Todo
su mundo entraba en el carrito de supermercado con el que recorría la ciudad
desde hacía muchos años, y todavía le sobraba espacio para albergar la
esperanza de que (algún día, sí, tal vez algún día) las
cosas pudieran mejorar. Así andaba por las calles de Varsovia, un poco escorado hacia la derecha, protegido del invierno apenas por un suéter raído. Cierta noche, al dar vuelta en una
esquina, se topó con un montoncito de trapos oscuros que yacían sobre el piso, demoró unos segundos en darse cuenta de que se
trataba de una mujer transida de frío. Sin dudarlo un instante, se quitó el suéter y la
cubrió. Ella lo miró sorprendida, luego sonrió y le tocó la mano para dejar allí lo mejor que podía regalarle. Él le agradeció con un leve movimiento de cabeza y siguió andando por la ciudad, ya sin el suéter, pero con su
cuerpo extrañamente más cálido.
Inspirado en otra ilustración de Entintades: www.entintades.blogspot.com
Inspirado en otra ilustración de Entintades: www.entintades.blogspot.com
Estimados amigos:
ResponderEliminarMuchas gracias por las visitas y comentarios para ‘La vuelta’.
Sigo con la serie de textos desechados durante este año, no recuerdo bien por qué nunca subí éste… creo que porque no me pareció lo suficientemente bueno.
Un fuerte abrazo.
Humberto.
Por cierto, lo olvidaba: este blog entra OFICIALMENTE de vacaciones, lo que no significa que deje de escribir, pero tal vez no tenga tanto tiempo como para visitar a tantos o para hacer algo más que subir los 'hijos bobos' del 2012.
Eliminarwow!!!! que maravilloso hombre que se despoja de lo poco que tiene y al mismo tiempo se siente más cálido. Muy buen mensaje y muy buen ejercicio tratando de describir la imagen que has puesto.
ResponderEliminarYo lo veo muy bueno...
un abrazo cálido
Carlos
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Eliminar¿No nos sentimos más cálidos cuando nos quitamos algo que nos pertenece por el placer de ver a otro feliz?
EliminarPara mí es una sensación inexplicable.
Muchas gracias, Carlos, eres siempre muy amable conmigo.
Un fuerte abrazo.
Qué notable que quienes dan más son justamente los que menos tienen. Y cuando se da de corazón, la recompenza es inmediata y inexplicablemente duradera.
ResponderEliminarQué bien lo graficaste.
Un gran abrazo, querido Humberto
Muchas gracias por la sensibilidad, James.
EliminarEstá clarísimo que quien más da es quien menos tiene. Da cierta bronquita.
Un abrazo.
Acabei de ver um documentario na televisão sobre os "sem abrigo" em Lisboa. Um pequeno grupo de voluntarias todas as noites distribuem refeições, beijos e abraços. Dizem que muitas vezes sentem que muitos deles trocariam uma sopa por um beijo e um abraço.
ResponderEliminarAo ler o seu relato senti que aqui se pasou algo parecido.
Beijinhos
Flor
Não se esqueça de trazer un sweter a mais "por si..." rsrsrs
EliminarQue maravilhoso deve ser poder distribuir carinho junto com refeições, essas almas nunca estarão frias. Comovedor...
EliminarLevo vários suéters, rsrsrs.
Beijinhos minha querida Flor.
Delicioso texto, Humberto. Abrazo
ResponderEliminarNo podía esperarse otra cosa de vos, Horacio. Es que tenés un corazón noble y se nota, te lo aseguro.
Eliminarmás cálido y con un tipo de felicidad que no se siente así nada más.
ResponderEliminarun abrazo.
Esas felicidades que uno espera sentir y que cada vez se presentan menos, lamentablemente.
EliminarUn abrazo, Draco.
Si agradeció el simple tacto, debió estar realmente necesitado de alguna muestra de cariño (más que de gratitud).
ResponderEliminarHermoso escrito.
¿Quién no necesita afecto? El tema es que hay personas carenciadas de amor, un desastre.
EliminarUn beso enorme.
Conozco a algunas personas que recorren la ciudad con el carrito de la compra: su mundo.
ResponderEliminarTambién los vi, aquí, en Argentina, en EEUU, en Europa, son personas muy particulares, una vez me detuve a hablar con uno de ellos y, te aseguro, que aprendí mucho. Aunque esto no es ley.
EliminarUn beso enorme.
Al final va a ser verdad que las acciones más nobles provienen de las personas más humildes, puede que vivir el lado amargo de la vida y estar continuamente al filo de la supervivencia, haga que afloren en determinados casos nuestros instintos más solidarios y condescendientes. Y es verdad, el calor natural que proviene del alma no necesita prenda alguna. Un abrazo Humberto, pero con suéter jejej.
ResponderEliminarTan cierto lo que dices, Bosón, que no necesito decir nada más.
EliminarUn abrazo con suéter y gabardina, porque aquí está lloviendo.
Es todo cuestión de sentirse "vivo" y para eso necesitamos indefectiblemente del otro, del afecto y del piel a piel, aunque más no sea, con un agradecido roce, como en este caso, después de eso, todo frío, calor, dolor seguramente se sobrellevará mucho más holgadamente..
