No fue algo premeditado, llegó más temprano a su casa porque se había cortado la electricidad en el establecimiento y las autoridades decidieron que así no se podía continuar con la actividad, lo trajo una vecina que justo… Bueno, esas cosas del
Destino.
Entró por la puerta de la cocina y vio que se estaban besando. Fue como si un rayo se hubiera precipitado sobre su cabeza, sólo atinó a correr hasta la habitación y meter la mayor cantidad de ropa en la mochila, luego se
dirigió hacia la entrada con paso cimbreante y no obstante decidido. En el apuro, perdió una media, un calzoncillo y la camiseta del Barça, estaba tan resuelto
a marcharse que no volvió para recoger nada. Tenía los ojos anegados de lágrimas,
pero no iba a darles el gusto de que lo vieran llorar, se sentía la persona más
triste del mundo, se sentía -aunque no supiera exactamente qué era eso-
traicionado. Lo cierto es que se largaría de allí para siempre, viviría en
cualquier lugar, hasta la calle sería mejor. Sin embargo, antes de dar el paso crucial que lo pondría afuera, se detuvo en seco, como si necesitara hacer o decir algo antes de partir.
Mientras tanto, el traidor observaba todos sus movimientos desde el centro de la sala, con los brazos
caídos a los lados del cuerpo y una sonrisa entre comprensiva y apenada. En silencio, fue levantando las prendas que estaban en el piso y se le acercó, cuando ya estuvo a menos de dos metros, se
puso en cuclillas.
Todavía acongojado, el niño se arrojó a los brazos de su papá, allí
descargó su odio y su amor en un único apretón. Al final lo perdonó y le prometió que no se iría, pero antes le
exigió que nada más fuese novio de su mamá.
Estimados amigos:
ResponderEliminarMuchas gracias por las visitas y comentarios para ‘Colores’.
Esta semana estoy más orgulloso y agradecido que nunca, ya que me han hecho tres homenajes, dos directos y uno indirecto, los tres -llamativamente- vinieron desde México.
Gracias Sara: http://saboranisestrella.blogspot.com.ar/
Gracias Vany: http://entresorbos.blogspot.mx/
Gracias Carlos: http://desapolillandorelatos.blogspot.mx
También hubo alguna que otra patadita, aspereza, aldabonazo, refunfuño, pulla, guantazo y cacareo: Es la sal de la vida, cómo me gusta.
Un fuerte abrazo.
Humberto.
Oh, que ternura Humberto, que lindo
ResponderEliminarSiempre tus relatos son excelentes, jamás veo el final, me sorprendes
Besos y apapachos Humberto, te cuidas
¿Has visto, Ame, esta vez estuve tierno? Si hasta me siento un...
EliminarMuchas gracias por los apapachos, te prometo que voy a cuidarme.
Un beso.
Si hasta me siento un...
Eliminarun...?
Besos, buen fin de semana
Aquí en Argentina dirían... Un pelotudo, jeje.
EliminarEn mi país dirían algo parecido... Um panaca.
Y gracias por los enlaces, eres lindo
ResponderEliminarMás besos
Bueno, lindo ya es demasiado, no es para tanto ;)
EliminarMás besos.
Es un clásico, el niño que descubre que su madre tiene un novio, que habitualmente es su propio padre. La verdad, por mucho que me esfuerce no consigo recordar el momento de la agnición. Para mí fue como la muerte, una de esas cosas que sabes sin que nadie te explique. Igual, nunca estuve enamorado de mi madre. Ni de mi padre.
ResponderEliminarSaludos.
Está bien que no lo recuerdes, X, a eso llaman 'represión' los psicoanalistas. Es más... si uno de ellos leyera tu comentario, diría que le pones la frutilla a la torta negando.
EliminarEn fin... por suerte no entran psicoanalistas aquí.
Un abrazo.
siempre sorpresivo con los finales,excelente
ResponderEliminarun abrazo
Muchas gracias, Horacio, es una alegría verte por aquí, te debo una visita.
EliminarUn fuerte abrazo.
'...Todavía acongojado, el niño se arrojó a los brazos de su papá, allí descargó su odio y su amor en un único apretón. Al final lo perdonó y le prometió que no se iría, pero antes le exigió que nada más fuese novio de su mamá.'...Maravilloso final , es increíblemente sorprendente como estas historias hacen 'ese giro'...evidentemente, es un don y vaya que hace provecho de él...lo felicito, Humberto...Este cuento, genial.
ResponderEliminarMariana.
Muchas gracias, Mariana, un comentario de una persona que no tiene blog tiene un sabor especial.
EliminarUn abrazo.
Que ternura, ya estaba maldiciendo al traidor.
ResponderEliminarMuy bien llevado maestro.
Así vivimos, entre la maldición y la ternura, es el signo de los tiempos.
EliminarMuchas gracias por el halago, Malque.
Un beso.
