21 de febrero de 2018

San Pedro


Era la una de la tarde y hacía un calor sofocante, solo las chicharras parecían disfrutarlo y nos lo hacían saber tocando a toda orquesta su terco hit de cada verano. Íbamos caminando por el borde del río, el sendero no era muy claro, estaba escondido entre pastos altos y troncos derrengados o caídos por el constante embate del agua, pero sí se notaba que varias personas ya lo habían transitado antes, seguramente buscando alejarse de las zonas más concurridas, como el paseo público o las playas del Club Náutico o las del Club de Pescadores. Lucila iba adelante, llevaba un bolso con el mate, galletitas, una lona, el celular, unos parlantes bluetooth y otras cosas más para pasar toda la tarde; yo venía un metro atrás con las cañas en una mano y la caja con los elementos de pesca en la otra, un poco distraído y ansioso por llegar a un lugar raso y lanzar la línea al agua para sacar un dorado, un surubí o, en fin, cualquier otra cosa que no fuera un bagre mugroso. De repente, Lucila se detuvo de golpe y pegó un grito, soltó el bolso y abrió los brazos hacia atrás para detenerme. Qué pasa, le pregunté; una yarará, me respondió, tené cuidado porque estas te matan, agregó, y comenzó a retroceder con mucha cautela. Una yarará, le dije, irónico, debe ser una culebrita, las yararás aparecen en los cuentos de Horacio Quiroga, no en la vida real; pero Lucila era de San Pedro, cómo iba a confundir una culebra inofensiva con una yarará, o aun, cómo podía contradecirla yo, que soy un citadino inexperto que solo opina porque vio programas sobre gatos obesos o perros culeros en Animal Planet. Dejame pasar que voy y te la saco de en medio enseguida, le dije, tratando de mostrar una valentía que surge apenas en los primeros tiempos de una relación; vos estás loco, nene, es una yarará de la cruz, me advirtió Lucila; pero yo ya había agarrado un palo del piso y arremetía contra la bicha lanzándole golpes de costado, mientras ella, alternadamente, se anidaba en el centro de su cuerpo y luego levantaba la cabeza y la bamboleaba, amenazadora, haciendo flamear esa lengua bífida y rosada que me daba más miedo que ninguna otra cosa. Lancé muchos golpes, quince, veinte, de un lado y del otro, pero creo que habré acertado tres, a juzgar por el ruido seco que hizo la punta del palo. Sí, no le di más de tres golpes, sin embargo, fueron suficientes como para dejar a la víbora debatiéndose entre la vida y la muerte. Se contorsionaba, se levantaba y caía, se enroscaba en sí misma, soltaba un silbido agudo que podía ser de rata, de pájaro o, no sé, de cualquier ser fantástico, de esos que en su interior albergan mil muertes. Nosotros mirábamos a la víbora con una mezcla de susto y sorpresa de que todavía no se hubiera muerto, porque los pocos golpes que le había dado habían sido muy duros. El tiempo pasaba y la yarará seguía con sus movimientos desesperados, pero de súbito se quedó quieta, como si en una fracción de segundo lo hubiera entendido todo, entonces se irguió lentamente, desafiante, soberbia, conocedora de su poder letal. Con Lucila retrocedimos dos pasos, todavía tomados de la mano, listos para esquivar el ataque inminente, pero la bicha se echó bien hacia atrás y entonces sí, se volvió jichi, basilisco, hidra, dragón..., soltó un silbido escalofriante, abrió la boca y atacó su propio cuerpo. Lo mordió con un odio tan feroz que me puso los pelos de punta. Después de morderse, habrá dado dos sacudidas rápidas y enseguida su cuerpo se ablandó. Ya incapaz de hacerle daño al ser insignificante que la había herido de manera tan boba, se mató a sí misma. Miré a Lucila, le solté la mano y me acerqué al animal. Vos estás loco en serio, esperá un poco, me hacés el favor, me gritó; pero yo no pude evitar ir a mirar a la bicha bien de cerca, directo a los ojos, porque sonreían, lo juro, aunque yo no tengo la seguridad de que los ojos de una yarará puedan sonreír.

