La primera vez que ocurrió fue al despertarme de un sueño que tuve una mañana de enero.
El sueño tenía un inicio confuso, no del todo claro. Estaba por reunirme con mis antiguos compañeros de facultad, habíamos decidido juntarnos para cenar en el departamento de Horacio, el Pelado, como le decíamos. Imagino que ese departamento está ubicado en la calle Rincón al 800. No sabría decir por qué, fue un sueño. íbamos a encontrarnos los cinco compañeros de siempre, los que estudiábamos juntos, los que hacíamos los trabajos prácticos juntos, los que salíamos a divertirnos juntos, los que atravesamos los seis años de la carrera tratando de no adelantarnos ni atrasarnos en ninguna materia para recibirnos al mismo tiempo, como sucedió.
Allí estábamos -Manguera, Javi, el Gaita y yo-, sonrientes y apretados en el pasillo del 7º piso, cargados con bolsas de snacks y bebidas, esperando a que el Pelado nos abriese la puerta. No demoró mucho. Al entrar, nos quedamos sorprendidos por la gran cantidad de material musical que había en el lugar. No parecía tener otros muebles ahí, apenas estantes, repisas, armarios y bibliotecas repletos de CD’s, DVD’s, cintas, pósters, discos de vinilo, revistas, casetes, mini-casetes, tarjetas de memoria… Como también otros formatos que en la realidad no creo que existan. Era un sueño. Sólo un sueño. Lo cierto es que en estos muebles había música grabada, vídeos, biografías de músicos, entradas de recitales, material inédito, fotos de shows, etcétera. Todo en diferentes idiomas -recuerdo la tapa de un DVD de Hendrix escrita en lo que yo creí japonés, y un CD de los Stones en francés-. Cuando Horacio nos vio tan asombrados por esa abundancia de material, se sintió apremiado a darnos una justificación. Nos dijo que sus padres eran coleccionistas desde siempre y que él sólo había seguido la tradición familiar. Esto me hizo pensar que Horacio -a una edad que ya no correspondía- todavía seguía viviendo con sus papás, y que ellos nos habían dejado el departamento libre por esa noche.
Quizás para mostrar con mayor énfasis que en su familia no sólo se coleccionaba material musical, el Pelado, después de quitar lo que había encima, acercó la mesa hacia uno de los armarios, se subió a ella y nos mostró una increíble cantidad de dinero que sus padres guardaban allí arriba. Levantaba los billetes y los dejaba caer como si fuesen cupones de concurso en un programa de televisión. Sin embargo, no me pareció que su actitud fuese de ostentación o de alarde, creo que lo hacía simplemente porque le parecía gracioso, natural. Recuerdo que había billetes de $20, de $5 y de $50. No viene a mi mente haber visto moneda de otro valor. Lo concreto es que este desenfado suyo de mostrar los billetes -que para él parecía ser sólo el cambio, un vuelto-, generó en mí una codicia tan atroz y profunda que me propuse llevarme unos cuantos ni bien se alejaran todos. El Pelado nunca iría a notarlo, era demasiado dinero, ni lo habría contado. No entiendo por qué me obsesioné por los billetes de $20, pero quería llevarme una buena cantidad de esos papeles colorados con Juan Manuel de Rosas en el anverso. Armonizaba perfectamente que fuesen colorados y que estuviera Rosas allí.
Pasaban los minutos y nadie dejaba la sala libre, tal vez no fuera yo el único que deseaba quedarse a solas en ese lugar. Por fin, cuando creí que ya no conseguiría contener más esa compulsión febril, vi que todos entraban a la cocina para abrir las bolsas y disponer los alimentos para comer. Entonces, furtivamente, acerqué una silla al armario y me subí a ella -que si bien era más baja que la mesa, por otra parte era más práctica y no resultaba tan sospechoso que la estuviese desplazando-. Hice todos los movimientos con la vista fija en la puerta de la cocina, maquinando alguna excusa válida en el caso de que me descubrieran. Ya seguro, alcé mi brazo derecho lo más alto que pude, tiré el manotazo para agarrar la cantidad que fuera y cerré mi mano en algo. Muy pronto noté que lo que había tomado tenía la textura y la forma de un objeto muy diferente a un puñado de billetes. De todas formas, ya no podía volver a intentarlo, se aproximaban voces. Lo que tenía aprisionado era algo sólido, metálico, frío y tenía algunas aristas que me habían lastimado la piel. Tal vez un anillo o un medallón de oro, pensé.
