-No me vengas otra vez con
eso, Vicky, ¿dónde está?
-Ya te dije, pa, fue la señora que vive en
el reloj.
-No voy a
tolerar que sigas con esas historias raras, dime dónde lo has puesto, yo mismo lo dejé sobre la mesilla de noche.
-Te lo juro, pa, te lo juro, yo no lo
toqué- aseguraba la niña lloriqueando.
-Bueno, levántate, vamos, fíjate si se
cayó.
La niña saltó de la cama y se arrodilló en el suelo, negando con la cabeza como para afirmar que no estaría
allí. Enseguida se sumó el padre y ambos, en cuatro patas, comenzaron a remover zapatillas, muñecos y pelusas de abajo de los muebles.
-No está, no hay caso, dime dónde lo pusiste, estoy perdiendo la paciencia- volvió a amenazarla, mientras se erguía a duras penas.
-Ya te dije que se lo llevó la
señora que vive en el relooooooj- chilló la niña, soltando las lágrimas.
-Basta, me cansé, te
quedas aquí en tu cuarto y hoy no hay cena, ¿está claro?- gritó el padre y abandonó la habitación dando un portazo. Sin embargo, una nube de preocupación le
oscurecía el rostro, en verdad no le creía, pero tampoco dejaba de creerle: su hija
tenía apenas 5 años y recordaba aquello que le había dicho el psicólogo sobre el amigo imaginario. Al llegar al pie de la escalera, escuchó un alarido aterrador, seguido de un llanto
desconsolado. El hombre trepó por los escalones como un animal furioso, entró en el cuarto y encontró a su hija acurrucada contra
la pared, tapándose la cabeza con las mantas.
-Era e… ella, acaba de sa…
de salir del reloj, la se… la señora que vive… que vive en el reloj- sollozaba la niña y señalaba sin ver.
Enceguecido, el padre -quien
había visto demasiadas películas de terror como para no tomarse en serio semejante escena- agarró el despertador, lo estrelló contra el piso y aplastó las piezas con el zapato hasta reducirlas a trozos amorfos de
metal y resortes destartalados, tratando de aniquilar no sabía qué. Gruñía y sudaba y maldecía por lo bajo, mientras su hija lo observaba desde el vano de la puerta, con los ojos
entornados y una sonrisa socarrona estirándole el costado derecho de la cara.
Queridos amigos:
ResponderEliminarSólo quiero agradecerles las visitas y comentarios para ‘No es cierto’.
Trato de visitarlos, pero esto se me fue de las manos (otra vez).
Un fuerte abrazo y que estén todos muy bien.
Humberto.
"Yo no trabajo con tramas. Yo trabajo con intuiciones, aprehensiones, sueños, conceptos. Los personajes y lo que les acontece a los personajes se me aparecen al mismo tiempo". (Gracias John Cheever)
EliminarI think I need to learn Spanish to understand your fictions:)Follow you back.Greetings from Turkey.
EliminarToo much work for nothing ;)
EliminarGo ahead Turkey!
Does any such thing,it isn't nothing; but necessary for a better understanding I really would love to learn.But please explain include 3130 followers and hundreds comments:)
EliminarAhh, una vez un relojero me lo dijo. Los relojes digitales no tienen alma, todo lo contrario a los mecánicos.
ResponderEliminarYo tengo uno digital, que tiene otro tipo de seres dentro. ¡Pero no les tengo miedo!
EliminarAbrazo.
Qué bueno!!! Tan lista con solo 5 años la niña, qué picarona...
ResponderEliminarMe encantó el relato, escribís de un modo que siempre me mantiene atenta la verdad, que me atrapa.
Por mí no te preocupes, es más, a mi blog no vengas. Jajajaja!, así te libero de una visita que ya te noto agobiado... No sé por qué te sentís en la obligación de visitar a todo el mundo, la gente te lee y te comenta porque le gusta lo que hacés, no deberías sentirte con la obligación de devolver la visita, ni en falta por no hacerlo...
Un beso
Muchas gracias, Eva, puede ser que me sienta agobiado, pero no quería volver a quitar la posibilidad de comentario, al menos no todavía.
EliminarUn beso y muchas gracias.
Excelente relato HumbertO. Ciertamente es un placer leerte.
ResponderEliminarQue te vaya bien. Saludos cordiales desde Mérida -España-.
Ramón
Ramón, es una alegría verte por aquí.
EliminarTe mando un fuerte abrazo.
Cuando los padres nos crean, a nosotros los niños, el mundo será nuestro y los padres serán crucificados en medio de una eterna agonía.
ResponderEliminarAbrazos HD.
Yo creo que el mundo ya es nuestro, Sarco, de los niños grandes.
EliminarUn abrazo.
Buenisimo!!!! pense que iba a salir del reloj lo que se habia perdido!!!! jajajajaja
ResponderEliminarun abrazo
Que nunca lo dice, por cierto, así que no puedo imaginarme qué esperabas que saliera...
EliminarBesos.
SIEMPRE USTED CON SU GRAN INGENIO.
ResponderEliminarUN ABRAZO
Muchas gracias, ReltiH, eres muy amable.
EliminarUn abrazo.
Humberto:
ResponderEliminarTenía razón la pibita. A mí, todos los días laborales (y hasta algún sábado confundido), me sale el enano de adentro del despertador y me pega unos bochinches de la gran siete en mi oreja desguarnecida. Y no te digo nada de la cara que tengo luego, en el espejo del baño...
Terrorífico, como la rutina.
Un gran abrazo.
Así como lo cuentas, el exorcista parece un cuento de hadas.
EliminarUn abrazo, Arturo.
Seguramente la señora del reloj, ahora vive en otra parte de la casa...en la TV, por ejemplo (donde vive tanta gente)..Esperemos que el padre no siga destrozando cosas o acabará con la casa antes de terminar con la imaginación de una niña de 5 años.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Es verdad, vive mucha gente el los televisores, incluso el asesino del relato anterior.
