Se había sentado en el borde del muelle, con las piernas colgando peligrosamente hacia fuera. El río fluía con calma y se respiraba un aire húmedo. Hacía varios minutos que tenía el lápiz en ristre, pero aún no le llegaba una sola idea interesante sobre la cual escribir. Así, quieto, parecía una estatua en cuyos ojos de vidrio se reflejasen -fusionados- los últimos rayos de sol y las primeras luces artificiales. Y un centelleo íntimo de velas que nada tenía que ver con brillo, sino más bien con oscuridad. Creyó, entonces, que ya no le importaban las miradas diabólicas del recuerdo eterno, sin embargo, no pudo esquivar la artera idea de que todo lo que había escrito era sólo basura carente de talento. Cuando se dejaba guiar por la presunción que tenía de ser un excelente juez, su yo crítico hacía una carnicería con su yo escritor. Pero siempre lo rescataba el pensamiento sobón que le aseguraba que lo bueno -lo mejor- estaba por venir. Por eso había llevado un lápiz y un cuaderno, porque tenía la certeza de que siempre había un buen relato esperándolo allí, sentado en el borde del muelle, con las piernas colgando peligrosamente hacia afuera.
-Tal vez un día se deje caer-
Basado en “Las velas iluminan el recuerdo eterno” de la artista Liliana Lucki: http://lilianalucki.blogspot.com/
Estimados amigos:
ResponderEliminarMuchas gracias por los comentarios para “El Fiero de Asunción”.
Agradezco a la artista argentina Liliana Lucki por haberme ‘prestado’ su obra gracias a la cual me di permiso para escribir ese estilo que a mí más me gusta escribir, aunque no sea ‘comercial’, aunque no sea nada.
Que tengan un buen fin de semana.
Un gran cariño.
Humberto.
Primero a ver la obra.....
ResponderEliminarCon final de batazo con las bases llenas, le has dado remate a un micro por demás interesante para todos los que escribimos y llegamos a practicar juicios crueles con nuestras letras.
ResponderEliminarLa mente de un escritor posee generalmente un espíritu muy vivido por haberse sometido a la necesidad de suponer todo lo bueno y lo malo que pueda acontecer.
Y quizás es una vereda del espíritu infinito que sentimos poseer que nos incita a avanzar en éste oficio.
Logrado en gran estilo Humberto.
Sigues en ascenso.
Es un honor tu comentario, Carlos, así de simple.
ResponderEliminarUn abrazo
Ahora si. Pobre.....encima presumía de saber separar lo bueno de lo malo. Que vida tortuosa.... tal vez un dia se dejará caer....abrumado.
ResponderEliminarAbrazo, amigo Humberto.
Vos no sos un tipo, Dany, sos una Institución acá...
ResponderEliminarUn abrazo ya más real.
Si lo hace, ya no podrá escribir lo que espera.
ResponderEliminarSaludos cordiales.
Lindo relato, humberto, a veces uno se pierde en la inmensidad de las cosas por decir y termina quedando varado ante la nada en su mente, como estancado.
ResponderEliminarUn abrazo
uuy pero jejeje tenia que estar atento que la inspiracion te ataca en cualquier lado incluso en el puente!! o en el baño y tambien haciendo el amor!
ResponderEliminarTal vez algún día todos los pendientes nos dejemos caer (terminé de leerlo y busqué a mi alrededor alguna cámara o algo así,,, me fue muy biográfico, je).
ResponderEliminarConmovedor ese centellear de la penumbra. Y el silencio circular de la narración. Los antónimos cada vez pierden más fuerza, "caer" es la puerta de "levantar"; así como dejar de escribir a la vera de un río es garabatear en el cuaderno "se había sentado en el..."
Un enorme abrazo Humberto; comercial, no comercial, más corto, más largo, exceptuando el capricho de los adjetivos venir acá siempre es una forma de encontrarse.
Gracias por compartir.
En un tiempo, se padeció, tras la aparición, de ese juez crítico, cuando la máquina de escribir, el escribir cartillas, y luego botarlas, hecha una bola...Hou basta un clic, y no queda ni el recuerdo. nUN abrazo. Carlos
ResponderEliminaryo a veces me dejo caer ( sin tirarme )
ResponderEliminarluego me invento alas y aún respiro !
:)
bss
Yo creo que todo escritor convive con la íntima convicción (no sospecha, convicción) de que todo lo que ha escrito es una basura insalvable. Lo que me parece dramáticamente cierto en este relato es esa esperanza, esa fe en lo que está por venir. La idea de una redención futura que opera como motor y salvavidas.
ResponderEliminarMe pareció un muy buen relato, como siempre.
Un saludo.
Y... 14.
ResponderEliminarPerdón.
Supersticioso el Yoni...
ResponderEliminarUn abrazo
La idea de que el escritor se sienta a esperar un relato que está sentado esperandolo a él me parece GENIAL, es un círculo vicioso de placer, jeje,como un chocolate.
ResponderEliminarBesos de los grandes.
Luciana
En la certera duda del escritor reside la, también artera, intención de echar (me gusta mucho botar, como lo usan los españoles) por el puente a algún yo, o a todos, sólo por el placer de un buen par de frases. Me ha gustado mucho, sobre todo por esa intención de nada jaja. Abrazo
ResponderEliminarEsa frase dual y diabólica:
ResponderEliminar"Algún día se deja caer"
Merde! que tocaste un tema que nos acompaña en menor o mayor medida a todos.
La crítica despiadada, la esperanza casi infantil...
Muy perturbador, Mr.Dib.
Ya sabés que "este" es de los que me gustan a mí. ;)
Great work, milord. Kiss 4U.
P/D:
Estupenda la obra de Liliana Lucki.
Humberto en tu caso yo creo que ya se dejo caer y seguro que mucho mas que se dejara.
ResponderEliminarSaluditos.
Hola Humberto...como de costumbre, nos regalas un buen relato, al igual que ese escritor, pienso que lo mejor está por venir. Quien cree que ha logrado la perfección, se estanca.
ResponderEliminarY el ser autocrítico es una buena gimnasia espiritual.
Recibe un fuerte abrazo.
"En modo gárgola", que diría mi hijo...
ResponderEliminarMe ha gustado cómo describes la escena. Y, en cuanto a escribir, lo de "comercial" o no es lo de menos. Pienso que cuando el que escribe lo hace como le gusta escribir, eso se nota y el lector lo percibe. Y si no lo percibe, es que no ha leído bien.
