Desde
muy cerca, mi padre y yo acompañábamos el ataúd. Lo cargaban con gran dificultad unos peones de la estancia, esos mismos miserables a los que mi abuelo
había explotado durante toda su vida. Otro centenar de infelices seguía el
cortejo fúnebre desde las casuchas, con sus ojillos despreciables ocultos detrás de las cortinas,
temerosos de que mi abuelo rompiera la tapa del féretro y volviese a la vida
para martirizarlos, como lo había hecho por años.
Al regresar a la casona, después del entierro, mi padre se sentó en el sillón de mi abuelo. Yo me quedé parado a su lado, en silencio. Tras un largo rato, balbuceó unas palabras incomprensibles y golpeó el escritorio con la fusta, como si -finalmente- hubiera sido poseído por el hado perverso que siempre flotó en ese cuarto. A partir de entonces,
fue él quien pasó a hostilizar a los campesinos, y ellos obedecieron, como
de costumbre.
Hoy están sepultando a mi padre y esos rastreros esperan que yo, el tercero de la dinastía, adopte la
actitud habitual, pero no saben que en el galpón ya tengo una lata de gasolina con la que voy a
encender mi propio Destino... y a liberar el de ellos. El fuego borrará mi culpa
y luego el agua lavará nuestras manos.
Estimados amigos:
ResponderEliminarMuchas gracias por los comentarios para ‘Palomas’.
Hoy más que nunca quiero agradecer a todos los que apoyan este espacio, pues es por ustedes y gracias a ustedes que todavía sigo escribiendo estas ficciones mínimas. Ya me explicaré mejor, nada grave, es la sensación de que hay etapas que se cumplen y deben cerrarse.
Un fuerte abrazo.
Humberto.
Ha muerto el rey, que viva el rey, algo así era me parece
ResponderEliminartambién es importante lo que mencionas, hay que cerrar etapas
pausar, analizar y retomar, difícil hacerlo
espero no imposible
siempre me encanta leerte Humberto, los temas que pongas son excelentes y me llenan de tranquilidad
Besos y apapachos, que nunca falten para ti, te cuidas
Sí, creo que era algo así, Ame. Lo cierto es que los reyes son rápidamente reemplazados, ¿no?
EliminarEs difícil tomar decisiones de cierta importancia, veremos.
Un beso enorme y muchas gracias por estar siempre.
creo que es muy justo.
ResponderEliminarjajaja, las cosas que escribo a través de mi avatar.
saludos y que pase un buen día.
Bueno, pero las escribes...
EliminarUn abrazo, Draco y gracias.
Un placer pasar por aquí y leerte.Que la paz quede contigo amigo.
ResponderEliminarMuchas gracias por tus deseos, Darwin.
EliminarAbrazos.
( Mariana Redel)
ResponderEliminarY que no sea justo, me refiero a eso de estar leyendo 'su último' cuento y hoy lo contacté Humberto Dib y no debe ser despedida porque leí un cuento-relato maravilloso y ya me habían hablado de los relatos cortos de Dib que te dejan estupefacto y acá estoy, iniciando face y con un gran escritor. Fue un placer haber arrancado a leerlo.
Y sigo.
Bueno, no sé si sea mi último cuento, muy por el contrario, lo que sucede es que mi cabeza está más en otros proyectos que tienen que ver con la literatura, pero en otros ámbitos. Veremos.
EliminarSea como fuere, muchas gracias por tus palabras.
Un abrazo.
Quando vemos que algo está mal é isso que devemos fazer, fechar um ciclo para podermos abrir outro renovado. Fechar a porta e abrir as janelas, deixar entrar ar fresco e fazer sair o cheiro a mofo e a xi-xi de ratos. Quando tudo estiver limpo logo se verá quem nos vai acompanhar a beber aquela garrafa de vinho guardada para uma ocasião especial. Aí se abrirá um novo ciclo. Já nada será como antes.
ResponderEliminarBeijinhos Humberto
Flor
Bom, é que ainda não é que considere sujo este espaço, mas sim que cumpriu um objetivo e que deveria relançar o desejo, já veremos, minha querida.
EliminarBeijinhos.
rsrsrsrsrsrs claro que não me referi a "este espaço", estava referindo-me à "casona", a tantas casonas que há por esse mundo fora.
EliminarEssa esta mesmo suja, nossa!
EliminarLa mansedumbre también es cuestión de dinastías! Por suerte siempre hay alguien que rompe con ellas, dicen que habitualmente es la tercera generación.
ResponderEliminarMe gustó!
Y seguimos con las mansedumbres, ya voy a pensar que a mí me está pasando algo con relación a eso. Estaba pensando qué generación soy yo...
EliminarUn beso, Magah, muchas gracias.
Ah, mirá que se viene el encuentro porteño, ¡eh!
Necesito que en esta me acompañe usted. No voy a poder en la fecha programada!!!! Correr el encuentro una semanita!!! Me ayuda a hacer campaña????
EliminarViajo por trabajo.
Besoooooooooo
Magah: Gracias a vos, el año pasado modificaron las fechas porque yo estaba en Europa, cómo no habría de estar de acuerdo. Y para hacer campaña, por supuesto, voy a poner toda la carne al asador para que sea un encuentro de muchos y los mejores ;)
EliminarUn beso.
Los mandatos familiares nunca fueron escritos.
ResponderEliminarUn gran abrazo y seguí a tu instinto.
Eso es lo peor, se llevan en la sangre.
EliminarUn abrazo y gracias por tu opinión.
Ni se te ocurra cerrar este blog, Humberto porque voy a buscarte personalmente y darte nalgadas hasta que lo abras de nuevo.
ResponderEliminarMuy profundo tu texto creo que siempre hay que cortar con las dinastias.
Saludos.
Mary
Yo creía que se daban nalgadas con otros intereses, digamos.
EliminarDéjame pensarlo, ¿está bien?
Un abrazo.
Me gustan cuando dejas el misterio!!
ResponderEliminarVa a quemarse el o va a quemar a los peones??
Cuidado con lo que haces!!
Besotes.
¿Y tú crees que yo lo sé? ;)
EliminarMe cuido, je.
Un beso.
Él fue el último eslabón, así cualquiera se quema... Quizá es tener descendencia lo que le agria a uno el carácter, ¿te imaginas? Nah, ni caso, que divago...