Fue en ese momento que desperté.
Estaba acostado del lado derecho, con ambos brazos estirados sobre las sábanas blancas. Tenía apretadas las dos manos, pero al abrir la derecha descubrí que había allí una miniatura que representaba con gran fidelidad -después lo supe- la Catedral de Notre Dame de Paris. Tan firmemente tenía aprisionada la miniatura que las dos torres a los lados de la fachada me habían herido la palma.
Lo extraño es que yo nunca había estado en París y nadie me había regalado jamás un souvenir de la Catedral. No existía manera razonable de entender cómo había llegado ese objeto hasta mi casa. Y aún menos existía una forma lógica y coherente de explicar qué hacía ese pedazo de metal en el cuenco de mi mano una mañana de enero. Evalué mil respuestas, llegué a sospechar que alguien se estaba burlando de mí, pero ¿quién más podía tener la llave de mi casa como para entrar tan libremente y por qué querría hacer aquello? Nadie y no sé. También pensé en la locura, en la doble personalidad y todas esas posibilidades que nos brindan libros y películas. Nada.
Así comenzó todo. A partir de esa mañana, cada día me despierto con un objeto diferente en las manos.
Son objetos que arrastro desde los sueños y que de alguna manera introduzco en mi vida despierta. Cientos de objetos que llenan un armario de la habitación de servicio, armario que sólo abro para arrojar cada nuevo elemento. Ni me detengo a observar los que ya están dentro. Sé que hay llaves, portarretratos, monedas, reglas, libros, pañuelos, muñecos, frascos, lápices; pero no quiero saber nada de ellos, ni de dónde vienen, ni de quiénes son, ni cómo llegan a mis manos. Ya lo dije, al principio traté de encontrar una lógica, pero cualquier intento de explicación choca contra el muro del sinsentido absoluto. Y si hoy me decido a hablar de este tormento, es porque el objeto al que me aferraba esta mañana, el último objeto, es una tarjeta en la que está escrito mi nombre y recuerda la ubicación -Sector F, parcela 26, sepultura 2618- en la que se encuentran mis restos en el cementerio Bosques de Paz.
Esta semana me "juego" con un escrito más extenso, vamos a ver si los apuros de estas épocas nos permiten tomarnos el tiempo necesario para leer algo más que un micro relato.
ResponderEliminarUn gran cariño a todos los que semanalmente se dan una vuelta por aquí.
Humberto.
muy simpàtico el relato de la puerta de conexiòn entre esta y la otra dimenciòn, en el espacio de los sueños, en los tiempos de Incepcion, de recuerdos de Matrix y otras loqueras cerebrales,
ResponderEliminarpersonalmente creo que estos objetos provienen desde.....LA R*E*D..
un saludo
Blas.
Despierto de la realidad
ResponderEliminaral mundo de los sueños
dónde todo es tan cierto
como uno quiera.
Abrazos
¿Y como sabe ese curioso personaje que no va y viene entre este mundo y su idèntico-paralelo como si nada?,
ResponderEliminaro tal vez cada noche es aducido y como quieren volverlo loco, le dejan un recuerdito...
me ha parecido excelente..y no, no es "demasiado" largo,
saludos
wow Humberto buenisissisisimmmmooo!!!!!!!!!!!
ResponderEliminarcomo me ha gustado!!!!!!!!!!!!!
(no sera que tienes doble personalidad, o sonambulo y te levantas y vas por ahi cogiendo cosas??? jajajaja)yo soy sonambula pero amanezco con las manos vacias!
un beso
HOLA,ME SORPRENDIO TU RELATO PUES CREO QUE EXISTE ALGO MAS SOY CREYENTE,TAMBIEN CREO EN LOS SUEñOS VIVO UNO DIARIAMENTE, VIVIR!!! SABES? ME GUSTO TU BLOG LO QUE TRASMITES EN EL,POR AQUI ANDARE,TE DEJO UN ABRAZO.