ResponderEliminarComo siempre, genial Humberto.
Un beso.
Se vive hablando del afecto y el amor, pero casi a diario se ve que en las propias familias hay una tendencia -lamentable- a no demostrarlo. Por pudor, por miedo, qué sé yo por qué.
EliminarMuchas gracias, un beso.
Ay!! Que bonito escrito, ahora si que como dicen siempre, es mejor dar que recibir, por lo menos tenía cálido el corazón después de su buena acción
ResponderEliminarSaludos!
Me sorprendió tu nick, no te conocí, luego vi la foto y dije 'pero si esta es mi querida Ave'...
EliminarMe alegro de que te haya gustado, un besazo.
Esa calidez es la que siempre buscamos y tratamos de ofrecer Humberto, cuando pequeña que fue ya hace tanto, siempre escuchaba a mamá decir, no es ofrecer lo que te sobre y si lo que valoras, lo que necesitas, yo no sé, estaré sentimental pero a mi me encanta y pienso que sí es lo suficientemente bueno y sobrepasa, logras enternecerme con esta frase que lo dice todo con solo un roce
ResponderEliminar"le tocó la mano para dejar allí lo mejor que podía regalarle"
Un beso Humberto, te cuidas
Es difícil de explicar, Ame. Mi forma de escribir se caracteriza más por la ironía o la pulla, por la oscuridad muchas veces. Entonces cuando aparece uno de estos escritos, lo dejo en una carpeta que dice (te lo juro) 'cursilerías' y ya no las toco. Pero cuando llega esta época del año, abro mi armario y subo todo lo que censuré por oscuro, banal, simple, truculento, cursi, etc.
EliminarSé que habrá gente que pueda apreciarlo hasta más de lo que yo lo hago.
Un beso enorme.
Ten cuidado, si asomas a la carpeta quizá por ahí me encuentres perdida :), ya en serio, yo tengo una, contraria a lo que publico, son temas más bien del lado triste y le llamo "vinagrillo", alguno de repente sale a la luz, pero generalmente se quedan guardados.
EliminarBesos Humberto, buen fin de semana
Muchas gracias, Ame, parte de este fin de semana lo voy a pasar arriba de un avión.
EliminarHERMOSO!!!!!
ResponderEliminarMuchas gracias, Fernanda.
EliminarUn beso.
Este texto es como lo que sucede con los placeres inconfensables. En el fondo te tocan el corazón. Aunque difícilmente uno lo reconozca de manera espontánea. Es que naturalmente nos inclinamos para el dark side, no milord? You know what I mean ;-)
ResponderEliminarDomani va mail. Quiero saludarlo antes de que viaje!
Kisses for you my dear!!!
A veces demasiados inclinados para el lado de Darth Vader, BeeBee.
EliminarSabes que antes era más sensible... ¿qué me habrá pasado?
A big kiss, darling.
Un contacto humano era lo que necesitaba.
ResponderEliminarEs lo más probable, David... como muchos de nosotros, ¿no?
EliminarUn abrazo.
Ayer le dije a álguien que no me sorprende que las personas de muchísimo dinero hagan obras, que a mi entender la bondad es cuando
ResponderEliminarde lo poco que tienes te desprendes para quién lo necesita, tiene mucho más valor y el premio mayor lo sientes dentro de tu corazón.
Precioso escrito, me encantó.
Muchas gracias por la reflexión, Soledad, creo que es así como dices. Con dinero parecería más fácil ser desprendido, pero tampoco es ley, hay de todo.
EliminarUn beso.
Ese es el verdadero "dar". No sé por qué lo pudiste desechar, es buenísimo, mi admirado.
ResponderEliminarUn beso tan cálido así de mí para ti.
Es que... viste, Sara, acá soy 'duro' y 'oscuro' ;)
EliminarUn beso enorme.
Lo leí ya dos veces, mi queridísmo Humberto, pero paso mañana a comentarte. Como ya sabes, necesito mi lupa para ver más de cerca todo, jeje, pero te adelanto que me has sorprendido... mañana te digo si favorablemente :P.
ResponderEliminarMedio abrazo... (mañana te traigo el otro medio).
Muak!!!
Cuando tú quieras, amiga, aquí siempre eres bienvenida, aunque tu comentario sea desfavorable, hay que ser justos.
EliminarMedio abrazo, entonces.
Donde menos se espera puede uno encontrarse con que la generosidad está al alcance de toda persona.
ResponderEliminarY mira que de la abundancia del corazón habla la boca.
La pequeña grandeza de un hombre y su suéter.
Para que alguien lo llame simplemente obra de caridad.
El frío y la pobreza, extremas metáforas de este maldito mundo de poderosos.
Un abrazo grande, HD
Yo te imagino tan bondadosa que este texto debe ser una 'muestra gratis' para tu sensibilidad.
EliminarUn beso enorme, querida Pilar.
Cada texto tuyo es una pequeña obra de arte Humberto, sea durísimo como el anterior o tierno como este, creo que puedes manejar todos los registros a voluntad!
ResponderEliminarBasta leer la página entera de tu blog y pasamos por una galería de fotos que cuben todas las emociones!!
Deberías publicarlo antes claro.