84 comentarios:

  1. Estimados amigos, después de mucho tiempo vuelvo al ruedo con un texto en el que intento reproducir el lenguaje característico (y una situación, por qué no) de la zona del litoral de la Provincia de Buenos Aires, espero haberlo conseguido.

    Un abrazo grande.
    Humberto.

    ResponderEliminar
  2. bienvenido nuevamente humberto.
    la bicha no te quiso dar la satisfacción de acabar con ella.
    un "conmigo no pueden" quizás.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias, F, espero que esta vez sea para quedarme un poco más, jaja.
      Un abrazo.

      Eliminar
  3. Se le echaba de menos, amigo.
    Que bonito suena el lenguaje de ustedes desde mañilandia a este lado del charco.
    Abrazos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias por tu comentario.
      Dicen que lo que viene desde afuera siempre suena mejor, no sé.
      Un abrazo.

      Eliminar
  4. Menuda bicha, esa yarará, arrojo tenía, ni quiso darte el gozo de que muriera en tus manos, la actitud de un gladiador/ra...Bienvenido de nuevo, yo tambíen he estado alejada de este mundo algún tiempo.
    De nuevo vuelvo encantada con la historia que nos has regalado.
    Feliz día Humberto.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias por tu visita y comentario, Carmen.
      Un abrazo grande.

      Eliminar
  5. Muy valiente el prota ante tamaña bicha, que opta por el suicidio, ante su poca capacidad para rematar la faena. :)
    Bienvenido al mundo bloguero. Me alegra mucho tu reincorporación.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola, Alfred.
      Me reincorporo y voy a intentar estar más presente, amigo.
      Muchas gracias por tu presencia.

      Eliminar
  6. Qué buena historia!!.
    Bienvenido de nuevo. Un placer volver a léete.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias, Amalia.
      Me alegra volver a encontrar amigos.
      Un fuerte abrazo.

      Eliminar
  7. Qué buena historia!!.
    Bienvenido de nuevo. Un placer volver a léete.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  8. Me alegro de volver a leerte Humberto. La historia es estupenda y como siempre con un final sorprendente.
    Me ha encantado ver el nombre de mi madre, se estila poco por aquí. Le mandaría el relato pero no está para leer ni tan siquiera escuchar.
    Un abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me alegra por lo del nombre y me apena la realidad, Fernando.
      Un abrazo fuerte y gracias por venir.

      Eliminar
  9. Que bien que volviste.
    Y con un buen relato. Creo que conseguiste lo que te proponías.

    La yarará tuvo una actitud épica.

    Saudos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias, mi estimado demiurgo, espero ser más constante.
      Un fuerte abrazo.

      Eliminar
  10. Es una alegría volverte a ver por aquí, me ha encantado la historia, al final la yarará probó de su propia medicina.
    Un abrazo grande Humberto.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pero la probó por decisión propia, digamos.
      Un beso grande, mi querida.

      Eliminar
  11. Empezó muy bien. Esa transformación inverosímil son los miedos tras acometer la matanza. Imagino.

    Un gusto volver a leerte. Yo ante una culebra supongo que la esquivaríae Un fuerte abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Empezó bien y terminó mal, tal vez. jaja.
      Mejor ir por otro camino, aunque muchas veces no podamos.
      Un beso grande. Albada.

