Al volver del hospital, largó las llaves sobre la mesa
y fue directo al baño. Allí se quitó toda la ropa, se metió en la bañera y se
arrodilló. Luego inclinó su cabeza sobre la loza blanca, levantó el trasero y ajustó la boca
de una botella de alcohol fino en el orificio del ano. El ardor fue inmediato,
pero nada comparado con lo que vino después, cuando apretó el recipiente para
que el líquido se le metiera en los intestinos. Sintió como si un río
de lava ardiente corriera por dentro de su cuerpo, no conseguía contener los gritos, pero ni
siquiera esa tortura le parecía suficiente como para apaciguar el otro dolor y
la culpa por haber atropellado a su hijo cuando intentaba sacar el auto del
garaje, dando marcha atrás y sin mirar.
Inspirado en la ilustración de Entintades: www.entintades.blogspot.com
Inspirado en la ilustración de Entintades: www.entintades.blogspot.com
Estimados amigos:
ResponderEliminarMuchas gracias por las visitas y comentarios para ‘El pescador’.
A partir de hoy y por unas semanas, voy a subir todos los textos que fui desechando a lo largo del año, estuve leyéndolos y decidí darles su oportunidad. Todos tienen un hilo conductor: son muy cortos, bastante oscuros y están inspirados en obras de pintores o dibujantes amigos a quienes admiro mucho.
Un fuerte abrazo.
Humberto.
No es tortura suficiente, en absoluto.
ResponderEliminarY es una tortura que... ay, ¿cómo se te ha ocurrido algo así? madre mía.
Pero, no, ni por esas.
Se me ocurrió en base al dibujo... bueno, y a las fantasías (por suerte fantasías) que uno tiene en su mente.
EliminarUn abrazo, Luisa, muchas gracias.
Que horror Humberto. Que castigo. Não tenho palavras.
ResponderEliminarBeijinhos
Flor
Eu tive só essas palavras que você leu, só essas...
EliminarBeijinhos, minha querida Flor.
Ainda bem Humberto que voce ficou por aí. Várias vezes que já ouvi noticias de atropelamentos desse género e penso que deve ser um tormento para o resto da vida se é que a vida também não termina ali.
EliminarQuero desejar-lhe muito boa viagem e que passe um Natal muito feliz e já sabe que ficarei torcendo para que pelo menos passe pelo nosso espaço aéreo.
Beijinhos
Flor
<3 <3 <3 ;)
Juro que vou te contar se o avião passar pelo espaço aéreo de Portugal, vou ficar antenado...
EliminarObrigado pelo desejo de boa viagem.
Mais bjs.
No sé, Humberto... no lo termino de ver, en ese momento creo que no está uno para pensar en algo tan truculento. Quizá veo más que se tire bajo un camión o algo así... salvo que me digas que está basado en hechos reales, que ya sabes que la realidad supura ficción.
ResponderEliminarEn todo caso, bien escrito está.
Un abrazo
Siempre me lo pregunto, ¿importa si está basado en hechos reales? Mi cabeza es un hervidero de imágenes, situaciones, experiencias que quedaron grabadas y que, en muchos casos, apenas están disfrazadas bajo eso que llamamos 'relato'.
EliminarUn beso, Anita.
Hola querido Humberto! el relato de hoy me mataste con el final, creo que nos comparable, no hay nada que apacigue el haber sesgado la vida de un hijo, aunque sea por accidente como es el caso, ni ahorcandose, creo que es algo que se debe de vivir con ello o malvivir con ello, mejor dicho.
ResponderEliminarun besoooooo genio.Amelia.
Cómo se te extrañaba aquí, Amelia.
EliminarDebe ser una situación inenarrable, mira lo que ha salido.
Un beso enorme.
¡La hostia! XD
ResponderEliminarEso mismo dije yo cuando se me ocurrió...
EliminarUn abrazo.
Me has dejado muy impactada, ¡Que horror has descrito aquí!
ResponderEliminarEs duro, sí, pero ¿sabes?, creo que he censurado muchos relatos por muy oscuros o muy 'románticos', así que decidí que todos tengan su espacio.
EliminarUn beso, Malque.
La verdad que muy duro, me pegó fuerte. Acaba de fallecer una bebe en las calles de mi ciudad, la madre trató de esquivar un camión y la bebe salió despedida de su sillita y cayó al asfalto.
ResponderEliminarTodavía tengo un nudo en el pecho (más porque mi bebe más pequeña tiene año y cinco meses justo hoy)
Abrazos Humerto.
Vaya casualidad, lamento que una fantasía se aproxime tanto a la realidad, pero es lo más común, queramos verlo o no.
EliminarUn abrazo, Walter.
Hola Humberto. Tremendo!!! Me ha gustado mucho. Me parece a mí que el sentido de culpabilidad, cuando es insoportable, llega a enfermar e incluso a matar. Lo he comprobado cercano a mí.
ResponderEliminarTe mando un abrazo.
Uf, lamento que haya sucedido algo parecido en alguna persona cercana.
EliminarPero esto es cuento, puro cuento, como digo. Un relato es una manera de vivir hechos sin haberlos vivido, ampliar nuestras experiencias, aunque, como en este caso, sea demasiado cruel.
Un abrazo, Malena.
Dios....qué autoflagelación! Cuando el dolor es muy grande y viene cargado de culpa no hay punto de comparación. Desquiciarse es poco...
