Durante la primera época en la que vivió en París, allá por el ‘51, Julio Cortázar tenía por costumbre sentarse en un banco del Jardín de Luxemburgo. Elegía siempre el mismo: uno que estaba debajo de un frondoso tilo. Desde allí escuchaba las conversaciones de los paseantes, pues creía que en cada diálogo podía esconderse algún argumento interesante para un relato. Ninguno de los transeúntes jamás supo que sus gestos o palabras acabaron siendo el molde de una ironía de la Maga, o una protesta de Berthe Trépat.
Siempre me gustaron estas historias secretas.
Cierta tarde, una de las ramas del tilo se partió y fue a dar sobre la cabeza de Cortázar, al igual que la manzana diera sobre la de Newton, sólo que la manzana no dañó la crisma del físico como sí la rama la del escritor. Nada grave.
El Destino quiso que ese día yo estuviera en el Jardín, sentado debajo de un castaño a escasos metros de Cortázar, también robando situaciones para convertirlas en relatos. Vi cómo se desarrollaron los hechos y, sin dudarlo, los bajé al papel. Don Julio tampoco supo que terminó siendo el personaje secundario de un cuento mío que hoy duerme en una carpeta ajada.
Él fue uno de los escritores latinoamericanos más reconocidos; yo, un leal y feliz gerente del Banque de France.
Nunca me animé a hablar con Cortázar, pero estoy seguro de que le habría gustado esta historia secreta.
Estimados amigos:
ResponderEliminarMuchas gracias por los comentarios para “Los gritos de la hormiga”.
“El tilo de Cortázar” está inspirado en un hecho real: Hace unos días, una rama de un eucaliptus del Parque Rivadavia, en la ciudad de Buenos Aires, cayó sobre la cabeza de una mujer. Lamentablemente, la mató.
Dedico este texto a Ana de Congreso, quien sabe que, muchas tardes, voy a sentarme a ese parque (tal vez debajo del mismo árbol asesino), en busca de inspiración.
Les dejo un gran cariño.
Humberto.
No sabia lo de la mujer. Eso me impide un comentario gracioso.
ResponderEliminarNo será que los árboles leen de ojito y reaccionan.
Los castaños no generan buenos escritores pero si buenos dineros.
Abrazo!!
Es triste la muerte de esta señora de una forma fortuita, por lo menos a Cortazar le valiò para ser un personaje secundario de un relato sin publicar, esta señora fue protagonista y punto final de una historia.
ResponderEliminarun fuerte abrazo
fus
me encanto. Adri del Taller literario
ResponderEliminarIndependientemente de la fuente de inspiración -triste, por cierto- me parece un relato estupendo. Metaliteratura en estado de pureza.
ResponderEliminarMe hubiese gustado leer una conversación entre el protagonista y Don Julio, con este hablando en gliglico después del golpe.
Buen trabajo, Sr Dib.
Es increíble de cuántas maneras, algunas tan absurdas como la caída de una rama de un árbol, pueda llegar la muerte... o nacer un cuento escondido en una vieja carpeta de un banquero u otro publicado en un blog, no existen las casualidades estoy convencida. Abrazo Humberto.
ResponderEliminarLa inspiración llega de las cosas más insospechadas...
ResponderEliminarpobre mujer a la que le calló el árbol..
un abrazo !
Nunca sabe uno cuándo te vas a encoantrar con un genio.
ResponderEliminarSaludos, Dib.
Muchas gracias, mis queridos colegas de blog. Les agradezco sus comentarios, de a poco iré poniéndome al día con las vistas. El problema es que estoy sin internet, esta entrada la subí en un bar. Puede ser que la rama también haya caído sobre algún cable.
ResponderEliminarUn abrazo.
de cortázar leí sus cuentos de la edición salvat, prologado por ana maría matute. eran interesantes leerlos aunque uno los fuera olvidando conforme pasaba el tiempo. en estos momentos no recuerdo ninguno. saludos.
ResponderEliminarLa ley de la gravedad y la literatura. Extrañas coincidencias que pueden generar las mejores historias o las muertes mas absurdas.
ResponderEliminarSaludos.
Hola Humberto. Siento lo que le ha ocurrido a la mujer en el parque. Cosas así se hacen difíciles de entender.
ResponderEliminarSobre tu historia, es como el juego del cazador cazado: me encanta fotografiar a fotógrafos mientras éstos están realizando alguna fotografía. Creo que todos tenemos, en el fondo, un poquito de cazadores.
Biquiños.
Carmen.
Vaya, desconocía la noticia, menuda rama sería ¿no? Pobre mujer.
ResponderEliminarY es que las casualidades de la vida, el estar ahí justo debajo de esa rama que le caería poco después, ¿no se pueden prever?
Un saludo indio
Triste destino el de la pobre mujer, pero así tenia que ser... "Nadie se muere en la víspera..." decía mi simple y sabia abuela...
ResponderEliminarMirá, acabo de descubrir que lo de Yoni no es chusmerío sino actitud Cortazariana.. No se lo comentes o se va a poner insoportable...
Besos
Y el grito de la hormiga???
ResponderEliminarFue al cajón de los recuerdos, mi querida novia.
ResponderEliminarBesos.
Y pronto (quizás) leeremos alguna historia sobre el árbol que mató...
ResponderEliminarHermoso relato, creo que siempre en algún momento del día los escritores sospechan estar atrapados en algún tipo de novela (y sonríen, con una mueca sonríen).
Un gran abrazo.
Me había gustado... Lástima
ResponderEliminarEstaba terminando de dejar todo ordenado (Viajo mañana para San Pablo) y Zas! me publicás este texto.