Que tengas un buen fin de semana, Humberto.
Biquiños.
Carmen
Una entrada exquisita, inteligentísima. Se agradece, Humberto, que sepas apoyarte a veces en figuras tan destacables como la de Liliana Lucki.
ResponderEliminarTu blog cada día me fascina más. Por eso no puedo arrepentirme de haberte dedicado, no hace mucho, mi post "King Kong en el planeta de los hombres".
Recibe mi más cordial saludo.
Miraba la obra que te inspiró, tan llena de sentido, pensaba que cada uno puede tomar el camino que le sugiera, pero vos siempre encontrás un camino especial, que esas velas tengan que ver para el escritor con oscuridad, es de una gran sensibilidad, la de un artista. Hace poco un amigo me decía, hablando de una canción increíble, que ese autor podría haber compuesto solo esa canción y ya estaba consagrado, no necesitaba más.
ResponderEliminarSin embargo los artistas son como tu escritor, no pueden parar, y buscan la inspiración, afuera si no está adentro, en el borde del muelle, bajo un árbol, en las conversaciones ajenas o en la enciclopedia propia que guardan celosos en su interior. O esperan que se deje caer.
Hermoso relato, quedó el aire húmedo todavía flotando. Me encantó.
Hola Humberto, gracias por regalarnos este relato tan intenso y reflexivo. Y, por favor, no digas que tu estilo de escribir no es nada, que es mucho. A mí, al menos me gusta mucho.
ResponderEliminarAbrazos. Rosa.
Espero que se deje caer el relato por su mente y que no sea él...Besos
ResponderEliminarDejarse caer...pero sólo para impulsarse y volar más alto. Me encantó, como siempre. La luz de la pintora, también.
ResponderEliminarGenial. Es cuestión de esperar.
ResponderEliminarUn saludo.
Esperemos que no se deje caer, y que siga escribiendo, seguramente lo que escribe no debe ser tan malo como cree.
ResponderEliminarUn cariño Humberto.
El fantasear con el peligro, y juguetear con el, puede hacernos exprimir lo mejor, o lo peor, de nosotros. A veces es un revulsivo impresionante.
ResponderEliminarSaludos.
Quizá ese sea uno de los secretos. Buscar sin descanso y eternamente, el texto perfecto...
ResponderEliminarUn saludo indio
Vaya, vaya. Vengo y me encuentro con que si nada lo impide, el mio será el comentario nº 30. Ese nº me trae mala suerte.
ResponderEliminarSi ese escritor se descuida será testigo directo de un acontecimiento terrible, en el que le harán falta los brazos para nadar y le sobrarán el lápiz y el papel. Más le vale tener buena memoria.
Uf qué alivio David se me adelantó y mi comentario es el comentario 31.
ResponderEliminarBeautiful words that express the image perfectly :D XXX
ResponderEliminarQué bien has recreado esa escena y qué real suena a todos aquellos que intentamos hacer nuestros pequeños juegos malabares con las letras.
ResponderEliminarSigue maravillándome cómo eres capaz de contar historias tan grandes en espacios tan pequeños.Besos
Humberto, escribir muchas veces es eso, sentarse al borde del precipicio para decidir dar el salto o dejarlo pasar. Es duro enfrentarse a la hoja en blanco, pero más aún, al yo critico, ese no tiene miramientos y encima es el que más piedras en el camino coloca.
ResponderEliminarMe gustó.
Un fuerte abrazo.
Qué curioso, compartimos casi la misma idea para la entrada del blog en este día. Lo que está claro que la tuya me gusta muchísimo más :-)
ResponderEliminarEs complejo adentrarse en el pensamiento de cualquier ser humano, más si esta mente es creativa y se encuentra en constante disyuntiva. El relato me gusta, porque veo al escritor, él sabe que lo mejor siempre está por llegar...o por descubrir, tal vez su mejor obra sea esa ... estar sentado con las piernas colgadas balanceando pensamientos, indeciso a la hora de iniciar el proceso... como todos. No cabe duda que esos momentos si él los plasmara serían de un gran calado. Es como verlo por dentro, pero él aún no se ha dado cuenta, ya lo hará.
ResponderEliminarMe ha encantado.
Un abrazo, y buen fin de semana.
Aloe.
Es muy sarcástica la frase final, o fina y acerada crítica a los que esperan que baje una musa del cielo en vez de ponerse a trabajar, verdadera y única musa que existe.
ResponderEliminarUn gran abrazo, amigo.
¿Qué contaría la historia en primera persona presente? ¿Qué pasaría por la cabeza del ansioso crítico, y qué por la parte que le toca al escritor?
ResponderEliminarhttp://enfugayremolino.blogspot.com/
Sentado sobre el horizonte, el hombre aprendió a suceder. Como el mar, columpiándose entre dos realidades. Una seca y lúdica y otra húmeda y borrada tan pronto se abre. Me ha parecido fascinante la manera en que diste labios y pies a la obra de Liliana, escapando la figura hacia su exacta natura. Besos.
ResponderEliminarMe sucede muchas veces igual, se libra una batalla cainita o una simple partida de cartas pero ahí se las dan el que quiere y el que duda.
ResponderEliminarMuchas veces te sucederá que tienes varias ideas geniales en mente y por buscar la tercera y no dibujarlas, se van diluyendo y no, el castillo de naipes hay que hacerlo sobre tapete. Pero es tan fácil distraerse...
Un abrazo Humberto.
Nunca hay que perder la esperanza. Sería terrible.
ResponderEliminar¡Suele pasar cuando encaramos las ilustraciones y miramos el papel en blanco...y sigue blanco! Martha
ResponderEliminarUn relato que me hace pensar en los límites y en esos momentos donde sólo el encuentro con lo que uno desea o sabe que está puede llevarnos hacia atrás y seguir.
ResponderEliminarMe encantó.
Un cariño.
Eleonora.
Siempre hay que estar preparado por si salta la liebre.
ResponderEliminarGracias H. Espero no quedar atornillado como las instituciones.....jajja.
ResponderEliminarSi lo que uno escribe hace aflorar alguna emoción propia, cualquiera sea, se va por un buen camino. Si se la saca a otros.....mejor todavía.
