-Tomad y bebed todos de él, porque éste es el cáliz de mi sangre…
La frase le había quedado incrustada en su mente después de que su abuela lo llevara a escuchar misa cuando él tenía sólo cinco años. Ese convite lo había marcado de una forma especial, ya que nunca más pudo ver al vino como vino, sino como sangre, como la Sangre de Dios.
Aquella noche de marzo, sus amigos no habían conseguido droga, el dealer había caído en una redada policial y todo indicaba que se quedarían sin diversión. Sin embargo, uno de ellos aseguró que podían inyectarse vino, que era como estar borrachos, pero sin el malestar estomacal. Y a él le pareció que la idea no estaba nada mal, pues lo alejaba de su dios acercándosele.
Así que lo hizo.
Salió corriendo por el pasillo hacia la calle, sentía que le faltaba el aire, que la cabeza le estallaba y que una catarata de lava bullente peregrinaba por su cuerpo. Entonces supo que iba a morir -dicen que siempre se sabe-, pero no se sintió asustado ni triste, apenas frágil, frágil como cualquier mortal que se hubiera atrevido a beber ambrosía: esas son cosas de dioses.
Queridos amigos:
ResponderEliminarMuchas gracias por los comentarios para “Segundo tiempo”.
“Mártir” es un humilde homenaje a A.A., un verdadero mártir adolescente, víctima de los mandatos sociales.
Un gran abrazo.
Humberto.
Nunca pude con la liturgia de la iglesia tan triste y dramática ni con sus oraciones tremendas.
ResponderEliminarEso me liberó, pero no a otras niñas que también acabaron como el "martir" de tu relato.
Un inquietante micro, Humberto.
Besos,
Mártires que se repiten como una burda reproducción de deshechos, de los cuales alguna responsabilidad nos cabe. Un abrazo.
ResponderEliminarComo en un circulo vicioso, eso es por querer inyectarse sangre.
ResponderEliminarBonito homenaje, saludos
Hablas de dos cosas terribles, no comparables, pero igualmente detestables para mí.
ResponderEliminarPor un lado, el dramático mundo de las drogas que aniquila la voluntad, el ser, a la persona, a su propia vida y decisiones y lo convierte en lo que ella misma es: muerte.
Por otro lado, el mutilamiento ideológico de la Iglesia (esto no lo dices tú, lo digo yo). Ese dogmatismo de esta institución aniquila la espontaneidad del niño (y adolescente), su libertad en pro del miedo y la sumisión.
¿Sabes que con todo el dinero que tiene el Vaticano se podría acabar con esa pobreza que tanto tratan ellos de erradicar con palabras y como principio de ser?
Excelente tu relato, Humberto. Despierta emociones dormidas. Soy tu víctima.
Un beso.
Homenaje a gente inocente, "desechos" de la sociedad...
ResponderEliminarUna cosa, no me queda clara, la frase "... lo alejaba de su dios acercándosele" me parece contradictoria, no sé.
Un saludo indio
Vaya,eso es lo que yo llamaría 'visitar a Dios de forma directa',tomar un verdadero atajo.Me gustaría saber si el amigo que tuvo la idea tomó también dicho 'atajo',pero eso solo lo sabe el autor de esta entrada.Las imprudencias se pagan.Un abrazo Humberto.
ResponderEliminarEs contradictoria, David, bien a propósito contradictoria...
ResponderEliminarUn abrazo.
Este relato me llega en mal momento Humb...
ResponderEliminarIgualmente, como siempre, me parece excelentes =). Me gusta mucho leerte.
Te dejo un abrazo grande!
¡Hola! Si que es "llegador" este texto :)
ResponderEliminarUn relato duro, Sr Dib; de los que arrancan una arruga de dolor en el corazón de los lectores.
ResponderEliminarCrítico en la doble vía, social y religiosa; narrado con maestría.
Mis parabienes.
Un abrazo.
No me gusta mezclar religión con nuestras debilidades, pienso que nada tiene que ver una cosa con la otra, en este caso concreto predomina el carácter de la persona.
ResponderEliminar"Pues lo alejaba de su dios acercándosele..." una frase con sentido para cualquier creyente...
¡Saludos, Humberto!
Me has dejado con el corazón encogido Humberto...pero es muy muy bueno Un abrazo
ResponderEliminarMe has dejado con el corazón encogido Humberto...pero es muy muy bueno Un abrazo
ResponderEliminarDesde luego las palabras oficiales de de los ritos religiosos son traumatizantes para un niño.
ResponderEliminarRecuerdo el día de mi comunión como si fuera ya mismo,con mi traje impoluto,el cura,una fila de niños,yo entre ellos,abriendo la boca y sacando la lengua y...bebiendo de aquella copa de oro que casi acaba conmigo,estuve mucho tiempo sin olvidar el asqueroso sabor que dejó en mi boca.
ResponderEliminarSaludos Humberto,un placer leerte.
Buen fin de semana.
me gustó !!
ResponderEliminarES curioso como los temas nos frecuentan sin haberlo consertado. Acabo de publicar un texto con la misma temática sin imaginarme que el tuyo existía. A tu salud esta sonrisa que me acabas de regalar.
ResponderEliminarUn relato para pensar. Buscar culpables fuera de uno mismo es fácil, lo difícil es analizar si yo pude hacer algo y no lo hice, para que esta persona hubiera tenido la oportunidad de dejar huella de su presencia, de haber pasado por la vida, no de que, como tristemente ha ocurrido, la vida, de manera demoledora, haya pasado por él.
ResponderEliminarQué ardoroso camino a la muerte.
ResponderEliminarUn beso enorme, mi admirado.
Un relato impecable, duro, simbólico y escrito como sólo tú lo sabes hacer.
ResponderEliminarMi cara se detuvo entre la sonrisa por admiración hacia tu arte, y el dolor por la historia.
Es todo muy raro pero me llegó a lo mas profundo. Un genio.
Un besote.
Sabri!!
Me sumo al homenaje a A.A. que tal vez no habría sucumbido si los adultos estuviésemos haciendo las cosas menos mal; en cualquier lugar del mundo; porque en muchos aspectos, yo creo en el efecto mariposa.
ResponderEliminarun abrazo
Duro, pero magistralmente escrito.
ResponderEliminarCuantas tonterías se hacen de joven, y muchas terminas así.
Un abrazo.
Muy bueno, Humberto. Potente y duro este relato.