ResponderEliminarNo es necesario que te diga, que es de los que más me gustan, no? ;)
Contiene los ingredientes necesarios para elaborar un texto
mágico. Great, my dear!
I hope see you soon, really!
Big kiss and have a nice weekend!
Nos vemos a la vuelta!
Me encanto la historia y como esta escrita.
ResponderEliminarMagnifico HD
Lamentable lo ocurrido a la señora, muy lamentable, y ello -conocer la fuente de la historia- opaca la percepción de este lector. En fin.
ResponderEliminarEl observador observado, un interesante juego que da vida a este tilo de Cortázar ¡uno de los grandes a quien no se le ha hecho justicia!
Un abrazo.
Ya me di cuenta (tarde) de que haber contado la historia real de donde nació el relato le quitó algo... aunque todavía no sé qué. Posiblemente magia.
ResponderEliminarUn abrazo.
Pues amigo me quedo con la ficción y me siento junto a usted y al maestro Cortazar, recorriendo las historias fantásticas de la mente humana.
ResponderEliminarMe hiciste acordar a la película blow-up, que está basada en un cuento de Cortazar, por el juego de espejos mas parece borgeano.
ResponderEliminarUn besote.
Sabri!!
A mí me ha gustado desde luego, qué creativo.
ResponderEliminarEncierra muchos secretos esta entrada, el secreto de la vida. Las vidas que van y vienen y pasan y se unen en un punto para releerse en otro tiempo.
Besos.
Lamento que la realidad me haya impedido disfrutar de esta fantasía escrita.
ResponderEliminarMe había dejado un sabor dulce y paf...aparece la realidad y al diablo la fantasia.
Quizás si hubieras dado más detalles, aquí no somos chismosos!
ResponderEliminarUn árbol asesino? Que mello!
La inspiración en casi cualquier situación, cazadores de ella que se sientan en el parque. Mi madre decía que sentado esperando nada iba a pasar, tal vez esta sea una forma de demostrar lo contrario...
ResponderEliminarMe recuerdas que no he leído nada de Cotazar, prometo buscar algo.
saludos!
El azar, el destino, la vida, la muerte, todo es tan efímero y volátil, ¿existimos? ya ni sé. Podríamos decir: pobre mujer, pero si ella se quería morir ¡que dicha, lo logró! Tal vez esté diciendo pobres los que se quedan. Tal vez sea polvo solamente, o tal vez nada.
ResponderEliminarUn beso grande grande.
Seguramente le hubiera gustado!
ResponderEliminarY si, las ramas de los árboles suelen servir de gran inspiración, sino probá mirándolas por un rato largo.
Saludos!
http://www.paradoenelabismo.com
Eres tan versátil que no me extrañaría encontrarte alguna vez en el laberinto de mis sueños.
ResponderEliminarIngenioso e interesante relato.
Besitos
Uy, me vienen mil cosas y todas mágicas después de leer tu relato. La inspiración del escritor, a su vez fuente de inspiración, pero en qué manos cae, no es lo mismo el banquero que condena al cuento a dormir en una carpeta ajada, que Cortázar inspirándose y resultando La Rayuela. Tu árbol y esos árboles, los eucaliptos del Parque Rivadavia y los tilos del Jardin du Luxembourg. Una vez más sacás de algo tan simple algo tan significativo. Porque, estoy convencida, cerca de vos se mueven las musas y siempre sabés atraparlas.
ResponderEliminarGracias por la dedicatoria, imaginé mientras leía tu fuente de inspiración, pero es apenas un dato, el resto sos vos, tu talento y tu magia. Y que a mí también me encantan estos escritos tuyos!!! Ya lo sabés.
Ahora lo de Congreso, no me lo recuerdes... Beso grande
Una juguetona ucronía sobre el bueno de Cortázar. Refrescante.
ResponderEliminarMuchos saludos.
Me pareció un dejavú.
ResponderEliminarCariños!
Arbol que nace torcido...roza la mente de los genios buscando conocer sus raíces...
ResponderEliminarcorto y conciso... impecable historia
Ese discreto paralelismo entre maestro y aprendiz de escritor, que del lado del narrador termina en un banco y en el cajón, tiene un aire sencillo y una lectura profunda. Más cuando nos dices que parte de una historia real ocurrida en en el parque Rivadavia. Ese brazo del destino convertido en árbol es caprichoso, injusto, indiscreto y, sobre todo, paradójico como la manzana de Newton.
ResponderEliminarAbrazos.
También a mi me abría gustado conocerla, Precioso relato.
ResponderEliminarPodía ser verdad ... por qué no ?
ResponderEliminarEs muy bonita la entrada.
Abrazos.
Escritores en busca de la inspiración dado que su musa se les escapó.
ResponderEliminarBrillante! Me gusta todo lo que escribes porque siempre eres brillante.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo querido amigo.
Como buena andaluza (Andalucía, región del sur de España), como buena sureña que soy me gusta sentarme en la puerta de mi casa, en mi pueblo, y ver la vida pasar. El tiempo corre más despacio, es más bondadoso, y su andar tranquilo nos brinda buenas conversaciones e historias que superan las ficción. Por si acaso, tengo la precaución de sentarme lejos de los naranjos que jalonan la avenida, no vaya a ser que se me caiga la rama y alquien escriba una historia. Un saludo Humberto.
ResponderEliminarMe ha encantado esta historia, MUCHOOO.
ResponderEliminarYo, salvando las lógicas distancias, soy un poco así. Me gusta, sentarme, observar, escuchar, y luego plasmar a mi manera todo eso...
Bravo por ti. Un abrazo.
Me ha gustado mucho Did los árboles tienen tal intensidad vital.. e independencia que cualquier cosa es posible..
