12 de junio de 2010

La moneda (a Vladimir Nabokov)

Una de las monedas del vuelto se escapó de mi mano dando inicio a su inexorable destino huidizo, pero antes de tocar el suelo chocó contra el mostrador y luego contra mi pierna. Golpeó el piso tres veces y entonces rodó hasta esconderse debajo de una estantería, donde interrumpió su carrera con un sonido tamborileado.
Ambos habíamos seguido el recorrido de la moneda sin poder hacer otra cosa más que observarla.
Una vez que el metal se detuvo, yo insinué inclinarme, pero ella se arrojó de rodillas, clavó su busto llano contra las baldosas y estiró su brazo al máximo para alcanzar la moneda oculta. En ese momento pensé -con gran tristeza- que todos esos movimientos desaparecerían del repertorio de sus comportamientos y acciones en unos pocos años. Pero ahora ella sabía que la moneda estaba acorralada allí abajo y como todo cazador encantado quería atraparla.
Sin embargo, sus dedos manchados con tinta azul lavable no consiguieron alcanzarla.
Se agachó otro poco y apoyó la mejilla derecha sobre el piso para poder extender aún más su brazo, que parecía centellar por esa especie de césped áureo que lo cubría. Cerró los ojos y contuvo la respiración, creyendo que esto la ayudaría a conseguir su objetivo, pero no. Entonces arqueó la espalda y levantó sus caderas todavía sin curvas, dejando así sus sentaderas demasiado expuestas por debajo de la corta pollera blanca de gimnasia.
Por fin, con un último envión consiguió tomar la moneda entre los dedos índice y medio. Cuando se irguió triunfal, su estatura alcanzó el nivel de mi pecho. Me miró sin recato con sus preciosos ojos azules, torció hacia un lado la cabeza y su cuello -que tenía un leve sarpullido- me pareció extraordinariamente blanco. A los lados se le marcaron varios hilos delgados y violáceos que bajaban desde la base de sus orejas hasta los hombros. Me disparó una sonrisa que hizo que sus labios se viesen más claros; una sonrisa que hubiera podido atravesar, sin dificultad, escudo, armadura y cota de malla de cualquier guerrero medieval para terminar anidada en su pecho.
Extendió la palma hacia arriba, con los dedos curvados hacia abajo. La moneda estaba bien en el centro de ese plateau -libro de gitanos-, entonces me dijo, en un tono alegre y saltarín, como retándome: "Tome", y la colocó en mi mano. Su aliento -dulce y cargado- me incitó a acercarme, pero un milagro me detuvo justo cuando selló los labios. Se paró en la punta de un pie, quedó suspendida por dos segundos y con un paso de danza desaliñada y grotesca se dio vuelta, dejando en el aire un suave aroma a cabello transpirado, cabello rubio y mal atado con una gomita elástica.

16 comentarios:

  1. Que hermoso, Humberto, necesitaba un poco de esa poesía tuya, ah muy muy bueno el cambio de look del blog, felicitaciones.
    Ani

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  2. ME SORPRENDISTE NEGRO, QUE CAMBIO TUVO EL BLOG, AL PRINCIPIO NO ME UBICABA, PERO ESTÁ MUY BUENO. LA MONEDA ES UN "VIEJO" CONOCIDO PARA MÍ, ME PARECE UN TEXTO GROSO, SIEMPRE ME PARECIÓ GROSO. ABRAZOS. CHRIS.

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  3. Una hermosa mini recreación del lolita de nabokov, es excelente tu texto, la verdad que el anterior me dejó afuera, pero este es muy bueno. Creo que a todos nos sorprendiste con las modificaciones estéticas del blog. Éxitos.
    Stefanía

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  4. Extrañaba a este dib, te quiero nenito!!!

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  5. Hola, Humberto, puede ser que este escrito esté en uno de tus libros? Está bueno que lo compartas con otras personas que no lo leyeron. Muy bueno el cambio del blog.
    Cariños. Lu

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  6. Luciana: Tu comentario logró sacarme de la guarida. Sí, "La moneda" es un escrito de hace muchos años.
    Esta semana le envié un par de textos "viejos" a una amiga que no leyó Habitación Disponible. Lo hice con cierta reticencia, debo confesar, pues me produce bastante pudor (por no decir vergüenza) mostrar esos escritos que (a mi forma de ver) carecen de técnica y abundan en adjetivos, barroquismos y voluntad. Sin embargo, un posterior mail de esta amiga me hizo notar que no estaba mal que mostrase el material que alguna vez escribí, con las virtudes y defectos que el mismo pueda tener.
    Ahora bien, si estaba dispuesto a reeditar material antiguo, quería que el elegido fuera un relato que, con toda humildad, le dediqué al maestro Nabokov (ése sí que escribía bien).
    Saludos a todos los que por aquí andan.
    Humberto.

    PD1: Esta amiga de la que hablo tiene la férrea tendencia a creer que el personaje de los relatos soy yo, por lo que ahora voy a tener que leer diversos consejos acerca de lo mal que está mirar a las niñas con ojos de bestia libidinosa.

    PD2: GD, acepto esos mates o cervezas a los que me invitaste en el post anterior, el tema es que no sé dónde vivís para ir a reclamarlos.

