Se encuentra en el Centrum de Ámsterdam, en el cruce entre la Kerkstraat y el río Amstel, es un estrecho puente peatonal que cuenta una historia. Exactamente así como lo afirmo: un puente que cuenta su historia a todos los que lo atraviesan. Con un arrullador golpeteo de olas de fondo, una voz masculina relata que dos hermanas ancianas que vivían en las márgenes opuestas del río tuvieron que hacerlo construir para poder visitarse con mayor asiduidad, ya que -por serios problemas de salud- no conseguían caminar todo el recorrido hasta los otros dos cruces que había a demasiados metros del lugar.
Me quedé escuchando la leyenda por mucho tiempo, se repetía -alternadamente- en holandés y en inglés, pero cada vez que la oía me parecía la primera. En fin... quizás toda esta perorata de un puente que cuenta su biografía haya sido una fantasía creada por el Hash Pop que acababa de comer (es un caramelo, qué embromar, acá está permitido), pero a eso que habita en mí y que intenta escribir cosas bellas, es probable que -esta vez- se le haya escapado un retazo de Verdad.
Estimados amigos:
ResponderEliminarMuchas gracias por los comentarios para ‘Rebajas’.
Les dejo un fuerte abrazo y mi eterno afecto por el apoyo que le dan a este blog.
Humberto.
Una bella historia
ResponderEliminarque toca el corazón,
un saludo
Muchas gracias, MTeresa.
EliminarUn abrazo y muchas gracias.
DEFINITIVAMENTE, TODAS LAS HISTORIAS SON MUY INTERESANTES. GRACIAS POR COMPARTIR.
ResponderEliminarUN ABRAZO
Un gran halago, ReltiH, muchas gracias.
EliminarUn abrazo.
Conocia la historia por un amigo que vivó muchos años en Amsterdam y me la contó. No importa si es real o una leyenda urbana de esas que se inventa, a veces, la gente para hacer más entretenidos los lugares, lo ciaerto es que al leerla de nuevo en tu blog me ha parecido igual de entrañable que la primera vez que la oí.
ResponderEliminarBesos de gofio, viajero incansable.
La vieja misma canción, los intérpretes son los que cambian.
EliminarUn beso, Gloria, y muchas gracias.
Querido Humberto, esta vez has escrito también una cosa bella aunque tenga tintes de verdad o de leyenda.
ResponderEliminar¡Qué bien te lo estás pasando, viajero!
Un abrazo de Mos desde la orilla de las palabras.
Muchas gracias, Mos, se mezcla un poco de todo en esta corta entrada.
EliminarUn abrazo... y a seguir viajando ;)
Sabe que a coisa que eu mais sonhava era ter uma ponte com o meu nome e ser feita especialmente para mi? Que presentão!!! Não precisa de ser grande, uma como a Magere Brug e móvel. Já viu,à frente da minha casa estava sempre levantada e só baixava quando entravam os amigos. Desta maneira, tinha sempre a porta aberta porque não havia perigo de assaltos... Não? acha a ideia maluca?? Mas ofereceram uma às velhotas Margere?? Pois é no meu país é capaz de ser dificil rsrsrsrsrsrsrs
ResponderEliminarBeijinhos Humberto
Flor
P.S.: Ese caramelo tinha gosto a qué?
Se eu pudesse, contruiria uma para você... talvez já exista uma entre nós e pode ter o teu nome, sem dúvidas!
EliminarTinha gosto de hashish mesmo... êêêêêêêêê!
Beijinhos.
Como ela é móvel, uma parte tem o seu nome e a outra parte tem o meu. Está bem assim? êêêê (gostei do seu riso).
EliminarTodos los puentes cuentan historias porque se han construido para unir, para acercar y entrelazar.
ResponderEliminarNuestros pasos dejan sus huellas en esos puentes. Y tú has percibido algunos.
¡Saludos!
Muy bonita interpretación, estoy de acuerdo, los puentes unen, como éste de las palabras.
EliminarUn abrazo y gracias.
Me suena, creo que hace tiempo me la contaron, aunque no estoy segura o tal vez sea la manera como tú la cuentas que parece dotar a tu texto de ese aire de leyenda conocida.
ResponderEliminarBesitos
Hay un poco de todo en esta entrada, Elysa, leyendas, verdades, sueños... esas cosas que tanto nos gustan.
EliminarUn beso enorme.
!!Hola,Humberto!!
ResponderEliminarUna bonita leyenda,es como la vida misma,esos puentes son necesarios para conservar el cariño y la belleza de la amistad.
Me encantaría conocer Ámsterdam,tengo amistades q han estado alli y dicen q es digno de visitar.
Un post precioso.Muchísimos besitos.
Las leyendas urbanas se reciclan, se renuevan en cada 'contador', Celeste, eso me encanta.