ResponderEliminarUn beso
A mí me ha encantado esta historia secreta :-)
ResponderEliminarsaludillos
Y yo que nunca le he pillado el aire a la Maga.....
ResponderEliminarLa vida trae cosas así, normalmente, cosas que suceden, buenas o malas, nos traen recuerdos, de hechos pasados, que nos dejaron un poco de nostalgia.
ResponderEliminarBesos.
Muy bueno Humberto, eres un gran escritor. Un abrazo
ResponderEliminarLa inspiración se puede encontrar en cualquier sitio...todos robamos frases y situaciones de otras personas, aunque sean tan trágicas que nos asustemos si lo pensamos.
ResponderEliminarMe gusta, ¡yeah!.
El pequeño relato que acabo de escribir va dedicado a ti.
Fuiste uno de los primeros blogs que descubrí y gracias a tu amabilidad unos de los primeros que me leíste, ¡gracias!, ojalá mis relatos llegue a enganchar como lo hacen los tuyos.
Mil besos.
Juegas muy bien a mezclar la invención con la realidad. Por algo la región latinoamericana es la Patria Grande del realismo mágico.
ResponderEliminarCortázar fue, es y será un autor genial. Tú no te quedas muy atrás, Humberto.
Un abrazo de Federico.
El observador observado, el escritor escrito. El Destino aquí y allá.
ResponderEliminarUna sencilla historia que atrapa. Lo peor el accidente cierto de la mujer.
Buen relato, Humberto.
Un abrazo de Mos desde mi orilla entre árboles.
si es que el secreto es lo mágico de la vida...de las letras, de las historias...me gusta, siempre, pasear por las tuyas y dejarme cautivas por el secreto que siempre guardas!!
ResponderEliminarUn besooo!!
Digamos que,Cortázar sigue vivo en ti y tú en el árbol, que te espera todos los días para seguir escribiendo la historia de la vida....Una cadena de luces sincrónicas.
ResponderEliminarMi felicitación y mi abrazo siempre por tu amor a la creación y recreación de la vida.
Mi abrazo y sé feliz amigo.
M.Jesús
Me ha dejado una muy grata sonrisa esta historia...que no importa tanto que sea real o no! ;)
ResponderEliminarPrecioso!
Un abrazo.
P.d
luego de leer tu comentario aclaratorio se me diluye un poco la sonrisa y me da lástima la muerte absurda que tuvo la pobre Ana, involuntaria musa de este impecable texto
Guauuu, no sabía lo de la mujer del parque, no lo he oído en ningún lado, es interesante, que la recuerdes de esta manera, como una inspiración.
ResponderEliminarPero mira antes de sentarte, por si alguna rama se está soltando.
me ha gustado mucho el texto.
Un besazo.
Sí, le habría gustado, sin duda.
ResponderEliminarPor cierto, publiqué una Entrada sobre La coma, de Julio Cortazar. No sé si la viste. Feliz Día de La Inmaculada Concepción (en España):fiesta nacional. Por cierto, es mi Santo. Jijiji. :):):)
un relato estupendo, aunque devenido de un hecho infortunado
ResponderEliminarsaludos
Bonita historia aunque sea triste.
ResponderEliminarEn los parques o en la playa hay un filón para la imaginación. Muchas historias paseando.
ResponderEliminarUn saludo,
María
mejor ni te digo lo que me cayó a mi del árbol.
ResponderEliminarº°♥❤ Olá, amiga!
ResponderEliminar❤ Gostei da história, mas nunca pensei no perigo de se sentar à sombra de uma árvore em um parque.
º°❤ Beijinhos.
♥❤ Brasil.
Ese jardín y yo somos viejos amigos, eso hace que me guste tu relato por partida triple, la segunda la encuentro en Cortazar, sus maravillosos cuentos me han fascinado y la última en la historia que nos cuentas.
ResponderEliminarUn abrazo
La vida esta llena de esas anécdotas que un escritor puede inmortalizar...Cortazar fue enmi juventud, todo un descubrimiento.
ResponderEliminarSaludines
Aprendo y me entero. enterándome cuando te leo!!
ResponderEliminarHola Humberto. Una trágica fuente de inspiración, pero ha generado un hermoso relato.
ResponderEliminarTen cuidado dónde te sientas.
Un abrazo
Precioso relato.
ResponderEliminarUn saludo.
Amo a Cortázar Humberto.
ResponderEliminarQue lindo tu relato!
Besos con aroma tilo!
¡Hola!
ResponderEliminarQue pena con la mujer.
¡Que guay es un tilo! Aunque no se bien como es, acá no hay, o no he visto. ¡Mucha suerte en tu busqueda de inspiracion!
Acá en un bar leyendo los interesantes comentarios, sigo sin net.
ResponderEliminarSólo quiero agradecer estas muestras de afecto.
Ya volveré :(
Cariños
Brillante relato. Pero una auténtica pena lo que le sucedió a la mujer.
ResponderEliminarBesotes!!!
todos tenemos un tilo bajo el que sentarnos, verdad?
ResponderEliminarmmm...si supiera que le decís "don" julio...creo que no le gustaría ;)
abrazo*
No soy yo, Rayuela, es el bancario...
ResponderEliminarBesos
Un día estaba caminando Cortázar por una calle de París, cuando ve que se incendiaba una casa. Se acerca para mirar el incendio y le cae una brasa encendida en la cabeza y le quema un mechón de cabellos...
ResponderEliminarEsa noche escribió: "Todos los fuegos el fuego"... ;-)
beijos
Triste la historia de la señora. De cualquier manera el escrito referente a Julio Cortázar es curiosa.