ResponderEliminarEl poder de la Iglesia intenta, y lo hace, apoderarse de uno ya en la niñez. Luego, lo siento, te das cuenta que casi todo es una patraña.
La droga, esa ambrosía momentánea, te aniquila más tarde o más temprano.
Nadie dijo que jugar a dioses garantice la vida eterna.
Un abrazo de Mos desde la orilla de las palabras.
Si tuviera que buscar un exégeta de este relato, te elegiría sin dudarlo, Mos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Como siempre, maravilloso relato y como muchas veces, me deja con un nudo en la barriga, un beso
ResponderEliminarGente de mi barrio se metía de todo bermut, alcohol de botiquín e incluso colonia etc. Pero te digo una cosa todos sabían lo que se hacían. Es droga talegera. Y muchos de ellos se fueron antes de tiempo. No muy a menudo, pero a veces pienso en ellos y me da pena, mucha pena. Ahora me produjiste una pena atroz porque tu post hizo que su memoria rozara la mía y su ausencia me parezca intolerable.
ResponderEliminarSaluditos.
El poder de la palabra es infinito, hay que tener mucho cuidado con y a quien se dirige uno, porque se puede hacer mucho daño y originar un trauma desde la niñez que te haga llevar una vida miserable cuando eres adulto.
ResponderEliminarBuen finde Humberto, besos.
Ha habido lo largo de la historia muchos mártires... quizás el siglo XX, el siglo XXI (veinte (y uno)) y los siglos venideros pasen al argumento de entramado cómico como las eras donde los mártires fueron de silencio,,,
ResponderEliminarA-dicción (podríamos leerlo como el que no dice, aquel que no puede decir),,, y un mundo que abre puertas con la misma soltura que cierra bocas sólo puede ofrecer cornisas y explosiones (así nunca alcanza, ser la mula del propio corazón es la peor de las condenas)
Un fuerte abrazo.
Excelente relato, hace muy poco que te leo pero bastó ese corto lapso para poder valorar tu forma de relatar, lo haces muy bien, se disfruta de la primera a la última palabra...
ResponderEliminarFelicitaciones!
Te sigo, saludos.
Estremecedor este sentido homenaje pero la vida esta llena de martires.saludos
ResponderEliminarMartires de la época, de la situación, del sistema, de las circunstancias, de las adicciones... mártires de su propia juventud.
ResponderEliminarComo siempre muy bueno, saludos.
Como hija de pastor, estoy totalmente de acuerdo contigo. La iglesia crea cargas que la Bibli jamás menciona. Una vez más retratas la vida en el atril de nuestros ojos. Gracias por tus comentarios siempre tan gratos.
ResponderEliminarUfff Humberto este relato de hoy encoje el corazón...Realista a tpo y muy triste.
ResponderEliminarBesos.
Excelente relato qnos lleva a la reflexion, beso Humberto
ResponderEliminarLos dogmas de la iglesia en muchas ocasiones han causado grandes traumas o simplemente, aniquilaciones de la voluntad...como la droga, amiga Dib. Tu comparación y mezcla nos ha dejado un buen relato tan real como la propia vida: Todo lo que anula tu voluntad, termina matándote de una u otra forma, aunque te mantenga vivo.
ResponderEliminarBesos.
Muchas gracias por el comentario, Mascab, pero "machito, dijo la partera" ;)
ResponderEliminarBesos
Un homenaje triste..para un adolescente víctima social de estos tiempos..
ResponderEliminarUn relato duro y muy critico..
Creo que todos tenemos culpa..que algo se escapa de nuestra sociedad..que no hacemos lo posible por nuestros jóvenes..la educación es importante, una educación hecha por nosotros los padres, con nuestros valores ..
esa es mi opinión
un abrazo
Triste..."Victima"
ResponderEliminarun abrazo
Dos realidades que nos azotan... pero tan bien contado, que parece sólo una anécdota. Me encantó leerte... entretenido y profundo.
ResponderEliminarLamento lo de tu amigo A.A. y lamento también, todas las muertes inútiles por este flagelo.
Besitos y mil gracias por acordarte de mi.
Si queria estar cerca de él y comprobar que era sangre de su sangre lo hizo por la via rápida...
ResponderEliminarAfortunadamente no tenia miedo.
Besos mediterráneos.
Ayy! madre, la de porquerías que se meten algunos.
ResponderEliminarEsto puede que sea ficción pero es que no está tan lejos de realidad, hacen cada cosa que no veas.
Es que ya no saben divertirse como se hacía antes o van colocados de alguna manera o no hay diversión.
Que lamentable es todo.
Tu relato no deja de ser una realidad de muchos.
Ten un hermoso fin de semana, besitos azules muassssssssssss
En mi pueblo comenzamos pronto a beber vino, en las matanzas de cochinos y en las fiestas, pero nunca tan jóvenes, me parece... y la comunión no la tomamos hasta los 9 años y es en la confirmación con 18 cuando (lo sé de oídas, yo no estoy confirmada por la santa madre iglesia) es cuando se bebe del cáliz, así que... ese niño era muy precoz!!
ResponderEliminarBss
El vino tinto es un poderoso antioxidante y además trae beneficios cardiovasculares, en especial cuando se lo bebe...
ResponderEliminarabrazo
Le faltó al amigo el suplemento:
ResponderEliminar"Tomad y comed todos de ´´el, porque este es mi cuerpo..."
Así que de cuerpo a vino, bien se avino el tinto en sangre.
Este puede ser el final del segundo tiempo de adolescencia, Humberto.
Me lo paso estupendo leyéndote.
Abrazos
Dos temas escabrosos y reales. "La Palabra" de dios que sale como catapulta de la boca de "sus representantes en la tierra" -y lo digo con conocimiento de causa ya que toda mi vida escolar la padecí en colegios católicos- Esas "sentencias" -como tantas otras- que taladran el ingenuo cerebrito de una criatura. Y el otro tema... la sociedad en la que vivimos, no menos taladrante y catapultadora (acabo de inventar el adjetivo) hacia un destino digitado e incierto. ¡GRAN relato, Humberto!!! Un beso GRANDE!!!!!!
ResponderEliminarque final!
ResponderEliminarO sobre cómo los apropiadores de sentido van ganándole terreno a la fragilidad hasta llegar a la sangre misma. Complicado; es una ficción, pero también es un llamado. Me gustó, me perturbó y me dejó pensando. Besos
ResponderEliminarDespués de todo, el personaje conoció "El infierno tan temido"
ResponderEliminarBesitos Humberto.