Afortunadamente el gusto no es universal.
Abrazo!
De nuevo felicitarte por tu microrelato. Conciso, claro y que transmite mucho en pocas palabras.
ResponderEliminarMás porfi, más relatos...
Besotes
No sólo e encantó, sino que, me atrapó el título y, en parte, me sentí identificada. GRACIAS! un beso.(desde Mar del Tuyú hoy)
ResponderEliminarSe trata de estar atentos- que no en alerta- por si la inspiración decide sentarse un ratito al lado colgando sus piernas también, mientras nos lo susurra todo al oido.
ResponderEliminarMe hace acordar una tira de Mafalda en la que Miguelito se sienta en la vereda a esperar que la vida le dé algo.
ResponderEliminarSaludos,
Bellis
Eso siento muchas veces: la división entre mi yo dibujante y el dibujante crítico que a veces es muy despiadado. Buena descripción del temido momento del folio en blanco. Abrazos, Humberto. Borgo.
ResponderEliminarPrecioso relato Humberto, me ha encantado.
ResponderEliminarHola Umberto, una vez utilizé una obra de Liliana Lucki, para contar una pequeña historia.Que llamé
ResponderEliminarDos hermanas .Llegó el invierno.
me alegra que tengamos eso en común.
Un beso.
A mí también me alegra, África, si puedes deja el link.
ResponderEliminarUn beso.
· Con el lápiz en la mano, siempre llegarán las ideas. Sin él, no hay puerta de entrada.
Si se dejase caer, esa idea entraría en el lápiz de alguien... pero no podría leerla.
· Saludos
CR & LMA
________________________________
·
Noa del Taller Literario del Face)
ResponderEliminarLa idea me pareció original, excelentemente bien relatada, con esa llegad que tan bien sabes! muy bueno!
Es un buen lugar para hallar inspiración,cuando uno está al borde del abismo o en situaciones límites la mente está muy alerta y despierta,te puede sorprender en cualquier momento con cualquier idea brillante.Un abrazo Humberto.
ResponderEliminarComo me revienta la gente indecisa...
ResponderEliminarSí, sí... creo que es una descripción fidedigna de lo que la mayoría sentimos, tanto en el antes, como en el durante y en el después de escribir -o pintar- (en mi caso es por partida doble... jejej)
ResponderEliminarNo sé si este síndrome tenga cura; en un punto es "sano" padecerlo porque de la rara mezcla de autocrítica, desazón y esperanza seguirán gestándose historias -mejores o peores- que irán forjando nuestra experiencia.
El "Tal vez un día se deje caer", quizás tenga varias lecturas: o bien "tirará la toalla" y pasará a ser comida de los peces o tal vez caiga en la libertad de expesarse sin importarle demasiado el resultado; sólo será una catarsis, un medio para descomprimir sentimientos y embates internos.
Como siempre... ¡Grande, Humber!!! Tus relatos llevan a la reflexión. Un abrazo!!!
Ahhh me había olvidado... ¡MUY buena la pintura!
ResponderEliminarGracias Diana, buena interpretación, señal de que ya has padecido el síndrome. ¿Quién no?
ResponderEliminarUn beso.
En realidad te dejas siempre caer, cada vez que posas la punta del lápiz sobre el papel inmaculado... Besos
ResponderEliminargracias por deleitarnos con tus letras, que me encantaaaan!!
ResponderEliminarUn beso!!
Siempre estamos al límite, tanto cuando escribimos, como cuando no.
ResponderEliminarSiempre es un placer pasar tu espacio.
Besos.
Que bien, pero que bien escribes...
ResponderEliminarUn saludo
Hola Humberto, por mí debería caerse para que cambie de posición y no se mantenga sentada todo el tiempo. No hay empresas sin riesgos. Saludos
ResponderEliminarLa esperanza es lo último que se pierde pero el tiempo se va acabando. En algún momento, inexorablemente, habrá que dejarse caer.
ResponderEliminarUn relato hermoso Humberto.
ResponderEliminarSiempre pienso que lo bueno está por venir!
La pintura es sugerente y luminosa, tan bella como la artista que tuve el placer de conocer personalmente, junto a parte de su obra.
No dejen de visitar su Blog, es mágico!
Mil besos.
Todo escritor, yo creo, debería tener a su lado una esposa como la de James Fenimore Cooper, Julio Verne, Gabriel García Márquez y Stephen King, optimistas, fuertes como una roca, listas para levantarlos del piso con manos firmes y sacudirles el polvo cuando se desmoronan subiendo una cuesta, convencidas (sin el menor asomo de duda) de que sus maridos triunfarían como escritores y se sentirían profundamente orgullosas de ellos.
ResponderEliminarTienes una forma de escribir inteligente que me hace pensar y eso me engancha.
ResponderEliminarBicos.
Es muy interesante lo que dices, Ancho... hoy voy a evaluar cuánto cree en mí mi novia. Creo que mucho, pero ahora me haces dudar.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hoy llegue temprano, jaja, solo 71 mensajes!!
ResponderEliminarMe pareció un texto mágico, deben sentirse identificados muchos artistas.
La idea es simple, pero la forma como entras y sales del hecho es especial. En el medio hay una pasaje muy mágico y perturbador.
Un besote.
Sabri!!
Si siempre puede llegar algo bueno pero tristemente para muchos es solo es una chiripa
ResponderEliminarUn besote
¡Sí, te ha quedo exquisito el relato! :) yo creo que la pintura es bellisima y el relato le hace un genial homenaje, (me ha encantado sobretodo la frase:... peligrosamente) :) ¡saludos!
ResponderEliminarEl "peligrosamente" siempre inspira algo ;) Buen relato.
ResponderEliminarUn abrazo.
Siempre se ha de llevar un lápiz y un blog, y la mente abierta, y la crítica en la mano, para mejorar.
ResponderEliminarUn abrazo!
El personaje quiere inspiraciòn y pudiera ser que llevando al lìmite su propia integridad las musas vuelvan de nuevo.
ResponderEliminarUn relato magistral como siempre tù sabes.
un fuerte abrazo
paco
A veces la caída es la revelación
ResponderEliminarSaludos
Hola Humberto,millones de gracias por acercarte hasta mi blog.Es una gran alegria recibirte,mi amigo,¡me encanta el tuyo¡me quedo¡.Besos de luz y paz para ti y los tuyos.