ResponderEliminarBlas: Muchas gracias, es verdad, es un texto de conexiones, pero -intenté- que fuesen más allá de la de Realidad-sueño.
ResponderEliminarSergio: Hermoso verso que se agrega al relato.
Adelfa: Siempre tan bondadosa, te agradezco mucho tu presencia y apoyo.
Mery: Creo que ÉL y yo no tenemos doble personalidad, eso creemos ;)
Pentrova: Por aquí siempre te esperaré, entonces, será un gran placer.
Humberto.
Sumamente inquietante, Humberto. Por alguna razón me recordó que en Villaviciosa de Odón, Madrid, los ancianos reservan "plazas" en el cementerio con lápidas a su nombre.
ResponderEliminarUn abrazo,
Ana Rosa
Hola Humberto, a mi particularmente me encantan los escritos largos, y a poder ser en entregas o capítulos, ya que son más fácil de leer, y siempre se nos queda en la mente, que sucederá?
ResponderEliminar¡Bien por este escrito!
Los sueños, no son tal y como los soñamos, ya que al estar dormidos y no poder controlar el sueño, se disparata bastante.
Lo que si son significativos son los objetos, si indagamos un poquito en ellos, nos dirá muchas cosas, que seguro nos vendrá muy bien para conocernos mejor.
Es mi humilde opinión.
Abrazos y muy buen domingo
Humberto. Están buenos los textos más largos, no me corre el tiempo así que puedo leerlos con atención. Me queda la sensación de que quisiste decir algo más en tu cuento, no me convence que todo se trate de un juego de él está despierto pero está dormido, me equivoco?
ResponderEliminarBesos. Caro
Hola, Humberto, tu cuento es de una originalidad exquisita. Hay un dicho que reza que no se debe desear algo muy fuerte, no sea que ocurra...en este caso, la codicia por el vil metal, originó que los deseos se vieran cumplidos, aunque fuesen ya de un modo automático y sin aparente sentido.
ResponderEliminarUn beso grande y mis mejores deseos para este fin de semana.
Caro, Mayte acaba de responderte -parcialmente- la pregunta, claro que hay más de una lectura, el tema de la codicia, como bien dice nuestra querida amiga Mayte, es fundamental. Me alegra que se vayan desvendando secretos por sí solos.
ResponderEliminarBesos.
Humberto.
Hola Humberto !!!
ResponderEliminarGeniales tus posteos, me permito decirtelo una vez mas! Sondeas los temas mas diversos, y los presentas de una manera exquisita! y en este caso, nos sorprendes con un texto que abarca el mas allá, y la riqueza onírica de una forma nunca antes leida por mi parte.. Te agradezco una vez mas, esa generosidad tuya, de brindarnos trabajos de tanta calidad !!! Gracias por tu inteligencia, talento, y a la vez, humildad, virtudes que no siempre van de la mano. Un gran abrazo !!!!
Millones de gracias por tus palabras, Vanuchy, pero ¿sabés qué? En esta semana que pasó dos personas me llamaron "creído", una no lo dijo de mala onda, pero lo dijo. De hecho eso me ha dejado pensando bastante.
ResponderEliminarEn fin...
Humberto.
Humberto, o que está acontecendo com voce é perfeitamente possível. Parece estranho por as pessoas não acreditarem em outras dimensões. O sonambulismo não é dupla personalidade e sim uma categoria de mediunidade. Voce por algum motivo, estais trazendo da outra dimensão os objetos. Acho que voce fará parte das pessoas que a partir de 12 de 2012 terá condições de continuar aqui na terra. Que entrará na era da Luz. Não se assuste! Postei no meu blog Liberdade algo sobre 21/12/2012. Beijos Gostei e quero continuar a ler seu blog.
ResponderEliminarHOLA HUMBERTO, ME PARECE PERFECTO QUE QUIERAS HACER LA TENTATIVA CON UN TEXTO MÁS LARGO, YO CREO QUE CUANDO EL TEXTO TE ATRAPA DEJÁS UN POCO TODO DE LADO PARA LEER HASTA EL FINAL.
