Ante todo quiero aclarar que las temporadas de rebajas
me enferman, no soporto estar más de media hora recorriendo una tienda sin comenzar a sentirme, literalmente, asqueado, pero por alguna razón extraña (amor, tal vez) siempre acabo acompañando a mi mujer en esas dos semanas de correrías. No
es tan grave, me convenzo. Sin ir más lejos, el año pasado no sólo la escolté, sino que me dejé atrapar
por el furor adquisitivo. El último día de rebajas de invierno de Primark, tomé dos
bolsas y comencé a llenarlas con objetos tan feos como inútiles. Contagiado por
esa necesidad incontrolable de adueñarse de cada prenda que afectaba a todos los que se encontraban allí, agarré a una anciana que
estaba probándose unas pantuflas de felpa y la arrojé adentro de una de mis bolsas. Al llegar a la caja, el
dependiente la pasó por el lector de código de barras y me indicó que costaba 5 libras. Me resultó un precio bastante razonable tratándose de una señora mayor, así que la
compré. Se llama Claire, hace casi un año que la tenemos en casa,
nos llevamos muy bien. Ella hace su vida y nosotros la nuestra, aunque por la tarde nos juntamos en la sala a comer bollos y a tomar el té, y los
domingos salimos los tres a pasear por el Hyde Park. Todo parece estar en perfecta armonía, pero a mí ella no me engaña, más de una vez pude leer en el brillo de sus pupilas que nunca terminó de
perdonarme por no haber comprado también las pantuflas de felpa.
Estimados amigos:
ResponderEliminarMuchas gracias por las visitas y comentarios para ‘Cul-de-sac’.
Poco a poco comienzo a recorrer algunos blogs.
Un fuerte abrazo.
Humberto.
Divertido post sobre el infrenable consumismo. Con razon cada vez mas la gente opta por las rebajas online.
ResponderEliminarFeliz 2013 desde NZ
Edwin
Al menos online no tienes que padecer empujones y otras cosas, pero yo necesito tocar las cosas, qué sé yo, soy muy siglo XX.
EliminarUn abrazo y muchas gracias.
Muy bueno Humberto, un abrazo!!!
ResponderEliminarMuchas gracias, Daniel.
EliminarUn fuerte abrazo.
jajajaja lo que hace la mercadotecnía... eso de las rebajas es mera trampa... primero le suben y después le ponen el descuento o le suben al precio a otras cosas.
ResponderEliminarPero en tu caso, te salió mas caro que la pantufla de felpa... cuanto te has gastado de té y de panecillos jajajajaja
Un abrazo.
Carlos
¿Quieres decir que la vieja estaba cara? Mira qué estrategia para que alguien se la llevara... ;)
EliminarUn abrazo y muchas gracias amplificado.
Buenísimo, de verdad. Abrazos
ResponderEliminarMuchas gracias, Ligia.
EliminarUn beso.
rsrsrsrsrsrsrsrssrs eu não costumo ir aos "saldos" mas se é assim que se pode carregar uma pessoa e passar pela caixa, não é mole não!!!!
ResponderEliminarPara os próximos saldos eu vou!!! rsrsrs
Beijinhos
Flor
Mas não entendi ao certo, você quer ser o 'produto'? rsrsrsrs.
EliminarBeijos, minha querida.
rsrsrsrsrsrsrsrs não!!!! Eu quero é trazer o produto. Bem, conforme o preço claro!
EliminarBlz, entendi... há muitos produtos interessantes, hem!
EliminarBeijinhos.
Agora fica para a próxima e quero ir na abertura para poder escolher melhor.
EliminarBeijos!!!
BLZ!
Eliminar¡Por fin sé de dónde salieron las pantuflas de felpa que encontré dentro de mi bolsa de rebajas, enredadas con otros objetos que tampoco recuerdo haber comprado!
ResponderEliminarA algún lugar tenían que ir a parar, mira dónde estaban... gracias por el dato.
EliminarUn beso y gracias por venir.
Algo que soluciona los ataques de querer comprar todo que uno sufre en la época de rebajas, es la crisis.
ResponderEliminarEstrategias, tal vez... La crisis llegó a todos lados, yo quiero mi anciana.
EliminarUn abrazo.
Se me escapó la carcajada en alto al leerlo :)
ResponderEliminarUn beso
Qué mejor agradecimiento que una risa espontánea... claro, siempre y cuando el texto intenta ser divertido.
EliminarUn beso, Moona.
jajaj genial!!
ResponderEliminarConfieso que en Primark te agarra una euforia que no lo podés evitar!! Aún sin ser época de rebajas!
Primark es un vicio, siempre hay algo más que podría llevarse, bueno, no sé si una señora mayor.
EliminarUn beso, Sol.
De todos modos fuiste la salvación de Claire, aún sin zapatillas afelpadas. Destila humor e ironía.
ResponderEliminarMis saludos
Anna J R
Es verdad... ¿qué habría sido de la pobre Claire si nadie se la llevaba?
EliminarUn beso y muchas gracias.
Excelente no se puede decir mas!
ResponderEliminarGracias a ti por compartir estos relatos
Lau
Eres muy amable, Lau, y gracias a ustedes los que leen.
