“Sin excepciones, el examen tiene que respetar fielmente los pasos establecidos por la retórica antigua, esto es, el texto debe contener los cinco elementos de la oratio formulados por Córax de Siracusa: exordio, narración, argumentación, digresión y epílogo…”. Y ya no quiso seguir leyendo el enunciado.
Frente a semejante requisito amedrentador, se puso tan nervioso que rompió la mina de su Pilot H-165 apenas la apoyó sobre el papel para intentar garabatear algo y no tener que entregar la hoja en blanco. Apretó varias veces el botón, pero no conseguía que saliera otro grafito, entonces recordó que hacía tiempo que no recargaba el portaminas. Mientras se maldecía en voz baja, comenzó a presionar el botón con tal enojo que terminó saliendo una cuartilla enteramente redactada por el otro extremo del lápiz. Más desconfiado que sorprendido, leyó el texto una y otra vez para ver dónde podía estar el engaño, sin embargo, era tan admirable el examen como inexplicable su aparición. Sin pensarlo demasiado, tomó la hoja, se levantó y fue a entregársela al profesor, a la vez que miraba -burlonamente- a sus compañeros de clase, quienes se desvivían por redactar un párrafo digno.
Frente a semejante requisito amedrentador, se puso tan nervioso que rompió la mina de su Pilot H-165 apenas la apoyó sobre el papel para intentar garabatear algo y no tener que entregar la hoja en blanco. Apretó varias veces el botón, pero no conseguía que saliera otro grafito, entonces recordó que hacía tiempo que no recargaba el portaminas. Mientras se maldecía en voz baja, comenzó a presionar el botón con tal enojo que terminó saliendo una cuartilla enteramente redactada por el otro extremo del lápiz. Más desconfiado que sorprendido, leyó el texto una y otra vez para ver dónde podía estar el engaño, sin embargo, era tan admirable el examen como inexplicable su aparición. Sin pensarlo demasiado, tomó la hoja, se levantó y fue a entregársela al profesor, a la vez que miraba -burlonamente- a sus compañeros de clase, quienes se desvivían por redactar un párrafo digno.
Al otro día, cuando fue a buscar la nota, se encontró con que él era el único que no había aprobado. Claro, el examen debía estar escrito con tinta, como estaba indicado claramente al final del enunciado.
Estimados amigos:
ResponderEliminarMuchas gracias por las visitas y comentarios para ‘Una cena con Paul Auster’.
Quiero advertir que alguien creó un falso perfil con mi nombre y foto, vinculándolo a este blog con el objetivo de agredir a otros colegas y que éstos crean que fui yo. Por suerte, me avisaron de lo que estaba pasando y eso me ayudó a rastrear el dato, pero como aún no tengo la seguridad absoluta de que sea él, prefiero dar sólo las iniciales: M.A. Este extraño sujeto tiene un blog en el que habla de su amor, digamos. Ya tuvo problemas con otras personas por plagiarles textos o dar consejos psicológicos. Si usara su mente para escribir con corrección, seguramente le iría mucho mejor. Increíble, pero real.
Un fuerte abrazo de miércoles.
Humberto.
Leer siempre hacia el final!
ResponderEliminarBesito de lapiz...
Leer la letra pequeña...
EliminarUn beso con tinta.
Extraño es el mundo, y lo que falta acá, sobra allá, y allá falta lo que nos sobra. Y siempre falta algo para el peso...Un abrazo.
ResponderEliminarSiempre, Diego, siempre falta algo, ¡qué cosa! Ya ni en milagros se puede creer.
EliminarUn abrazo.
Muriacita, en los exámenes pasan muchas cosas pero no milagros.
ResponderEliminarBueno, alguna vez se me dio un milagro a mí, lo recuerdo muy bien. Fue en un examen oral, había estudiado un único tema y me preguntaron justo ése. Dime si eso no fue un milagro...
EliminarUn abrazo, querido Marcos.
Fantástico relato Humberto....¡el final no te lo puedes saltar nunca de leer! jaja Un abrazo
ResponderEliminarDicen que los finales son lo importante, este alumno no lo entendía así. Je.
EliminarUn abrazo.
Perdo: He querido decir "criaturita", refiriéndome al examinado.
ResponderEliminarLo entendí así, Marcos, no te preocupes.
EliminarLas personas no solo no leen, no escuchan y hablan sin pensar. Se vive demasiado acelerado. Citando a Lennon: "La vida es aquello que te va sucediendo mientras estás ocupado haciendo otros planes."
ResponderEliminarBesos!
PD: Ya me tomaré mas tiempo, asi te leo completo ;)
Concuerdo totalmente, las velocidades han cambiado, pero se redujo el nivel de entendimiento de la vida, el problema es que también se reduce el entendimiento de nuestra propia vida.
EliminarLeerme completo es una tarea bastante difícil ;)
Muchas gracias y bienvenida.
Formalidades.. seguramente, su examen era el mejor de todos. Reinvindiquemos la escritura con lápiz, como no..
ResponderEliminarAbrazo
Bueno, el hecho real que motivó este texto es que yo escribo con portaminas, no hay elemento que me guste más para que fluya un escrito... con grafito HD 0.5 o 0.7, dependiendo de mi estado de ánimo.
EliminarMuchas gracias y feliz cumpleaños con un día de atraso.
Pues sí, sufrí y padecí varias veces, lo cual habla con risa burlona de mi inteligencia y nivel de concentración, el dilema de empezar a actuar sin haber terminado de leer y que al final dijera algo que implicaba cambiar todo. Recuerdo una prueba que decía en las primeras líneas 'nombre', 'apellido', etc, etc y en la última: 'por favor no escriba nada en estas hojas hasta que el profesor así lo indique'. ¡Un abrazo! F:
ResponderEliminarSeamos sinceros, en el momento que teníamos una hoja de examen delante, se producía tal vacío mental que no era delirante pensar que pudiéramos alucinar que el texto lo escribía otro. Para no ponerme nervioso, yo me ponía algodón en los oídos, así no me perdía concentración. En fin...
