En el momento en que el maquinista tomó conciencia del desastre que acababa de ocurrir, lanzó un grito desgarrador, se llevó las manos a la boca y estalló en un llanto desconsolado. Error, imprudencia, descuido, negligencia… Los sustantivos atravesaban su cabeza como vagones sin control.
El tren había partido a la hora correcta, pero a la tercera estación la locomotora iba en una carrera desenfrenada, haciendo sonar el silbato sin parar. Cuando el maquinista se dio cuenta de la dimensión del peligro, ya no tuvo tiempo para frenar el convoy: adelante el precipicio se abría profundo y mortal. Sólo atinó a cerrar los ojos y a taparse la cabeza.
Los vagones se despedazaron en el fondo del precipicio y él que no soportaba el desconsuelo de haber salvado su vida.
Luego de un tiempo -más resignado que calmo-, comenzó a secarse las lágrimas y a levantar algunos restos de la formación. Entonces miró hacia arriba de la mesa, donde un mal encastre en la maqueta habría iniciado la catástrofe.
Estimados amigos:
ResponderEliminarMuchísimas gracias por los comentarios para “El premio”. Por supuesto que Kazimir Brodowski jamás existió. ¡Muchos me creen! Creo que estoy llamado a tener un buen futuro político, lástima que…
Abusando de la buena voluntad de los que aquí entran, querría pedirles que se dieran una vuelta por: http://artistas-con-capacidades-diferentes.blogspot.com/ para ellos cada nueva visita es una gran ilusión.
Hoy estoy hablador, así que aprovecho para dejarles un fuerte abrazo y desearles un buen domingo y una semana mejor.
Humberto.
Me estaba imaginando que era una maqueta, pero las lágrimas del maquinista me han confundido.
ResponderEliminarMuy buen relato. Un abrazo.
¡Qué experiencia! y qué válido esto de recordarnos a los adultos que los juegos durante la infancia son un entrenamiento para la vida, tal como lo hacen todas las especies animales.
ResponderEliminarhttp://enfugayremolino.blogspot.com
Afortunadamente no era realidad...
ResponderEliminarAbrazos
Noa del TLF
ResponderEliminarTu imaginación no tiene límites (gracias a Dios!) me imaginé todoooo! el final me arrancó una sonrisa al darme cuenta de mi error...¡Buenísimo Humberto!
Buen juego. El de los trenes eléctricos y sobre todo el tuyo con los lectores!! Abrazo!
ResponderEliminarBela.
ResponderEliminar¡¡que historia!!! tu capacidad de síntesis es inigualable! gran historia contada con muy pocas palabras!
Excelente!! siempre que leo un nuevo relato me atrapa, los finales son geniales...gracias Humberto por compartir tan maravillosos escritos. Elida
ResponderEliminar(San, Tlf)
ResponderEliminarLo mejor, el hecho de poder arrastrarme con tus letras hacia lo inimaginable, el final es genial, digno de vos Humberto, gran escritor!
Excelente final!!!
ResponderEliminarUn abrazo y buen domingo.
:))
Gran rescate del final feliz aunque queda la sensación de que nos hiciste girar como cucarachas con hilito.
ResponderEliminarBravo.
Cuantos juegos de niños se convierten en realidades. Jugar es la mejor manera de aprender soñando.
ResponderEliminarUn placer leer tus historias,gracias por compartirlas.
Un beso.
Makarena
ResponderEliminarSentí el momento, imaginé la situación, ese final me hizo chocar con otra realidad, ¡excelente!
la imaginación... podrá ser a veces peligroa?
ResponderEliminarQue manera de llevar mi mente a donde querés! genial texto. Me encantó.
ResponderEliminarUn abrazo grande!
Me voy a visitar la pagina que recomendaste.
Humberto,
ResponderEliminaradmiro como de un pequeño hecho, que tal vez pueda pasar inadvertido en el ritmo diario, tu mente hilvana un relato brillante y en este caso con un toque de humor fantástico !
Que tengas un excelente fin de semana !!
:) Humberto, un cordial saludo, bueno el relato.
ResponderEliminarUn abrazo amigo.
Humberto, te agradezco por pasar por mi Ciudad, ya que me has traído a una dimensión increíble!
ResponderEliminarGran relato, gran habilidad para llevarnos con sutileza hacia el fin de la historia!
Saludos!!
Ayyy menos mal, ahora me quedo màs tranquila...jajaja
ResponderEliminarQue lindo lo contàs!
Buen domingo.
Una tragedia, me dije. Pero no. Me recuerda al desastre que hicieron mi hijo y su padre...
ResponderEliminarUn saludo enorme, Humberto. Que pases lindo domingo.