EliminarBeso.
Estos son los cuentos que mas me gustan de ti, los que transmiten ironía y verdades.
ResponderEliminarPensemos que la señora no la está pasando mal, no??
Un besazo!!!
Bueno, lo de verdades tiene un límite, pero siempre algún trocito de realidad se cuela entre tanta fantasía.
EliminarUn beso y gracias, Sabrina.
Yo pensé que la habías comprado para quedarte con su pensión.
ResponderEliminarSaludos
¡Pero qué buena idea, Antorelo!
EliminarEso sí que es tener imaginación, allí se ve que eres creativo.
Un abrazo, amigo.
Excelente!!!!! lo leí hace un rato y todavía no se me borra la sonrisa de la cara; pero x las dudas voy a revisar las bolsas del último ataque consumista, no sea cosa que alguien esté viviendo en mi placard...
ResponderEliminarMuchas gracias, Fernanda, por consentir ciertos... 'caprichitos', pero tiene una lógica. Prometo recompensarte a la brevedad.
EliminarYo tuve a un tipo viviendo conmigo por 3 meses, estaba en el bolsillo interno de un saco, hay que tener cuidado.
Besos.
HUMILLE NEGRO USTED HUMILLE!!
ResponderEliminarQUE GRANDE ME HACES MORIR DE RISA.
UN ABRAZO DESDE CÓRDOBA LA DOCTA.
Grcias, Christian, sos exagerado, pero se perdona ;)
EliminarUn abrazo hacia Córdoba.
Muy bueno Humberto, perfecto para estas fechas de locura consumista.
ResponderEliminarUn abrazo.
Así de cierto, ya no saben qué comprar... los que pueden, eso es bueno aclararlo.
EliminarUn abrazo, Jorge.
Un blog que nunca defrauda!! Te leo hace un año y no dejo comentarios siempre pero eres un vicio, amigo.
ResponderEliminarSaludos
Gracias... Capitán? OK, Gran Capitán ;)
EliminarUn abrazo.
Morí de risa!
ResponderEliminar¡Pues a revivir, Tania!
EliminarUn beso y gracias.
jajaja ...Barata te resultó (pienso yo) la adquisición...tomando en cuenta que ella lleva en si misma la sabiduría de los años, y eso,amigo...no tiene precio!!
ResponderEliminarBUENÍSIMO TU RELATO, HUMBERTO!
Asi que el amor es una extraña razón,ah? qué dirá tu mujer???
ABRAZOS HASTA ALLÁ...
QUE DISFRUTES DE UN MUY BUEN AÑO, AMIGO.
(Y OJO CON LAS PRÓXIMAS REBAJAS)... ;)
Me encantó que hayas detectado ese guiño sobre el amor, te confieso que era más marcado, pero decidí quitarle peso. Sin embargo tú lo agarraste al vuelo.
EliminarLlegaron los abrazos, Maritza, muchas gracias.
Jajaja que bueno cada vez que vea unas pantuflas de felpa me acordaré de ti. Yo las uso desde hace muy poco tiempo, ya que siempre he estado por casa con zapatos o zapatillas hasta la hora de acostarme, será que ahora me va pegando más por aquello de ir haciéndome viejo. Yo odio también las rebajas porque creo que es un camelo, aunque la verdad es que tengo bastante paciencia para esperarme cuando la mujer sale de compras. En una sociedad consumista como la nuestra la gente se vuelve loca con las rebajas, y efectivamente muchas veces nos cargamos de cosas, que luego se pregunta uno; ¿Y esto para que carajo lo quería yo?... joder que bueno lo de la vieja
ResponderEliminarUn abrazo Humberto: Un placer.
Hiperconsumismo, de eso no hay dudas. Yo no llegué a comprar una vieja, pero no estuve tan lejos, ¡eh!
EliminarCuídate y vuelve a las zapatillas, las pantuflas de felpa no van.
Un fuerte abrazo y muchas gracias.
JAJAJA muy bueno, pero qué hubiera pasado si no está rebajada ¿Te la habrías llevado?
ResponderEliminarSiempre un placer leerte. Hasta siempre.
Un beso.
No, al precio normal no la habría llevado, obvio.
EliminarMuchas gracias, Teresa, un beso enorme.
Sinceramente a mí me da igual tanto si algo está en rebajas como si no, odio ir de tiendas y punto. Sobre todo las de ropa, no soporto esos líos de tallas y probarse todo tipo de prendas. Jaja por eso pienso que, en el caso de la historia, te llevaste lo único que merecía la pena de la tienda ;)
ResponderEliminarUn abrazo :3
Bueno, si hablara la voz del escritor, creo que estaría completamente de acuerdo contigo, pero ¿para qué quitarle la poca magia que tiene este blog? Que no hable el escritor.
EliminarUn abrazo.
Absolutamente genial Humberto!!! Tremendo nuestro consumismo! Un abrazo
ResponderEliminarMuchas gracias, Winnie0, eres MUY amable.
EliminarAbrazos...
Humberto me ha encantado tu fino humor, yo soy enemigo de las rebajas y de las aglomeraciones, esas cosas se las dejo a mi mujer.