EliminarUn abrazo y gracias.
EL padre está fuera de territorio en su propia casa, la niña se dió cuenta y lo dominó llevándolo a la exasperación. Quizás para ella era un ejercicio en el desarrollo femenino de ésta capacidad de exasperar al hombre.
ResponderEliminarTe van a acusar de misógino, Carlos, jaja.
EliminarUn abrazo.
Maravilhoso texto
ResponderEliminaramo ler seu blog
parabens
grande abço
Muito obrigado, Jacqueline, lindas palavras as suas.
EliminarBjs.
Bueno, no hagamos dramas: al fin y al cabo esa niña salió de un reloj. Concretamente, del reloj biológico de su reputa madre jajajaja.
ResponderEliminarPero la reputamadre, X, usted se cree que va a venir a este blog a putear así como así, ojalá le salga una señora del reloj...
EliminarAh, lo vi a su amigo Y, lo está buscando para un plano cartesiano.
Abrazos.
Si no me cuentas tú la historia, te juro que nunca lo hubiera creído. Ahora si estoy segura de que sucedió.
ResponderEliminarUn beso mágico.
p.d. no necesita "aterrador" la historia, ya es.
Tú créeme, esa señora estaba.
EliminarUn beso enorme.
A lo mexicano: ¡pinche lepa!
ResponderEliminarTuve que ir al Diccionario Mexicano Ilustrado y decía: Pinche lepa = pendeja de mierda, en argentino, claro.
EliminarHumberto!
ResponderEliminarUffff..la señora, tan escalofriante ella, tan abismalmente incomparable a cualquier película de terror que..mejor será desmentirla y hacerla imposibles añicos contra el suelo.
En fin, después de un largo catalogo de complicaciones I'm back (o casi, que no es lo mismo) ;)
Un abrazo!
Es verdad, hace meses que no te veía, qué bueno tu retorno... algún día me contaras esas complicaciones... o no.
EliminarUn beso.
Mierda, pero que es lo que habían perdido???
ResponderEliminarUUyyy, y ahora tengo que ir a dormir, ni loca miro debajo de la cama, jeje.
Besos
¡Y tú crees que yo sé!
EliminarNo, jamás se mira debajo de la cama antes de dormir.
Besos.
Também estou te seguindo. Passei para dar uma espiadinha no teu blog e gostei muitoooooo.
ResponderEliminarDesejo uma excelente noite pra você.
Valeu mesmo, tenha uma boa noite você também... sem senhoras no relógio.
EliminarAbraços.
Hay muchos entes que habitan las casas, tambien los blogs Dib, tenga cuidado!
ResponderEliminarSaludo
Especialmente los anónimos, ¿no?
EliminarSaludo.
jajaja... muy buena respuesta la tuya, Humberto. Besos
EliminarUyyyyyyyy!!! Cuando leí el final tuve un flashback con la cara del nene de La Profecía (La versión original)
ResponderEliminarEntre nos, estos relatos aún hoy me ponen los pelos de punta!
No hay nada más terrorífico que jugar con las cosas cotidianas.
Este texto te salió ajustadito como la maquinaria de un reloj suizo ;)
Vade retro, Satanás!!!
Kisses for you, milord!
Vos mejor que te cuides, Bee, porque hay un 'nene' muy peligroso que anda merodeando. Avisá que vamos con la guardia pretoriana a eliminarlo.
Eliminar(Entre nos, sólo entre nos, shhhh, éste es de los que no me gustan demasiado)
Big kiss, my BeeBee.
Jajaja!!! Shhhh!!! Iknow it. But you are a smart guy. Uno para todos y otros para unos pocos.
EliminarEl equilibrio justo. You know what I mean!
P/D: Ahora que tengo guardia pretoriana, que venga nomás! :)
Para ser tu primer cuento infantil como dices en el mail te ha quedado bastante bien, la que no ha quedado bien so yo.
ResponderEliminarLeía los otros comentarios, tambien creo que la tele tiene esos espectros como en polstergeist.
Mejor me voy a dormir, si puedo.
Besos.
Siempre quise destacarme en Literatura Infantil, pero ni siquiera en la de adultos consigo sobresalir :(
EliminarUn beso.
Bueno ahora ya se a quien echarle la culpa de lo que se me pierde o por que llego tarde a la escuelaaa, mendiga señora que vive en el reloj, ella es la culpableee!!!
ResponderEliminarBuen cuento engancha de principio a fin y me quede pensando en esa sonrisa socarrona... niños niños ya ni en ellos se puede confiar!!
Y, los niños, es sabido, suelen ser muy crueles, lo que no significa malos, por cierto.
EliminarMuchas gracias y un abrazo.
Puff! Humberto puedo asegurarte que no me esperaba la frase final...me ha sobrecogido esa sonrisa socarrona de la niña.....Excelente relato Un abrazo
ResponderEliminarCreo que a mí me ha sorprendido como a ti, tenemos una futura... Mejor ni lo digo.
EliminarUn abrazo.
ResponderEliminarUno se va concentrando en cosas como: que perdió? y terminas con la "picardía" de la niña.
Entonces...lo volvemos a leer y nos preguntamos ¿es una picara o realmente algo salio de ese reloj y se metió dentro de ella? En realidad no sé si quiero saber, hace poco tuve un problemita parecido con "algo que andaba por el dpto" aunque parece que le gane...en fin, otra vez sola( ni él y/o ella tampoco me quisieron jaja)
Como siempre, perfecto, lo suyo!!
Besos fantasmales...
Me parece que ese 'algo' que andaba por tu depto era un señor, no sabe lo que se perdió... ¿o sí?
EliminarBesos Oriana.
¿Cuento infantil? Mas bien de terror... Esa niña "apunta maneras"...
ResponderEliminarMe gustó.
Y, no parece que vaya a ser una niña muy normal, me imagino si se da vuelta el padre y la ve así, uf.