¡Ah, Humberto, MAGISTRAL! Sin dudas, si fueses político, tendrías un brillante camino asegurado; millones de "almitas cándidas" -se me pegó... ja!- te votaríamos incondicionalmente ya que "creeríamos" cada una de tus palabras... (nos hubieses empaquetado con moño y tarjeta...jajaj)
ResponderEliminarPero no, tenés un brillante camino asegurado ¡en las letras! porque con ellas hacés maravillas y tus lectores quedamos estupefactos y satisfechos... Felicitaciones, Humber, me encantó! ¿Se nota? ja
Benjamin.
ResponderEliminarYo estaba en la piel de ese maquinista....hasta sentí cuando me estrellaba...eso se logra gracias a la magia que le ponés a tus letras amigo.
Las desgracias infantiles, a veces parecen más reales que la realidad *
ResponderEliminarMe gustó muchísimo este texto.
Allí estaré dando una vuelta por tu recomendación *
Un beso o 2 #
cuanta adrenalina ! no quisiera esatr en el lugar de ese maquinista jamas1 Un beso Huberto de Gitana ♥
ResponderEliminarMuchas gracias a los que hasta ahora dejaron su huella. Como de costumbre ya pasaré por cada blog a leerlos y a agradecer. Paciencia, son muchos de verdad.
ResponderEliminarUn cariño muy especial al grupo "El Taller Literario del Face" por su apoyo incondicional.
HD
Imaginación, estilo, buen desarrollo y final sorpresivo. Que más le hace falta a un microrrelato?
ResponderEliminarUn maestro, Humberto, te lo digo de corazón y sin obsecuencias!!
Sabri..
(Casimiro)
ResponderEliminarVaya logro! la intriga y el suspenso te hacen recorrer el texto con muchas ansias, el final....pero que bueno!!!
Cada cual lo siente como quiere, y puede.
ResponderEliminarNo me esperaba ese desenlace, muy bueno la verdad.
ResponderEliminarSaludos cordiales.
Muy buen relato, me han confundido las lágrimas del maquinista.
ResponderEliminarTu imaginación sin límites.
Saludos.
genial relato!!!
ResponderEliminaruf por un momento me imagine....
Besos mil
Maravilloso talento el tuyo Humberto, nos hiciste sentir esas lagrimas y de repente era solo un juego, q sensacion esta sorpresa ! FELIZ DOMINGO PARA TI!
ResponderEliminarJa, muy bueno. Me hiciste acordar al Escalectrix. No sé si se escribe así. Me metí en tu cuento y yo también me agarré la cabeza. Yo siempre me creo todo, jaja. Besos de domingo.
ResponderEliminarConsigues sorprender con ese desenlace. Muy bueno.
ResponderEliminarBesitos
¡Jo yo he picado!, ya me estaba imaginando la vida destrozada del pobre maquinista dia tras día recordando la catástrofe que el había provocado
ResponderEliminarUn beso
Yo sustituiría maquinista por... Agente de maniobras o Agente de circulación... Bss
ResponderEliminarhttp://es.wikipedia.org/wiki/Explotaci%C3%B3n_ferroviaria
Menos mal que era un juguete. Por un momento pensé que era culpable de un accidente con gente de verdad. Que habilidad tienes para sorprender. Un bessito
ResponderEliminarohhh! me creí el desastre! qué buena narración! final impecable.
ResponderEliminarun beso*
Me gustó. Te confieso que cuando comencé a leerlo.....mmmmmm.....no me entusiasmó,pero el final, te revindicó.
ResponderEliminarsaludos y pasaré a leer a esos artistas!
Hay personas, que viven muy intensamente, las jugadas, reniegan, blasfeman: se les acavo el tiempo. La vida sigue, y estan vivos despues se dan cuenta, de su idiotez, oh de su trabajo perdido un abrazo
ResponderEliminarMe encantó esa construcción, llena de paciencia y sutileza,
ResponderEliminarllevandonos a un sorprendente lugar,
Gracias por compartir, Abrazo.
Si trabajamos sobre las uniones, es menos probable que nuestra realidad pierda el control. Gracias Humberto. Un abrazo.
ResponderEliminarMiguel.
Tan inesperado... que se agradece.
ResponderEliminarBuen remate, yo he conocido maquinistas como ese que refieres.
ResponderEliminarHola:
ResponderEliminarMe encanto, es pequeña historia que se metió en mi ser transportándome a la escena, ¡es asi como me gusta leer! Verdaderamente es un honor que haya pasado por mi blog novela, muchas gracias.
Se recuperará, estoy segura...
ResponderEliminarBesos
Como siempre tus escritos se leen has ta el final, sin cansancio alguno y esperando al próximo.