Besos
No sé qué decirte, Stefanía, muchas gracias... y nada más.
EliminarCreo que te detienes a pensar demasiado y eso te quita espontaneidad, mi opinion humilde es que escribas y ya, bueno que permitas que todos leamos.
ResponderEliminarYo te leo siempre a veces no comento, como el anterior porque me pareció muy fuerte pero no significa que me parezca malo es que hay palabras que me dejan sin palabras.
Abrazo Humber.
Mabel A.
Mabel:
EliminarTal vez tengas razón, tengo un buen tiempo por delante para pensarlo con calma.
Muchas gracias por tu opinión.
La palabra cubrir tiene una significacion sexual muy poderosa,
ResponderEliminarSi el hombre se quita el sueter y la cubre, no me extraña que entre en calor,
un saludo
m.i.
Las prácticas sexuales han cambiado mucho, se puede hacer el amor casi sin tocarse... digo yo, que acabo de venir de otra conferencia ;)
EliminarUn abrazo.
Me ha gustado la entrada..^^
ResponderEliminarMuchas gracias, Ainoa.
EliminarBesos.
Una entrada precioso con mucha sensibilidad y con un buen mensaje.
ResponderEliminarSe puede dar sin recibir nada, hace bien al espíritu. Besos
Bueno, muchas gracias, Hanna.
EliminarTe mando un beso.
Que gran leccion de solidaridad la del mendigo de tu maravilloso post,un saludo y feliz navidad.
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario, Agustín.
EliminarTal vez estemos en contacto antes, si no, Feliz Navidad para ti también.
Abrazos.
Me ha encantado. Breve pero con mucho contenido. Pues sí,extrañamente, yo tambien creo que el amor, el cariño dá calor, abriga. Gracias Humberto.
ResponderEliminarGracias a ti, Marien, eres una persona muy bondadosa conmigo siempre.
EliminarAbrazos.
Humberto tu relato de hoy es como un "regalo de Navidad" Es emotivo, generoso, bello....un tanto desgarrador....GRACIAS y un beso
ResponderEliminarWinnie, te agradezco por tus palabras, puede ser que en estos días esté algo... sensible, digamos.
EliminarBesos.
Una bonita estampa de Navidad para ir precalentando las fiestas. Celebro que entres "oficialmente" de vacaciones, creo que yo voy a hacer lo propio. Espero que las pases muy felizmente y, como dices, escribiendo aunque sea al margen del blog.
ResponderEliminarBesos
Me gustó eso de ir precalentando las fiestas, creo que fue una definición acertada.
EliminarAl margen del blog, es decir, del lado derecho ;)
Un beso, Susana.
Lamento el incremento de trabajo que implica la publicación de textos con pocos días de diferencia, siendo seguido por tantos lectores fieles, entre los que me cuento. Te digo esto porque comentaré desde el otro lado.
ResponderEliminarLa noche marcaba seis bajo cero. Como cada noche de Diciembre buscaba el mismo rincón, arrebujada en trapos, ovillada y a la espera de un ser humano o animal dotado de alma.
Una madrugada un perro, perdido y grande, me dio su compañía y su calor. Hace dos días una muchacha cargada de piercings me trajo un café con leche humeante y charla amable. Anoche un hombre con un carrito me cobijó con un jersey raído y una sonrisa. Mi mano helada tomó la suya, tan cargada de humanidad que pudo aprehender mi regalo.
Si me permites. Un abrazo.
Yo siempre te permito, Albada, porque dejas un toque de magia, tus comentarios son extensiones o versiones que incluso mejoran la original.
EliminarUn fuerte abrazo.
Muy bonito cuento.
ResponderEliminarGracias, Manouche.
EliminarAbrazos.
Es enternecedor y emotivo este micro. De vez en cuando Humberto escribe textos así. Puro sentimiento, puro corazón; la capa más humana de todos nosotros brota de vez en cuando. Y ahora, con la Navidad tan cerca, vuelve a brotar y hace remover nuestros corazones, esos que siempre tuvimos y tanto olvidamos.
ResponderEliminarPara mí nada de cursi y tan valioso como los demás.
Un abrazo de Mos desde la orilla de las palabras.
PD: Ya te mandé dos correos por tu visita a Madrid.
Y hay que dejar que brote, Mos.
EliminarMuchas gracias por tus palabras cariñosas. Te digo que no recibí ninguno de los correos, ahora voy a fijarme en las cuentas de correo de apoyo, pero en la 'oficial' nada.
Por si vuelves a pasar, te la dejo, si no, luego paso a visitarte y la dejo en tu espacio: humbertodib@hotmail.com
Un abrazo, Mos.
Gran-micro-relato para devolvernos la esperanza en la bondad de las personas.
ResponderEliminar¿Devolvernos significa que vivimos perdiéndola? No importa, es una pregunta retórica...
EliminarGracias, Odialex.
No he leído todos los comentarios; es posible que repita algo ya dicho. Es como un cuento de Navidad, de esa que se vive todo el año y no solo en fecha señalada. La capacidad humana siempre es sorprendente, por sus diferencias extremistas, pero hay una cualidad racional que cuando aflora... nos hace sentir bien, nos transmite el hecho diferencial y distinguido del humano su "humanidad" ( la razón, lo racional, que es algo mucho más grande y va más allá, que las simples palabras).