Es cierto que mis hijos cuando besaba a su papá se ponían en medio y no querían que eso pasara... pero... ¿traicionado? ¿los padres nunca se besaban antes? ¡qué mal acostumbrado tenían al niño!
ResponderEliminarMuy tiernito, Humberto, me imagino la cara de los papás.
Un abrazo
Yo creo que era un niño muy pequeño, pero tendría que averiguar más al respecto.
EliminarLas anécdotas que tu cuentas en FB son muy inspiradoras para este tipo de relatos.
Un beso, Anita.
Um texto com um final que não estava à espera. Mas agora pergunto eu, o rapazinho nunca tinha visto o pai e a mãe beijarem-se??? ou será que o pai tinha a cara tapada e o filho ficou cego de ciúmes, não o reconheceu e fugiu para o quarto? É que o ciúme cega!! Mistéeerio!!
ResponderEliminarGostei muito!!
Beijinhos Humberto.
Flor
Já disse, acho (acho, sim) que era um menininho, mal que ia ao jardim maternal... Mas não sei ao certo, logo falo com os pais dele.
EliminarUm beijinho, minha querida.
rsrsrsrsrs depois me conta. Era menininho sim. Ainda usava calzoncillos. Há crianças que não conseguem pensar que os pais têm relações intimas.
EliminarBesitos.
Pera aí... o que você falou? Porque eu contei de beijos!
EliminarOs pais têm relações íntimas??? Sério???
Nossa senhora, e agora o que eu faço!
Fala a sério!!! rsrsrsrs
EliminarNunca vi a mi padre besar a mamá, no creo mi reacción hubiera sido de esa forma, al contrario :)
ResponderEliminarLo que si es claro, que los niños son tan intensos en todo, imagino el dolor que sintió de ver la escena
Muy buen relato amiguito y gracias por la mención
Besitos Humberto
Yo creo que se le vino el mundo abajo, una escena que no esperaba presenciar.
EliminarAsí nacen los futuros celosos, Vany.
No hay de qué, gracias a ti por la dedicatoria.
Me encantó
ResponderEliminarSaludos
Rossana
Muchas gracias, Rossana.
EliminarUn beso enorme.
Con la ternura y la maestría que lo caracteriza amigo... gracias por la mención en el primer comentario. Un abrazo y me sorprendido
ResponderEliminarcarlos
Mucha ternura, mucha ternura, ya veo que se viene una masacre literaria la semana que viene. Tiemblo de pensarlo.
EliminarMuchas gracias a ti, Carlos.
Un abrazo.
Realmente no esperaba el final, pensaba en el tipo que había sorprendido a la mujer en una traición y me preguntaba mientras leía, con que final nos saldrá el gran HD, y la verdad me sorprendiste... es un placer leerlo maestro y replico este comentario pues hace un rato salía rapido y no quise irme sin poner nada, pero sentí que puse muy poco.
EliminarUN GRAN ABRAZO Y PREPARATE PARA LA PROXIMA SEMANA JAJAJAJAJA
¡Sangre... Mucha sangre!
EliminarGracias por tu interés y amistad.
He pasado a ver los otros dos blog que recomendaste... Muy buenos los dos homenajes que te hicieron. Usted se lo merece.
EliminarSaludos.
Carlos
Una vez que llegas al final, se convierte en total ternura este relato, como siempre, sorprendes con tu forma de narrar una historia.
ResponderEliminarun fuerte abrazo
Paco
Muchas gracias, Paco, no sólo eres muy amable aquí, sino que lo eres en otros espacios. Gracias por dejar esos rastros de afecto.
EliminarUn fuerte abrazo.
Que tierno Humber, me has dado vuelta la mente, me preparaba para un final sangriento.
ResponderEliminarEres una bella persona, muy bella.
Un besazo
Y dale con lo de bello, ¿es que no ven las fotos? Je.
EliminarMuchas gracias, Sabrina.
Un beso.
pasado un mes, un adivino le dijo a ese padre que su propio hijo lo iba a matar cuando sea adulto; y fue en ese momento que él contrató a una sicaria para que despache al crío de este mundo, pero al final ella se arrepintió y en vez de matarlo lo raptó y se quedó con él.
ResponderEliminarpasaron un par de décadas y el otrora crío, un adulto en la actualidad, mató a su padre sin darse cuenta y se terminó casando con su propia madre...
mejor dejo esto aquí. no sé, pero tengo la sospecha de que un griego contaría esta historia mejor que yo.
saludos.
Y mucho mejor que yo también...
EliminarBien sabes que en Literatura está todo dicho, Layo... digo, Draco, lo importante es la forma.
Ahora se viene la historia de un joven que no sabe si vale algo o si es un piojo, entonces decide matar a una anciana y robarle las joyas... Mejor no sigo, si no cuento todo antes de tiempo.
Un abrazo, amigo.
No sé cómo lo haces. Si piensas primero en el final y luego vas disfrazando la historia, o si empiezas una historia y luego buscas un final sorprendente...de cualquier forma siempre consigues un fantástico resultado.