ResponderEliminarFelicitaciones y un abrazo grande
Gran final! en el último momento, la palabra "maqueta" nos hace soplar y decir uyyyyyyyy menos mal!!
ResponderEliminarBrillante. Un besazo. Amelia.
Un final inesperado...Me gustó.
ResponderEliminarBesos desde el aire
Humberto a veces es mejor vivirlo sin que llegue a pasar la catástrofe pues a sin siempre estará más pendiente.
ResponderEliminarSaludos desde
Creatividad e imaginación fotos de José Ramón
la vida es un juego y de él aprendemos ya de pequeños.
ResponderEliminarun saludo
marian
es lo que me gusta de ti, siempre tus finales son sorprendentes e inesperados...
ResponderEliminarBesitos en el alma y que tengas una bella semana
Scarlet2807
I absolutely love this photograph Humberto.
ResponderEliminarBeautiful softness and tones, and I DO love trains!! :-)
Amig@ de Cuentos de Mau, es un honor para mí concederte este Premio Letras de Luz, en merito al talento demostrado en tu maravilloso Blog.
ResponderEliminarRecoge tu premio aquí:
http://cuentosdemau.blogspot.com/2011/08/recoge-tu-premio.html
Gracias mil por seguirme.Un abrazo,
Mau
Amig@ de Cuentos de Mau, es un honor para mí concederte este Premio Letras de Luz, en merito al talento demostrado en tu maravilloso Blog.
ResponderEliminarRecoge tu premio aquí:
http://cuentosdemau.blogspot.com/2011/08/recoge-tu-premio.html
Gracias mil por seguirme.Un abrazo,
Mau
final inesperado.
ResponderEliminarBuen final. Interesante texto.
ResponderEliminarUn abrazo
Octavius Bot
HUMBERTO, no es necesario escribir, un poema,un post al desastre ferroviario...cuantos hay por día, por mes por año aca en este "regio" pais de las "maravillas"?
ResponderEliminarmuy bueno,che
un abrazo enorme
lidia-la escriba
El comentario de MariCari me pareció espectacular, fuera de serie, como se dice.
ResponderEliminarEn realidad, agradezco cada uno de los mensajes, pero cuando uno se destaca, no puedo dejar de decirlo.
Léase entonces: "En el momento en el que el Agente de maniobras...".
¡Qué grande!
Abrazos.
HD
Me ha encantado Humberto.
ResponderEliminarEmpecé leyendo las frases con intriga, seguí con una sensación amarga y triste para terminar respirando aliviada con el desenlace.
No me gustan las historias tristes, me dejan mal cuerpo que le voy a hacer, por eso, estos giros inesperados en los que nada es lo que parece me fascinan y me alegran la historia.
Saludos.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarUn relato genial, nos va llevando por un camino sinuoso hacia el precipicio y luego el precipicio está arriba de la mesa.
ResponderEliminarNo dejas de sorprenderme en cada entrada, que el señor te cuide esa imaginación!!
Un besazo. Stefi
Hola Humberto.
ResponderEliminarTengo un amigo que lleva muchos años trabajando en una de las compañías ferroviarias más importantes y eficaces del mundo. Comenzó desde abajo y es ahora un alto ejecutivo, pero no de los que se sientan en su sillón, sino de los que salen de su oficina al "campo", y el día en que no está lo llaman si hay un problema importante (aunque sean vacaciones y se haya ido al extranjero), o dejan las cosas a la espera de que él regrese. En fin, sólo preludio: lleva años contándome pequeños detalles (hay algunos que creo no soportaría escuchar; esos no los cuenta) sobre "incidencias", como le llaman en su argot...
Iba leyendo tu escrito y ya me imaginaba la dimensión de la catástrofe, y, tras ella, a los de su rango manejando la situación... ¡sí que me has llevado al huerto!, jajaja. Me encantó el relato y me ha alegrado una tarde que fué gris (quizá el día ya estaba predestinado a ser gris a pesar del sol y el verano).
Hoy sólo quiero quedarme con esa parte de tu escrito, no me apetece ver nada más en él. Quiero conservar esta sonrisa; la siento como un regalo y no quiero perderla. Gracias.
¡Biquiños!
Carmen.
Tú sí eres grande a mis ojos Humberto... porque tu humildad es tu mejor valedora, y tu maestría, el libro en el que aprendo!!
ResponderEliminarSabes despertar los sentidos y mantenerlos finos... como afilados... Bss, amigo.
PD tu relato es perfecto!!