      Eliminar
  12. Has regresado, amigo Humberto, con un muy buen relato que, sin muchos rodeos o artificios, logra despertar el interés en el lector.
    De nuevo el ser humano en el centro de la barbarie y lo de la yarará, con su autodestrucción, me parece que es la lección más dramática para que el ser humano, ya ante el horror de la tragedia inútil que ocasionó, se de cuenta de que debe controlar sus impulsos cavernarios y aprender a entrar en armonía con el medio que le rodea. Bueno, espero no estar "meando fuera del tiesto".
    Bienvenido, nuevamente, al mundo del blog.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sabes, Gustavo, que un texto da para muchas interpretaciones. No creo que estés meando fuera del tiesto, pero seguro que tu tiesto es diferente al mío. Me gusta que la Literatura permita estas diferentes vertientes.
      Un fuerte abrazo.

      Eliminar
  13. Explotas en el cuento, el pavor que causa, casi en todo el mundo las serpientes, más si estas son venenosas. Creo que vas directo a esa fobia, que lleva a desembarazarnos de ellas, las serpientes ponzoñosas con una saña. Vas el terror natural, para lograr este cuentos, con los cierres que les sabes dar, donde cabe una reflexión. Un abrazo.
    Carlos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me alegra que te haya parecido un relato que tiene objetivos muy precisos, aunque haya otros más ocultos que solo llegan al que lo escribió.
      Es un placer volver a verte por aquí, Carlos.

      Eliminar
  14. Cuánto tiempo, Humberto. Éramos jóvenes. Desde luego el gancho no lo has perdido. Y además con un relato sencillo, a pecho descubierto, sin trampa ni cartón, que son los más difíciles para epatar.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Éramos muy jóvenes, jaja.
      Mira, me parecía un texto tan simple que hasta dudé de subirlo, pero después me dije que todos, incluso los textos, merecen una oportunidad.
      Muchas gracias por el comentario.

      Eliminar
  15. me ha dado mucha pena el final de la víbora. este pirata la hubiera esquivado.

    así son los textos, despertarán sentimientos diferentes en cada lector.

    un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Mi estimado pirata, me alegra verlo por aquí, ojalá usted también le haya encontrado un sentido.
      Un fuerte abrazo.

      Eliminar
  16. Magnífico. Las serpientes aunque parezca que están fuera la mayoría de las veces son internas y nos aprietan y aprietan. Un abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Amigo Pedro, es muy cierto, hay de los dos tipos de serpientes, pero no hay dudas que las internas son más feroces.
      Buena lectura.
      Un abrazo fuerte.

      Eliminar
  17. ¡Cuánto me alegra volver a leerte! El relato me recordó a una vez que casi me muerde una crucera. Pero no la maté con un palo ni se rio de mí... Besotes!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Pues sí que tuviste suerte!
      Un beso grande y gracias por la visita.

      Eliminar
  18. Eu tenho muito medo de cobras, mas com a sua descrição fiquei com pena da bicha. Há um insecto, penso que é o escorpião que também se mata a ele mesmo.
    Beijinhos Umber ❤

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sinto respeito pelos bichos que têm essa opção!
      Um grande beijo, minha querida.

      Eliminar
  19. Quien a hierro mata a hierro muere, eso creo que viene a decirnos tan sutilmente tu cuento. Es lo bueno que tiene la literatura, que cada uno le saca su chispa.

    Encantada de volver a leerte, querido escritor y amigo.

    Un beso enorme.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias por tus palabras cariñosas, Marián.
      Un beso grande.

      Eliminar
  20. Qué valiente Lucila!
    Yo aunque lo quiera mucho a este chico...cinco pasos para atrás y huyo rápidamente.
    Bienvenido otra vez al maravilloso mundo de Blogger.
    Espero que se quede un rato al menos, hace falta.
    Besos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Mi querida Dana, tu comentario había caído en la caja de spam, qué idiota puede ser el sistema.
      Un rato voy a quedarme, andaba con muchas ganas.
      Un beso grande.

      Eliminar
    2. Spam? Cuanta maldad?!
      jaja

      Eliminar
  21. Supongo que Simone se ha marchado definitivamante en su maravilloso coche...Veo con placer que no te has quedado inconsolable y me alegro de tu encuentro con Lucila.
    Que leccion os ha dado la magnifica vibora !