Un relato muy duro.
ResponderEliminarLa religión lo que nos enseñaron de pequeños y que algunos no lo supieron asimilar y poner en su sitio y las drogas el mal de nuestra sociedad y que por desgracia se lleva a muchos adolescentes que como este las necesita para divertirse.
Lamentable.
Qué brutos los chavales, ja ja
ResponderEliminarYo tampoco creo que haya que temer a la muerte. Me gusta mucho el relato, y el final sobre todo.
Un abrazo
Hola, Humberto:
ResponderEliminarSolamente a un desquiciado se le puede ocurrir semejante barbaridad, que en paz descanse.
Abrazos.
Hola n_n
ResponderEliminarMe has hecho pensar en la misa... y en los rosarios que rezaba mi abuela. A veces la acompañaba a la iglesia. Son buenos recuerdos.
Mi abuela murió hace dos años, pero pienso a menudo en ella. Le gustaba leer n_n y le gustaban los cuentos que imaginaba.
Me ha gustado leer este relato... me he desviado mucho, seguramente, de lo que lo inspiraba XD pero cualquier relato que te hace pensar creo que es un buen relato n_n
Me gustan tus palabras n_n
Te leo.
Un abrazo fuerte ^^
A wonderful image Humberto.
ResponderEliminarLo sucedido se resume en pocas palabras: vino y se fue.
ResponderEliminarSe inyectó vino y se fue al otro mundo.
Borracho de soles el A.A nos vigila vomitado desde el precipicio.
ResponderEliminarAbrz. Humberto.
Escribes muy bien, los temas pueden ser sobrio o ebrios, pero tus textos delatan oficio.
ResponderEliminarUn abrazo
La muerte, le tememos a veces, otras solo queremos escaparle y sin embargo siempre propone la paz absoluta, que hay después son solo incertezas, que hay antes nuestra vida y en ese instante, en la puerta que los unes viene la serenidad
ResponderEliminarHola, Humberto
ResponderEliminar¿A quién no le habrá marcado ciertos ritos a los cuales nos obligaron a asistir cuando éramos niños?
Tus relatos son fascinantes. Únicos.
Un gran abrazo
Guiño a un refinamiento del paganismo, sin llegar a herir o pretender herir sentimientos religiosos cristianos y no sólo cristianos.
ResponderEliminarUn saludo, Humberto.
Excelente relato, Humberto. Tantos mártires, cómo duele...
ResponderEliminarUn abrazo!
muy bello
ResponderEliminarGran retrato del complejo mesiánico.
ResponderEliminarQué pasó con tu cabello? Se ve diferente. Siempre me gustan tus fotos.
ResponderEliminarSangre jummy. El relato, lo que diga se queda corto.
Jeje, parece que estuviera corto... o lacio, ¿no?
ResponderEliminarDebe ser por el sol.
Muchas gracias por tu comentario.
Besos.
La vida es a veces oh no tan justo.
ResponderEliminarApabullante final, te felicito, inyectarse el vino me suena muy bizarro.
ResponderEliminarSaludos.
Viste cuando dicen "beberse la vida de un solo trago..."???
ResponderEliminarMe sonó a eso... de los mandatos del la iglesia, prefiero no hablar, los que portamos mas de cuarenta los seguimos padeciendo por mil años de terapia que tengamos encima...
Besos Dib
Genial Humber, me dejaste con la boca abierta, una historia que abruma. Genial.
ResponderEliminarUn besito
Stefi
Y como se le dice a algunos fieles:
ResponderEliminar"La Vida es un valle de lágrimas"
Pero que corno tienen en la cabeza cuando afirman semejante patraña?
Infundir temor, quizás?
Se podría hacer una lista enorme de los argumentos que se pontifican y le queman la cabeza a más de uno.
Mejor hago mutis por el foro, porque ciertos temas me sacan de quicio.
Mientras tanto, van quedando cada vez más en el camino...
Muy bueno, H!!! Estás afiladito.
Te hacen bien las vacaciones, eh?
Big kiss my friend! Keep in touch!
tenemos un grado de responsabilidad en esto,pero las herramientas las tienen quienes no las usan
ResponderEliminarmuy buen post
un abrazo
Hola Humberto...me dolió en el alma tu cuento porque es la historia de muchos de mis alumnos...me refiero a la droga. Respecto a las creencias religiosas, depende de cómo las tomas...y no solamente la Iglesia puede causar traumas...también otras religiones. A mí no me los causó ni me los causa.... Además, hay sacerdotes y sacerdotes...como hay médicos y médicos...o docentes y docentes. El problema de las adicciones está más allá de las creencias religiosas...el dinero no tiene un color religioso...y hay muchos que se enriquecen con la sangre-y la vida- de los jóvenes...A veces, por ejemplo...son políticos...Un abrazo. haydée
ResponderEliminarVaya me he quedado fria!!! Naci en hogar rodeada de alcoholismo y pues Dios nos libro de muchas mas cosas amargas..pero la lucha esta escrita aqui un martir que seguramente busco la salida por donde fuera y la iglesia y sus relatos quiza le confundieron por un buen rato!
ResponderEliminarBesos!
Relato duro pero a la vez bonito y otro acercamiento al infierno de la droga.
ResponderEliminarCon la sangre de Dios no se juega, que al final pasa lo que pasa. Un abrazo.
ResponderEliminarUn viaje hacia la nada de un dios caído.
ResponderEliminarMe apenan estos casos, como me apenan las memeces que las liturgias y sermones religiosos han introducido en los interiores humanos.
Lo más terrible es que, en el mundo de la droga, todo vale, hasta el pasaporte hacia la muerte.
Un abrazo, Humberto.
La liturgia de la iglesia está llena de imágenes y palabras que para un niño son incomprensibles y casi crueles. Muy duro tu micro pero yo creo que este mártir no es de la iglesia sino de la sociedad que le ha tocado vivir, de esta vida nuestra que nosotros mismos la hemos convertido en un martirio. Un abrazo.
ResponderEliminarDicen que lo que se aprende en la cuna es lo que dura. Tu relato lo comprueba.
ResponderEliminarBesos Humberto.
Un laberinto que muy pocos escapan y los que no escapan se abandonan a los brazos de su destino.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo amigo mío con mi cariño.
Un relato inquietante y conmovedor, que no está tan lejos de la realidad de much@s.