PD2ª es solo que sueño con arrastrarte alguna vez hacia la risa, aunque a veces rozas su mueca... +Bss
Y sí, me enganché con la tragedia! Me dije:"Uyyy, Mr.Dib se vino dark esta vez" Pero como siempre, apareció la magia de la escritura y del escritor, creó un juego de ilusión y terminó bien, x lo menos para el lector... El protagonista de la historia todavía debe estar sufriendo ... Jeje!
ResponderEliminarY bueh, la vida es así!
FENOMENAL, amigo!
Big big kiss, my dear H!
See you soon! :D
jajaja, Humberto, una exquisitez. Venía con todo el dramatismo hasta descubrir este fenomenal final.
ResponderEliminarExquisito!!! Te felicito!!!!
Un fuerte abrazo y buena semana para vos también!!
Cuando estás preparado para enfrentarte a una gran tragedia ¡zas! un golpe de efecto lo cambia todo y te roba una sonrisa :-)
ResponderEliminarMuy bueno, Humberto.
Un abrazo.
Uff!!! menos mal.
ResponderEliminarUn saludo Humberto.
Una pequeña gran tragedia para un ser humano., mejor dicho, otra pequeña gran tragedia, otra más ;).
ResponderEliminarsaludos.
Es una pequeña gran tragedia. Y se agradece mucho llegar al final; es como atravesar un telescopio desde fuera hacia adentro.
ResponderEliminar¿Sentirá Dios la misma desazón?
ResponderEliminar(Me encantó el relato.) Abrazo.
¡ Impresionante final ¡
ResponderEliminar(¯`•.•´¯) (¯`•.•´¯)
*`•.¸(¯`•.•´¯)¸.•´ ¡¡ Muy buena semana ¡¡
¤ º° ¤`•.¸.•´ ¤ º° ¤
¡¡Muchas Gracias Humberto ¡¡
Ha resultado tu pedido.
hola humberto
ResponderEliminarme has tenido atrapada , buen final , menos mal. eso se llama tener apresado al lector. veré el blogs que recomiendas. abrazos
:))
ResponderEliminargracias por aclarar el post anterior... jajaja.
y éste resulta original.
uff, nos centramos tanto en nuestras pequeñas cosas y las hacemos tan grandes que se convierten en tragedias y castástrofes cómicos.
un abrazo
Me dejaste sin palabras Humberto,por un momento creí que era un accidente real.
ResponderEliminarNunca dejas de sorprenderme.
Besos.
toa una realidad con un final feliz...un abrazo
ResponderEliminarpaco
Lamentablemente, algunas veces, la realidad supera la ficción....
ResponderEliminarbesos. . .Bett
Katxislamar, ésta vez lo vi venir. Muy bueno, igual :))
ResponderEliminarsí, aquel estado de ánimo siempre irrumpe cuando el maquinista tiene cuatro años de edad. saludos.
ResponderEliminarHumberto a medida que leía un escalofrío me invadía, y a pesar de no ser lo que parecía, con el escalofrio ya me quedé jaja.
ResponderEliminarMuy buen relato, y te aseguro que lo del escalofrío es cierto.
Feliz semana
Besos
Humberto...como me haces esto?!?!?!?!
ResponderEliminar...y yo preocupada por el maquinista!
un abrazo
Aunque el desarrollo del texto ya 'mosqueaba' un poco, lograste un final sorpresivo. Y me llevó a recordar la pasión con que un antiguo compañero de trabajo hacía de las maquetas de trenes su pasatiempo favorito.
ResponderEliminarUn cariñoso abrazo desde 'Poemas del volcán'.
Si se juega se juega jeje. Muy bueno.
ResponderEliminarUn abrazo.
Magistral!Manejas tu relato incentivando la imaginación como las emociones que despiertas con ellos.
ResponderEliminarLa realidad a veces parece un juego o viceversa.
Un placer leerte, amigo!
Besos
jejejej confieso que me sentí aliviada al saber que se trataba de una maqueta!...claro que para el "maquinista" el desastre debe haber sido terrible.
ResponderEliminarUn abrazo.
Usted nos quiere matar del susto. Menos mal que no pasó a mayores.
ResponderEliminarUn abrazo.
JAJAJA QUÉ GUACHO! Fue lo primero que dije cuando dejé de leer.Cómo nos hacés entrar jajaja. Besos mil.-
ResponderEliminarJajajaja, me encantó. Eso sí que es tomarse muy en serio el trabajo.
ResponderEliminarUn gran beso.
El mundo infantil, como el mundo de los juegos es rotundamente real. Fantástico relato, Humberto.
ResponderEliminarun final brillante. Un giro increíble. Saludos.
ResponderEliminarNahuel.
http://sendadelnahuel.blogspot.com/
Fabuloso, Humberto!!!