ResponderEliminarUn abrazo Humberto, (me ha gustado mucho)
Somos bastante extraños, es verdad, casi tan extraños como pasar del relato anterior a éste, sólo que muchos viven ese contraste en la realidad.
EliminarMuchas gracias, querida amiga.
Quien da lo que tiene da más que quien da lo que le sobra. Podría ser un trabalenguas pero es una triste realidad.
ResponderEliminarUn precioso micro con un gran mensaje.
Un abrazo
Hoy que se da poco, yo me considero un tipo afortunado, recibo mucho afecto, espero poder retribuirlo, aunque estemos al calor de nuestros hogares.
EliminarUn abrazo.
Vaya, iba a decir lo del cuento de Navidad -debe ser por la proximidad de fechas- pero se me han adelantado. En todo caso es un buen cuento: breve, emotivo y me ha gustado mucho la ilustración que lo encabeza. Abrazos. Borgo.
ResponderEliminarPues no lo pensé como un cuento de Navidad, aunque bien podría serlo. Voy a ver si para esa fecha escribo uno dedicado.
EliminarMuchas gracias, Borgo.
Ojalá este invierno caigan copos de amor y nos cubra a todos, como un gran suéter, sin querer... Besos españoles para usted y los suyos :)
ResponderEliminarMuchas gracias por esos besos españoles, Bruxina. Que así sea, sin aires religiosos...
EliminarMás besos, éstos brasileños.
Como es de agradecer el bien que nos hacen, y que hermosa es la alegria de saber que hemos ayudado a alguien.
ResponderEliminarUN ABRAZO
Es cierto, cuando uno da una mano a alguien que en verdad lo necesita, queda una hermosa sensación en el alma... o como quieras llamarla.
EliminarUn abrazo, Icue.
¡Oooooooohhhhhhhh¡
ResponderEliminarSeguro que no tiras nada¡ me alegro¡
Un abrazo
Es una época rara, sé que no puedo transmitirlo, pero reflotar textos hace mucho guardados me produce un efecto muy... particular, te lo aseguro.
EliminarUn abrazo.
Bello texto. Corto y sin embargo lleno de imágenes.
ResponderEliminarHay algo del mundo "clochard" que siempre sorprende. Hay quienes hasta pudiendo vivir con lujo se vuelcan a él. Buscando a su manera el reposo de una vida llena de superficialidades. Es probable que hasta algunos sean seres realmente singulares. Y vos tuviste la suerte de detectar a dos, cuanto menos en tu imaginación.
Abrazo y que siga el rescate de los cuentos de la carpeta "A Reconsiderar".
Reconozco que a mi me atrapa el mundo 'clochard', pero creo que es una fantasía de pequeño burgués, no creo que pudiera sostener una vida así por mucho tiempo. Hace mucho escribí un relato más 'redondito' sobre uno de esos característicos homeless de Londres, el tipo en una hora me enseñó muchas cosas.
EliminarLa carpeta no se llama 'A Reconsiderar', se llama 'Poubelle', porque soy bastante crítico conmigo mismo.
Un abrazo, Ato.
Que lindo relato Humberto! digno para esta epoca, para reflexionar...un abrazo
ResponderEliminarMuchas gracias, Mery, siempre es una alegría verte por aquí, hace tanto que nos conocemos...
EliminarBesos.
un cuento de navidad!
ResponderEliminarPodría serlo, por qué no...
EliminarUn beso, Elisa.
Me emocionó...
ResponderEliminarAcá (Madrid) cada vez veo más indigentes en la calle, y ahora que hace un frío terrible siempre pienso en lo duro que tiene que ser, en la vida que tienen, pobre gente, me dan muchísima pena y tampoco sabés qué hacer más que darles algo de dinero o comprarles algo para comer...
Un beso
Es un fenómeno que se multiplica en todos lados, según tengo entendido.
EliminarNunca me voy a olvidar de un mendigo famoso de mi ciudad, tenía mucho dinero, pero andaba hecho un andrajo desde que lo abandonara su mujer. Una historia muy particular, cuando éramos niños lo llamábamos 'loco', qué bolas que éramos.
Un beso, Eva.
¡Ojalá el mundo estuviera más lleno de hombres como este!.
ResponderEliminarBuena lección Humberto.
Abrazos. Rosa.
Ojalá, Rosa.
EliminarUn beso enorme.
A veces, los que parece más débiles, más pobres y más desvalidos por fuera, realmente son los únicos...
ResponderEliminar¡¡¡ INVENCIBLES !!! :-)
Muuuy felices vacaciones y un beso enoooorme HUMBERTO, tú también lo eres con tus letras:-)
Cuando era pequeño, solía inventar muchas historias, me encantaba que me pidieran que las contase, muchas eran tiernas, no sé por que ahora me puse más irónico. Lo cierto es que me gustaría escribir sobre cualquier tema, pero me autocensuro.
EliminarTú eres demasiado cariñosa y me regalas la linda fantasía de que soy invencible.
Un beso enorme.
Huelgan las palabras amigo, este texto desborda tu personalidad, ¿que más se puede decir?, recuerdo cuando te miré a los ojos y creí ver como eras. No me equivoqué.