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. La lección de la víbora es lo que más me ha impactado a mí también.
      Un abrazo grande, mi querida Manouche.

      Eliminar
  22. Impensadamente ( bueno, quizá adrede) el animal logró que el miedo te acompañe por largo tiempo. No te vas a borrar esa "sonrisa". Me imaginé que habías "regresado". Un placer y un abrazo, querido amigo.

    ResponderEliminar
  23. Había oido hablar de la temible yarará. Me gusta que le hayas aportado un toque fantástico como el basilísco o la "Draga" del lago de Banyoles, nuestro "Nessie" local.
    Saludos, Humberto!
    Borgo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Yarará es un nombre muy autóctono, me imagino que de origen guaraní.
      Nadie me habló de la Draga, es una falla de mis amigos de aquello lares.
      Un abrazo grande, Borgo.

      Eliminar
  24. Apareciste al fin! Te doy la re-bienvenida a estos lares, tiempos largos han pasado antes de volver a leerte, espero hayas regresado para quedarte.

    Por un lado quisiera que esta narración sea un simple relato imaginario y no una anécdota real, ya que, siendo muy honesta contigo, considero que lo mejor habría sido tomar otra ruta en vez de la vida de otro ser. De todas formas es emocionante y.. atemorizante también.

    Un saludo. Espero que no hayan más víboras en tu vida jajaj.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias por la bienvenida.
      Hay elementos de la vida real, claro, pero no es una anécdota real, yo escribo ficción, las confesiones íntimas me sientan muy mal, jaja.
      Alguna debe haber.
      Un abrazo grande.

      Eliminar
  25. ¡Qué alegría tu vuelta! Además hace poco terminé de leer tu libro "Ecos de la nada" que lo tenía pendiente hace mucho. Me encantó. Al igual que el texto que nos traes hoy. Tienes un estilo único e inconfundible. Besos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias por tu opinión del libro y de este relato.
      Un beso grande.

      Eliminar
  26. Terveiset Suomesta :) - Suvi -

    http://suvinvalokuvauspaivakirja.blogspot.fi

    ResponderEliminar
  27. ¡Se te extrañaba! Como siempre, inigualable estilo... belleza al leer

    ResponderEliminar
  28. ¡Que gusto volver a leerte estimado amigo!
    Te enroscas en un relato que atrapa. Para quienes conocemos el entorno de estos ofidios vemos visos de realidad, aún cuando tu magia le da ese toque tan característico.
    Te salió redondito! Felicitaciones y una sonrisa bífida.
    Gracias por volver...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es verdad, vos sabés de río, Luis, y me imagino que algo de víboras también.
      Un abrazo muy grande y gracias.

      Eliminar
  29. Es un relato muy visual y con un lenguaje muy rico, enhorabuena. Muy bien representado ese inconciente que para impresionar a la chica se enfrenta al animal, cuántas veces en la vida nos tenemos que enfrentar a bichos. Y la yarará muy digna, autoinmolarse ante la pérdida. Múltiples lecturas para la vida real. Bienvenido, amigo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Yo creo que la vida real tiene múltiples lecturas, Javier, pero no todos las leemos, sea por pereza, miedo o lo que fuere.
      Un fuerte abrazo, querido amigo.

      Eliminar
  30. Me ha encantado leerte de nuevo. Espero estés bien.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  31. Hola, Humberto, un placer volver a leerte, espero que lleguen más relatos con el tiempo.