EliminarGracias, Aurora.
:) Gran manipuladora o gran vidente?
ResponderEliminarYo no conozco una señora del reloj, pero sí una del ascensor. Sin embargo, es tan aburrida que lo único que dice es "ascensor subiendo", "ascensor bajando", "piso dos". La verdad, para señoras así más vale, quedarse callados.
Ah, no, si el ascensor me habla, yo no subo ni loco ;)
EliminarUn beso, Francesca.
La mujer sale del reloj, el padre solo le destroza su casa, la niña se rie, porque esta viendo a la señora...
ResponderEliminarAsí me he quedado, pensaba que el padre iba a matar a la señora,
la que no existe es la niña...
Un abrazo
m.i.
Por eso eres una mente invisible (y grande), porque logras darte cuenta en el acto quién es en verdad el inexistente. Muy buena interpretación.
EliminarUn abrazo.
La señora que vive en el mio es genial:
ResponderEliminartomamos el cafe juntas temprano a diario, vigila de noche por si llegan ladrones de sueños y para el tiempo y aguanta sus agujas cuando viene a dormir el amor conmigo...
Bueno siempre leerte y presentirte, Dib.
Besin ;-)
Uh, qué bueno eso, de que pare el tiempo el el momento del amor. Me encantó como argumento, lástima que soy un pésimo poeta, pues es un lindo tema para poesía.
EliminarEspaña se acerca, je.
Besos, Bruxina.
Quien dice q seas pesimo poeta..? Tendré q ver esos pesimos versos, jeje.. no empieces q asi comenzó lo de una noche en Madrid.. jajaja... se siente cerca, es cierto. Besin.
EliminarNo, mejor no, esta vez no levanto el guante, ando medio raro, muy concentrado en terminar un libro, digamos.
EliminarLa señora que vive en el mio es genial:
ResponderEliminartomamos el cafe juntas temprano a diario, vigila de noche por si llegan ladrones de sueños y para el tiempo y aguanta sus agujas cuando viene a dormir el amor conmigo...
Bueno siempre leerte y presentirte, Dib.
Besin ;-)
Te entendí, Bruxina, a mí no me repitas las cosas, ¡eh! ;)
EliminarJajaja ven Dib.. arrímate que te voy a decir algo al oido... ;)
EliminarExistiera o no la señora. Tenían la ventaja de saber donde estaba para atacarla.
ResponderEliminarDicen que había un hombre en su departamento que cada noche, bien tarde, se despertaba por el golpe de los zapatos que tiraba al piso el vecino de arriba al acostarse. Primero un ¡Pum!...luego el otro ¡Pum!. Así pasaban los días (digo noches. Perdon) En una de ellas el vecino arrojó el primer zapato al piso ¡Pum! y al arrojar el segundo este cayó sobre una silla dispuesta en el dormitorio sin ruido alguno. Dos horas después sintió el timbre de su departamento, al abrir el vecino de abajo le reclamó - Sería usted tan amable de arrojar el segundo zapato al piso, ¡Ahora no puedo dormirme! -
Así me he quedado yo: Insomne. Entonces querido Humberto ¿Que buscaban en el piso?...
Un abrazo, El relato genial como siempre
Es que a uno se le genera esa falta, si eran dos, pues que sean dos siempre, Daniel.
EliminarYa lo dije, vos crees que yo sé qué buscaban, eso sí, me imaginé cualquier cosa, pero espero que no sea un cuchillo.
Un abrazo y muchas gracias.
Caramba con la niñita...quizá la señora y ella estaban compinchadas para jugar con el papá.
ResponderEliminarBuen cuento.
Saludos
Maripaz
Maripaz, tú sí que le encuentras una salida inocente, de todas formas, ¿qué juegos son esos? Van a terminar mandando al hombre al loquero.
EliminarUn abrazo.
O séasa, la chavalica, 'de armas tomar'.
ResponderEliminarTraspuesta me quedo, pero te aseguro que al despertador de mi mesilla le están ocurriendo portentos semejantes de un tiempo acá.
¿No serán el duetto señora-niña atravesando fronteras de terror?
Lo iré pensando.
Abrazos
Arrójalo por la ventana, Pilar, no sea cosa que...
EliminarBesos.
Muy bien tratados la ambigüedad, el miedo y el engaño, en medio de una tensión sostenida hasta el final. Me gusta la referencia fílmica, es imposible que no planee sobre nuestras cabezas en un escenario como éste.
ResponderEliminarAbrazos
Ando 'fílmico' últimamente, tal vez deba escribir un guión. Hablando en serio, en una época quise aprender, pero no tenía tiempo. Veremos el año que viene.
EliminarUn abrazo.
Bien dib.
ResponderEliminarahora el comentable.
buen cuento.
pensé que ahora que habia roto el reloj la bruja del reloj no tenía como volver a meterse y les iba a quedar dando vueltas por la casa.
Escribís en tú o me parece?
Cuando aprendí español en mi país, lo aprendí neutro, hablado de 'tú', cuando vine a Argentina, me costó mucho adaptarme al 'vos', pero lo manejo perfectamente. Así y todo, usaré el 'tú' un 75% de las veces y cuando el relato es bien argentino, conjugo todo en 'vos' y uso expresiones de acá.
EliminarLa seño... señora, que vi... que vive en el re... reloj, ya tie... tiene donde habitar.
Un abrazo, Garriga.
Qué bonita historia Humberto! Yo también esperaba encontrar lo que se buscaba, pero me quedó la sonrisa picarona de la hija. Precioso! Siempre me dan un poco de miedo los relojes, desde que el reloj que había en la mesilla de noche de mi madre, se paró, cuando ella se fue para siempre, a la misma hora... Hummm! esos despertadores... Cuántas historias. Un abrazo, amigo.
ResponderEliminarQué historia magnífica, Julie, aunque envuelva un hecho tan triste, el suceso supera la fantasía.