ResponderEliminarUn abrazo
Mala suerte la de la señora no , y en cuanto a ti , como digo yo la inspiración llega cuando menos te lo esperas , un beso de Lm.
ResponderEliminarLa muerte es destino cruel a vez. Pero a Cortazar anda bien! Chau, Arianna
ResponderEliminarUn texto muy inspirado, aunque haya sido de una situación tan terrible.
ResponderEliminarExcelente como siempre.
Bess.
Stefi
Me encantó la ·participación· de Cortázar. Es uno de mis autores favoritos y la zona en donde vivo aprecia su talento, mediante pintaras en las paredes que remiten a sus más famosas obras.
ResponderEliminarSaludos!
Los árboles son seres vivos y a poco que tengas algo de sensibilidad sientes su energía por eso te gusta estar siempre en el mismo banco al igual que a Cortázar. Lo de la señora es una causalidad lamentable.
ResponderEliminarBesos Humberto.
Tal vez algún día, un escrito furtivo contará la historia que le inspiró leer el blog de Humberto y de simple lector se convertirá él también en autor.
ResponderEliminarUn abrazo.
El cazador cazado... Una bonita historia, saludos.
ResponderEliminarLa manzana de Newton es un mito, nunca ocurrió. A Cortazar no lo sé, pero a la pobre señora la rama la hizo parte de una historia publicada...jeje.
ResponderEliminarA veces la inspiración viene de la mano de un hecho trágico, y otras de uno irrelevante. Siento lo de la rama asesina, por la pobre mujer que estaba en el lugar equivocado, pero no lo siento por la inspiración que te llegó para escribir a la sombra de ese castaño un relato muy bonito a cerca de uno de los más grandes, Cortázar, y por el que siento un gran aprecio.
ResponderEliminarFelicidades Humberto,
siempre es un placer llegar hasta tus letras. Un abrazo.
Le hubiera encantado saberse protagonista de uno de tus cuentos.
ResponderEliminarUn abrazo.
¡¡Hola!!! Amigo Humberto
ResponderEliminarSolo saludarte y desearte feliz día un beso muy fuerte
Le tenía que tocar, pero ten cuidado en donde te sientas ya que nunca se sabe.
ResponderEliminarUn saludo y feliz semana
Se siente donde uno se sentare, si la Parca te quiere atrapar, lo hace.
ResponderEliminarIgual gracias por el consejo ;)
A eso le llamo mala suerte, pobre mujer, el destino te juega malas pasadas como esas, menos mal que no todas las ramas son mortales.
ResponderEliminarBesitos y sonrisas en forma de tilo:-)
Jajaja, ciertamente, no pocas veces ha ocurrido que un autor ha sido reconocido después de su muerte; incluso, después, lo han valorado en su justa posición frente a sus coetáneos. Por si te sirve de consuelo...
ResponderEliminarUn abrazote
Lástima la muerte de la señora. A su familia le resultaría increíble ese tipo de muerte tan extraña. Los parques son grandes fuentes de inspiración de escritores y músicos. Uno de mis grupos favoritos; "Tangerine Dream" dedicó un disco a los parques, y cada una de las canciones es el nombre de alguno conocido. De ese LP se extraería la banda sonora de una pequeña serie de mediados de los 80 "El halcón callejero".
ResponderEliminarSerá de gran consuelo para el bancario, pero creo que fue feliz en su trabajo.
ResponderEliminarAbrazos.
Igual se te contagió su Arte porque hay que ver cómo escribes, Hunberto.
ResponderEliminarMe ha encantado tu narración.
Espía de espías...Y pensar que yo fumaba Gauloises sin filtro porque Don Julio tb los fumaba. Es lo único que tuvimos en común.
ResponderEliminarHumberto, Cortazar sabía lo que hacía. No hay mejor pasatiempo —si te toca esperar— que ver a la gente transitar y escucharla. Se puede uno imaginar miles de historias. Es un gran ejercicio.
ResponderEliminarMe gustó este pasaje de Cortazar.
Un abrazo.
Real o no, una historia magica. De todo aquello que nos inspiramos algo, alguna vez, ha sido realmente nuestro?
ResponderEliminarOjala pronto tengas internet, el que espera desespera, no?
Buen fin de semana
en verdad querido y admirado amigo eres un genial y sublime escritor, besinos miles de esta amiga admiradora
ResponderEliminarWoWWWWWWWWWWWW!!!!!
ResponderEliminarThis beautiful photograph reminds me of summer Humberto!
ResponderEliminarMe hubiera gustado leer una conversación entre el narrador y Cortázar después de la caída de esa rama.
ResponderEliminarGracioso tu micro, aunque no tanto el motivo que lo inspiró.
Besitos
Estimado Humberto:
ResponderEliminarTe agradezco que hayas atendido mi solicitud. Del mismo modo que nunca te dirigiste a mí para pedirme permiso respecto a la posibilidad de anunciar mis entradas por correo, en justa reciprocidad, yo tampoco me he dirigido directamente a ti, ni a tu cara ni a tu espalda, para que dejes de hacerlo. Desde este momento suprimo mi comentario en el blog que tú y yo sabemos y la última entrada de mi blog. La recomendación, permanecerá.
Aunque español, yo tengo poco de Quijote y bastante tengo con defenderme a mí mismo. Esa dama que se cree defendida por mí vive en la ensoñación de un equívoco permanente
Un saludo y buena entrada
Nunca sentiré acritud hacia una individuo que comparte su talento gratuitamente. Por el contrario, personas así sólo merecen mi admiración. Un saludo
ResponderEliminarMe ha gustado muchísimo esta ficción, Humberto. Felicidades por ella :)
ResponderEliminarLos árboles a veces hacen de las suyas http://www.lavozarizona.com/spanish/latin-america/articles/latin-america_242702.html
ResponderEliminarEl año 2009 un árbol mató a una mujer boliviana.