ResponderEliminarUn abrazo
Pero qué estupideces somos capaces de hacer las personas! ¿Dices que es real? Camino directo a Dios, sí, efectivamente...
ResponderEliminarMe pregunto: ¿nadie pudo explicarle al niño el sentido de esas palabras?.
ResponderEliminarUn abrazo
Humberto, "la partera" no metía mal los dedos en el teclado amigo mío.... la errata es ésta y no otra. Pido mil disculpas por el malentendido(sonrío).
ResponderEliminarQue pases buen domingo.
La paz del Señor sea contigo.
ResponderEliminarAmén.
Nunca se les debe decir a nadie lo que tienen que hacer,cada uno es libre de sus creencias y nunca meterlo por lo que no quiera ser por eso le paso con lo del el vino porque desde chico se le meten en la cabeza cosas,y cuando son mayores creen los que les an enseñados,el ser humano debe de decidir por el mismo cuando ya es mayor.
ResponderEliminarmartires , guerreros
ResponderEliminarA.A. sanctuario de los que se le acabaron la esperanza.
ResponderEliminarComo siempre, una ficción de gran nivel. Amigo Humberto, ¿regalarás un libro de tus ficciones al visitante número 100.000?
ResponderEliminarUn abrazo.
Vaya, un chute de vino debe hacer alucinar en colores
ResponderEliminarSi es que la liturgia vuelve loco a cualquiera...
Saludines
No hay mejor momento para inculcar una idea que en la infancia. Esa frase contradictoria... es la más reveladora. Nada como una idea durmiente. Buen homenaje, cuando son para anónimos, mucho mejores.
ResponderEliminarUn saludo.
Místico...
ResponderEliminarUn abrazo
La iglesia no explica bien los ritos, yo recuerdo esta frase y como descubrì que el cura tomaba vino y que estaba bueno y no era sangre de cristo, fui monaguillo y me gustaba esa sangre de cristo dulce.
ResponderEliminarCon respecto a la droga poco que decir, que no estè dicho ya, es un mal endèmico social de los que hay un segmento que se benefician de ella y otro segmento que la padece. Tenemos amigos que tienen hijos e hijas con estos problemas y lo estàn pasando muy mal, tantos el que la consume como sus padres que no saben como atajar el problema de raiz.
un fuerte abrazo
paco
Decía Miguel de Unamuno que él era Católico por estética. Y aunque ahora nos parezca un poco, o bastante, desfasada, la Iglesia Católica sigue haciendo lo que siempre ha hecho, y dice que hace, evangelizar a su manera, a su ritmo y con su estética. Otra cosa es que estemos, o no, de acuerdo con esto.
ResponderEliminarNo todos estamos preparados para enfrentarnos a los dioses, ni a las trampas que nos ponen, ni a la vida, ni a las trampas que nos pone, ni al mal, ni a las trampas que nos pone. Cada tiempo ha tenido al mal, (también se puede llamar de otra manera), trabajando intensamente, y especialmente, contra lo que se puede llamar el bien. Los más débiles y vulnerables, por cualquier razón, siempre son los más proclives a sucumbir.
En todo este escenario es complicado saber cual es nuuestro papel y nuestras obligaciones para combatir, pero hay que intentarlo.
Saludos.
Creo que el camino que persigue Dioses, lleva a la propia muerte. En El Martir, fue en todo sentido. Muy bueno.
ResponderEliminarUn abrazo.
Eloenora.
LA REDACCIÓN ES RELATIVAMENTE PROLIJA Y ENCUENTRO EN LA TRAMA ALGUNOS PASAJES INTERESANTES. LA PROMESA QUE NOS DA LA PRIMERA LINEA DE VA DILUYENDO EN LA TRAMA, HASTA PERDERSE EL ESCRITO EN PÁRRAFOS SOBRANTES Y ESCASAMENTE LOGRADOS.
ResponderEliminarEN DEFINITIVA, ES, CUANDO MUCHO, INTERESANTE.
NO ME GUSTÓ, SUERTE.
CEMENTO.-
Apareció uno de los textos duros, Humberto, de esos que a mí me gustan.
ResponderEliminarLa religión suele levantar comentarios negativos, espero que estés preparado yo sé que si.
Me ancantó como todo lo que haces.
Un beso cariñoso.
Lula
Gracias, Cemento, hacía mucho que los estaba extrañando. Cuando hay mucha alabanza uno se empalaga, ¿no?
ResponderEliminarTu comentario (más la forma de redactarlo, sumado a una visita que hice a tu espacio) me indica que estoy por el buen camino.
Suerte amigo.
Pues a mi me gustó. Una cruda realidad descrita en un breve relato.
ResponderEliminarUn abrazo.
Da igual que sea con vino o cualquier otra droga, si nadie le ayuda seguramente hubiera acabado con alguna sobredosis.
ResponderEliminarBss.
http://melancora.blogspot.com
Madre mía de lo que le sirvió el ir a misa con su abuela, casi mejor no ir por si acaso.
ResponderEliminarLas drogas y la necesidad de ellas, es lo que tiene que te da igual la que sea con tal de sentir algo.
Genial amigo mio.
besitos y sonrisas sin sangre :-)
Querido amigo, este es uno de los relatos mas duros que te he leido, con crítica social importante.
ResponderEliminarUn abrazo
INRI,aquí yace el rey de los judíos...precioso, este post es para leer,mas de dos veces!
ResponderEliminarespero hayas recibido,mi email,humberto!
un abrazo
lidia-la escriba
Si me quiero poner díscolo, me hago la lectura de que la ambrosía es cualquier comportamiento que adoptamos fuera de lo reglado o establecido porque no comprendemos su lógica ni su racionalidad. Si quiero reconectar esto con algunas palabras bíblicas, es porque recuerdo eso de estar "hechos a imagen y semajanza...", es decir, que la libertad nos hace dioses, ciero que a veces dioses irresponsables, o sea, dioses.
ResponderEliminarUn abrazo
Si atraviesas el umbral puede que no vuelvas.
ResponderEliminarUn beso Humberto
¿qué puede haber pasado para que ese niño tan concentrado en los detalles -que parece casi como un alter ego de mafalda-, sea de adulto un ser sumergido en las arenas movedizas de la estupidez del vicio y carente de toda ética? sólo sus padres, la abuela, el entorno social, las drogas, el vino inoculado y dios, lo saben. saludos.