ResponderEliminarUn abrazo.
No, no, es una teoría aceptable...
EliminarUn abrazo y muchas gracias.
Mis condolencias hacia las familias de quienes fallecieron en el incendio de la discoteca en tu país.
ResponderEliminarFuerte abrazo para ti y uno inmenso para ellos, con todo mi sentimiento de solidaridad y gran consternación.
No puedo creer que hayas detectado esa sutileza, Sara, me dejas helado. Un guiño-homenaje que no era nada fácil de descubrir.
EliminarSea como fuere, muchas gracias por tus palabras.
Un beso.
El fuego no hará otra cosa que arder su culpa en la memoria de su abuelo y de su padre...está jodido...cagó...que mejor abra un blog de literatura...duele más.
ResponderEliminarAbrz.
¿Abrir un blog de literatura? ¿Por qué tanto castigo?
EliminarTú eres muy cruel... demasiado.
Abrazos.
Por justicia, ¡menos mal que no por otra cosa!, el fuego arrasará todo. TODO, digo, salvo las conciencias.
ResponderEliminarPor tal razón y por otras que callo, jamás creeré en el fuego eterno.
Los ínferos, esos sí, están a rebosar de dinastías...
Y a rebosar de 'ADEENES' de indeseables.
Y puesto que 'todo se pega, menos la hermosura', allá anden combustibles abuelo-padre-hijo-espíritusanto-amén.
Genial alegoría, Hum
Besos abrazos
P.S.
EliminarNada obsta para dolerme de la fatal tragedia el otro día, en una discoteca en tu país.
Habrá que reflexionar sobre la contrafilosofía de estas desmedidas aglomeraciones, de juventud preferentemente,
movida tan solo por un único fin: divertirse. No hacemos nada si ya nos conformamos con que se depuren solo irregularidades de instalación, y que si los bomberos no sé qué, y si las puertas de emergencia no sé cuántos.
En fin, todo un tratado de Sociología casi.
Las alegorías, Pilar, cómo nos permiten decir cosas que sin tapujos serían hasta chocantes. Eres una gran lectora, además de una gran escritora, lo que no muchas veces se da en conjunto.
EliminarEn relación con la tragedia, nuestra bendita y maldita América Latina no aprende jamás, tiene que reeditar el mito fundacional de la desgracia cada tantos años, así no nos olvidamos qué somos. ¿Cuántas veces más tiene que ocurrir? ¿Cuántas personas más tienen que morir para que se tome una medida en serio? Yo no tengo una respuesta, te lo aseguro.
Muchas gracias por el comentario y por la reflexión.
Un beso.
Creo que la decisión de no seguir la dinastía ya está tomada.
ResponderEliminarSolo me pregunto ¿por qué el fuego borrará la culpa? Si ya has tomado la decisión no deberías sentirla. En fin….a veces no podemos dejar de ser contradictorios.
Cariños….
Es así, Oriana, el final muestra la contradicción del personaje. Creo que todos cargamos culpas que no nos corresponden, en su caso, tal vez por no haber actuado antes, o por seguir considerando a los campesinos como unos miserables. Difícil saberlo, yo trato de seguir su lógica, no la mía, si no, no sería literatura.
EliminarUn fuerte abrazo y muchas gracias.
Excelente relato Humberto, aunado por el título que no deja lugar a dudas.
ResponderEliminarEn cuanto a decisiones te entiendo ya que tomé la mía y como me comentaste una vez, el ego no nos permite crecer, no se si es el camino correcto pero no me detendré.
Créeme que ya estoy viendo resultados.
Un gran abrazo amigo y sigue los dictados de tu corazón.
Luis.
Quise dejarte un mensaje, Luis. Pero el sistema o algo que colocaste, no me lo permitió, pero quería decirte que en cierta forma estaba de acuerdo, hay algo que en los blogs nunca funcionó y cada vez se hace más notorio. Lo que no significa que uno haya conocido gente maravillosa.
EliminarMe alegra saber que estás viendo resultados.
Un fuerte abrazo, un tema para hablarlo en persona.
De tal palo tal astilla (por partida doble ojo).
ResponderEliminarY de tal astilla tal corteza, hay cosas que nunca cambian.
EliminarGracias, David.
Fuego y agua ambos purificadores!!!! me gustó mucho Humberto Un abrazo
ResponderEliminarEs cierto, y creo que el fuego es más purificador que el agua.
EliminarUn abrazo, Winnie0.
Por algo te leo Humberto.
ResponderEliminarGracias por ese honor, yo lo valoro muchísimo.
EliminarUn abrazo.
Bien por el fuego liberador.
ResponderEliminarSaludos.
A quemarlo todo, Toro.
EliminarUn abrazo.
Los hijos no son culpables de los actos de los padres. Ya conoces la teoría en psicología de "matar" al padre para tener una vida propia. Lo que ocurre es que es más cómodo gozar de los frutos que el primer patriarca logró (lícita o indignamente como en tu relato). En realidad los nietos no se queman a lo bonzo (ni figuradamente) sino que dilapidan y arruinan el negocio familiar.
ResponderEliminar¿Puedes confirmarme si este blog tiene alrededor de tres años? Al parecer (es una teoría que estoy valorando), todo lo que tenemos que decir cabe en tres años (es lo que duran de media los blogs).
Besos.
Podría responderte las dos partes de tu comentario en una sola respuesta, pero temo que hiera ciertas susceptibilidades. El relato es lo que es, aún existe la búsqueda de la diferencia.
EliminarEn relación con el blog, es un tema largo. Yo tengo muchísimo para decir todavía, pero el blog me quita tiempo para escribir 'en serio', me refiero a cuentos, novelas, etc. Lo que hacía antes de los 4 años que tiene este espacio. Reconozco que en muchos casos se generan lindas amistades entre los blogueros, pero temas como la reciprocidad y la repetición me abruman. Jamás pude solucionarlos.
Malo o bueno, yo me considero un escritor, necesito expresarme en otra extensión, básicamente, cuando en un blog subes un texto largo, son pocos los que lo leen.
Un beso y gracias por el interés.
Te comprendo perfectamente, Humberto.
EliminarGracias por atenderme.
Un beso.