ResponderEliminarUn gran abrazo, con el deseo que pases muy felices fiestas y sobre todo muy buen viaje, esperaremos tu vuelta.
Luis
Muchas gracias, Luis, me alegro que haya superado la prueba de los ojos, porque es muy difícil engañar la mirada de un tipo conocedor de las personas como vos.
EliminarYa volveremos a encontrarnos, posiblemente vaya a Rosario a pescar.
Un abrazo.
Ooh! Esa cálida sensación de satisfacción que se nos queda cada vez que ayudamos a alguien que lo necesita calienta más que cualquier suéter. Me ha encantado, como de costumbre :) Sigue así!
ResponderEliminarUn abrazo :3
Pues me alegro mucho de que te haya gustado, te lo aseguro.
EliminarUn abrazo.
Pues a ti no te parecería lo suficientemente bueno, pero a mi me parece un texto maravilloso. Por ese punto de esperanza en medio de esa vergüenza de la que nunca se puede echar la culpa a quien acaba en esa situación (como mucho una parte), la imagen de alguien aún peor y la satisfacción de la ayuda, y quien sabe, un chispa de amor, si se quiere ser optimista.
ResponderEliminarHoy quiero ser optimista, mal no me va a hacer.
EliminarVivimos quejándonos, hasta que vemos que hay gente que en verdad está muy mal. Y los hay que, aún así, siguen quejándose.
Un abrazo y, como te dije, me gustó ver que volvías a escribir.
Un abrazo.
Hola Humberto. Uno de los mejores escritos que han salido de tu pluma si no el mejor. No puedo decir más, me ha impactado. Sensacional.
ResponderEliminarGracias por compartirlo, un abrazo.
Me sorprendes, Nacho, muchas gracias.
EliminarUn fuerte abrazo.
Aunque me guste tu faceta más ácida, de vez en cuando es alentador recibir un mesaje así.
ResponderEliminarAbrazos miles.
Lucho
Uno de vez en cuando no hace tanto daño, no ;)
EliminarAbrazos.
¡Conmovedor! La lástima es que, con la cantidad de suéteres que hay por el mundo, no estén mejor repartidos.
ResponderEliminarLeyendo tu relato, he recordado aquel fragmento de "La vida es sueño":
Cuentan de un sabio que un día
tan pobre y mísero estaba,
que sólo se sustentaba
de unas hierbas que cogía.
¿Habrá otro, entre sí decía,
más pobre y triste que yo?;
y cuando el rostro volvió
halló la respuesta, viendo
que otro sabio iba cogiendo
las hierbas que él arrojó.
Un abrazo.
Un hermoso fragmento, Sícoris, muchas gracias por traerlo a este blog. Siempre hay alguien que está peor, el pozo puede ser mucho más profundo de lo que imaginamos... y te lo dice un sudamericano.
EliminarUn abrazo.
Bonito relato, me gustó.
ResponderEliminarbesos.
Muchas gracias, Amapola.
EliminarUn beso especial para ti.
Que bonita interpretación de la imagen Humberto. Cuántas veces nos quedamos desconsolados cuando damos algo viendo que a pesar de que nuestra intención es la mejor, la persona que recibe realmente no la necesita. Este caso no es que sea justo el contrario, hay persona desprendidas que viven para dar y o no aprenden nunca a recibir, o se liberan de cualquier apego.
ResponderEliminarUn abrazo.
Por aquí está lleno de falsos mendigo, ni hablar, pero en el caso de este relato sí que es una entrega sin restricciones.
EliminarUn abrazo y gracias.
Cuando quieres eres MUY dulce, Humberto, esa parte tuya me puede!!!
ResponderEliminarMucha besos.
Y uno más!!
Entonces ya sé por dónde conquistarte ;)
EliminarMuchas gracias, Sabrina, besos.
Bellísimo relato que habla de la generosidad de los últimos, de la gracia de la donación. ¡Felicidades!
ResponderEliminarUn fuerte abrazo
Muchas gracias, Francisco, un fuerte abrazo.
EliminarBello relato de Navidad. Siempre hay almas así. Me gustó la descripción del calor humano, ajeno a toda inclemencia del tiempo.
ResponderEliminarFelices vacaciones
El calor humano es inmensamente poderoso, por suerte.
EliminarUn abrazo, Mei.
Hay cierta calidez: que no biene de la protección del sueter,sino de la fuerza de espiritu,y de sus sensaciones. Pero una vez pasadas las escenas: se abren otras de nuevas,con el castigo del cuerpo por el frio un abrazo
ResponderEliminarLas otras escenas quedan para otros relatos... tal vez.
EliminarUn abrazo, querido Julio.
Pues nos dejas por unas vacaciones pero con un buen regalo, es un texto muy conmovedor del que nos ayuda a pensar en estas fiestas que tantos tienen todavía tantas necesidades.
ResponderEliminarQue tengas unas felices navidades con los tuyos, un abrazo
Muchas gracias, Mari-Pi-R, lo mismo te deseo a ti.
EliminarUn beso.
Este tipo de textos, cortos y contundentes, claros y profundos, es lo que a mi entender le da vida eterna al blog.