ResponderEliminarUma vez, um amigo escritor que estava com depressão, sentado-se para meditar na extremidade da baía, com as pernas pingentes perigosamente "dentro"... ;-)
ResponderEliminarbeijo
La frase final es sublime, le da todo su sentido al texto. La escritura o la lectura nos salva de muchas cosas pero también puede dejar, en el caso de los escritores, al borde del abismo. Un abrazo.
ResponderEliminarUn abismo al que hay que acercarse, como especulación, como fantasía, pero siempre con la seguridad de que podemos escapar de él.
ResponderEliminarUn beso.
Creo que ser tan duro juzgando tu obra impide disfrutar de ella (me refiero al escritor del micro). Claro que uno sabe cuando lo que escribe es mediocre, insulso, pero para eso está la papelera.
ResponderEliminarTodos entendemos de esos momentos donde las musas y el talento parecen haberse ido de vacaciones. Es inevitable. Y todos esperamos a que vuelvan contentas y con ganas de darnos un poquito de inspiración.
El final da mucho juego porque se puede interpretar de varias formas.
Buen micro, Humberto.
Un abrazo de Mos desde la orilla de las palabras.
Ah! la Inspiración... Tal vez pase de largo por el puente, tal vez se detenga y le llene el cuaderno de hermosas metáforas. Espero que antes de "dejarse caer" algo ocurra. Muy muy hermoso relato corto. Me ha encantado Humberto, como siempre. Mi cariño.
ResponderEliminarThis is really beautiful Humberto!
ResponderEliminarSending you wishes for a beautiful weekend!
Que bueno Humberto, me gusto ese tamborileo con el destino, con las piernas colgando, un abrazo feliz,
ResponderEliminarel dejarse caer...el estar varado...quien lo puede decir...solo vos Humberto con estos excelentes relatos, besos
ResponderEliminaruna idea fugaz en una mente...
ResponderEliminarAlgunos escritores no pueden escribir con el estómago lleno, ni con guita en el bolsillo...
ResponderEliminarOtros necesitan la torturada y martirizante inspiración del amor perdido...
Y algunos mas cobardes... Precisan sentir las piernas colgando del muelle y el pensamiento fatal del salto...
Cada uno con lo suyo...
;)
Besote...
Soberbias las pinturas de Liliana Lucki...
ResponderEliminarParece que siempre es la misma hoja, el mismo texto, quizá, con nuevas heridas...Un abrazo.
ResponderEliminarTal vez en ese duelo que mantiene entre lo que es y lo que le gustaría ser está creando un abismo para sus historias.
ResponderEliminarTal vez sólo tengo que sentir lo que cuenta y ordenarlo hasta que le emocione el resultado.
Humberto, la obra de la artista que te "prestó" el cuadro es muy interesante.
Besos para ambos.
Joder: así es Humbertísimo, pertinente tu relato:
ResponderEliminarMe describiste. Los que amamos esto somos así, forzamos la vida, casi muchas veces estamos al borde de la muerte, al menos los antipoetas bohemios y arrojados como yo. "Solo es hermoso el pájaro cuando muere destruido por la poesía", reza el verso del poeta Leopoldo María Panero. Creo el verdadero artista vive siempre en peligro inminente. No soy "poetita" de salón, casi nadie me conoce en mi país, mas me hago sentir en mis textos autobiográficos y he publicado cuatro libros y ganado premios reales, no virtuales. Así que me tienen mucha tirria los cenáculos y grupúsculos literarios de este pequeño país, donde la envidia en el arte reina de la manera más salvaje!
Abrazos fraternos en Amistad y Poesía verdaderas,
Justo Poe
P.D. Me importa un pito si alguno -a- cree que peco de inmodestia, porque, aún así, tendría toda la razón. Jajaja!
Nosotros somos nuestro peor critico amigo, cuesta mucho quedar conforme con lo que escribimos, tardamos mas en formar una idea que en desecharla, el único salto que debemos de dar es hacia el futuro y en tu caso no el frente por el vacio que se encuentra en tu relato, Me identifico con tu escrito de cierta forma amigo,saludos desde mi querida Guatemala
ResponderEliminar...cuando salgo a la calle, lo mío es andar ebrio de bar en bar declamando y escribiendo textos y tertuliando con las gentes "sencillas" que guardan la mayor sabiduría del mundo!
ResponderEliminarSi se deja caer ya no podrás contarnos el final de la historia.Eres fabuloso.
ResponderEliminarUn abrazo.
Pues no le venían las ideas ya que estaba en un peligro y esto le impedía su concentración (sentado en el borde del muelle).
ResponderEliminarUn abrazo
Buen fin de semana para ti también desde España! besoss
ResponderEliminarBuen fin de semana para ti también desde España! besoss
ResponderEliminarEscribir o no es una decisión. Que a veces se presenta y aveces no.
ResponderEliminarCuando el lápiz está vivo, no hay papel que lo contenga, ni hálito que no le incite a ponerse en marca.
Como dicen...que la inspiración nos pille trabajando.
Me pareció un micro bastante bueno.
un saludo
Muy bello...la lucha interna entre el critico y el escritor. Me gusta la pintura tambien...buen fin de semana, Arianna
ResponderEliminarPienso que es muy normal esa indecisión, esa incertidumbre de si se podrá escribir una nueva obra, si se será capáz o se terminaran agotando las ideas. Muy bueno Humberto, enhorabuena.Millll besitos
ResponderEliminarUn mar de potencialidades comprimidas en esos momentos, pero tus asociaciones van más allá de la inspiración de las velas.
ResponderEliminarSaludos
obrigada pela visita. também sigo seu blog.
ResponderEliminarbeijos!
Ya hacia dias que no pasaba por aquí. El escritor lleva el lapiz y el fotógrafo la cámara. Como siempre genial. Saludos.
ResponderEliminarEs un escritor "acostumbrado a trabajar bajo presión"
ResponderEliminarMe encantó!!!
Te dejo un beso de gran calidad.
Excelente. Me paso a ver la obra.
ResponderEliminarBesos, feliz fin de semana.
Bonito relato Humberto, cuántas veces nos quedamos petrificados ante la nada¡ por decir... Saludos amigo.
ResponderEliminarLa noche es joven:-)
ResponderEliminarPues sí, creo que algunos escritores piensan que están por escribir lo mejor.