ResponderEliminarte admiro.
Te lo digo con toda sinceridad, no hay una fórmula fija, lo que sí puedo asegurarte es que el texto tiene que sorprenderme a mí para considerar que es digno de ser publicado, sin importar si el final sea sorpresivo.
EliminarSea como fuere, muchas gracias por tus lindas palabras, Spaghetti.
Un abrazo.
Este blog es genial, amigo!
ResponderEliminarLe dejo un abrazo de admiracion.
Migue
Muchas gracias, Migue.
EliminarUn abrazo de respeto.
Buenísimo Humberto !!, un final inesperado para mi.
ResponderEliminarSólo el tema de la camiseta de Barça me llamó la atención.
Te cuento que me recordaste un episodio personal en el cual tendría yo 11 o 12 años, y husmeando (algo que no debe hacerse) en el cajón de la mesa de luz de mi padre, encontré una cajita de preservativos.
Para mi fué impactante y estuve varios días mirándolo con cierto resentimiento. Luego se me pasó, pero hasta el día de hoy recuerdo la marca.
Viste que uno cree, sobre todo cuando se es niño, que nuestros padres no cogen, jajajajaja !!!
Un abrazo.
Si los hombres nos animásemos a contar anécdotas como la tuya, creo que tendríamos tela para escribir una novela o un libro de cómo superar (o no) el Edipo.
EliminarDe todas formas, ya estoy comenzando a sospechar que mis viejos hicieron más cosas de las que yo suponía.
Gracias por tu historia, Rex, usted las tiene bien puestas.
Un abrazo.
Los traicionados somos los que te leemos, juegas con nuestra imaginacion como un gran manipulador, me encanta!!
ResponderEliminarMe dio mucha ternura de verdad.
Besos.
Bueno, traicionados... manipulador... eh.
EliminarPero bien, si te encanta, yo me quedo muy feliz entonces.
Un beso, Stefanía.
Me gusta mucho que hayas podido captar la perspectiva del niño, sus prioridades y sus miedos, cosas que para los grandes suelen ser invisibles o directamente olvidadas (los grandes fueron pequeños alguna vez...)
ResponderEliminarDesde ya te agradezco aquí también tu apreciación en mi Ciudad!
Abrazos!
Para los adultos son como Una Ciudad Invisible, ¿no, Etienne?
EliminarTu texto es excelente, la mía fue sólo la opinión de un tipo que le gusta que el mago sea mago, nada más.
Un fuerte abrazo y muchas gracias.
Ay Diba, estoy podrida, tenía un arsenal de homicidios y escupitajos para el final, pero al ver al niño tuve que ser cauta y comentarte desde el jardín, me puse a regar tus flores para no parecer tan idiota.
ResponderEliminarUn placer Diba.
Más a la derecha... A ver, ahí, ahí, Sarca, ¡no dejes las hortensias sin agua, por favor!
EliminarUn abrazo de prostituta a prostituta.
jajaja, como siempre un final inesperado y excelente!!!!
ResponderEliminarUn placer leer lo que escribís. Gracias!
Muchas gracias a vos, Fernanda.
EliminarUn beso.
Que grande maestro!!
ResponderEliminarAbrazos totales
Muchas gracias, Lalo.
EliminarUn abrazo.
Se me borró el comment!!! Diossssssssssssssss!!!
ResponderEliminarComo te decía, a mí no me agarró por el lado tierno (Tengo la mente reventada) Me imaginé que el padre es uno de esos tipos que van y vienen y que en cada abandono deja un tendal de dolor en la mujer y en el hijo. Por eso el chico prefiere verlo como "novio" de esa manera cuando repita el abandono, no va a ser tan decepcionante ya que en sus mentes solamente funciona como el "novio" y no como el padre y marido devoto que ellos quieren.
Sin dudas hoy no tomé la pastilla roja... ;)
Great work, milord! Ves? Ahí radica tu talento, ponés la bomba y uno la detona a piaccere.
Big kiss for you, doc!
La verdad es que -esta vez- fuiste vos la que me sorprendió. Es verdad, uno arma el relato como para que no lo diga todo, para que haya mucho del lector en la interpretación, pero hay senderos que ni yo recorro. Lo cual no sólo es muy grato, sino sumamante inspirador.
EliminarThanks a lot, BeeBee.
Luckily psychoanalysts are not allowed over here!
Cheers my dearest.
Humberto..." Traicionado "
ResponderEliminarLa verdad mientras iba leyendo me he imaginado algo tremendo, como los muchos casos en estos días de mujeres quemadas por sus esposos, novios o amantes.
Me ubico en el lugar del niño... esa imagen no se la ha de borrar nunca...pero con el tiempo a de ir comprendiendo.
He conocido una mujer culta,de alta posición económica, que se paseaba desnuda por su casa frente a sus dos hijos varones de 10 y 12 años... dàndoles a entender de los cuerpos en libertad...nosé si de el amor libre, para que estos niños no se sorprendan como el de tu relato.