EliminarUn abrazo.
He recordado momentos de mi edad escolar y lo he vivido tan nítidamente que me ha dado un poquito de retorcijones en el estómago imaginando el miedo a desaprobar cuando no entregaba un examen completo. ¡Qué nervios!
ResponderEliminarGran entrada!
Un beso Humberto.
¡Qué momentos, Nuria! Los recuerdo con los pelos erizados. Pero ahora el examen es más difícil, ya que lo rindo cada día, como profesor, como escritor, como persona...
EliminarUn beso y muchas gracias.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarEstimado Humberto, parece de ficción el comentario acerca del plagio y las agresiones, pero lamentablemente son situaciones reales, muy reales.
ResponderEliminarRespecto al relato, e independientemente del gusto que siempre me proporcionan tus lecturas, recuerdo por muy repetida, la cuestión de la reprobación de un examen por cuestiones meramente formales, lamentablemente son situaciones reales, muy reales.
Un gran abrazo
Todo está siendo demasiado real, delirantemente real. La ficción nunca pudo -ni siquiera- pisarle los talones a la vida real.
EliminarUn abrazo, James.
Qué desgracia con esas benditas reglas, encadenan la imaginación.
ResponderEliminarUn abrazo.
La creatividad, la imaginación, el ingenio, nacen de una mente que juega, del desasimiento de las reglas ortodoxas de la gramática de vivir.
EliminarUn abrazo, Rafael.
Neste corre corre cada vez mais se toma menos atenção. Saber ler nas entrelinhas é o mais importante.
ResponderEliminarBeijinhos Humberto.
Para falar a verdade, gostaria que muitos pudessem ler as entrelinhas dos meus relatos, todos estão lotados de segredinhos, rsrs.
EliminarBeijos, minha querida Flor. Ainda de férias?
Sim, ainda! Pois é e eu nem sempre consigo entender os segredinhos. Mas esforço-me jajajaja.
EliminarBeijinhos.
Olha que até eu me surpreendo com esses segredinhos, estou falando sério, de repente encontro um trocadilho ou sei lá o quê que nem esperava... isso é bom para mim.
EliminarLo que más me gusta de este relato es cómo la realidad -una vez más- atropella a la fantasía. Un texto de matriz insólita, Sr. Dib, en el que el tramposo -aunque nos caiga simpático por ser el narrador/sufridor- sale escaldado. Como siempre, excelente pulso narrativo.
ResponderEliminarEn cuanto a la suplantación de identidad y plagios, ¿Qué decirle? Dele tiempo, de ese que pone a cada uno en su sitio.
Un abrazo.
Muchas gracias, Pedro, tanto por tu siempre brillante interpretación del texto, como por el consejo en relación con esos delirantes del mundo virtual... que los hay y muchos, más de los que imaginamos.
EliminarUn fuerte abrazo.
Ya no sé qué decirte cuando te leo...
ResponderEliminarMaravilloso, original, genial, me encantó!!
Jajaja! Qué no habría dado por tener ese lápiz en varios exámenes de la universidad... Y por acordarme de pasarle la tinta encima, ¡eso sí!
Un beso, todavía tengo la sonrisa en la boca, me gustó muchísimo este texto (sorry que sea reiterativa, pero leo mucho, y no todo me gusta tanto, no te creas, eh!)
Me parece muy bien, hay que ser exigentes a la hora de leer.
Eliminar¿Qué más puedo decirte? Ya lo expresé en tu blog.
Un beso y muchas gracias.
Dib:
ResponderEliminarEs un problema interesante el que planteas. Un examen maravilloso pero que no responde a lo que se pregunta ¿debe ser puntuado positivamente? ¿Se han de respetar siempre las reglas de juego? Los profesores piensan de una forma y los alumnos de otra, claro.
Pero pongamos un ejemplo: Examen de violín. Tema: interpretar La primavera de Vivaldi. El alumno se lleva el violonchelo y toca El invierno de Vivalde. La prueba es una maravilla pero lo suspenden.
¿?
Salu2
Es un tema interesante, Dyhego. Creo que todo depende del profesor o de las exigencias que a él le impongan.
EliminarYo hace 22 años que soy docente universitario, en mi caso soy tan abierto como me ves aquí. Es más, en muchos cursos no necesito tomar exámenes, basta con escuchar lo que opinan o cuánto participan los alumnos durante el cuatrimestre para saber cuáles deberían ser sus notas. Pero las universidades exigen pautas: que quede un registro escrito de su conocimiento, que esté escrito con tinta para que no se pueda agregar ni quitar nada, que... y así.
Un abrazo.
Las consignas hay que resparlas, podés ser brillante pero si no respetás lo pedid, es porque estás sumergio en la soberbia de tu saber, sin leer o escuchar lo que se te pide. Me encantó
ResponderEliminarUna vez me sucedió que a un alumno le pregunté (es un ejemplo) qué número está entre el 7 y el 9, entonces comenzó a decir: los números son, 1, 2, 3, 4, 5... etc. Lo desaprobé, por supuesto, porque ahí iba a acertar de casualidad, digamos. Cómo saber si había estudiado cuando la respuesta era bien simple: 8. Pero si otro alumnos me hubiera respondido, entre el 7 y el 9 hay infinitos números, el tipo se llevaba un 10, pues tenía toda la razón.
EliminarUn abrazo.
Siempre que vengo a leer por aquí, salgo con una sonrisa de oreja a oreja. Hoy no ha sido distinto. Me gusta que los tramposos no consigan siempre su objetivo.
ResponderEliminarUn abrazo
Hay una confusión entre 'tramposo' e 'ingenioso', es un tema extenso para tratar aquí, pero viste que el tramposo siempre tiene mejor prensa.
EliminarUn abrazo.
Hay que estar muy atento, hay días en que el "diablo" mete la cola, y lo peor es que lo hace disfrazado de "santo" :)
ResponderEliminarUn cordial abrazo !!