ResponderEliminarEl relato muy bien hecho, refleja tantos casos parecidos, o sea al pequeño bajo las ruedas del coche de su propio padre, no tanto lo del frasco de alcohol.
Te he visto Humberto en la foto que puso el amigo Arturo, fue un gustazo verte, y me parece que respiras sencillez y nobleza.
Un abrazo de martes.
Muchas gracias, Genessis, me hiciste sonreír en un momento que venía serio contestando comentarios.
EliminarPiensa que Arturo es muy bueno, a veces exagera con sus descripciones.
Muchas gracias por estar siempre.
Humberto aka Bladerunner!! Que sigan los cuentos "in your face" Abrazo grande!!
ResponderEliminarSon mis 'hijos bobos', Ato, van a ver la luz, ¿por qué censurarlos?
EliminarY ni te cuento cuando lleguen los censurados por amorosientos, este blog se va a volver una novela de 4ta.
Un abrazo.
Hijos bobos con IQ de 160 - I don't fucking think so! Ahora con los "mushy" veremos. Abrazo!
EliminarCheesy and corny ;)
EliminarCoto pero duro, Hombewro
ResponderEliminarUn día voy a comenzar a escribir sobre historias que fui recogiendo en mi profesión 'oficial', éste les va a parecer La bella durmiente.
EliminarGracias, Manuel.
wow...puro ardor por donde se lo vea.
ResponderEliminarLa mente!!!!
Arde demasiado, ¿no?
EliminarLa mente y sus fantasías, Magah, cuánto hay para decir.
Besos.
El gran entidades, un mago del pincel.
ResponderEliminarUn abrazo!
Es así, Juanlu, Entintades, al igual que tú, son una fuente inagotable de inspiración para los que escribimos, nunca voy a cansarme de agradecer que existan.
EliminarUn abrazo.
Manma mía, me da que pensar en como sería esa pintura
ResponderEliminarque te inspiró tan tétrico poema.
Admiro tu fantasía
Un beso
Es como la ves en la entrada, Marisa, exactamente ésa que ilustra el relato.
EliminarMuchas gracias por el comentario.
Un abrazo.
La culpa nos hunde y nos aniquila. Tú serías culpable si no hubiera mediado el arrepentimiento y publicación.
ResponderEliminarUn abrazo
Sabes que yo pensé algo parecido, me pasa desde hace un tiempo, cuando sesgo una entrada porque me parece demasiado así o demasiado asá, luego siento culpa. Y no hay nada peor que sentir culpa.
EliminarUn abrazo y muchas gracias, Francisco.
Espeluznante. Por el arrepentido. Por el hijo. Por la culpa. Por el desvarío y por tipejo que no supo para qué coño están los retrovisores.
ResponderEliminarBañera de fina loza, al fin
Un abrazo, Humberto
Eso, ¿para qué mierda tienen los retrovisores algunos, creerán que es un adorno?
EliminarFina loza para llorar sobre ella.
Un abrazo, Pilar.
Querido Humberto, aunque el dolor y la culpa sean destructivos, son parte de nuestras vidas, y retratarlos en un texto breve al que no le sobran ni faltan palabras, es todo un logro. Duro, pero real. Hoy voy a escribir más, porque temo que te me vayas pronto para "Las Europas" y no llegue a tiempo para agradecerte tu presencia en mis Blogs, desde el tiempo en que nos conocimos y, por ello, renovar nuestra amistad por todo el año 2013, aunque yo, debido a estos cinco hijos extras que tengo (Blogs), no sea tan cumplidora como vos. Con mis mejores deseos de un mejor año, y de que pases feliz estas fiestas navideñas, te saludo con un fuerte, fraternal y perfumado abrazo.
ResponderEliminarMuchas gracias por tus palabras, Zuni. Yo creo que sí has estado mucho en mi blog.
EliminarEl domingo ya viajo a Europa, pero me llevo la máquina, así que, si dios quiere, voy a seguir escribiendo y en contacto.
Renuevo también la amistad, para el 2013 y muchos años más.
Un beso enorme y, otra vez, muchas gracias.
le pasa por idiota... por cabrón e imbécil... la tortura es poca... mejor que se tire al tren!!!
ResponderEliminarTirarse bajo el tren es demasiado fácil, él bien lo sabe...
EliminarUn beso.
Qué horror. Vi la pagina de entidades, wow... que imaginación la de esa mente. Y por supuesto, pienso en lo que uno siente cuando se para frente a un cuadro y cada quien le da una interpretación diferente.
ResponderEliminarTu imaginación ha sido genial. debe ser horrible para un padre que le suceda eso.
Bueno, te dejo un fuerte abrazo.
Carlos
Entintades es un genio, ¿quién puede no inspirarse en una obra tan sugestiva?
EliminarTe dejo un fuerte abrazo, Carlos y muchas gracias por estar siempre.
Muy tangible se hace la fantasía. Esa que tenes en tu mente...
ResponderEliminarIgual fantasía la de ese hombre, digo, por qué ir por la vuelta. Se ve que no quería quemarse únicamente.
Tu profesión oficial podría disparar relatos más crudos? Caray.
¿Qué si podría disparar relatos más crudos? Uf, no podrías imaginarlos, tendría que colocar 'advertencia de contenido' si me decidiera a escribirlos, pero hay algo que se llama 'secreto profesional' y es el límite donde llega mi decir.
EliminarUn abrazo, Dana.
Un puntapié en el mentón, Humberto!!!