ResponderEliminarEn mi caso, como lo que escribo es, principalmente para mí, ya no espero escribir algo mejor o peor, sino simplemente lo que va saliendo de mis viejos sentimientos.
Mi cariño: Doña Ku
Ese yo crítico siempre está ahí, es demoledor y angustioso. Has descrito muy bien ese sensación de abismo.
ResponderEliminarBesitos
Humberto interesante relato.
ResponderEliminarSaludos desde Abstracción textos y Reflexión.
Muchas gracias por todos los comentarios, si ese escritor en verdad existiera, se sentiría muy bien de haber tenido tanto éxito en su duda.... o no ;)
ResponderEliminarsí, tal vez un día se deje caer y alguien escriba un aceptable obituario, que esté a la altura de sus escritos. saludos.
ResponderEliminarExcelente microrelato, bien transmitido; el final me ha causado risa
ResponderEliminarBuen fin de semana
Un saludo
Creo que ya había caído. Como todos los escritores alguna vez cayeron.
ResponderEliminarAbrazos.
Para escribir siempre buscar la inspiración. Por ejemplo en los buses me gusta escuchar a las mujeres y hombres mayores, sus conversaciones acerca de ellos o la vida de sus hijos son sumamente interesantes.
ResponderEliminarHola Amigo esta es la dirección que te hable.
ResponderEliminartararines.blogspot.com/2010/12/dos-hermanas-llego-el-invierno.html
Un saludo.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarLa inspiración en un escritor jamás muere y fuera cual fuese el momento al que su destino lo haya enfrentado, esa luz de la palabra escrita lo iluminará siempre, más aún en esos momentos tan críticos...
ResponderEliminarEl personaje del relato se hallaba estancado desde el trayecto al sueño, entre la realidad y la palabra, allí justo en el centro,allí donde la metamorfosis de la esencia entraba en ebullición...
Como digo siempre amigo: fantástico! felicitaciones!
Un beso.
Ya había respondido antes Humberto, pero ante un error de tipeo en mi comentario lo volví a enviar de forma correcta.
ResponderEliminarQuería aclarar eso. Un abrazo amigo.
...seran otros los que valoren sus obras....mientras el se sumerge en su recuerdo eterno...
ResponderEliminarun abrazo
Siempre hay un buen relato esperando, hay que atraparlo nomás!
ResponderEliminar:)
Un abrazo Humberto!
http://paradoenelabismo.blogspot.com
Siempre hay un buen relato esperando, hay que atraparlo nomás!
ResponderEliminar:)
Un abrazo Humberto!
http://paradoenelabismo.blogspot.com
Pero que locura Humberto!...vaya manera de complicarse la vida. Entrar en este blog es como entrar en un gran manicomio, con perdón. Un carnaval egocéntrico lleno de colores y matices. Definitivamente los artistas estáis un poco tarumbas, pero sois muy divertidos, todos sin excepción.Sin vosotros los demás que no creamos nada estariamos muy aburridos.La pintora excelente...otra del club? Pintando piedras de la playa...increible pero cierto! Si se lo cuento a mi esposa que ahora está guisando una trucha a la navarra exquisita, no se lo pierde!
ResponderEliminarUn gran abrazo y admiración de Carlos de Madrid, España
Pero claro, Carlos, sin nosotros, la gente sana, ¿qué haría?
ResponderEliminarTenemos que encontrarles una fuente de entretenimiento de cualquier lugar.
Lástima que esté tan lejos, me gustaría compartir esa trucha, a cambio te contaría secretos muy interesantes.
Un abrazo.
La gente sana o que no somos artistas nos moriríamos de aburrimiento sin todos vosotros. Mucha gente no somos artistas, el 80% de toda la humanidad no lo es, supongo que artistas se nace. Ya lo dije,lo de tarumbas no era para ofender a nadie y quiero dejarlo claro. Complicarse la vida hasta devorarse es una actitud poco deseable a todas luces, la ley de la supervivencia humana no casa con lo primero.Por eso mismo mi admiración, como se suele decir "mejor un dia de elefante que 100 de hormiga".
ResponderEliminarLa trucha salió exquisita.
Abrazos
Yo lo tomé como un halago, te aseguro. Sin ofender a mis colegas, prefiero 1 comentario de alguien que esté por fuera de ésta o cualquier actividad artística a 100 de colegas de arte. Uno de los varios "defectos" de los blogs es que llegan, fundamentalmente, a un grupo muy reducido de personas que están en lo mismo. Un antropólogo lo llamaría 'endogamia' y yo lo apoyaría.
ResponderEliminarEn fin, que te haya aprovechado la trucha.
Un abrazo.
Dejarse caer. Creo que todos los que escribimos pensamos en hacerlo, lanzarnos al vacío y ver, de una buena vez por todas, si ese relato por nacer es mejor que los anteriores. Arriesgarse, quizás de eso se trata, algo difícil, si ya creemos haber encontrado un "estilo" y, sobre todo, lectores.
ResponderEliminarExcelente texto, abrazo desde el sur.
La espera de la creatividad puede producir desasosiego. La presión autoimpuesta, generar ansiedad.
ResponderEliminarNo es mala idea salir a esperar que se deje caer.
¡Buen trabajo, Sr Dib!
Humberto, como siempre tus letras dan el toque preciso.
ResponderEliminarHoy llegas a lo profundo de la mente del que escribe, de ese espíritu sensible, poco comprendido y mucho menos entendido.
Sabes voy regresando poco a poco, pero aunque no pueda comentar los leo, no dejes de enviarme notificaciones.
Lindo fin de semana
Humberto, un placer, como siempre.
ResponderEliminarUn gran abrazo
¡Hola Humberto! Es la primera vez que leo tu blog, me atrapó de entrada; ya tenés una seguidora más.
ResponderEliminarMientras leía este relato, pensaba en Ernest Hemingway y su "The Snows of Kilimanjaro", en donde Harry (protagonista) esperaba constantemente encontrar aquel gran tema sobre el cual poder escribir y ser reconocido como un gran escritor. ¿Será que ese es el mayor miedo de un escritor? ¿Será que los escritores no confían demasiado en sus palabras? Ojalá que no.
Espero que la frase final del relato ("Tal vez un día se deje caer")no signifique la muerte del escritor, sino la victoria del "yo escritor" sobre el "yo crítico"; lo cual lo llevará, definitivamente, al "recuerdo eterno".