ResponderEliminarYo no la vi venir para nada, y me pareció fantástico el final. Como que de toda la tensión rescatara esa imagen tan linda y de "relax" que es la construcción de una maqueta, en un lugar tan familiar y lejos de un desastre como es una mesa. Imaginé allí a un chico por el llanto y algunos gestos que describiste. Pero es cierto que a muchos grandes les apasiona también el construir maquetas.
Buenísimo el título de noticia de prensa...
Ahora, es el maquinista o el agente de maniobras el que puede frenar un convoy? (Soy muy ignorante al respecto).
Sorprendente como siempre amigo mio, si sus lágrimas resbalaron por sus mejillas por una maqueta, que no haría si llega a ser verdad.
ResponderEliminarHay cosas que las vivimos como si de verdad lo estuviéramos viviendo.
Besitos y sonrisas por raíles :))
Por un instante pensé que había sucedido realmente ese desastre...menos mal que solo era una maqueta...no hubo bajas.
ResponderEliminarExcelente relato amigo.Saludos
Es genial, ya pensaba yo que iba a ser una historia de sangre y catástrofe pero tu giro final ha sido la salvación, ¡bendita maqueta!.
ResponderEliminarEnhorabuena por tu capacidad para escribir, ¡eres un máquina!, estoy encantada de haberte encontrado.
1 beso combustionado.
Buen final. Nos hace pensar que hay cosas en las que ponemos tanto corazón, que las sentimos de una forma extraordinaria.
ResponderEliminarUn saludo
Dios mio, que angustia!!!
ResponderEliminarMe has tenido con el corazon en vilo tal como iba leyendo.
Al final se trataba de una miniatura.
Me pasare por Artistas con descapacidades. Seguro que serav interesante pasarse por ahi.
Abrazos, compañero.
Ricard
Me encantó, Humberto, los chicos se toman las cosas muy en serio, me acuerdo que cuando yo jugaba creía que el protagonista no era la muñeca o el videogame, sino yo. Aunque también puede ser un adulto el que lloró por su trencito roto.
ResponderEliminarMuy buen relato de verdad!!
Caro.
Vaya era un juego, je je je y yo con el corazón en un puño, muy bueno
ResponderEliminarUn beso.
Es una delicia leerte, querido HUMBERTO, y lo es, incluso, más cuando nos regalas con estos breves, pero intensos textos conteniendo mensajes de la vida.
ResponderEliminarMoito obrigada!
Beijos, moitos,
Ámber
P. D.: Te informo que tengo publicados varios posts breves en mi blog.
:)
Sorprendiendo como siempre.
ResponderEliminarUn abrazo enorme!!!
¡La foto te ha delatado!.
ResponderEliminar¡Qué bueno Ché!
Excelentes relatos Humberto, poco más se puede decir. Gracias por pasarte por mi blog. Un saludo!
ResponderEliminarY yo que pensaba que el maquinista iba a cargar con el peso de la culpa para siempre y en realidad solo se trataba de un juego. Creo que me estoy acostumbrando demasiado a los finales macabros.
ResponderEliminarBss.
http://melancora.blogspot.com
Jaja, siempre jugando el maestro. Voy a tratar de recordar la ludopatía. Muy bueno, Humberto.
ResponderEliminarMuy buen relato amigo, que imaginacion mas vivaracha, por un momento pude visualizar todos los vagones al fondo del avismo pero no por debajo de una maqueta, saludos desde Guatemala tu amigo SL
ResponderEliminarMe pregunto si Dios se sentirá igual.
ResponderEliminarClaro sin ser maqueta nosotros.
Pero siempre vuelve a jugar.
Yo no creo en brujas decía mi padre, pero que las hay, las hay.
Me encanta en el suspenso que me subes.
Un beso!
No importa la magnitud del desastre, ni si fue por imprudencia.. descuido! Fue en una maqueta !. Pero no puedo ignorar que el hecho nos habla de la propia vida.. de esa realidad dolorosa que sutilmente nos muestras. Una vez mas, brillante Humberto. Cariños Amigo.
ResponderEliminarAsí que los sustantivos llenaban su cabeza....si ese hombre fuera más realista se le habrían llenado de adjetivos:
ResponderEliminar"Tonto, carajote, gilipollas, incompentente, chapucero". Podrían ser algunos de ellos.
Pero bueno, no pasa nada. Peor hubiera sido fabricar petardos y que le hubieran salido mal.
... si es que a veces más que vida lo nuestro es como habitar en maquetas!!!
ResponderEliminarun beso
¡Hola! tus escritos llegan, duelen, intrigan y liberan. ¡Enhorabuena! me gustó muchísimo.
ResponderEliminarEsta alondra volará al lugar de tu invitación.