Mereces toda mi atención.
EliminarMás besos.
Las dinastias tyranisantes pesan en las espaldas de los herederos.
ResponderEliminarY otras cosas más que -tal vez- no son tan graves para los ojos que lo ven desde fuera, pero para el que las carga son monolíticas.
EliminarUn abrazo, Manouche.
Confiemos en que el peso de la tradición no le haga cambiar su decisión. Yo no lo tengo tan claro.
ResponderEliminarSaludos Humberto.
Yo tampoco, por eso el final es abierto.
EliminarUn abrazo, Jaal.
¿Podrías dejarle esto al Prícnipe heredero de España, para que le echara un ojo?
ResponderEliminarEh... no sé qué decirte, Enrique, tengo ese pudor de extranjero para darte una respuesta sincera. Tú piénsalo, tendrás una mejor conclusión que la mía.
EliminarUn abrazo.
Llego tarde, lo siento.
ResponderEliminarSuerte en el proyecto.
No veo que hayas llegado tarde, en principio porque no hay decisiones tomadas todavía, y el proyecto puede seguir adelante aún con el blog abierto, es cuestión de organizarme.
EliminarMuchas gracias de todos modos.
Besos.
Quizás sólo bastaba con quemar ese maldito sillón del abuelo, y comenzar de nuevo. No podemos cambiar el pasado ni a quienes nos precedieron, pero sí intentar ser nosotros mejores personas.
ResponderEliminarUn abrazo, Humberto. Concuerdo contigo en lo de cerrar etapas. A veces hacen falta los cambios. Empezar es siempre un aliciente :-)
En literatura echarle las culpas al sillón es interesante, tiene su cuota de magia, de analogía, de... Pero en la vida real la cosa es mucho más compleja.
EliminarÉse es el tema, cuando hay algo que pugna por cerrarse y esa tendencia a resistirse al cambio se le opone. Veré cómo lo soluciono.
Muchas gracias por la empatía.
Un beso.
A rey muerto, otro en su puesto, pero esta vez la dinastía parece que llena a su final, con este reyezuelo pirómano. En fin no se si se alegrarán los campesinos o lo maldecirán más que a los anteriores, que aunque fuese una mala vida, era vida al fin y al cabo.
ResponderEliminarComo siempre muy bueno Humberto. Un abrazo.
Es interesante tu punto de vista, Yashira, porque a veces lo que se ve como positivo para un sujeto, es una maldición para los que no quieren cambiar.
EliminarMuchas gracias por tu visita.
A lo mejor, si es tan democrático, puede ofrecerle el lugar del abuelo a alguno de todos los presentes. Tal vez a alguien le quede cómoda la fusta y empiece nomás a regir los destinos de esa estancia. Que si las cosas funcionaron por años así ¿por qué habrían de dejar de hacerlo?
ResponderEliminarSoy de Brasil, Garriga. ¿Qué quiero decirte? Bueno, que oficialmente se abolió la esclavitud en 1888, pero que es una gran mentira, hoy existe una esclavitud solapada y no sucede en las 'fazendas' solamente, lo ves en las grandes ciudades.
EliminarUn abrazo.
Un bidón de gasolina incendió el pasado. Dinamitando mi destino. Ahora, con un fuego despavorido tras de mí, avanzo por entre las sombras de un sepelio.
ResponderEliminarTiñendo el aire de promesas. Y de ADN que guardé con meticulosidad en un cofre.... y tiré al mar.
Un abrazo
Teñir el aire de promesas es una gran imagen, tiene magia y fuerza, pero también muestra la debilidad del aire, que pronto se lleva todo.
EliminarUn fuerte abrazo y gracias.
NOBLE PROPÓSITO EL TUYO.
ResponderEliminarUN ABRAZO
Muchas gracias, Icue, pero yo sólo soy un escritor que propone fantasías.
EliminarUn abrazo.
Brillan los buenos deseos al final del cuento.
ResponderEliminarUn abrazo.
Interesante relato.
Muchas gracias, Amapola. Tú has visto el buen deseo, eso es lo importante.
EliminarUn abrazo y muchas gracias.
Muy bueno... sigue así...
ResponderEliminarNos vemos...
Jesús, me has hecho acordar a mi maestra de la primaria: 'segue assim, Betinho', decía ella. Jaja.
EliminarMuchas gracias, me hiciste reír. Invalorable.
Nos vemos... y te prometo que voy a intentar seguir.
Un abrazo.
Pues están claras las intenciones del personaje en ese diálogo consigo mismo llamándoles de entrada 'rastreros'. ¡Vamos! que le viene de atrás, y encima se toma la libertad de tomar decisiones por los demás. Una dinastía complicada; todavía existen muchas con estos comportamientos.
ResponderEliminarSiempre es un gustazo leerte, Humberto.
Un abrazo.
Existen, doy fe. Me alegra que hayas detectado que el registro lingüístico del personaje muestra que en nada se diferencia del de sus antepasados.
EliminarMe alegra que te guste pasar por aquí, soy yo el agradecido.
Un abrazo.
Pedona, Humberto, no había leído tu primer comentario: deben cerrarse una etapas y abrirse otras nuevas.
ResponderEliminarUn abrazo.
Si quieres cierra el blog, estás en tu derecho, pero no te cierres a ti mismo, ni nos dejes a los demás sin tus letras, siempre puedes abrir un nuevo blog...
De todas meneras, haz lo que desees , es tu libertad y todos-as te repetaremos.
Un abrazo.
Muchas gracias por la comprensión, Amapola. Creo que abrir otro blog sería más de lo mismo, lo más probable es que espacie las entradas así puedo escribir otras cosas sin sentirme presionado.
EliminarOtro abrazo.
Hiciste lo que debías, jajaja el fuego todo lo purifica y hay que acabar de una vez por todas con las tiranías,
ResponderEliminarUn abrazo.
¿Pensarán lo mismo los que tienen el poder? No creo.
EliminarUn abrazo, Rafa.
Ya lo decía don Orwell en Rebelión de la Granja. "Todos los animales son iguales, pero algunos son más iguales que otros". Tampoco es que los Pol Pot eran tan benignos. Es un problema que tenemos los hombres, no hay caso, todo el mundo parece saber lo que es mejor para el otro. Abrazo!