ResponderEliminarPero que bien transmites sensaciones, tu blog es un paseo por los diferentes sentimiento.
Te felicito querido amigo!!
Sabri
Bueno, ahí estoy contigo, ésa es una de las cosas que más me gustan de este blog, no es de amor, no es de horror, no es de ciencia ficción... es un poquito de todo.
EliminarUn beso, Sabri.
Ay, Ay, Ay... no se me ocurre nada más que decir. Borrar un dolor con más dolor, es terrible.
ResponderEliminarY qué decir de Entintades, que es un genio de las acuarelas.
Un abrazo.
Es basante difícil decir algo más, Sara. Borrar dolor con dolor es una estrategia que se adecua muy bien con el personaje.
EliminarUn genio, es así.
Un beso enorme, Sara.
Ésta variedad de persona que comete imbecilidades de éste nvel y luego se quiere castigar como si tal cosa elimináse el daño me resulta detestable. Cualquiera que maneje debe ser conciente que es un privilegio del cual dependen vidas, y éste encima arriesga a los de su propia casa echando reversa sin ver. Enfurece, francamente.
ResponderEliminarHay muchas sensaciones mezcladas en este relato, Carlos, yo mismo no podría discriminarlas, es como un paquete de sensaciones horribles.
EliminarUn fuerte abrazo, amigo.
Qué decir, ¿cómo corregir el pasado con acciones futuras? Quizás sólo acabando la memoria y no otras rutas no cerebrales. ¡Un abrazo! F:
ResponderEliminarLa mente humana intenta defenderse con los más extraños mecanismos, es bastante extraña, ¿no?
EliminarUn abrazo, F.
Eres muy bueno en lo que haces, Humberto, tienes un blog que se destaca de los demás, con todo respeto.
ResponderEliminarLe dejo un abrazo.
Vilma.
Hay otros muy buenos también, Vilma, pero te agradezco esta fantasía de afecto.
EliminarUn abrazo.
Cincido con Vilma, ampliamente!
EliminarNo sé lo que es 'cincido' pero también coincido ;)
EliminarMerde! Me gustó muchísimo la ilustración (gracias x el dato del blog) El texto se ensambla perfectamente con la imagen. Cuando describiste el lugar y la flagelación imaginé mucho rojo y blanco.
ResponderEliminarY la nada absoluta. Porque no debe alcanzar NADA para detener el horror y la desesperación. De eso se trata, de buscar algo bien horroroso y sin embargo no poder equiparar la desesperación y la culpa. Porque el tema no es matarse, el tema es PAGAR.
"Think small" decía uno de los mejores avisos de Volkswagen.
En este caso, breve y certero.
Congrats, milord!
Kisses 4U!!! :)
No querría yo estar en la piel de ese hombre, atormentado por esa atmósfera de rojos, negros y blancos, y esa horrible sensación de que nada de lo que haga le devolverá la vida anterior.
EliminarThanks a lot, my BeeBee.
Kisses.
Apaciguar un dolor con otro no creo que le devuelva la vida a su hijo. Quizás le sirva para la próxima vez que use el coche.
ResponderEliminarUn abrazo.
Yo no creo que vuelva a usarlo, pero no sé, es una opinión.
EliminarUn abrazo, José Manuel.
La verdad es que no me alcanza la cabeza para imaginar lo que debe pasarle a ese padre pero fue muy irresponsable.
ResponderEliminarUn beso, maestro.
Yo sí... bueno, apenas lo imagino.
EliminarUn beso, Lula.
Es un relato perfecto para ese dibujo, te felicito. Y te aconsejo que lo dejes solo en fantasía, escuece un montón (me han dicho jajaja). ;-)
ResponderEliminarUn abrazo (y mantenme informado).
Quedará en la fantasía, X, no lo dudes. Por cierto, creo que si no fuera mortal hacer eso, estaría muy cerca, pues los daños internos serían muy graves.
EliminarTe mantengo informado, seguro.
Un fuerte abrazo.
No sabría responderte cómo o por qué ese dibujo me inspiró el relato. Considero que son cosas que están en mi fantasía, pero, ¿sabes?, a diferencia de lo que suele creer mucha gente, el arte no muestra nuestro 'interior', sino la manera en que nuestro 'interior' intenta quitarse de encima unos cuantos fantasmas que pueden perturbarlo.
ResponderEliminarEn relación con el relato, agregar algo más a lo que ya dices, sería manchar tu excelente interpretación.
Un beso enorme.
Me hizo torcer la cara, MUY duro!
ResponderEliminarAhora visito a tu amgo.
Abrazos de Nico del FB
¿Y para qué lado la torciste? ;)
EliminarUn abrazo, y sí, visítalo que es MUY bueno.
Abrazos.
En su simpleza esta la trama y lo complejo. Humberto Dib te felicito, gracias por tu especial forma de escribir.
ResponderEliminarDefinitivamente no habría más cruel castigo que el de quedarse vivo,¿Te imaginas entrar en su cuerpo una sola noche?...
De todas formas,el tortuoso relato inicial es un martirio muy bien logrado ,yo nunca hubiera podido encontrar palabras justas que se amoldaran a tal sentimiento y situación.
Ensalzo y aplaudo tus textos desechados... Excelente decisión.
Quiero leer más!Saludos.