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  7. No me parece que este relato carezca de técnica, ni abunde en adjetivos o barroquismos. La verdad es que la obra de Nabokov la leí hace mucho tiempo y me es difícil relacionarla, aunque conozco el tema y me acuerdo por ejemplo de sus frases en francés, y también creo acordarme del nombre del personaje…

    Si bien V.N. era un excelente escritor, seguramente si tuviera a mano la versión original, me pasaría como con Hamlet, vería tu adaptación más cercana a nosotros, más fresca, y me gustaría más lo tuyo, aunque te suene irreverente.

    No me voy a enganchar con lo de las niñas, mi opinión sería muy subjetiva ya que tengo una hija aún niña… Prefiero quedarme con la buena literatura, y sí, tu versión me gustó mucho.

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  8. Humberto: No conocía tu relato ni conozco a Nabokov, así que para mí es todo nuevo, esto me permite leer la moneda con libertad de pensamiento. Esa apertura me libera de comparaciones y me permite decirte que es un relato muy lindo, tiene frases muy tiernas como la de la mirada que atraviesa la armadura de un guerrero. Tampoco creí que había diferencia entre el hombre y la niña, creí que eran dos chicos, muy inocente lo mío ja, pero tampoco eso me afecta demasiado ya que el tema la literatura es un mundo aparte. Recordé una frase de Cortazar que dice que la literatura nos hace pasar varios gatos por liebre y varias liebres por gato. Un beso enorme y te sigo leyendo.
    Sabri

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  9. Yo tampoco conocía el texto, así que también lo leo como algo nuevo. Me gustó la forma en que detallas una situación tan rápida, un maestro de la metonimia. Te mando un abrazo.
    Lucho

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  10. Confundir al autor con el personaje es como querer ir a matar al malo de una telenovela, como si el actor fuese tuviese la culpa!!! mi vieja me contó que hace muchos años hacían eso algunas mujeres. De allí extraigo que es una característica femenina y un poco antigüa por no decir algo ofensivo. jejeje
    Abrazos. Ramiro

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  11. Voy a ensayar una pequeña defensa sobre la confusión o no entre autor y protagonista que los lectores podamos a veces sufrir.
    No estamos leyendo libros, estamos participando en un blog. El blog, también llamado bitácora, tiene su origen en los cuadernos de viaje que se usaban en los barcos para relatar lo que sucedía en un viaje y se guardaban en la bitácora. Una de las acepciones del término log en inglés quiere decir diario. Y muchas veces en los blog el autor escribe como si fuera un diario.
    No es el caso de este blog que es literario. Pero el hecho de que sea un blog, que el autor sea conocido (al menos en nombre y apellido) por quienes visitan su blog, que sea algo “personalizado”, y que algunos además puedan conocerlo personalmente, lleva un poco creo yo a esa confusión. En general también nos enganchamos y nos ponemos a dar opiniones sobre lo que los relatos o los post que escribe Humberto nos provocan, o si estamos de acuerdo o no con determinado tema.
    Por otro lado, si hablamos de autores, muchos han sido perseguidos por sus obras, ¿por qué presumir que ellos estaban denunciando algo o era pura literatura y arte?
    No crean que esta novela de Nabokov fue muy bien recibida en su época.

    Bueno, lo mío es un intento de decir por qué muchos podemos a veces relacionar los relatos de Humberto con él mismo. Tal vez porque se trate de un blog, leyendo sus libros seguramente ni pensaremos en él como personaje sino sólo como el buen escritor que es.
    Y por otro lado me parece que la gente es libre de interpretar como quiere o como puede, y que es bueno y es sano, y que si le creemos a Humberto es justamente porque sabe hacerlo bien. Besos.

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  12. Hola: no sé si me parece tan interesante de donde deriva la palabra blog y que relación puede tener con que sea confundido personaje con autor, pero en algún punto estoy de acuerdo con Ana, me refiero a que vos Humberto sos la cara del blog y uno se identifica con lo que decís, uno se siente más seguro creyendo que te pasa a vos, pero también sé que es un error de chicos creer que vos sos hombre, mujer, médico, enfermo, loco, asesino, pedófilo, ladrón, enamorado o dios. Y todo a la vez con una variación de semana.
    Muy buena la participación de todos sin importar lo que les parezca, lo importante es decirlo.
    Saludos. Lucas

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  13. El cambio del blog, me encanta...

    De Junio de 2009 a Junio de 2010 "La moneda" perdió "... con un hermoso y último envión..."?


    "es un error de chicos creer que vos sos hombre, mujer, médico, enfermo, loco, asesino, pedófilo, ladrón, enamorado o dios."... me reí mucho Lucas!!! :)

    Que los que por aquí pasan dejen sus comentarios, me encanta...

    1 beso para cada uno de ustedes ;)

    Zinia.

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  14. HOLA, QUERIDO HUMBERTOOO!!!
    Estou de blog nuevo...se llama INSPIRE. Visite me. Mira, tu blog está muy lindo como siempre! Beso!

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  15. KKKKKKKKKKK!!!
    Tu és uma graça, Humberto! Não tem diferenças radicais não! São diferenças bobas...mas, tem umas três causas. Te digo depois! Hehhehe...beijossss!!!! Muito obrigada por ter visitado! =D

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  16. Gracias por estos aportes a nuestras página de Uba Clan! Siempre sos bienvenido.

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