ResponderEliminarMuy lejos de ser benignos los Jemeres Rojos...
EliminarMe gusta que siempre tengas una referencia histórica o literaria.
Es el fútbol generalizado, todos somos los mejores directores técnicos, imaginate si llevás ese pensamiento a otros ámbitos más 'formales'. En fin...
Mirá que se viene el encuentro, ¡eh!
Un abrazo.
Jemeres...Mirá vos, nunca lo había visto escrito en castellano. Veremos, Marzo o Abril, se suspende por lluvia...:-) Abrazo!
EliminarSe lo debemos a los amigos españoles, a ellos les encanta castellanizar todo, nunca me voy a olvidar de un guía turístico que en Londres indicaba a su grupo: y éste es el Gran Ben, y allí tenéis el Ojo de Londres, bastante lejos del Puente de la Torre.
EliminarSí, marzo o abril, ya somos (mínimo) 5 personas.
Creo que tarde o temprano está en nuestras manos torcer ese destino que nos hiere.
ResponderEliminarAbrazo
Así debería ser, Horacio.
EliminarUn fuerte abrazo y gracias por la visita.
Si el pensamiento se materializara siempre - en lo positivo, en lo deseado- otro gallo cantaría. Para nuestra memoria... los hechos nos describen otra realidad; el ser humano se distingue por eso,por mantener esa esperanza de que todo es posible, no importa el tiempo, el momento siempre llega.
ResponderEliminarDemasiado para mí.
Un abrazo.
Moon.
Creo que muchos de nosotros, desde cada blog o libro o mesa de dibujo o bastidor, materializamos lo positivo y lo deseado, en ese aspecto podemos sentirnos realizados.
EliminarUn abrazo, Moon.
Ud. prueba lo que yo sospechaba: la única justicia que nunca defrauda es la justicia poética.
ResponderEliminarAbrazo, HD.
Una linda reflexión, Rob. Ojalá podamos sostener esa justicia.
EliminarUn abrazo.
Claro que sí!!!! El tercero de la familia es el mejor!!
ResponderEliminarUn beso Humberto
Buscó el cambio, de eso no hay dudas.
EliminarGracias, Eva y un beso.
Muy bueno, es ¡¡¡Genial!!! Un saludo amigo.
ResponderEliminarMuchas gracias, Maruja, qué amable eres.
EliminarUn abrazo fuerte.
Fenomenal! Tiene una fuerza implacable. Alguien tiene que morir para que cambie la historia. Lástima que te tocó a ti, y eso por pensar distinto.
ResponderEliminarMe encantó el micro. Esto es escribir una gran historia como una ficción...o tal vez, al revés...
Abrazos Humberto.
La muerte siempre es generadora de cambios, lo que sucede es que cada vez hay menos víctimas sacrificiales. No sabría decirte si por suerte o por desgracia.
EliminarMuchas gracias por tus palabras, Genessis, me dan mucha fuerza.
Un abrazo.
En este microrrelato con unas breves pinceladas, retrataste con mano (o palabra) firme lo que por generaciones se hereda y se cumple, como un mandato, pero también como una elección: someter, creer que se lo puede todo, que se es dueño de los días y de las vidad ajenas.
ResponderEliminarEl fuego final yo no lo interpreté como purificador, sino la cobardía de no poder cambiar un sistema; y con la destrucción quedar libre de culpa y cargo. Impunemente.
Un abrazo
Puedes decir 'pinceladas', pues soy un pintor frustrado, creo que nunca dejé de querer escribir como si fuera un cuadro.
EliminarEl final es abierto, cada uno lo ve de formas diferentes, lo cierto es que ese fuego tiene toda la fuerza para modificar la historia, para bien o para mal.
Un abrazo y muchas gracias.
El viejo (abuelo) inspiraba miedo tras su muerte. Cuantos en la realidad despiertan lo mismo. Romper con ello, también lleva generaciones.
ResponderEliminar¡Impecable! leerlo.
Un beso Humberto.
En las familias 'tradicionales' de nuestra Latinomérica se hace muy evidente. Claro que es difícil, a veces imposible.
EliminarGracias, Cecy.
Cambiar las tradiciones y costumbres ventajosas lleva mucho tiempo cambiarlas. Alguien tiene que poner final a una injusticia que se ha mantenido a través de los Tiempos.
ResponderEliminarMagnífico Relato...Una gozada su lectura.
Abrazos.
Me alegra que te haya gustado, Pedro.
EliminarMe pregunto qué haría yo en ese caso, no sé si sea tan altruista.
Un abrazo y muchas gracias.
Un texto con mucha fuerza, tuve la sensación de que la pluma que lo escribió debe pesar toneladas.
ResponderEliminarExcelente!!
Marco
Tengo un portátil bastante pesado, por cierto ;)
EliminarMuchas gracias, Marco.
El fuego y el agua, y la tierra, el cielo es donde irá el martir.
ResponderEliminarMuchas alegorías, me encantó.
Besotes
Eh... es el aire, pero aquí todo se perdona, je.
EliminarMuchas gracias, Lula.
Un beso.
Espero que el oscuro trabajo de esa dinastía pare y no siga transmitiéndose de generación en generación. El relato bueno, pero la actividad me ha dejado helado.
ResponderEliminarUn abrazo.
Me alegra que te haya gustado, Francisco.
EliminarUn fuerte abrazo.
Etapas, dinastías, dictaduras, democracias... todo tiene su fin.
ResponderEliminarMe gusta leer lo que escribes y cómo lo escribes, y averiguar su trasfondo si lo hay o lo encuentro.
Disculpa que no me pase más. De momento estoy alejado de los blogs. Después de 6 años, siento que debo hacer otra cosa. Cierro mi blog, aunque no de forma permanente. Por supuesto, sigo escribiendo y publicaré sobre lo que se me ocurra, alguna que otra vez. Ahora, de nuevo, estoy embarcado en el proyecto de un libro. No sé si saldrá, pero quiero intentarlo y sacar algo mínimamente potable.
Un abrazo.
¡Qué bueno es saber que estás embarcado en ese proyecto, José!
EliminarYa lo hablamos por Skype, el blog es un entretenimiento o un pequeño taller para experimentar técnicas, nada más. La 'verdadera' Literatura está en otras partes. Me alegra saber de ti, te mando un fuerte abrazo.