Tu relato me parece realmente hermoso, muy descriptivo y genera en los lectores infinitas imágenes del lugar, el escritor, la situación; podemos ver los colores, sentir la presión y los miedos del protagonista.
Felicitaciones por tus palabras, seguiré leyendo el blog.
Saludos
Daia
Un lápiz, un cuaderno, algo de tiempo y poco más necesita un escritor.
ResponderEliminarMe gustó mucho Humberto.
Un abrazo.
Siempre dejo los primeros lugares para los que saben..¡es que hay tantos creativos que me inhiben!
ResponderEliminarHermoso relato que nace de una persona a la que admiro por la profundidad de sus escritos.Un abrazo Humberto,que tengas una buena semana.
Nadie sabemos como y cuando sera nuestro final pero poder decidirlo es otra posibilidad. Un bessito
ResponderEliminarHumberto, primero, agradecer tu visita a mi espacio, muy bienvenido cuando gustes.
ResponderEliminarHe estado leyendo tus micros..
Y pensé que sí te dejas caer...
En el antiguo duelo entre lo bueno y lo mejor o peor, olvidarse de las criticas, y vaciar el corazón, o las ganas de escribir..es un dejarse caer, sólo que no hay concreto duro, ni río peligroso...
sólo el colchón de nosotros mismos y la necesidad de expresarse ...
y eso siempre es bueno
Me han gustado mucho los relatos que he leído
Espero no te moleste que me lleve tu enlace a mi lista...es la única manera que tengo, de combatir mi despiste y poder seguirte.
Un abrazo
Somos nuestros propios jueces y verdugos. Nos resulta dificil a veces, encontrar el equilibrio.
ResponderEliminarBesos humberto.
Me gusta todo loque escribes
ResponderEliminartiene un ingenio especial
y un vocabulario mágico,
enohrabuena
Me parece una muy buena y acertada metáfora, Humberto.
ResponderEliminarwow! que sensaciones las que produces! me encanta la metafora y pues ojala no se anime y que el lapiz lo detenga!
ResponderEliminarbesos!
Hola Humberto tanto tiempo, !!Felíz año, como siempre disfruto de tus textos, son muy interesantes.
ResponderEliminarCariños
Recién termino de leer tu comentario en el blog de Susana y por eso te digo.
ResponderEliminarQue grande, Humberto, eres un genio
Y entro en el 80%
Saludines
ES DIFICIL SABER LO QUE PASA POR LA CABEZA DE UNA PERSONA CREATIVA, YO NO LO SOY. PERO CREO QUE HAY QUE DEJAR QUE SALGA LO QUE UNO TIENE ADENTRO ESO ES LO MAS SINCERO, PEUEDE GUSTA O NO PERO YA NO DEPENDE DEL ARTISTA.
ResponderEliminarUNA REFLEXION MAS PARA TUS PARES.
UN ABRAZO DESDE CÓRDOBA LA DOCTA.
CHRIS
Me da igual que no sea comercial, es perfecto Humberto. Todos tenemos siempre una parte que nos arrasa y otra que nos arrastra, estoy segura que no se va a dejar caer,porque sé que algo positivo saldrá de su pluma.
ResponderEliminarTodos los escritores han hecho cagadas, como todos los pintores habrán hecho algún cuadro feo de narices, o un albañil ha hecho algo incorrecto ... todos somos mediocres, salvo un día que nos llega la luz y como a tí esa luz no te abandona nunca, porque naciste para escribir y eso nadie lo duda. Y ni de coña se te pase por la mente sentarte en ninguna cosa alta jajajaja.
Un besazo. Amelia.
Amelia, eres una persona muy cariñosa, te aseguro que siento como si te conociera en persona.
ResponderEliminarTe aseguro que mi agradecimiento no se debe a tu halago, sino a tu buena voluntad de venir siempre aquí, a visitar a este amigo en la distancia.
Un beso enorme.
Qué gran dilema el duelo entre el “yo crítico” y el “yo escritor”, especialmente cuando el primero saca sus uñas filosas y nos sumerge en el titubeo.
ResponderEliminarHay que dejarse llevar, todo lo que fluye tiene un sentido, aunque imperceptible.
No sé.
Tal vez el día que se deje caer vaya pasando algún escritor más aventurado y ahí escriba un buen relato sobre un suicidio en el muelle.
Un abrazo Humberto
Cuando hablo del "yo escritor" y digo "nos sumerge" es desde el sentido amplio de cualquier texto, no me considero escritora ehh, sólo libero palabras ;)
ResponderEliminaroi
ResponderEliminarobrigada pelo seu carinho em meu blog
que textos maravilhosos vc tem por aqui, estou te seguindo e sempre passarei por aqui para dar uma lida.
E quanto ao "z" do Brasil, é o sistema do blog que utiliza, ja tentei mudar, mas quando aparece na minha pagina muda pro Z denovo não tem jeito...já tentei de tudo e não consigo arrumar!
abraços!
Hola n_n
ResponderEliminarMe encantan tus entradas... son perfectas para ponerse de nuevo a escribir. Pienso "que bien escribe" y me dan ganas de mejorar (y envidia de la buena XD).
Un abrazo.
Uma boa história sempre vem... quase sempre... inesperadamente...
ResponderEliminarBom domingo!
Beijinhos.
Minas.
✿⊱╮
¸.•°`♥✿⊱╮
Uno mismo es el peor juez, casi nunca nada esta ni terminado ni lo suficientemente bien, es una persistente sensacion.
ResponderEliminarEs un placer pasar a visitarte. Abrazos.
Cada vez que regreso de mis largas ausencias, "me dejo caer" en este maravilloso blog, uno de mis lugares favoritos. Como siempre, disfruto al máximo tus relatos, donde el ingenio y la creatividad se fusionan con esa agudeza mental y sublime inteligencia. Aprovecharé este escaso tiempo para tratar de ponerme al día con tus otros exquisitos relatos.
ResponderEliminar¡ saludos y un gran abrazo!
Es un reflejo de lo que nos pasa a todos los que escribimos, los profesionales y lo no tan profesionales, de pronto repasamos y repasamos el escrito y nomás no logramos quedar conforme.
ResponderEliminarBuen domingo
Besos
Nunca era suficiente para él, aunque bordase sus letras.