ResponderEliminarNo se si existe dios...Pero de sus fans yo no me creo nada.
ResponderEliminarMe gustó tu relato Humberto.
Besos desde el aire
Muchas gracias por los comentarios, yo también creo que es duro, pero me di cuenta sólo después de que lo terminé.
ResponderEliminarTampoco quiero que crean que estoy tratando de dar una lección moral o religiosa. Muy lejos de esto, quien entra aquí sabe que todo es ficción... aunque esta vez es una 'ficción homenaje'.
Un cariño.
hermoso escrito ! muy hermoso !
ResponderEliminar:) me encanto !
bss
Dib,
ResponderEliminares lo que trae jugar a ser Dios...
Saludos vitivinícolas.
Un gran relato, impactante en su brevedad.
ResponderEliminarque excelente texto!
ResponderEliminarun beso!
A veces veo beber vino de modos realmente abominables, aunque la inyección nunca se me pasó por la cabeza, sentir recorrer el jugo por las venas con el aroma de un odre de vino mientras la lágrima descorre el oxígeno debe ser una gran experiencia. Todo mejor que mezclar vino con agua.
ResponderEliminarSalud H.
Tu espacio también parece anotar el imaginario de un hombre curioso.
No creo que la adicción a la droga tenga nada que ver con la Iglesia.
ResponderEliminar¿Nadie, desde los cinco años enseñó al niño el significado de esas palabras?.
El único antídoto,y no seguro, contra la droga, es una educación que consiga hacer de un niño un adulto seguro de sí mismo y que sepa lo que quiere. Si falla la familia o influye un entorno no adecuado...la Iglesia no creo que tenga nada que ver.
Cada cual tiene su religión y sus creencias, pero no creo que ninguna religión impulse a la droga. Cuando un niño fuma, ya ha aprendido a desobedecer a sus padre y pasarse por alto las normas sociales...y eso no lo enseña la Iglesia. Y si un adulto se droga...ya es mayor...sabe lo que hace. Y no me lo imagino asistiendo a Misa.
Yo soy cristiana y nunca me he drogado,ni tuve trauma alguno.
Independientemente de todo esto, el texto está bien escrito. Un saludo
Estoy seguro, mi querida Paqui, que sabes muy bien que esto se trata de ficción, nada más.
ResponderEliminarPuedo asegurarte que cuanto más alejo mis ideas de las de mis personajes, siento que doy un paso más hacia el profesionalismo.
Ahora bien, lo que pienso acerca de las religiones, prefiero tratarlo en otro ámbito.
Un beso.
Estimado, me resulta perversa la imagen de los niños absorbiendo esas cuestiones que hacen estragos en su futuro. Cuanto daño irreparable. Cuanto tiempo perdido.....
ResponderEliminarTe dejo un abrazo. Parece que nos vemos.
Ola Humberto,faz um tempão que não venho visitar-te,mas hoje bateu uma saudade incontestável de passar por aqui e saber como vais?e o que andas fazendo em teu brilhante espaço.Como sempre deparei com teus excelentes contos e historias e fico a me perguntar qual o segredo de tanta competência literária .Podem ser qualquer tipo de relatos;felizes,dramáticos,emocionantes,contraditórios ,simbólicos,e o que for que tenha teu cunho é amplamente debatido e notóriamente apreciado.Enfim és genial na proposta que vens mantendo até agora.Foi muito bom te rever.grande abraço.
ResponderEliminarInteresante relación con la Sangre de Cristo y la droga, la ambrosía y el hidromiel, todas supuestas bebidas de dioses. También había leído alguna alusión a este ritual y el vampirismo. Muy buen texto. Abrazos. Borgo.
ResponderEliminarUn relato perfecto Humberto.Los rituales religiosos, la falta de libertad a que nos quiere someter la iglesia me producen escalofríos, mutilan la voluntad
ResponderEliminarde los individuos,haciéndolos miedosos y por ello sumisos.
Perdona Humberto, la falta de mvi visitas a tu blog, espero que vayan pasando estos momentos, que se normalicen.
Un abrazo amigo.
Qué bárbaro!
ResponderEliminarFeliz semana para todos :)
inyectarse vino creo que es cosa de locos, ahora bien, que estupideces peores han cometido mortales por dioses, ahora y siempre.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo
No todo aquello que sabemos que es bueno nos gusta, en ocasiones escogemos lo malo por que es más sugerente, llamativo e incluso impactante; hay algo que me pregunto siempre, ¿ el protagonista pensaba lo mismo que el narrador cuenta? esa visión desde dos mentes diferentes es lo que más me hace pensar.
ResponderEliminarYa, entiendo que es ficción, sólo por eso soy capaz de comprender.
Tu relato es muy bueno...
Un beso .
aloe.
Ese vino le llevaba a la muerte y a la resurrección,sin duda...Ahí están tus claves,amigo.
ResponderEliminarTu relato nos enfrenta a la muerte,como salida a la "desesperación por la droga"...
En el fondo esa fé,que nos libera o nos esclaviza depende de cada cual.
Mi felicitación por tu profundidad,que nos muestra dos temas en uno,la muerte de la droga...y la vida que promete la religión.
Mi abrazo siempre y mi ánimo.
M.Jesús
La droga, ese suicidio lento y doloroso...y de pronto el fin glorificador, aunque final. Impresionante.
ResponderEliminarUn abrazo.
Enajenación provocada por una doble vertiente
ResponderEliminarMuy bueno escritor!
Un beso
Ya lo dices en el título..."El Mártir"...brindo por la imaginación que le echas y lo tremendo que haces el relato, mis felicitaciones!!
ResponderEliminarUn beso enorme!!
Todos somos víctimas de nuestros temores y definitivamente, de nuestras decisiones. Somos nuestros victimarios y esa siempre es una guerra perdida.
ResponderEliminarÚltimamente se lleva la Pasión.
ResponderEliminarJugar en el tablero de los dioses no nos convierte en dios, ni tan siquiera nos acerca a ellos, que soberbios se alimentan de nuestra fugaz existencia y nos ven perecer sin lamentos.
ResponderEliminarUn beso me ha gustado mucho y un recuerdo sentido para A.A.
El final me dio escalofríos, es durísimo, las creecias y sus consecuencias. Magistral Dib.
ResponderEliminarUn abrazo gigante
Luciana
Un escrito de los tuyos Humberto, nadie podría equivocarse.
ResponderEliminarTu blog me gusta mucho, porque despues del cuento vienen los comentarios. TODOS interesantes.