Buen relato el tuyo.
SALUDOS.
Leí la noticia, Seisito, parece que los eucaliptos son bravos...
ResponderEliminarBesos.
La inspiración cuelga de estambres asesinos. Y, generalmente, todo es tan anónimo.
ResponderEliminarAbrz.
Hola Humberto, sólo quiero felicitarle por tan brillante escrito. Lamento que haya sido fruto de un hecho tan triste como la muerte de esa mujer, pero su talento y su gran escribir hacen que se convierta en algo interesante y que no se puede dejar de leer.
ResponderEliminarAbrazos. Rosa.
Humberto!!!! Ya me mataron. Por leer mal alguna lectora, pasé a ser mártir, "la pobre Ana", y lo peor muerta por la rama de un árbol. Menos mal que no soy supersticiosa!
ResponderEliminarPues sin duda que Cortázar no hubiese tenido inconveniente en que esa historia saliese a la luz:)
ResponderEliminarNunca he escrito debajo de un árbo, pero desde ahora aún menos:)
Saludos
Hola Humberto.
ResponderEliminarSin duda, Cortazar, como tantos otros, se hubieran sentido felices de saber que pertenecen a cualquiera de tus historias.
Eres un gran escritor y ello te hace ser deseado por cualquier mortal de formar parte del reparto de tus historias.
Yo mismo seria feliz sabiendose un prtagonista de tus textos.
Eso si...sabiendolo despues, no como Cortazar.
Un abrazo. Ricard
Lo que son las cosas, nosotros observamos y escribimos pero no nos damos cuenta de que también podemos ser observados y ser protagonistas de historias que no conocemos.
ResponderEliminarEn dos cuestiones El tilo de Cortázar me hizo pensar; la primera: de cuantas cosas seremos causa para otros que jamás nos enteraremos. La segunda, creo que en muchas oportunidades, lo simple, como la caída de una rama, nos deja marcas imborrables.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo!
Eleonora.
Cualquier acontecimiento fuera de lo común es una una fuente de inspiración.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola Humberto, muy buen relato, sabés tuve la suerte de conocer a un escritor argentino que vive hace muchos años en París, Juan Carlos Alarcón, fué amigo de Cortázar y me contó tantas anécdotas vividas juntos , que me emocionaron, ya que admiro mucho a este gran escritor.
ResponderEliminarCariños y buena finde
Los arboles dan muy buenas sombras. Todos, sin excepción.Sus raíces están firmes y bien hundidas a la tierra, por eso son fuertes. Los hay seculares y hay que ir con cuidado con ellos, pues a veces juegan malas pasadas, como la del tilo de Cortázar, y el del eucaliptus de la señora Ana de Congreso. Gracias Humberto por el relato.
ResponderEliminarAgradezco inmensamente tus palabras, anónimo, pero debo aclarar que no sé cómo se llamaba la señora que murió por la rama. Seguramente no me supe explicar, pero Ana es otra persona que hasta hace un día (doy fe) estaba vivita y cu... digo, coleando.
ResponderEliminarUn cariño.
Querido Humberto. Es una pena que no llegaras a hablar con Cortazar, podías habernos contado tus impresiones personales sobre el hombre que hay tras el magnífico escritor, a mi me encanta.
ResponderEliminarEl relato que nos has dejado tiene un encanto especial para mí, pues tengo un tilo en mi jardín, es mi árbol preferido, en otoño todas sus hojas se llenan de luz al volverse amarillas, ahora mismo le estoy mirando y siento pena y ternura al verle ya desnudo del todo, pero me consuelo porque sé que volverá a ser frondoso. De todas formas no me sentaré cerca de él por si las ramas.
Me gustó muchísimo tu post, gracias.
Un beso
Amo Cortázar...inspirador.
ResponderEliminarps. Um sempre imenso abraço.
ps.2 Gracias pelo comentário lá naquele meu post, ainda tou pensando...
Querido amigo, buena historia la que nos has contado.
ResponderEliminarLa inspiración viene en los lugares que menos te piensas, A Cortázar le hubiera gustado conocer la historia suya contado por otra mano..
Los tilos son los arboles que mas me gustan, yo tengo uno y sus ramas son enormes , en verano me gusta fotografiarlo a través de las hojas y captar esos rayos de luz que atraviesan ramas.
Te mando un abrazo
Un terrible hecho el de esa mujer y una gran historia la tuya donde coincidir con Cortázar y ver semejante situación con timidez desde la distancia que da ésta...es todo un sueño!
ResponderEliminarMe ha gustado mucho,mucho,pero por favor...ten cuidado con esas ramas bajo las que buscas tu inspiración,¿vale?
Besos.
Parece que los Tilos tienen efectos además de relajantes. inspiradores, ¿los castaños también?
ResponderEliminarTriste final el de la señora
Un beso
Jeje, la rama dañó la crisma del escritor, es una metáfora, supongo, que alude a la etapa en la que dejó la escritura para dedicarse al movimiento. O no. Y qué listo el narrador, convertir en personaje a uno de los grandes. Efectivamente, Don Julio sacaría un buen relato de su estancia en la cámara acorazada del banco. Yo sé de un escritor que escribió un buen relato sobre este tema y lo colgó en su blog, la última vez que le vi estaba camuflado, con una falda escocesa en la cabeza, junto al Moldova.
ResponderEliminarLamento lo de la señora..el resto es magnífico.Me gustó como te quedo el relato ,dos entradas distintas pero entrelazadas...