Estaremos atentos también a tu recomendación sobre el falso HD
es verdad, no hay que confundir al High Definition con Humberto Dib, jeje.
EliminarMuchas gracias.
Sus relatos me dejan una sensación de incertidumbre que saboreo con gusto, un reto. Creo que el escritor percibe situaciones como esta de la realidad y las traduce en letras como si estuviese recibiendo un mensaje del más allá, sin entenderlo muy bien. Eso es todo, sin buscar explicaciones ni implicaciones que solo puedan ser sustentadas por un discurso.
ResponderEliminarMuchas gracias por el comentario, pero debo confesar que esa parte imaginativa de la mente, en muchas ocasiones, me atormenta. Esto es, hay un cierto factor de angustia al intentar transmitir lo que pasa por mi cabeza. No siempre lo consigo, por cierto, al menos no de la forma en la que imagino una historia.
EliminarSea como fuere, me rindo frente a esa mirada diferente de la realidad.
Un abrazo.
Jajaja!!! "Ese maldito detalle, fue fatal..."
ResponderEliminarMe gusta esta ola en la que estás surfeando. Es creativa, inspiradora y no pierde esa hilaridad ácida que me gusta tanto.
Otro buen relato don Dib! Y van... Nice work, my dear!
Kisses for you!!!
P/D: Yop sigo con mi lanzaminas Pilot amarillo y negro, B5, porque mientras escribo, dibujo imágenes y el B5 tiene mina pastosa y soft. Pero eso ya lo sabes... Jajaja!!! :)
Y claro, para vos esos hermosos lapicitos son una herramienta de trabajo. Cuando voy a una librería quiero comprarme decenas, porque son lindos y porque tengo la falsa creencia de que con uno nuevo va a aparecer alguna historia interesante para contar.
EliminarA big kiss, my BeeBee...
Los exámenes y los contratos, hay que leerlos con lupa y no escribir hasta que no se tenga todo claro :)
ResponderEliminarUn beso Humberto.
Así de simple, Teresa.
EliminarUn beso y muchas gracias.
En este examen tuvo más importancia el ajustarse a las reglas establecidas, que el contenido. Si el escrito estaba bien, que más da si se hizo con lapiz o tinta. Pero ante todo llama la atención que debemos leer hasta el final antes de dar por finalizado un trabajo. Una vez más tus escritos cabalgan entre la realidad y la ficción.
ResponderEliminarTengo en cuenta ese suplantador de identidad que anda por la red.
Un abrazo
Era un profesor estricto, José Manuel. Parece que al ver que el examen estaba escrito con lápiz, ni se preocupó por leer el contenido.
EliminarCabalgan como mi vida, no sé si alegrarme...
Un abrazo y uchas gracias.
¡Madre mía, que palo!
ResponderEliminarEso no es justo. No podrían pasar por una vez la mano?
Pobre:(
Saludos
El profe dijo que no, que las pautas estaban clara, era un intemperante ;)
EliminarUn beso, querida TriniReina.
El camino fácil siempre tiene truco, la magia nunca es gratis. La verdad es que los exámenes deberían estar prohibidos. Casi nunca representan realmente el saber de quien lo contesta. Otras se aprende a contestar exámenes pero no a conocer la asignatura a la que se refiere. De cualquier manera, un fiasco.
ResponderEliminarMenos mal que cuando lo cuentas tú, gana en valor. Ya me lo imaginaba, con la gotita fría en la sien al pobre, sin mina. Lo tomaré como una buena burla al sistema calificatorio habitual, que merece más de una burla, si. Vuelves a tocar un tema que me interesa, así que también lo guardo en favoritos.
Un abrazo norteño.
No puedo evitar dejar correr siempre alguna crítica al sistema, querida amiga. Es que yo -lo confieso- padecí mucho las reglas que me imponía el colegio u otros estamentos. No fui un alumno 'fácil', digamos, porque no fueron fáciles conmigo.
EliminarUn día voy a escribir al respecto, era un 'daydreamer' como dicen los ingleses, y así me iba.
Un abrazo desde el sur.
¡Qué bueno, por Dioss, qué bueno!
ResponderEliminarMuchas gracias, Tracy. Me alegro.
EliminarBesos.
Demasiado bonito para ser verdad. Tenías que salir por algún lado para amargarle la vida al pobre con un final inesperado y lo has conseguido.
ResponderEliminarUn abrazo.
El día que mis personajes se me planten me voy a encontrar en un gran aprieto... y creo que tienen razón.
EliminarUn abrazo, hermano.
Jajaja, no te puedes fiar de los lápices mágicos. Ya ves, si al menos hubiera sido un boli, pero un lápiz, dónde se ha visto... Jjejeje
ResponderEliminarPD. Oye, las iniciales del personje ese, coinciden con las mías, pero quiero aclarar que yo no soy, ni se nada de amor ni nada...
Y sí, fue con lápiz y lo desaprobaron.
EliminarClaro que no eres tú, la 'A' del susodicho es del apellido, más que claro MAF, ;)
las letras chicas son las que generalmente nos ponen en problemas
ResponderEliminarun abrazo
En este caso, estaban en grande (me parece), pero no las leyó...
EliminarUn abrazo, Horacio.
¿A quien se le ocurre utilizar una Pilot H165
ResponderEliminarsin minas en un examen?.
Si aprendió la lección, el próximo examen llevará dos o tres Bic's
y además, le convendría ser mas atento con las instrucciones de la señora Martínez y también de paso, podría estudiar un poco...
un beso con tinta
Con decenas de Bic's, de todos los colores, por las dudas que las exigencias lo indiquen.
EliminarNo sabía que conocías a Martínez. y sí, Lucrecia, un poco hay que estudiar.
Un beso con los que quieras.
Muy bueno, pero las reglas son las reglas y hay que cumplirlas.
ResponderEliminarUn abrazo
Así parece ser para este estudiante.