Muchas gracias, Paola, eres muy amable con tus palabras. Y las considero doblemente valiosas, pues esta clase de relatos no son los que más gustan aquí. No es que critique a nadie, tal vez se trate de una forma de defenderse, rechazando lo cruel... aunque tenga las ínfulas de considerarse una forma de arte.
EliminarUn fuerte abrazo.
Es verdad, valiente aquel que se atreva a escribir de esta forma para una sociedad conservadora.
EliminarMe sumergiste a un mundo para mí desconocido, a medida que transcurría el relato me causaba escalofríos y en el desenlacé, por un instante un agudo y fugaz dolor entristecedor se apodero de mí por completo.
No hay que limitar las palabras sólo a lo que la aldea desea leer o considera moralmente aceptable. Gran desafío se presenta: innovar, confiar en nuestras capacidades, y sobre todo no quedarse en la charlatanería literaria, no es ese nuestro plan, más bien, crear nueva literatura, nuevos ojos lectores… Nuestra sociedad necesita pensar…
La literatura se escribe en base a lo que se percibe, no por nada salió este visceral y morboso relato, hasta la misma imagen ¿Qué paso por la mente de aquel pintor?
Una sociedad demasiado hipócrita, si no se acepta esto como literatura… Lamentablemente ya no podemos hablar del Romanticismo que traducía en su obra Emily Brontë, nuestro contexto ya no es el mismo.Saludos
Es muy alentador saber que hay personas que piensan así, Paola, aunque sabes que ser 'innovador' es bastante ingrato, en fin, muchas gracias otra vez.
EliminarHumberto no veo el post anterior donde te deje un comentario,
ResponderEliminaralgun problema??
No, Ricardo, ningún problema, la entrada anterior era sólo una justificación para avisar a los amigos españoles que iba a su patria, el relato se fue al galpón de la memoria, digamos.
EliminarLeí tu comentario y lo agradezco mucho, en estos días paso a visitarte.
Un fuerte abrazo.
Hola Humberto!!!!
ResponderEliminarEs terrible tu historia, la pena es que creo que alguna vez ha sucedido de verdad y el dolor de atropellar a su propio hijo no tiene comparación con nada, de todas formas, uf...!!!
Eres enorme, lo sabías??? el dibujo te inspiró el relato??, es muy bueno, el dibujo y tú!!!!
Un enorme abrazo, querido amigo!!!!
PD.He visto las fotografías de vuestra reunión bloguera, qué placer conocer personalmente a quienes durante tanto tiempo han simpatizado a través de los blogs!
Es así, una historia que NADIE querría vivir.
EliminarEl dibujo me inspiró este relato, de hecho hay varios más escritos inspirados en Entintades, los iré subiendo con tiempo.
Es cierto, hubo una reunión muy linda aquí, me sorprendiste.
Un beso enorme.
No se yo si la tortura física elegida superara a la emocional
ResponderEliminarDuro muy duro
Un besote
No creo, no hay forma de equiparar el sufrimiento emocional.
EliminarUn beso, amiga.
¡Qué fuerrrrrrte!, por favor, ¡Qué fuerte!
ResponderEliminarPerdón... no sé qué decirte.
EliminarAbrazos.
Creo que fue un accidente. Bien fuerte el relato. Feliz Martes
ResponderEliminarMuchas gracias, Soledad... más que nada por lo de 'Feliz martes' ;)
EliminarUn beso.
HUMBERTO QUE LIBRE SOS PARA ESCRIBIR, ME PARTE VENIR Y LEER SOBRE CUALQUIER COSA SIN VASELINA, SIN AUTOCENSURA SIN QUERER QUEDAR BIEN CON NADIE.
ResponderEliminarGROSO, AMIGO, MUY GROSO
ABRAZOS DESDE CÓRDOBA LA DOCTA
En este blog desde hace rato ya no se hacen números, Christian, me da igual que dejen 10 comentarios o 1000, cada uno es libre de hacer lo que desea, eso me encanta, ¿a qué negarlo?
EliminarUn abrazo fuerte.
Hace poco, el enfado de un hombre para con su esposa por los motivos de siempre, hizo que saliera molesto, en la cochera, al dar marcha atrás a su auto atropelló a su pequeña de siete años, ahora lo ves destrozado, como un fantasma, su machismo y autoritarismo se han esfumado, aún así, lo que veo en él es un dolor muy profundo que se siente terrible, creo que el peor castigo no es el intentar lastimar su cuerpo, es el quedar vivo, culparse y recordar cada día el mismo hecho lamentable.
ResponderEliminarComo siempre es un placer leerte Humberto
Besos
Un amigo me decía que para encontrar argumentos para escribir bastaba con abrir el periódico. Nunca lo tomé como un método que me atrajera, pero debo reconocer que lo que uno crea se recrea en la realidad... o al revés, da lo mismo.
EliminarMuchas gracias, Ame, un beso.
Espectacular Dib! Me dejaste con una sola palabra. MIERDA
ResponderEliminarAbrazo
¡Qué maleducado, Lalo!
EliminarAbrazos.
Desgraciadamente eso pasa, pasa más a menudo de lo que pensamos, lo de atropellar al hijo, quiero decir. Pero donde no hay solución ¿qué hace que repartamos más sufrimiento? estupidez humana...
ResponderEliminarUna reflexión que comparto, Francesca, especialmente la parte que habla de la estupidez humana.
EliminarUn abrazo.
Sorprendente. No estoy esperando ese escenario.
ResponderEliminarTodos los buenos pensamientos de Rumania, Humberto!