EliminarEs una ciudad muy bonita, pero no hay que quedarse sólo con el circuito turístico.
Muchos besos y muchas gracias.
Me encantan este tipo de historias, sean verdad o mentira. Dicen que siempre hay un poso de verdad en las leyendas urbanas; luego, llega la imaginación, la poesía, la literatura en suma.
ResponderEliminarGracias por esta historia tan bonita. Nunca he estado en Ámsterdam, pero si alguna vez voy, buscaré este puente.
Un abrazo.
Búscalo, Isabel, es una de las pocas recomendaciones que doy, búscalo y quédate un tiempo escuchando la historia del puente.
EliminarUn abrazo.
Siempre existen lugares especiales, muchos hablan de seres de otro mundo(son los que yo conozco), el tuyo es bellamente enternecedor
ResponderEliminarEl amor de dos hermanas y el tratar de estar juntas, es obvio que los límites los ponemos cada uno de nosotros.
Besos y apapachos Humberto
Otros mundos, otras realidades, más o menos lo mismo, lugares que nos generan una gran incógnita. El problema es cuando el límite lo pone otro, allí se termina la Libertad.
EliminarUn beso enorme, Ame.
Si el Hash Pop es bueno, cualquier historia puede ser alucinante.
ResponderEliminarbssoss
Hasta ésta, jeje.
EliminarUn beso y gracias.
Es una historia muy bella de amor fraternal, yo tampoco me cansaría de escucharla :)
ResponderEliminarUn abrazo :3
Gracias por la empatía...
EliminarUn fuerte abrazo.
debe ser una historia real, porque en la vida estamos tirando puentes entre nosotros, por amistad, amor o solidaridad
ResponderEliminarsaludos
De alguna forma lo hacemos, Omar, y eso sí que es gratificante.
EliminarUn abrazo.
Dicen que no hay mujeres feas sino copas de menos, y yo digo que no falta imaginación, faltan caramelos.
ResponderEliminarSalud amigo Dib
Voy a llevar unos cuantos para Buenos Aires, quién te dice que suceda algo... imaginativo, al menos.
EliminarUn fuerte abrazo, James.
Cosas bellas, verdad, se te escapó? Sino ya prescribió la máxima que tenes escrita allá arriba...
ResponderEliminar"Adorable puente se ha creado entre los dos" dice Cerati, aquí entre "las dos". Linda historia contó ese que habita.
Un beso
Se me escapó, Dana, pero es sólo un jirón de verdad, nada como para preocuparse.
EliminarEl que habita a veces se sale con la suya.
Un beso y gracias.
Pues digo como otros tertulianos; sea real o ficticia, la historia es muy bonita. Más puentes tenían que haber para que la gente y la humanidad en general se comunicasen mejor.
ResponderEliminarUn abrazo Humberto.
Así de cierto, Rafa, es sólo cuestión de intentarlo, de alguna forma en muchos ámbitos lo logramos.
EliminarUn abrazo y gracias.
Me gusta, Sr. Dib. Transmite el espíritu de Ambsterdam, una ciudad para llegar y no marcharse nunca.
ResponderEliminarUn abrazo,
Muchas gracias, Pedro, me alegro de que te gustara.
EliminarUn fuerte abrazo.
Me hizo llorar no se porque, me parece que estoy sensible!
ResponderEliminarGracias por este momento de magia.
Besotes!!
No sé qué decirte... espero que sea un llanto de emoción positiva.
EliminarUn beso enorme.
Fue un llanto positivo Humber no te preocupes!
EliminarY tan bello que ha sido lo que has escrito! un abrazo
ResponderEliminarMuchas gracias, Winnie0, un beso.
EliminarMuy sentido Dib, un abrazo.
ResponderEliminarMarcos
Gracias, Marcos.
EliminarAbrazos.
Un puente que habla y te cuenta una historia, "su" historia, y que lo construyó el amor. ¡Quiero ir a Amsterdam!
ResponderEliminarUn abrazo
Si es que el caramelito ése no me hizo demasiado efecto, es así como lo relato, Mirella... o más o menos así, qué más da.
EliminarUn abrazo.
Si hubiese conocido la historia hubiese travesado el puente pensando en las personas, un abrazo
ResponderEliminarUno nunca termina de saberlo todo, Mari, así son las cosas, tal vez por suerte.
EliminarUn abrazo.
Muy bonita la Historia del Puente y esas dos hermanas que se visitaban y unían gracias a su construcción.
ResponderEliminarComo decía Isaac Newton:
"Los hombres construimos demasiados muros y no suficientes puentes."
Un gran Relato lleno de sentimiento.
Un abrazo.
Muchas gracias por la reflexión, Pedro.
EliminarUn fuerte abrazo.
¿era un caramelo con suero de la verdad? o algún elixir permitido en los países desarrollados???
