Llegó a la esquina a eso de las 9 de la mañana, traía un
montón de bártulos apretados contra el cuerpo. Fue soltándolos de a uno: Colocó
el atril bajo la sombra de un plátano, acomodó en él un bastidor y
luego sacó de la valija un cuenco, una paleta y diferentes tipos de
pinceles. Finalmente, vertió agua en el recipiente y dejó todo sobre una
pequeña mesa destartalada. Varios de los que estábamos allí nos acercamos
intrigados, nos pareció extraño que un artista fuera a pintar un
paisaje tan urbano e insulso. El pintor alargó los brazos, armó una ventana con las manos, se agachó, volvió a levantarse, torció el cuello hacia atrás: Parecía evaluar todas las perspectivas. Cada vez éramos más en la esquina, queríamos saber qué
iba a representar, pero no se veían tubos de acrílico, ni grafitos, ni colores sobre la paleta. Después de cavilar unos instantes, tomó un
pincel, mojó las cerdas en el agua del cuenco y comenzó a observarnos a todos los que lo rodeábamos,
entornando los ojos, como queriendo descubrir dónde se escondía eso
-exactamente eso- que él buscaba. Comenzamos a reírnos -otro loco, dijimos-,
pero nadie se movió del lugar. El pintor se acercó a un niño y apoyó el pincel en
su cabeza, luego fue hasta la tela y extendió allí un color raro, bosquejando dos formas alargadas de un lejano atardecer. Se inclinó, tocó la falda de una jovencita y llevó el pincel al lienzo donde plasmó un maizal, luego rozó los pantalones de un
señor muy serio y diseñó una tierra vasta y plana. Así, frente a la mirada
atónita de la multitud que se había agolpado, iba conformando una pintura indefinida pero muy vívida. Finalmente, vino hasta donde yo me encontraba, pasó
el pincel por mi pecho y lo llevó a su cuadro, entonces el paisaje se volvió
inquietante y lúgubre. Al ver la repentina transformación, horrorizada, salí corriendo del lugar.
No llego a comprender lo que sucedió en esa esquina, pero desde esta mañana (en la quietud de mi cuarto, en el desarraigo de lo inmediato) no he dejado de llorar.
No llego a comprender lo que sucedió en esa esquina, pero desde esta mañana (en la quietud de mi cuarto, en el desarraigo de lo inmediato) no he dejado de llorar.
Estimados amigos:
ResponderEliminarMuchas gracias por las visitas y comentarios para ‘Interruptus en do sostenido mayor’.
Tengo unos días muy complicados con mi correo, pido perdón por cierta ausencia.
Un fuerte abrazo.
Humberto.
Aquel pintor si que lo conocía.
ResponderEliminarSaludos
David
Tal vez más que él mismo.
EliminarUn abrazo, David.
Que tremendo yo interior debía de tener para ser tan lúgubre.
ResponderEliminarDesconcertante relato amigo.
Un abrazo y hasta muy pronto,sólo días.
Muchas gracias, Moli, ahí te mandé un mail, espero que lo leas.
EliminarUn fuerte abrazo y no vemos.
Me pregunto por qué el pintor eligió la parte oscura, habiendo tanta luz en el corazón humano. Insisto, eligió la parte oscura, deliberadamente.
ResponderEliminarExcelente Humberto. Aunque no puedas escribir de otra manera, me gusta decirlo.
Es posible que se tratara de un pintor bastante perverso, sé de más de uno.
EliminarY no, no puedo escribir de otra manera, pero trato, ¡eh! ;)
Un abrazo, James.
Mirar-nos y descubrir-nos con ojos ajenos puede ser terriblemente imquietante y doloroso o... una oportunidad para el cambio.
ResponderEliminarSaludos tucumanos como siempre :)
Y sin embargo creo que es la única forma de conocernos... aunque no quiero decir que siempre nos reconozcamos tan oscuros.
EliminarUn beso enorme, Marcela.
Pues muy perverso el pintor... escoge lo mas oscuro y luego hace llorar al personaje en la quietud de su cuarto...
ResponderEliminartremenda conexión
Saludos
Carlos
Otros lo hacen con la palabra...
EliminarHoy pensaba que a muchos les gusta devolver la parte oscura de lo que ofrecemos, no entiendo muy bien por qué. Bueno, no importa, es retórico.
Un abrazo, Carlos, muchas gracias,
de igual manera es feo, aunque creeme que me ha pasado. La hija del mal tiene un 30% biografico. Y es justo eso, cuando a alguien le das el bien y te devuelve el mal
Eliminarsaludos
carlos
creo que fui el usuario 170,000 en tu blog...enhorabuena
EliminarAhora me has hecho dar ganas de inmiscuirme más en La hija del mal. Lo haré, sin dudas.
EliminarMuchas gracias, te aseguro que hacía bastante que no me fijaba eso, para serte sincero, trato de no hacer números, pues me volvería loco, me sacaría espontaneidad. Lo que no significa que no me impresione ver 3336 personas allí arriba.
Creo que lo que verdaderamente importa es cuán felices nos sentimos con lo que hacemos.
Muchas gracias por tu amistad.
Gracias A ti... y sí claro que me interesa mucho tu opinión... ahora si voy mas lento porque ya me pasó como en las telenovelas, que me agarró el aire con la escritura, tenía varios capítulos escritos pero ya estoy al día...
EliminarPos por allá te espero. Un abrazo.
carlos
Cuando te decides por la prosa poética me desarma, esta es oscura pero atrapa.
ResponderEliminarEl alma es lo más dificil de conocer para mí.
Besotes
No la llamaría prosa poética, pero acepto que te atrape, je.
EliminarY sí, es difícil de conocer el alma cuando tan bien la maquillan de bondad.
Un beso.