Ni yo lo esperaba, Cristian...
EliminarUn fuerte abrazo.
Gracias. Esta interacción literaria es una alegría para mí. Le deseo un gran año con la familia. Y un montón de inspiración!
EliminarMuchas gracias, Cristian, luego paso por tu blog para saludarte como corresponde.
EliminarBah! ni que lo hubiese dejado herido. Apenas lo mató.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hay ciertas secuelas que son peores que la muerte, ahí coincido con Sarco.
EliminarAbrazos.
Esta vez prefiero la imagen.
ResponderEliminarUn abrazo
Y haces bien, los escritos son una m... yo los aguanto porque no tengo salida ;)
EliminarUn abrazo.
¿Sabes? tienes mucha razón. La mejor fuente de inspiración proviene de la pura realidad, esa que se refleja en los noticieros de cada día, porque cuando pensamos que hemos visto de todo, o que hemos contemplado la peor cara de la vida, ésta nos sorprende con un hecho retorcido, doloroso, extraño, o simplemente escandaloso, que refuerza la teoría de que la realidad supera la ficción.
ResponderEliminarNo creo que haya nada más terrible en la vida que perder a un hijo, bueno sí, matarlo sin dolo (sin querer). Un abrazo, como siempre que entro por aquí, me voy satisfecha.
Me alegra que te vayas satisfecha, principalmente frente a un texto como éste, que causa un natural rechazo.
EliminarEs así, la vida real siempre supera al mejor ficcionista.
Un fuerte abrazo.
Hay dolores insuperables y me cuesta imaginar que alguno pueda mitigar una pérdida de semejante calibre.
ResponderEliminarTal vez metererse alcohol por el c...
EliminarGracias, Pepe.
ResponderEliminarDescribes una acción y enfatizas un sentimiento difícil de sobrellevar, la culpa. Aunque tus personajes rara vez tengan nombre o una descripción más detallada, logras que irradien un mundo de psicología intensa en el que nos adentramos durante la lectura para captar cada uno de los por qué, cómo y todas esas preguntas que nos podemos hacer cuando una persona, —o personaje en este caso— logra atrapar nuestra atención. Quizá en este texto lo que pueda llamar más la atención es lo obvio, —“padre con sentimiento de culpa decide fustigarse para aplacar el dolor interno”—, o ya alguna mente más moralista sólo logre visualizar el acto en sí, (dolor, ano, dolor, ano). A mí me dejas pensando en ese hombre-personaje, cómo fue que optó su mente por el castigo físico, hacia dónde viajaba su mente en ese momento en que se perdió como padre, como hombre, autodestruyéndose en una singular escena en la que la loza pudo sentirla más fría que nunca, transformándose el blanco en rojo.
A mí ya sabes que me encanta leerte sin tapujos, ya te lo he dicho más de un par de veces, mis ojos y mi corazón agradecen la honestidad de tus escritos.
Decir que el dibujo es fantástico, pude echar un vistazo a la web y sin duda hay mucho objeto de inspiración para un relato; el caer de las líneas y de los cuerpos, los difuminados sutiles y el uso de los colores son muy buenos. Gracias por poner el enlace.
Querido Hum, como siempre tienes mi respeto y admiración, pero sobretodo mi cariño y un enorme abrazo que te dejo aquí.
Cuídate.
Creo haberlo dicho, pero cuando alguien desgrana los elementos con los que fui armando el relato, me fascina. Me hace sentir que la elección de las palabras, o de la escena, o del registro lingüístico, fue acertada: alguien entendió el mecanismo, aunque desde afuera parezca una simple instántanea horrorosa.
EliminarAcepto con gusto ese cariño.
Un beso enorme.
Me consta el trabajo que hay detrás, Humberto, y es por ello que admiro más si cabe cuando el acabado parece tan natural, como el que pela una pipa y echa la cáscara con total parsimonia al suelo.
EliminarLos personajes de la literatura son un mundo, cada uno de ellos, implicarte en una historia sin saborear cada uno de los detalles es imposible, o al menos por el respeto que nos causa, intolerable.
Eres un escritor fuerte de ideas y conceptos, incluso a veces nos dejas vislumbrar tu sensibilidad. Hay que ser metódico pero siempre libre a la hora de escribir, y eso bien lo sabes tú.
Gracias por la visita, igualmente yo regresaré acá siempre ;).
Otro beso para tí.
Y... ¡muchas gracias!
EliminarEl dolor interior es tan corrosivo!! tremendo relato Humberto, quede pa´dentro, como dicen en mi país, un abrazo,
ResponderEliminarCuando lo escribí también me pasó lo mismo, pero luego las correcciones van desgastando la sensación primera.
EliminarUn fuerte abrazo.
Excesivamente dramático.
ResponderEliminarUn abrazo, amigo
Posiblemente, Antotelo, pero algo me pide que lo diga.
EliminarUn abrazo.
Horror completa!
ResponderEliminarTotal y absoluto...
EliminarGracias, Manouche.
Uff!! me quedé sin aliento, este me iba faltando a medida que iba leyendo pero ya con el final, me mataste. Tremendo relato y bendita imaginación la tuya, que nunca te falte, porque con pocas palabras, me has dejado muerta.
ResponderEliminarComo madre puedo sentir el dolor de la pérdida, es inerrable.