ResponderEliminarVayamos para el lado de elixir permitido en los países desarrollados ;)
EliminarUn beso.
Groetjes van Argentina Dibje! Pas op voor den Hash Pops o vas a terminar con el kont kapot!
ResponderEliminarMás bien con la hoofd quemada, pero son licencias vacacionales, nada de que preocuparse.
EliminarUn abrazo, Ato.
Nop, kont no es lo que estás pensando, no sos una meisje...
ResponderEliminarIk ben een man, Ato...
Eliminarcruzar por un puente es algo que siempre me gusto;
ResponderEliminardesde ahora lo voy a hacer más lentamente,
esperando que me cuente su historia...
Hermoso relato. Gracias!!!!
No es la primera vez que me sucede, pero nunca tan vívidamente. Hay que experimentarlo... lo de atravesar un puente escuchándolo, digo.
EliminarMuchas gracias y un beso, Fernanda.
Me parecio un cuento muy tierno, el de las ancianas y el tuyo.. como esas muñecas rusas que llevan otra adentro.
ResponderEliminarBesos Humber.
Muchas gracias, Lula.
EliminarUn beso grande.
Definitivamente el puente y la historia tienen su magia oculta. Lograron sin mucho esfuerzo que te mimetizaras por un momento con el espíritu del lugar y escribieras -esta vez- haciendo prevalecer esa parte que vive en vos y que emerge en oportunidades muy especiales. You know what I mean.
ResponderEliminarBig hug, my darling! Cheers!
P/D: Estoy convencida que los caramelos no tienen nada que ver. ;)
René Girard, gran estudioso de Shakespeare, asegura que la fuerza creativa de la obra del Bardo radica en su poder de mimesis, ¿será verdad?
EliminarSería magnífico mimetizarse con cada objeto y leerle el alma.
A big kiss, my BeeBee.
En Paris existe el puente de los candados que los amantes han dejado allí, tirando la llave al Sena, para dejarlos como simbolo del amor que les une...tanto en Paris como en el puente peatonal de el Centrum de Ámsterdam hay algo en común: el Ser y su necesidad de ser, es decir, de vivir, de comunicar, de querer perpetuarse y dejar huellas.
ResponderEliminarQué bien Humberto...también Macondo produce realísmo mágico!
Un abrazo.
Es sorprendente la necesidad de perpetuarse que tiene el ser humano, sea a través de lo que fuere.
EliminarGracias por dejar este comentario, Gustavo.
Un abrazo.
Creo que en muchas ciudades los puentes tienen su historia. En mi ciudad tenemos el puente de los alemanes, este puente fue un regalo de Alemania al pueblo de Málaga por salvar del naufragio a un barco alemán, pero la historia cuenta que al principio nos mandaron arroz y otros productos alimenticios los cuales se perdieron por el camino. Para que no volviera pasar esto Alemania nos regaló un puente para cruzar el rio .
ResponderEliminarun abrazo
fus
Una historia muy interesante, Fus, me encantó eso del doble regalo, pues el primero fue fallido. El puente allí está, entonces.
EliminarUn abrazo.
Realmente el lenguaje es pobre, no el suyo dib, si no la lengua en general. Porque: que se le haya escapado un retazo de verdad qué significa en el fondo, que no la pudo asir y se fue en la corriente del río murmurante de olas bajo el puente o que usted reprimía esa verdad y se le escapó para aflorar en el texto haschístico. No creo porque la hachis es muda. je adios
ResponderEliminarCreo que lo mío es más básico: Jamás digo la Verdad. Esa parte que se me escapó, puede que tenga que ver con el caramelito, pero todo esto es puro cuento.
EliminarPor cierto, ¿no dicen que la Verdad es muda?
Un abrazo, Garriga.
y otra cosa más a riesgo cierto de ser pesado. (sepa disculpar, dib) la pregunta es la siguiente, usted come esos caramelos porque están permitidos, o sea que a donde va hace lo permitido, es decir que si viaja al país talibán o no se donde era, usted le cortaría el clítoris a las mujeres? je no creo. Lo tengo en alta estima dib.
ResponderEliminarYo le disculpo casi todo, Garriga. En realidad, siempre hago lo que tengo ganas de hacer, permitido o no, como comer ese caramelo(tal vez esto sea un retazo de Verdad); ya cortar un clítoris no creo, aun habiendo tenido padres de ese país que menciona (esto es muy Verdad).
EliminarGracias por la alta estima, amigo, en eso hay reciprocidad.
Un fuerte abrazo.
Hola Humberto, imagino lo bien que lo estas pasando por esos lares, como se nota el oficio de escritor para contarnos lo que ves.
ResponderEliminarLe pones poesía y una cuota de misticismo a un puente dándonos una imagen única de lo que para nosotros sólo sería un simple puente.