Es dificil aceptarnos y conocernos cuando es solamente a traves de otros que logramos encontrar ese verdadero yo que deberia ser mucho mas facil poder conocer por nosotros mismos como si fuera un espejo en el que nos miramos cada dia, quizas algunos dias oscuros y otros llenos de mucha luz, por que somos cambiantes y cambiamos con el tiempo...
ResponderEliminarNo es tan fácil conocerse a sí mismo, no sé dónde se generó esa fantasía.
EliminarPor otro lado, cambiamos, sí, pero en el fondo todos brillamos con nuestro propio color.
Un beso, Zenizientah.
Impresionante Humberto, leí tu escrito miré la luna en el cielo y me sentí apretado!!!
ResponderEliminarEs asfixiante cuando te devuelven lo que no quieres ver.
Abrazos amigo.
Lea del FB
Debemos estar en la misma ciudad, Lea, porque la Luna hoy se ve particularmente ominosa.
EliminarUn abrazo.
Humberto..." Pintor en la esquina "
ResponderEliminarTal vez sea lo que me ocurre, me agrada verme y arreglarme delante del espejo...si asisto a un lugar donde con esas benditas camaritas te sacan fotos o te filman, me veo horrible y es lo que soy...no lloro para que no se me formen ojeras jajaj
Deja de llorar, es hombre no es pintor ni sabe pintar...!!
un beso
Me has hecho sonreír, querida Doris, es verdad que cuando nos vemos en foto o, peor, filmados, no podemos creer que seamos tan feos... pero ésa también es una falsa impresión. Creo que en su mayoría somos todos apenas normales.
EliminarUn beso.
quise decir ...." ese " hombre no es pintor
ResponderEliminarLo imaginé... ;)
Eliminares una lástima que óscar wilde esté muerto pues, él te hubiera explicado mejor que nadie lo que sucedió en aquella esquina.
ResponderEliminar¡si hasta escribió un libro con una experiencia parecida!
un abrazo.
Bueno, Draco, hay diferentes interpretaciones para este texto, la de Dorian Gray podría ser una, pero...
EliminarBueno, tal vez Oscar Wilde también supiera de otras interpretaciones.
Un abrazo.
ES UNA MUJER!!! el personaje es una mujer solo al final me di cuenta, un mensaje demoledor, Humberto, me has dejado helada
ResponderEliminarMe voy mal.
Abrazos.
Muy bien, Stefanía, es así, es una mujer, eres la primera que lo nota y, bueno, creo que tú has entendido de qué se trata... o no.
EliminarUn beso y muchas gracias.
Para mi era un ciego, he conocido un pintos ciego de grande que transformo sus colores cuando veia en oscuras imagenes con la ceguera
ResponderEliminarPero por el comentario de Stefania y el tuyo estoy equivocada
Un abrazo
No, Lapislazuli, lo que sucede es que Stefanía coincidió con mi interpretación como lector, pero no hay una respuesta única, al menos no en este relato.
EliminarMuchas veces hago la experiencia de alejarme de lo que escribí y lo leo como un extraño, y ese extraño coincide con alguien, pero nada más.
Lo cierto es que el narrador es una mujer... después dios dirá.
La versión del ciego me encantó, por cierto, y no sería nada extraño que yo me sintiera atraído por esa diferencia.
Un beso.
Muy pocos seres tienen la sensibilidad de tocar y a la vez sentir(ver), el dolor que ocultamos en nuestros corazones...
ResponderEliminarEspero te encuentres con más pintores así iluminan tus días tristes.
Abrazos desde la cordial Santa Fe de la Vera Cruz - Arg
Muchas gracias por el comentario, Gustav. Reflexivo y sentido.
EliminarUn abrazo hacia la cordial Santa Fe.
¡Hola Humberto! No comprendo mucho por qué llora la mujer, sin embargo me esa intriga que me deja el relato me encanta ¡Un abrazo!
ResponderEliminarNo siempre el llanto tiene una explicación. En mi caso particular, más de una vez se me escapó una lágrima sin saber por qué.
EliminarUn abrazo, María.
Quizá la sensibilidad del artista es capaz de llegar a lo más profundo y ver en el otro su interior.; una forma inquietante de descubrirlo...
ResponderEliminarEs un placer leer tus textos, siempre tan interesantes. Besos
A veces demasiado inquietante, Hanna, como le pasó a la protagonista.
EliminarMuchas gracias por tu comentario.
Besos.
Me place que andemos conectados con los temas, Profe!
ResponderEliminarEl Arte y sus misteriosos caminos...
Descubro con sorpresa que muchas personas le endilgan al pintor la culpa de la desdicha de la dama. Desde el principio imaginé a este hombre como una especie de decodificador. Es el instrumento que sirve como puente entre el lienzo y las circunstancias de la gente. Se dedica a plasmar lo que sale de cada espíritu. Ella está llorando porque finalmente pudo "verse" y eso es bueno. De ahí en más se hará cargo o no, de cambiar su realidad.
Esaaaaaaa!!! Mirá como me involucré en la historia!!! Ahí está la magia.
Kisses for you, milord! Amazing work!
P/D: Ya está copiado el nuevo mail. :)
Y yo me pregunto, ¿no es lo que hacemos todo el tiempo? Me refiero a endilgarle la culpa a otro.
EliminarEs verdad, te involucraste, tal vez porque sea una mujer a la que hoy le tocó estar allí arriba: en el texto.
A big kiss, my BeeBee.
Bellísimo el relato Humberto!!! Un abrazo
ResponderEliminarMuchas gracias, Winnie0.
EliminarUn fuerte abrazo.
Humberto:
ResponderEliminarQue sea una tela, una conversación, un comentario sobre uno escuchado al pasar, no cambiaría el fondo del argumento.