EliminarMuchas gracias por estar siempre, Icue.
Me hiciste recordar aquel test en que te daban un montó de instrucciones muy complicadas de cosas que hacer en la hoja, cuando en las instrucciones en letras pequeñas decía "Solo lee, firma y entrega al profesor" y la mayoría invariablemente se metían en todo el laberinto, sin leer y firmar, incluyéndome en esos que no leyeron la pequeña observación, jajaja.
ResponderEliminarBesos deliciosos para tu genialidad, maestro.
Hay que leer hasta la última instrucción, por las dudas. Eso sí, el pobre estudiante estaba MUY alterado.
EliminarUn beso enorme, Sara.
Pobre¡ y seguro que fué el único que escuchó las normas odiosas.
ResponderEliminarEl único, todos los demás aprobaron, algunos con un mísero 4, pero lo pasaron.
EliminarUn abrazo.
Al examinando este le faltan dos hervores de clase particular que otro Corax le habría impartido.
ResponderEliminarY le falta tinta china
Y le falta un lapicerico multiformas multiusos, sin punta.
Y que se lea las instrucciones, ¡por dios! antes que nada.
Hala, para la próxima convocatoria.
Otra digresión genial de las tuyas, HD.
Así, abrazos
Parece que le falta de todo, sólo te resta decir que le falta nacer de nuevo.
EliminarUn beso enorme, querida Pilar.
Bueno Humberto en ocaciones encontramos lo que buscamos de una u otra forma, lo malo es que a veces logramos exitos a la par de los demas y demeritamos lo que ellos hacen y el tiempo te enseña que la tortilla en el comal debe cocerce de ambos lados y pueda ser que mañana cosechemos lo que hoy sembramos, saludos estelares desde mi querida Guatemala, como siempre amigo UN GRAN TEXTO el que nos brindas. cuidate
ResponderEliminarMuchas gracias por la reflexión, SL, es muy cierto lo que dices.
EliminarTe mando un fuerte abrazo.
Es lo malo de no leer detenidamente las instrucciones
ResponderEliminarEstupendo como siempre
Así, detenidamente y 6 veces ;)
EliminarBesos, amiga.
Ja. ya aprendí a visitarte viniendo con una sonrisa, aunque no me lo pidas. Es un peaje gustoso para pasar por este blog.
ResponderEliminarSe que contraviene las normas pero yo lo hubiese aprobado a ese alumno.
No alcanzo a comprender que alguien se tome el tiempo de plagiar identidades para atacar a otro. Las pocas veces que me he enojado con alguien y me tiraron piedras las devolví con mi nombre porque quiero que la otra persona sepa quien le esta acertando las pedradas. Y esto lo he publicado en mi blog. Y si encima se esconde usando tu nombre me parece más mala leche todavía.
Un abrazo amigo mio
Que vengas con una sonrisa a medio dibujar es uno de los mayores halagos, pero ¡cuidado!, que en cualquier momento se viene un relato terrorífico ;)
EliminarUn abrazo y gracias por la comprensión.
Y es que a los exámenes se tiene que ir preparado con lápices,bolígrafos,plumas ,colores y todo lo que tengamos y leer bien los anunciados..
ResponderEliminarY no olvidarse de la goma de borrar y el sacapuntas...
EliminarUn beso, Pakiba
Es como esa pesadilla que tengo tan recurrentemente, que voy a buscar mi título en la universidad y me dicen no sarco, a usted le falta aun una asignatura.
ResponderEliminarCon todo respeto: muerte a las universidades!
Abrazos H(igh) D(definition)
Por mucho tiempo tuve esa pesadilla después de recibido, ahora tengo otras, que me entregan el premio Nobel a la idiotez, lo cual tiene bastante de merecido.
EliminarAbrazos Sarca o Sarco o...
Estamos en un mundo donde poco importan las consignas en detrimento de ser rápidos en contestar, creyendo que eo es lo importante.
ResponderEliminarAsí de cierto, pero no quiero explayarme mucho al respecto ya que mis alumnos también leen este blog.
EliminarUn abrazo.
Hola Humberto, ya de regreso de mis vacaciones, me he pasado a dejarte un abrazote y me encuentro con este relato que me ha recordado tiempos de exámenes y me he puesto a temblar…jaja
ResponderEliminarNo me extraña nada cualquier comportamiento raro en esos momentos, en que sientes cosquilleo o empiezas a temblar, a sudar, el corazón va más deprisa de lo normal, y encima te encuentras pensando ¿y si me olvido de todo? ¿y si comienzo a vomitar?
Sentía un vacío mental tan inmenso, que llegaba a olvidar hasta mi nombre. Así que a mí, con estos antecedentes no me extraña que confundiera el bolígrafo con el lápiz.
El final…para morirse, el pobrecillo no respetó fielmente los pasos establecidos por la retórica antigua, pero me pregunto si llegaria a leerlos.
Aprobarle era un caso de conciencia.
Un beso grande.
Yo me olvidaba de todo en el momento mismo de entrar al aula, pero de a poco los conocimientos iban apareciendo, lentos, escasos, pero llegaban.
EliminarUn beso y qué alegría tenerte de vuelta por aquí.
siempre es bueno ser el único y quedar a la espera de explicaciones,
ResponderEliminarhabrán habido días de insomnio y retoricas maldiciones pero al fin se comprenderá el valor del lápiz y su ritual de soledad, un abrazo
Va mi voto para el lápiz... y somos...
EliminarUn abrazo, Tomás.
Hola Humberto! Sus textos son de repente llenos de vida y un ejemplo. Un ejemplo. Leer con placer, te esperamos cada texto, hablar muy en serio. Mis mejores pensamientos y sinceras felicitaciones. Una hermosa noche para ti y todos tus lectores!
ResponderEliminarCristian, me dejas con una sonrisa tonta en la cara, una sonrisa de agradecimiento y alegría.
EliminarUna hermosa semana.