Sorpresivo final, me ha encantado.
un beso
Bueno, habría que ver cómo estaba el cuerpo de esa señora que se paseaba desnuda...
EliminarHay gente para todo, Doris, es lo bueno y lo malo de la vida.
Muchas gracias por tu anécdota.
Un beso.
Genial. Lo comparto en el Face.
ResponderEliminarMuchas gracias, David.
EliminarEres siempre muy amable.
Un abrazo.
¡Qué dulce! y qué pena! no saber dónde está la mamá.
ResponderEliminarUn abrazote
La mamá se escondió, porque le daba mucha vergüenza la situación...
EliminarUn abrazo y muchas gracias.
Qué tierno, Humberto :)
ResponderEliminarHas rescatado un momento de la infancia que creo todos vivimos.
Abrazos
Eso es cierto, todos hemos pasado por algo más o menos parecido.
EliminarUn abrazo, Verónica.
jajjja, vaya me hiciste sonreir, igual que siempre ; Humberto.
ResponderEliminarCreo que eres un genio con esto de los relatos.
Besos.
No dejes de escribir. Saludos . Que tengas muy buen a semana.
Me alegra mucho esa sonrisa tuya, Amapola.
EliminarNo voy a dejar de escribir, muchas gracias por el aliento.
Besos.
Eine wirklich aussergewöhnliche Erzählung mit einem überraschendem Ende.
ResponderEliminarLiebe Grüsse, Ulla
Vielen Dank, Ulla, freuen uns, dass du mich besuchst.
EliminarEine Umarmung.
Que placer leerte, Umberto !
ResponderEliminarMuchas gracias, Manouche, es un placer para mí que tú vengas a leerme.
EliminarBesos.
Un estupendo relato, un relato de los buenos donde la lectura nos hace imaginar algo que al final no es asó. Un niño siempre nos eternece el corazón y hace que cualquier momento, cualquier historia sea como un algodón de caramelo claro que este tb puede ser blanco, rosa o ... de cualquier otro color.
ResponderEliminarSi ya sé el azúcar no lo nombras, a veces divago pensado en situaciones que podrían ser muy similares
Un abrazo
Es que tienes alma de escritora y es imposible no querer agregar algo más o imaginar cosas diferentes para lo ya escrito.
EliminarLos colores le dan un toque especial y lo unen al texto anterior.
Un abrazo y gracias.
Gracias a tí, por tus palabras y tus letras
EliminarUn placer leerte y comentarte
Un abrazo y que el café?? esté delicioso ....
Es un capucchino y está espectacular...
EliminarMás abrazos.
A esto se le llama dominar la técnica narrativa ¡Buen giro!
ResponderEliminarUn halago que me queda grabado, Sícoris.
EliminarUn abrazo.
Siempre es un placer leerte
ResponderEliminarGracias por decírmelo, hace muy bien y da fuerzas para intentar mejorar.
EliminarUn abrazo, Chary.
Acelerado relato. Lo que encierra la mente de un niño suele ser muy radical, todo es bueno o todo es malo. Menos mal que en este caso reconoció a su padre y no tuvo que abandonar su camiseta del Barça.
ResponderEliminarUn abrazo
Creo que la 10 del Barça, porque no lo dice, pero es la de Messi, era su mayor tesoro, así que imagínate la decisión que había tomado.
EliminarMuchas gracias, Clara.
Jajaja, estaba segura de que era un niño, no sé por qué...
ResponderEliminarMe gustó mucho el relato, bueno, lo que te digo siempre, que me reitero diciéndote que me encanta como escribís.
Un beso grande, que tengas un muy buen fin de semana Humberto
Has acertado, entonces, Eva...
EliminarMuchas gracias, nunca deja de enorgullecerme un halago sincero.
Un buen de semana para vos también.
Besos.
He disfrutado amigo mío, como siempre. Un saludo y felicidades.
ResponderEliminarMuchas gracias, Ramón.
EliminarUn fuerte abrazo.
Presenti "algo" no usual, pero no me imagine el final. Muy bueno!
ResponderEliminarun abrazo
Es que este blog es medio mentiroso, uno nunca sabe qué vendrá después... hasta a mí me pasa, Mery.
EliminarUn beso enorme.
'Cgüen' con el criajo. Y parecíera no haber roto un plato jamás.
ResponderEliminarMenos mal que estas cosillas solo son de la infancia y se las disculpa.
Un relato a tenor de los tuyos: Genial, Humberto
Besos
Bueno, son de la infancia hasta que algún zopenco adulto le agarra el Edipo tardío y cree que su mujer es su madre. Que suele pasar mucho...
EliminarUn beso, Pilar.
Sin palabras. Maravilloso.
ResponderEliminarMuchas gracias, Cybrghost, no creas que no me gusta leer algo lindo.
EliminarUn abrazo.