Abrazos Lucas
Precioso, me paso por aqui a saludar, me gusta :) y a ti a todos vosotros en general tambien se os estraña ^^
ResponderEliminarbsS**
Es que la frase es fuerte para un niño de 5 años...¡¡ay,ay!!el temor de Dios que te imbuia la Iglesia.
ResponderEliminarRecibe mi saludo.
terrible micro.
ResponderEliminaropresiones, drogas, ambas por igual
abrazo*
por su culpa, pos su culpa, por su gran culpa...
ResponderEliminarReligion. Good or bad, it has a lot to answer for. It is an indoctrination for the young.
ResponderEliminarMuy linda historia. Me gustó mucho. Felicitaciones. Te dejo la dirección del mío y te invito a visitarlo. Un abrazo. www.nurinotas.com
ResponderEliminarMártires somos todos, Humberto. El Señor de la cruz nos lo vino a decir. Quizás es por eso por lo que vino aquí, en este profundo de la marmita lleno de mierda, con perdón.él, que todo lo sabía, vino acá a decir 4 verdades.
ResponderEliminarAhora que ya se sabe, ya lo sabemos.
Nosotros mismos lo pedimos antes de nacer.
Para qué quejarse? Era nuestro deseo para aprender.
Gracias
Y me olvidaba por decir: LA VIDA ES BREVE.El Sr. Jesús también lo dijo: leete bien lo que dijo, verás que de aquí a nada sois colegas!!! Igualitos
ResponderEliminarBESOTES
Qué enigma!: Humberto Dib y el Sr. Jesús de colegas tomando un café. Humberto Dib le preguntó: és Usted un Mártir? Y el Sr. Jesús le respondió: Si, Humberto, como tu y como todos, eso les venía yo a contar!
ResponderEliminarEstá muy claro!
El Sr.Humberto y Jesús andan con muy buenas migas.Son colegas.
SALUDOS DE CARLOS DE MADRID
Hola Humberto...esta historia es tremenda, muy triste el final, pero la vida real es así, gracias por compartir tu talento. Recibe un fuerte abrazo.
ResponderEliminar¡Cuántos anónimos juntos!
ResponderEliminarQuisiera yo tener una conversación con Jesús, pues le preguntaría muchas cosas.
Lamentablemente (o no), no soy creyente, así que dudo que Él quiera hablar conmigo. Tal vez suceda después de muerto, pero creo que tampoco, pues más me veo sentado al lado del de cuernos, cagado de calor. ¡Con lo que odio el calor!
Un abrazo.
Con gran naturalidad nos cuentas una historia terrible, como si en realidad no fuese nada importante. Los "mandatos sociales" pueden ser demasiado para quienes aún no son capaces de entender que sí hay elección, y que no siempre ha de ser la que otros indican.
ResponderEliminarBiquiños.
Carmen
Cada uno muere como mejor sabe o puede, creo. Y siempre está involucrado Dios.
ResponderEliminarMuy bueno.
Un saludo.
genial Humberto, como siempre
ResponderEliminarsaludos para vos
Yo en general asocio el vino a la alegría, a la fiesta de la cosecha, a brindar con y por los amigos...
ResponderEliminarPobrecito, lo traumaron de chiquito con el discurso del caliz...
A cuentos conduce a la muerte el concepto cristiano del sacrificio.
Morimos y vivimos todos por discursos, el problema es cuando esos discursos son ajenos y adoptados y no propios.
Un buen análisis, sí, Ceci.
ResponderEliminarSimplemente haría una pequeña modificación: vivimos y morimos en el discurso.
Besos.
Y Dios lo acogió en su seno. Ha descansado, amén.
ResponderEliminarUna historia que entrelaza el fanatísmo de la religión y las drogas .....quizás sean lo mismo.
ResponderEliminarUn abrazo !!
Humberto..." El Màrtir "
ResponderEliminarQue triste historia, como muchas las hay... y nos enteramos por T.V....
mientras existan las drogas, la persona culta o no ha de tratar de cualquier forma o medio de conseguirlas para segùn ellos sentirse fuera del mundanal ruido, en otro espacio.
un beso
Difícil la frase " lo alejaba de su dios acercándosele". Te ha tenido que costar, pero es buena, o sea, me gusta quiero decir. Me gusta ese final de néctar. Con esto no quiero que nadie interprete que me alegro de la muerte del chaval, si no que me gusta el final literario. Posiblemente la trasfusión que le marcó aquél día que fue a misa (cuánto dolor sin documentar) le coaguló el vino. Me gustó, jovencito (jeje, 28, no se olvidará nunca)
ResponderEliminarEres educador social?.
ResponderEliminarSin duda, debe ser algo terrible observar como alguien importante en nuestra vida, destruye su presente y aniquila su futuro con problemas de alcohol y habituado a las drogas.
Es cierto hay una contradicción entre la creencia en la sangre de Jesús es el vino y todos los problemas que causa la ingesta incontrolada de alcohol.
un buen texto.
:))
El pobre jovencito era un adicto y tanto podría haberse inyectado vino, como lo hizo, como alcohol puro, como anfetaminas hechas polvo y mezcladas con cualquier cosa, no veo que debamos echarle la culpa a Jesús del error de toda una sociedad que no supo erradicar tamaño daño de sus estratos de todo tipo.
ResponderEliminarLamento Humberto que esta vez no estemos de acuerdo, en este caso ha sido ofendida mi fe y defiendo con toda mi alma la divinidad y absoluta bondad con el hombre, a pesar de sus defectos, de mi amigo Jesús, al que no tengo ninguna duda que de haberse acercado el pobre muchacho, el fin de la historia hubiese sido otro. Me consta, porque he vivido la desesperación en su grado más extremo y ha sido la ayuda de Jesús la que me ha salvado para poder criar a la otra hija que me quedaba. La iglesia... la iglesia es otra cosa, estoy hablando de fe.
Bueno, el fin de la historia nunca hubiese sido distinto porque lo escribiste vos, me refería a la posibilidad de que algo así fuese real. Y por otra parte agrego, ir a misa y creer en que el vino es la sangre de Dios no es un mandato social sino religioso que sólo el que tiene fe tiene obligación de cumplir. No me imagino a un joven como ese con una fe tan fuerte como para creer que realmente se estaba inyectando la sangre de Jesús, que por otra parte para que lo sea, para los que creemos, tiene que ser previamente consagrada. Un tetra brik que te tomes en el almuerzo no es la sangre de Jesús. Creo que se mezclaron temas que nada tienen que ver uno con el otro. Disculpame Humberto, estoy muy afectada, lo siento porque te quiero mucho como amigo virtual, pero me duele que ataquen a MI JESÚS, me duele mucho...