EliminarMuchas gracias por contarlo.
Besos, amiga.
Dib:
ResponderEliminarLa Señora Hora es muy mala. ¡Mira que asustar a una pobre niñita! Lo malo es que la señora posea a la niña...
Salu2 sin posesiones.
Yo no me arriesgo a dar pronósticos de ese tipo, yo tengo la mente demasiado científica... bueno, en este espacio no tanto.
EliminarGracias, Diego.
Que bueno Humberto. "Una sonrisa socarrona", estas tres palabras te bastan para transformar toda la intriga. Dime una cosa. Estructuras la historia hasta el final, o improvisas el final sobre la marcha. Eres desconcertante. Me gusta.
ResponderEliminarEl 85% de las veces, no sé qué va a pasar, me dejo llevar por la historia, y el final me sorprende aún a mí.
EliminarPara darte un ejemplo, la idea de este textito, me nació ayer como un bloque medio confuso, lo único que tenía claro era el título: La señora que vive en el reloj, luego sí decidí que nunca se supiera qué buscaban, lo demás salió en 20 minutos y el final me sorprendió a mí también.
Esta técnica me da buenos resultados, pero no se si le sirva a todos.
Un abrazo, Marcos y gracias por interesarte.
Sorprende el final.
ResponderEliminarBien desarrollada la intriga, pero... personalmente lamento la violencia del padre; yo la habría seguido el rollo a la niñita y, es más, le habría añadido un acompañante relojero a la señora del reloj, ¿por qué no?
Te cuento algo, mi querido Humberto: cuando mis tres hijos eran pequeños y con el fin de que comieran verduras, les contaba que los guisantes eran las albóndigas de los duendes; y la sopa de verduras frescas se las cocinaba en una cazuela grandíiiiisima que compré con ellos 'sólo' para esa sopa, y juntos echábamos verduras de todo tipo dentro para cocer porque... ¡esa sopa era la que comían 'los extraterrestres' y así nosotros tendríams algún día su inteligencia y fuerza.
En fin, miedo me da pensar en el futuro (su presente lo tengo claro) de esa malvada niña que disfruta ante la desesperación de un padre impotente y... por qué no decirlo, violento.
Sigue con los cuentos, a mi me encantan.
Feliz día, amigo, sabes que te admiro.
Un fuerte abrazo.
Geles
Lo que tú hacías con tus hijos es normal y cariñoso, el mundo infantil necesita de la fantasía, la realidad tal cual es sería el peor cuento de terror.
EliminarMuchas gracias por tus palabras de afecto, Geles.
"Bip-bip, Richie! Todos flotan aquí abajo!
ResponderEliminarY cuando estés aquí abajo con nosotros
tú también flotarás..."
No sé porque pense inmediatamente en el payaso de It.
Saludos!!!
Y bueno, era uno de esos seres que vivían en lugares extraños y buscaban hacer daño, en eso son primos hermanos.
EliminarUn abrazo.
Deben serlo, tienen la misma sonrisa.
EliminarLa que habita en mí reloj es una bruja pirula que me despierta todos los día a las 6 la odio errrr!
ResponderEliminar-Es cómo la inmensa mayoría de los niños que les encantan manipular y mortificar a sus padres con amigos imaginarios, en este caso con una señora que tiene en el reloj y sale para llevarse lo que no es suyo-El padre esta un poco desquiciado...Aunque la verdad no me gustaría verme en su piel con una bebita de esta guisa:)
Considero muy dificil en estos tiempos; escribir para la población infantil: es que ya estan más que inmunizados contra estos fenómenos.
Pero a mí me ha encantado!
Un abrazo Humberto.
¿A las 6? Deshazte de esa tal Pirula inmediatamente, Bertha. Dios proveerá, jeje.
EliminarLo de cuento infantil era broma... creo.
Un beso y muchas gracias.
Hola Humberto. Te felicito por esta asombrante entrada, digna de un aplauso por su intrepidante narración.
ResponderEliminarUn saludo y mucha suerte en todos tus proyectos...
¡BUEN TRABAJO!
Muchas gracias por tus deseos, Sr Intelecto, en esta época en la que ando medio 'raro' con el blog, cualquier aliciente me sirve.
EliminarUn abrazo.
Que me recorde não me lembro do meu filho ter tido um amigo imaginário. Não sei qual seria a minha resposta a isso. Se fosse hoje em dia e já passaram muitos anos, acho que atirava o relogio da janela abaixo e olhe que moro num 12ºpiso rsrsrsrsrs. É verdade que os pais todos deveriamos ser licenciados em psicologia e hoje em dia mais. Ainda me lembro de quando se era criança a unica figura que nos atormentava era o "papão".
ResponderEliminarParabenizo-te por me teres transportado à minha infancia em que a unica mentirinha e só era "a dor de barriga" para não comer ou para não ir à escola. Penso que nessa época era mais facil ser pais.
Beijos!!
Flor
Também não lembro de eu ter tido amigo imaginário, acho que era um menino muito solitário, mas adorava ficar sozinho com os meus brinquedos inventando estórias.
EliminarOs pais de hoje tem a situação bem mais difícil, é verdade.
Um beijo enorme, minha querida Flor.
Ah! Dizem os psicologos que não se deve castigar a criança negando-lhe uma refeição.
ResponderEliminarBom, acontece que esse pai não é nenhuma maravilha, vc viu?
EliminarImagino o que esse homem sofreu com os "amiguinhos" da filha.
Eliminar¡Qué bueno eres, joder!
ResponderEliminarPero que muchas gracias, Tracy, y me cago en... ;)
EliminarBesos.
Uffffff...ese otro lado de la cara parece esconder un mundo de perversiones!!! Un abrazo.
ResponderEliminarUna nena de dos caras sería el apelativo perfecto... no para una hija propia, por cierto.
EliminarAbrazo.