Por supuesto que cuando lo tornas mágico, a través de pinceles con solo agua en ellos, la historia se hace más interesante. Ese toquecito, una astucia, es maravilloso, pues interesa al lector y lo despista de la obvia referencia a un feed back inesperado.
Es lógico que ella termirara encerrada y llorando. Si hubiese pintado un cielo diáfano, estaría riendo por la ocurrencia.
No hay caso, sos muy imaginativo y manejás muy bien tus textos, lo que da gusto leerlos.
Un gran abrazo.
Si hubiera pintado un cielo diáfano, se habría envanecido tanto que ya puedo imaginarla contándole a las amigas lo maravillosa que es, cómo los artistas consiguen captar su esencia.
EliminarInsisto, creo que en términos generales somos todos así.
Muchas gracias por tus palabras.
Un abrazo.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarEs un buen regalo que alguien te ayude a abrir compuertas y así limpiar con lágrimas angustias e inquietudes.
ResponderEliminarComentarios antiguos, jeje escribes mucho y tengo pocos ratitos para comentar, así que ahí van comentarios atrasados.
Chee Chee Camoongah
A veces, como en el cuento de “el traje nuevo del emperador”, no somos lo suficientemente sinceros, aunque no entendamos una obra tendemos a alabarla .. no vayan a pensar los otros que no tenemos sensibilidad artística.
La del problemático problema para ir al WC.
Casi me meé de la risa. Ya veo que ser hombre es terrible. Lo mejor será hacerlo sentado.
Un abrazo.
Me gustó tu resumen de comentarios, me sacaste una sonrisa.
Eliminar¿No probaste hacerlo en una revista especializada?
Es cierto, no siempre aparece alguien que nos libera de angustias guardadas, el tema es saber capitalizarlas y no quedarse sólo con llorar.
Un abrazo.
Hola Humberto!!!!
ResponderEliminarDesde luego el pintor sabía captar el alma humana, de cada persona se llevaba lo que él veía y lo reflejaba pintándolo en su cuadro, pero al tocar el corazón de esa mujer, vió sentimientos oscuros, quizás él lo interpretó así, pero a esa mujer le hizo daño el darse cuenta cómo la veía.
Quizás ella también se veía así.
Inquietante relato y muy bien escrito, amigo mío!!
Pero hay tanta belleza también dentro de cada uno...!!haber si la próxima vez pinta un cuadro lleno de vida y color, tú sabes hacerlo, píntalo Humberto...te recuerdo que me lo prometiste!!!
Un abrazo lleno de colores y alegría por leerte!!!!
No creo que ella se viera así antes, fue demasiado sorpresivo ese cuadro oscuro.
EliminarEs verdad, podría escribir un cuadro colorido, pero no es que no haya escrito nada alegre, creo que desde que me lo pediste, subí varias cosas divertidas... románticas no, hace mucho que no pruebo con algo 'amorosiento' ;)
Un beso, Estrella y muchas gracias.
Hola Humberto, me ha arañado el pecho; inquietante y soberbio el avance en el relato.
ResponderEliminarMe alegro de estar por aquí; leerte, como siempre un placer.
Abrazo.
Para mí también es un inmenso placer verte por aquí, créelo porque es así de cierto.
EliminarMuchas gracias.
Es desolador tu micro, no me extraña que haya huido y no haya parado de llorar. No me extraña.
ResponderEliminarBuen micro
Muchas gracias, Luisa, tal vez yo también habría llorado... o, como hombre típico, le habría tirado el lienzo al demonio, sólo para negar.
EliminarUn abrazo.
Hola Humberto ,quizá el pintor al tocar tu pecho con la punta del pincel se llevo tu corazón y lloras por que estas "descorazonado".
ResponderEliminarUn saludo.LUZ
Podría ser, Luz, como no tiene un final definido, bien podría tratarse de un robo de corazón. ¿No es lo que creen en los pueblos ágrafos, que las fotos les quitan el alma?
EliminarUn beso.
Hola Humberto ,quizá el pintor al tocar tu pecho con la punta del pincel se llevo tu corazón y lloras por que estas "descorazonado".
ResponderEliminarUn saludo.LUZ
Pintura inquietante la que traza tu relato de hoy. Me ha gustado mucho la frase final, el llanto rodeado por el desarraigo de lo inmediato; casi me gustaría que el relato se extendiera un poco más por ahí, por esa tremenda indefensión.
ResponderEliminarAbrazos
Después de leer muchos micros, aquí y en otros blogs, tengo la sensación de que muchos podrían seguir, o tener más contenido en el medio, pues hay frases, trechos, que así lo piden. Esa indefensión suprema da para mucho más, es verdad.
EliminarUn abrazo.
Algunos pueden ver en nosotros algo que ni por casualidad podemos llegar a imaginar.
ResponderEliminarUn abrazo
Aunque pueda horrorizarnos o darnos bronca, es así.
EliminarUn abrazo, José Manuel.
Siempre tienes esa capacidad de ganarte el interés del lector con cualquier relato, al convertirlo en algo mágico y con un final sorprendente. Deberías de empezar a plantearte el escribir una novela. Estoy seguro que sería un éxito.
ResponderEliminarUn abrazo, hermano.
El año que viene me voy a dedicar a eso, Carlos. No digo que vaya a cerrar el blog, pero hay muchos proyectos detenidos y que piden pista.
EliminarMuchas gracias por tu comentario.
No sé si lo dijeron, pero es un típico ejemplo de "maten al mensajero". Es más, no sé si algo de culpa no tendrás vos, por publicarlo. Hacer llorar a esa pobre criatura. ¡Vergûenza debería darte! ¡Linchádlo! Y así es como hemos quemado/linchado/condenado al ostracismo, etc. etc. a miles de artistas, hasta que finalmente entendieron que el naif era lo único que debían pintar. Abrazo de Iron Maiden...
