Me da un poco de vergüenza contarlo, pero mi primer beso verdadero tuvo sabor a guiso. Era de noche, Mónica había conseguido salir a la calle para verme con la excusa de sacar la basura. Allí me regaló aquella saliva aceitosa, condimentada con pedacitos de arveja. De fondo se escuchaba I saw her standing there, la voz de Paul se colaba por la rendija que había quedado en la puerta mal cerrada. Ese exiguo instante de eternidad me bastó para quedar enamorado de ella. Yo tenía 13 años.
Alguna vez creí que compartir mi vida con una mujer en la
comodidad de un apartamento
coqueto bien podía ser la síntesis de la felicidad. Pero no, muy pronto aquel apartamento encantador de mis sueños
se transformó en una horrible celda de la que no conseguía escapar, al menos no
de una manera inocua. Es que me casé con Elisa siendo muy joven y sin
estar enamorado. Me casé no solo para disfrutar de una felicidad ficticia, sino
estúpida, que es lo peor, la dicha de vivir en un apartamento bonito lleno de anaqueles
con portarretratos y adornos cursis comprados en ferias de artesanía. Yo era de esas personas que tienden a relacionar el amor con las
chucherías que se colocan sobre los muebles. Más baratijas, más amor: un
cálculo idiota. En fin, nuestra convivencia no podía terminar de otra forma.
Durante aquellos meses de muerte en vida que fue mi matrimonio,
había adquirido el hábito redentor de espiar a la vecina del 3º 'A' que -a su
vez- tenía por costumbre vestirse y desvestirse frente a la ventana abierta de
su dormitorio, la cual daba al patio interno. Desde la cocina, subido al mármol
del fregadero, solapado tras la oscuridad y los vidrios entrecerrados del
ventanuco, podía observarla con lujo de detalles. Le había tomado el tiempo y
sabía en qué momentos del día se dedicaba a quitarse la ropa y a mostrarse
semidesnuda. Lo hacía sonriendo impúdicamente y con la cadencia propia de una
profesional del espectáculo erótico, en verdad conseguía excitarme. Confieso
que todas las relaciones que mantuve con mi mujer estuvieron sostenidas
por las fantasías que me creaba con la del 3º 'A'. Pero un día tuve la ruina de
encontrarme con ella en la puerta de calle. No podía dar crédito a lo que me
mostraban los ojos, esa hermosa Venus del striptease -de
golpe- se había convertido en una mujercita sin el menor encanto: baja
estatura, hombros caídos, ojos saltones y varios etcéteras. Aunque haya puesto
cara de desconcierto, estoy seguro de que sí entendió por qué, al pasar a su
lado, le dije que era una reverenda desgraciada hijadesumadre.
Estimados amigos:
ResponderEliminarMuchas gracias por las visitas y los comentarios.
Les dejo un fuerte abrazo.
Humberto.
el poder de la imaginación.
ResponderEliminarabrazo*
Y la desgracia de que casi nunca la imaginación se condiga con la realidad.
EliminarUn abrazo, Silvia.
Que bueno Humberto, la terrible realidad que nos golpea día a día y da por tierra con muestras fantasías.
ResponderEliminarPero no dejaremos nunca de soñar...
Un abrazo amigo. (No te hacía Voyeur...)
Soñar un sueño que, tal vez, alguna vez vivimos, pero que nunca se reedita de la misma forma.
EliminarBueno, es que vos no sabés lo bien que estaba la del 3° A ;)
Un abrazo, Luis.
¿Besos con sabor a guiso? Pues si te descuidas, igual te la comes a ella.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Es el paso inmediatamente posterior.
EliminarUn abrazo, Antonio.
¡Vivir pisando suaves nubes,un poquito lejos del suelo, puede ser maravilloso!!!! Martha ------ (Te espero en mi blog)
ResponderEliminar¡Y claro que lo es! A los 13 o a los 73, la vida tiene eso de maravilloso.
EliminarCuando pueda paso, mi querida Martha, no te imaginas lo que es mi cabeza en este momento.
Muchos abrazos.
los besos tienen que saber a algo, de lo contrario no queda huella
ResponderEliminarun beso sin gusto a na'
es puro show mediocre
pero más que el sabor, yo prefiero los besos con alma con hartas ganas y con mucho tiempo
me cargan los besos mezquinos, avaros, y sobre todo por compromiso obligado
vivir y creerse el cuento de lo perfecto como imagen de publicidad
termina distorsionando lo que realmente importa
he conocido a muchos que aparentan un matrimonio ejemplar
pero que llevan dobles vidas
buen fin de semana
abrazos
Creo que los único que no me gustan son los que saben a cigarro y café, después podemos pactar, je.
EliminarNo solo a través de la publicidad, muchas veces nos construimos una idea de amor perfecto que sale de nuestra propia fantasía, o de los cuentos, o...
Ben fin de semana para ti también.
Un beso.
1.- El mío primero sabía a sal común. Un asco
ResponderEliminar2.- Eso es lo que te pasa por desconfiar de la vecina y no pasar a la acción rápido.
3.- Aún estás a tiempo, pero olvídate de los guisos o besa con la nariz tapada.
4.- Sabrás que lo bueno es doble bueno. Díselo a Elisa. La harás feliz.
5.- Vuelta a empezar
Un abrazo como catorce, bien grande
Un beso salado... ¿será por eso que dicen que alguien tiene salero?
EliminarA Elisa solo con la nariz tapada.
Vuelta a empezar, eso sí.
Besos desde el 4° A.
Hoje isto começou mal rsrsrsrsrsrsrs. O primeiro beijo com sabor a guisado? Saliva azeitada? Espero que o tipo tenha encontrado na sua vida uns beijos mais agradáveis e que o tenham feito esquecer o 1º beijo.
ResponderEliminarLembrei-me de Saramago no livro "Claraboia"ao ler que ele se "entretinha" a olhar a vizinha.
Gostei muito de uma vez mais ler o seu relato e poder admirar a sua imaginação que é poderosa.
Bom não sei se o relato tem alguma coisa de verdade, mas só peço aos deuses que não seja o beijo com sabor a guisado rsrsrsrsrs.
Eu era fan dos Beatles e a musica a que se refere é excelente, deixo-lhe aqui o link onde eles estão a cantar ao vivo em 1964. Nessa altura ainda eu era un bebé rsrsrsrsrsrs.
http://youtu.be/sybI6FiuKjk
Beijinhos e tenha uma óptima noite com sabor a flores (Ups!).
Não há nada de verdade nesta história, Florzinha. Acho que o meu primeiro beijo foi quando era bem mais novo, 7 ou 8 anos e tinha sabor a bala de uva, ainda hoje lembro dele.
EliminarValeu pela música, nunca deve faltar na nossa vida.
Uma porrada de beijos... Opa, desculpa pelo ímpeto!
rsrsrsrsrsrs Obaaaaaa!!
Eliminar;)
EliminarLos besos tienen muchos sabores, una amiga me habló de caramelos con sabor a beso, un hallazgo, creo que va a escribir algo al respecto.
ResponderEliminarUn abrazo y gracias.
¿Sabes que lo aprecié mucho a este relato? Tiene el mismo formato o predisposición que anteriores, en un punto, pero con menos aristas, más armonioso, con la sencillez de poder ser leído de corrido, interpretado al instante pero con el dejo opuesto de que no es el significado primero aquel que es plausible de serle atribuible.