Dib:
ResponderEliminar¡Ay, esos niños que siempre andan metiendo las naricillas en todos los rincones...!
Salu2.
A veces ven cosas peores, ¡ay esa curiosidad infantil!
EliminarUn abrazo, Diego.
Genial, Humberto. Te superas día a día. Eres uno de mis cuentistas favoritos ;.)
ResponderEliminarUn abrazo.
Es un gran honor, Sara, y lo maravilloso es que es un sentimiento mutuo.
EliminarUn abrazo.
Ese hombre necesita ir al oculista urgentemente, antes de que haga alguna cosa por la que luego tenga que pedir disculpas.
ResponderEliminarUn abrazo Umberto.
Eh... esta vez quedé fuera, Jaal, no sé cómo lo interpretaste. Me encantan las variaciones, pero a veces soy medio lento.
EliminarUn abrazo.
jajaja, interpreté que el que entraba era el padre y había confundido al niño con el amante y así hasta el final. Vamos que lo he entendido exactamente al revés. Tiene mérito no?
EliminarSi tu eres medio lento yo soy el caracol cojo.
Un abrazo H (así queda completo)
Pues claro que tiene mérito, qué sería de un texto al que el lector no le agregara su toque. Es que a veces las interpretaciones me superan.
EliminarGracias por el interés, Jaal.
Perdón, me he comido la H. Humberto
ResponderEliminarEs que es muda ;)
EliminarUn edipo muy tierno amigo, le diste el giro final con maestría, una historia de la vida real.
ResponderEliminarMuy bueno.
Un abrazo
Muchas gracias, Luis.
EliminarUn fuerte abrazo.
Qué ternura! Casi, casi me sentí retratada. Hubo un tiempo, cuando era muy chica, me enamoré de mi padre, eso despúes me dio la pauta de que "era normal"....jajjaja
ResponderEliminarMe atrapó la ternura de tu relato.
Abrazos.
Es verdad, la ternura no es moneda corriente en mis relatos, así que hasta yo lo disfruto.
EliminarUn abrazo, Genessis.
Es así de cierto, yo puedo dar fe de mis sentimientos. Mi etapa edípica fue prolongada, pero salí bastante bien, aunque después me pasaba que no quería ni besar a mi vieja, ni en público ni en privado.
ResponderEliminarFinalmente todo se resolvió normalmente, Mamá... digo, Marta.
¿Es una historia real?
Un beso enorme y muchas gracias.
Que una esposa traicione a su marido sería una historia simple para lo que acostumbro leer en este espacio. Debería tener un final trágico por lo menos.
ResponderEliminarNo se, tal vez esa era la sorpresa...lo simple. Pero no, era Edipo y sus secuaces!
Yo también me enamoré de mi papá, hasta que se hizo humano y fue simplemente mi papá.
Un beso y buen fin de semana.
¿Quién no habrá estado enamorado de alguno de sus padres, Dana? Es lo normal...
EliminarPero me queda picando es una pregunta: ¿Para que te enamores de alguien no tiene que ser humano?
Un beso y gracias.
Es que yo creía que era un superhéroe...jajaa! Luego de algunas metidas de pata, al hacerse imperfecto y "humano...se me pasó el enamoramiento.
EliminarCómo te escapás, sos como las anguilas... Te lo pregunto de nuevo y con una leve variación: ¿Tiene que ser un superhéroe el tipo del que te enamores?
EliminarEstoy enamorada de un super hombre! Que casualmente es mi héroe...contestada?
EliminarAhora sí... es que se nota que sos exigente, lo que me parece perfecto, nada de 'es lo que hay'.
EliminarUn beso, Dana y gracias por este feedback.
Gracias a vos también.
EliminarNunca taxi, decían en mi etapa adolescente. Un beso
Carne de diván ese chiquillo, uf...
ResponderEliminarLa identidad no importa, pero la anécdota es muy interesante como escena de la vida real.
Siguen los besos.
Tierno y hermoso, para los padres los hijos es lo mejor y más importante en la vida, para los hijos, de pequeños, son el refugio, alimento de sueños e ilusiones, sus protectores y maestros preferidos, nadie sabe más ni es tan fuerte como su Papá, nadie es tan buena y guapa como su Mamá.
ResponderEliminarCuendo van creciendo todo cambia.
Un abrazo.
Ambar.
Pero está bien que cambie, Ambar, no hay nada peor que esos hijos eternos debajo del ala de los padres.
EliminarAsí y todo, es hermoso guardar esos recuerdos de tiempos de magia.
Un abrazo.
Comentario de COLORES
ResponderEliminarHombre, los colores se fueron al diablo, el día se puso GRIS OSCURO TIRANDO A NEGRO cuando leí que te vas a España...
Bueno, espero que los amigos españoles no lo sientan así, no querría arruinarles la vida... Uf.
EliminarPara mí como española el cielo se ha puesto mas azul que nunca, ven Humberto que aquí siempre serás bienvenido, nuestos brazos están abiertos para ti.