ResponderEliminarLo importante es la sonrisa que me has dejado con tus maravillosas compras que aunque no son ponibles ni comestibles comen que es distinto.
Un afectuoso saludo,
La mayoría de las mujeres adora ir de compras, te aseguro que nunca deja de sorprenderme cómo pueden estar horas probándose ropa y esas cosas... Un misterio.
EliminarMuchas gracias por tu sonrisa.
Un abrazo.
No reniegues de las temporadas de rebajas. Gracias a ella, has hecho una muy buena compra llevando a Claire.
ResponderEliminarNo obstante, creo que no haber comprado además las pantuflas de felpa de Claire, ha sido un olvido IMPERDONABLE...
abrazo
No puedo negarlo, fue imperdonable, ¿cuánto podrían costar?
EliminarUn beso.
Jajaja
ResponderEliminarQue bueno!!
Me gusta el primark aunque prefiero ir sola,compro mejor en solitario.
Un beso HD!!
Y sí, yendo solo tienes la oportunidad de elegir sin presiones ni apuros.
EliminarUn beso y muchas gracias.
Siempre he pensando que un blog con tropecientos comentarios, no necesita tropecientos uno.
ResponderEliminarUn comentario para decirte que me has arrancado la carcajada.
Saludos, ;-)
No te creas, el comentario tropecientos uno puede brindar un gran apoyo también.
EliminarLa carcajada es el mejor halago.
Un abrazo y gracias.
por que no haberle comparado las pantumflas también, ummm que tacaño te viste, es la diferencia entre un hombre y una mujer , cuando una mujer compra se lo lleva con todo y accesorios jejeje
ResponderEliminarmuy buena historia Humberto, hasta me vi en esa tienda soy compradora compulsiva!! :/
Esa es la mente del hombre: NO compramos las pantuflas, teniéndolas allí al alcance de las manos. Al menos pensándolas como un accesorio, como bien dices.
EliminarUn beso y gracias.
Humberto..... jajajajj nosè que decirte, me ha dado risa y làstima a la vez pobre viejecita jajjaj.
ResponderEliminarNo soy de comprar en las rebajas, siempre he pensado que son mentiras, a ver si hago lo mismo que tu y me aparezco con un viejito en casa y no me agrada tomar mate jajja
Fíjate que aún funcione... para tomar mate, digo ;)
EliminarUn beso, Doris.
(Miro con la cara pegada como un absoluto pez jugoso en la vitrina de tu tienda) (quedan los mocos pegados al vidrio) (Don Humberto, afuera hay un tipo que dice que lo quiere asesinar) (no se preocupe, es un tipito que no daña a nadie) (AH SÍ MALDITO, ¿NO DAÑO A NADIE?, ¿Y TÚ NO DAÑAS?, ¿NO ES DAÑO ROBARSE A MI MADRE Y HACER UN TEXTO CON DICHO ACTO) !!!!!!!!!!!!!
ResponderEliminar¡Tu madre la está pasando de maravillas, no vengas a generar problemas aquí! Por cierto, me debes 3 mil libras por todo lo que esa vieja está consumiendo en mi casa.
EliminarAbrazos pero con reservas.
Te hubieses robado a mi hermana ya te debería unas 70 mil libras!!!!
EliminarAbrazos sin reservas.
Podemos conversarlo, y si tu hermana es una adolescente, una menor de esas que en tu blog causaron tanto prurito a ciertas almitas tiernas e inocentes, pago 200 mil YA.
Eliminarjajaaj...me hiciste reir!!
ResponderEliminarEso es muy bueno, Magah... creo.
EliminarBesos.
jajaa qué bueno! La verdad es que yo no soporto las rebajas. Pero ni eso ni ir de compras. A veces me engaño a mí mismo y me digo "venga va, vamos a comprar cosas que no necesito" Pero es llegar al lugar, ver todas las cosas que en realidad no necesito y empezar a cabrearme. Además las tiendas te hacen sentir mal. Te dicen "hey, no estás demasiado bueno como este maniquí" o "mírate en este espejo, no piensas hacer algo al respecto"? Y acabo asqueándome y volviéndome a casa un poquito más rastafari de lo que era.
ResponderEliminarSaludos! :)
Uf, cuando la ropa no nos queda como a los maniquíes, dan ganas de romper la vidriera, que es más o menos siempre ;)
EliminarUn abrazo y muchas gracias.
¡Hombre, Humberto, comprendo a la pobre mujer! No te hubiera costado mucho más habértela llevado con pantuflas... ¿Aún la tienes descalza?
ResponderEliminarMe hiciste reír, gracias.
Un abrazo.
Javier M.
Gracias a ti, Javier, es un honor tener tu comentario.
EliminarUn abrazo.
Pues quizás te hubiesen salido más caras que la propia Claire.
ResponderEliminarSaludos
Segurísimo, porque las pantuflas no estaban en oferta.
EliminarUn beso, amiga.
A mi las Rebajas me resultan asfixiantes y llenas de artificialidad y desproporción consumista.
ResponderEliminarDespanpanante, satírico, irónico y sagaz Relato...Me ha encantado.
Un abrazo.
Somos varios, Pedro.
EliminarMuchas gracias y un abrazo.