Abrazos.
Un compañero que tenía cuando iba al instituto le quitaron un punto por que su nombre era ininteligible, bajó de sobresaliente a notable. El examen era de matemáticas. Esto es totalmente cierto.
ResponderEliminarBueno, ese profesor era medio HDP, seamos sinceros, je.
EliminarUn abrazo.
Al menos le sirvió para aprender una buena lección, un examen con lápiz jamás redactaré.
ResponderEliminarSiempre un placer leerte.
Un abrazo.
Muchas gracias, Jorge, con lápiz sólo en casa ;)
EliminarAbrazos.
jajaja! Fué lo primero que me llamo la atencion "Un examen con lapiz??"
ResponderEliminarEsas cosas pasan cuando uno se concentra en el problema y no en la solucion
Confesión: estuve a punto de ponerle un nombre relacionado con eso, 'El árbol y el bosque', pero me pareció bastante pedorro, jeje.
EliminarUn abrazo.
Humberto, cuando yo estudiaba, recuerdo que soñaba con los fatídicos días de examen y que me quedaba en blanco, mi peores pesadillas de aquellos años. Por suerte nunca se dieron, aunque si suspendí algún que otro examen con malas notas.
ResponderEliminarLas trampas casi siempre salen mal.
Un fuerte abrazo.
Deberíamos aprenderlo, ¿no? Detrás de la trampa viene el descubrimiento y la ignominia... Bueno, creo que exageré.
EliminarUn abrazo, Nicolás.
Hola Humberto.
ResponderEliminarDesde hace unos meses y debido a circunstancias personales, no dispongo de tiempo para visitaros con la asiduidad de antes, por ello, y dado que fuisteis y seguís siendo mis amigos de la red, este fin de semana –será el de mi cumpleaños– a quien lo desee, quiero entregarle un regalo especial.
Lo he dejado en mi blog. No se trata de un premio y creo que para un buen lector, es algo más… O eso espero y deseo.
Hasta siempre.
Un abrazo.
Allá iré a ver de qué se trata, mientras no sea de esos premios en los que hay que hablar de qué come uno, qué color le gusta y esas cosas... :P
EliminarAbrazos.
Las prisas nunca son buenas consejeras y menos en un examen. Hay que leer el enunciado varias veces. Que imaginación la tuya. Ya en mi época había que escribir con tinta y no con bolo. Y sin tachones.
ResponderEliminarUn abrazo
El problema es cuando lo lees y lo lees y no entiendes nada, ¡si me habrá pasado!
EliminarUn abrazo, Katy.
Y todo por no leer correctamente.
ResponderEliminarSaludos
J,
Así suele ser, aquí a veces me leen mal también... Lo cual es un poco más interesante, a qué negarlo.
EliminarUn abrazo, José.
Siempre, siempre hay un “requisito impepinable” redactado con letra pequeña que unas veces hace justicia con los listillos y otras veces da por tierra con los sueños de aquellos que saben de retórica laberíntica.
ResponderEliminarY en los tiempos que corren cada vez hay menos tinta, mas letras pequeñas y más retórica de noticiario y…cada vez somos más los que, a final de mes, suspendemos.
Un abrazo.
Esos requisitos extraños son la mejor trampa para los listillos, esta vez el tipo cayó, tal vez la otra mejor estudie más.
EliminarNi hablar de las retóricas actuales, bueno, no sé si se diferenciaban de la antigua: el arte de mentir bien y con lógica.
Un abrazo.
cueeeek! jajajaja
ResponderEliminar-"maldito portaminas!".
abrazo don humberto!
Abrazos y muchas gracias por pasar.
EliminarMe imagino que habrás escrito el comentario con tinta, ¿no?
"Es que cuando el grafito es grande, hasta la Tintenkuli desconfía"
ResponderEliminarPero si algo rescato de un portaminas que solía tener, es que nunca tuve tantas minas juntas en la palma de mi mano -Sep, tiene double entendre...:-)
Un double entendre bien argie, Ato, ¿se entenderá en otros países?
EliminarNo importa, yo te entendí.
Abrazos.
Por cierto, ¡vamos Brasil esta noche!
Que googleen ché :-) Si llega a ganar Argentina te voy avisando que el nivel de cargadas va a ser "Maracanaónico" Y habrá que ver si gana Brasil cómo te portás, porque podría desquitarme en Diciembre. No, no es una amenaza, sólo un...a ver, cómo decirlo, una premonición tal vez? :-) Igual entre nos, este partidito sólo nos importa a nosotros - Por ahora te mando un abrazo...:-)
EliminarEs verdad, lo de hoy es una tontería, lo importante viene en el 2014, te voy dando los nombres propuestos para la mascota: "Amijubi", "Fuleco" y "Zuzeco", son todos horribles, jaja.
EliminarBueno, te cuento, después de ver el primer tiempo me fui a dormir, así de aburrido fue el partido. Es que con 11 albi-celestes en la mitad propia parecían los 300 en el Valle de las Termópilas y si bien la manera de generar los goles de Brasil no fueron los mejores (Paulinho estaba recontra offside y un penal), claramente merecieron ganar. Me gustó Lucas. En el 2014 se llevan otra estrella. Posta.
EliminarNada que decir, fue un partido pésimo, aburridísimo.
EliminarEn relación con la otra estrella, después de aquella final Francia 3 Brasil 0 de 1998, nunca más dije nada, fue lo más vergonzoso que pasamos en fútbol. Por otra parte, la gente allá está muy disconforme con la selección, los abuchean, no le perdonan lo de los juegos olímpicos.
A Dunga tampoco lo querían, hasta que trajo la 5ta, y a Bielsa tampoco hasta que nos trajo la de Oro. Y ahora hasta lo chiflan a Delpo en el tenis. Falta que a Las Leonas las chiflen por perder contra Holanda. Gente mediocre que busca la excelencia "out of their petty little lives". Fuck ´em.