EliminarGracias, al menos ya sé que alguien se alegra, je.
EliminarYO TAMBIÉN ME ALEGRO MUCHO Y SOY MAS ARGENTINO QUE EL DULCE DE LECHE, JEJE.
Eliminarmuy buena entrada...
ResponderEliminarMuchas gracias, Ainoa.
EliminarUn beso.
Me sorprende tu capacidad de renovar temas de escribir lo que te apetezca.
ResponderEliminarYo no vi que el relato fuera tierno, me parece que es lo mas doloroso para un chaval, cuando se entera de la verdad y después vendrán otras verdades mas duras.
Un besazo, Humber
Es que, Stefanía, los temas son tan amplios como la vida misma, hay que vivir en un constante cambio.
EliminarUn beso enorme y gracias.
Ja! Que preciosa y tierna escena! Un abrazo.
ResponderEliminarMuchas gracias, Darío.
EliminarUn abrazo.
Humberto hoy me hiciste pensar un ensarta de tonterias, pensando en el dolor que sentiria ese hombre, pero vaya vuelco el que dio tu historia, jajaja MAGNIFICO amigo, es un placer deleitarme con tu maravilloso talento, saludos estelares desde mi querida Guatemala.
ResponderEliminarHasta yo creí que se venía la sangre, SL.
EliminarUn fuerte abrazo para ti y Guatemala.
Si pero que le paso al niño,para decirle a su padre:que solo sea novio de su mama?,yo creo que el niño,tenia solo para el a su madre y sintió unos celos enormes,y llenos de egoismo,en el amor de su madre.Una abraçada
ResponderEliminarPuede ser normal o no, depende de la edad, básicamente, pero en definitiva esto es puro cuento, nada más.
EliminarUna abraçada, amic.
Traição é terrível...belo texto...
ResponderEliminarValeu mesmo.
EliminarUm grande abraço.
Como siempre tus finales son sorprendentes, cuanta ternura en ese principe destronado al descubrir la "cruda" realidad que debe compartir a su mamá.
ResponderEliminarUn abrazo
Compartirla y entregarla, como corresponde.
EliminarUn fuerte abrazo y muchas gracias.
felicidades!!!! es un tremendo texto!!! al principio pensé en un marido engañado, pero al final se justifican los celos de un hijo!!!
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario, Quiltra.
EliminarEres muy amable.
Un beso.
Me sorprendió, realmente. Muy bueno.
ResponderEliminarMuchas gracias, Claudio.
EliminarUn abrazo.
Excelente, Humberto, me pareció un texto tierno y original, y llevado con grandeza.
ResponderEliminarUn abrazo.
Qué lindas palabras, Daniel, te agradezco mucho el aliento.
EliminarUn abrazo.
Nunca hubiese esperado ese final¡Espléndido!
ResponderEliminarUn saludo
Un final con giro sorpresivo, es verdad. No son los que más me gustan, te lo aseguro, pero éste nació así.
EliminarUn beso.
Leía despacio sin entender plenamente la situación de la traición, la media, la camiseta y la mochila no me cuadraban. Tus finales como siempre, imprevisibles. Muy agradable cuento.
ResponderEliminarBueno... si lo piensas desde el pensamiento de un hombre, todos esos detalles llevarían a pensar en una traición, al menos para mí.
EliminarMuchas gracias por el comentario, Marcos.
Maldito Edipo y todos sus complejos.
ResponderEliminarBendito abrazo purificador.
Siempre llega la reconciliación con los Layos, la vida tiene eso de bueno.
EliminarUn beso, Ishtar, y gracias.
Final sorpresivo y bonito y original relato.
ResponderEliminar¡¡Enhorabuena!!
Un abrarzo.
Muchas gracias, Amalia, tú eres siempre tan amable y cariñosa.
EliminarUn fuerte abrazo y muchas gracias.
Lo he leído dos veces, porque el final... sorpresa, muy hábil con las letras Humberto, me gustan los finales imprevistos.
ResponderEliminarBesos
¡Mira que eres masoquista, eh! Dos veces...
EliminarMuchas gracias, Inés, eres muy amable.
Un beso.
Siempre espero un final no esperado ¿he sido caro?, pero esta vez fue toda una sorpresa.
ResponderEliminarNotable lo suyo, amigo
Vos sos muy 'caro', James, 'caro' a mis afectos, digo ;)
EliminarMuchas gracias por estar siempre.
Un abrazo.
No se lo que son los Layos y ... me da que esto no va a salir en "Responder"
ResponderEliminarLayo era el padre de Edipo, querida Ishtar. Fue una metáfora, mala, por supuesto.
EliminarMás besos.
Querido Humberto , solo te voy a decir una cosa yo no escribiria cosas de esta clase , si no fueran reales , ya que si no lo fuesen lo diria ( diria que es ficción ) pero este caso es tan real como la vida misma , ademas yo no se mentir y más con estas cosas , ya que esta etiquetada con defunción de un amig@ , solo tienes que mirar las etiquetas , en casi 4 años , he publicado unas cuantas defunciones todas ciertas , un saludo de Lm.