Hola Humberto, en al desván de la abuela, había un viejo gramófono que cuando le daba cuerda se escuchaban canciones con voz distorsionada y yo metía la mano intentando sacar los enanitos que creía que estaban dentro.
ResponderEliminarGracias por recordarme otros tiempos ¿mejores?.LUZ
¡Sí que tenías imaginación!
EliminarGracias a ti por permitirme entrar en esos recuerdos (sí, mejores).
Un abrazo.
Hola Humberto, en al desván de la abuela, había un viejo gramófono que cuando le daba cuerda se escuchaban canciones con voz distorsionada y yo metía la mano intentando sacar los enanitos que creía que estaban dentro.
ResponderEliminarGracias por recordarme otros tiempos ¿mejores?.LUZ
Hola Humberto, como me atrapaste con este relato, no dejaste entrever el desenlace hasta la última palabra, aún así quedó flotando un final abierto.
ResponderEliminarEn cuanto a las visitas de los blogs estoy de acuerdo con Eva, no es obligación, yo lo hago por placer, e inclusive muchas veces no comento. Para decir cualquier cosa, prefiero el silencio.
Un abrazo amigo.
Gracias por el apoyo, Moli, es un tema que -evidentemente- no puedo resolver y me atormenta.
EliminarUn fuerte abrazo.
Olá Humberto!
ResponderEliminarMuito legal o seu conto.
A narrativa nos prende!
Quem não teve um amigo imaginário?
Um conto infantil, mas para adultos também!
O final, deixa um ponto de interrogação...
Um grande abraço, fique com Deus.
Adelisa.
http://adelisa-oquerealmenteimporta.blogspot.com.br/
Muito obrigado, Adelisa, o de 'conto infantil' era brincadeira, mais parece um conto de doido.
EliminarTe agradeço muito.
Bjs.
Mierda !!, yo quiero hacer lo mismo todas las mañanas y me contengo.
ResponderEliminarAlguna vez me voy a dar ese gusto jejejejejejeeeee !!!
Genial Humberto, me ha encantado.
Un abrazo.
Hace años que trabajo por mi cuenta, pero en alguna época odiaba a la señora o a quien quiera que fuese el que tocaba la maldita campanilla del reloj.
EliminarDate el gusto, hazlo bosta, jeje.
Un abrazo.
El padre no debió destrozar el despertador. Vicky tenía razón.
ResponderEliminarSe lo había llevado la señora Tic-Tac, que vivía dentro del reloj y era compinche de Vicky ...
abraço
¿Se llamaba Tic-Tac? Y yo que ni sabía, pero en definitiva, ¿querían enloquecer al padre o qué?
EliminarMe dejas nervioso.
Beijos, Lucrecia.
Los relojes digitales no tienen vida, ni corazón, ni nada.
ResponderEliminarUn abrazo
Eso porque no sabes de los fantasmas que habitan en los chips, son muy muy pequeños, pero pueden hacer un daño irreparable.
EliminarUn abrazo.
Vaya niña malvada, y la madre? me pregunto, donde estaba en esta historia?
ResponderEliminarHuy, me dio escalofríos.
Gracias por estas historias, Hum.
Besos.
A la madre se la comieron hace meses...
EliminarDe nada, gracias a ti.
Besos.
Algún día voy a contar varias cosas que aprendí de los niños en tantos años de carrera como profesional de la salud mental. Te aseguro que podría escribir un libro que dejaría a 'It' de Stephen King como la cenicienta.
ResponderEliminarGracias por tu visita y comentario.
Un beso.
Querido Humberto, algunos niños son perversos y todos los "mayorcitos" no sabemos qué es cierto y qué es falso; yo tampoco, claro está.
ResponderEliminarUn gran abrazo
A mí me resulta más fácil determinar lo que no es cierto, 'deformación profesional' la llaman.
EliminarUn abrazo y muchas gracias, James.
No queria leerlo no queria leerlo pero me atrapó y ahora que hago, cuando llegue a casa esta noche lo primero que hago es deshacerme del reloj porque en muy parecido al que está en la foto, jja.
ResponderEliminarUn abrazo.
Nela
Bueno, ya sabes qué hacer, entonces.
EliminarUn abrazo.
Querido Humberto, neste dois últimos anos tenho um envolvimento mui lindo com uma sobrinha, e como toda criança, é inteligente perspicas, mimosa, enfim...e não consigo imaginar aquela carinha linda fazendo uma dessas, mas também acredito que crianças podem ser más, tanto é que temos de ensinar a não amassar o cãozinho, a não espatifar as flores...mas esta menina Vicky chega ser assustador, porque se ela atormenta o pai, imagina o que poderia fazer na vizinhança, na escolinha. Pequena monstra, percebi quando do final aquele sorriso dela vendo o desespero do pai, quer coisa mais má que isso ?
ResponderEliminarHumberto, mais uma vez me rendo a teus escritos, é bom demais te ler, e eu continuo, não sei como, entendendo na primeira lida,mas sempre dou mais uma, aproveitando para alimentar meu vocabulário español rs.
Claro que fico muito feliz com uma visita tua, mas não espero, assim se torna uma boa surpresa quando te encontrar por lá.
ps. Meu carinho meu respeito meu sempre grande abraço.
Acredito que daqui a pouco vc vai falar em espanhol quase como nativo. Não só por vc ler esse blog, mas também por outros onde encontrei os seus comentários.
EliminarAgradeço as suas palavras maravilhosas, Jair.
Abraços.
Me impacto tu relato,por la sonrisa socarrona de maldad de esa niña,
ResponderEliminarsiempre los niños los imaginamos llenos de ternura.
Y quien no ha tenido ganas de hacer con el reloj lo que hizo el padre? seguro que cada mañana y cada uno.
Aplaudo tu entrada.
Un beso
Muchas gracias, Tita, es cierto, más de uno haría añicos el reloj, aún no encontré uno que me despertara con calma, paz y buen humor. Creo que pido demasiado.