EliminarLo de abuchear a Delpo me pareció IN-CRE-Í-BLE, pero sabes, no puedo opinar mucho, siento que no me coresponde.
EliminarEsos exámenes en los que hasta la punta del lápiz se pone Nerviosa por estar "fuera de Lugar".
ResponderEliminarIngenioso y Original Relato.
Un abrazo.
Muchas gracias, Pedro, eres muy amable.
EliminarUn abrazo.
Las formas, las formas siempre cuentan; tan elemental como el decoro. ¡Bravo!
ResponderEliminarUn abrazo
Este ha sido un relato que exalta las formas, se podría decir.
EliminarUn fuerte abrazo, Francisco.
Humberto: Finalmente entendí lo de la mina y el portaminas,(cosas que suceden, cuando en otros países cambia la manera de nombrar algunos objetos).
ResponderEliminarMi yerno, un chico alemán, muy alemán, cuando compra algún nuevo artilugio, acostumbra leer las instrucciones de cabo a rabo. Gracias a lo cual sabe con seguridad que pieza reemplazar cuando falla dicho objeto.
Lo vi mover la cabeza en señal de reprobación, cuando supo que me había perdido de tomar algunos videos con mi Fujifilm. "Ya ve, usted nunca leer estos letras", dijo,señalando el instructivo guardado en la caja de mi cámara, regalo de mi hijo mayor, en la navidad del 2003.
Mi afectuoso saludo: Doña Ku
No sabes, querida Dora, lo que busqué para saber que la palabra 'portaminas' se entendiese, es más, el relato está lleno de referencias para que nadie se perdiera... Ay, esas diferencias idiomáticas.
EliminarUn beso enorme a una de mis preferidas.
Humberto Sus letras dan la realidad de un examen fabulosos textos Saludos desde Abstracción texto y Reflexión
ResponderEliminarMuchas gracias, José Ramón, en verdad eres muy amable.
EliminarUn abrazo.
Vaya faena !!!!
ResponderEliminarQue poca paciencia tenemos para leer todo, prospectos, informaciones, contratos ... lo damos todo por sabido.
Y que lo digas, desde hace un tiempo estoy queriendo subir un texto que se llama 'Una noche madrileña', pero es largo, tiene una seis páginas de word. Temo que no lo lean... o que lo lean por encima. En fin, no tendría que importarme.
EliminarUn beso.
Hola Humberto...siempre me sorprendes con tus cierres magistrales...¡Qué injusta es la burocracia!...Recibe un fuerte abrazo.
ResponderEliminarBueno, la burocracia deja de lado a muchas personas capaces, porque no todos tenemos el mismo repertorio de respuestas en nuestra vida.
EliminarUn fuerte abrazo para ti también.
Eso pasa por no atender a las explicaciones ni leer los enunciados, no será el primero ni el único que le pase, además se lo merece por utilizar lo que aquí en España llamamos "chuletas". Hay que ir más preparado, y por supuesto con un buen boli Bic. Un abrazo.
ResponderEliminarAh, no, ahora quiero saber qué son 'chuletas', a mí me suenan a 'churrascos', 'bifes', jeje.
EliminarMe encanta aprender palabras típicas, tengo que acostumbrarme, recuerda que en diciembre voy a estar por allá.
Besos.
Es un mal de la gente, no leer la letra chica, ja ja ja muy buena tu reflexión. Saludos
ResponderEliminarY mira que no era letra chica... pero parece que para él sí lo era. En fin... gracias por venir.
EliminarBesos.
Lección que debemos aprender: Leer todas las indicaciones antes de contestar el examen.
ResponderEliminarSaludos, excelente tu blog.
Leer todas las indicaciones de los remedios también ;)
EliminarMuchas gracias, Diana.
Hola Humberto :) siempre disfruto leer tus relatos pero en este me he quedado sin palabras, quizas por que aun estoy en mi etapa de estudiante y muchas veces la pereza nos hace no terminar de leer algo que en verdad es importante y terminamos no cumpliendo las reglas como le ocurrio al chico, que no logro pasar el examen por hacerlo a lapiz en vez de a boligrafo. Espero nunca me pase algo asi aunque soy bastante despistada... Saludos!!!!!
ResponderEliminarEntonces no digamos nada más... ¡vamos los estudiantes, qué embromar!
EliminarBesos.
Hay algunos que la sufren así por giles.
ResponderEliminarSaludos.
Jeje, es verdad, estuvo bastante gilastrun.
EliminarUn abrazo.
Gracias Humberto por tu visita, yo tambien me quedo contigo, me ha encantado tu lugar.
ResponderEliminarBesos
Bienvenida, y muchas gracias por tu comentario.
EliminarBesos.
No aprobo, pero imagino que aprendio una buena leccion.
ResponderEliminarun abrazo
Algo se llevó... no sé si le vaya a servir en el futuro.
EliminarUn abrazo, Mery.
demasiada alegría obnubila hasta a los -aparentemente- más listos. saludos.
ResponderEliminarY claro, el tipo se creyó Dios, suele suceder en la vida real... y en otros ámbitos.
EliminarAbrazos, Draco.
SAGAZ RELATO!!
ResponderEliminarUN ABRAZO
¡Pero muchas gracias, ReltiH!
EliminarAbrazos.
Que problema no terminar de leer la letra chica, soy uno de esos, pero hasta ahora vengo zafando.
ResponderEliminarMe encanto esta entrada.
Un abrazo amigo
Es que, por ejemplo, un contrato de servicio de cable, tiene mucha más letra chica que de la otra, es imposible leerlo todo. Claro, después te embocan.
EliminarUn abrazo.
Jajaja, nuestros sistemas educativos y sus enfoques de evaluación, no hay argumento que valga. Saludos.
ResponderEliminar¿Alguien está criticando el sistema educativo? ;)
EliminarUn beso y muchas gracias.
el valor de lo pequeño es inmenso!
ResponderEliminarBesos Dib.