ResponderEliminarYo escribo acerca de todo, ésa fue la cnfusión. Hasta hay blogs en los que yo mismo aparezco como fallecido, para que te des una idea del nivel de ficción en el que me manejo.
EliminarPor cierto, no leo las etiquetas, no las uso y es como si no existieran.
Gracias por tu aclaración y espero que no te haya molestado mi comentario.
Un abrazo.
No te preocupes , que no estoy molesta y un mal entendido lo tiene cualquiera vale , ahh y otra cosa gracias por sermi seguidor 200 , es todo un placer el tenerte de nuevo en mi casa , ya que también es la tuya espero verte más amenudo por allí , te deseo un feliz fin de semana , te mando un fuerte abrazo .
EliminarSon lindas las cifras exactas, así que es un placer ser el 200.
EliminarMás abrazos.
Amor paterno, amor materno, amor filial y los trueques y retruques de los mismos...
ResponderEliminarUn abrazo.
En el medio de todas esas relaciones, sucede de todo... la vida me encanta, con esas tragedias y más.
EliminarUn abrazo y muchas gracias.
(No me deja responder)
ResponderEliminarLo bueno de los sabios es que pueden compartir su saber.
Lo bueno de los que no sabemos es que siempre podemos aprender. :)
Muchos besos y abrazos desde aquí ... a veces soy un tanto ariscona.
Se te nota ariscona, es verdad.
EliminarMás besos.
Cómo nos gusta ese giro final, Humberto. Y más si va cargado de ternura.
ResponderEliminarUn abrazo de Mos desde la orilla de las palabras.
Es verdad, Mos, por más que yo reniegue de él, el giro final sorpresivo es la estrella siempre ;)
EliminarUn fuerte abrazo.
Humberto:
ResponderEliminarTe felicito por los homenajes que te han dispensado. Merecidos sobradamente, porque en todos ellos se ha demostrado esa admiración
que tenemos hacia ti gran parte de tus seguidores.
Leí tales entradas, más los comentarios del caso, con gran satisfacción.
Respecto al cuento, está muy bien escrito y me sorprendió con el remate.
Por otra parte, queda claro que es un relato para lectores de clase media para arriba; puesto que, en la villa, donde duermen todos juntos, no hay secretos...
Recordemos, sino la película "Feos, sucios y malos", con Nino Manfredi.
Felicitaciones, nuevamente.
Y un gran abrazo.
Muchas gracias, Arturo, a mí tampoco se me escapa leer cosas tan amables tuyas en esos blogs, en verdad lo agradezco, pues sé muy bien que son sinceras y cargadas de afecto.
EliminarEs cierto, en mi cabeza se me representó un chico de clase media o media-alta, que vive en una casa y que hasta tiene la posibilidad de que una vecina lo traiga en auto, todo eso que en otras clases sociales no existe. Aún más, un relato 'edípico' de otras clases sociales habría sido muy diferente.
Un fuerte abrazo.
Muy enriquecedor leerte, he leído tu relato muy detenidamente y ese final da para varias interpretaciones. Siempre había oído, que los niños son más cariñosos con las mamás y las niñas con los papás, por eso el niño de tu historia me desconcierta un poco con ese cariño tan posesivo hacia su papá y me hace pensar, en fin, se ve que mi imaginación se activa con tus historias. Un relato muy tierno
ResponderEliminarBesitos
P.D felicidades por esos tres homenajes que te han dado.
Es muy acertado que hayas visto interpretaciones diferentes, pues las hay. Pensemos sólo en ese famoso mecanismo de defensa que implica aliarse con en enemigo. Ahí el relato ya no sería tan tierno.
EliminarUn beso enorme y muchas gracias.
Me gustan los relatos donde comienzas sufriendo por una cosa y terminas sonriendo por otra aunque esa camiseta del barcelona me dio una ligera pista.
ResponderEliminarComo siempre, un gustazo leerte, ya no te comento tanto porque somos tantos que el ller comentarios es otro trabajo añadido pero es el precio a pagar por bailar tan bien con las palabras.
Besos de gofio.
Jamás me molestaría responder un comentario, Gloria, es lo menos que puedo hacer frente a semejante apoyo que recibo cada semana.
EliminarMe alegro de que te haya gustado.
Un beso del que quieras.
este relato está bordado de sensibilidad,
ResponderEliminarprecioso
saludos
Muchas gracias, Omar, es un placer que vengas siempre, perdón por no retribuirte de la misma forma.
EliminarUn abrazo.
PRECIOSO RELATO HUMBERTO, ES UN CUENTO QUE TE DEJA PENSANDO... ASI DEBE SER NO? LOS GRANDES CUENTISTAS LO DICEN...
ResponderEliminarERES UN GRAN ESCRITOR, TE FELICITO.