EliminarUn beso.
ResponderEliminarDesde el principio estás tensa, y es que hay misterio en esa intensa búsqueda, ¿que será eso tan importante que se tragó la señora del reloj…? Y entonces, viendo la risa retorcida de la niña, piensas que nada hay tan inmenso y a veces tan maligno, como la imaginación fantástica de un niño, especialmente para enfurecer a sus padres.
Ahhhh, ahora que nadie me escucha, cuando me independicé, cada noche miraba debajo de la cama…en serio. Pues anoche cuando leí tu relato lo volví a hacer…
Muchos besos maestro, y mi admiración como siempre
No, no, no. Ya lo dije, nunca hay que mirar debajo de la cama. En el mejor de los casos, puedes encontrar un poco de mugre y ya no puedes dormir hasta que pasas una escoba. En el peor, mejor ni hablar.
EliminarUn beso y muchas gracias, Lore.
Bueno, muchas gracias, pero espero que me conviden con algo, justamente ahora estoy muerto de hambre ;)
ResponderEliminarUn saludo.
Yo creo, que el padre odiaba al despertador por su tono de timbre, tanto el padre como su hija vencieron en esta batalla.
ResponderEliminarun abrazo
fus
Una buena interpretación, Fus, esa no la había pensado ;)
EliminarUn fuerte abrazo.
bravo! (por la niña)
ResponderEliminarabrazo, humberto*
Por supuesto, qué duda cabe...
EliminarUn beso.
Meu amigo
ResponderEliminarEm primeiro lugar quero agradecer a sua visita, é sempre um prazer.
Gostei da história muito profunda...voltarei mais vezes para o ler com mais calma.
Um beijinho
Sonhadora
Valeu sonhadora, te espero.
EliminarBjs
Poética historia Humberto como siempre, da la sensación de que en la historia también hay un hombre que vivía escondido en un reloj, pero no me hagas mucho caso. eh?
ResponderEliminarPorque entre otras cosas yo lo lo he visto por ningún lado, eh?
Besos.
Mira que yo te hago caso, puedes contarme esa historia...
EliminarUn beso y muchas gracias.
Un relato ingenioso de verdad. Voy a observar un poquito mi reloj despertador por si hay sorpresas...
ResponderEliminarMe ha gustado mucho.
Recibe un abrao
Muchas gracias, Amalia, fíjate por las dudas.
EliminarUn abrazo.
A veces, lo inverosímil le deja a uno lleno de dudas y hasta es capaz de tragarse un sapo o una piedra de molino. ¡Felicidades!
ResponderEliminarVivo entre lo inverosímil, ya me trago cualquier cosa... bueno, cualquier cosa no ;)
EliminarUn abrazo, querido Francisco.
Yo también odio a la señora del reloj, todos los días muy temrpano con un sonido poco feliz me avisa que hay que despertarse para ir a trabajar.
ResponderEliminarMás de una vez me dieron ganas de hacer lo que hizo el padre con el reloj de su hija.
Y qué te impide de hacerlo, no hay mejor descarga, destruirlo, hacerlo mil pedazos... y luego comprarse otro, pero quién te quita ese pequeño placer.
EliminarUn abrazo.
Excelente, Dib! Es literatura. La etiqueta infantil la ponen los editores, no los autores. Vos le preguntas a Montes, a Mariño a Shua, Wolf Cabal , Pescetti, incluso en su momento J. Villafañe y Walsh y ellos siempre insistieron en que escribieron textos, cuento poesía sin ese rótulo. No esa cosa de moraleja, aprendizaje, que tiene por ejemplo Bornemann que particularmente me irrita aunque haya salido premiada y todo. Responde al sistema, en fin. A todo esto en la facu, los dos seminarios anuales llevan la etiqueta infanto - juvenil sólo para que en la primera teórica te digan "Olvídense del título. Esto es literatura, señores". jaaaa Este texto tuyo me gustó mucho por eso, porque no baja del todo en calidad, no apela a los diminutivos pelotudos y demás clichés.
ResponderEliminarNuevamente, Dib, lo hizo !!! Pero la puta madre!! dejanos unas miguitas jajajajaaaaaaaaaaaaaa Saludos van!
Me olvidaba... Mirá como se los metía en el bolsillo Walsh. Empezar un texto con "Los chicos del jardín de infantes La buena mandarina"se cruzan con un malón de ranqueteles, periodistas con micrófonos, cables... " y sigue. Muchos muchos guiños, sin subestimar al lector. Nada. Eso. Un saludo!
EliminarTe aseguro que es cierto, no lo digo para figurar, pero yo comencé a leer un poco más tarde de lo común, recién a los 9 años, pero con libros que no eran para chicos. El primero fue 'Crimen y castigo', luego vino '1984', 'Sobre héroes y tumbas' y finalmente comencé con cosas más traquis, como 'Meu pé de laranja lima'.
EliminarLo de 'cuento infantil' era una broma, hay cuentos, Literatura y punto.
Los diminutivos son pelotudísimos, como también ese lenguaje críptico que algunas personas creen que usan los niños.
En fin, muchas gracias por esta charla virtual.
Muy bien Walsh ahí...
Un fuerte abrazo, Sandra.
Hola, me he perdido un poco con el final, ¿a quién estira la niña la cara desde el vano de la puerta?
ResponderEliminarSi mal no entendí, es la sonrisa la que le estira la cara a la niña, literalmente se la estira, como puedes confirmar haciendo el gesto frente al espejo. Que ella esté en el vano de la puerta es anecdótico... o no, ¿quién sabe?
EliminarPero ojo, es lo que yo entendí, no soy dueño de las verdad, aclaro.
Un abrazo.
Ahora sí, gracias HD, tengo un mal día.
EliminarEsto lo cambia todo, imaginaba a la niña pellizcádole la cara a su padre y recordaba a Dalí... (uff)
Entonces la niña es juguetona...