Ten un buen viaje, que he leído que te vienes hacia aquí, a pasar un poco de frío, diría yo jeje
Besitos azules a manos llenas Humberto, muasssss
Es asì, Kanet, voy a estar unos días por allí, con frío y alegría.
EliminarMuchas gracias por la descripción de sensaciones, me llegó.
Besos enormes.
Pues a pesar del dolor físico que tiene que ser insuflarse alcohol en las tripas, no hay peor dolor que la conciencia intranquila y la culpa arrastrada por un suceso así.
ResponderEliminarTodo un mazazo para el padre y para nosotros, los lectores.
Un abrazo de Mos desde la orilla de las palabras.
PD: Sigue en pie el intentar poder saludarte por Madrid. Te mandaré otro mail.
Mos.
Un mazazo que no deja insensible a quien lo escribió, Mos.
EliminarEspero mail, claro que Madrid puede encontrarnos.
Un fuerte abrazo.
Demasiado cruel. No soporto la violencia aunque sea con uno mismo.
ResponderEliminarAunque admito que está muy relatado.
Un abrazo
Bueno, Katy, entonces que valga el cómo y que el qué se vaya al demonio ;)
EliminarUn abrazo.
Me parece una idea estupenda la que apuntas.
ResponderEliminarSobre el corto, que quieres que te diga; aterrador lo uno y estremecedor lo otro, o viceversa.
Por si no pasas para la respuesta a tu comentario, dado el tajo que tienes, quiero darte las gracias por la paciencia con mi cuento.
Salu2.
No tienes nada que agradecer, Alfredo, lo disfruté mucho y me encantan los relatos largos: ¡los cuentos, qué embromar!
EliminarUn abrazo.
No es fácil escribir con tan pocas palabras algo así, eres bueno Hum..!!!! La sensación no se puede describir con palabras, tendría que haberte hecho foto de mi gesto. Un abrazo GRANDE!!!
ResponderEliminarMe habría encantado, una foto de lo que produce un escrito sería algo mágico para los que escribimos.
EliminarUn fuerte abrazo.
Tú creas magia...
EliminarMuchas gracias, Raque.
EliminarHola Humberto.
ResponderEliminarTu cabeza si que es un hervidero de imaginación, alucino con tus escalofriantes y magníficos relatos.
Espantoso final, pero me da la impresión, de que a pesar de lo elaborada de su decisión, (demasiado tiempo pensando) la culpabilidad de este hombre, tuvo que ser infinita.
La verdad que a veces en la vida real…también escuchamos historias que te hacen temblar.
Tus finales son de impacto, y dignos de admiración.
Me he pasado por el blog de Entintades, y sus dibujos me parecen originales en extremo nada me extraña, que te inspires en ellos.
Te deseo un felicísimo viaje…y quien sabe, hasta podríamos verte por aquí…¿verdad? A un café, seguro que te invito jajaja.
Besotes amigo, y disfruta mucho.
Me encantaría, Lore, pero no te has comunicado hasta ahora...
EliminarHagamos así: si ves a un tío con cara de árabe, coleta y barba candado un poco canosa, ése soy yo... y me invitas un café.
Muchas gracias por estar siempre.
No te quepa duda de que te reconocería, segurísimo.y siento tanto no poder conocerte...a Madrid, no podré ir, pero si vienes al Norte...lo intento, seguro.
EliminarVoy al norte, a Gijón seguro, pero no sé dónde vives tú.
EliminarMe hospedo justo al otro lado de ese norte...llamado Pais Vasco.
EliminarSi te llegas, esperaré tu correo.
Hecho, un beso...
EliminarAunque me cueste encajar la imagen, el escenario y la escena, creo que has sabido plasmar de forma muy acertada la carga emocional de la culpa y no elaboración del duelo, Sr. Dib.
ResponderEliminarUn micro profundamente oscuro y doloroso.
Un abrazo,
Es que la conexión con la imagen es lo más personal, seguramente a otro le habría producido otro efecto y, por lo mismo, otro relato.
EliminarMuchas gracias por tu comentario, Pedro.
No aceptar las cosas es de lo peor. La mente es nuestro peor enemigo, si la dejamos, nos esclaviza hasta límites insospechados.
ResponderEliminarBesos Hum.
¿Quién no es esclavo de su propia mente?
EliminarYo sí lo soy, lo confieso abiertamente, pero no sé si al punto de cometer semejantes actos.
Un besazo, Ion.
Esos dolores son inmensos Humberto,pero tu lo cuentas todo de tal manera que nos haces sonreir.
ResponderEliminarbesos, me alegro de releerte.
Muchas gracias, Amapola, eres siempre muy amable, ¿lo sabías?
EliminarUn beso enorme.
Qué duro Humberto! Pareciera que no hay solución posible a un dolor así Un abrazo
ResponderEliminarProbablemente haya una solución, pero ¿cómo llegar a ella?
EliminarUn fuerte abrazo.
Así vi morir a mi perrita Lía, en una marcha atrás de coche. Si por un animal se siente dolor, ¿cómo sería una persona tan cercana? Horrible. Un cuento fuerte, que lamentablemente puede ser cierto. Eres genial. Como siempre. Te admiro.
ResponderEliminarMuchas gracias, Julie.
EliminarEs una pena lo que me cuentas, pero la vida tiene estas vueltas horribles.
Un beso enorme.
Un terrible final y un doloroso proceso de aceptación de unos hechos que no tienen vuelta atrás. Cargar con una culpa de este calibre es un no vivir.