ResponderEliminarYo creo que el naïf es bastante tramposo, hay mucho escondido en esa supuesta inocencia... o seré yo que le busco el pelo al huevo y creo ver complicaciones donde no las hay.
EliminarSea como fuere, quemad a los artistas, que se vayan todos a trabajar, qué embromar.
Un abrazo de... Pearl Jam.
Observar a un pintor mientras va creando es siempre un acto alucinante, un mundo que se va abriendo ante nuestros ojos, pero en este caso con sorpresa mayúscula. ¡Buen relato, ya lo creo!
ResponderEliminarMuchas gracias, Francisco.
EliminarEres siempre muy amable.
Un abrazo.
Un gran relato y con un final de los que me gustan; inquietante. ¿Podrías incluir más acpítulos sobre el mismo tema, no?
ResponderEliminarUn abrazo.
Podría, José, pero por este año creo que no voy a escribir nada extenso, en el hemisferio sur estamos todos muy cansados, necesitamos vacaciones ya, las neuronas casi no hacen sinapsis ;)
EliminarUn abrazo.
Después de leer detenidamente lo atrasado creo que: estuvo muy bien A al decirle a B de una manera “frontal” quien era C pues del propio monologo de B se podía ver que clase de persona era.
ResponderEliminarPara decir la verdad en las lluvias que últimamente venimos teniendo en Buenos Aires no encontré ninguna música, es más, ya ni siquiera camino debajo de ella como solía hacerlo.
El pintor sabe captar el alma humana y el inconsciente se ha mezclado en este escrito, a veces es bueno que alguien nos muestre nuestro interior para poder llorar por eso y así volver a empezar.
Tienes la dirección de esa esquina, quisiera dar una vuelta por ahí….
Cariños….
Creo que es la esquina de México y 24 de noviembre, en Boedo, pero no estoy seguro.
EliminarSos la 2° que hace un resumen de comentarios, me gustó, es atípico.
Un beso.
Un comportamiento normal dentro de lo anormal. Pero ese no es tu caso real. Es un relato estupendo que nos intriga las sopresivas reacciones que el hombre puede tener frente a la exteriorización de su intimidad. Tal vez una reacción que todavía adolece...
ResponderEliminarMe gustó mucho la originalidad.
Un abrazo cálido señor HD.
Muchas gracias, Genessis.
EliminarNo sé cuántos de nosotros estamos preparados para que venga alguien y nos diga: así eres.
También hay que contar con la posibilidad de que el pintor pueda equivocarse.
Un fuerte abrazo.
Admiro tu imaginación y el sentido que le das a estos relatos maravillosos con los que nos haces meditar y reflexionar...¡¡¡Sublime!!!
ResponderEliminarUn abrazo.
Muchas gracias, Pedro, no hay mucho más por decir.
EliminarUn abrazo.
Es un relato equisito y conmovedor. Nuestros colores. Y no sé por qué me quedo con la sensación de que ese pintor puede ser uno de esos personajes eternos. Un abrazo.
ResponderEliminarEternos y muchas veces odiados, Darío. No sé si nos bancamos la Verdad.
EliminarUn abrazo.
Exquisito, por dios!
ResponderEliminarMe gustaba más 'equisito', sonaba más popular ;)
EliminarPainting give so much away of the inner mind. Have a good day Diane
ResponderEliminarPainters have seen things in the faces of his models that could scare anyone... That's why I chose Literature.
EliminarCheers, Diane.
¡Yo quiero algún día poder pintar así! Qué buena idea. Un pintor que atrapa los sentimientos y el estado de ánimo y lo plasma en un cuadro. Abrazos y graciaspor compartir el relato. Borgo.
ResponderEliminarCreo que muchos han conseguido hacerlo, pero habría que convivir con el modelo, tener una vínculo superior al simple retrato.
EliminarUn fuerte abrazo, Borgo.
Muy bonito y poético el relato, me ha gustado mucho.
ResponderEliminarMuchas gracias, Odialex.
EliminarUn fuerte abrazo.
Por qué echarle la culpa a la mujer? Qué le hizo? Se rió muy fuerte?
ResponderEliminarViéndolo desde otro lado de la esquina por supuesto.
Que cargado tenía el pincel, pobre pintor.
Saludos.
No fue mi intención echarle la culpa a la mujer... Bueno, en realidad, no tuve la intención de echar ninguna culpa, al menos no de manera consciente.
EliminarUn pincel MUY cargado, uf.
Un saludo.
Um texto belisimo, muito bem realizado e uma vez mais você me surpreende.
ResponderEliminarTodos nós temos um "pintor" dentro de nós e muitas vezes conseguimos adivinhar os sentimentos dos que nos rodeam. Foi isso que levou a protagonista a abandonar o "palco" quando viu plasmado no quadro o sentimento amargurado que a afligia. É como quando nos damos conta de algo terrível que nos vai acontecer e não estamos à espera (Já passei por isso e chorei muito).
Esta é a minha leitura.
Beijinhos Humberto.
Flor
Uma leitura muito adequada, minha querida Flor.
EliminarAcredito que todos nós já enfrentamos um artista que desvendou sentimentos dessa forma, não quero nem lembrar, mas depois percebemos que foi bom ficar nus... alguma vez.
Beijinhos.
Dib:
ResponderEliminarDesasosegante y angustioso.
Salu2.
Algo así, Diego... algo así.
EliminarMuchas gracias por estar siempre.
Guau, Dib, se me frunció il cuore. Tiene la dosis justa de lirismo pero no deja de resultar inquietante, eso,, muy inquietante por eso de que ciertos artistas le das la mano y te arrebatan el alma como si nada, eh. ufff Dib. Así no repunto, mierda. No me haga caso porque últimamente vengo para atrás. Y hasta hablo sola en los comentarios de blogger. No way.