ResponderEliminarTE CUANTO QUE A MI ME ENCANTÓ, ADEMÁS ME MATÓ EL SUSPENSO CUANDO ESTABAS SUBIÉNDOTE A LA SILLA CON EL MIEDO DE QUE TE PUDIERAN DESCUBRIR Y CON EL FINAL ME TERMINASE DE MATAR jajaja
TE DEJO MI SALUDO Y MI ADMIRACIÓN!!
PATRY
Excelente relato, Humberto, cada semana te renovás y nos sorprendes con esos cambios. Consejo: seguí subiendo textos largos, al que le guste como escribís los va a leer.
ResponderEliminarUn besote.
Sabri
Qué interesante este relato, más que largo ha parecido corto.
ResponderEliminarTal vez un día encuentres entre tus manos en vez de un objeto, otra mano, la de alguien que haga más dulce el camino hasta la parcela 26.
Un beso.
Fantástico relato, amigo,digno del mejor Kafka...
ResponderEliminarUna forma exquisita de plantear nuestros propios fantasmas:miedos,angustia,ambiciones... lo que nos persigue en nuesta vida diaria y siempre nos lleva al mismo final:la muerte y su incognita...
humildemente es lo que he captado en su estupendo texto.
Felicidades¡un placer seguirle.
Gracias por visitar mi balcón.
Saludos, Carmendy
Esta vez el título que anticipa no me anticipó este final inesperado, parecía un plácido despertar. Llegar al final me hizo sentir distinto todo lo que había leído, apareció un clima de fatalidad, de "sueño-muerte" donde se mezcla lo real, lo onírico y lo fantasioso.
ResponderEliminarEl personaje que habla de lo que le está pasando en soledad, que todo lo está viviendo solo como en los sueños y como en ese último sueño, algo que empieza y termina en él.
Notre Dame y los objetos aferrados en las manos los relaciono con lo que la gente le pone a sus muertos, las sábanas blancas. Y es cierto, la codicia y el castigo por tanto objeto robado. Le huyo un poco bastante a los castigos por esto de la enseñanza / imposición de las culpas y castigos de las religiones, pero es cierto, la codicia es una bosta, no sólo para el codicioso que nunca está conforme con lo que tiene sino también para los que están cerca. Es excelente tu cuento, y podría seguir leyéndolo y encontrándole muchas otras señales que con tanto cuidado y con tanta perfección elegiste y escribiste.
Humberto.
ResponderEliminarexcelente relato, también creo en los sueños, pienso que anticipan la realidad de la manera más bella (o más cruel). Saludos
Fanny
www.blogmirinconcito.blogspot.com
Si un día me preguntaras
ResponderEliminar¿Por qué sueño? Y solo con mis brazos
Alzados en vuelo, como un ave en la montaña
Te diré que yo soy como el viento
Que nada importa más que elevarse
Y entonces abrazar los anhelos convertidos en sueños.
Hola humberto.
ResponderEliminarSabes, este relato tuyo, pare ce un poco entre Alan Poe y Kafka.
realmente es misterioso.
Celebro haberte leido.
Feliz domingo ¡ Viva Argentina!.
Un abrazo, Montserrat
A mi me has puesto los pelos en punta.
ResponderEliminarvas introduciendo muy bien los momentos y los elementos adecuados para mantener el misterio en la trama.
Mu muy ingenioso.Enhorabuena.
Un abrazo.
Me ha encantado Humberto, me ha mantenido en ascuas hasta el final !!
ResponderEliminarWow con los sueños!!
Gracias a que los mios son más sencillitos.. jajaj
Un besazo y feliz domingo
Pues de largo, nada...
ResponderEliminarYo lo empecé a leer anoche, pero era muy tarde, estaba muerta de sueño y lo dejé para hoy, así que lo he leído todo de un tirón.
Tanto por los comentarios hechos, como por tus respuestas, unido a mi propia percepción, pues puedo sacar diferentes conclusiones.
A saber:
Los sueños son una parte importantísima e imprescindible de nuestra vida, es esa otra vida paralela, la que vivimos con tanta intensidad y verosimilitud.
Son soñadora impenitente y además de las que recuerdo sueños, no sólo presentes, sino hasta pretéritos, y muy pretéritos...
Siempre me han asaltdo las dudas acerca de los sueños, de esa vida. Y hay días en los que me tienen dándoles vueltas hasta que me voy a la cama de nuevo!