Con eso del 'valor de lo pequeño' y la recomendación del perejil, ya me estás haciendo pensar ;)
EliminarBesos.
yo soy pequeña :)
Eliminary además, bastante distraída. Acabo de darme cuenta que no está más la muchacha sonriente!!
y siguiendo con el "valor de lo pequeño" el café es bueno solo en pequeñas dosis. Veo que la abstinencia te duró poco. Ojo !!
Yo te lo decía por otra cosa, pero tu visión no está nada mal, eh...
EliminarQué juguetón el portaminas, ya que suelta la cuartilla podía haberlo hecho a tinta. En mi colegio, los que escribían a lápiz eran objeto de burla por "pequeños", y ya desde bien jóvenes queríamos escribir a boli (la maestra solo te concedía el honor cuando tu caligrafía lo merecía). Pero dando clases particulares a chicos más mayores (de 10-12 años) constaté que los tiempos ya estaban cambiando, puesto que aún escribían a lápiz muchas cosas. En fin, que no me extrañaría que, no a mucho tardar, diplomados, licenciados, doctores e ingenieros lograran sacar su carrera sin tocar un bolígrafo. En esa futura involución, el portaminas mágico será una fábrica de hacer dinero. Podemos ir a medias. ;-)
ResponderEliminarUn abrazo.
Ya lo dije, soy uno de esos fanáticos del portaminas, porque me resulta más cómodo para escribir, fluyen las palabras. Pero en la universidad, usaba esas lapiceras a pluma, me quedaba perfecta, pero si se manchaba la hoja, hasta el agujero no paraba.
EliminarRecuerdos... gracias, X, un abrazo.
Humberto:
ResponderEliminar¡Muy bueno!
Luego del prodigio, que llena nuestros ojos de asombro, resultó ser que el alumno era un chambón consumado, incapaz de leer un simple enunciado.
Lo mejor de todo es que era el único aplazado...
Un gran abrazo.
Dios le da pan a quien no tiene dientes, dice el dicho. Creo que puede aplicarse aquí.
EliminarSi me pongo a pensar seriamente, creo que los milagros deben darse de esa manera, a mitad de camino, nunca completos, para que el sujeto tenga que darle la puntada final.
Un abrazo, Arturo.
Hola Humberto.
ResponderEliminarParece que ni siquiera tomó en serio hacer la chuleta.Tampoco se le puede disculpar ,por nervioso...
Las malas jugadas en ocasiones se presentan como por arte de magia. Una amiga presentó un impecable trabajo, en bolígrafo era rojo...¿?.
Me ha gustado leerte.
Un fuerte abrazo.
Yo creo que todo es una (gran) alegoría, y que en definitiva expresa lo que tu muy bien dices: las malas jugadas...
EliminarEso sí, aquí todo el mundo escribe en verde, no sé por qué será.
Un beso.
Muy bueno, me ha recordado a ese sueño recurrente de estar haciendo un examen pero no tienes lápiz y encima vas desnudo. Saludos. Borgo.
ResponderEliminarJaja, ¿qué más te puede pasar en ese sueño? Bueno, mejor no barajar posibilidades, porque se me ocurren algunas muy... incómodas, digamos.
EliminarUn abrazo.
Un texto divertido y paradójico, ¿no eres profesor??? Jaja, seguro que no caes en convencionalismos en tus clases. Muy buena caricatura de los corsés que impone, a veces, la docencia y de las frustraciones que conlleva, casi siempre, la trampa.
ResponderEliminarUn abrazo de jueves.
Soy profesor universitario desde hace 22 años, cierta vez pensaba que tengo anécdotas para escribir un libro de 400 páginas, pero a mí no me resulta divertido escribirlo, pues me puede la ficción, sin embargo, muchas de esas historias terminan como modelo de los relatos que acabas de leer.
EliminarUn abrazo.
El pánico de quedarte sin tinta en el bolígrafo en el momento crítico. Pues, eso del cambiazo es muy real. Yo mismo, y espero que el crimen haya prescrito, cambié alguna vez una hoja en blanco por una escrita previamente en mi casa, con el tema en cuestión, y oculta bajo la camisa. Incluso con el examen copiado sólo conseguía un raspado suficiente, y es que la fama pesa...
ResponderEliminarNo seré quien ande divulgando esos pecados de juventud, Pepe. Lo que se dice aquí, aquí queda. Gracias por el comentario.
EliminarAbrazos.
Yo tenìa un profesor de Historia, una de esas asignatura que nunca se aprobaba en primera convocatoria, que siempre repetìa una coletilla, que a las chicas no les hacia nada de gracia por tacharlo de machista, la verdad que a las chicas le costaba aprobar la asignatura mucho màs que a los chicos. El decia esto:
ResponderEliminar"A la mujer y al papel hasta el trasero le has de ver".
un abrazo
paco
Era un profesor bastante gráfico... Era un buen consejo, después de todo, pero es verdad, bastante machista.
EliminarUn abrazo y muchas gracias por tu amistad.
Hola Humberto!!
ResponderEliminarSiento mucho lo de ese tipo, pero creo que no engaña a nadie más que sí mismo, es triste que ocurran cosas así, espero que puedas saber exactamente quién es, pero tú cuídate,vale!!
Sobre el relato, a veces por pereza, nerviosismo...no terminamos de leer las bases, sea exámen, contrato o cualquier otro documento y siempre deberíamos de hacerlo.
Ya me hubiese gustado tener un profesor como tú, buah!! te imaginas...tan directo, simpático, amable, cercano y seguro que en clase siempre cuentas historias para que te entiendan mejor los alumnos, dejando que éstos participen, te estoy imaginando sentado en la mesa del profe, jaja, no sé porqué...pero te veo ahí sentado en una esquina, jajajaja!!!!
Un fuerte abrazo mi querido maestro!!!!
Creo que aciertas en todo menos en una cosa: jamás estoy sentado, siempre recorro el aula en todas direcciones. Creo que el movimiento ayuda a que el alumno nunca se distraiga, entre contenido ameno y movimiento constante, tienes al público ganado.