Claro que vas a lograr algo más que potable.
Un fuerte abrazo.
Me gusta la historia, Sr Dib, así como el enfoque del planteamiento y el ritmo narrativo. Mi problema con este micro es su verosimilitud. No me encaja ni partiendo de la base de que el autor apueste por la fantasía. Será conciencia de clase poco flexible, pero no veo a ningún estanciero sintiendo esa culpa heredada.
ResponderEliminarUn abrazo.
Tal vez el acento esté puesto en otra parte, Pedro, tal vez el heredero queme a todos esos campesinos para terminar de una vez con la dinastía y así haga todo el mal de una sola vez.
EliminarO, tal vez, éste sea un relato inverosímil hasta para el género fantasía, lo cual no estaría nada mal: hacer fantasía de la fantasía.
Un fuerte abrazo y gracias por tu opinión.
El fuego ni siquiera lo salvará a el, ya está condenado por el silencio y la complicidad.
ResponderEliminarFuerte y directo.
Besos.
Es muy probable que tengas razón, Stefanía.
EliminarUn beso y muchas gracias.
Pues pienso que es verosímil, pues no todo ha de ser fruto del mimetismo y la continuidad. Cada uno tenemos nuestra forma de ver y juzgar los actos, y de nosotros depende cambiar o no nuestra actitud, y enmendar nuestro futuro
ResponderEliminarEso sería lo ideal, Marcos, pero suele suceder que son más deseos que realidades.
EliminarUn fuerte abrazo.
Cierto.
EliminarPero estoy contigo, no lo dudes...
EliminarHumberto..." Dinastìa "
ResponderEliminarNo tienes porque sentirte culpable de ser el heredero de un maltratador, deja todo como estè a merced de los demàs para que lo aprovechen y aparece en otro bello lugar, con tus buenos sentimientos para empezar una nueva vida.
Acuèrdate de tirar la fusta en el camino para que tu mano se acostumbre a entregar solo caricias
¡¡¡ me ha encantado !!!
un beso
Estás logrando convencerme, Doris...
EliminarCreo que se debe a tu cariño, esas cosas siempre convencen.
Un beso y gracias.
Ese final me ha dejado con una duda, ¿qué va a quemar?, espero que sean las malas costumbres heredadas no al hacienda; porque sino va a resultar más cruel que sus antecesores.
ResponderEliminarUn abrazo
Sabes, José, esa respuesta yo no la tengo. ¿Quién la tiene?, me preguntarás, si soy el que lo escribió, sin embargo, éstos son los textos que más me convencen, los que me convierten en un lector más que se queda con la duda.
EliminarUn abrazo y muchas gracias.
A veces, es necesario un cambio.
ResponderEliminarComo siempre, me ha gustado mucho leerte.
Felicidades.
Un abrazo,Humberto.
Muchas gracias, Amalia, a mí me gusta que vengas, así que mejor no podíamos estar.
EliminarUn abrazo.
Ya dice el refrán: a rey muerto, rey puesto...
ResponderEliminarMejor que él mismo no le conocía nadie y no debía gustarle mucho su forma de ser ya que pretendía quitarse del medio.
Hay que reconocerle valentía por anteponer el bienestar de sus "esclavos" a su propia vida.
Como siempre perfecto.
Un abrazo.
Algo le incomodaba (sea lo que fuere), en definitiva, es lo que lo llevó a realizar un cambio.
EliminarComo siempre muy amable.
Un abrazo.
Bien por la tercera generación, mira que es difícil resistirse a los encantos del poder (eso dicen, no es que yo lo sepa...).
ResponderEliminarMe gustó mucho, un abrazo.
Por azares de la vida me ha tocado estar en situación de poder un par de veces, te aseguro que es extraño lo que se siente, contradictorio, por un lado te encuentras muy bien, pero por el otro te da asco, así de polarizado. Bueno, es una experiencia personal, no una ley.
EliminarUn abrazo y gracias.
Hola.
ResponderEliminarMe gusta tu trabajo en el blog,
con tu permiso me quedo.
Gracias.
Un cordial saludo desde España.
Muchas gracias por tu visita.
EliminarEres bienvenido, más siendo de la entrañable España.
Un abrazo.
Para mí que el último eslabón de la dinastía va a quemar todo y a todos. Se acabó la dinastía, los látigos heredados, las malas costumbres, todo.
ResponderEliminarterrible final, supongo.
¡Cómo atrapan tus micros, Humberto!
Un abrazo de Mos desde la orilla de las palabras.
Ese sí que es un final terrible: se termina todo. Como habrás visto, lo dejé a criterio del lector.
EliminarMuchas gracias por estar siempre, querido Mos.
Humberto,es dramatico ¿NO?ablar de gasolinas y fuego; de culpas:Yo creo que las dinastias toman el relevo;pero deeven de aprender de sus herores,,ha no ser que esten todos locos,Un abrazo
ResponderEliminarYo creo que el poder y la impunidad vuelven loco a más de uno, así que gasolina, fuego y culpas caben perfectamente en esas mentes.
EliminarUna abraçada i cuida't, amic.
El fuego y el agua son purificadores y, de nuestros antepasados, sólo nos queda el humo de aquellos fuegos heredados... Muy sabia tu narración, que como casi todo lo que escribes, me afecta. Espero que nunca dejes tu blog Humberto, sigue compartiendo lo que tienes, que es mucho, para dar lo mejor de tu dinastya. A mi por lo menos, me interesan tus cuentos.
ResponderEliminarSé que lo dices de corazón, Julie. Tengo que encontrarle la vuelta a escribir otros textos y hacerlo para el blog. Veremos, para mí significaría una gran pérdida dejar este espacio.
EliminarGracias por tu comentario y tus palabras de aliento.
No hace falta tomar medidas tan drásticas y quemarse a lo bonzo ,creo que con justicia y amor a los demás , se rompería el maleficio y volvería la paz al mundo .
ResponderEliminarUn saludo.
Muy bien usado el condicional, pero se rompería si realmente se pensase con un poco más de seso... en el caso de que sucediera en la vida real, claro está.
EliminarUn abrazo, Luz, y muchas gracias.