El protagonista de tu relato tiene un serio problema, más bien de espacio... acumular tanto objeto rescatado de los sueños!
Tal vez le convenga hacer una "limpieza", a un nivel más profundo!
Pero me ha parecido muy interesante este planteamiento, la propuesta que nos dejas hoy da para pensar, y mucho!
Navegar por nuestro subconsciente tiene su riesgo... a ver quién le pone el cascabel al gato!
Un relato muy bien escrito, por otra parte.
Pues feliz domingo, Humberto!
Un abrazo!
;)
Excelente relato con un final digno de Chejov. ¡Qué bien has mantenido el tono a lo largo del texto! Me ha encantado.
ResponderEliminarBuen domingo.
Un abrazo
No es demasiado largo, me he quedado con las ganas de más...
ResponderEliminarSiempre interpreto los sueños como lecciones, que querías robar en aquel sueño, pues la vida "real" hace que todas las mañanas despiertes con algo entre las manos. Hay que tener cuidado con lo que se sueña, pero por otro lado, los sueños son de las pocas cosas que no podemos controlar.Curioso.
Un saludo;)
He disfrutado mucho leyendo tu relato. De él se desprenden muchos más mensaje de los que en un principio he captado y eso me ha gustado.
ResponderEliminarEl final tan inquietante me ha recordado al estilo de HP Lovecraft.
Besos!!
Parece que ya he hecho recordar a Poe, Chejov, Kafka y Lovecraft. ¿Debe molestarme eso? No, no, creo que todos fueron maestros de la oscuridad y este texto es oscuro. Uno, a veces, lee y coloca lo leído en los compartimientos que la mente ya tiene facilitados gracias a estos genios.
ResponderEliminarHumberto.
Creo que es un buen cuento, Humberto, del nivel de otros anteriores tuyos que he leído.
ResponderEliminarDentro de lo fantástico, todo puede ocurrir. Al narrador de tu cuento se le ha aparecido nada menos que la réplica de Notre Dame de París y no a cualquiera se le aparece.
Ni siquiera en las ficciones o en los sueños.
Con tu inteligencia, capacidad, manejo del idioma, sé que vas a lograr mucho.
cariños.
Parece ser que el protagonista conserva el don de vivir dos vidas, aún después de morir.
ResponderEliminarVivo...despertaba con una prueba de ciertas actividades que realizaba mientras dormía..y si la mañana mencionada tenía la tarjeta...estando muerto...pues es señal de que su espíritu no ha muerto y sigue sus costumbres...no?.
Fantástico relato...nunca mejor dicho. Saludos.
Gracias por pasarte, tu blog es genial! Me pasaré amenudo, espero que tu también lo hagas!
ResponderEliminarBesos.
Humberto, a mí me ha encantado y especialmente el final que le diste. En mi caso, para un blog, prefiero el formato microrrelato y el libro para los más extensos. Tus textos da gusto leerlos, sea cual sea la extensión ;)
ResponderEliminarOi, Humberto.
ResponderEliminarTudo é possível.
Grande texto.
Bjos.
Vaya este relato engancha,
ResponderEliminarSi lo piensas bien, te puedes llevar flores.
Un beso
Decididamente me encantan las historias que le permiten al lector descubrir muchas otras historias dentro de ella. Disfruto de la posibilidad de deducir y dejar librado a la imaginación del lector diferentes interpretaciones. Para mí claramente el protagonista está muerto y recièn en el final (MAGISTRAL) advierte lo que le sucede. Bueno no me extiendo más. Excelente Humberto! Un lujo como siempre. Un beso enorme!
ResponderEliminarHumberto, cuando vuelvo a tu espacio (procuro que no sea mucho) la realidad golpea contundente en las letras que van desgranando historias estupendas, entretejes emociones, vida, sensaciones que dan ganas de volver...a leerte, siempre.
ResponderEliminarUn abrazo, buena semana. Nos leemos!
Bueno, tengo que reconocer que te has superado a vos mismo esta vez...
ResponderEliminarGracias por invitarme, fué un lujo...
Cuantos estaremos muertos y soñando antes de darnos cuenta???