ResponderEliminarNo soy crítico, claro, tampoco tengo las facultades o las habilidades apreciativas de la créme de la créme de la literatura, sin embargo lo estás logrando, a eso que bien me habías comentado del estilo. ¡Diablos! Ya lo has logrado.
Un abrazo fraternal.
Diego, vos sos un gran lector (escritor también, pero ese es otro tema) así que tenés todo el derecho a opinar e interpretar lo que aquí está.
EliminarTe doy la derecha, quería hacer algo simple, sin aristas ni enigmas, aquí hablo de amor, nada más.
Lo del estilo, no sé, es un tema para hablar en otro espacio... y van dos, los temas, digo.
Un abrazo, amigo.
Y los pasos van hacia "Ayer" y no por nada sonaban los Beatles de fondo y todo se agiganta y parece más bello aún. Y se establece una contrapartida con la realidad de esa "muerte en vida" que parece más sombría aún. Curiosos los recuerdos... Siempre pienso que la memoria es una vieja traicionera.
ResponderEliminarMe gusta este estilo desdoblado y bien emsablado, cual relojito suizo. ;-)
From the black hole -I´m writing, deleting, thinking...- For goodness sake! I wish you a nice weekend. Kisses for you, milord!
P/D: Por cierto, la vecina tremenda HDP!!! No se puede decepcionar de esa manera a la gente! :-)
No sé qué decirte, Bee... es muy lindo lo que decís, me emociona.
EliminarLo bueno de esto es que me conocés 'de verdad', sabés que el comentario del comentario está de más, que sirva entonces como agradecimiento.
No importa el tiempo, BeeBe, es preferible estar un buen tiempo en un agujero negro que iluminado por luces falsas.
Thank you for stopping by, my Dearest!
Creo que alguien es un escritor cuando otro comenta o podría comentar "esta prosa es de Tal" cuando se reconoce un estilo, un modo de decir.
ResponderEliminarEsta es tu prosa, Humberto, este, sin duda, es tu decir.
Abrazos!
Sin rechazar tus palabras amables, Patricia, me permito atenuarlas con un poco de pudor.
EliminarMuchas gracias y un beso.
Como siempre me pasa...me quedo pensando y pensando despues que leo tus buenisimo cuentos!!!!!
ResponderEliminarun abrazo
A mí me pasa lo mismo, Mery, me digo '¿qué diablos quise decir?', así que estamos iguales.
EliminarUn abrazo grande.
Que bueno llegar hasta el final del relato y quedarse con la enorme y sabrosa sensación de un buen beso.
ResponderEliminarPlacer amigo!
Muy bueno!
Muchas gracias, Maghuitah.
EliminarHace mucho que no nos juntamos, ¿no?
Besos.
Uno sueña, cree encontrar en la realidad la continuidad de su sueño y se lanza a él, claro, la realidad es cruda, no sabe de sueños. Topamos de frente con ella y pasa como al protagonista de tu relato, nada es lo que parece, ni el matrimonio, ni la vecina, jaja, me gustó esa imagen de la decepción, pobre, si es que debería estar prohibido decepcionar así.
ResponderEliminarAbrazos Humberto.
Que el matrimonio de uno no sea lo que parece, vaya y pase, pero ¡hasta la vecina! Pobre hombre.
Eliminar¡Es verdad, es verdad, prohibido decepcionar!
Un beso, Yashira.
Yo hubiera metido mano, no sé agarrado nalga o entrepierna, mientras beso digo.
ResponderEliminar¿Y quién te dijo que no pasó? El problema es que podría ofenderse alguien si hablara de los olores o sabores de otras partes del cuerpo. Digamos que es una gran (uf) elipsis.
EliminarBesos con sabor a Samsung ;)
I enjoy your blog.
ResponderEliminarI appreciate your kind words, Denise.
EliminarCheers!
TIENES MUY MERECIDOS ELOGIOS. DISFRUTALOS Y GUARDALOS DÓNDE LOS PUEDAS RECORDAR PARA CUANDO TENGAS TÓXICOS ENCUENTROS. LA ENERGÍA DE LA LUZ OBRA CUANDO LA NECESITAMOS. UN ABRAZO HUMBERTO MAESTRO!
ResponderEliminarMARIA DEL CARMEN
Muchas gracias, María del Carmen, eres muy amable.
EliminarTe mando un fuerte abrazo.
cuando nos mudamos, el primer beso que le di a la vecina, que tenía mi misma edad (unos catorce años), fue en la mejilla y me pareció uno de los besos más fríos (por compromiso) que he dado y recibido.
ResponderEliminarestoy seguro que aquel gélido beso fue lo que marcó nuestra distante relación de vecinos y nos salvó de nosotros mismos.
¡sí que hemos sido afortunados!
gracias ana, donde quieras que te encuentres y saludos a su atormentado marido (si es que lo tiene).
me olvidaba:
Eliminarhumberto, un abrazo. es un buen texto.
Me acoplo a tu saludo, Draco, va para Ana el mayor afecto por no ser lo que pudo haber sido.
EliminarMe gustan las anécdotas personales, muchas veces más que los cuentos.
Un fuerte abrazo, amigo.
Me pareció muy romántico y contradictorio, el amor que se espera y el amor que se encuentra nunca se dan la mano. Entonces los besos que mejor saben son los del pasado aunque sepan a guiso.
ResponderEliminarDices de una forma tan tuya.
Un beso grande.
Y no está nada mal, Sabrina, ya que en ese hueco entre el amor buscado y el amor encontrado nace el espacio del Deseo, una maravilla.
EliminarMuchas gracias por tus palabras.
La inocencia, la sorpresa, la esperanza, la realidad, los autoengaños para sobrellevarla, y de nuevo la esperanza fogoneada por los recuerdos "retocados" por la memoria. Excelente Did, como siempre.
ResponderEliminarUn gran abrazo, Rick
Querido Rick, resumís todo lo que quise transmitir en este (a qué negarlo) humilde relato, muchas gracias por ello.
EliminarUn fuerte abrazo.
Las personas en baja resolución terminan pixelando, vea Dib.
ResponderEliminarSaludos van
san montelpare
Muy interesante forma de verlo, Sandra, en pocas palabras mostrás tu creatividad, me encantó.
EliminarUn abrazo fuerte.
besos que enamoran,me recuerda a un beso robado,que me enamoro por siempre,ya hace 28 años de esto,y podria dibujarlo a la perfeccion,como dijo larralde,"...aquel beso que me diste en broma y que me a puesto tan serio..."
ResponderEliminarexcelente relato,un abrazo
Hay besos muy especiales, Horacio, lo mágico es cuando fueron y continúan siendo así, pero es tan difícil.
EliminarMuchas gracias por tu comentario, amigo.
Una mezcla de inocencia por ese primer beso que no se olvidará y la amarga rutina que provoca un matrimonio sin amor.
ResponderEliminarQuizás la unión es que todo esta solo en nuestra imaginación y ya sabemos que la realidad cachetea la fantasía...
Muy bueno, como siempre!!!
Cariños....
Es así, Oriana, contradicciones de sensaciones que suele dar la vida. La fantasía cumple esas dos funciones, nos mata y nos salva.
EliminarMuchas gracias por tus palabras, amiga.
Has pintado al detalle las manías pequeño burguesas de éste personaje tan desolador, con ésa enorme confusión de aspiraciones, tan carentes de todo por su fácil alcance,un universo de novias de pedacería que van deprimiendo al joven protagonista apenas las ha visto bien. Entiendo que contiene ése sino tanguero y tragicón, quizás como lector me sofoqué junto con ellos por no verles siquiera un deseo de salvación.