Saludos afectuosos
Hola Humberto!! Te felicito por el blog!!Es muy interesante y original
ResponderEliminarGracias por tu visita.
Saludos
Hola Humberto!!!! que buen relato, otra vez el final me sorprende!!!jeje!!!!!
ResponderEliminar=)
Hola Humberto,
ResponderEliminarMe ha gustado mucho este cuento, un juego realmente serio y desastroso, menos mal que solo era un juego.
Abrazos
Si hubiera sido màs niño, si lo hubiera dejado aparecer no hubiera sufrido tanto. Eso es cosa de adultos, los niños arreglan y vuelven a empezar.
ResponderEliminarTiempo de jugar, terminar y volver a empezar.
Abrazo!
Sinceramente ya me imaginaba al maquinista todo compungido suicidándose, hasta lo visualizaba fijate tu. Un abrazo amigo.
ResponderEliminarSabes, a esta altura ya no sé si era un niño o un adulto jugando con su tren eléctrico... ¡Cómo se me escapan estas cosas!
ResponderEliminarAbrazos.
Humberto,
ResponderEliminarbienvenido a mi blog. Yo acabo de leer algunas cosas del tuyo y he de decir que es muy bueno!
Así que encantada de leerte. Y no dudes de que, en cuanto disponga de un poco de tiempo, leeré más ;)
Besos de una española con sangre argentina!er algunas cosas del tuyo y he de decir que es muy bueno!
Así que encantada de leerte. Y no dudes de que, en cuanto disponga de un poco de tiempo, leeré más ;)
Besos de una española con sangre argentina!
se me hizo un nudo en el estómago... y el final me dio alivio!!!!!
ResponderEliminarmuy bien redactado Humberto!!!!!
saludos!
Ha sido una estupenda coincidencia que te pasaras por mi blog de imágenes, y llegara de este modo hasta aquí.
ResponderEliminarEstupendo relato, que sorprende por su desenlace... Me ha encantado.
Besos desde La CasA de Ls LluViA
A veces ocurre que estamos tan entusiasmados con nuestras pequeñas cosas que las hacemos más grandes de las que son, y puede provocarte el mismo efecto que si fuesen reales.
ResponderEliminarMe gustó mucho el relato, no me esperaba el final.
Un abrazo, Humberto.
Por suerte era solo una maqueta...eres un maestro de ilusion! Arianna
ResponderEliminarQUE GRANDE, NEGRO, ME HICISTE SUBIR LAS B... HASTA LA GARGANTA Y TODO ERA UN TRENCITO DE JUGUETE, JEJE. UN MAESTRO!!
ResponderEliminarABRAZOS DESDE CÓRDOBA LA DOCTA.
CHRIS
Hola Humberto,soy muy feliz de conoserte.El tus escritos me gusto' mucho, el tus blog es muy original.Gracias por tu visita.Saludos
ResponderEliminarLa vida es un juego, amigo... Magnifico relato
ResponderEliminarUn abrazo
Tan real como todo lo que ocurre en la mente de los niños.
ResponderEliminarUn abrazo.
Cambia el edredón, hazlo. Aunque en el hemisferio sur vengan tiempos mejores. Es sólo una metáfora de con qué debes taparte cuando las otras mantas no son más que recuerdos de lana. Gracias por seguirme, te sigo yo también. Un abrazo
ResponderEliminarDavid Moralejo
Soñar despierto con temática trágica en un juego ferroviario.
ResponderEliminarMuy bueno, Humberto.
Un abrazo.
Me arrancaste una sonrisa al final cuando descubrí que se trataba de un juego de maquetas. Concuerdo con algún comentario, que el maquetador debe ser adulto, un niño no hubiese percibido desastre sino excitación ante un accidente de este calibre.
ResponderEliminarun saludo Humberto
Voltei a aparecer aqui.
ResponderEliminargrandes escritos, camarada Humberto
o texto que vou te passar para a tradução está vindo a caminho!
forte abraço
fg
Voltei a aparecer por aqui
ResponderEliminargrandes escritor, camarada Humberto
o texto que será passado para a tradução já está a caminho!
forte abraço
fg
No siempre tenemos un segunda oportunidad. :-)
ResponderEliminarAmei!!
Abraços
Dois conterrâneos juntos, que emoção, porque, além de tudo, sou verdeamarelo!
ResponderEliminarCarinhos.
Ya pensaba que iba a ser lapidado por los familiares de los pasajeros.
ResponderEliminarEso es lo bueno de escribir bien, hacer anticiparse al lector, para darle de frente con algo totalmente distinto.
Genial.
Un beso
Saludos Humberto, extraño tus palabras...