    ¡Un abrazote! ^_^

    ResponderEliminar
  32. Hoooolaaa! cuantísimo tiempo sin leerte/verte por estos lares, bueno ( debo confesarte que también yo me he ausentado y sigo en modo intermitente ; ) sea como sea una enorme alegría comprobar que los buenos sobreviven a la ferocidad de Twitter y sus insufribles 140 caracteres; )

    Tu final del relato me ha recordado la honorabilidad de los samuráis jaja vamos que la víbora esta murió con el mismo arrojo que los bravos guerreros nipones, ahora bien tienes razón, cómo se nota que en los inicios de una relación ni se mide le peligro ni el tamaño de los colmillos de una víbora ; )

    Enhorabuena como siempre , gracias por seguir estando y muchos besos mi querido HUMBERTO!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Por cierto que ha sonado a argentino de pura cepa jaja ( no distingo los acentos argentinos pero este texto ... lo és, palabra de medio gallega ; )

      Eliminar
  33. Hola Humberto!!!!!!
    Me alegra mucho leerte de nuevo y con una historia, que bien podría haber sucedido. Muy valiente por su parte, enfrentarse a la víbora delante de su chica, aunque inconsciente por su peligrosidad, pero todo vale para parecer controlar la situación.

    Creo que midió su situación y decidió darse muerte ella misma, ante el acoso recibido.
    Un fuerte abrazo con mi cariño!!!!!!

    ResponderEliminar
  34. Boa tarde Humberto!
    Faz tanto tempo que não passava aqui. Estive fazendo uma pausa, e acabei demorando um pouco mais. Pelo jeito você também esteve ausente.
    A história é muito bem construída. Gostei de ler.
    Um abraço e um sorriso.
    Boa semana!

    ResponderEliminar
  35. Todo lo que se arrastra me da terror, me ha gustado mucho este cuento Humberto!

    ResponderEliminar
  36. Tenía su orgullo la yarará, prefirió quitarse su propia vida antes que lo hiciera otro.
    Hola querido Humberto, me ha encantado tu relato, me he visto en la escena, caminando por el borde del río esperando encontrar un buen lugar de pesca y relax, madre mía y aparece esa bicha.
    Gracias amigo por compartir tan bello y emocionante relato.

    Abrazos.

    Lola

    ResponderEliminar
  37. hola Humberto, excelente relato, concluyendo con el harakiri de la víbora , excelente , nunca me lo hubiera imaginado, saludos y bienvenido nuevamente

    ResponderEliminar
  38. Me alegra el suicidio de la bicha, rebelarse ante la injusticia de la violencia no más por su naturaleza venenosa. Una alegría leerte de nuevo.

    Saludos.

    ResponderEliminar
  39. Hola Humberto me encantaron tus escritos!! Te comparto los míos por si quieres pasarte, y si me das algún consejo que soy nuevo en esto te lo agradecería! https://deliriosdeunpensador.blogspot.com.ar/
    Saludos!

    ResponderEliminar
  40. Hola Humberto buenos días muy interesante tu historia ya ves un golpe seco en la cabeza ella moriría al instante, jaja otra vez que te pase por casualidad haz eso todas las serpientes y bichas la muerte la tienen ahí asi que no hagas eso mas jajaja feliz dia me voy con la sonrisa aunque tu valentía sacó de apuro a tu chica besitosssssss

    ResponderEliminar
  41. Genial relato, Humberto. Es un placer leerte. Un saludo.

    ResponderEliminar
  42. Menudo brete para esos dos...magnífico para el autor.
    Besos.

    ResponderEliminar
  43. Khi thị trường dịch thuật ở nước ta ngày càng trở nên sôi động và phát triển mạnh về số lượng như vậy, các doanh nghiệp có nhu cầu sử dụng dịch vụ dịch thuật cảm thấy bối rối khi không biết đâu mới là những công ty dịch thuật uy tín nhất Việt Nam? trong trường hợp này, lựa chọn dịch vụ của ; dịch thuật chuyên nghiệp - MIDtrans một công ty dịch thuật chuyên nghiệp có trụ sở tại 01 Tây Sơn, Nam Lý, Đồng Hới, Quảng Bình là sự lựa chọn sáng suốt.
    Chúng tôi cung cấp dịch vụ dịch thuật đa ngôn ngữ: Anh, Trung, Pháp, Nhật, Hàn Quốc, Đức, Nga, Tây Ban Nha, Bồ Đào Nha, Ý, Hà Lan, Ả-rập, Iran, Séc, Thụy Điển, Đan Mạch, Ba Lan, La Tinh, Hungari, Bungari, Slovakia, Ukraina, Lào, Campuchia, Thái Lan, Myanma, Philipin, Indonesia, Malaysia, Hán Nôm và các ngôn ngữ khác.
    Quý khách hàng có nhu câu biên dịch, phiên dịch vui lòng liên hệ
    Công ty dịch thuật chuyên nghiệp MIDtrans
    ĐC: 01 Tây Sơn, Nam Lý, Đồng Hới, Quảng Bình
    ĐT: 0963918438
    Email: info@dichthuatchuyennghiep.com.vn