EliminarUn beso enorme, Estrella.
Me parece que dices más de lo que dices y eso es lo que me atrae de tu blog.
ResponderEliminarEnhorabuena.
Muchas gracias, a veces dice más de lo que yo quiero decir ;)
EliminarUn abrazo.
Los engaños vienen siempre con un regalito, Humber, muy bien esta moraleja.
ResponderEliminarBesotes.
Stefi
Eso es cierto, es MUY difícil hacer una trampa y salir bien parado.
EliminarEn fin, mejor hacer las cosas correctamente.
Un beso enorme.
Ja, ja,ja!!! Muy bueno Humberto. Me ha gustado..pero pobre! !Qué faena!.
ResponderEliminarBesos
P.D. Siento no haberte podido visitar con la frecuencia que me gusta. Prometo no perderme tus relato más!
No te hagas problemas, Pat, puedes venir cuando quieras o puedas.
EliminarUn beso enorme.
No cabe dudas que el primer engaño intentando engañar a otros, es a nosotros mismos. Y hay que leer todo, hasta las letras en miniatura. Muy buen relato. Un abrazo.
ResponderEliminarMuchas gracias, Alma, así de cierto, el engaño siempre conlleva un autoengaño.
EliminarUn beso y muchas gracias.
Muy original mostrar a veces las trampas que nos colocamos nosotros mismo
ResponderEliminary después nos hacemos los sorprendidos!
lo tremendo es que a veces nos convencemos que estamos super bien con lo que hacemos, pero a poco nos damos cuanta que hay otros que no son despabilados.
saludos.
Es lo peor, creernos que lo sabemos todo, que podemos burlarnos de otros. En fin...
EliminarGracias por la visita.
Besos.
hay normas ridículas a la hora de evaluar a los alumnos... un buen profesor jamás suspendería a un alumno por una norma irracional... Buen relato HD... besosssss
ResponderEliminarPrincipalmente en arte, donde las reglas nos uniforman.
EliminarMuchas gracias, Bruxina.
Me pasó lo mismo.
ResponderEliminarObtuve sobresaliente cum laude.
A lapiz habia una nota que ponía:
Las normas estan hechas para no seguirlas
¡Enhorabuena.!
Hasta hoy no he sabido que normas rompí, ní
para que me valió esa calificación.
Saludos.
m.i.
Una cosa es muy cierta e interesante, romper una regla sin saber cuál rompiste, te deja por fuera de la legalidad pactada. Eso está muy bueno... Cuántas reglas romperemos sin saber.
EliminarUn abrazo.
Hola Humberto,muy buenas noches, paso a dejarte mi saludos, tu texto para reflexionar, es un gran error intentar en gañar a los demas cuando el engañado acabara siendo él. Buena entrada, me gusta como escribes, mis felicitaciones para ti amigo.
ResponderEliminarEstare una semana ausente de mi blog. abrazos, con cariño, Lola.
Voy a tratar de pasar antes de que te ausentes, Lola.
EliminarMuchas gracias por visitarme.
Besos.
Definitivamente hasta leer detalladamente es muy importante.
ResponderEliminarSin dudas, Soledad.
EliminarUn fuerte abrazo.
Moraleja: No te fíes de los portaminas sin mina. :):):):):)
ResponderEliminarQué bueno, Humberto.
Un abrazo de Mos desde la orilla de las palabras.
Yo no me fío de nada, te soy sincero.
EliminarUn abrazo, querido Mos.
ja! Maldito enunciado!!!!!!!!!!!!! Hay casos puntuales en los que deben seguirse a rajatabla -como un examen, por ejemplo- (lamentablemente, el profe es quien marca las coordenadas). Pero en la vida... pobre del que se aferre a estúpidas reglas y sea tan intransigente que no pueda ver más allá. Excelente relato, Humberto!!!
ResponderEliminarP.D.1- Ah, como leí que contabas en una de tus respuestas... ¿Usás grafito HD? ¡Exijo que haya un grafito DP, para no ser menos! jajajajajaj
P.D.2- Lo de esta "persona" que se hace pasar por vos da una categórica muestra de su enfermiza personalidad... Menos mal que lo descubriste; no es para temerle pero si para "escracharlo".
Un beso ENORMEEEEEEEEEE, querido amigo!!!
Te aseguro que lo de usar minas HD es simple coincidencia, al menos lo hago inconcientemente, por la poca dureza.
EliminarLo de las reglas, cada vez las dejo más de lado, aunque no sé si eso sea bueno, el futuro lo dirá.
Un beso enorme, Diana.
Tal vez si no hubiera sido burlón, el destino le perdonaría no cumplir con la regla !!!
ResponderEliminarLo de burlón, fue innecesario, es verdad.
EliminarGracias, Pato.
Cuantas mas veces lo leo mas me gusta, Humberto, de paso releí los anteriores, eres magnífico.
ResponderEliminarBesotes.
Eso es adicción, Sabrina, cuídate ;)
EliminarMuchas gracias.
BUENÍSIMO, jaja, fue tramposo y así terminó con un cero.
ResponderEliminarUn relato con moraleja, claro!
Abrazoz. Lalo
Mira que no es mi intención dejar moralejas, nunca intento enseñar nada, no acá, en la Facu es otra historia, je.
EliminarAbrazos.
Sr escritor ud nos admira siemper..... no hay semana que no quiera entrar a lerlo para reflexionar sobre esta bellas historias... grande grande...
ResponderEliminarMariana de facebook
Gracias, Mariana. Un beso enrome.
EliminarUna vez escribí con lapiz una prueba y el profesor e dio la oportuniad de qe la pasase a tinta, fue muy buena onda pero en el enunciado no estaba claro que había que escribirlo a tinta. asi son las cosas, jaja.
ResponderEliminarBesos
Entonces sí que te salvaste!
EliminarUn beso, Lula.
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Gracias.