ResponderEliminarBesos.
Vaya, que pena lo de la mujer. Eso hace que la historia me parezca más triste, bonita pero triste.
ResponderEliminarBss.
http://melancora.blogspot.com
Me ha encantado tu relato, muy bello, por un instante he visto el jardín y a los protagonistas.
ResponderEliminarMis felicitaciones querido amigo un placer leerte
Cariños
Formidable. Cada uno de nosotros tenemos forma de inspiración, solo espero que para poder inspirarme,no me caiga un árbol.
ResponderEliminarMe gusta, me siento identificada. Mi mejor amigo escribe sus mejores cuentos debajo de un tilo, siempre en el mismo banco del mismo parque...
ResponderEliminarEl tuyo es un metarrelato, que además de homenajear a Cortázar, homenajea a una víctima inocente.
(También suelo sentarme en un banco del Parque Rivadavia, no sé si debajo del árbol asesino)
Cariños.
Podés buscarme cerca de donde venden libros, pero dentro del parque. Sería una gran sorpresa. Es fácil conocerme, parezco Splinter ;)
ResponderEliminarBesos.
Lo repito siempre, que es muy peligroso pasar cerca de un escritooor... que no se les escapa nada y a todo le sacan puuunta... Besos.
ResponderEliminarpues animarse,hay que animarse a todo!HD...los tilos de mi ciudad,cobijaron a otro escritor Rodolfo W...no se si recuerdas,el que escribío la carta,a las juntas,y despareció!
ResponderEliminarun beso,gracias amigo
espero que tengas el programa,para abrir,mi regalito,el libro!!!
pues a cambio espero,tu comentario sobre él,y su contenido!
lidia-la escriba
Siempre pensamos que la sombra,
ResponderEliminarha de ser amiga, refrescante, protectora;
nunca asfixiante,
ni traidora.
Por eso es de agradecer,
una mirada distinta.
Un saludo Humberto.
Alguna vez soñé en ser la Maga de la rayuela, ser amada a u odiada (nomás tantito) por alguien como Julio.
ResponderEliminarSueños son sueños, locos o cuerdos, pero peor hubiera sido nunca haber soñado.
Te quiere : Doña Ku
Tengo entendido que hay en El Caribe cierto tipo de árbol cuyo fruto es de cáscara dura y pesa a veces más de dos kilos. Los árboles nos ofrecen su sombra, son una fuente de inspiración para los pintores y los poetas, el hogar de los pájaros y un símbolo de lo natural y lo bello. Es por eso que produce asombro y extrañeza cuando también se erige en protagonista de un hecho luctuoso.
ResponderEliminarHas tomado ese breve del periódico y lo has transformado en un relato mágico.
Un abrazo.
todo buen escritor es antes un buen observador.
ResponderEliminarCortazar, una de esas personalidades inolvidables. Siempre pensé que haberlo conocido hubiese sido increible.
Hola HUMBERTO
ResponderEliminarMuy complacida de haber llegado hasta tu espacio y encontrar un lugar tan interesante donde place quedarse.
Gracias por permitírmelo.
Un cálido abrazo
Muchas de las historias que escribo están basadas en cosas que escuchas, ves o sientes. Es bonito pensar que quizás muchos seamos los protagonistas de novelas cuentos e historias sin saberlo. Me gusto tu relato, siempre me sorprendes. Un bessito
ResponderEliminarGracias por la belleza de que eres capaz y por tus lindas palabras en mi blog. Saludos cordiales.
ResponderEliminar...lo que ninguno de ustedes dos saben....es que ambos...son mis personajes secundarios....de mis cuentos....
ResponderEliminarbesos
Y hay que saber soportarlo, Mery...
ResponderEliminarBesos.
HD
Qué placer hablar con Cortázar. Aunque a lo mejor no lo fue tanto. Los escritores -lo sé de buena tinta- suelen ser a veces huraños y poco sociables. No era el caso de Cortázar, tengo entendido.
ResponderEliminarLamento lo de la mujer. Estamos expuestos a la muerte más imprevista.
Buen relato, de nuevo.
Un abrazo.
Un Tilo, que resulta se convirtió en castaño, que finalmente era un eucaliptus, que no sé si cayó sobre la cabeza de Cortázar, la lado del cual es o no posible que estuvieras, siendo un bancario parisino o quizá un neurólopsicólogo traductor de sueños al que internet jugó una mala pasada y dejó colgado de la misma rama que un día quizá... cayó o no, sobre alguna cabeza que desde luego jamás fue la de Newton:-)
ResponderEliminar¡¡Vaya vueltas y revueltas da la vida!!
¿¿no te parece HUMBERTO?? jaja...
Que se te arregle todo ...
Esto, no. Esto, lo dejas tal cual.
Está perfecto.
Un beso grande
de hecho que sí...
ResponderEliminara mí me gustó mucho
Saludos...
Estoy leyendo Rayuela.
ResponderEliminarY me gusta.
Que pena lo de esa mujer.
Saludos.
Pues sí, seguro que le habría gustado,por su originalidad (como todas las suyas)y porque es amena,de las que gustan de leer...y te queda ese regusto a...que se acabó muy pronto.
ResponderEliminarNunca sabremos hasta qué punto podemos haber influído en las vidas de otras personas.En ese aspecto tampoco somos dueños de nosotros mismos.
Un cordial saludo
Bueno quitando lo de la desgracia que sucedio a esa señora, Querido Humberto te diré que desde mi corta experiencia las mentes mas preclaras gustan de inspirarse a orillas del tronco de un árbol. Estos maravillosos seres son musas encarnadas en vegetales que nos ayudan en nuestras locuras diarias a la hora de plasmarlas en el papel o la partitura. Me ha gustado el relato mucho. Un abrazo.