ResponderEliminarEs como un cuadro con una escena tétrica que te impacta por su realismo pero no lo quieres colgar en tu pared.
BRAVO HUMBERTO.Magistral pieza.
Me gustó que detectaras ese detalle "tanguero y tragicón", pues me lo inspiró una situación bien porteña, aunque use un lenguaje más bien neutro.
EliminarLo del cuadro, está muy bueno, como un Retrato de Dorian Gray, puede esconder belleza y monstruosidad.
Siempre eres bienvenido, Carlos, eres un gran escritor y lector, ¿qué más?
Un abrazo.
Le ganó la lujuría al personaje...la vecina qué culpa tenía de sus pensamientos...desafortunada la esposa, hacer el amor pensando en alguien más, eso, es pesadez, castigo divino le haya salido una vecina fea, trama buena.
ResponderEliminarLos besos saben a el sabor que quieras, cuestión de imaginación del enamorado creo. Yo te mando uno con sabor a lo que tú dispongas, jajajaja. Me caes bien. Cuándo haces un texto de mucho miedo? Saludos
La mujer nunca se enteró de la traición mental. Me parece que tiene demasiadas pretensiones este personaje, ni te imaginas lo que pensaba de él la vecina.
EliminarA ver... quiero besos con sabor a maracuyá.
¿De mucho miedo? Voy a tratar, pero tengo tan abandonado este blog que no sé si pueda, es que estoy muy abocado a otros proyectos, lo cierto es que tomo tu pedido ;)
Besos y abrazos.
Un buen texto sin duda en donde explicas la magia de ese primer beso. Más tarde la idealización de una vecina por asumir a duras penas que se está casado con una persona sin estar enamorado. Esos pensamientos quedan muy bien plasmados. La vecina, una chica corriente, que baja la basura, pero no la mente del protagonista es una diosa, que se obsesiona con ella. En resumen, me ha encantado ese texto con sabor a guiso y a frescura. Enhorabuena.
ResponderEliminarMuchas gracias, Rodoreda, destacas los dos momentos de la vida del personaje así como sus creencias y fantasías.
EliminarEl amor es una fantasía, ¿a qué negarlo? Pero una hermosa fantasía.
Un abrazo.
Tendemos a idealizar los besos del pasado tanto como a las virtudes posibles del vecino/a.
ResponderEliminarOlfato y sabor son evocadores.
Un beso!!
Tendemos a idealizar... punto.
EliminarUn beso y muchas gracias, Uol.
Cada vez que te leo, pienso lo mismo: eres GENIAL.
ResponderEliminarMuchas gracias, Tracy, es que tú eres muy amable.
EliminarSinceramente valoro tu afecto.
Un beso.
Amigo Humberto, en España son las 10:29 de esta mañana de domingo veraniega y...jeje, qué buena lectura para acompañar mi café, y qué bueno eres.
ResponderEliminarNada más íntimo entre dos que un beso, bueno sí, una mirada sostenida.
Me ha encantado, gracias por el momento.
Un abrazo
Sete
Abrazos, besos, miradas, hermosos vehículos sobre los que marchan los afectos.
EliminarUn abrazo y muchas gracias.
El primer beso, siempre va acompañado, mas bien cumplimentado con olores, sabores y músicas. Creo que todos guardamos aquellos recuerdos totalmente fusionados con el acto. La segunda parte de tu relato también la hemos vivido la mayoría, convirtiendo en mito un ídolo de barro, que a la larga se nos desmorona.
ResponderEliminarRecuerdo que cuando di mi primer beso tenía miedo de equivocarme, de no saber hacerlo, ya que era muy pequeño, tenía 7 años, creo, pero hasta hoy recuerdo que fotografié ese momento para no olvidarlo nunca.
EliminarPerdón, me puse autorreferencial, contigo me permito hacerlo.
Un fuerte abrazo, Marcos.
Se me ocurre ahora que idealizar el beso es una de las pocas cosas que no nos defrauda en la realidad. Pero si no idealizáramos, al menos de vez en cuando, equivocados o no ¡qué aburrimiento! me voy pensando...
ResponderEliminarLa idealización es una acción necesaria para tener objetivos, sin ella, todo sería demasiado raso. El problema es cuando sólo miramos hacia adentro, hacia lo que creemos que debe ser y no hacia afuera, donde está la verdad.
EliminarUn beso, Jonhan.
Bueno ¿Estaba bien el guiso, al menos? Creo recordar que las arvejas es lo que llamamos acá guisantes. Mi primer beso me trae recuerdos a chicle de plátano.
ResponderEliminarCuidado con las fantasías que se hacen realidad. Suelen desilusionarnos como la sugerente vecina cuando la vemos de cerca.
Buena historia. Es como vivir en un mundo idealizado a lo Phillip K. Dick que se da de golpes con la cruda realidad.
Abrazos. Borgo.
Es así, Borgo, arvejas son guisantes, debería haber puesto zanahoria, que en todos lados se dice de igual forma... creo.
Eliminar¿Quién te dice que todo, absolutamente todo no sea apenas fantasía?
Un abrazo, Borgo.
Buena lectura para empezar este domingo veraniego,saludos cordiales.
ResponderEliminarY pensar que aquí estamos a 5 grados, qué envidia, Esteban.
EliminarUn abrazo, muchas gracias.
Me ha encantado eso del hábito redentor de espiar a la vecina... Un hábito que hace de estupendo salvavidas ante determinados naufragios.
ResponderEliminarUn abrazo.
Algo tenía que redimirlo de una realidad tan agobiante, aunque al final el tiro le salió por la culata, como dicen.
EliminarUn abrazo, María.
Autentico.
ResponderEliminarCruel para aquel que llega a darse cuenta de la verdad.
Esperanzador porque en algún momento se abre la basura y allí se tira todos los "adornitos" que solo hacen incomodar y no dejar ver esa pared tal cual es, sin baratijas baratas o caras.
Hay que retirar, hay que darse de bruces con la realidad y , ahí, está la oportunidad de cambiar de volvernos selectivos y encontrar
Personalmente tarde años en tirar cuanto no servía y ver mi entorno, años en buscarme y después llego aprender que es "besar"...y sigue llegando más experiencias que no se compran, y bien se gozan o se lloran
Enhorabuena,
Besos fuertes ♥♥♥
Rescato lo que dices y te plagio, Tramos, la posibilidad de sacar la basura debe estar siempre, quedarse con ella dentro de casa vuelve el olor (y la vida) insoportable.
EliminarUn beso muy grande.
Esa mezcolanza de sensaciones, el despertar de la pubertad con un beso sabroso, y el despertar de las fantasías con la visión pornográfica de una vecina magnificada en sueños -pero vulgar en la realidad-, da mucho en que pensar.
ResponderEliminarTu guiño de hoy, me hace retroceder en el tiempo, con la timidez de las primeras veces.
Un besito Humberto
Intenté mezclar sensaciones, de hecho, estoy seguro que muchos habrán pensado "qué asco un beso con sabor a guiso", pero ¿no sucede eso en la realidad?
EliminarUn beso, Clara.
Nunca me había dado por pensarlo, pero es cierto. Recuerdo mi primer beso como algo que me dejó absolutamente desconcertada. Besotes!!!