ResponderEliminarUn relato duro y gris.
Recibe mis saludos.
Anna J R
Recibidos tu saludos, Anna, muchas gracias.
EliminarTe debo una visita... Bueno, ¡debo tantas!
Un fuerte abrazo.
Humberto,
ResponderEliminarHas hecho bien en reciclar tus antiguos realato. Éste es muy bueno.
Es duro, pero sabes que, yo, desde otro prisma, también escribo oscuridades y me gustó mucho.
Saludos, Ann@
No podemos escapar a las oscuridades porque no gusten o porque queramos mostrarnos iluminados, yo tengo una vida hermosa y sin embargo, me encanta escribir textos duros.
EliminarUn saludo, Anna.
Hay dolores que no se superan con ningún otro dolor, ni siquiera con el más doloroso de los dolores, es que el dolor del alma no tiene cura que lo mitigue
ResponderEliminarGrandioso relato, muy buena idea esto de darle una oportunidad, muchas veces lo que guardamos forma parte de lo mejor, como este es el caso.
Un abrazo.
Muchas gracias por el aliento, Mónica, lo guardé (censuré tal vez) porque me parecía un golpe bajo, pero algo me instó a subirlo.
EliminarUn abrazo.
El dolor fìsico no tendrà nada que ver con el dolor por la pèrdida de un hijo. En un micro muy fuerte.
ResponderEliminarun abrazo
fus
Cuando el dolor aprieta, no sabemos si viene de adentro de afuera, es entendible que el hombre no sepa cómo sobrellevarlo.
EliminarBueno... es una opinión.
Un abrazo, Paco.
Muy duro lo que planteas, pero veo gratuito el método de atormentarse
ResponderEliminarHace lo que puede, creo, pero no quiero justificar a un personaje, lejos de mí.
EliminarUn abrazo.
Alguna vez comenté con mis hijos que como madre pensaba que no habria dolor más tremendo que el de que se desaperciera un hijo, ni siquiera el dolor de la misma muerte, porque cuando está muerto ya sabemos como y donde está, mientras que cuando está desaparecido las fantasias de las cosas que podrian estar sucediendole no las podria soportar. Después de leer tu micro creo que esta muerte se suma tristemente a mi lista de situaciones intolerables y terrorificas.
ResponderEliminarBuen micro, te pone a pensar...
Muchas gracias por tu comentario, Marcela, tu opinión me hizo pensar también, la palabra 'desaparecido' siempre suena dura, no se puede evitar.
EliminarMuchas gracias por estar.
Dib:
ResponderEliminarDemasiado surrealista el método para torturarse. Un suicidio normal y corriente, lo hubiese entendido, pero esto no. De todos modos, es impactante, desde luego. Al principio parecía un cuento sadomaso, pero no...
Salu2 con alcohol de beber :)
Diego, un suicidio normal y corriente creo que le sabía a poco, necesitaba torturarse más.
EliminarUn abrazo con alcohol de beber, pero del bueno.
luego de la negligencia de atropellar a su propio hijo, decide torturarse inútilmente. se nota a leguas que el raciocinio de sus actos no es su fuerte.
ResponderEliminarun abrazo.
Una mala decisión tras otra, dónde terminará puedo imaginarlo.
EliminarUn abrazo.
Oh dios!! Que tal relato!! Le hubiera agregado aji a la mezcla!!!
ResponderEliminarEl ají hubiera sido un bálsamo...
EliminarAbrazos.
No te pasa, Dib, que a veces escribís algo y decís Mierda! Las cosas que me salen. A mí me pasa y después me quedo rumiando en qué carajo le pasará a mis neuronitas para escribir eso.
ResponderEliminarSaludos van
Tal vez a causa de una deformación profesional, no me pasa, después de muchos años de práctica en salud mental y de análisis, puedo darme la libertad de escribir sin sentir que estoy pirado o que dentro de mí habita un ser monstruoso. Tengo bastante claro (creo) qué es la fantasía y sus 'ilimitaciones' y qué es la realidad con sus márgenes socialmente bien delimitados.
EliminarSí me pasa de leer textos y decir '¿esto escribí yo, cómo lo hice?'. Por lo bueno o por lo malo.
Un beso, Sandra.
Si ya de por si es bastante traumático y antinatural sobrevivir a los hijos, no me imagino lo que debe de sentirse cuando esto sucede...
ResponderEliminarEn cuanto a estas locuras que uno escribe, es ficciòn e imaginaciòn!! Y de la buena!
Abrazos!
Etienne: si todos los que intentamos hacer arte dejáramos en libertad esa imaginación, sería maravilloso. Yo no puedo arrojar la primera piedra, sé que muchas veces no subo un texto porque me parece demasiado duro o demasiado cursi o demasiado demasiado.
EliminarAbrazos, amigo.
Humberto imagino que tu profesión tiene que ver con este tormento, dado que es inimaginable tal tortura, en primer momento imaginé sado masoquismo pero el final confieso que me dolió.
ResponderEliminarMe sorprendió la crueldad del relato, Admirable.
Un abrazo amigo y feliz viaje.
Muchas gracias, Moli, fue sólo dejar volar una idea que se me ocurrió en el... baño ;)
EliminarEn serio, ¡eh!
Un abrazo.
Hmberto..." La vuelta "
ResponderEliminarSe de varios casos como este, nosè si està mal lo que pienso, pero en todos los casos han sido los papàs que no han tenido la prevenciòn de fijarse donde esta su hijo al llegar o salir con su auto, las mamàs son màs precavidas...no hay que perderlos de vista ni un minuto cuando son pequeños.