Lástima que alguno compre caramelos nacionales y diga estupideces.
Un abrazo amigo, que sigas disfrutando el mundo.
Luis
En realidad, todo lo que vemos son simples cosas, es nuestra visión y el alma que le pongamos lo que hace de una piedra un monumento.
EliminarMuchas gracias por tu mensaje, Luis.
...espero no le hayas hecho ninguna pregunta...porque...y si te hubiera contestado...
ResponderEliminarun abrazo
Bueno, ahí tienes razón, no se me ocurrió preguntar nada... Uf ;)
EliminarUn beso.
Ya se ve, la necesidad de más puentes, infinitos puentes...Un abrazo.
ResponderEliminarComo el que hay entre vos y yo, Darío.
EliminarAbrazos.
Estuve en Amsterdam y no lo vi...bonita historia, los puentes siempre son necesarios.
ResponderEliminarTal vez ése fue el problema, había que escucharlo. Lo digo en serio, ¡eh!
EliminarUn beso.
El hombre necesita crear leyendas para darle a sus fantasías tintes de realidad, para ello utiliza objetos, en este caso un puente para darle más credibilidad.
ResponderEliminarUn abrazo
Desde siempre, José Manuel, para que tengas una idea, la Ilíada es mi libro de cabecera.
EliminarUn abrazo y gracias.
Bonita historia. Hablas del arrullador golpeteo de las olas, yo también lo he experimentado al atardecer en alguna escollera, y es verdad que me hablaba.
ResponderEliminarPero claro que habla, Marcos, no creo que alguien lo dude...
EliminarUn fuerte abrazo.
Entre la leyenda y la realidad, un relato con mucha magia.
ResponderEliminarGracias por compartir.
Kari del TLF
Muchas gracias, Kari.
EliminarUn beso.
Escuché muchas historias de puentes pero de ninguno que hable. Si esos caramelos te hacen escuchas lindas historias quiero probar uno je.
ResponderEliminarUn besazo.
La verdad, cuando era chico escuchaba lindas historias comiera lo que comiese, es para pensarlo, ¿no?
EliminarUn beso y gracias.
ResponderEliminar¡Lindísimo!
¿De qué nos sirve caminar por senderos paralelos si nuestros caminos no se cruzan?
En lugar de tanto muro, tanta verga, que bonito sería construir más puentes para que las relaciones humanas fluyan y se mantengan.
Yo agradezco a este puente que tendió Internet, porque gracias a él tengo la suerte de llegar a tu hermosos blog, y especialmente a tu amistad.
Disfruta a tope de este hermoso viaje y seguro que estás haciendo acopio de bonitas historias para escribirlas a tu regreso.
Un beso enorme Humberto.
Qué hermoso comentario, Lore, realmente me ha llegado, eres una persona muy tierna.
EliminarGracias a los puentes entonces.
Un beso enorme.
Perdón, verja...jajajajaja.
ResponderEliminarEh... yo no quería decir nada, los actos fallidos sólo se interpretan en la consulta del analista ;)
EliminarMás besos.
Todos los puentes hablan, lo que pasa es que no en todos hay caramelos para poderlos escuchar... Sin puentes no hay historias. Precioso Humberto! Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarNo había pensado en eso, es verdad, no en todos los puentes hay caramelos...
EliminarMuchas gracias, Julie.
Humberto tal vez el puente sea lo suficientemente perspicaz como para contarle a cada interlocutor la historia que le gustaría oír, y vos te dio esta versión que quedo encantadora en tus palabras, un abrazo
ResponderEliminarÉsa es una buena historia, Tomás, un puente que le cuenta a cada uno la historia que quiere (o puede) oír.
EliminarUn fuerte abrazo y gracias por la visita.
Normalmente las historias que cuentan los puentes suelen ser de parejas que quedaban en él lejos de las miradas curiosas, de crímenes cometidos en su seno siempre de noche... pero nunca se me habría ocurrido que para visitarse dos hermanas hicieran construir uno.
ResponderEliminarNo habría sido más práctico haberse ido a vivir juntas a uno u otro lado?.
Claro que entonces se perdería la mágia.
Un abrazo.
Tú te diste la respuesta, no hay mucho más que agregar. Bueno, sí, que gracias por tu comentario.
EliminarBesos.
que curioso.
ResponderEliminarPues sí...
EliminarAbrazos, David.
has cumplido la premisa de tu blog: No me pidan que diga la Verdad, algo en mí intenta escribir cosas bellas. Y LO HAS LOGRADO SEA VERDAD O LEYENDA...
ResponderEliminarun saludo
Carlos
Muchas gracias por tus siempre amables palabras, Carlos.