Humberto:
ResponderEliminarEsta es una buena manera de graficar eso de la parafernalia de este mes de rebajas que tanto atraen y, literalmente, enloquecen a tantos. En realidad, mucha gente se lleva a casa un montón de porquerías que no sirven para nada, sólo por el hecho de estar rebajadas de precio. Y lo peor es que con eso de las rebajas los grandes almacenes están engañando a sus clientes ya que, antes de las rebajas, los precios de sus artículos eran tan altos que al "rebajarlos" todavía siguen ganando. A mi me pasa lo mismo que al de la historia que nos ofreces Humberto, después de cinco minutos yo no aguanto ese infierno, menos mal que a mi esposa tampoco le gusta eso.
Un abrazo Humberto y te dejo un abrazo sin rebaja.
Por supuesto que hay toda una estrategia de mercado, pero cómo nos enganchan...
EliminarEn lo personal, no soy de ir a rebajas, pero si al pasar por una vidriera veo algo que me gusta, entro y lo compro, listo, sin tantas vueltas.
Un fuerte abrazo y muchas gracias, Gustavo.
Eres sorprendente! Es un gran relato para reir y pensar, uffff! Si todo el mundo se llevase a casa ancianas o ancianos en rebajas, se acabarían muchos problemas... Jajajaja, a mi tampoco me gustan las rebajas, los lugares con mucha gente no los soporto. Un placer leerte, amigo.
ResponderEliminarMuchas gracias, Julie, señalaste todos los objetivos del texto. Lo dije hace poco: te considero una gran persona.
EliminarUn beso.
Jajaja!!! Muy bueno! Irónico e hilarante y con el sabor "british" que me hace reír con gusto.
ResponderEliminarConfesión pública: NO SOPORTO LAS REBAJAS. Bah, no soporto tanta acumulación de gente. Me crispa esa marea humana que parece una marabunta a punto de devorarte!
Ok! en Tower Records hice desastres pero no había tanta gente ;)
Seguí divirtiéndote, profe!!!
Big hug for you!
P/D: Fue mail!
Te digo que acá están a full Primark, H&M, Gap, Next, Top Shop, etc. Imaginate de dónde saqué la historia. No podía no escribirlo, así, con doble negación.
EliminarThanks for your email, BeeBee.
Cheers!
¿No sabrás a cuánto estaban las adolescentes vestidas de colegiala, por un casual? Jajajaja.
ResponderEliminarEsas NO estaban en rebaja, X. Por cierto, el 1 de enero a eso de las 4 de la mañana vi una adolescente en el metro londinense que me detuvo el corazón... después me sentí un viejo baboso, la verdad, pero tendrías que haber estado allí.
EliminarUn abrazo.
Buen humor ante el tedio que suponen las rebajas.
ResponderEliminarUn abrazo.
El mejor escape, dicen: el humor.
EliminarMuchas gracias, Arantza.
Ya me veo arrastrada en volandas en las rabjas de 'El Corte Inglés', a ver si cae una breva similar y atrapo ¡¡por lo menos!! las pantuflas de la anciana, las que se quedaron en Primark, con tantas prisas, tanto corre que te corre.
ResponderEliminarY es que nadie da duros a cuatro pesetas.
El caso desenfado y humor. La crisis no deja margen ni para rebajas.
Me voy a 'Puerto Venecia', el último grito en Zgza. A ver si compro o si vendo.
Abrazos
Al menos en El Corte Inglés las pantuflas van a hablar en español, pues mira que el inglés tiene sus trampas y puedes estar comprando lo que no quieren vender.
EliminarUn beso.
Muy bueno Humberto, pero cuidado porque cuando se sepa que pagas por atender bien a los ancianos muchos de los que están en esos "centros de cuidados intensivos" van a preferir estar contigo....!!!!!
ResponderEliminarQuien te dice que no tenga el alma más caritativa de lo que creo y termine acogiendo a varios. No estaría mal.
EliminarUn abrazo y muchas gracias.
Finalizo el día con una gran sonrisa. Gracias :))
ResponderEliminarNo podías dejarme más feliz...
EliminarGracias a ti.
Muy buen blog!!!
ResponderEliminarUn saludo
Muchas gracias...
EliminarJajajaja, pero mira que la viejecilla va a terminar saliendole muy caro, mejor la devuelves a la tienda y que ella compre sus pantuflas, no?
ResponderEliminarMuy bueno Humber.,
Es verdad, algo hay que hacer, la situación no puede quedar así.
EliminarUn beso y muchas gracias.
¡Buenísimo, Sr. Dib! ¡Hilarante! Hubo un momento en que pensé que le habría encontrado una etiqueta de MADE IN CHINA a la Sra Claire.
ResponderEliminarUn abrazo,
Puede que la tuviera, es que no le revisamos los pliegues, ¡es una seora mayor después de todo!
EliminarUn abrazo y muchas gracias.
Hola Humberto!!!!
ResponderEliminarDestornillante!!!
No puedo imaginar la cara de la anciana cuando vió que la metías en la bolsa, jajaja!!!!
Las rebajas producen mucha histeria, no puedo con ellas, yo solo compro cuando necesito algo, independientemente de las rebajas.