ResponderEliminarEterno insatisfecho, prolífico creador, artista.
Besos.
El Yo crítico suele ser un tipo peligroso, desconoce la piedad y sus palabras matan.
ResponderEliminarDa miedo.
Hola Humberto, me gustó mucho tu mirada sobre la mente del escritor, a pesar de las luchas internas prevalece la esperanza en lo que debe llegar, y para eso están ese lápiz y cuaderno, y esa espera.
ResponderEliminarGracias, te sigo leyendo. Un abrazo.
En eso msmo andab pensando yo al leer el relato: tal vez, un día, se deje caer...
ResponderEliminarQué complicado, no?
Eso de sentir que lo haces bien y que resulta que no lo ves así al cabo de un rato.
Y todo es un volver a empezar, un intentar superarse, un esperar a que esa idea llegue...
Tal vez...!
Un abrazote!
;)
¿El escritor o su musa? Es que ir con bajos ánimos al muelle es peligroso. Un abrazo.
ResponderEliminarHola Humberto!
ResponderEliminarCreo que has logrado captar algo de la esencia de cada uno de nosotros que escribimos, cuantas veces nos sentamos peligrosamente al borde porque nuestro yo juez castiga duramente a nuestro yo escritor!
Pero siempre está la esperanza de que lo que viene será mejor.
Un abrazo y muy buena entrada.
No soy escritora así que mi juicio crítico no me rectifica cuando escribo, pero en el trabajo sí me gusta pensar las cosas antes de hacerlas para que salgan bien. Fabulosa la ilustración, muy buena.
ResponderEliminarBss.
http://melancora.blogspot.com
Ninguno de tus relatos deja indiferente .
ResponderEliminarUN besote.
A aquellos que tenemos y tienen la afición por escribir nos sucede igual, buscamos las ideas desde afuera, algo que nos inspire, una vez la inspiración frente a nosotros aparece ese yo interno que va disolviendonos a seres perfeccionistas, y es cuando llegamos a complicar todo. Tengamos vidas interesantes o aburridas siempre el perfeccionismo está latente.
ResponderEliminarSaludos!!!
Maldito perfeccionismo...
ResponderEliminarBesos.
A veces la inspiración llega como la chispa o el pábilo de una vela,encendiendo la idea...
ResponderEliminarEl "yo crítico"es necesario para mantener a raya el orgullo y la vana gloria...De esta forma podemos seguir aprendiendo y superándonos, amigo.
Te felicito porque "tus musas"siempre te inspiran..."te dejan caer..."su reflejo y su luz,que mueve tus letras...
Mi gratitud por tus palabras,Humberto.
Mi felicitación y mi abrazo grande por tu amor al arte y al pensamiento.
M.Jesús
¿HUMBERTO Conoces la película La fille sur le pont ? cuando te estaba leyendo me la estabas recordando... supongo que por lo de los pies colgando en el muelle y ese sentimiento suicida que parece volar en las ideas tu tu protagonista, como en la de la protagonista de esta preciosa película...
ResponderEliminarEl caso es que sin duda, creo que la mejor historia siempre está por escribir y sobre todo... por vivir.
Preciosa la obra que te ha inspirado esto ¿a tí ni se te ocurra colgar los pies de ningún muelle, eh, por favor? sabes que lo haces de maravilla.
Un beso grande, HUMBERTO
María, vi el vídeo que me mandaste, es increíble cómo un mismo texto trae imágenes tan diferentes.
ResponderEliminarUn secreto. Cuando escribí este texto me imaginaba a Horacio Quiroga, no sé si lo conoces, fue un escritor de cuentos muy atormentado, sentado en el muelle de la ciudad uruguaya de Salto, mirando el río Uruguay.
Un beso.
La verdad esque me he quedado fria.
ResponderEliminarMuy muy buen relato y además consejero..
Gracias por escribirlos
un saludo :)
No creo que se deje caer, siempre que exista un papel y lápiz en la mano de un escritor, tendrá cosas nuevas que contar.
ResponderEliminarUn abrazo
Chaplin decía que talento hay mucho ene le mundo , lo que marca la diferencia es el que además trabaja como una bestia :)
ResponderEliminarQue no se deje acer, mejor que se ponga a trabajar en serio.
Muy inspirado el relato, me gustó mucho.
Un abrazo y feliz semana.
Mira, Humberto: Con la inspiración pasa como con la bono loto: Que o te cae o nte quedas a dos velas. Ocurre con frecuencia ( a mí me suele ocurrir) que se te enciende la bombilla en un flash instantáneo ¡y entonces te pilla sin el folio, el papel, el ordenador a mano. Y se repite la escena del abismo una y otra vez y la caída en picado igualmente.
ResponderEliminarNo sewrá tu caso, seguro, que posees dominio de situaciones y recurso de la palabra perfectamente conseguido.
Mi gran abrazo
BRAVO POR LA POETA!!!! bellisimo!
ResponderEliminarhas visto cómo nos comprendemos? es facil...depende!
un abrazo
lidia-la escriba
blog actualizado!
Me pregunto si realmente el espíritu crítico de un escritor es su mejor amigo... o su peor enemigo. Por fortuna, no tengo por qué responderme. Al fin y al cabo, yo no escribo; sólo transmito.
ResponderEliminarEn cualquier caso, su espíritu crítico debería estar sumamente satisfecho con esta historia.
Saludos decadentes.
PD.-Me tranquilizan sus noticias, pero no podía ser de otra manera: soy el Wolcott menos díscolo y más dócil de todos, créame.
En este escrito nos muestras sentimientos en los que todo escritor puede verse reflejado.
ResponderEliminarEs muy bueno.
Un abrazo.
Mercedes.
Sin duda dejarse caer...
ResponderEliminarSi hay algo que comparto contigo es que mi escritura solo tiene sentido cuando detrás hay una insatisfacción.
Ni con la barriga llena, ni con el bolsillo replejo, con el corazón placentero y un premio en la repisa, solo escribo. BASURA.
Justamente cuando tengo el estómago vacio, arena en los bolsillos y el corazón a jirones, escribiré escoria.
Quizás debería darme por vencida en esto de articular palabras y esperar que alguna vez me visite la belleza, pero eso sería una cobardía más a mi lista de pruebas no superadas.