EliminarUn fuerte abrazo.
en cuba había una historia de un puente... en los años 70 había un slogan publicitario socialista que decía: HOMBRE PRECAVIDO, VALE POR DOS... resulta que un hombre precavido llega a este puente y traía unas bolsas que pesaban 10 kilos cada una y el pesaba 70 kilos... al llegar al puente lee un letrero que decía... PESO MÁXIMO 70 KILOS. El hombre se detuvo y calculó su peso mas el de las bolsas y vio que se pasaba del peso máximo... y se dijo, HOMBRE PRECAVIDO VALE POR DOS, ASÍ QUE MEJOR DEJO LAS BOLSAS Y PASO SOLO... Al ir por el medio del puente, éste se derrumbó... hasta hoy las autoridades investigan por qué se derrumbó el puente...
EliminarNo sé por qué tengo la sensación de que las autoridades NO van a encontrar las causas. Tu historia me recuerda un dicho MUY usado en Buenos Aires: puede fallar.
EliminarGracias por la anécdota.
Casi seguro que fue el efecto del hash pop tomado en ayunas. Hay una leyenda que dicen que la ingesta de hash pop en ayunas genera historias de puentes, aunque no se esté cerca de ellos.
ResponderEliminarSaludos Humberto
Si lo hubiera sabido antes, NO habría comido nada ;)
EliminarUn abrazo, Jaal.
As lendas encantam e as verdades emocionam!
ResponderEliminarE tu escreves maravilhosamente bem.
Grata por avisar-me!
Um abraço amigo e carinhoso pra ti.
Ivany
Muito obrigado, Ivany, suas palavras são muito amáveis.
EliminarUm beijo.
Yo quiero puentes cercanos que cuenten historias, quiero escuchar relatos, ya me estás pasando lo que te tomas...jajaja.
ResponderEliminar1 beso Humberto.
Es contagioso, ¡cuidado!
EliminarUn beso, Laira.
Es así, tal cual lo cuenta el puente, Humberto, en todas las lenguas. La debilidad y las limitaciones que imponen la salud y el paso del tiempo te hacen echar mano a recursos propios o que imaginás y construís a partir de tu creatividad con los que jamás pensaste siquiera que contabas en la fortaleza y la plenitud de tus días. Una lección de vida leer esta historia contada nada menos que por la solución que tanto buscamos en esos momentos que a todos nos tocan tarde o temprano. Me guardo la historia en el corazón en este momento tan especial para mí en el que necesito construir puentes para seguir adelante con mi travesía existencial. Me encantó.
ResponderEliminarUn beso grande!
Me alegra mucho que haya sido especial para vos, Fer, es decir, que haya servido de puente a tu corazón, alma o como quieras llamarlo.
EliminarVa mi cariño en estas palabras.
Un beso.
Sí Humberto, pero cuándo empieza la historia...cuentas que cuenta....pero se interpuso el caramelo....jajjaj.
ResponderEliminarMe encantó el cuento que terminó con la introducción. Te lo digo en serio. Eso es saber qué cosas decir.
Un beso de jueves Humberto.
Muchas gracias, Genessis, y eso es saber qué decirle a un tipo que intenta contar historias... ficticias, verdaderas, qué más da.
EliminarUn beso del día que quieras.
Hola Humberto ,yo escuche esa leyenda hace algunos años en un viaje que realice a Amsterdam ,me pareció muy tierna y muy bonita aunque no se si es verdadera pero la guía nos aseguró que era real
ResponderEliminarEs bueno creer en lo bello , de lo contrario ¿que nos quedaría?
Un saludo.
Seguramente la guía también comiera Hash Pops.
EliminarYo también creo en lo bello, por eso no creo en mí ;)
Un beso enorme y gracias, Luz.
Bueno, los Puentes siempre unen, que más da( si es a a dos hermanas o dos punto de un río), seguro que alguna verdad hay.
ResponderEliminarBello relato, o leyenda o lo que sea.
Es exactamente eso: lo que sea.
EliminarUn beso y muchas gracias por tu comentario.
¡Y ahora me lo dices!
ResponderEliminarEncima soy de creer en todas las leyendas que existen en las ciudades, en la mía también hay una muy bella, pero ya tendremos la oportunidad de hablar de ello.
Voy a tener muy en cuenta lo que me pides: francés, español o catalán.
Y claro que leí tu mail, el cual agradezco más que si hubieras comentado acá.
Un beso enorme.
Hola, le dejo un premio en mi blog (18/01/2013) http://memoriasculturaylibros.blogspot.mx/ !!!, Me gustan mucho los temas que trata, son muy útiles, las historias divertidas!!!!
ResponderEliminarMuchas gracias, X, luego voy a verlo, pero desde ya te agradezco mucho.
EliminarUn abrazo.
To be honest, I found it odd that you asked me to follow you but you didn't become a follower as well. Doing numbers?
ResponderEliminarCheers!