Un abrazo!!!!
Creo que es la mejor decisión, querida Estrella, ¿para qué comprar algo cuando no se necesita?
EliminarLa cara... bueno, estaba tan asustada que cerró los ojos y se dejó llevar.
Un beso enorme.
:-D
ResponderEliminarexcelente! aunque debo decir que estuviste muy mal en no haber comprado las pantuflas!
odio ir de compras, pero veré si me dejo tentar, en una de esas logro comprar un morocho musculoso de ojos verdes (después de usarlo, podré devolverlo y que me reintegren el dinero?)
Un texto imperdible, como siempre.
saludos Humberto
Yo ya estaba poniéndome contento, hasta que leí 'ojos verdes', en fin, otra vez será.
EliminarMuchas gracias, Escarcha, un beso.
'...pero a mí ella no me engaña, más de una vez pude leer en el brillo de sus pupilas que nunca terminó de perdonarme por no haber comprado también las pantuflas de felpa.'...Increíble, inédito...tiene ironía, humor y tanta originalidad que es sencillamente fantástico!!!...Y aparte, me alegro profundamente de haber aparecido hoy y a un día de su cumpleaños y pasa que no recordaba el blog, voy a su sitio y me encuentro con algunas salutaciones por el día de mañana...y me dió mucha felicidad encontrarme, entonces, escribiendo acá... y por si mañana no estuviera, pase un día maravilloso y muchas felicidades !!!
ResponderEliminar...un honor haberlo conocido por este medio y leer, siempre que pueda , algunos de sus cuentos....¡¡ hasta siempre !!!
Mariana.
Muchas gracias, Mariana, pero ¡qué feo que te hayas olvidado de este blog, eh!
EliminarEs un honor para mí que vengas, en serio. Un beso.
Tengo que decir, que a mi también me "asquean" las rebajas, pero claro si encuentras algunas "gangas" pues mejor, que mejor, aquí en España los titulares del Lunes fueron " Las Rebajas Más Agresivas" que ya con eso te da miedo salir de casa por si las susodichas, te atacan o algo, o te obligan a llenar las bolsas con todo tipo de cosas inútiles, a si que por si acaso me quedo en casa, hasta la temporada de primavera, no sea que entre tirón de jersey, probada de pantufla y pisotón de taconazo, me dé por meter en la bolsa, a algún político, ( cosa más inútil, imposible de encontrar) y a ver como lo paso por el detector de barras, eso se pone a "pitar" y tienen que venir hasta los "Geos" un horror, Bss.
ResponderEliminarSi te llevas un político, no sólo no te van a cobrar nada, sino que van a pagarte para que lo arrojes por el inodoro... de un país limítrofe, ya que está.
EliminarUn linda continuación, Jota.
Un beso y muchas gracias.
¿A cuánto estaban las de 30?
ResponderEliminarUn gran abrazo querido Dib
Depende del nivel de baqueteo. Una medio baqueteada estaba 15 libras, para mí no es negocio, no sé vos qué exigencias tendrás, avisame y te llevo una.
EliminarPasé por tu blog y voté, pero mis fantasías no coincidían con las de los demás, uf.
Un abrazo.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
EliminarQue bueno hubiera sido conseguir una más joven, pero si esta en oferta por algo será.
ResponderEliminarMejor nos quedamos con tu humor que nos alegra para comenzar un buen año.
Un abrazo maestro.
Claro, así la queremos todos, más joven, más joven, más joven cuesta miles, Luis.
EliminarUn fuerte abrazo.
Bien por este toquecín de british humour, Dib.
ResponderEliminarSaludos van
Muchas gracias, Sandra.
EliminarUn beso enorme.
Que ocurrente eres!!!!
ResponderEliminarun abrazo
Un gran halago, Mery, se agradece de corazón.
EliminarBesos.
Ja ja ja. fabuloso. lo comparto de inmediato en el face.
ResponderEliminarSaludos
David
Muchas gracias, David, eres un gran amigo.
EliminarAbrazos.
Muy divertido. Y cuánta ironía¡. Por aquí son los ancianos los que nos adoptan.
ResponderEliminarUn abrazo
Escuché algo al respecto y, te confieso, algo de eso quise transmitir, irónicamente, claro.
EliminarUn abrazo y muchas gracias.
Tan imaginativo y desbordante , como siempre.
ResponderEliminarPero no des demasiadas ideas, que al final nos venderán en las rebajas y se ahorraran las residencias.
Es verdad, mejor hagamos de cuenta que ni lo escribí, los políticos son capaces de justificar sus acciones en cualquier cosa.
EliminarMuchas gracias, Marcos, un abrazo.
Ahora se porqué jamás le pedí a hombre alguno que me acompañara de rebajas....
ResponderEliminarHas hecho bien, a los hombres NO nos gusta ir de compras, así que terminamos haciendo cualquier desastre.
EliminarUn abrazo.
Querido Humberto, creo que por el doble de precio,unas 10 libras aproximadamente vendían unas jovencítas monísimas ,pero claro igual te podía haber traído problemas familiares o peor todavía personales.jajaja
ResponderEliminarUn saludo LUZ.