ResponderEliminarSaludos van!
Por eso no hay que tener parejas artistas, pueden ser muy peligrosos.
EliminarEspero que repuntes, porque lo vengo leyendo desde hace unos días, si venís el sábado, podemos hablarlo mejor... si querés, claro está.
Bueno, yo también le hablo a los textos, pero no soy garantía de salud.
Un abrazo.
No creo en absoluto que este pintor al que hace referencia tu relato haya sido un pintor con aires de perversión, absolutamente para nada, todos dentro de nuestra multiplicidad de "yoes" tenemos algún "yo" con tinte oscuro, esto es inevitable, como es inevitable también que el pintor lo perciba, ya que tanto los pintores como los poetas vemos siempre un poco más allá de todo lo demás, hasta más allá de nosotros mismos; arte + sensibilidad + intuición = magia absoluta y esta fórmula se nota claramente en tus relatos.
ResponderEliminarExcelente, saludos.
Podemos reunir los dos pensamientos sin que se contradigan. Esto es, un artista ve más allá, sin dudas, pero en esa visión que escapa a los demás, también (y sin querer) puede hacer daño.
EliminarNo todos logramos aceptar nuestra parte oscura, el Darth Vader que vive dentro de nosotros, si me permites la analogía cinematográfica.
Muchas gracias por tus palabras.
Yo, pintora, también hubiera salido escopeteada, con ese ojo que todo lo mira.
ResponderEliminarEn defensa a ultranza del pintor de tu relato, haremos bien en convenir que no hay mal retrato si existe buena pose.
La culpa, de
¡los pinceles! jejeje
Abrazos
Un ojo demasiado entrometido...
EliminarTienes razón, la culpa es de los pinceles, construidos con las barbas del diablo.
Un abrazo.
Siempre logras sorprenderme, ya se que no te gusta esa palabra, pero lo lamento es así!
ResponderEliminarUn texto mucho más oscuro que el dibujo de Wilson.
Eres excelente, eso nadie lo puede negar.
Besos
Yo creo que hay una confusión, no es que no me guste la palabra 'sorprender', no me gusta la sorpresa-no-sorpresa... Un tema largo y trillado en este blog.
EliminarWilson es un artista muy joven, recién está dando sus primeros pasos.
Muchas gracias, Lula.
Me quede frío Humberto.
ResponderEliminarTus textos son imaginativos mas de una vez quise escribir algo despues de entrar a tu blog, solo para mi, no para publicar por que ni blog tengo, pero me senti con ganas de decir muchas cosas. Te agradezco por esa inspiración ya lo voy a hacer.
Un abrazo.
Matías
Es un honor lo que dices, Matías, ya verás que puedes decir lo que quieras.
EliminarUn abrazo.
Todos llevamos negativo y positivo en el paquete que formamos. Un día, podemos comenzar una obra de manera positiva, pero de repente, sin saber bien por qué, ni la razón de ése inesperado cambio, la negatividad aflora por todos los poros de nuestra piel.
ResponderEliminarY en la actualidad, son muchas las causas que nuestro objetivo localiza con el mal...es perversión el mal en sí? quizá no, quizá se ala propia perversión quien engloba al mal más negro.
Tu relato, que como siempre, sabes contar de manera tan certera, con palabras llanas y la vez bellas, nos habla sobre todo del caos interno que muchas veces no sabemos cómo comenzar a ordenar...
Saludos amigo mío.
Me gustó tu reflexión, Mascab, pero soy de los que creen que hay una tendencia más fuerte de los polos pos-neg en cada persona. No me preguntes las causas, pero es palmario al evaluar la vida de cada uno.
EliminarMuchas gracias por tu comentario.
Un beso.
Un hermoso ritual del que sabe lo que quiere hacer y es consciente que no todo se puede plasmar en un lienzo. Cada mirada es un mundo y es muy importante la forma de mirar.
ResponderEliminar¿Tan horrible fue lo descubrió dentro de si misma que la hace llorar? ¿Tan vacío de contenido que no se puede plasmar en un lienzo?
Pero las lágrimas redimen y si no nos gustamos puede ser un buen comienzo cambiar esa visión. Magnífico Humberto.
Un abrazo
Una buena conclusión, si no nos gusta lo que vemos dentro, pues a cambiarlo, en la medida de lo posible.
EliminarUn beso, Katy.
Cautivador, a la vez que doloroso... quien menos nos esperamos, logra sorprendernos y acabamos analizándonos.... Mis más sinceras felicitaciones, siempre es placentero a la vez que inquietante, sumergirme en tus palabras.. Besos
ResponderEliminarMei
Muchas gracias por tus palabras, Mei.
EliminarUn beso enorme.
Pintar el alma, el estado de animo, la conciencia, tocar con el pincel al ser humano es la esencia de la creatividad. Ese doble filo de tu cuento, tus cuentos, siempre me dejan pensando en lo que somos, en lo que vivimos, en lo que sabemos y no sabemos de nosotros mismos. Es un aprendizaje leerte. Magnífico también Wilson Javier Cruz Fagua. Un abrazo.
ResponderEliminarMuchas gracias, Julie, me encantó tu interpretación. Un pincel creativo que nos toca.
EliminarAprovecho tu comentario para decir que lo que hago es simplemente artístico, o eso intento, nada de querer mostrar el camino de la Verdad.
Un beso enorme, querida amiga.
Me ha sobrecogido este final... Impresionante. Con cada relato me sorprendes más!
ResponderEliminarBesotes!!!
Me alegra que te gusten, Margari.
EliminarUn abrazo.