Buenos días!!! Me ha gustado mucho esta historia de las dos hermanas. Me ha hecho recordar unas palabras de Mario Benedetti, que dice que hay que tender puentes, no levantar muros y que muchos somos albañiles de muros. Un abrazo
ResponderEliminarEstoy de acuerdo, demasiados albañiles de muros.
EliminarGracias por la cita.
Un abrazo.
Qué lindo! No sé si es verdad, o invento tuyo. Esta vez decido creérmelo. Ámsterdam es una de mis ciudades favoritas.
ResponderEliminarBeso
Hacés bien en creerme, me encanta que me crean, te lo confieso.
EliminarBeso enorme.
Me ha gustado la historia. ¡Qué más da si es real o no lo es!
ResponderEliminarUn abrazo
Después de una buena historia (no digo que ésta lo sea), nadie pregunta si es verdad... ¿o nos convertimos en historiadores?
EliminarUn abrazo, Antorelo.
Pues no sé si será verdad o no Humberto, pero este tipo de historias siempre guardan un buen sabor, es preciosa. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarMuchas gracias, Pepe.
EliminarUn fuerte abrazo.
Esta historia la habia oido ya cuando estuve en Holanda, no se si es verdad o mentira,pero me parece fascinante.
ResponderEliminarNo deja de sorprenderme la cantidad de veces que me mencionan si es verdad o mentira... No está mal, sólo me llama la atención.
EliminarCreo que hay un poco de todo.
Un beso, Pakiba.
¡Me encantanlas Leyendas, y esta es muy bonita!.
ResponderEliminarGracias Humberto.
Un abrazo.
Gracias a ti, Rosi.
EliminarUn beso.
Conocía la leyenda de este puente con las dos hermanas. No sé dónde la había leído. Es muy linda, sí.
ResponderEliminarLlegúe a la actualización de casualidad por otro blog que te tiene linkeado. No me llegó la actualización al correo como es habitual. ¿Habrá sido por alguna modificación de feed?
Ahí veo si suscribo nuevamente para que llegue. Saludos van!
Esta vez tuve muchos problemas para mandar el aviso de nueva entrada, no sé qué está sucediendo. Por suerte hay muchos caminos, ¿será por los puentes?
EliminarUn beso, Sandra.
Un retazo de verdad se escapó entre las letras de un café de Amsterdam, una tarde de Enero, entre alboroto y canales, bicis y educadas damas.
ResponderEliminarYo escuché que un tipo con pinta de loco iba escribiendo en una servilleta, con unos ojos de iniciado y un corazón al abordaje. pero igual es pura falacia.
Un abrazo.
Si tenía pinta de loco, bueno, ya sabemos cuál era la causa... Aunque algunos dicen que siempre tiene ese aspecto.
EliminarUn beso y gracias, Albada.
Bonita historia de amor... la de dos ancianas hermanas, la de tu cabeza y tu corazón. Gracias precioso Hum-hombre. Un besito
ResponderEliminarGracias a ti, Raque, siempre es bueno tenerte aquí.
EliminarBesos.
Pues bueno, un poquito de verdad a veces también está bien, sobre todo si es una verdad a medias o que sólo se asoma. De todas formas, el relato me ha gustado...sigue siendo diferente, es distinto a los demás...y ha dejado entrever los pilares de ternura en que se apoya ese puente. ¡imaginé a dos ancianas cruzando por el para poder estar un ratito juntas!. Mi cordial saludo.
ResponderEliminarMuchas gracias por recordar siempre ese intento de innovación que este blog propone.
EliminarUn beso, Paqui.
Hola Humberto!!!!
ResponderEliminarPues a pesar de que pueda ser verdad también es muy bello lo que nos cuentas, porqué no pudiera ser real???
Creamos que a veces también, existen actos humanitarios, como crear ese puente para las hermanas y endulcemos algo más nuestras vidas con caramelos si es posible, jaja!!
Me gustó que siempre que escuchabas la historia se te antojase nueva.
Un gran abrazo para un gran escritor!!!!
Una historia te lleva a otra y ésa a otra y así andamos: relatando.
EliminarGracias, Estrella.
Sigue siendo hermoso y literario lo que cuentas, aunque no sea ficción. La mirada del escritor es como una lupa que se nos presta a los lectores para acceder a otra realidad. Y ya somos adictos a esa lupa.
ResponderEliminarAbrazos
Es cierto, la lupa del lector embellece hasta le más pequeña de las piedras. Agradezco que me consideres uno... escritor, digo ;)
EliminarBeso.
Bonita historia que nos trasladas, ya sea verdad o fruto de los caramelos.
ResponderEliminarY... Mejor no hablemos de ello.
EliminarUn abrazo.
Ahh....Humberto que placer leerte. Me he ausentado tanto tiempo, de aqui, de alla, tal vez también de mi.