Yo no las vi, ¿por qué sección estaban? Los problemas, bueno, todo se arregla ;)
EliminarUn beso enorme.
Gracias por arrancar la sonrisa en la lectura de este post. A mí no me gusta ir de compras y mucho menos de rebajas... es como ser un garbanzo más en la olla a presión de un delicioso cocido en el que no sabes que comer primero.
ResponderEliminarHe decidido que volveré a las tiendas para la nueva temporada.
Un abrazo Humberto
Y pagando el precio que tengas que pagar, ¡qué embromar!
EliminarUn beso y muchas gracias.
Creo que si tu esposa sigue sonriendo, está todo bien, solo que yo compraría esas pantuflas para que también sonriera Claire! jaja, muy divertido!
ResponderEliminarClaire sonríe, pero es en los ojos donde se le nota la rabia.
EliminarCreo que voy a terminar comprando esas benditas pantuflas.
Un beso y muchas gracias.
Tiene mucho merito el acompañar a la mujer en esas ocasiones.
EliminarIUn abrazo
Más que mérito es un apostolado ;)
EliminarGracias, Icue.
Si bien era época de rebajas, además de las pantuflas que deberías haber adquirido, creo que la bronca pasa por... ¿5 libras nada más? Se ve que me quiero mucho (o no tengo abuelas que me doren la pildora) pero yo me ofendería! Jajaja!
ResponderEliminarEste próximo año te conseguís otra viejita más así juegan a la canasta!
Abrazos!!
Es lo que decía la tarjeta con el código de barras, lo de las 5 libras no lo inventé yo, aclaro.
EliminarMuchas gracias, Etienne, un abrazo.
¡Preciosa tu parodia de las rebajas! Nos inoculan en vena el desenfreno comprador y llenamos la casa de cosas inútiles y hasta repetidas. Es una barbarie.
ResponderEliminarAsí como lo dices, Francisco, porque este relato no nació de la nada, algo tuve que ver.
EliminarUn fuerte abrazo.
Me encanta. En pocas lineas haces tres cambios de registro, incluyendo el divertido giro final.
ResponderEliminarMuchas gracias por detectar los movimientos técnicos del relato, de vez en cuando a uno le gusta que se noten esas sutilezas.
EliminarUn abrazo y muchas gracias.
Muy bueno,esto de las rebajas
ResponderEliminares una fiebre.
Besos
Fiebre del consumo, Marisa.
EliminarUn beso.
Quién sabe dónde acabara esa pobre anciana. Qué agradezca! Podría seguir una vida de maniquí o acabarla en un geriátrico. Que no chille por unas míseras pantuflas!
ResponderEliminarUn abrazo.
Muy cierto, Darío, me di vuelta como un panqueque, esa vieja es una insoportable.
EliminarUn abrazo.
Que pena, porque si no llega a ser por lo de las pantuflas esta encantada de que la hayan adoptado y ademas en buena compañía.Estos detalles que se escapan a última hora.
ResponderEliminar-Yo, no espero a las rebajas me niego a estar dos horas de cola cuando en Primark se encuentran cosas asequibles durante todo el año o en otras tiendas igualmente asequibles.Solamente si fuera una prenda de muchíiisima necesidad haría el sacrificio.
Abrazos espero que este nuevo año comience con buen pie.
Muchas gracias por el comentario, Bertha. Creo que de alguna forma la adoptaron, con o sin pantuflas.
EliminarUn beso enorme y lo mejor para ti.
Es que debiste de comprarlas también con le paquete de la pobre anciana, ahora esa pesadilla te perseguirá hasta que vayas y se las compres: no seas agarrado¡¡¡
ResponderEliminarBesos.
Me temo que tendrás que volver a las rebajas, cuando hayan acabado y ya no haya rebajas, para liberarte de esa pesadilla y que reine una total y perfecta paz en tu hogar.
Bueno, me hiciste reir con tus cuentos, besos, Humberto.
En estos días voy a buscarle esas benditas pantuflas, tienes razón.
EliminarMuchas gracias, Amapola.
Seguro que la pobre anciana va estar mejor con vosotros que en un geriátrico, pero por favor ve rápido a Primark por si quedan pantuflas y completa su felicidad.
ResponderEliminar¡¡Genial!! Me ha gustado mucho.
Un abrazo
A pedido de la mayoría, habrá que ir a buscar las pantuflas.
EliminarMuchas gracias, José Manuel, un abrazo.
No te quiero desaminar nada, pero tendrás que volver , pero después de las rebajas para evitar tan angustiosa enfermedad de las rebajas, y bueno gastarte los dineros en la pobre anciana.
ResponderEliminarTotal, no creo que te vayan a costar tan caras. besos.
Si no vas es ya por testarudez, y viviras con esa pesadilla en tu conciencia...
Bueno, te comento doble por la doble ración de sonrisas, gracias.
La verdad es que las pantuflas estaba a 3 libras, no debería haber sido tan agarrado.
EliminarGracias por el doble comentario: doble afecto.
jajajajja Voy a decirte algo...
ResponderEliminar¡¡Me hubiera encantado escribirlo yo!!
Sencillamente genial.