Un tema complejo el que abordas, es difícil dejar al descubierto lo que sucede con nuestras emociones, y peor aún darnos cuenta de cómo estamos o somos interiormente cuando vemos desde fuera a nosotros mismos... nos averguenza. Creo que el fondo de nuestras emociones está sesgada, sujeta a que las mujeres o las personas siempre debemos sentir cosas positivas o lindas... el no sentir la otra parte más oscura o amarga... los sentimientos como en las comidas ... de todos los sabores y coleres diferentes!!!!
ResponderEliminarMuy complejo, Quiltra.
EliminarLa visión del uno mismo siempre está sesgada, pero es normal, es una forma de poder seguir adelante. Ya me siento Paulo Coelho ;)
Un beso.
Muy fuerte Humberto pero excelente escrito.
ResponderEliminarUn abrazo.
Lalo
Muchas gracias, Lalo.
EliminarUn abrazo.
Ver lo mas oscuro que escondemos es una cruz, y creo que no deberia ser mostrado si no queremos mostrarlo.
ResponderEliminarPintores así son un poco indiscretos
Besos, Maestro
Pobre pintor, al final es toda su culpa... o del creador del pintor, je.
EliminarUn beso y muchas gracias.
Qué buen relato, Humberto.
ResponderEliminar“Si nos fuera dado poder vernos como nos ven los demás, de cuantos disparates y necedades nos libraríamos” (Robert Burns).
Muy buena la frase del poeta escocés...
EliminarMuchas gracias, Macondo.
Un abrazo.
El pincel del pintor,apsorvia,el espiritu del pensamiento,al pasalo por los cuerpos escogidos,hciendo de los mirones el lienzo que ellos esperavan. un abrazo
ResponderEliminarHasta cierto punto, Julio, la mujer creo que no esperaba ser ese lienzo.
EliminarUn fuerte abrazo.
A través de la mirada profunda de otro te descubres, te conoces, quizá sea el momento del cambio, después del llanto que limpia todo daño se retoman las cosas, se crea, se edifica y lo triste u oscuro se queda fuera, es de entender que siendo mujer le afecte la forma que otros observen su interior, desde siempre somos mas sensibles a eso.
ResponderEliminarEs lo que entiendo, si me equivoco y el texto se refiere a un hombre, tú por ejemplo te diría que por mi parte me pareces único y a mi me gustas así :), es perfecta tu personalidad
Besos Humberto
No, no se trata de mi, Ame, ni tampoco de un personaje masculino, es una mujer y tu explicación me pareció muy acertada. Para muchos hombres, el pensamiento o sentimiento de una mujer es todo un enigma, en mi caso es apenas un secreto bien guardado.
EliminarMuchas gracias por lo que dices, en verdad eres una persona muy dulce.
Un beso enorme.
Sabes, cuando leo un tema, siempre lo personifico en la persona del blog, ya, ya se que bueno no es así, imagina el mío entonces? :), pero querido amigo, sucede que te concentras tanto en la lectura que solo escribes lo que nace, cuando regresas a leer dices, dios!, yo he puesto esto?, en el ejemplo que te di es lo que siento :), y claramente se percibe se trata de una chica :)
EliminarBesos Humberto y gracias por tu visita
De todas formas, no me quejé, Ame, a mí también me pasa que identifico el texto al autor, es un mecanismo bastante espontáneo.
EliminarY claro que me ha pasado contigo, muchas veces me cuesta desdoblar la Ame que deja mensajes aquí de la que hace subir la pasión allá, en su espacio.
Siempre me han fascinado los pintores y su manera de hacer, pero éste tuyo es asombroso. Me temo que de mí también sacaría algo lúgubre ayer. Hoy no, hoy calma. Besos!
ResponderEliminarEntonces sería mejor que te pintara hoy, si tuviera que hacerlo.
EliminarUn abrazo, Francesca.
Seguro que ella vivía tan feliz, tan fuera de toda noción de sí misma hasta ver aquel cuadro y sentir lo lúgubre que era su interior plasmado allí.
ResponderEliminarToda una terapia de diván a base de pinceles y colores.
Como siempre fascinante, Humberto.
Un abrazo de Mos desde la orilla de las palabras.
Siempre sucede, uno vive tan feliz hasta que alguien...
EliminarEn fin, muchas gracias por tu comentario, Mos.
Un fuerte abrazo.
Texto muy intenso y muy bien narrado.
ResponderEliminarUn abrazo
Muchas gracias, Antorelo...
EliminarTe debo una vista, bueno, ¡debo tantas visitas!
Un abrazo.
Un micro con profundidad emocional, muy bien trazado, con una destacable elección del lenguaje para dotarle de un pulso narrativo muy ajustado al sentimiento que transmite.
ResponderEliminarAcierta a dejar un amargor dificil de olvidar en el lector.
Gran trabajo, Sr. Dib.
Un abrazo.
Muchas gracias, Pedro, tus evaluaciones son siempre acertadas, aunque un poco bondadosas, lo cual agradezco mucho.
EliminarUn abrazo.
Dicen que la oscuridad es sólamente la luz que no vemos.
ResponderEliminarQué bueno llorar después de que te acaricien el alma con un pincel... Besin :)
Me encanta cómo siempre ves la parte positiva.
Eliminarllorar después de una caricia sí que es hermoso.
Un beso.
Me ha dejado así como con mal cuerpo, pobre chica!
ResponderEliminarCuando terminé de escribirlo, me pasó lo mismo, luego, con las correcciones, se me fue yendo.
EliminarUn beso, Lynn.
Qué lindo,a pesar de la oscuridad! Me ha gustado mucho y también me ha sorprendido. De esas personas reveladoras, así como el pintor, conozco varias, tienen esa virtud de reflejarnos que a veces nos incomoda pero que a la larga es necesaria.
ResponderEliminarSaludos
Estoy de acuerdo, tiene que haber alguien que llegue hasta allá, hasta lo más profundo de nosotros.