ResponderEliminarBueno, había tantas cosas que debíamos aprender cuando eramos apenas unos críos, sin embargo besar está entre las más memorables.
EliminarMuchas gracias, amiga.
cuando se desvanece el extrañamiento del sabor a primera vez y se vuelve cotidiano, los extraños pasamos a ser nosotros que es el ùnico sitio en el que a pesar de nuestra propia cobardìa, podremos encontrar un nuevo encantamiento.
ResponderEliminarAfuera todo pasa, como en las pelìculas.
Yo aprendí a engañarme bastante, pero reconozco que ya no me resulta tan fácil, pago oro por un nuevo encantamiento.
EliminarTu comentario me dolió como una patada en el tobillo, pero nadie puede negar que fue muy acertado.
Un abrazo, Garriga.
lamento el dolor; responde a mi propio estado de animo. la lectura precipita significados distintos segun el lector
EliminarSignificados que acepto con más estima porque son sinceros, Garriga, aunque duelan.
EliminarOjalá cambie ese estado de ánimo, sinceramente.
llego a la oficina de un domingo calentito y lo primero que me encuentro es este relato... primer beso, sabores, olores, y algunos que otros desamores... me voy a atender un cliente y me da miedo que al hablar pueda notarme este aliento a carnitas y salsas, pero creo que vale la pena.
ResponderEliminarun abrazo amigo
como siempre un placer leerte.
Carlos
El cliente sabrá entender, todos guardamos algún sabor en la boca, cuando es dulce, mucho mejor.
EliminarUn fuerte abrazo y muchas gracias.
http://www.youtube.com/watch?v=voPXu7Tl4pY
ResponderEliminar"y si la magia terminó por esta noche
igual sigamos dando vueltas
que yo te invito a celebrar con musica lunar
el misero espiral de encanto"
Gracias por la canción, Hincha, no la conocía, lo confieso, como desconozco miles de cosas.
Eliminar"y si la magia termino por esta noche
igual sigamos dando vueltas"
Vale la pena volver a resaltarlo.
Un abrazo.
Me has hecho recordar mi primer beso, ya lo había olvidado (por lo visto no era nada reseñable).
ResponderEliminarLas expectativas solo traen desilusión. Mejor vivir cada momento como es.
Extraordinario texto, como siempre, Humberto.
Es algo que aún no resolví, Sara: ¿vivir con expectativas o ser todo presente? Cuando creo que encontré una respuesta, algo me muestra que la otra posibilidad era la correcta.
EliminarMuchas gracias por tu visita.
Un beso.
Hay tantos que no son verdaderos, antes y ahora, que vale la pena rescatar el brillo de lo auténtico.
ResponderEliminarMás arriba hablé en tu idea de caramelos con sabor a beso, espero que la hagas relato, va ser muy dulce saborealeerlo.
Siempre verdaderos, Marta.
Muchas gracias.
La salsa del guiso, si se moja en pan esta deliciosa, como ese beso medio robado que jamás se olvida; que provoca recuerdos con distintos matices dependiendo del momento en el que se evoca.
ResponderEliminarComo también hay matices entre los cristales y la oscuridad, donde lo prohibido se desea, nos alienta y nos provoca hasta que el velo se cae y la realidad, en ocasiones da paso al desencanto.
Al fin y al cabo somos humanos por eso sentimos, imaginamos y siempre, siempre recordamos; unas veces para bien y otras para ¿mal?
Un abrazo enorme; Humberto
Ha sido, como siempre un placer alcanzar tus letras
No sé si deba agregar algo más, Coté. En muchos casos (si no en todos), el comentario del comentario no aporta nada, sólo me sirve para agradecer tu sensibilidad.
EliminarUn beso grande.
Por cierto el titulo, magistral
ResponderEliminarun juego de palabras encubierto
Me alegra que te hayas dado cuenta, ese juego de palabras es lo que une las dos historias.
EliminarEs de día, hay sol, pero no se porque tu relato me hizo sentir que ya era de noche y que mi primer novio me besaba.
ResponderEliminarGracias por la magia.
Vero
Debe haber sido un beso memorable, Vero.
EliminarAquí también es de día, pero quiero que siga así, con el sol entrando por la ventana de la realidad.
Muchas gracias.
Que extraño todo, me acordé de mi último beso y creo que tendría que sacar la basura para encontrarme con Andrés así se llamaba mi primer novio, el del primer beso.
ResponderEliminarMejor que mi marido no lea esto!!
Besos.
Sí, Lula, mejor que tu marido no lea blogs, que, por cierto, es lo más común, je.
EliminarY siguen los besos.
Hombre lo han dicho todo!
ResponderEliminarEnhorabuena.
Abrazos desde un Madrid muy caliente.
Todo todo, no, falta que me puteen, je.
EliminarUn abrazo, Pedro.
Los sueños y las ensoñaciones tienen la ventaja de estar hechas por y para cada uno en particular... El problema sobreviene cuando suena el despertador, sea cual sea el sonido estridente que cada uno haya comprado :)
ResponderEliminarUn abrazo
Me encantó la analogía del sonido del despertador, Marina.
EliminarMuchas gracias y un abrazo.
Me ha gustado esa comparación del amor con chucherías porque me ha dado que pensar y he llegado a dos conclusiones que nunca he sentido cantidd de amor o simplemente amo a la persona y no a los complementos.
ResponderEliminarBesos de helado de gofio.
Es lo mejor, lo más sano, Gloria.
EliminarUn beso de jugo de arándanos.
Bendita la imperiosa necesidad que nos empuja a idealizar ese primer beso. Imprescindible la curiosidad que hace que deseemos conocer el sabor de todas las bocas que nos quedan por besar.
ResponderEliminarAl reverendo desgraciado hijodesupadre le diría que espero que con los años haya aprendido que todas las mujeres llevamos unas gotas de la espuma de Venus en nuestras venas y que la del 3ºA debía tenerla reconcentrada dado su pequeño tamaño y su hermosa desnudez. Él pobre boludo no supo apreciarlo.
Largos años renegando de Paul & company, ahora cada vez me gustan más.
Un beso siempre con curiosidad. :)
Eso es lo que me gusta de una mujer, qué embromar, estoy contigo, el tipo ni se miro al espejo, ¿quién se habrá creído que es? No es un boludo, es un pelotudo, que es peor (dicen).
EliminarSiempre lo digo (y es muy en serio), todas las mujeres tienen un don que las hace dignas de ser deseadas y amadas, el que no pueda verlo se lo pierde.
Idem lo de los Beatles.
Besos enigmáticos y sin destino cierto, ojalá lleguen.
Es que lo de que no le gustó por pequeña me mató, me salió la rabia de bajita solidaria.
EliminarLlegaron los besos, uno cayó en el pómulo, otro rozó la sien y el más enigmático de todos sigue flotando sobre mi cabeza, tiene ínfulas de signo de interrogación.
Disfruta del domingo.
Qué suerte que llegaron, Ishtar, casi tan rápidos como un mail...
EliminarEl sabor de un beso...hay que creer que estás siempre dándote el primero, para no perder la magia. Cuando tu pareja ya no se interesa por el beso que te da, es que la relación es transparente. Cada vez que vas a besar a alguien, hay que tratar de ser consciente de que es maravilloso y único. ¡¡Cuánto costó ese primer beso!! O ese beso que aún no llega......
ResponderEliminarQué risa lo de la mujer del 3A jajajajaja. ¡Muy bueno!