Bien o mal, siempre sueño con la inspiración y como decía Picaso, me encentre en el lugar donde trabajo para poderle dar forma...
LO QUE HE ESCRITO AHORA PODRÍA ELIMINARSE Y NO SE PERDERÍA NADA
Ey, Carmeloti, ¿por qué?
ResponderEliminarTu comentario me pareció muy válido, me imagino que ese final debe ser una humorada.
Besos
¿Sabes a quién me has recordado? A Carlos Ruiz Zafón...siempre me encanta leerte.
ResponderEliminarEl yo escritor jamás se llevará bien con el yo crítico, son polos opuestos, es más, hay que vigilar la espalda pues el yo crítico puede lanzarte al vacío para encontrar una buena historia.
Besos.
generalmente cae,
ResponderEliminaren
el
papel
saludos, fue un gusto
Grandioso texto, con verdades impuestas en un ambiente bastante calmo!
ResponderEliminarUn relato con mensaje: siempre podemos encontrar algo sobre lo que escribir, incluso cuando nos hallamos al borde del precipicio de nuestra creatividad. Ese "yo crítico" del que algunos sufrimos es el que debiera arrojarse por el talud, y el escritor ...que continúe escribiendo, porque lo que puede parecer que son palabras que caen al vacío, muchas veces encuentran un buen sitio en el que reposar merecidamente.
ResponderEliminarMe ha gustado Humberto!.
Un abrazo.
La mar es una buena consejera, siempre y cuando se lo tome con calma su visitante.
ResponderEliminarEscribir y reescibir, esa es nuestra condena.
Y fíjate que este final desasosegado me ha dejado inquieta, recordándome a la gran obra de Huxley "Un mundo feliz".
ResponderEliminarEste juicio crítico hacia sí mismo como escritor es demasiado real como para no dejar de sentirme identificada con él. Con su espera de lo mejor, aún por venir. Fantástico. Yo también quiero fusionar esos últimos rayos de sol con las primeras luces artificiales.
Un beso,
Éste micro me ha encantado,tu pluma fluye como viento.
ResponderEliminarSaludos y un abrazo.
Me gusta este estilo tuyo, veo reflejado en ellos tu inspiración, la certeza y la esperanza de que la vida te depare esos momentos que te hagan escribir día a día cosas nuevas, y tu siempre preparado con tu lápiz con las piernas colgando...
ResponderEliminarun abrazo enorme
Padece cuando hay inspiración, padece cuando no la hay. Al final, más allá de la calmosa imagen frente al agua, la vida del protagonista es algo desesperante. Como a tantos otros, este micro me hace recordar a algunos "yoes" conocidos ;)
ResponderEliminarUn abrazo
PD. Me olvidaba: me gustó mucho!
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ResponderEliminarComo siempre espero unos días para darte mi opinión, para decirte que este es uno de los especiales.
ResponderEliminarMe lo guardo.
Besos.
Caro
Un relato de un alma atormentada. Como tantas hay en el mundo no virtual al costado del escritor. Todo es fuente de sufrimiento: la inspiración y la falta de inspiración... Y en realidad, todo está ahí, en su mente.
ResponderEliminarhumberto... humberto...
ResponderEliminara veces hay quien cuelga los brazos y ya no posee mas fuerza para escribir...
el recuerdo es eterno y se mantiene cuando tiene magia candor y sobre todo... un aliño especial
besos
llegue al ultimo
Y asi es... la llamas del recuerdo que iluminan la mente del escritor, alumbran el papel en el que va quedando cada recuerdo en palabras, que le dan alas a eso que estaba guardado en la oscuridad de un recuerdo.
ResponderEliminarun placer visitarle, dejo mi saludo y mi abrazo.
Hola paso de visita por tu blog, No me puedo creer que tengas pesadillas con las cosas tan bonitas que escribes. Saludos
ResponderEliminarUn grande maestro Humberto, me gustaria escribir como vos.
ResponderEliminarUn besin. Guada
Las velas que iluminan pero que también generan atmósferas de tinieblas, con sombras danzarinas. No llego a captar el significado de "las miradas diabólicas del recuerdo eterno", no sé si hace referencia a su preocupación por no ser recordado como escritor, una vez fallecido, o más bien un recuerdo permanente en su mente. Ese "sin embargo" me oscurece más, aún, pues hace referencia a la falta de talento. Problema mío, seguro. Luego la lucha de yos, y el rescate de que aún no había escrito lo mejor. Final abierto para que ese caminar por el vértice pueda terminar o no en el suicidio. Aplicable el relato a cualquier manifestación de actividad intelectual. En ocasiones pienso que lo mejor es leer best seller, son más largos y hacen pensar menos.
ResponderEliminarYo creo que todos tenemos un poco de críticos, yo al menos a veces siento esa necesidad de juzgarme en lo que hago bien o lo que hago mal, y también pienso que lo mejor está por venir, que todavía no lo he hecho.
ResponderEliminarUn abrazo Humbrto, hermoso espacio el que tienes.Te felicíto.
Se evocan muchas imágenes al leerte.
ResponderEliminar¿Llegaría la esperada historia?
Abrazo.
Bipolar... Yo soy más bien compulsiva, pero igual, loca.
ResponderEliminarQuerido HD, cada que veo una pelicula, me acuerdo de ti.
"Buena calidad" das para mucho. Besos.
muy pero que muy groso. Me encantó!
ResponderEliminarEl final es como el subrayado que le hacen algunos a una firma con carácter. O ese punto que es mas q un golpe que un punto, que le das a una obra terminada.
O como el eructo despues de una buena comida (?)
jajaja
Si se deja caer, se escribirá el capítulo final de una obra que él no escribió.
ResponderEliminarUn abrazo.
Tal vez el juez empuje al escritor...o tal vez el escritor al juez.
ResponderEliminarTal vez esa sea una buena historia y si no la escribe él tal vez la pueda escribir yo.
Abrazos!
Un relato más que no se parece a ninguno...es increíble, con todo los que ha creado.
ResponderEliminarTras leerlo, se me viene a la mente la idea de que el afan de escribir puede adueñarse de la mente de forma que nada importe más que eso.
Tanto como para intentar plasmar en un papel tal vez los minutos últimos de la vida, como para poner la vida en peligro con tal de vivir sensaciones que luego sirvan de inspiración.
También sería buen tema para una novela. Mi cordial saludo.