Besazo
PD:Es cierto, debiste comprar tambien las pantuflas de felpa :P
Me haces pensar en las veces que uno desearía haber escrito el texto de algún otro, pocos lo confiesan, me encantó.
EliminarUn beso y gracias.
FIRST AND FOREMOST: HAPPY BIRTHDAY YOU FRIGGING GOAT!!
ResponderEliminarAhora sobre el cuento: genial! Novedoso, fresco y sobre todo con un final inesperado, pero H-Man el brillo ese, no es por las pantuflas. Time to close the deal my friend...:-)
Y en tren de confesiones, admito que soy medio "sucker for sales" - Suelo comprar los pulóveres en Agosto/Septiembre...En un viaje a Miami tuve que comprarme una valija (en una liquidación, obvio) para llevar todas las cosas que traje. Un sombrero lo usé sólo 3 veces, dos en una fiesta de disfraces...Está casi como nuevo. Lo liquido en $39,99 (pesos argentos, ok?) Abrazo grande y que termines bien el día!
Muchas gracias por lo del cumpleaños, Ato, en serio...
EliminarAhora me dejas pensando qué es lo que le hace brillar los ojos a la vieja, yo trato de no pasearme desnudo delante de ella.
Lo del sombrero, paso, a mí me quedan horribles.
Un fuerte abrazo y muchas gracias.
Es que no tener ese detalle, ¡es imperdonable! Pero bueno, siempre lo puedes arreglar si vuelves a Primark y le compras unos guantes.
ResponderEliminarUn abrazo y feliz año.
¿Guantes? ¿Crees que lograré superar el trauma de las pantuflas ausentes?
EliminarMuchas gracias, Carlos, feliz 2013.
Humberto, me ha gustado mucho el relato. Yo también odio comprar en rebajas, así que, lo evito, aunque sea en los primeros días que son los de más locura.
ResponderEliminarFeliz Año Nuevo y un abrazo desde España.
Me alegra mucho que te haya gustado, es un gran halago.
EliminarFeliz año y un abrazo desde Inglaterra.
Es que si no compras el pack entero, hombre...
ResponderEliminarEs que... me faltó presencia de ánimo.
EliminarUn abrazo.
Es lo que tienen las rebajas, que acabas comprando cosas que una vez las has comprado te das cuenta que no las necesitas, pero que las compras por el bajo precio que indican, a mi me ha pasado que he acabado gastando mucho dinero por cuatro cosas baratas y de mala calidad que si lo hubiera hecho por una prenda de vestir un poco más cara pero buena, pero claro al ver ese 50% y 70% engaña bastante jeje aunque no siempre sea así claro.
ResponderEliminarYo suelo ser medido en las rebajas, por lo general compro lo más simple, medias, camisetas, esas cosas... por decenas.
EliminarUn abrazo y muchas gracias, Isaac.
Interesante historia, pero estuviste poco inspirado. Tenías que haberte traído una chica cañón. El "pequeñísimo" inconveniente es que esas comen mucho, y también gastan un montón. Yo, rara vez compro cosas de rebajas. Si se me antoja algo, ha de ser, ya. No espero a que esté más barato. bueno, a menos que sea algo, demasiado caro.
ResponderEliminarChicas cañón no había, Antonio, ése fue el gran problema. Y es verdad, te hacen gastar un dineral.
EliminarUn abrazo.
Lo que hace uno por amor...Uds. adoptaron una viejita!!
ResponderEliminarY creo que su mirada no te reprocha lo de las pantuflas, eso es culpa, si la ves de otro lado son pupilas llenas de amor.
Quién es capaz de cambiar un par de pantuflas por compañía, "bollos" y té...? Menos los viejos. Creo.
Beso
Una mirada muy positiva y esperanzadora del relato, me gustó, Dana, gracias.
EliminarBesos.
Generalmente cuando iniciamos un relato partimos de una mínima (a veces no tan mínima) experiencia personal, para después deformarla, transformarla a través de la imaginación y echarla a volar convertida en otra cosa.
ResponderEliminarTu texto es muy divertido e impecablemente contado.
Saludos
El mío nació (tal vez no debería decirlo) de una no tan mínima experiencia personal, todo lo demás es -como dices- dejar que la imaginación vuele y se pose donde le plazca.
EliminarUn beso y gracias.
Me has hecho reír, tanta naturalidad ante una situación inverosímil extraña y divierte.
ResponderEliminarMe pareció ver que hoy era tu cumpleaños. Felicidades. Y si no es así, pues felicidades también.
Un abrazo.
Es mi cumpleaños, sí, Sara, así que muchas gracias por el halago y el deseo.
EliminarUn beso.
Graciosísimo el relato,sigue con la señora mayor, es lo mejor que tiene el Primark
ResponderEliminarCreo que te haré caso, voy a seguir con ella ;)
EliminarUn beso, Olga.
Me hiciste reir,aunque las rebajas no me gustan, no por el precio sino por la gente que sin necesidad compra.
ResponderEliminarUn abrazo.
Y claro, por esa locura infernal de probárselo todo, ni quiero recordarlo.
EliminarUn beso, Pakiba.
Un reemplazo de tía ... ese hombre podría haber llevado otra cosa, un zorrino, gato, cucaracha, algo menos molesto y que no sea consumista, o al menos que no sepa pedir...
