure le dieron la baja por motivos psiquiátricos. Saludos. Borgo.
ResponderEliminar¿Estás tratando de decirme que en cualquier momento me puede tocar a mí ese destino? ;)
EliminarUn abrazo, Borgo.
A lo mejor puede gustarte "La Conjura de las Palabras" de Galdós, un relato cortito y muy divertido (nada que ver con el Galdós que nos venden) que se parece bastante a lo que has escrito. Por cierto, ¿puedo utilizar tus relatos para dar clase de Lengua?
ResponderEliminarSaludos,
No lo conozco, pero voy a buscarlo, es verdad, si me dicen Galdós, tiemblo, pero confío en que puede ser esa faceta que no conocemos y que muchas veces es mejor que la conocida.
EliminarClaro que puedes...
Un abrazo.
Que grande Huberto esta discusión es desopilante, me has hecho reir mucho, como con las anteriores, jjaja.
ResponderEliminarBesos, amigo.
Es 'Humberto', Luciana...
EliminarMe alegro que te haya gustado.
Un beso.
Usted sabe muy bien lo que hace amigo Dib, perdón no tengo blog pero no quería dejar de felititarlo.
ResponderEliminarSergio
No te creas Sergio, a veces no sé para qué lado disparar, jeje.
EliminarAbrazos y gracias.
Yo te felicito porque leerte es muy agradable. Tus escritos son originales, inteligentes y divertidos.
ResponderEliminarUn abrazo
Muy lindas palabras, Amalia.
EliminarUn beso.
Las reglas estrisctas del silencio, me necantan¡¡
ResponderEliminarsaludos.
Quise decir me encantan( siento la falta de ortografía).
EliminarSe entendió, Amapola, muchas gracias por tus palabras.
EliminarAbrazos.
Genio Humberto, feliz fin de semana!
ResponderEliminarBesos
Muchas gracias, Stefanía...
EliminarBesos enormes.
SOS UN GROSO NEGRO, FELICITACIONES!
ResponderEliminarUN ABRAZO DESDE CÓRDOBA LA DOCTA.
CHRIS.
Tengo que ir a Córdoba, ya lo dije.
EliminarUn abrazo, Chris.
Hola Humberto !
ResponderEliminarBuenisimo !!! siempre sorprendes con tus escritos, estan llenos de originalidad y arte ! Te felicito amigo !!
Un fuerte abrazo y un beso
Aurora
Las páginas d los libros tienen mucho más para decir que algunas voces que uno escucha por ahí.
ResponderEliminarP.D.: ya no me llegan tus mails avisándome de entradas nuevas.