ResponderEliminarMaravilloso metatexto, la inspiración es algo mágico, difícil de explicar.
ResponderEliminarUn beso.
LULI
Qué gusto sentarte a la altura de uno de este gran genio, y en vez de leerle, escribirle. Un saludo HD :)
ResponderEliminarFacebook users do not suffering about 70% of the U.S. to deliver it to the spider's web site of his special tidings security problems (gamerboom note: its probe end is 1174 operator), and 23% of it is mind,[url=http://www.coachbagoutletfactory.com/]coach factory outlet[/url] and 7% of this "didn't look on".Survey found that, compared to the older users, juvenile to Facebook user knowledge gage quandary is more adverse trust. In the 18-29 years old clique, 81% of Facebook users said they don't mind it, and in the 65 years hoary and older user groups, the harmony is 50%.
ResponderEliminarSupe lo de esa mujer...el destino,cruel destino, quiso que ella pasara en el preciso instante en que la vieja rama caía.
ResponderEliminarHermoso relato. Cortázar,una figura de deslumbrante riqueza literaria,apasionado y genuino.
Un abrazo, y mis deseos de una Feliz Navidad para ti.
Elsa
Seguramente que sí le hubiese gustado.
ResponderEliminarEs una historia deliciosa realmente.
Y a mí me gusta leerte. Y lo sabes.
Un beso o 2 #
Pd. quiero decirte Humberto dos cosas; primero que te pido disculpas como ya hice en privado, por todo el mal entendido que hubo. Yo nunca te critiqué ni falté el respeto. Dije que tu comentario me había dado pie a escribir una nota para todos aquéllos que quizás, estaban pensando en ponerme un cartel de advertencia. Es más, aclaré que jamás tomé a tu comentario como negativo. De todas formas, levanté el post porque quise hacerlo y para que veas que mis disculpas frente a tal mal entendido, son sinceras.
Y segundo; yo no soy defendida de nadie. En absoluto. Muy al contrario, pero muy al contrario. Prueba de ello son los pocos seguidores y escasos comentarios que mi blog posee.
Espero me permitas seguir viniendo aquí a leerte, ya que para mí es un placer y disfruto mucho cada vez que aquí vengo ~
Claro que le habría gustado!!! Y mucho. Tanto o más que a mi. Genial Humberto. Me encanta leer a Cortázar, sus cuentos, sus novelas... Gracias amigo, es un verdadero placer adentrarse en tus pequeñas pero grandes historias. Un abrazo.
ResponderEliminarGRANDE NEGRO, LA MAGIA DE LA INSPIRACIÓN APARECE EN CUALQUIER LUGAR HASTA DEBAJO DE UN ARBOL ASESINO JEJE
ResponderEliminarUN ABRAZO DESDE CÓRDOBA LA DOCTA
No comprendo, Humberto, cómo puede usted apoyar calumnias contra Bashar al-Assad, cuando todos deberíamos abstenernos de hacerle el juego al Imperio y a Israel, los cuales están armados principalmente con viles mentiras engañabobos.
ResponderEliminarRealmente, apoyar al gobierno sirio es apoyar a su pueblo, que masivamente está con sus autoridades. No perdamos, por favor, el norte del buen análisis político.
Mil besos. Me gustó muchísimo "El tilo de Cortázar".
P.D: Leí un comentario suyo en el blog del Bosón de Higgs (se nota mucho, ¿verdad?)
Soy un pésimo analista político, posiblemente casi tan pésimo como escritor. Pero tengo derecho y libertad de apoyar a quien me venga en ganas, aunque más no fuera por un cierto aprecio que me une a Bosón.
ResponderEliminarNo me enoja tu comentario, Ganadora, está todo en paz, pero creo que a veces es necesario que el propietario de este blog diga lo que en verdad le parece. Levanto la bandera del derecho a opinar con libertad. Nada más
Un saludo.
Me ha gustado muchísimo
ResponderEliminartu feliz y fantástica anécdota,
es como sumergirse en la realidad
pseudofantástica,
un recurso literario de lujo,
un abrazo
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Que en estas Fiestas renazcan el amor y la luz de la esperanza. Que la esperanza se transforme en maravillosa realidad.
Dios te bendiga en esta Navidad, te conceda amor, paz y felicidad.
Un Año Nuevo lleno de dicha y prosperidad.
Es mi más cálido deseo para ti.
¡Felices Fiestas!
Con mucho cariño y ternura.
Mau
¿El escritor ha hecho catarsis con esta desgracia real que podría haber sido la suya?,
ResponderEliminarbendita la técnica de cortázar que tantos otros han utilizado previamente. Y bue, algunos husmean como chismosos y otros escriben buenos cuentos con arte de fisgón
http://enfugayremolino.blogspot.com/
Existen árboles asesinos, abejas asesinas, hormigas asesinas, hombres asesinos, mujeres asesinas y...mundos asesinos, pero también tenemos la Navidad y hierbas y árboles con troncos mágicos que salvan.
ResponderEliminarUn beso
El destino ha colocado a Cortázar como personaje secundario de tu relato...Estoy segura que al escritor le habría encantado.
ResponderEliminarUn abrazo Humberto
Excelente escrito, Lamentable lo de la señora!
ResponderEliminar¡y si que es agradable descansar a la sombra de un árbol!
Buena semana
Un abrazo
Humberto dá igual el nombre de la señora que murió por la rama del eucaliptus. El caso es que no la conocíamos a ella personalmente. Como tampoco (creo) nadie conoció nunca (realmente) a Cortázar. El paralelismo entre ambos queda evidente: los 2 se vieron afectados por la sombra de los árboles. La señora fué una anónima total, el segundo pasó a la Historia, pero nadie le conoció realmente. Re-gracias por tus relatos.