Llegué tarde y se me volaron las palomas. No puedo remediarlo porque no las encuentro para atrapar todo lo que escondían o simbolizaban. Pensé que estabas de regreso, digo, por la plaza, los que miran desde lejos la estupidez de un pueblo y piensan, vos allá y yo acá, que las cosas queden claras. Miguitas sí, migajas? cuando quieras, los banquetes para nosotros y amigos.
ResponderEliminarMe había gustado ese concentradito que se fue volando.
Vuelvo por dinastía en otro comentario.
No te olvides de que si cerrás el blog, tal vez resuelvas tus dudas, pero crearás nuevos problemas, los nuestros, cómo vivir sin los cuentos de Humberto?
Eso es lo que tienen las palomas, apenas le das una oportunidad y ya vuelan. En realidad, yo las espanté, no me terminan de convencer los textos 'políticos', aunque este... uf.
EliminarVos sabés muy bien lo que me está pasando, creo que me conocés, es cuestión de no sentir que el escritor 'en serio' se está durmiendo en los laureles del blog.
En fin... te espero.
Besos.
HOLA HD, COMO VA? ME ENFERMAN PRECISAMENTE,LAS MULTITUDES, NO LAS SOPORTO, ASI COMO LAS ENFERMEDADES, LAS MENTIRAS O VERDADES A MEDIAS!!!
ResponderEliminarMIRA, NO PASO PÓR TU BLOG, DEJE FACE...,Y NO ESTOY EN GOOGLE+!!! NO, POR RAZONES DE SALUD GENETICA-PUTREFACTA GENETICA- ESTOY CASI HOSPITALIZADA DENTRO DE MI HOM,-TE GUSTA EL INGLÉS,YO SE-ARTROPATIA DEGENERATIVA, ES TODO UN TEMÓN, CHE, LOS ANALGESICOS, LOS EJERCICIOS DE RELAX, ME LLEVAN LA VIDA!!!TEXTUALMENTE, SIN METAFORAS, BIEN CRUDAMENTE...POR ESO NO PASO A COMENTAR, NO ME DA EL DOLOR, NI LOS TIEMPOS, HACE MAS DE 2 HS, QUE ESTOY SENTADA, PARA COMENTAR, EN 3 O 4 BLOGS, APENAS...
MIS DISCULPAS! QUEDAS INVITADO A "GRITO DE MUJER", QUE ORGANIZARÉ CON ALGUIEN,SOLA NO PUEDO, EN EL MES DE MARZO!
UN ABRAZO,PORTEÑO!
MIS DISCULPAS,
lidia
Voy a pasarme por 'grito de mujer', pero no te preocupes por no venir tan seguido, hay que sentirse libre de visitar cuando se quiere o se puede.
EliminarLamento profundamente tu enfermedad, te mando un abrazo.
Buena entrada, con descripciones claras y un final abierto con varias posibilidades para el lector. No me preocupo, estoy segura que el escritor solo purificará con fuego y agua la herencia. Vivirá y dejará vivir para crear su propia historia. (Así he querido verlo) :)
ResponderEliminarTenía mi blog cerrado hacía más de 8 meses, hace unos días lo he retomado y estoy visitando a quienes me seguían. Me alegro haberte encontrado con tu blog activo.
Un abrazo desde Colombia
Muchas gracias, Susana, es verdad, el final abierto da -como mínimo- dos posibles interpretaciones. La tuya va más allá de las 2 básicas, por eso me gusta.
EliminarYa pasé a visitarte, fue un gran placer.
Un beso enorme.
se avessi una latta di benzina non la sprecherei per dare fuoco a qualcosa, da te non so come va, ma qui oggi gli autobus sono stati fermi perche la benzina era finita e ormai il litro costa quasi come me due etti di buona carne
ResponderEliminarNon avevo capito che la situazione era così grave.
EliminarUn abbraccio e grazie per la visita.
Creo que las dinastías, igual que las monarquías, no traen vientos frescos al pueblo. Me ha gustado mucho tu relato, como siempre sabes llevarnos al mundo de la fantasía a través de tus historias.
ResponderEliminarun abrazo
fus
Muchas gracias, Paco.
EliminarTe mando un fuerte abrazo.
Pues está bien que queme y destruya, esa dinastía de "abusadores" de poder. Una tercera generación ya sería demasiado. Me gusta el estilo de tu narración.
ResponderEliminarSaludos
Anna J R
No dicen que tres son multitud, bueno podríamos aplicarlo a las dinastías...
EliminarUn abrazo, Anna y muchas gracias.
Humberto, vuelvo por acá después de un tiempo vacacional, algo tan necesario. Por coincidencia estoy viendo la trilogía de El Padrino y he aquí que encuentro tu cuento sobre la dinastía. Al final, en la última película Michael Corleone, con su intención de limpiar los negocios de su familia, volverlos legal, hace algo similar a tu personaje: quiere dejar a un lado eso que heredamos con el apellido: seguir la cuenta de nuestros ascendientes.
ResponderEliminarSaludo.
Qué bueno volver a verte por aquí, amigo Eskimal. Así andamos todos, de vacaciones, como lo merecemos.
EliminarVaya coincidencia la de la trilogía y este relato. Hay que romper con las herencias funestas, pero no sé si de manera tan macabra.
Un fuerte abrazo.
Querido Humberto, que tal después de tanto tiempo en el que me ausentado del medio bloguero...?...Hermoso está el diseño de tu blogg. Ahora pasando al texto, hermoso por cierto, con esa fluidez exquisita que tienes para contar las cosas, me pega fuerte el mensaje de la repetición sistemática de las estructuras, en este caso las familiares, hasta que alguien puede dejar de ser prisionero de ellas, y liberarse y al liberarse liberar al todo que lo circunda.
ResponderEliminarMuy bello y muy profundo Texto. Un gran placer para mí volver a leerte!!! Felicitaciones!!!
Muchas gracias por tu comentario, Beatriz. Dejar de ser prisionero de las estructuras familiares es muy difícil, pero siempre hay algo del 'uno mismo' que debe aflorar.
EliminarMe alegra verte de vuelta por aquí, y lo digo muy en serio.
Un beso y gracias.
ResponderEliminarOh que bonito!! Uuuf!! Como puede sintetizar tanto en tan poco espacio, siempre te lo digo, pero créeme es cierto!