Me encantó el posteo!
Un beso
Una excelente estrategia: que siempre sea el primero. Voy a intentarlo, pero ¿hasta cuándo podré sostener el engaño? No importa, es una pregunta retórica.
EliminarMás besos.
Bellisimo amigo, hermosamente bello e ingeniosamente escrito. Besos de paz.
ResponderEliminarMuchas gracias, Julia.
Eliminar¡Qué buenos los besos de paz!
Maravilloso!
ResponderEliminarSí, empiezo con esa palabra tonta-tarada que ha perdido su significado por culpa de los blogs (me río) De todos tus relatos este es uno de los que más me ha gustado, creo que por el beso con sabor a arvejas soviéticas, ya sé, sé que no dijiste “soviéticas” pero a mí me recuerdan al ex_campo socialista. Luego los detalles de ese amor platónico, derribado por unos ojos saltones y ese final con el sabor infinito del guiso-beso.
En fin, que a veces me apasiono con ciertos textos, y esta vez siento eso.
Besos
Tengo algunas artesanías cubanas en casa, luego te las mostraré! ji
¡Cuántas cosas para decirte, Vivian!
EliminarEn primer lugar, ese irónico, pero verdadero comentario en relación con las palabras que solemos usar en este mundo bloguero, cómo las manoseamos.
Por otra parte, subí este texto con cierto miedo, pues me parecía algo... sentimental, sin embargo, los gustos son tan variados que hay lugar para todo tipo de temas, eso me alegra. De saber que a una persona le ha parecido uno de los que más le han gustado, ya vale la decisión que tomé.
Me dejas una sonrisa, con ese matiz característico de las arvejas soviéticas.
Quiero ver esas artesanías...
Y besos.
He vuelto, ando paseando.
EliminarLeo tu respuesta y me quedé pensando. ¿Sabes por qué tu lo sentías sentimental y a mí me encantó? Pues porque no fui al contenido, no me metí en el matrimonio, ni en las fantasías con la vecina, ni en la desilusión, ni en mi primer beso, me gustó su manera (desde el personaje) de describirlo. Frases como: Me da un poco de vergüenza contarlo, pero mi primer beso verdadero tuvo sabor a guiso“
Sí, puedes salir a la calle y preguntarle a veinte personas a qué le supo su primer beso y nadie dirá a “guiso”, tal vez digan sabores impensados, pero no a guiso con pedacitos de arvejas. Otro detalle es esa aclaración escueta al final del primer párrafo: Yo tenía 13 años.
Otra parte: Yo era de esas personas que tienden a relacionar el amor con las chucherías que se colocan sobre los muebles. Más baratijas, más amor”
Otra frase: ojos saltones y varios etcéteras.
Y por supuesto, el final con el efecto de esa calle que leído en voz alta cierra poético. (sino que la calle se fuera metiendo -lenta y cadenciosamente- dentro de nosotros, que flotamos a varios centímetros del piso, algunos con sabor a guiso infinito en la boca)
Ya ves, cada loco con su tema, a mí me resultó fresco, sin esas descripciones o finales rebuscados donde todos dicen: “Este texto tiene muchas interpretaciones” (Pero no dicen qué interpretaron porque no entendieron un caraj.)
Ah, y lo de las arvejas soviéticas es cierto, todas las que entran a la isla provienen de Rusia, incluso hay un “baja y sube el telón” donde en todos los actos se ve al pueblo cubano llorando porque no quiere más (arvejas) mientras a la bahía de La Habana siguen entrando barcos cargados y al final, cuando se pregunta cómo se llama la obra, la respuesta es: Moscú no cree en las lágrimas.
(Pésimo chiste, pero hay historias que quedan en uno)
Bueno, ya he cotorreado bastante, me voy.
Estoy pensando a qué me supo mi primer beso y no recuerdo con quién fue, debió ser muy malo. Hablo en serio.
Hasta mañana.
Sé que está muy mal, pero muchas veces me autocensuro, hay diversos motivos que prefiero no tratar aquí. Lo cierto es que este texto, en otro momento, habría sido víctima de la censura.
EliminarEstoy proyectando un cambio bastante grande para este espacio y una de las palabras que dijiste (fresco) define lo que se viene.
Te creo lo de las arvejas, y me encantó para escribir algo, me imagino que lo habrás hecho.
Un beso y gracias por este diálogo que rompe la frialdad de lo virtual.
El primer beso, es un estremecer de sensaciones, nuestros instintos devoran la temperatura y el sabor de esos labios entreabiertos, donde explota toda nuestra sensualidad y ternura contenida. Lo de la vecina exhibidora es un contrafuerte ante una relación descafeinada...jajajaja ..Muy bueno.
ResponderEliminarun abrazo
fus
Miles de neuronas efectuando otros miles de sinapsis para poder entender lo que sucede y procesar la nueva sensación: un beso.
EliminarPerdón, me puse teórico.
Gracias Paco.
Un abrazo.
El primer beso siempre es inolvidable...
ResponderEliminarBesos llenos de admiración para ti.
Gracias, Amalia, más besos para ti.
EliminarCreo que tendría también 13 o alguno menos y no me supo muy bien pero uno se empeña y se acaba acostumbrando, como con la cerveza.
ResponderEliminarUn abrazo verdadero.
Las comparaciones me han sorprendido, Sergio, pero la tuya con la cerveza me pareció destacable... porque es muy cierta.
EliminarUn abrazo grande.
Siempre me haces sonreír, de verdad.
ResponderEliminarUn beso.
Este relato me recuerda a otro de los que una vez te leí, pero no me cuerdo del título...
que coraje¡¡¡
feliz día.
Me encantaría saber cuál fue, es que mi memoria es bastante pobre.
EliminarMe alegra tu sonrisa, Amapola.
Un beso.
El primer beso tiene el sabor de la ignorancia y la ilusión, solo recuerdo saliva y una corriente eléctrica que despertó algo nuevo y excitante.
ResponderEliminarLa fantasía es un sueño a nuestra imagen y semejanza, mejor que la realidad porque la observamos desde la distancia; es como los amores que se quedan en el pasado no resistirían el presente porque cada cosa tiene su momento.
Siempre es un placer leerte.
Permíteme que solo te agradezca el comentario, todo lo demás (creo) arruinaría tus palabras.
EliminarMuchas gracias por contar tus emociones.
Un beso, Alondra.
Habría tanto que escribir sobre los besos... y nunca acabaríamos. Infinidades de sabores, unos más cálidos y otros más fríos pero todos ellos diferentes entre sí. Siento mucho que hayas descubierto la realidad sobre tu vecina, a la vez que me asombra porque las mujeres suelen arreglarse más para salir a la calle, pero bien mirado ya no perderás más ese precioso tiempo que servía para sostener ese infeliz matrimonio. Busca otros guisos por otros lares, la gastronomía es infinita al igual... Buen relato, Humberto. Un fuerte abrazo !!
ResponderEliminarTanto hablar de besos, me hizo pensar en el momento previo a un beso, cuántas expectativas, cuánta esperanza, qué momento tan mágico. Después viene la confrontación con el 'después' (así de paradójico), que anula todas y cada una de las expectativas o las multiplica.
EliminarUn abrazo grande, Bosón.
Humberto:
ResponderEliminarOtro maravilloso "sánguche"; relleno con la decepción por el pescado: de soñar un bello y sabroso salmón rosado, a descubrir un horrible bagre sapo.