ResponderEliminarHola Humberto, muchas gracias por tu comentario y por hacerte seguidor de mi blog, curiosamente has llegado en el momento que lo abandono y abro uno nuevo para comenzar una nueva andadura,si quieres puedes seguirme allí, http://heddin.blogspot.com/ Yo mientras voy a perderme un rato entre tus palabras. Un saludo
ResponderEliminarGenial Humberto,me tuviste en vilo con todo el cuadro de situación.¿Cómo podía estar ocurriendo todo eso?Luego de pensar en las almas que habrían perdido sus vidas. También en el sufrir del maquinista que era testigo y protagonista aunque no responsable del hecho.Finalmente desenredas la madeja, el hecho se había originado en una maqueta de prueba. Tal vez evite catástrofes futuras.
ResponderEliminarSe aprende de tu gran imaginación y creatividad amigo.
Felicitaciones con saludos.
Agradezco tu visita y me paso para decirte que ya hace tiempo que te sigo :P
ResponderEliminarGracias, un beso.
Como siempre un final inesperado que no me lo imaginaba. Es lo que mas me gusta de tus cuentos !!
ResponderEliminarUn saludo
Hola Humberto, mi querido amigo: Regreso de mi pausa, después de un tiempo deleitoso que compartí con mi familia (boda y visita de mis alemanes).
ResponderEliminarTus escritos esperándome, y yo poniéndome al día. Te diré que ya me hacía falta leerte.
Ojalá que hubiera sido un maqueta la que chocó ayer en uno de los viajes del tren ligero, aquí en el D.F, pero no, fue una terrible realidad.
Te saludo con muchísimo afecto: Doña Ku
Escena muy tierna. Saluditos Humberto
ResponderEliminarFantasía o realidad? Da igual, siempre eres genial.
ResponderEliminarUn saludo Humberto
Ay Dios! Eso sí es hacer un mundo de nada. Casi, casi me creo la tragedia.
ResponderEliminarBuen relato.
Abrazo.
Así de relativa es la vida ¿¿No?? ...Todos centrando nuestra atención, nuestras alegrías y nuestros fracasos en algún motivo en particular. Cada uno distinto del resto (A algunos se nos desconfigura el blog y se nos desarma el mundo:).
ResponderEliminarTE DEJO UN ABRAZOO*
Ufffffffffff por Dios!!! YO paré la respiración y todooo Humberto!
ResponderEliminarjaja, qué buenooo y qué final tan inesperado!
Me ha encantado, bueno leerte es un placer siempre!
Abrazosss para tii amigo!
Bea
Buenas. Anduve leyendo tus últimas entradas. Buenos cuentos: ojalá todos los accidentes terminaran así, en un susto infundado, en una confusión de escala.
ResponderEliminarOcurrente relato.
Te agrego a mi lista de blogs.
Un abrazo
Hola Humberto, un honor leerte.
ResponderEliminarMe agrada que el desastre no sea tal!!!
Los juegos se "juegan" con la relaidad.
Excelente todo tu espacio, no tengas dudas que sigo leyèndote.
Saludos.
LaLy
Wo, que palabras mas emotivas, sinceras y tristes, cuantos sentimientos en un solo monton de palabras entrelazadas...
ResponderEliminarme gusta lo que escribes^^
gracias humberto por pasar por foto grata, seguir y comentar. relatos cortos y que captan la atencion, me gustan, volvere. saludos
ResponderEliminarMe imaginé lo peor, un relato que te lleva al límite del precipicio!!
ResponderEliminarGenial.
Un saludo. Lucas
Gracias por pasarte por mi blog. Me alegro que te haya gustado el sitio. A mí también me gusta tu blog. Saludos.
ResponderEliminarY por estas tierras que continúan con la suicida idea del Tren Bala...
ResponderEliminarHumberto:
ResponderEliminar¡Hola! ¿Cómo estás?
El relato me pareció fascinante. Me encanta leer, que mi imaginación me transporte a otros mundos, con tus relatos (me leí este y unos cuantos más, por ahora) logras hacerme desaparecer y que me transforme en otros o en situaciones. Tan solo que en este así como me trasporte a otra realidad, el final logro que regrese inesperadamente.
Te felicito por tu pequeño gran mundo (así me refiero a los blogs porque como las personalidades de las personas, cada uno es único).
Sos bienvenido al mio cuando gustes. Voy a pasar por aquí de seguido a leer las entradas que que aún no he visto.
Que estés bien y saludos.
Muchas gracias, Tor, se nota que eres una persona con una gran inquietud por la literatura, me parece magnífico eso en alguien tan joven.
ResponderEliminarAbrazo.