ResponderEliminarDisfrute de las merecidisimas vacaciones, seguiremos sus pasos a través de este espacio.
Abrazos!!
Muchas gracias por estar siempre, Etienne.
EliminarUn fuerte abrazo.
Muchas gracias por todas estas anécdotas, Marta.
ResponderEliminarLamentablemente tienes razón, ya no es una desgracia de la América más pobre, por eso me animé a situarlo en otro lugar donde vi pobreza extrema.
Sencillo y emotivo, ¿para qué más?
Un beso grande.
Bonito y conmovedor relato Huberto. Siempre hay esperanza para creer en la bondad del ser humano.
ResponderEliminarFeliz estancia entre nosotros y besos con sabor a Navidad.LUZ
Yo todavía creo, Luz, aunque a veces tengo que hacer un poco de fuerza, te aseguro.
EliminarUn abrazo y gracias muchas gracias por tus deseos.
Maravilloso, Humberto. Es como si sacases afuera lo más profundo del personaje, en este caso, de la imagen tan expresiva surgida del pincel de Entintades.
ResponderEliminarUn abrazo.
Es lo que uno intenta frente a la obra magnífica de Entintades.
EliminarUn beso, Sara.
Afortunadamente (o no) el buen hombre está ya por morir.
ResponderEliminarCasi me da ganas de contarte un secreto, tal vez lo haga por mail.
EliminarUn abrazo.
Hola Humberto, dar lo unico que se tiene para protegerse del frio y saber que de esa forma puede morir, pero aun asi desprenderse. Ojala muchas personas aprendieramos de seres asi, y seamos capaz de desprendernos cuando alguien mas necesite de algo que tenemos. Un Abrazo!!
ResponderEliminarHay una tendencia a aprender lo malo, pero siempre estamos a tiempo, Abzurdah Zenizientah.
EliminarUn beso y gracias.
Aparto los comentarios "moralistas" y/o "bondadosos". Ya se ve a diario cómo se habla mucho y se hace poco, lo hacemos todos.
ResponderEliminarMe quedo con la ternura del texto que me fue llevando con mucha paz y sin oscuridades, y creo y espero todavía que el amor y la ternura siempre tengan algo bueno guardado para sorprendernos el resto de la vida. Me gustó mucho.
Que disfrutes mucho tu viaje, sé que sabés hacerlo, que sea el mejor. Besos
Es que en realidad, Anamá, esto es un relato, esperanzador, naïf o lo que fuere, pero un relato.
EliminarMuchas gracias, espero que sea un buen viaje.
Un beso enorme.
El que dá, siempre recibe mas.
ResponderEliminarOjalá que sea así, Marcos. Lo digo en serio.
EliminarUn abrazo.
Es un relato precioso y bien escrito.
ResponderEliminarEn estos tiempos que nos ha tocado vivi, este relato está en absoluto presente.
Un abrazo
Muchas gracias por tu opinión, Marina.
EliminarUn beso.
Una bella historia muy propicia para esta época cuando se acerca la Navidad; la solidaridad cuando se practica de manera desinteresada, aún a riesgo de nosotros mismos, nos hace vencer, incluso, las inclemencias del frío. Un día podremos celebrar la Navidad, la del pueblo, solidaria y sencilla, y no la de los poderosos, excluyente y falsa.
ResponderEliminarUn abrazo Humberto y disculpa mi ausencia en tu blog pero eso se ha debido a un momento de desánimo total.
Siento mucho lo que comentas sobre el final, Gustavo, ojalá todo haya mejorado.
EliminarTe dejo un fuerte abrazo.
Grata historia. Perdona mi atrevimiento, pero como vos, intenté escribir un relato reconciliador. No sé si logré el cometido. Pues en la historia misteriosamente, así uno ya haya pensado el final, los personajes juegan constantemente con la trama. A mí, en particular me gusta tu relato. Es breve y queda uno con una sonrisa. Un abrazo y feliz navidad.
ResponderEliminarMuchas gracias por tus hermosas palabras, Juan Camilo, luego voy a leer tu historia. Tal vez tengas mucha razón, haya buscado escribir un relato reconciliador.
EliminarUn fuerte abrazo y felices fiestas si no nos vistamos antes.
Me gusta esta pieza por lo que contiene como apuesta por un mundo mejor, Sr. Dib, más humanizado, más pegado al corazón. Por sorprendente que parezca siempre son los que menos tienen los que se desprenden con mayor facilidad de lo suyo si ven más necesidad.
ResponderEliminarHoy me voy a atrever a ponerle una pega a su micro. Me genera dudas el que se pueda sobrevivir el invierno de Varsovia con sólo un jersey.
Un abrazo,
Tú puedes ponerle las pegas que quieras, Pedro, aquí son aceptadas y más cuando vienen de un amigo, si me permites la palabra.
EliminarMuchas gracias por el comentario.
Un fuerte abrazo.
Un relato de ternura.
ResponderEliminarTe dejo un beso y te deseo felices fiestas.
Muchas gracias, Teresa.
EliminarUn beso enorme.