¡¡¡ terrible !!!
un beso
Las mujeres tienen un algo que las hace más precavidas, es cierto, no quiero decir instinto porque no me gusta esa palabra, pero en muchas ocasiones, nosotros somos descuidados. De todas formas, éste es un caso extremo.
EliminarUn beso, Doris.
El hombre tenia cara-culo
ResponderEliminarme explico, el relato equivoca orificio ( boca -culo) y es espelucnante
A nadie, le chocaria que el hombre bebiese litros de alcohol para expiar la culpa
El "desplazamiento" abruma.
Un abrazo
Una inversión del tracto...
EliminarMuy bien, amigo, nadie detectó ese detalle.
Invisible, pero mente al fin.
Un abrazo.
Dicen que si te duele una uña, la forma más certera de que te deje de doler, es cortarte el dedo. Eso provocará que la uña, con un 100% de efectividad, te deje de doler.
ResponderEliminarEs así, un método extremista, pero efectivo.
EliminarUn abrazo.
No hay forma de purgar esa culpa...Un abrazo.
ResponderEliminarLa verdad, habría que estar en su lugar... No, mejor no.
EliminarUn abrazo.
tiempo de niños muertos... o no...
ResponderEliminarMe hiciste recordar un libro de Martin Amis.
EliminarUn abrazo.
Hola, estás invitado al nuevo reto del blog Acompáñame.
ResponderEliminarSe trata del Reto 3, el Cuento de Navidad.
Si deseas participar, infórmate aquí:
http://podemos-juntos.blogspot.com.es/2012/12/reto-3-cuento-navideno.html
Un abrazo.
Muchas gracias por la invitación, no sé si tenga tiempo para participar, pero te prometo que voy a interiorizarme.
EliminarUn abrazo.
Este es un relato que leo porque eres tú, cuando veo que viene muy oscuro no puedo seguir, pero te digo que me sorprendiste en la frase final cuando ya no podía escapar.
ResponderEliminarIgual está muy bueno. Un abrazo
Eh... bueno, te pido disculpas, es otro caso de giro final no tan sorpresivo ;)
EliminarBesos.
Un shot in the cul, maestro!!
ResponderEliminarUn abrazo y felicidades si no te veo.
Vicky
Y, no creo que nos veamos, Vicky, son como 400 km de diferencia.
EliminarMuchas gracias y te mando un mail.
Besos.
Uf, me parece durísimo: culpa, autocastigo... una escena escabrosa... Decididamente agitas la conciencia del lector. Hoy ibas directamente al descabelle.
ResponderEliminarAbrazos
Hoy sin anestesia, es verdad.
EliminarUn beso, Susana.
Terrible y doloroso de verdad.
ResponderEliminarLa pérdida de un hijo es algo cruel y más si es de una manera tan horrible.
Espeluznante relato con una historia que, desgraciadamente, ha ocurrido algunas veces en la realidad.
Un beso, Humberto.
Una historia de esas que nadie querría vivir... creo que ni siquiera leer, no sé.
EliminarUn beso, Amalia.
Yo tengo una amiga,que le dijo ha su madre: no te muevas que boy ha sacar el coche , la mujer se movio,y en marcha atrs, le dio un golpe,con tan mala fortuna que l señora se dio en la cabeza,contra el borde de la hacera.
ResponderEliminarYo creo que cuando se s capz de hacer lo que nuestro protagonista:es porque le falta fuerza interior,ho espiritual,pero no lo juzgo,puesto que con estos dramas nos salen nuestras devilidades, un abrazo
Nuestras debilidades suelen aparecer en esos momentos de mayor dolor, no se puede juzgar a una persona real, es verdad, menos a un personaje.
EliminarUn abrazo, Julio, y muchas gracias.
Y digo yo ¿por qué no se suicida directamente? No creo que la tortura le sirviese de alivio.
ResponderEliminarLa mente humana, Lynn, es bastante compleja, a veces intenta apaciguar el dolor de un orden con dolor de otro orden.
EliminarViste, como esos que miden el amor a través del tiempo que están con una persona.
Un beso.
No le van a alcanzar las botellas de alcohol para toda su vida !
ResponderEliminarbss
Es lo que yo pienso.
EliminarUn beso.
Muito bom e chocante ao mesmo tempo. Gostei deste blogue. Vim para ficar. :)
ResponderEliminarValeu mesmo, Sr. Matumbo.
EliminarUm abraço.
Un gran relato, Humberto, muy extremo y de extremos
ResponderEliminarBesos
Me gusto eso de 'extremo y de extremos'.
EliminarUn beso y gracias.
El final es un mazazo en la cabeza, te pone los pelos de punta.
ResponderEliminarMuy bien logrado Humberto !
Un abrazo
Muchas gracias por el comentario, Rex.
EliminarUn fuerte abrazo.
Muy duro Humberto, pero que bien escribes amigo!
ResponderEliminarBesos
Muchas gracias por tus palabras, Luciana.
EliminarUn beso.
Hombre, hace unos días escuche una historia parecida y no me la podía creer. La realidad supera la fantasía? No es al revés.
ResponderEliminarUn abrazo.
Realidad, fantasía, ¿hay diferencia?
EliminarYo creo que no tanta.
Un abrazo, Pedro.