Y que posee, como las dos tapas del emparedado, a un par de labios femeninos, que ameritaban un relleno superlativo.
Otra obrita maestra, Don Dib...
Un muy fuerte abrazo.
Suele suceder en la vida real, pedís un sándwich que parece cargado y apetecible, pero luego es pura miga y hasta el jamón está un poco pasado.
EliminarMuchas gracias por ser tan amable.
Un abrazo.
Cuantas "muertes en vida" se sostienen con las/los del 3º A - No se porqué se la ha hecho creer a la gente que tiene derecho a ser feliz. Sería más fácil si todos creyéramos que la tristeza/resignación es parte de nuestro ADN. No recuerdo el gusto del primero mío, pero sí que ella tenía mal aliento. Pucha y ahora me hiciste recordar a una inglesa que tenía gusto a Bovril!! (no te estoy jodiendo) Abrazo!!
ResponderEliminarLo mismo sucede con la justicia. Hace poco una persona MUY cercana me decía, llorando, que no era justo lo que le había pasado. Entonces le dije algo muy parecido a lo que comentás, que nadie nos dijo que la injusticia es parte de lo humano, que el mito de la justicia (terrenal o divina) puede hacernos más daño que el más cruel de los sujetos.
EliminarTe creo, a mí me tocó una con restos de gravy, por contarte algo suave.
Un abrazo.
Y sí, otro mito que habría que desenmascarar. Pero como dicen a menudo: por algo está vendada...¿Será que no querrá ver las cagadas que se mandan en su nombre? Sería bueno que cada tanto uno viese Lord of War/Blood Diamond, entre otras cosas pq cuando te despertás a la mañana siguiente es como te sentís un poco más feliz. Abrazo!
EliminarDesenmascaremos mitos, Ato, yo me prendo...
EliminarMás abrazos.
For instance: The Beatles suck! jaja! Abrazo!
EliminarLas mujeres no sirven para cantar rock ;)
EliminarYer jest beggin for it, ain't ya? Además un comentario politícamente incorrecto en tu blog será un síntoma de una posible gestación de "in your face attitude" que se independiza de santuarios externos ? "If you build it, they will come" decían en Field of Dreams....Abrazo!
EliminarSiempre se puede recurrir a la justificación de 'lo que dije en su blog fue para dejarlo conforme', o algo así.
EliminarMás abrazos.
Que comicidad... no puedo dejar de pensar en mi primer beso.
ResponderEliminarYo tenía 14 años y aún no me olvido lo "pésimo " que resultó, ¿nadie le habrá enseñado que alguna vez debía lavarse los dientes? ... sin palabras.
Besos que marcan.
Excelente relato Humberto, siempre es un placer leerte, te dejo un abrazo desde este otro lado del charco.
Bueno, es que muchas personas (principalmente a esa edad) no se imaginan que justo van a dar un beso, sumado a que los nervios generan sequedad en la boca y... uf, desagradable.
EliminarMuchas gracias por estar siempre.
Encuento hueco para visitarle después de una prolongada pausa veraniega y me alegro de hacerlo, Sr. Dib, porque es garantía de satisfacción.
ResponderEliminarDestaco de esta pieza particular y arriesgada cómo consigue usted, enseñarnos un mismo sentimiento de forma tan reversible y distinta. Mis aplausos.
Le dejo un abrazo con la esperanza de poder retomar mis rutinas lectoras.
Me alegra que hayas visto la reversibilidad del texto, es como ver lo exterior y el forro de un mismo abrigo.
EliminarMuchas gracias por tu espacio para leer este blog.
Un fuerte abrazo.
el primer beso nunca se olvida y el primer amor siempre se recuerda...
ResponderEliminarme hiciste rememorar el pasado mi amigo
El pasado está siempre presente, a veces demasiado, lo cual es una señal de alarma. Tiene mucho que ver con la edad.
EliminarUn abrazo, Milton.
Quizá sea así, y todo lo horrible de las experiencias se vaya diluyendo con las barriditas cotidianas. Y ese beso guisado sea lo mejor del mundo,. Un abrazo.
ResponderEliminarNo dudo de que sea así, de que nos vayamos convenciendo y creamos que lo horrible se vuelve aceptable. Mal.
EliminarUn abrazo, Darío.
En cambio, mi primer guiso debe haber sabido a beso, ahora lo sé. Hay que besarse más. Y guisar, guisar, guisar.
ResponderEliminarAbrazo, HD.
Es lo que trataba de explicarle a una chica en un parque este domingo, pero no tenía nada de poético, no aceptó.
EliminarUn abrazo, Rob.
Suerte la tuya. Yo sólo he visto desnudarse por la ventana a una vecina con ochenta y siete años, y pellejos colgando por todos lados, y con arrugas hasta en las arrugas. El primer beso mío me supo a boquerones rancios, claro y es que la tía estaba todo el día apañando pescado. Están mejor los tocamientos.
ResponderEliminarUn abrazo Humberto.
jajajajajajajaja
EliminarTal vez podría darse el caso al revés, Rafa, desde la ventana puede parecerte una pasa de uva, pero en persona es una Afrodita. Uno nunca sabe cómo distorsionan las imágenes los vidrios.
EliminarVeo que tienes mala suerte en todos los aspectos, uf...
Un fuerte abrazo.
No pude evitar reír con el inicio.
ResponderEliminarUn abrazo Humberto
Es que, bueno, en cada persona causa efectos diferentes, a mí el principio me dio dolor de estómago, pero se me pasó enseguida. ;)
EliminarUn fuerte abrazo.
Me recomendaron tu blog y estaban en lo cierto... es de gran calidad literaria. Volveré a menudo. Yo apenas empiezo en este mundo bloggero pero espero tener un blog a la altura. Les invito a todos y a ti especialmente, Humberto, a que lo visiten. Un abrazo.
ResponderEliminarAldonza.
http://lecturaalahoradelte.blogspot.com.es/
Pues, muchas gracias a ti y a quien te haya recomendado este espacio.
EliminarBienvenida a este mundo tan particular.
Ahora voy a visitarte.
Un abrazo.
No recuerdo el sabor del primer beso, lamentablemente no fue de los que te hacen recordar, pero si recuerdo el del último, sabía a tabaco, muy rico para una exfumadora, y a adiós sin acritud.
ResponderEliminarNo subestimemos la imaginación por una imagen fugaz en la puerta. Esa es otra mujer, la vecina del tercero es el summúm de la sensualidad :)
Qué gran entrada, tierna, erótica, con bofetada de realidad...genial!!!
un beso
Tal vez sea mejor recordar el último que el primero, no lo había pensado.
EliminarAclaro, yo no la subestimé, fue ese personaje mío que no sabe de sensualidades, me parece.
Una entrada diferente, digamos.
Un beso, Nurocas.
Soy un soñador que admira el sabor de los besos, esa realidad sería una pesadilla. Mi realidad es el beso. Este relato me ha hecho volver atrás... lo pasado, pasado está. Pero me pongo a pensar en el presente y siempre llego a la misma conclusión: presente significa regalo.
ResponderEliminar¡Un abrazo, Humberto, y muchas gracias! ^_^
Es que estás dominado por la polisemia, lo cual no está nada mal.
EliminarUn abrazo, Jorge, soy yo quien te da las gracias.
La inocencia de los trece años y ese primer beso nos llega a través de tu ingenioso relato…Me lleva a recordar…
ResponderEliminarUn cálido abrazo. Humberto.