BESOS
No sé qué decirte...
EliminarMuchas gracias, en serio.
A medida que leía me estaba preguntando ¿cuál será el final? no puede ser la simple descripción que parece...por supuesto, mi maestro! no nos puedes defraudar! Me encantó!
ResponderEliminarY sin embargo es tan importante defraudar, Francesca, ya que, por un lado es imposible responder todas las expectativas, y por otro, me hace bien alguna que otra derrota para no dormirme en los laureles.
EliminarUn fuerte abrazo.
Vaya con el pequeñín. No soporta ciertas cosas, y su padre le soporta, que sea del barza. Solo por ese motivo, debió echarlo a la calle.
ResponderEliminarEs así, es del Barça, así me vino a la mente, luego tuve intención de cambiarlo, pero lo dejé como salió. En el bosquejo habbía escrito: "En el apuro, perdió una media, un calzoncillo y la 10 del Barça".
EliminarUn abrazo, Antonio.
¡ Muy tierno !
ResponderEliminarMuchas gracias, Carmen.
EliminarUn abrazo.
MUY CREATIVO RELATO, CON UN CIERRE INESPERADO. FULLLL TEMA.
ResponderEliminarUN ABRAZO
Me encanta que seas tan expresivo, tus FULLLL son lo más.
EliminarUn abrazo.
¡ Muy tierno !
ResponderEliminarComo siempre un Relato lleno de encanto con un giro final sorprendente y magnífico.
ResponderEliminarAbrazos.
Muchas gracias, Pedro.
EliminarTe dejo un fuerte abrazo.
Muy bien imaginado y contado. No es el primer niño traicionado y con ganas de salir corriendo con su mochila a cuestas. La vida que en primeras líneas de tu narración no deja intuir el sorpendente final.
ResponderEliminarUn abrazo
Es difícil no dejarse pillar y a la vez colocar elementos que se adecuen a un niño, en este relato debo reconocer que tuve que analizarlo.
EliminarUn abrazo y gracias, Katy.
Tu ya eres nuestro, Humberto de todos los que nos emocionamos y amamos tus historias. Lo pensaba despues de terminar de leer, si este buen hombre un dia desaparece el hueco se va a notar.
ResponderEliminarEXCELENTE relato
Besos
Hablemos sinceramente: si yo desapareciera, el poco tiempo todos se olvidarían de este blog, pues nadie es indispensable. De todas formas, agradezco tu exagerada muestra de afecto.
EliminarUn beso.
Es tierno y no lo es depende del punto desde donde se lo mire. Un chico así muestra que la familia no lo supo criar. Es mi opinión, muy a pesar de que el relato está muy bien contado.
ResponderEliminarSaludos.
Coincido con la 1° parte de tu comentario, lo otro es más difícil de tratar por este medio, además sería hacer mucha teoría.
EliminarGracias y un abrazo.
Lindo relato, refleja en breve lo que muchos hijos sienten cuando las cosas en el orden familiar no funcionan como deberian,me gusta mucho tu blog y tu escritura
ResponderEliminarsigue asi!!!!
Muchas gracias, Casandra, bienvenida...
EliminarTrataré de seguir así, si es que eso es bueno.
Un abrazo.
Tu te merces esos homenajes, tio, si yo tuviera un blog te escribiría una oda, jaja.
ResponderEliminarVaya niño malcriado.
Abrazos.
¿El niño del relato o yo?
EliminarUna oda, Pedro, ¿no será mucho?
No sabía que tenías esas artes.
Un abrazo y muchas gracias.
solo esta frase vale todo el cuento "... luego se dirigió hacia la entrada con paso cimbreante y no obstante decidido..."
ResponderEliminarMuy bueno Humberto.
Ada
Muchas gracias, Ada, espero que te haya gustado más que esa frase.
EliminarUn abrazo.
Humberto, cuando yo llegué ya había demasiados como para que me sintiese traicionada.
ResponderEliminarEs impresionante el giro que dan tus cuentos. ¡Me encanta! Estoy aprendiendo mucho.
¡Enhorabuena por los homenajes! Si el que vale, vale.
Un beso.
Bueno, cuando hay hermanos (eso entendí) no hay tanto lugar para traiciones o, al menos, se viven de otra forma, según seas la 1° hija o la última.
EliminarMuchas gracias por tu comentario.
Un beso.
Entendiste perfectamente jejeje
EliminarSoy la última y ni me esperaban jajaja. Pero ya sabes aquello de "los últimos serán los primeros " jejeje
Más besos.
ESTA VEZ TE SUPERASTE NEGRO, LA VERDAD ES QUE ME HICISTE CAER COMO EL MEJOR, ESPERABA QUE LA MATASE A LA ESPOSA POR LOS CUERNOS Y TODO ESO Y NO, ERA EL CHICO. ME ENCANTÓ.
ResponderEliminarVAMOS CON ESTE BLOG
UN ABRAZO DESDE CÓRDOBA LA DOCTA.