    ResponderEliminar
  44. Strange "water hack" burns 2 lbs overnight

    Over 160 000 men and women are hacking their diet with a simple and SECRET "water hack" to lose 1-2lbs each night as they sleep.

    It's painless and works every time.

    This is how to do it yourself:

    1) Get a clear glass and fill it with water half the way

    2) Then do this proven HACK

    you'll be 1-2lbs skinnier when you wake up!

    ResponderEliminar
  45. INSTEAD OF GETTING A LOAN,, I GOT SOMETHING NEW
    Get $5,500 USD every day, for six months!

    See how it works
    Do you know you can hack into any Credit cards machine with a hacked Credit cards??
    Make up your mind before applying, straight deal...

    Order for a blank Credit cards now and get millions within a week!: contact us
    via email address:: {Legitblankcardsonline@gmail.com}

    We have specially programmed Credits Cards that can be use to hack Credit cards Machines
    Nation Wide, the Credits Cards can be used to withdraw at any Credits Cards or swipe Machines, at
    Stores and POS Machines. We sell this cards to all our customers and interested
    buyers worldwide, the Credit Card has a daily withdrawal limit of $5,500 at any Credit cards Machines
    and up to $50,000 spending limit in stores depending on the kind of card
    you order for. Credits Cards Can also be used in any other cyber hack{Services}, we are here for you anytime any day.

    Here is our price lists for the Credits Cards:

    Cards that withdraw $5,500 per day costs $250 USD
    Cards that withdraw $10,000 per day costs $850 USD
    Cards that withdraw $35,000 per day costs $2,200 USD
    Cards that withdraw $50,000 per day costs $5,500 USD
    Cards that withdraw $100,000 per day costs $8,500 USD


    make up your mind before applying, straight deal!!!

    The price include shipping fees and charges, order now: contact us via
    email address:: {Legitblankcardsonline@gmail.com} Or
    Add us on Whatsapp [+13473848100]

    ResponderEliminar
  46. สล็อตwalletI am impressed with this web site, really I am a fan.
    Here is my homepage …

    ResponderEliminar
  47. Harrah's Lake Tahoe Hotel and Casino - Mapyro
    South Lake 계룡 출장안마 Tahoe Hotel 광명 출장안마 and Casino is a casino, hotel, 군포 출장안마 and entertainment destination located 포천 출장안마 in 용인 출장안마 Stateline, Nevada. The property has 512 hotel rooms with a

    ResponderEliminar
  48. https://www.blogger.com/comment.g?blogID=15886130&postID=131621898265483513&page=1&token=1651838409108

    ResponderEliminar
  49. xoslot เป็นเว็บไซต์ คาสิโน ออนไลน์ ที่ ดีที่สุด ชั้น 1 ของไทยและทวีปเอเชียโดยเฉพาะสล็อตออนไลน์เล่นเดี๋ยวนี้และก็รับรางวัล แจ็คพอต! พีจี สล็อตออนไลน์สมัรสล็อตถอนไม่จำกัด

    ResponderEliminar

Cualquier comentario será bienvenido, hasta puedes insultar gratuitamente, ¿o encima quieres que te pague?