Espero que sean recuerdos lindos.
EliminarUn fuerte abrazo y muchas gracias.
Un buen relato con dos historias: la que comienza con un beso con sabor a guiso (qué asco) y la otra con striptease a bordo, o mejor, desde otro apartamento (esto lo he visto yo mucho acá en Suecia); lo cierto es que entre guiso (quiero decir beso) y striptease vuela la imaginación humana y que tanto lo uno como lo otro nos puede llevar a soñar, a hacernos ingrávidos y flotar ebrios de felicidad o, lo contrario, a desencantarnos como le sucede al personaje de la historia al encontrarse con aquélla mujer que lo había convertido en un perfecto voyeur.
ResponderEliminarUn relato para estudiar las reacciones sicológicas de los humanos.
Fantástico mi estimado Humberto!
Entre esos dos polos que señalas, transcurre la vida, ¿o no es eso, solo ilusionarse para desencantarse y luego volverse a ilusionar?
EliminarMuchas gracias por tus palabras, Gustavo.
Un abrazo.
Me la dejaste servida, calderinha mía, me dan ganas de contarte cómo fue mi primer beso, pero por ahora paso, dejaría salpicada la pantalla...la culpable fue Sarca, la cosa era sólo juntar los labios y jugar un poco con la lengua, pero no, la puta tenía que ponerse ansiosa.
ResponderEliminarDib, hermano, un abrazo.
Es 'Cadelinha', escríbelo 100 veces en la pizarra.
EliminarLa ansiedad de Sarca es conocida por estas tierras, dicen que se ha cobrado unas cuantas lenguas y que ha partido decenas de dientes, pero que sus besos nunca los olvidas.
Un abrazo, querido Sarco.
Trataré de recordar, que ¡hay que cerrar la ventana!!!!jajajaja!!!!
ResponderEliminarPrimer beso?
Primer sexo?
Creo que el primero, viene a ser "el primero", después de pocos o muchos intentos,hasta que de verdad, se encontró la esencia de esa magia que nos hace recordar el momento con latidos y suspiros de recuerdo bello, no importa cuanto tiempo haya pasado
Los anteriores para mí...son pseudos jajajaja!!!!
Es como cuando aprendimos a montar bicicleta...las caídas, no valen!!...el primer día, fue cuando sentimos el volar en dos ruedas jajajaja!!!!
Pero tu cuento...¡como siempre genial!!!!
Besossssssssss
Todo lleva su tiempo, hasta dar un buen beso, algunos nunca lo consiguen, pero ¿qué novia, marido, amante, se animará a decírselo?
EliminarSí, cierra la ventana, uno nunca sabe quién puede estar atento a lo que hacemos.
Un beso grande, Gizela.
Cuánta realidad en este cuento! Me encantó la forma, el fondo, la exposición, el lenguaje en general, la creatividad, el tono, la maestría y el derroche de una inteligencia preclara, que admiro y degusto en tus cuentos. Te felicito Humberto. Una vez más ha sido un placer leerte, encontrarme contigo, no en la puerta de la calle, pero sí en la cocina de tu alquimia literaria.
ResponderEliminarPara mí es siempre un motivo de alegría verte por aquí, Julie, y siempre me digo: querría tener el tiempo para devolverte el afecto como lo mereces.
EliminarMuchas gracias, esta semana sí o sí paso a visitarte.
Un fuerte abrazo.
Hola. Me dijeron que valia la pena venir y no se equivocaron. Tienes un estilo muy propio eso es lo mas destacable de tus cuentos.
ResponderEliminarUn saludo respetuoso.
Jaime
Muchas gracias, Jaime.
EliminarY saludo a quien te recomendó el blog.
Abrazos.
Leí el texto y los comentarios, me sorprendió que cada uno haya sentido cosas tan diferente pero se nota mas que a todos nos llegó lo de los besos. Mas a las mujeres que recordamos esas cosas como grandes tesosros.
ResponderEliminarMi primer beso fue hace muchos años, con un niño de mi vecindario, no fue muy interesante :(
Un besote.
Es así, Sabrina, para algunos el recuerdo viene con un aire de ensueño, para otros con vientos de dolor. Es la vida.
EliminarEspero que ese vecinito no visite este blog, tal vez él sí lo crea el mejor beso.
Un fuerte abrazo.
Me ha gustado mucho la lectura Hum. Desde luego que rescatar recuerdos así es un gran tema, realidades y ficciones, y lo mejor, que todo termina en nuestra imaginación en el preciso instante en que queremos que lo haga...y a partir de ahí, las cosquillas que te recorren el interior son "distintas". Eres fantástico. Un besazo!!!
ResponderEliminarYo creo que todo comienza y termina en nuestra imaginación, no hay forma de decir algo neutro, cada uno lo lee con esa magnífica herramienta que es la mente, con todo su caudal de vivencias y fantasías.
EliminarTú sí que eres fantástica, hablemos claramente.
Un beso.
esta vez has cumplido mi sueño hablaste de amor!!
ResponderEliminarentiendes porque te necesito??
¿Hablé de amor? Y yo que habría jurado que... en fin, son interpretaciones.
EliminarNo creo que nadie me necesite, lo digo en serio.
¿En verdad no quieres ir al blog de ......? A él le encantan estas cosas.
ESTA NOVELA ME ESTÁ PONIENDO MUY NERVIOSO, QUIERO SABER COMO TERMINA YA!!
EliminarJAJAJA
Los recuerdos distorsionados, para bien y para mal. Somos directores y guionistas de nuestro pasado.
ResponderEliminarAl final, los recuerdos son lo que creemos que fueron.
Sencillamente tierna la historia del beso.
Matrimonio destinado al gris.
Un placer leerte.
Y actores, Alberto, y muchas veces ni siquiera el principal. Todo un tema.
EliminarMuchas gracias por tu comentario, traté de ir a tu blog pero no encuentro el link.
Un abrazo.
Tu relato se hace ameno y cotidiano, empleas un lenguaje sencillo "a propósito", (creo yo...) La edad tiene que ver con el sentido de los sucesos que acompañan a nuestra existencia. En la adolescencia no se entra en detalles, son las sensaciones que producen los mismos las que imponen. En base a esas impresiones se puede marcar el falso ideal de una vida compartida (por amor, claro que con más edad y una realidad latente se es consciente que hacen falta no solo sensaciones, hay que tener en cuenta otros parámetros y es que no es lo mismo el contenido que el continente. Jajajajajajaja (perdón). El más bello envoltorio puede dar sorpresas en su interior... No es que tu protagonista tuviese pocas luces jajajajajaja (perdón de nuevo) Su idea recordada era "la esencia" del amor compartido (13 añitos) y la convivencia es otra cosa. Luego viene el otro lado de la moneda, en busca de ese "efecto" de juventud, se tropezó con lo inesperado... y es que las apariencias engañan (no es oro todo lo que reluce) y menos mal que no subió hasta el 3º A...con los ojos vendados jajajajajajajajaja. Muy bueno tu relato. Un abrazo
ResponderEliminarSiento que el personaje es 'sencillo', por eso traté de adecuar el registro a sus características, pero sencillo y todo, se hace los mismos cuestionamientos y tiene las mismas nostalgias que todos.
EliminarLo del 3° A nos pasa también, la fantasía puede ser demoledora, para ambos lados.
Un beso, Lumi.