Hay algo que se saca en conclusión del relato y que se da en la realidad: quien menos tiene es quien suele ser más generoso. La avaricia no se desprende de nada, por eso tiene el frío metido en el corazón, por muchas prendas que la abriguen.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias por tu reflexión, Isabel, concuerdo contigo en los conceptos.
EliminarUn fuerte abrazo.
Mi querido Humberto!!!!
ResponderEliminarEs muy emotivo, gratificante ver cómo hay personas que dan lo escaso que tienen y solamente con el gesto de tocarle la mano se siente pagado, dándole a su vez el cariño y las gracias, el instante de calor humano que irradia un simple gesto, hecho con bondad.
Nada cursi, amigo mío, es muy cálido y generoso, yo sé que tú puedes con esto y con más, porqué no compartir esta forma de vida que es la generosidad y la gratitud, maestro????, existen tantas cosas y personas buenas...
Gracias por haberlo compartido y te deseo que tengas unas vacaciones inolvidables, que tengas un buen viaje y...que ojalá nos podamos encontrar!!!
Por si no nos vemos te deseo Feliz Navidad a este lado del charco!!!
Si lo subí es porque sorteó la barrera de la autocensura, tal vez debido al humor particular que estoy experimentando. Sea como fuere, gracias por tus amables palabras, siempre tan amables.
EliminarMuchas gracias por tus deseos.
Un beso enorme... y veremos cómo me manejo con tanto viaje.
Qué buen ejemplo de que el hombre no solo vive de pan y de "abrigos", sino también de una mirada que agradece, de una mano que acoge, de una sonrisa que enternece, de un dar sin tener más...
ResponderEliminarMe gustó mucho el micro.
Bienvenido H. al frío del nord.
Abrazos cálidos.
Allá voy en unas horas, hacia el frío que tanto me gusta.
EliminarMuchas gracias, Genessis.
Un beso.
No me interesa que no te parezca lo suficientemente bueno, a mí me gusta leer algo de este estilo en tu blog!
ResponderEliminarLalo
Bueno, no digo nada más, mejor me calló ;)
EliminarUn abrazo.
Que bien estaría que hicieramos la mitad de lo que hizo ese hombre.
ResponderEliminarUn cuento de Navidad anticipada.
Un beso, Humber
Yo no podría decir que hago un cuarto.
EliminarUn beso, Lula.
Gracias por traer un poquito de calor, aquí estamos a 8 grados bajo cero.
ResponderEliminarUf, me gusta el frío, pero 8 bajo cero es demasiado, me parece.
EliminarUn abrazo.
Excelente tu relato humano.
ResponderEliminarTe invito a leer mi cuento "La marca".
Abrazos,
Frank Ruffino
Gracias, Frank.
EliminarEn un rato voy a leerlo.
Un fuerte abrazo.
En un mundo dónde la "bondad" es: sinónimo de debilidad.A él le bastó el poco contacto de sus manos para recibir todo el calor que ella le dio con su agradecimiento.Las palabras se las lleva el viento: hechos, son lo que hace falta...Más calor humano...y, lo que le alimenta es la ilusión de pensar que algún día...?.
ResponderEliminar-Esto es lo que nos alimenta a nosotros de momento.
Un abrazo Humberto.
Acá la sinonimia sería con otra palabra que también comienza con 'b', pero mejor no decirla.
EliminarUn fuerte abrazo y gracias por la visita, Bertha.
Nada más cálido que un segundo de amor. Un microrrelato magnífico.
ResponderEliminarSaludos, Ann@
Muchas gracias por la sensibilidad, Anna.
EliminarUn beso.
Cuando menos lo esperamos, nos tocan el corazón que, quizá, ni siquiera recordamos poseer.
ResponderEliminarSaludos
J.
Me dejaste sin respuesta inmediata, porque siento que tenés razón.
EliminarUn abrazo, José.
Me recordó la entrada de mi blog que decia que siempre y todos, tenemos algo para dar...
ResponderEliminarAsi lo creo y asi es, más allá de que esto sea una ficción minima, en el fondo de mi corazón se que es asi :)
(hasta esta entrada podria ser ese algo que da calorcito y esperanza...)
Inmensos saludos tucumanos Humberto, cálidos y esperanzados.
Muchas gracias por esos saludos tan cálidos, Marcela.
EliminarY claro que todos tenemos algo para dar y a veces ni imaginamos cuánto bien hacemos.
Un beso enorme.
la generosidad deja buen cuerpo.
ResponderEliminarSalu2.
Me alegro, Diego.
EliminarUn fuerte abrazo.
El amor es el mejor calefactor del universo. Ahora me queda más claro aún. Si todos actuáramos así, el mundo no necesitaría ni el sol para subsistir. Excelente, una pequeña gran historia. Saludos!!!
ResponderEliminarEl amor como calefactor del universo me pareció una idea muy bella, Paty. ¿Habrá alguien que lo dude?
EliminarUn fuerte abrazo.
Mi querido Humberto, si me permitis, estoy tan convencida de que tu ficción no es ficción que quisiera que vean este link (si no es apropiado podés sacarlo, pero creo que vale la pena)
ResponderEliminarhttps://www.facebook.com/sonrisas.xmassonrisas
Cuando dar, es la palabra clave :)
No sólo acabo de verlo, sino que pedí amistad así me interiorizo más.