ResponderEliminarEl destino y la inspiración, un bonito subtítulo para esta entrada.
ResponderEliminarAl final es Ana la que murió?
Besos. Caro
Ay què triste la muerte de la mujer, pero gracias por tu cuento.
ResponderEliminarCortázar murió por una leucemia, no por la rama de un árbol. La señora Ana sí murió del impacto de la rama de un eucaliptus. El paralelismo entre ambos és que los dos se vieron afectados por la sombra de los árboles. En el cementerio de Montparnasse, París, se encuentra la tumba de Cortázar. Sobre la lápida se yergue la imagen de un cronopio, personaje creado por el escritor.
ResponderEliminarMuchas gracias por los aportes del Anónimo, que seguramente sea una Anónima, ya que las mujeres son más dadas a las precisiones históricas... o a los datos empíricos. (bueno, también el hecho de acentuar "és" o "fué" o "dá" se presentan más en el sexo femenino)
ResponderEliminarSólo debo decir que jamás pensé que la fuente de inspiración del relato iba a ser más importante (para algunos) que el texto mismo. Esto habla muy mal de la entrada.
Por último, Ana es la persona a quien dediqué el texto (perdón, Ana, te han matado MUCHAS veces), la persona que efectivamente murió (para los espíritus empiristas) se llamaba Graciela Galindez y era uruguaya y tenía 65 años y... Uuff...
http://www.clarin.com/ciudades/mujer-murio-caerle-Parque-Rivadavia_0_595740505.html
De nada colega,pero no quisiera ser confundido con una moza. Abrazo!.
ResponderEliminarCarlos de Madrid
De haber tenido esa charla, seguro que, Ryuela tendría dos p tres lineas más...
ResponderEliminarLos hubieras, tan peligroso...Y poco fiables.
Un abrazo con aroma de nostalgia... Y tilo.
¡Ay, con mi dislexia!
ResponderEliminarNo Ryuela, Rayuela.
...dos O tres lineas...
Lo bueno de esta situaciones, me da la oportunidad y dejo otro abrazo, Humberto.
Wooo es padre oír porque en la cabesa se pegan otras ideas y se arman las historias.
ResponderEliminarQuerido Humberto, me han concedido un premio y me he acordado de tí. Que pases una feliz semana :)
ResponderEliminarhttp://queridoquique.blogspot.com/2011/12/premio-best-blog.html
ººº
ResponderEliminarHola,
Tematicas muy interessantes en tu blog
Saludos / Abrazo
cuanta genialidad cortazar... pero que mejor que abunden anecdotas, historias relatos y hasta nuevas palabras como las itanjáforas...
ResponderEliminarbesos humberto siempre es un placer leerte
Hola, querido amigo.Por fin el tiempo me permite visitarte y leerte como mereces.Compruebo con agrado que en este tiempo tanto tu talento como tu inspiración continúan intactas e incluso en auge.
ResponderEliminarAl gran Cronopio le hubiera encantado este homenaje que mezcla realidades y ficciones como a él le gustaba.
Un fuerte abrazo.
Bella inspiración nacida nada menos que de un gran maestro de la literatura como Cortázar. Gracias!
ResponderEliminarMe encantó leer esta historia secreta...
ResponderEliminarYo que soy enamorada de las historias que se enconden detrás de cada persona, detrás de cada libro, detras de cada una de nuestras enrevesadas palabras.
Si alguien supiera que escuchó, que parte es la real, que parte la vivida, cual es la soñada, la frustada de cada persona, que se enfrenta a un espacio en blanco, que crea de la nada un mundo para el deleite de los incautos lectores y a la vez vomita y cauteriza heridas... sería un eisegeta puro.
Gracias por dejarnos pasear por aqui.
Creo que los grandes escritores son los que toman su inspiración de la realidad, luego la tamizan por su experiencia e imaginación y nos la muestran como nueva.
ResponderEliminarMe encanta ese paralelismo entre Cortazar escritor y personaje a su vez de un aspirante a escritor que acabó trabajando en un Banco.
Es terrible lo de la mujer, ten cuidado, Humberto y vigila tu árbol de cobijo.
Un beso,
Cortázar se llamaba a sí mismo "carterista literario".
ResponderEliminarAsí como cada uno elige un personaje, vos elegiste a Cortázar, inspirándote en un hecho real y creo que esto hizo que el cuento no solo haya sido muy original, sino también muy humano, en mi opinión.
ResponderEliminarEstoy muy contenta de haber encontrado tu espacio.
¡Saludos!
Hola, muy bueno, buenísimo, casi me la creo hasta que vi tu comentario aquí! Qué pena con lo de la mujer ;(
ResponderEliminarGenial Humberto, mis sinceras felicitaciones, tienes arte, eres letras!
Pues intersante que de una noticia triste salió algo que de primera vista provoca una sonrisa, finalmente es la magia d elos buenos escritores, hasta las tragedias se vuelven maravillas, un saludo, prometo volver más seguido.
ResponderEliminarMe encantan las historias secretas!! ¿a quién no? a veces es contraproducente querer saber más, pero no puedo evitarlooo, así que estoy muy agradecida que hayas contado de donde partió este relato.
ResponderEliminarSaludoss
Eu acho que gostaría estar sentada debaixo de uma arvore de Tilía. Deve ser muito aromática. A partir de agora nunca mais me vou sentar debaixo de uma arvore que tenha os ramos grossos e pesados.
ResponderEliminarBjs.