ResponderEliminarMelan:
ResponderEliminarOjalá vuelvas para leer esto.
No fue ni es mi intención atacar a Jesús.
Por todos los medios, cada semana repito que yo escribo ficción, lo que supone meterse en la 'piel' de un personaje y narrar sus sentimientos o ideas o acciones...
Nada, te lo aseguro, nada de lo que acá escribo es real. Por supuesto que tomo elementos de la vida real, ya que no escribo ciencia ficción.
Ya lo dije, cada idea ficticia que pueda transmitir, cada pequeño sentimiento que se aleje del mío, me acerca a mi objetivo: ser escritor.
Salvando las abismales distancias, no creo que nadie crea que Dostoievski haya asesinado a una anciana para poder escribir Crimen y castigo, o que Alejandro Dumas se haya escapado de una prisión de máxima seguridad para escribir "El Conde de Montecristo.
Posiblemente sea porque existan tantos blogs con vivencias personales (no los estoy criticando), haga que muchos entiendan que éste sea uno de ellos.
La cuestión es que ya no tengo forma de hacer entender esto, así que ya no me afecta que digan "Humberto, no deberías haber aceptado el anillo" o "No dejes números falsos a tus ex novias". Lo tomo con ternura.
Pero en tu caso sí creí necesario que no ataqué el dios de nadie.
Así y todo, agradezco enormemente tu comentario.
Un beso.
Encantada de tu visita al blog, y de tus comentarios, Humberto-
ResponderEliminarMe quedo en el tuyo y al mio te llevo-
Espero verte mas por alli- un saludo cordial-
Muy duro se me ha hecho. Y angustioso. Un relato fantástico!
ResponderEliminarBesotes!!!
Mas vale tarde que nunca estimado amigo, un relato que no necesariamente se da con vino, mas bien con otros quimicos, la idea es estar en su propio planeta, no importando las ideas simbradas desde pequeño aunque sea la liturgia, saludos desde mi querida Guiatemala
ResponderEliminarSi,la iglesia te marca en muchas ocasiones ,y más a una temprana edad donde con esa inocencia que va implícita en los pocos años te lo crees todo.
ResponderEliminarBuen narración de este singular cuento.
Gracias por la visita
Saludos
es una relato seguro y vertiginoso
ResponderEliminarme gustó
la realidad siempre nos supera, se me viene a la memoria un montón de gente que conocí ya hace años y entre algunos la droga era cualquier cosa, como un pasaje a ese paraíso con el que rematas
abrazoooo
pd...fui la 160 wowow
ResponderEliminarLamentablemente, tenemos llenas nuestras calles de 'mártires´como el que retratás.
ResponderEliminarOjalá la sociedad, nosotros, sepamos ayudarlos.
Un abrazo
¡¡¡Inyectarse vinooooo, xD!!
ResponderEliminar¡¡debe ser terrible tener la sangre borracha!! siento muchísimo que algunas personas como tristemente le pasó la protagonista de tu historia, la desesperación les haga meterse cualquier cosa... la sangre envenenada de sangre con alcohol, no me parece nada parecido a la ambrosía, más bien parece el pecado que nos han mandado los dioses... ¡¡una pena!!
Sin embargo como historia, increíble HUMBERTO.
Un besito...para tu amigo, otro.
NO PUEDO CREER QUE ALGUIEN PUEDA MOLESTARSE POR UNA OBRA DE ARTE. VOLVIMOS A LA INQUISICIÓN, NEGRO.
ResponderEliminarEL CUENTO ES MUY GROSO.
UN ABRAZO DESDE CÓRDOBA LA DOCTA.
CHRIS
Yo creo, Christian, que no es una molestia, sino un defensa de una creencia. En ese aspecto me parece válida.
ResponderEliminarUn abrazo.
Mala idea inyectarse vino.
ResponderEliminarY si en vez de vino, se inyectaran vodka. Sería el mismo efecto? Interesante relato Humberto. Saludos
ResponderEliminarUffs…me quedé absorta…buenísimo relato, puro y duro…
ResponderEliminarBsos amigo ;-)
EXCELENTE RELATO QUERIDO AMIGO.
ResponderEliminarFUERTE Y MUCHO; MUESTRA EL PERFIL DE UNA SOCIEDAD, DE UNA JUVENTUD SIN IDEALES, PERDIDA...
BESOS Y GRACIAS POR VISITARME.
Triste realidad de un segmento demasiado grande de nuestra sociedad.
ResponderEliminarLo siento por tu amigo.
Genial relato de vida y muerte. La iglesia...a mi particularmente, lo que nos contaban las monjas en el cole, lejos de admirar o sorprender, me daba miedo todo lo que contaban, me producia una especie de no querer creer lo que decían por miedo que me daban.Hoy, tengo mis creencias y se en que creo y en que no. Y, el mundo de las drogas es para escapar y el de la iglesia...para dejarlo para los creyentes.Yo ni entro ni salgo.Cada cual a lo suyo.Un besito
ResponderEliminarYo tambien recuerdo esas palabras del cura, pero algo me hizo alejarme de todo eso, no podría decir que fue exactamente...
ResponderEliminaruna brazo enorme
Es increíble cómo las mismas palabras pueden alejar a unos y acercar a otros... es una obviedad, lo sé, pero no deja de sorprenderme.
ResponderEliminarBesos.
Me hace acordar un poco a lo que siempre dicen las madres en una juguetería: "si no tienen lo que vos estás buscando, no gastes la plata por gastarla". Y es tal cual, hubieran esperado a que llegara otro dealer o se hubieran cambiado de barrio, se re cagó por no tener paciencia, jajaja.
ResponderEliminarSaludos,
Bellis
i Hola ! Obrigada por sua visita ao meu blog.Você é muito bem vindo pois moda também é diversidade. Já estou te seguindo de volta.
ResponderEliminarAbraços,
Izabel
http://vintageiz.blogspot.com
EXCELENTE! Me a encantado la manera en la que redacto este texto algo tosco pero intenso!
ResponderEliminarDan penita, tantos niños-adolescentes tirados por las calles queriendo sentir algo dentro de sus vidas..., esas vidas que como tu texto porque se convertirán en muertes.