ResponderEliminarMe reí mucho del producto de tus felices vacaciones!
Y hablando de FELIZ, FELIZ, MUY FELIZ CUMPLE DE VACACIONES!!!
Cuando el consumismo te atrapa, no hay cosa que no quieras comprar, más en países donde las rebajas son en verdad rebajas.
EliminarMe alegro que te hayas reído.
Muchas gracias, estoy teniendo un hermoso día, la verdad.
Beso enorme.
Jajaja, siendo así me apunto a las rebajas, a ver si me hago con algún abuelete simpático.
ResponderEliminarUn saludo!
Hay unos cuantos, pero tienen sus manías, te aviso.
EliminarUn beso.
Humberto, la proxima vez bas LAS REVAJAS DE AUTOS: y te traes tambien a la modelo, que se apoya en el cohe,quizas arias un buen negoció,(bueno, se supone).
ResponderEliminarYo nunca e tomado parte de esta invitaciòn para gastar, en lo que no necesitas.Los navegantes que somos los trabajadores:hemos perdido el orizonte de navegación,y nos pillo el remolino del consumismo.Un abrazo
¡Cómo no me di cuanta antes, claro, la rebaja de autos! Bueno, creo que hasta el 12 seguirán las rebajas, me quedan algunos días para ver en qué gasto más y más dinero. ¡Ay, maldito consumismo siglo XXI!
EliminarUn fuerte abrazo, querido Julio.
Observo que no te falta sentido del humor, y eso me gusta. Observo que es tu cumpleaños y ¡te felicito con X tirones de orejas!. Observo que la ancianita quería sus pantuflas de felpa, ¡cómprale unas baratitas, por Dios!.
ResponderEliminarUn abrazo sin rebajas de por medio.
Veo que observas muy bien. Los tirones de orejas, que sean la mitad de los reales, por favor ;)
EliminarMuchas gracias, Laura, y muchos abrazos.
Llevo 40 años esperando en la seccion de retales y oportunidades, hoy me han rebajado al 70 %, soy simétrico, mandibula prominente, pecho peludo, y hermético...preguntar en planta sétima por el chollo,
ResponderEliminarFelix anno
Uf, un producto difícil de vender ;)
EliminarVeremos cómo lo logramos, no hay que perder la fe.
Un abrazo.
Qué quieres que te diga, Humberto: Yo entiendo a Claire, por supuesto. ¡Mira que dejarte las pantuflas de felpa! Haz el favor de volver a Primark e intenta buscarle unas. Verás cómo te pone otros ojitos.
ResponderEliminarEl relato estupendo, genial. (En los Primark de Madrid se agotaron todas las Claire el primer día; eso sí, pantuflas de felpa todas las que quieras a 1,99 euros)
Un abrazo de Mos desde la orilla de las palabras.
Te felicito por tu cumpleaños porque estás hecho un chaval.
1,99 euros es una ganga, hay que ir a traérselas ya...
EliminarMuchas gracias, Mos, con lo de 'chaval' te has ganado mi corazón definitivamente, je.
Un fuerte abrazo.
Bueno, eso de comprar a una anciana y no comprar sus pantuflas es im per do na ble.
ResponderEliminarFeliz cumpleaños también por aquí.
Un beso
Imperdonable, lo reconozco.
EliminarMuchas gracias por lo del cumple, Malque.
Un beso.
SIEMPRE TU IRONÍA MUY BIEN DIRIGIDA.
ResponderEliminarUN ABRAZO
Muchas gracias, ReltiH.
EliminarUn fuerte abrazo.
Yo hubiera comprado algo distinto una anciana... pero para gustos colores....
ResponderEliminarY bueno, a veces no es cuestión de gustos, es cuestión de agarrar lo primero que ves: consumismo.
EliminarUn abrazo, Odialex.
Agradable historia. Un abrazo, que tengas un lindo dia.
ResponderEliminarMuchas gracias, Carolina.
EliminarUn beso.
Ja, ja, ja, ja, ja, me parto, es buenísimo!! Y casi te diría que real porque sé de gente que en Primark se lo lleva todo, hasta a las ancianas.
ResponderEliminarHablando en serio, una vez me quite una americana para probarme una prenda y un tipo ya se la llevaba, tuve que pararlo y decirle que la americana era mía y que tenía, por lo menos, 4 años. Fue en Primark.
EliminarUn beso y muchas gracias, Lynn.
Un post con sentido del humor sobre una temporada horrible. No me gusta ir de tiendas, ni con rebajas ni sin ellas. Supongo que nací con algún defecto que hizo que perdiera ese gen que solemos llevar las mujeres dentro. Tal vez lo perdí en un empujón que me dieran en las primeras rebajas... no lo recuerdo
ResponderEliminarBesos
Suele pasar, yo soy hombre y hay muchas cosas típicas que no hago como tal... otras sí ;)
EliminarUn beso.
Jeje, de solo pensar en ir de tiendas ya me dan ganas de comprar todo, cuanto cuesta este blog? Jii.
ResponderEliminarBesos, Humber
Este blog no se vende... sólo se regala ;)
EliminarUn beso.