Muchas gracias, Gary, siempre eres muy amable en tus comentarios. Valoro tu presencia aquí.
EliminarUn fuerte abrazo.
El sentimiento de culpa lo mortifica.Tríste herencia :el despotismo.Tambien hay que agradecerle que piese quitarse de enmedio sino piensa cambiar...
ResponderEliminarFeliz día Humberto.
El tema de las culpas da para infinitos relatos, porque ellas también son infinitas.
EliminarMuchas gracias y feliz día, Bertha.
EXCELENTE. ME PARECE EXCELENTE. Tanto en su construcción narrativo o como hecho literario. Lindo para hacer un guion para un cortometraje. Me recordó la narrativa del mejicano Juan Rulfo.
ResponderEliminarEs un honor ser comparado con Rulfo, lo conozco, pero no leí demasiado de él. Esta asociación que haces me incita a leerlo con mayor interés.
EliminarMuchas gracias por tu comentario.
Un abrazo.
Para mi, y no podría decir que no haya repetido algún comentario, el tercero de la dinastía no tenía demasiadas ganas de laburar y cortó (o quemó, mejor dicho) por lo sano, pagó una póliza generosa de seguro contra incendio y listo, un accidente le ocurre a cualquiera... Hasta se ahorraría indemnizar a toda la muchachada!
ResponderEliminarGran texto y no afloje, si quiere, espacie, pero no cese.
Abrazos!!
Me gusta ese toque de humor creativo que le das a la historia, me saca una sonrisa y me hace pensar en que así como la mencionás debe ser la vida real... es más acorde como la pintás.
EliminarNo es que quiera parar de escribir, al contrario, la posibilidad de darle un cierre al blog es para hacerlo más... ¿cómo decirlo?: extensamente.
Te agradezco tu opinión, no creas que no me hace pensar lo que me dicen.
Un abrazo.
Lo malo será que antes de incendiar el latifundio entre, por un casual o porque olvidó las cerillas, en el despacho ese donde reside agazapada la maldad...
ResponderEliminarAbrazos
Está clara cuál es tu interpretación y me gustó esa posibilidad final, pues encerraría todo el mal en un cuarto.
EliminarUn abrazo y gracias por la interpretación.
¿La tercera es la vencida o No hay dos sin tres?
ResponderEliminarEs lo que le dije a alguien, porque el dicho bien puede aplicarse a todo, ¿o no?
EliminarUn abrazo.
Bonito cuento... en la realidad lo veo poco plausible.
ResponderEliminarMuchas veces es así, el final de la realidad o el mensaje de la realidad no se condice con el de la ficción. Bueno, como debe ser.
EliminarUn abrazo.
Dib:
ResponderEliminarMuy buena decisión tomól.
Salu2.
Tomó la que el pudo, seguramente.
EliminarUn abrazo, Diego.
Entonces era adoptado?? jaja Que lindo es leer tus letras. Ademas me gusta lo de HD se ve mejor!
ResponderEliminarBesos Humberto.
Es muy probable, Indianala, adoptado y negador de su familia adoptiva.
EliminarY claro, HD siempre se ve mejor, jaja.
Un beso y muchas gracias.
Algo pasó con mi comentario, solo venía a saludarte y a darte las gracias por la visita y mensaje de bienvenida . me quedé un rato leyendo de nuevo y repasando los mensajes, pero no vi el mio :( desapareció :( , estoy segura que lo había dejado, o será que el gran fuego también lo borró? vaya uno a saber que ocurrió. Depronto estoy ciega por el humo que ha dejado el incendio y no lo encuentro.
ResponderEliminarUn abrazo
El fuego del filtro lo mandó a spam, ¿no será que hay alguna mano negra que quiere censurarte? Ya lo encontraremos.
EliminarUn beso y muchas gracias.
HAY EJEMPLOS A SEGUIR Y A VECES SE SIGUEN POR CONVICCIÓN, PERO A VECES POR ERROR. FULLL RELATO Y MENSAJE.
ResponderEliminarUN ABRAZO
El tema de la convicción es bastante complejo, las cosas que se han hecho por convicción.
EliminarMuchas gracias, ReltiH, un abrazo grande.
Impresionante el mensaje que transmites, me dejó fría.
ResponderEliminarHay que escapar siempre de los mandatos, de las herencias, de la disnastías.
Muy bueno.
Besazos.
Es cierto, pero no siempre resulta fácil. También, hay que decirlo, hay herencias muy buenas.
EliminarUn beso y muchas gracias.
Ya que das tu permiso te insultaré un poquito:
ResponderEliminarNo nos dejes maldito!!
Siempre puedes espaciar la publicación de estos pequeños escritos y así evitar que el blog te “robe tiempo”. Me da la impresión de que es algo adictivo, quieres dejarlo pero al final siempre hay un pequeño relato agazapado a la vuelta de la esquina, te asalta, se hace texto y ... tienes que publicarlo.
Esta historia me dejo un tanto desconcertada, al heredero le diría que para lavar culpas después de destruir y purificar debería entregarse a construir algo mejor y convertir los ojillos despreciables en miradas amistosas.
Un abrazo.
No es sólo que haya un relato agazapado a punto de asaltarme, también hay mucho cariño por el 'objeto' blog, es decir, por ese espacio que tiene mucho de mí, desde lo estético a lo artístico... es muy difícil. Pero es bien cierto que hay etapas que se cierran para iniciar otras con diferentes proyectos.
EliminarYa se verá, siempre que se quiera hay una solución.
El personaje nunca deja de considerar a esos campesinos como unos miserables, ése es el problema.
Un fuerte abrazo y gracias por tu interés y afecto.
es muy justo salvar a los antecesores... y asì se reanima a la dinastía. muy fuerte, muy bueno y ademàs muy cierto.
ResponderEliminarun abrazo
carlos
Muy cierto en nuestra querida América Latina.
EliminarUn fuerte abrazo, Carlos.
Es que las poltronas siempre han dado un cierto grado de despotismo hacia los demás. Pero dicen que el fuego todo lo purifica.
ResponderEliminarSalu2.
Es lo que yo creo, los sillones son los culpables, allí radica el mal. A quemar las poltronas se ha dicho.
EliminarUn abrazo, Alfredo.