Un abrazo también
Siempre que hay algo confuso, es por culpa del escritor, no lo dudes.
EliminarMás abrazos.
Las historias se escriben desde la fantasía, la mejor fantasía es la pura, la de los niños, todos llevamos un niño dentro que si le hacemos caso, nos permitirá volver a creer en todo lo increible. Con lo increible se construye todo lo bueno y malo de la vida que da para tantas historias.
ResponderEliminarMe gustó.
Un abrazo.
¡Me gusta tu estilo. ¡Adelante con la literatura "infantil".
ResponderEliminarUn abrazo pasado por agua:¡¡¡como llueve en Madrid!!!
Muchas gracias, Rosi, y a no mojarse, que puedes engriparte.
EliminarUn abrazo hacia Madrid, que pronto me tendrá por allí.
No es fácil, nada fácil, hacer un cuento infantil sin caer en el esterotipo de enseñanza o escribirlo en diminituvo como si los niños fueran tontitos.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho y, aunque cuando te comento no sale mi comentario, ahí queda por si lo lees.
Saludos
Pero claro que lo leo, Pilar, leo y respondo todos.
EliminarMuchas gracias por tus palabras, un abrazo.
Muy tierno en su inicio y algo inquietante al final, casi de terror suave.
ResponderEliminarNo sé si de niños totalmente, pero, en cualquier, caso sí es para mayores.
Un abrazo, Humberto.
Pactemos: para niños perversos ;)
EliminarUn abrazo, Isabel.
A mi entender, el padre cometió un error;roto el habitáculo, la señora jamás podría volver. ¡A ver quien la despertaba ahora para ir al cole!
ResponderEliminarSalu2.
Yo creo que van a comprar otro reloj, pero nada asegura que venga vacío.
EliminarUn abrazo, Alfredo.
excelente relato, como siempre es un placer leerte... qué bueno que abriste de nuevo los comentarios.
ResponderEliminarun saludo
Carlos
Carlos, los abrí por ustedes, por las personas que leen y les gusta dejar una huella. Y lo agradezco muchísimo.
EliminarUn abrazo.
Hay que tener mucho cuidadito con los enanos. Se las saben todas. La anécdota me ha recordado una, en la que la hija de mi prima rompió no sé, si un vaso. Ella decía que fue una niña que entró por la ventana. Nadie la creyó, pese a su insistencia.
ResponderEliminarNo deja de llamarme la atención, la ira del padre. Quién sabe si en una rabieta, pueda tratar a la niña como al despertador.
El padre es clave en este texto, el antes del padre, digamos. Sabes que un relato es un recorte de una historia mucho mayor.
EliminarAh, la hija de tu prima tenía razón, seguro.
Un abrazo, Antonio, y muchas gracias.
Otra que a los 18 se muda a Villa Freud para ahorrarse el taxi. Además mirá si va a haber una mina en un reloj. Todo el mundo sabe que sólo hay gnomos, pero unos bien chiquitos, obvio. Abrazo!
ResponderEliminarEs lo que yo decía, gnomos, el problema es que los elfos que me fueron dictando el cuento, me aseguraron que era una señora. Eso me pasa por crédulo.
EliminarUn abrazo.
Humberto, un relato que no se intuye su final ni siquiera con la primera lectura, me gusta. Esa niña es más lista que su padre y que yo mismo.
ResponderEliminarComo siempre muy bien hilvanado el relato, consiguiendo su ritmo preciso para dejarnos un buen golpe de efecto.
Un fuerte abrazo.
Muchas gracias, Nicolás. ¿Sabes?, tuve que pensar mucho antes de subirlo, no me convencía, me sentía 'fuera de género', creo que ésa es la definición más acertada.
EliminarUn fuerte abrazo.
Mi querido amigo, nunca olvidado y siempre visitado aunque pocas comentado, la manipulación infantil ha echado a volar en tus letras.
ResponderEliminarUn abrazo, Humberto.
La peligrosa manipulación infantil y lo que hay detrás de ella, Zuni, así es.
EliminarUn beso enorme y muchas gracias.
Es lo que deseo hacer con mi despertador todas las mañanas, aniquilar el señor o la seora que hay dentro. Hay que probar nuevos géneros y te ha salido muy bueno tu relato infantil. Mañana publico "Espantapájaros" mi primer relato de Halloween. Saludos. Borgo.
ResponderEliminarLuego voy a leerlo, Borgo, va a ser un placer.
EliminarUn abrazo y gracias por la visita.
Enternecedor al principio e inquietante al final.
ResponderEliminarA mi, en ocasiones, me da ganas de tener la misma reacción que el padre...cuando estoy en pleno sueño y esos martillos pequeños empiezan a tocar las dos campaninas.
Muy buen Relato, Humberto.
Un abrazo.
¿A qui´ne no? Tal vez todo sea una metáfora de ese maldito momento.
EliminarUn abrazo, Pedro.
Me gustó, Humberto, manejas bien el terror, sin ser obvio ni exagerado.
ResponderEliminarUn abrazo.
Lalo
Se agradece Lalo, fue un intento, no me terminó de convencer, pero ese es otro tema.
EliminarUn abrazo...
TODOSSS los relojes despertadores tienen lago adentro!! El maldito rriiiinnngggg que es peor que cualquier fantasma, jiji.
ResponderEliminarBesazos-
Creo que tengo que darte la razón, el ring es odioso, detestable, execrable y todos los 'ables' que le quieras poner.
EliminarUn beso.
A las 6 de la mañana de los lunes el reloj pierde su encanto. Ya puede tener magia, que en esos momentos se queda sin ella. Nuestras vidas pasan, pero el reloj... sigue ahí. Gran entrada Humberto. Un fuerte abrazo desde el blog de la Tertulia Cofrade Cruz Arbórea.