Mi querido amigo: Te he contestado en mi blog pero como no tendrás tiempo de ir a leerlo te lo trascribo aqui y es que cada vez que vengo y veo tantísimos comentarios creo que no puedo aportarte nada que no te hayan dicho antes y me voy pero hoy quiero decirte que me encanta como escribes y que a través de tus escritos se percibe a una buena persona.
ResponderEliminarBrisas y besos.
Malena
HOLA HUMBERTO: ERES FANTÁSTICO CREANDO HISTORIAS, PUEDES DEDICARTE A HACER ESCRITOS PARA PELÍCULAS.-
ResponderEliminarCOMO TODOS AL LEER LA HISTORIA, DICES "POBRE TIPO" Y LUEGO LE DAS ESA VUELTA QUE TE DEJA PALPITANDO Y DESCONCERTADO.-
UN GENIO AMIGO.-
MIS APLAUSOS DE PIE.-
Un repaso por tu blog,en el que dejas patente tu fértil imaginación, y un buen estilo literario.
ResponderEliminarFelicidades :-)
Gracias Humberto, ya te sigo. saludos.
ResponderEliminarHola, muy interesante tu espacio,
ResponderEliminargracias por pasarte por el mio, me alegra que sea de tu agrado.
Saludos!
Que relato más bueno, casi tan bueno como el mensaje que esconde.
ResponderEliminarSaludos.
atrapante!
ResponderEliminarlo senti como si fuera mi pesadilla
Muy bueno blog!
un poco tarde en contestar pero ya vez cada tanto a veces desaparecemos y renacemos!
un fuerte abrazo
Olá, vi seu link no blog que visito e resolvi conhecer seu blog.Gostei muito do Conto, bem conduzido e um excelente final. Apenas uma tomada ruim fez um grande acidente..Parabéns!
ResponderEliminarGostei de conhecer um pouco de seu espaço,acho que fico por aqui e te sigo. Venha conhecer meu espaço e me siga se gostares. Um abraço!
Smareis
Oi Humberto, que bom que aceitou meu convite e veio conhecer meu espaço. Gostei muito da sua presença, Obrigada pelo carinho.Vou estar sempre aqui pra uma visita. Que legal você é de Angra dos Reis.Obrigada! Um abraço!
ResponderEliminarSmareis
Un minirrelato de Ley, Humberto. Fascinante final. Un abrazo, amigo. No te olvido. No me olvides.
ResponderEliminarAdorei o final.
ResponderEliminarUm grande bj do Brasil
El relato me a gustado muy original y con un giro sorprendente al final. Hacia mucho que no pasaba por aquí pero procurare hacerlo más a menudo.
ResponderEliminarTienes muy buenas historias y una imaginación maravillosa, deberias escribir un libro.
Un Saludo
menos mal que fue cosa de una maqueta... conforme leía pensaba en ese tren que hace poco se desplomó en china desde un puente (creo), ¿recuerdas la noticia?
ResponderEliminarbiquiños,
Gracias por tu visita es un placer seguir este blog...• Quisiera que mis letras fueran
ResponderEliminar• Caricias para dejarte esa amistad
• Profunda que el día a día nos va
• Marcando este aparato que con
• Su magia nos deja ver el alma
• De nuestros amig@s gracias por
• Tu visita y tus cariñosas palabras
• A mi poesía
• …felicidades
• Mi cariño y hasta la próxima visita
• Un abrazo
• Marina
• ***ESPIGAS DEL ALMA III ***
Es genial da gusto volver y encontrarse con amigos.
ResponderEliminarUn saludo.
Humberto, muchas gracias por visitar mi blog, y por supuesto que es un honor que lo sigas. Tu trabajo es también muy interesante, y de seguro me tendrás visitándote con frecuencia.
ResponderEliminarSaludos.
PD: Por cierto, aprovechando el tema de esta entrada, y si tienes tiempo, me gustaría invitarte a ver unas fotos que tomé de un tren antiguo. Están en otro de mis blogs
http://dibugrafias.blogspot.com/2011/08/travel-to-old-west.html
Que contenta me puso leer tu comentario, es un placer para mi que te puedas sentir cómodo en mi bloog y que permanezcas en el.. toda critica me vendrá bien para mejorar y todo alago me hara sentiir GENIAL ! Un abraazoo y desde ya te sigo y te espero en mi bloog .. :)
ResponderEliminarGenial un relato corto, co fuerza, tensión y con la sorpresa al final. Me ha encantado. Un saludo.
ResponderEliminarHOLA AMIGO, MUY BUENO TU RELATO, AL PRINCIPIO PARECE REAL. ¡¡¡MAGNIFICO!!!
ResponderEliminarMuy bueno, y bien escrito, como es habitual en ti.
ResponderEliminarSaludos
Excellent Job!!I love this one! Thanks for stopping by :)
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