ResponderEliminarBesitos.
Hola Humberto siempre es grato leer tus historietas.
ResponderEliminarEstaré de viaje por cuestiones de trabajo durante 10 días, que tengas una buena semana.
un abrazo.
Me ha encantado el relato, simplemente magnifico!
ResponderEliminarMe da cierta pena
ResponderEliminarpero no por la muerte
sino por la vida que
ha llevado,
un saludo
La huida por el camino más sórdido, el que tiene su encrucijada en la aguja y la vena; mártires de sí mismos, crucificados a la injusticia. Qué horrible la idea de inyectarse vino, casi tanto, en la mente de un niño, como la idea de beber sangre: muy bien hilado, Humberto. Un abrazo.
ResponderEliminarY pensar que hay gente que habla de la 'cultura alcohólica'...
ResponderEliminarPero bueno, siempre hay gente para todo.
Saludos
J.
º°❤
ResponderEliminarº° ✿
Até quando é válido os valores que nos passam quando crianças?
O que é crescer como ser humano?
Ainda acredito que é experimentar... com acertos e erros!...
Boa noite!
Beijinhos.
Brasil
º° ✿ ✿⊱╮
°❤
sem problemas quanto ao seguir
ResponderEliminarvim retribuir a visita
e tb estou seguindo
so nao sei nada de ingles
e nem espanhol
hauhauhauahua
http://www.metirademim.com
Dos temas interesantes has unido Humberto.Por un lado el mundo d las drogas y por otro la manipulación a la que muchos niños se ven sometidos en pos de la iglesia.
ResponderEliminarun relato genial,me gustó.
Besos Humberto.
ººº
ResponderEliminarbueno blog.
Bon fim-de-semana
abrazooo
Jejeje que lindo =) me hizo gracia tu comentario... la verdad ni yo se bien porque lo puse... Malos días, problemas y mucha melancolia xD supongo que estoy mimosa....
ResponderEliminarbsS**
Nunca entendí bien estos temas de la iglesia, así que prefiero tomarme un buen vino tinto y soportar cualquier malestar estomacal. ¿Será cierto que sabemos cuando estamos por morir? Porque en este caso, le sumo un asadito al vino…¡Y que me perdonen los dioses!
ResponderEliminarMuy bueno el texto.
Un abrazo Humberto
Ahh ... Se ... Agora lembre-se, o pai Toninho do igreja Nossa Senhora do ... na Avenida Rio Branco, que sempre acarinhados ... ;-)
ResponderEliminargrande beijo
Valeu! Não vou esquecer, é Toninho mesmo, se eu passar por perto dele vou levar em consideração seu texto ;)
ResponderEliminarBeijos
Bellísimas historias que te hacen volar y perderte en un mundo mágico y al estar también narrado cuando te adentras, la mente siente el placer de vivirlo confundiendo ficción y realidad y eso es algo muy bueno que una historia te haga soñar de esa manera.
ResponderEliminarMuy bueno lo que haces ¡Enhorabuena!
Un abrazo.
Querido amigo, has hecho un buen homenaje..A muchos mártir..
ResponderEliminarMundo de la drogas,terrible
Enfermedad, anula a la persona.
La iglesias, una sociedad, que sólo ven sus propios intereses...
Gracias, por pasar por mi mundo
Besos de brujilla
I was browsing through my blog's comments (http://tiffanyintaintedlove.blogspot.com/2010/09/person-you-love-most-have-best-capacity.html?showComment=1287752253282#c2638252450701631574) when I saw your comment on one of my posts and decided to have a look at yours. I SIMPLY LOVE YOUR ENTRIES!
ResponderEliminarYour words are so kind, Tiffany, I do appreciate what you said, thanks for stopping by...
ResponderEliminarCheers
Vino en la sangre, sangre en el vino... qué más da. Todo es una tragedia y la has plasmado con esa bella tristeza tan difícil de conseguir en el mundo de las letras.
ResponderEliminarSaludos decadentes.
que triste! comparto tu pensamiento de que estos jóvenes son mártires, claro que sí, víctima de los mandatos, a veces pienso tenemos de suerte de haber llegado hasta donde estamos (haber crecido), cada tanto me pasa de ponerme a observar a los niños y adolescentes y pienso en lo difícil que es pasar esa etapa y aún así sobrevivimos.. otros no.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola Humberto! muy duro relato; cuesta digerirlo... Que tengas un buen finde semana.
ResponderEliminarUn abrazo;)
Muchas gracias, Carlos Alberto, que tengas también un buen fin de semana... bueno, a todos, lo que pasa es que...
ResponderEliminarUn abrazo.
Sí,la Iglesia es como el marketing, que ya te apunta desde chico. También lo harán las otras religiones, supongo. Y lo logran bastante, a veces quedás pegado de por vida a una supuesta Fe y misticismo que cuando lo mirás de afuera parece como cosa de locos. Hablando de locos, qué loco ese anónimo que te quiere sentar con Jesús. Y qué fuerte esa imagen de Jesús como mártir, de los jóvenes como mártires. Esos sí que existen, son reales, palpables, se destruyen con el Paco o los matan en una manifestación. Es muy duro tu relato, pero no te disculpes. A los católicos les encanta llenar a la humanidad de culpas. No sé quién es A.A. Pero nunca la droga es cosa de dioses. Y además no hay que mirar dioses improbables sino cuidarse en la tierra. Soberbio relato.
ResponderEliminarSí,la Iglesia es como el marketing, que ya te apunta desde chico. También lo harán las otras religiones, supongo. Y lo logran bastante, a veces quedás pegado de por vida a una supuesta Fe y misticismo que cuando lo mirás de afuera parece como cosa de locos. Hablando de locos, qué loco ese anónimo que te quiere sentar con Jesús. Y qué fuerte esa imagen de Jesús como mártir, de los jóvenes como mártires. Esos sí que existen, son reales, palpables, se destruyen con el Paco o los matan en una manifestación. Es muy duro tu relato, pero no te disculpes. A los católicos les encanta llenar a la humanidad de culpas. No sé quién es A.A. Pero nunca la droga es cosa de dioses. Y además no hay que mirar dioses improbables sino cuidarse en la tierra. Soberbio relato.
ResponderEliminarPuro.
ResponderEliminarMe recuerda a alguien.
Me alegra haberlo leído de aquí.
Un beso.