EliminarOtro beso.
Conmovedor hombre, has visto que cuando quieres se ilumina tu alma?
ResponderEliminarUn abrazo.
¿Y quién dijo que no la tuviera iluminada, Pedro?
EliminarUn abrazo.
Veo que entintades es uno de tus preferidos, Humbert, te inspira textos de muy diversos estilos.
ResponderEliminarEntre los dos hacen una buena sociedad.
Abrazos.
LU
Entintades es un genio, así de simple.
EliminarMuchas gracias, Lu.
Quería preguntarte si crees que fuera de la fantasía esto podria suceder? No crees que el hombre lo ha perdido todo?
ResponderEliminarFranc
Creo que sí podría suceder, ¿por qué no? No es lo más común, pero no creo que el hombre lo haya perdido todo, es una opinión, claro.
EliminarAbrazo.
Es Franco!!
ResponderEliminarOK, en realidad seas Franc o Franco, no te conozco. Fui sincero.
Eliminar★ ♫♫
ResponderEliminar"Estranhamente mais quente"... o calor do afeto.
Bom fim de semana!
Beijinhos.
Brasil
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Muito obrigsdo, Inês, bom fim de semana para você também...
EliminarBjs.
No leí los comentarios así que puede que alguien ya te lo haya señalado. Me extraña leerte en este tono. O será que ya me he endurecido lo suficiente y prefiero al Dib ácido, certero al hígado. Igual, si esto iba a ser deshechado, imaginá lo que es mi sector borradores? Apesta, Dib. Nauseabunda es poco.
ResponderEliminarSaludos van
No creo que sean tan malos, Sandra.
EliminarNo sé por qué es, pero estoy con ganas de subir textos que tenían destino de papelera de reciclaje, un homenaje a los 'hijos bobos', tal vez.
Un beso enorme.
Aunque parezca utòpico este realto, cada persona tiene su propia moral y bien pudiera pasar.
ResponderEliminarun abrazo
paco
Claro que podría pasar, Paco, al menos aquí, en este territorio mío de ficciones, pasó.
EliminarTe dejo un abrazo y te cuento que eres el último a quien respondo antes de salir hacia el aeropuerto.
Se quitó su sueter roído para vestirse con su rutilante Alma y por bufanda esa sonrisa de agradecimiento humano.
ResponderEliminarUn relato...¡¡¡Genial!!!
Emoción al leerlo una y otra vez.
Un abrazo.
Me trajo a la cabeza una imagen de Auster, la miseria, el sufrimiento...Un abrazo.
ResponderEliminarEsta pagina es un sueter gigante ( el tuyo ) que abriga a muchos amigos. Asi que...felicidades.:)
ResponderEliminarEl TAN grande poder que tiene la sonrisa, muchas veces subestimado.
ResponderEliminarTodos somos capaces de lo mejor y de lo peor.
ResponderEliminarAnsiemos dar siempre lo mejor.
Un saludo!
Humberto, extrañezas que nacen del ser humano, aún quedan sentimientos en medio de tanta mezquindad.
ResponderEliminarun abrazo.
:)
ResponderEliminarTodavía quedan seres humanos ahí fuera. Me alegro.
Tal vez más de uno se hubiera cambiado de acera para librarse de compromisos molestos. Pero por suerte, aún quedan quienes se preocupan por sus semejantes.
ResponderEliminarSalu2.
Olá,
ResponderEliminarPasso, com calma, bem antes da data, para desejar-lhe, com carinho fraterno, que vc tenha Boas Festas neste fim de ano!!!
"A felicidade é com a gota de orvalho numa pétala de flor, brilha tranquila, depois que leve oscila e cai como a lágrima de amor".
Que vc seja muito abençoado e feliz!!!
Abraços fraternos de Boas Festas
Pasè a dejarte un abrazo grande y a desearte una bella y luminosa Navidad!
ResponderEliminarBesos muchos querido Humberto.
Que Papà Noel te colme de regalos amorosos!!!
Un bello gesto que le hace sentirse bien, ojalá el mundo estuviese habitado de más gente así. Un abrazo, y que disfrutes tus vacaciones.
ResponderEliminarHumberto:
ResponderEliminarMuy bueno. Todo puede mejorar, aun cuando ello pareciera ser un imposible.
Un micro optimista, que siempre hace bien.
Quien hace una buena acción no piensa en sí mismo, sino en quien es el destinatario de su favor.
Un gran abrazo.
Soy nueva en este apabullante mundo de los bloggers y quedé impresionada por el número de tus seguidores. Empecé a leerte y comprendí el porqué. Hay mucha humanidad en tus microficciones, escritas con sencillez, las cosas claras. Me gustaron.
ResponderEliminarTe invito a que visites mi blog, recién estrenado, de cuentos y también con algunos microrrelatos.
Saludos desde Buenos Aires
Es una realidad la generosidad de los que menos tienen
ResponderEliminarAbrazo
Es muy claro que muchas veces los más humildes son los más solidarios.
ResponderEliminarMe asombra tu poder de síntesis en éstos últimos cuentos !!
Maravillosa la ilustración.
Un abrazo !!
P.D. En mi blog, probablemente encuentres algo que te interese ;)