Besito Humberto
Yo poco te he leído, sin embargo me gusta cuando encuentro coherencia en los textos, y este tuyo, además de tener su jocosidad que engancha al inicio, abre las puertas a la dimensión de la imaginación otorgando una lectura muy agradable.
ResponderEliminarMe gustó.
Un abrazo.
Los sueños son una puerta a otra dimensión ,la de tu otro yo.Por eso me gustan este tipo de relatos,donde puedo imaginar más de lo que escribes.
ResponderEliminarBesos.
es a veces muy loco lo que vivimos en los sueños.. me encantaria saber de que se trata o que mensajes quieren enviarnos no?. Te mando un beso grande Humberto, siempre es un placer leerte
ResponderEliminarOhhh al principio pues pensaba ya que traes objetos de tus sueños, pues que mejor que venderlos en vez de guardarlos y asi alcanzar un dia el viaje soñado...pero me has dejado frio al leer la ultima parte, dichosa tarjeta, ¡¡¡quemala!!!
ResponderEliminarMe gusto el relato..
Primavera
Bueno, es una maravilla! Si yo pudiese rescatar algunos objetos de mis sueños!
ResponderEliminarLo extraño es que haya aparecido esa referencia a Paris...
Qué buen relato Humberto. Me gusta leer tu blog porque tus textos son capaces de transportarme a un mundo paralelo y ver todo de otra forma.
ResponderEliminarSaludos.
Ya diría Pedro Calderón de la Barca "que toda la vida es sueño, y los sueños, sueños son".
ResponderEliminarSoy bastante escéptico, pero la naturaleza de los sueños realmente encanta y desconcierta.
Un relato bello y atrapante.
Saludos !
Hola Humberto!. Encantado.
ResponderEliminarGracias por tus palabras y por haberme dado la oportunidad de conocerte.
Tambien pasé por tu blog y me parece muy interesante.Escribes muy bien.
Pasaré con más calma para leer lo publicado y lo que edites a partir de ahora.
Un abrazo.
Que bueno.
ResponderEliminarY menuda sorpresa al final. Es una auténtica paranoia.
Normalmente me da pereza leer textos largos en internet, porque me cuesta mantener la atención, pero este tuyo me ha tenido enganchada hasta la última sílaba.
Maravilloso.
Un abrazo.
Gracias Humberto, estaré por aquí también y no prometo ser un critico de quién podrás enriquecerte porque mi oficio son las imágenes, pero si te leeré… va un cordial saludo, Rodisi
ResponderEliminarHumberto:
ResponderEliminarQué bueno que es pasar por acá. Y vengo no solo a eso sino a agradecerte la visita a mi blog....
Y también a contestar a tu pregunta de que "por qué publicaba en dos idiomas".
La respuesta es sencilla: Un puente puede separar o unir, según el punto de vista en que lo mires.
Y yo intento la segundad opción.
Y al publicar en dos idiomas creo que se cae una de las barreras que separa a las gentes... que es el idioma.
Y ya que tenía la posibilidad lo hice.
No te imaginas que hermosa fue la experiencia...!!
Así conozco amigos muy buenos que hablan portugués y español... y puedo llegar a todos por igual y nutrirme de ellos de la misma manera.
Así que la respuesta es esa...
P.D.: Entre nosotros... no confío mucho en los traductores de la net..., porque deforman, en ocasiones, lo que se quiere decir. Así que esa es otra poderosa razón.
Amigo: te dejo un saludo grande.
SERGIO
Vaya, vaya. No me digas que tú tampoco eres capaz de distinguir entre literatura y vida “real” y no tienes muy claro dónde están las fronteras que separan a tus personajes de ti mismo. Pues le advierto que puede llegar a ser peligroso, caballero. Mucho más peligroso incluso que soñar con la propia sepultura…
ResponderEliminarGracias por pasar por mi blog. Interesante tu historia. Me gustó. Voy a leer más. Saludos.
ResponderEliminarPiénsalo ¿Qué te importa ya, muerto, si tu familia se pelea por tu coche y remata tu ropa en una venta de garage y echa a la basura tu álbum de fotos,si, como ya quedamos tú no tienes ropa,ni coche, ni fotos, ni familia? Dirás que tienes un lugar en su memoria....Puede ser, pero tú sabes cuáles son las consecuencias de construir en terrenos ajenos. Cuando menos esperas, ya no mandas allí.