ResponderEliminarhttp://tertuliacofradecruzarborea.blogspot.com/
Muchas gracias por el comentario, Pepe, y mucha razón tienes, un lunes a las 6 de la mañana no hay magia alguna, sólo sueño y desazón.
EliminarUn abrazo.
Qué no hace un padre por una niña de cinco años que grita, llora y acusa, en este caso a una supuesta señora del reloj. Entra fuera de control y rompe todo aquello que amenaza a su hija.El gesto de ella la hace ver como que hubiera manipulado las cosas. Pero aquí, el único que crea las situaciones y el sentido de ellas eres tú Humberto.
ResponderEliminarUn abrazos amigo escritor.
Ni yo, Migue, sino algo que me trasciende y me dicta lo que debo hacer... Bueno, es algo metafórico, pero no tan lejos de la realidad.
EliminarUn fuerte abrazo.
Olá Humberto! Ao retribuir a gentileza de sua visita me deparo com excelente post.
ResponderEliminarUm conto imaginário. A realidade é que algo sobrenatural faz que os pais realizem o imaginável a proteger e/ou defender seu bem maior. Filhos. Já te sigo.
Abraço.
Muito obrigado pela visita e pelo comentário, Batista.
EliminarUm abraço.
La señora del reloj está en algún rincón de nuestras casas, oculta. Otras veces aparece, pero callamos para no parecer locos. ¿Dónde se esconde vuestra señora?
ResponderEliminarLa mía se esconde en una ánfora etrusca que tengo en la sala, pero es tranquila.
EliminarUn abrazo.
Cuentos de niños sociópatas, pobres padres lo que nos faltaba, ya desde pequeños, me hace gracia la foto que has puesto del reloj con el mono, si no lo has leído te lo recomiendo un cuento de Sthephen, King, " el mono", sobre el típico mono de cuerda que toca los platillos en los puesto callejeros, cuando lo has leído, odias esos monos para siempre, te lo digo de verdad, como yo ahora menos mal que no tengo hijas pequeñas, si no, cualquiera se cree, lo del hombre del saco, o el que vive en el armario o el monstruo de debajo de la cama, amén de que la imaginación de los padres, es superior a cualquier ficción, para la próxima por fa un cuento de hadas, ( pero que no sean caníbales, ni nada de eso, que tu eres muy capaz,) bsss.
ResponderEliminarUn cuento de hadas... Mmm, no sé si me va a salir, pero creo que tengo que subir algo divertido o romántico, hace años que no subo algo de ese estilo. El problema es que no tiene que ser cursi, y eso no es tan fácil.
EliminarYa voy a buscar ese cuento de King, luego te digo qué me produjo.
Un beso enorme.
Humberto: Creo que los que escribimos nunca dejamos de ser niños, ya que volcamos en los espacios en blanco todas esas mentiras que nunca nos abandonan. De hecho es una de tus premisas ¿no
ResponderEliminarSaludos desde Fantasilandia: Doña Ku
Es verdad, querida Dora, cuando la sociedad te fuerza a abandonar el mundo de las fantasías, uno más se empecina en vivir allí, siendo el niño-adulto-anciano que siempre fuimos.
EliminarUn beso y muchas gracias.
Hola HUMBERTO
ResponderEliminarPues menos mal que existe la señora del reloj, pues gracias a ella no sufro descuentos por tardanzas y suelo llegar a tiempo en mis compromisos por la mañana, claro que la pongo out sobretodo los domingos que la mando de paseo, así descansamos las dos. Creo que el secreto está en que la casa donde vive la señora, en mi caso no tiene tan grandes campanas como las de Vicky que después de todo no me parece una niña tan malévola, sino que sólo busca un poco de libertad.
Me encantó tu cuento.
Un abrazo
Me gustó tu anécdota, cuando alguien deja su impronta personal, me parece maravilloso, pues debería ser así: cada texto es un disparador de mil ideas y sólo hay que expresarlas... si se tiene ganas, por supuesto.
EliminarUn abrazo.
Me dio miedo! Es lo único que te puedo decir!
ResponderEliminarTranqui, Gary, que es puro cuento ;)
EliminarUn abrazo.
Gary!!!!!!!!!!! Son las 4 am. calajo, cómo me mandas esto a estas horas, y ahora cómo voy al baño!
EliminarNo sé, veo dos interpretaciones en ese final.
ResponderEliminarO la niña es picarona, manipuladora y muy bellaca, o la sonrisa socarrona era que estaba poseída por la señora del reloj...
Ufffff, Humberto, que imaginación la tuya...ESCRITOR
Abrazos y un buen fin de semana.
Tú eliges la que te parezca mejor... es libre interpretación.
EliminarMuchas gracias, Alborada.
La señora es un personaje que no da mucho miedo (depende si es media bruja), podría haber sido un muñeco o un enano, aunque de todas formas da bastante miedo que un hijo/a propio ande sonriendo de costado...
ResponderEliminarCelebro la posibilidad de expresar mis sensaciones a través de un comentario, sin esperar comentario de regreso a cambio.
Saludos Mr. Dib!!
Vos porque no la viste, Etienne, yo tuve que verla para escribir sobre ella, no te recomiendo ese momento: la nena mostrándome a la Señora que Vive en el reloj, uf, mierda...
EliminarUn abrazo.
Que terror, me corre un frio por la espalda, la señora del reloj se incorporo en la nena...
ResponderEliminarBuenisimo cuento, amigo. Un beso.
Y... puede ser, Carolina. Por las dudas, tápate hasta los ojos con las sábanas ;)
EliminarUn beso y muchas gracias.
Dios, no se que decir, me entró un pánico, afortunadamente no tengo reloj !!
ResponderEliminarEs lo mejor, no tener reloj, despertarse con los ciclos circadianos.
EliminarUn abrazo.
Dios, no se que decir, me entró un pánico, afortunadamente no tengo reloj !!
ResponderEliminarCreo que este comentario ya lo leí, jeje. Pero lo aprovecho para...
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HUMBERTO