Hola Humberto, es un relato magnífico. No es nada fácil como bien dices caracterizar un personaje y sacarle todo el partido que les has sacado a tu protagonista. Así es, todos, absolutamente todos nos hemos planteado en alguna ocasión esa búsqueda de la primera sensación y hemos sentido nostalgia. La imaginación es ilimitada de ahí, que luego lleguen las decepciones. Es un relato que dice mucho más allá del matiz irónico y/o gracioso que les ha dado. Por eso es doblemente bueno. No sé si habré estado acertada en mi comentario, ya sabes que para cada lector el significado puede ser diferente. Un beso amigo.
EliminarHas estado acertada, porque es lo que has sentido. Hay un término técnico de la psicología, se llama: 'Poder discrecional del oyente (lector)' que implica que siempre la última palabra la tiene el que recibe el mensaje, aunque hayamos querido decir negro, alguien puede afirmar que escuchó blanco, y lo extraño es que... tiene razón.
EliminarGracias por tu interés y por tus palabras de aliento.
Más besos.
Qué bien lo has descrito!Así son los besos, probamos y probamos hasta que encontramos al molde perfecto que se amolda a nuestros besos.
ResponderEliminarUn saludo, besoss
Y cuanto se demora a veces...
EliminarUn abrazo, Vanessa.
Eres malo, Humberto. Cada vez que bese recordaré el sabor de los guisantes (en mi tierra arbejos). Menos mal que unos labios siempre, siempre me hacen flotar.
ResponderEliminarSalu2.
Arvejas, guisantes o arbejos, todos nos dejan esas partículas tan desagradables que solo podremos olvidar (o dejar de lado) por amor.
EliminarEso andan diciendo por ahí: que soy malo, como escritor, entre otras cosas ;)
Un abrazo, Alfredo.
Buenísima entrada.
ResponderEliminarMe ha hecho reír la frase, "a más baratijas ,más amor: Cálculo idiota"
La verdad es que el primer beso nos hace soñar, mantener ese encanto es tarea complicada. En la mayoría de las veces sucede esas desesperación que nos hace ver al vecino encantador, cuando en realidad solo es un pequeño sapito haciendo striptease desde su habitación.
Pero bueno, hay que ser positivos y pensar que después de la ensoñación del primer beso, seguiremos recibiendo muchos más que nos eleven del suelo... tengan el sabor que tengan.
Muchas gracias por tus comentarios en mi casa, a pesar de que he estado totalmente desconectada de blogger y de visitas varias.
Besitos mediterráneos.
Algo pasó que hizo que necesitara visitarte, lo más probable es que simplemente te extrañara. No importa cuántas veces, ni aquí ni allá, pero que cada tanto sepamos el uno del otro.
EliminarGracias por tu comentario.
Un beso grande.
El primer beso nunca se olvida por lo especial, unico, soñado, imaginado... y esperado pero con gusto a guiso, jaja, siempre sorprendente, amigo!
ResponderEliminarDespues, todo es transcurrir y toda una vida intentando repetir la sensacion de "ese" beso... con gusto a guiso?
felicidades por tu estilo unico e inconfundible que es todo un sello: el transcurrir del tiempo, y como lo recordamos.
Lo que me encanta de tus historias es que cada uno de tus lectores acomodamos esa remembranza y decimos: esta es "mi" historia, y es diferente entre sí para cada lector.
Un abrazo grande.
Muchas gracias por tus palabras, Carolina, cuando son lindas, agradan, cuando las dice alguien que lee mucho y bien, enorgullecen.
EliminarUn beso grande, pero sin sabor a guiso.
Siempre he pensado que las cosas solo se viven una vez, el resto son solo imágenes parecidas porque intervienen factores y desaparecen otros extremadamente importantes como es el desconocimiento. Pasar la vida intentando repetir esos momentos, sean cuales sean, son pérdidas de tiempo. Lo que vale la pena es buscar nuevas sensaciones que no se parezcan en nada a lo vivido. Es entonces cuando podemos volver a "sentir por primera vez de nuevo". Hay quien tiene suerte y se conforma con esas imágenes suplantadoras, otros como tu protagonista y yo misma, viven con la continua necesidad de cambiar de actividad porque se le caducan enseguida. Mostraste muy bien ese sentir triste por no encontrar lo que verdaderamente nos llena el alma. Muy bien maestro.
ResponderEliminarAbrazos norteños.
El tema de la memoria me apasiona, también (si puedo asociarte a esto) tengo una mente científica, para que tengas una idea, este relato nació de una foto que vi en el diario, hace unos días, de la 'formación del primer recuerdo', era una neurona creando nuevas sinapsis luego de acontecido un hecho. Los avances científicos me maravillan, pero fíjate que no me quedo con esa versión en la que creo y me atrapa, sino que trato de darle una vuelta más literaria, como si a mi cabeza de laboratorio necesitara oponerle mi corazón de biblioteca.
EliminarEn fin...
Un beso enorme y muchas gracias.
¡Ay la noche, qué malas pasadas nos juega! Todo sea por conseguir ese minuto que nos hace flotar. Encuentro interesantísima esta entrada porque de manera indirecta interpela al lector: ¿Cómo fue tu 1º beso?
ResponderEliminarGracias Humberto por los mensajes que me has dejado en el blog. Con todo mi cariño inmenso abrazo :)
Es muy cierto, cada uno fue sintiendo que el relato le hacía esa pregunta que jamás fue formulada expresamente. Me encanta cuando un lector detecta esas sutilezas, me hace sentir que valió la pena.
EliminarEs que se te extraña, a qué negarlo.
Hombre a veces creo que cuentas mi vida, jeje!
ResponderEliminarCada semana algo brillante, por eso vengo y siempre te seguiré.
Abrazo sin guisantes.
Muchas gracias, Pedro, no sé qué decirte.
EliminarUn fuerte abrazo.
SIEMPRE ESPERO HASTA EL FINAL PARA DEJARTE UN COMENTARIO PORQUE YO TE LEO YA EL PRIMER DIA, PERO ME GUSTA LEER LOS COMENTARIOS TAMBIÉN SIENTO QUE ALGO ME UNE A CADA LECTOR, ES COMO PERTENECER A UN GRUPO DE GENTE MUY LINDA.
ResponderEliminarLAMENTABLEMENTE ESTOY PASANDO POR UN BAJON AMOROSO, ASÍ QUE TU RELATO ME TRAJO EL RECUERDO DE LA MUJER QUE YA NO ESTA AUNQUE EL GUSTO DE SUS BESOS NUNCA LOS OLVIDARÉ. ESO TE LO JURO.
UN FUERTE ABRAZO DESDE CÓRDOBA LA DOCTA.
Lamento que estés pasando por un momento así, Christian, no sé si te sirva de consuelo, pero el tiempo ayuda a olvidar y a traer alguien nuevo a nuestra alma. Peroname, no quiero ser un 'consultor sentimental', pero hay mensajes que me llegan, es probable que porque a todos nos tocó vivir esa experiencia.
EliminarUn abrazo grande y muchas gracias.
¡Ay, si nos acordáramos de todos los besos!
ResponderEliminarCuando se busca la felicidad, no se halla a la primera. ¡Ojalá fuese así!
Salu2 con abrazos en vez de besos, jeje.
Humberto, tu te acurdas el sabor al guiso, porque no hubo pasión en tu beso. En un beso con amor nada mas importa.
ResponderEliminarUn saludo