EliminarUn beso y muchas gracias.
realmente fascinante
ResponderEliminare inquietante...
Muchas gracias, Nanno. Pero luego lo olvidamos y volvemos a brillar.
EliminarUn abrazo.
Supo plasmar lo que en su interior guardaba...
ResponderEliminarPrecioso relato muy inquietante.
Un abrazo.
Yo me lo pregunto en serio: ¿habrá sabido o lo imaginó?
EliminarBueno, no tengo respuestas.
Un beso, Bertha y muchas gracias.
Me ha encantado, un relato interesante, de los que hacen pensar =)
ResponderEliminarBesotes
A mí me hizo pensar... no lo dudes. Tuve la idea y me dije, ¿cómo demonios voy a escribir esto?
EliminarY así quedó ;)
Un beso.
Deliciosa metáfora del origen y finalidad del arte: la vida.
ResponderEliminarTodos saldríamos corriendo para llorar si los pinceles se posaran sobre nuestro pecho...
Excelente, Humberto.
Un beso.
Me alegra mucho que te haya gustado, Marisa.
EliminarUn beso enorme.
Un color, una palabra, un gesto... cualquier cosa vale a veces para rescatarnos de la parte oscura de nuestro propio ser, bien sea con la mirada, tal vez con el llanto. Ocurre también que, otras veces, hay quien ve sólo parte oscura en cada rincón de un ser.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho. Besos Hum!!!
Hay que tratar de ser equilibrados, lo oscuro está, pero hay que lidiar con ello.
EliminarMuchas gracias, Raque.
pintor de lluvias...
ResponderEliminarabrazo,humberto*
Gracias, pintora de casas..
EliminarBeso.
Intrigante relato, me ha gustado mucho. Puede que solo pintase lo que vio en su interior.
ResponderEliminarAbrazos.
Es lo más probable, y si no fue así, se lo hizo creer.
EliminarUn abrazo, Jon.
El pintor que le hace "ver" a una mujer su yo interior, debe ir a prisión...
ResponderEliminarabrazo
Tú sí que eres tajante, no hay vueltas, el tipo a prisión... Creo que tienes razón.
EliminarBeijos.
me gusta tu pintor
ResponderEliminarme gusta tu cuento
sólo que al hacer el dibujo de los otros el pobre los hacia planos
el unico profundo era el ultimo, el protagonista
Es así, pero como a la mayoría de los 'profundos' las cosas le duelen más.
EliminarGracias, Garriga.
Un análisis digno de aparecer en una revista de arte, Marta.
ResponderEliminarMuchas veces trato de hacer comparaciones en los procesos de creación de las diferentes artes, hay veces que coinciden, otras que se alejan tanto que me sorprende, pero en todos los casos, el artista es sorprendido por la obra... o, mejor dicho, tendría que ser sorprendido por la obra, pues eso hace que no sea una tarea maquinal.
Lo de 'desarraigo de lo inmediato' es... eso. Al menos lo que yo siento. Lo inmediato, lo que está por suceder, siempre me hace sentir que no tengo raíces, que estoy parado en el medio de un no-suelo en un no-tiempo, pero que es acuciante. Son sensaciones muy personales y difíciles de transmitir.
Un beso enorme, Marta, recuerda que mandé un mail con la nueva dirección de correo electrónico.
En un ambiente mágico,la magia se acentúa por la elección de las palabras, esas de pintura que tanto me gustan. Y por la intriga lenta que avanza hasta la aparición inquietante y lúgubre, "develadora" para la protagonista. No siento que la magia sea una estrategia de narración, sino que la siento más como parte de la creación que esta vez giró en ese sentido.
ResponderEliminarCreo que es la primera vez que te leo algo narrado por una mujer.
Y hablando de oscuridades, siempre es necesario que alguien de afuera nos pinte lo lúgubre, aunque también creo que cada uno sabe sus sufrimientos y por dónde el camino se vuelve oscuro, el problema es dar con la luz. ¿De esa pintura nació la idea? Increíble y bella...
Uno podría decir que cada vez se hace más difícil encontrar magia, pero creo que en lo más cotidiano hay mucha magia, simplemente hay que mirar con ojos de sorpresa, de novedad.
EliminarEl tema de la oscuridad que 'denuncia' el de afuera... bueno, ése sí que es un problema.
El autor es un muchacho muy joven, me gustó trabajar con su dibujo.
Un beso enorme.
Oh dios! Que bonito escribes (ya te lo he dicho no?) me transportas con tus palabras!! Que gusto leerte!!
ResponderEliminarMuchas gracias, Gary, eres siempre muy amable.
EliminarUn abrazo.
Preciosa la magia del momento, inquietante el sentimiento que deja al protagonista.
ResponderEliminarte felicito, un abrazo
Muchas gracias, Balbi.
EliminarUn abrazo.
Humberto, no existe mayor drama para uno que verse reflejado por la realidad de otra persona en lo que no se quiere. Al protagonista le sucedió. Y es que los artistas saben llegar al fondo de lo desconocido.
ResponderEliminarAbrazos.
Es así, Nicolás, pero ¿es bueno?, digo, ¿es bueno llegar al fondo?
EliminarÚltimamente me lo he preguntado mucho, probablemente el texto haya nacido de esa pregunta.
Un fuerte abrazo.
El misterio profundo sobre esa última pintura, me ha dejado pensativa, porque inquieta tuvo que quedar ella, ante el hecho de haber dejado tan al descubierto, algo que ni ella tal vez intuyó ¿o quizás sí?
ResponderEliminarEl supo llegar hasta el fondo de su alma… y leer a través y a pesar de aquella intensa oscuridad.
¡Las mujeres Humberto y su complicada personalidad!