Qué mejor manera de inmolar el pasado, una bola éterea de fuego consumiendo la agonía de los fieles. Excelente historia, saludos desde La Cordial, Santa Fe de la Vera Cruz.
ResponderEliminarUna suerte de inquisición purificadora...
EliminarMuchas gracias, Gustav. Debe estar haciendo calor en Santa Fe.
Que buen relato amigo, definitivamente habia que acabar con el legado de opresion, para asi poder librera la propia alma, como siempre Humberto es un placer el visitarte, saludos estelares desde mi querida Guatemala
ResponderEliminarMuchas gracias, SL, así también es placentero que vengas a visitar este espacio.
EliminarUn fuerte abrazo.
"Siempre es preciso saber cuándo se acaba una etapa de la vida. Si insistes en permanecer en ella más allá del tiempo necesario, pierdes la alegría y el sentido del resto. Cerrando círculos, o cerrando puertas, o cerrando capítulos, como quieras llamarlo. Lo importante es poder cerrarlos, y dejar ir momentos de la vida que se van clausurando". (Paulo Coelho)
ResponderEliminarNo es que Paulo sea santo de mi devoción, pero algunas cosas que leí de él, me han quedado dando vueltas.
Se hace muy difícil concluir una etapa, y más que nada abandonar un "éxito".
En fin, lo que decidas seguramente será lo mejor, y te respetaremos, aunque extrañaremos.
El relato, muy bueno, siempre con el toque especial que tú sabes darle.
Un abrazo.
Al igual que tú, Paulo Coelho no está entre mis preferidos, pero en los momentos en los que el afecto parece ser el único sostén, sus frases calzan como anillo al dedo.
EliminarSeguramente tome la determinación que me haga sentir mejor, te agradezco de corazón estas palabras, pues más allá del texto llegan a la persona real que lo escribió.
Un fuerte abrazo.
Me invita a leerlo muy muy despacio, y, estando atenta a la historia, sólo puedo pensar en el autor. Mezclado entre las letras das vida a tu personaje, quema tanto una antorcha como la pluma que hoy levantas bien alto, con clamor, ternura y pasión. Dedicándole el tiempo exacto a cada línea a cada letra. Esa extraña pasión desoladora que embarga tu pecho al decir adiós, te reconforta en el misterio y la pasión de un sueño, tu sueño. Sentir esa libertad de despojarte del peso de lo innato para volar en solitario. El camino está en tu mano, el sentido está en tu mano. Tu esencia en nuestras almas, en nuestra piel, hoy sé que volarás, pero no te irás jamás. Ánimo mi querido Hum. Eres grande, como el beso que te mando.
ResponderEliminarMe enorgullece que detectes esa pasión que me consume cuando escribo un relato. Desde que comencé a escribir más o menos en serio, nunca me abandonó, nunca dejé de sentir una gran emoción al ver que un texto estaba logrado... Así que no es que eso se haya acabado, muy por el contrario, la pasión por -y al- escribir, excede el marco del blog.
EliminarBueno, sumado a otros problemas asociados que ya contaré.
Ya se lo dije a otro amigo, todo lo que me dicen, me llega al corazón y a la cabeza por igual, espero que la decisión sea la mejor.
No puedo decir más que muchas gracias por tu interés vivo, abrasador como el fuego del texto.
Un beso enorme.
Ojalá no hubiera espacio ni tiempo y pudiera, en un café, descubrir esos misterios del ahora de tu vida en tus ojos. Estoy contigo, siempre hay que hacer lo que nos llena por dentro, o al menos intentarlo. Gracias por el gran esfuerzo de contestar a cada comentario, eso es puramente pasión. Espero "te llegue" este ABRAZO!!!!
EliminarY claro que me llega, Raque.
EliminarEn relación con el café, pues puede suceder, soy de las personas que viajan entre 2 y 3 veces por año a visitar amigos y conocer países, así que puede darse.
Más besos.
Muy bueno lo que escribiste ..un abrazo ...
ResponderEliminarMuchas gracias, Olga.
EliminarUn abrazo.
Estava sentindo falta desta leitura, que me tira o folego, aguça meus sentidos, todos, e vou processando e entendendo (espero rs)...Quando digo que teus escritos me remetem ao que de melhor conheci na literatura latina...como se estivesse acompanhado também os enterros, como um campesino acostumado (nos acostumamos e para mos de pensar e ser...), ou uma criança atrás da cortina, a espera do próximo e o final surpreendente, como só em teus escritos encontro. Fiz uma ótima leitura, obrigado.
ResponderEliminarps. Meu carinho meu respeito meu abraço.
Sem dúvida alguma, Jair, você fez uma ótima leitura, enxergou todos os detalhes do texto.
EliminarAgradeço muito a inclusão dentro dos melhores escritores latinos, acredito que ainda é muito cedo, mas vai acontecer, juro ;)
Um grande abraço.
Yo me vuelco a pensar que quema a todos y no él mismo, así que sigue la tradición perversa de sus familiares.
ResponderEliminarMe haces pensar.
Besos.
Estás dentro del grupo menos numeroso, pero eso no significa que sea el grupo equivocado, ¿no?
EliminarMuchas gracias, Carolina.
Como siempre alegrándonos con tu gran trabajo.
ResponderEliminar¡Besos!
Muchas gracias, Lilia, es un placer leer comentarios así.
EliminarUn beso.
ESTE CUENTO ME TOCA EN LO PERSONAL PORQUE ME COSTÓ DEJAR DE LADO UN MONTON DE COSTUMBRES DE MI FAMILIA QUE NO LLEGABAN A SER TAN GRAVES, PERO QUE ME JODÍAN.
ResponderEliminarLA SENSACION QUE TRANSMITÍS ES LA DE ALGUIEN QUE LO VIVIÓ, ME EQUIVOCO?
UN ABRAZO, QUERIDO NEGRO, DESDE CÓRDOBA LA DOCTA.
Bueno, todos tenemos cosas contras las cuales pelear, me refiero a mandatos, costumbres, esas cosas que vienen del pasado. No fue tan grave conmigo, siempre fui bastante rebelde, si me saqué pesos de encima lo hice de bastante pequeño y (por suerte) no tuve que quemar nada ;)
EliminarUn abrazo y muchas gracias, Christian.