ResponderEliminarHoy estoy, hoy paso, hoy te leo y te reconozco en esa forma tan especial y hermosa de decir. Que placer leerte.
Un gran saludo, para un gran escritor!!!
Beatriz, los ciclos de la vida nos llevan y nos traen, pero sólo nos dejamos 'traer' cuando creemos que algo vale la pena para volver.
EliminarUn gran cariño y mi agradecimiento.
ResponderEliminarDices verdad, este puente, construido hacia 1860 en madera, lo fue por la insistencia de las dos hermanas. Ámsterdam tiene 1300, que son muchos puentes. En el año 69 del siglo pasado, vaya lejos que parece dicho así, compré en esta ciudad mi primera máquina fotográfica. La pena fue que lo hice en los últimos días de mi estancia en Rotterdam por motivos laborales, y me perdí un montón de recuerdos.
Encantado de que hayas refrescado mi memoria.
Salu2.
Alfredo:
EliminarMe alegra que conozcas parte de esta historia.
Me hiciste recordar las veces que uno compra cosas a último momento.
Un fuerte abrazo.
Me ha parecido un argumento precioso para un corto. Y es que todo lo holandés es tan bello... sobre todo Amsterdam
ResponderEliminarUn abrazo.
¡Qué bueno que te haya gustado!
EliminarÁmsterdam es una bella ciudad, es cierto.
Un abrazo.
Humberto..." Magere Brug "
ResponderEliminarEs interesante lo que compartes de tus viajes, sea fantasìa o no, puede llegar a ser, fabricar un puente imaginario o no para unir el amor de dos personas.
¡¡¡ Me ha encantado !!
Gracias por seguir compartiendo felices momentos
de tus vacaciones.
un beso desde Argentina
Muchas gracias, Doris, me quedan pocos días de vacaciones, eso sí :)
EliminarUn beso.
Querid HDib quem sabe retornando consiga prosseguir ao atrvessar tua ponte.
ResponderEliminarMeu carinho meu respeito meu abraço minha saudade.
Valeu mesmo, Jair, você é um cara muito legal.
EliminarUm abraço.
Humberto:
ResponderEliminarEsos caramelos de madera los regalaba el turco Jorge Asís, a su vuelta de Holanda. Quizás te hayan hecho ver otra realidad. Casi fuiste un chamán, por pocos minutos, diría...
Un gran abrazo.
Un Chantán, jeje.
EliminarUn abrazo, Arturo, muchas gracias por la visita.
Lashistorias, se convierten en leyendas cuando son contadas bervalmente y mas cuando se pierden en la lejania d los siglos. Espero que te salieras,con el imeil de Marta,Una abraçada
ResponderEliminarLeo tu comentario mientras veo el mapa de Olesa de Montserrat, quién te dice convirtamos en leyenda la historia del brasileño que vive en Argentina y que quería (a toda costa) visitar a su amigo.
EliminarUna abraçada.
Desde luego, si fue una odisea:par vosotros,que corristeis todo el pueblo.Pero te estoy agradecido,por el esfuerzo que represento por tu parte:Una abraçada
EliminarUna bella Odisea, Julio, pero prepárate porque pienso repetirla, ¿vale?
EliminarVale Humberto, Vale? cuando quieras
EliminarBonita historia.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias, Amalia.
EliminarUn beso.
Estos son los reltos que me gustan. Estan llenos de humanidad, cariño fraternal y son entrañables. Gracias amigo por compartir tan bellos escritos.
ResponderEliminarUn beso.
Muchas gracias, Josefa.
EliminarSon muchos los estilos que ejercito (o intento ejercitar) en este blog. A veces, algunos coinciden con el gusto de unos, otras con el de otros, nunca es suficiente, como la vida misma.
Un beso.
Sea realidad o ficción dan ganas de saber más de esta historia(voy a documentarme)...y expresado como lo haces tú, es enriquecedor.
ResponderEliminarRecibe mis saludos.
Anna J R
Muchas gracias, Anna.
EliminarSiempre me sorprendes con tus perfiles.
Un beso.
El puente es precioso,.asi como la historia que nos cuenta,.Un abrazo,.desde el Alamillo,.otro puente,..con su historia.....@...
ResponderEliminar¿Es es Sevilla, no? Ya tengo otro objetivo que cumplir, otro puente que conocer.
EliminarUn abrazo, José María.
contar historias, como el puente.
ResponderEliminarser puente entre historia e historia.
abrazo*
Un puente interminable (ojalá) y muchas veces cansador, no puedo negarlo.
EliminarUn beso, Silvia.
Si es verdad o no, da igual. El caso es que siempre nos dejas algo de tí.
ResponderEliminarBesos Hum.
Esa es la idea, mi querida Ion, dejar algo siempre.
EliminarUn beso.
Pues voy a tener que oírla en directo. En septiembre estaré en Ámsterdam, así que ya te contaré si escuché los susurros a pie de puente.