ResponderEliminarDel libro "Puedo explicarlo todo" de Xavier Velasco
Cariños de: Doña Ku
Pues te "juegas" magníficamente.
ResponderEliminarLa estrecha relación entre el mundo onírico y la realidad a veces sobrecoge, por algo desde tiempo inmemorial es estudio de científicos, psiquiatras y psicólogos.
Tu texto va caminando por rutas que suben en intensidad hasta el espeluznante final en el que la duda de las conexiones entre una y otra dimensión o el lugar en el que habría discurrido tu último sueño y su significado, hace dar un respingo en el sillón.
Estupendo relato Humberto.
Eres un lujo en lo que te "la juegues".
Un besote.
Nadie sabe lo que es real y lo que no, ¿te imaginas que fuéramos los personajes de un videojuego divino y perverso y no lo supiéramos?
ResponderEliminarBesos.
Un placer pasearse por tu espacio.
Muchas gracias por tu visita! a mi también me gusta la literatura y seguro disfruto de tu blog, un saludo!
ResponderEliminarTu relato me parece como estar sabiendo que estoy soñando un sueño.
ResponderEliminarCordiales saludos desde Alemania.
Humberto....uffff
ResponderEliminardespués de esto me debes la lectura de al menos 10 de mis micros de una sentada! jajaja
es broma a migo, me ha encantado el relato, me ha absorvido y lo he disfrutado, y además está fantásticamente bien terminado.
Humberto, es con estos escritos con los que me alegro mucho de haberte encontrado un día en la extensa web...o me encontraste tú en la palma de tu mano??? jajaja
por cierto...el manguera y el gaita...que clase de apodos son estos?? jajaja
abrazos!!!
Hola Humberto!
ResponderEliminarPues... no me parece un texto tan largo, para mi sigue siendo corto, jajaja.
Me ha gustado mucho, sobre todo ese final tan inquietante. Me sigue gustando leerte porque con tan pocas palabras consigues crear una historia. Tengo que aprender a decir mucho en pocas palabras ;)
Un saludo ^^
Uf! Qué escalofrio me ha dado el final de tu relato!Escribes muy bien........me iré pasando.Gracias por visitar mi blog y por ser mi seguidor número cien!!
ResponderEliminarGRACIAS POR TU VISITA HUMBERTO ES UN PLACER SEGUIRTE Y ESPERO NUESTRA CONTINUIDAD, TIENES UN BLOG QUEME GUSTA MUCHO Y CREO QUE EL AUTOR TAMBIÉN ME GUSTA SEGURO QUE TE SEGUIRÉ Y TE LEERÉ,
ResponderEliminarTE DESEO UN BUEN DÍA UN BESO TALIÁ.
Hola!
ResponderEliminarEstá muy bien el blog, y esta entrada me ha gustado mucho.
Encantado de quedarme por aquí, un abrazo.
ResponderEliminarinteresantes tu entrada .-
ResponderEliminarun besito -:)
te espero por el mio
Es la primera vez que me introduzco en tus relatos. Este me pareció muy real y corto. En tu caso analizaría cada objeto de ese armario para comprobar donde vas cada noche.
ResponderEliminarA mi también me gustaría despertar, cada mañana,con un recuerdo de mis sueños, pero creo que eso sólo ocurre a las personas muy especiales.
me alegro mucho de tu visita que me ha abierto la puerta de tu blog.
Un beso
Gracias por su amabilidad, me convierto en seguidor, D. Humberto.
ResponderEliminarY, como usted, lo haré desde la insatisfacción. Un gran abrazo, amigo mío.