Eres genial creando relatos mágicos, y yo siempre tu admiradora.
Nunca dejo de leerte.
Besos Humberto y gracias.
A los hombres nos intriga mucho saber lo que sucede en el alma (llamémosla así) de una mujer, porque no son tan simples, tan básicas como nosotros.
EliminarComo siempre, te agradezco tus palabras y amistad.
Un beso y gracias a ti.
Qué buen modo de pintar!!!!
ResponderEliminarMe encantó el relato Humberto, siempre sos tan creativo.
Un beso
Un modo de pintar, como mínimo, revelador.
EliminarMuchas gracias por tus palabras, Eva.
La imagen del pintor tomando partes de la escencia de es multitud me impactó.
ResponderEliminarAbrazos.-
Pues, yo no querría haber estado en esa esquina... Por las dudas.
EliminarUn abrazo, Walter.
Hay pintores que verdaderamente hacen magia.
ResponderEliminarEl final me dejó cierta angustia.
Me gustó mucho Humberto !!
Un abrazo.
Muchas gracias, Rex, a mí también me angustió en un principio, luego me fui... acostumbrando, digamos.
EliminarUn abrazo.
UFfffffffff.... me dejas asi. Sos genial! te abrazo
ResponderEliminarMuchas gracias, Andrea.
EliminarUn beso enorme.
Terrible, impactante, cargado de imágenes y sensaciones como sólo tú puedes expresar. Eres un gran cuentista, Humberto.
ResponderEliminarUn abrazo.
Muchas gracias, Sara, es un honor leer un comentario tuyo.
EliminarUn beso.
Lo de comentar con retraso es una solución a medio camino entre mis ganas de participar y el deseo de no amontonar-te comentarios. Oye, comentar es un placer, pero si en alguna revista estan dispuestos a darme fama y fortuna por hacerlo … yo me apunto. :)
ResponderEliminarLlorar es bueno, pero hay que saber parar y como tu dices aprender de los errores.
Fama y fortuna... Déjame evaluarlo ;)
EliminarBesos.
Yo creo que pintó lo que el llevaba en su interior.
ResponderEliminarInteresante relato.
Saludos.
Es muy probable, Pakiba...
EliminarUn abrazo.
EN NOSOTROS, EN LO NUESTRO, EXISTEN AUN MUCHOS INMERSOS QUE A VECES SÓLO LOS DEMÁS DESCUBREN. TREMENDO POST MI HERMANO.
ResponderEliminarUN ABRAZO
Es así, ReltiH, no hay mucho más para agregar.
EliminarBueno, sí, que muchas gracias por tu comentario.
Un abrazo.
El pintor tiene un don.
ResponderEliminarY te descubrió.
No vuelvas.
Jamás...
EliminarEs un poco la idea de cómo te ves y como te ven a ti. La diferencia suele ser notable. Lo chungo es cuando la verdad duele.
ResponderEliminarUn abrazo
Soy de los que creen que la Verdad, con mayúsculas, siempre duele. Pero es un tema demasiado largo para tratarlo aquí.
EliminarUn abrazo.
Me gusto relato como siempre... Un abrazo.)
ResponderEliminarMuchas gracias, Carlos Alberto.
EliminarUn abrazo.
El pintor de la realidad, es como yo lo definirìa. debe ser sorprendente verte representado tal y como te ven los demàs.
ResponderEliminarUn abrazo
fus
Sorprendente y peligroso, pero yo me arriesgo con tal de saber la verdad.
EliminarUn abrazo, Paco.
A veces nos asusta descubrir lo que somos y más si son otros quien lo hacen.
ResponderEliminarMe descubro, como siempre, ante tu genialidad.
Un beso.
Eres muy amable, Teresa, gracias.
EliminarA mí ya me asusta el espejo, pero ese es otro tema ;)
Un beso.
No te preocupes, hombre. Seguro que el pintor era miope, se olvidó las gafas, y pintó lo primero que le salió de la imaginación.
ResponderEliminarEso, eso... el error era de él.
EliminarUn abrazo, Antonio.
Hombre no debería hacerse tanto problema que todos tenemos nuestros nubarrones en el alma!
ResponderEliminarUn abrazo.
Hay épocas, creo, actualmente ando con un clima parcialmente nublado, pero el sol aparece todos los días (por suerte).
EliminarUn abrazo y gracias.
YA LO DIJERON TODO, NEGRO QUERIDO ME DEJARON SIN PODER DECIRTE LO GROSO QUE ME PARECES CON TUS RELATOS LLENOS DE MAGIA.
ResponderEliminarCADA SEMANA ESPERO TUS ENTRADAS CON MUCHO ENTUSIASMO. OJALÁ PUDIERAS ESCRIBIR MÁS SEGUIDO
UN ABRAZO DESDE CÓRDOBA LA DOCTA.
CHRIS
Bueno, todo todo no, jeje.
EliminarMuchas gracias por ser siempre tan amable, Christian.
Escribo mucho más de lo que te imaginas, lo que sucede es que no es material para el blog.
Un fuerte abrazo.
Un pintor de realidades sacadas de la vida misma; muchos humanos reflejan lo inquietante, lo socuro de sus vidas... que bien supo captar el pintor.
ResponderEliminarSaludos
Anna J R
Ni siquiera nuestra voz es igual a los oídos de la gente que a los nuestros. A veces, puede ser impactante el saber cómo somos en realidad...porque el ser humano es el único ser vivo que no sólo puede mostrar una actitud engañosa hacia el exterior, sino hacia nuestro interior. Nos cuesta reconocer cosas, huímos de ideas dolorosas...que...en un determinado momento...un pintor de esquina puede plasmar.
ResponderEliminarUn buen relato, de nuevo...eso, a estas alturas, llevando tantos...tiene un gran mérito.
Mi cordial saludo.