ResponderEliminarEntrañable historia, si.
Te di las coordenadas (geográficas) exactas, luego dime qué te parece.
EliminarUn beso.
Siempre un placer recalar por tus letras
ResponderEliminarUn besote
Muchas gracias por tus palabras.
EliminarUn besazo.
¿Puentes parlantes? Eso me suena a fantasmagórico. Después de todo, en la segunda guerra, hubo reparto de tiros entre ingleses y alemanes para conquistar los puentes holandeses. Para mayor información, ver la peli "Un puente demasiado lejano".
ResponderEliminarNo sonaba fantasmagórico, pero puede ser, tengo que pensarlo mejor.
EliminarGracias por el dato, voy a informarme sobre esa peli.
Un abrazo, Antonio.
Y si el puente siguiera hablando...
ResponderEliminarEstoy segura de que guarda maravillosas historias, algunas, mejor no conocerlas, seguro que nos harían llorar.
Me quedo con ese abrazo que, a no dudar, se darían esas dos hermanas.
Cariños.
Kasioles
Es muy probable que también tenga historias de guerra y muerte, pero esas no las contaba, los puentes también saben callar.
EliminarUn beso y gracias.
Bella historia de amor filial.
ResponderEliminarSaludos Humberto
Muchas gracias por tu visita, Malque.
EliminarUn beso.
Un puente habla porque tiene miles de historias, no creo que tu caramelo te haya obnubilado, mejor es creer que te abrio la mente.
ResponderEliminarTierno y con mucho de leyenda.
Luis
Si nos dejamos llevar por lo que ocurrió el la 2° guerra mundial, ese puente debe tener sus historias crueles, pero a mí no me las contó... por suerte.
EliminarGracias, Luis.
LOS CUENTOS SON MUCHO MAS LINDOS CUANDO ALGUIEN TE LOS DICE ESO ES ALGO QUE NOS QUEDO DE CUANDO ÉRAMOS CHICOS.
ResponderEliminarSI CADA DIA CUENTA UNA HISTORIA NUEVA YO IRIA AHI A ESCUCHARLAS, TE LO JURO.
UN ABRAZO DESDE CÓRDOBA LA DOCTA.
No te imaginás, Christian, las veces que pensé en subir los audios en vez de los textos escritos... Alguna vez lo voy a hacer.
EliminarUn fuerte abrazo.
Yo me apunto a eso!!!, y a devolverte la sonrisa física retratada!!!
EliminarYo me apunto a eso!!!, y a devolverte la sonrisa física retratada!!!
ResponderEliminarEs un gran aliciente, así que va a estar entre las próximas actividades de este blog.
EliminarUn beso, Raque.
Hola Humberto, ¿por dónde andas ahora?
ResponderEliminarHe metido una entrada en mi blog en la que formas parte como protagonista.
Un placer haber estrechado tu mano.
Un abrazo de Mos desde la orilla de las palabras.
Ya voy para allá, Mos...
EliminarUn abrazo.
Un puente que según cuentan la historia, el puente y vos, acerca. Acerca aunque esté tan lejos de aquí... un lugar de encuentro. Si alguna vez paso por allí, recordaré primero la historia que contaste vos que es la verdadera al menos ahora y en este espacio. Qué será más grande? La construcción de un puente, el afecto de dos hermanas o el posible encuentro en un puente tan lejos a través de las palabras que cuentan tu historia?
ResponderEliminarUna pregunta muy difícil de responder, también creo que depende de cada persona. Hasta me parece intuir tu respuesta, que es la que más vale, después de todo.
EliminarUn beso enorme.
Hermosa hitoria la que cuentas, Humber! No importa si es verdadera o no, es mágica y tierna.
ResponderEliminarUn beso
Así de cierto, qué importa el nivel de realidad, si es una historia.
ResponderEliminarUn beso y gracias.
Mi querido amigo, hace tiempo que no nos visitamos, mi tiempo es limitado a facebook ya no entro tan seguido, pero parece que la nieve no enfría si no que acerca distancias en el espíritu.
ResponderEliminarSiento que tuvieras que dormir en el suelo, cuenta una experiencia más, nosotros tuvimos varias clases cancelas y andando con cuidado no tanto por la nieve sino por el hielo.
Esa historia que cuenta la leyenda muy bien puede ser verdad, tantas cosas hay en la vida que son ciertas por extrañas que parezcan, y a la imaginación y fantasía que son parte de la vida, no hay que ponerle trabas, es la sal y alegría de cada día.
Un abrazo.
Ambar
Que linda y conmovedora historia... me gusto mucho y la sencillez con la que la describes.
ResponderEliminarAbrazos!
Hola¡¡ Buenas noches Humberto ¡¡ Te deseo que tengas una feliz noches buen e interesante Post
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