Muy bueno el relato jugando con las dimensiones espacio y tiempo, me gustó espero que la próxima vez te traigas un periódico con la esquela así al menos podrás averiguar cuantos años te quedan :D)
ResponderEliminarUn saludo desde el otro lado del charco
Pues espero que la larga lista de elogios dejen tiempo a uno más, me gustó mucho, soy lectora empedernida y escritora por gusto así que la longitud me paece excelente, quizá algunos flojos no le dediquen el tiempo, pero imagino que los que mejor lo apreciaran lo encontrarán sencillo de leer y muy entretenido, oscuro quizá, pero no por eso menos bueno. Me gustó, seguiré paseando por aquí y ojalá puedas darte una vuelta por el mío que es mucho mas naiv y quizá trivial, pero comparten el mismo centro creo. Un saludo
ResponderEliminarHola, Humberto:
ResponderEliminarme ha gustado mucho tu relato, tiene la lngitud necesaria para atrapar el interés del lector y conducirlo hacia un final tan ingenioso que logra arrancar la sonrisa esbozada. Me alegro de haberte encontrado o mejor, de que tú me hayas descubierto a mí. Gracias.
Besos
Dios! ESTÁ GENIAL! Es muy fácil de leer y la historia es tan verosímil, tan bien hilvanada, me encanta! :D
ResponderEliminarY el final mezcla esa irrealidad que a mi, personalmente, me gusta tanto: ese matiz misterioso, sobrenatural... que dota de gran intriga al relato.
Mis felicitaciones! :D
Me pasaré más a menudo por aqui, este blog no defrauda.
Un saludo!!!
Hola Humberto.
ResponderEliminarUn relato muy sorprendente.
Este tipo de entradas son las que no puedes dejar de leer.
Un fuerte abrazo.
Ricard
Humberto, grato pelas suas palavras!
ResponderEliminarFelicito-o, igualmente, pelo seu blogue!
Chamo-me João Jacinto, mas também assino com os pseudónimos
José Heitor Santiago,
Manuel da Rosalina
e
Raimundo Manuel Barros.
Um abraço, desta Lisboa, que eu amo,
jj
Hola n_n
ResponderEliminarTarde, llego muu tarde XDDD
Me ha encantado, la última vez me quedé con ganas de más y hoy ha sido una grata sorpresa encontrar un relato más largo de lo habitual n_n
Genial.
Reconfortante.
Si tienes un momento y ganas pásate por el aposento, que me hace ilu... tienes premio n_n
Un abrazo muu fuerte.
Hasta pronto.
Guau! qué desenlace tiene tu relato
ResponderEliminarme has hecho dar un salto en el asiento.Muy bueno. Te dejo un abrazo.
Gracias por tu visita y tus comentarios!
ResponderEliminarExcelente tu blog y tus relatos!!!
Te sigo
Este escrito me hace recordar las historias que narro en los "Cuentos de ultratumba". Muy bueno...
ResponderEliminarJuego de realidad-ficción, muy bueno Humberto. Sería interesante averiguar el simbolismo de esos elementos atrapados en los sueños, daría material para otro relato. El último elemento, escalofriante, ese me dejó pensando si acaso no era un alma tormentosa atrapada en la realidad.
ResponderEliminarUn abrazo
muy buen blog!!! me re compenetre en la historia! muy muy bueno! te felicito!! Abrazo y nos estamos leyendo
ResponderEliminarGenial Humberto, relación entre el aquí y el ahora, los sueños y el porvenir. Tus relatos nos mantienen expectantes de principio a fin. La verdad es que a veces todo es tan fugaz que no sabes si es fantasía o realidad.
ResponderEliminarTe dejo un abrazo
Excelente Humberto. Simplemente, me encantó.
ResponderEliminarme encanto!!
ResponderEliminarHola Humberto, pasaba por aquí y he sentido la necesidad de expresar lo mucho que me han gustado los relatos que he leído. Enganchan. Yo pediría segundas y terceras partes :)
ResponderEliminarHola Humberto, muchas gracias por tu visita y amables palabras y por haber decidido tambien seguir mi blog. Como ves, te devuelvo la visita y la verdad es que tengo que decirte que en un primer momento me sorprendió el alto numero de comentarios que tenias en cada una de ellas, pero despues de empezar a leer varias, francamente lo entendí, me han gustado mucho los relatos que he leido, así que he decidido seguir viniendo por aqui para seguir leyendo más. Un saludo desde Madrid,
ResponderEliminarHola Humberto, primero agradecerte tu paso por mi blog (¿qué amigos comunes tenemos?) y segundo, aquí me tienes siguiéndote, me ha gustado lo que he visto, asi que ya me pasaré más veces a leerte.
ResponderEliminarUn cordial saludo desde Madrid.