8 de febrero de 2013

La puja


Estaba en el Parque Rivadavia, tirado en el pasto, leyendo una novela bastante extraña del mexicano Mario Bellatin. Hacía un largo rato que tenía ganas de tomar un café, pero como está prohibido el ingreso de vendedores ambulantes en el predio, sólo iba a conseguir tomar un cortado si -por fuera del vallado que rodea todo el parque- pasaba uno de esos hombres que empujan un carrito lleno de termos a los que la gente común llama cafeteros. No había otra opción, ni loco iba a salir a la calle. Después de un tiempo en el que el deseo ya me impedía continuar con la lectura del libro, vi que se acercaba un sujeto como el que acabo de describir, así que fui hasta la reja y cuando me disponía a llamarlo, me detuve en seco, víctima de cavilaciones absurdas. No sé por qué me pareció que cualquier manera de expresarme sería ridícula, inapropiada, como si mis palabras -de golpe- hubieran perdido el fausto; así que primero le chisté, luego silbé, también intenté atraer su atención con un afeminado hey, hasta que finalmente -como vi que se alejaba- le grité como un poseso: CAFETERO. Denominación que dio un excelente resultado, ya que el tipo se dio vuelta en el acto y vino hacia mí. Esto me confirmó que es mucho mejor pertenecer al grupo que la gente pretendidamente extraordinaria llama comúnMe acerqué a la reja y él me saludó con un entusiasmo exagerado, producto de la alegría efímera que le proporcionaba mi compra. Un cortado con bastante leche, le pedí; ah, un café con leche, me corrigió; bué, como se llame, capitulé. Estábamos separados por la reja, yo agarrado a dos barrotes y con la cabeza metida en el hueco. Como vio que yo estaba vestido con pantalones de fútbol y zapatillas, el hombre debió pensar que… Bueno, no sé qué, pero me preguntó: ¿practicando? Sí, le respondí, practicando para cuando esté preso. El tipo se quedó mirándome con una sonrisa forzada y sin alcanzarme el vaso de plástico. Por las rejas, mire, tuve que aclararle, haciendo añicos el chiste. Recién entonces me entregó el café... con leche.



243 comentarios:

  1. Estimados amigos:
    Muchas gracias por las visitas y los comentarios para ‘La Magnífica Batuta del Director’.

    Por pertenecer a un mundo diferente, es posible que él nunca vaya a leer este relato, pero querría dedicárselo a ‘Córdoba’, mi cafetero del parque, pues fue él quien me lo inspiró. Este texto, como todos los que aparecen en este blog, es absolutamente ficticio, aunque cada vez me cueste más hacerlo entender. No se trata de una protesta, sino un agradecimiento, en definitiva, es lo que cualquier escritor querría: que le creyeran demasiado.
    No, Carlos, no cambié de idea, tu relato fue el motor de éste, está en la misma línea del Efecto Mariposa, que no sabemos qué nuevas tormentas traerá.

    Un abrazo y buen fin de semana.
    Humberto.

    ResponderEliminar
  2. uuuf (el primero despues de ti!!)

    jajaja pues creo que no fue buena idea decirle asi al cafetero jejejeje


    Interesante, pero cuando el cuerpo pide lo mejor es satisfacerlo!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Un argentino de ley lo habría llamado con un contundente 'Che', y solucionaba todo.
      Un abrazo, Gary, no te felicito por ser el primero porque me voy a sentir que estoy plagiando a Toro Salvaje, aunque las de él son todas damas.
      Un fuerte abrazo y gracias.

      Eliminar
  3. El relato me encanta. No entiendo la vestimenta del cafetero. Abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es que está un poco... no sé cómo decirlo: tocameunvals.
      Un beso, Liliana.

      Eliminar
  4. El cafetero, y nosotros, ignora que igual ya estás en una prisión...

    Abrz. Diba.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Mira, Sarca, no conforme con estar preso en su departamentito de 3 x 3, el tipo va y se mete en la jaula del parque, se ve que le gusta el juego de las muñecas rusas.
      Es la puja, no la paja, ¡ojo!
      Abrazos.

      Eliminar
  5. :)
    Bueno, a mi la imagen que me proyectas, me encanta :), lo siento, no paro de reír, maravilloso texto.
    Sabes Humberto, me hiciste recordar un episodio de hace tanto tiempo, algo olvidado lo tenía, gracias

    Eres excelente, besos y apapachos Humerto
    Buen fin de semana

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es muy difícil escapar del destino de ser uno mismo.

      Yo intenté escribir algo diferente la semana pasada, pero (seamos sinceros) no gustó, así que aquí me tienes de nuevo con las pullas, los camelos y el chiste machacón, que es lo que más fácil me sale y a todos deja contentos.

      No te lo digo a ti en particular, querida Ame, me salió decírtelo a ti que ya te tengo confianza.

      Agradezco tus risas y apapachos.

      Eliminar
  6. Eres un mago con las palabras, puedes decir lo que quieras y como quieras que te sale maravilloso.
    Me has hecho reir, muchas gracias.
    Un beso de finde.

    Ah ya extraño que subas algo nuevo!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Eh, un poco de calma que recién acabo de subirlo, mis neuronas no aguantan este trajín. Je.
      Muchas gracias a ti, Sabrina.

      Eliminar
  7. es cierto, hay personas que por estar absortas en sus propios pensamientos o por ser algo despistadas, no captan el sentido de una pequeña broma o de un chiste y lo toman de manera literal hasta que reaccionan cuando va uno y se los explica.
    un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Esta sería una continuación más pedestre de los Universos Paralelos. Yo creo que el lector y el cafetero pertenecen a mundos tan diferentes que los chistes se pierden, no llega el mensaje, pues sus glosarios son muy acotados, aclaro, el de ambos. Nadie sabe todo.
      Un abrazo y muchas gracias, Draco.

      Eliminar
  8. Cada semana disfruto de tus relatos, son un vicio sano y dejan una gran enseñanza.
    MUCHAS GRACIAS.
    Esta madrugada quería decirtelo.

    Reus

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me alegra escuchar eso, pues para mí es un vicio escribirlos.
      Muchas gracias, Reus.

      Eliminar
  9. Me gusta como escribes y las imágenes que proyectas en tus textos... leyéndote va uno pasando mentalmente las instantáneas que proyectan tus letras en la mente del lector...

    Ah, a mí sí me gustó el relato anterior... y bastante...

    Yo hace poco que llegué pero me alegro mucho de haber llegado a este espacio de buena escritura, buen talento y buen talante...

    En fin... que de nuevo un placer visitar esta casa y leer lo que escribiste...

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias por las palabras, amigo, no es que esté quejándome, sólo me baso en... estadísticas, digamos.
      Pero ahora estamos con este texto. Voy a transcribir lo que dijo un compatriota mío, Rubem Fonseca:

      "... el papel del escritor es hacer que el lector vea lo que él, el escritor, vio. Y lo que el escritor ve no debe ser, por fuerza, la realidad convencional. No se trata de enseñar a ver lo que puede ser visto, sino a ver lo que no se ve. No puedes adoptar la semiótica de los médicos o los policías, que valiéndose de las señales a su alcance necesitan descubrir una verdad".

      Tus palabras me llevaron a esa reflexión, así que imagínate cómo estoy de orgulloso.
      Un fuerte abrazo y muchas gracias.

      Eliminar
    2. Nunca escuché hablar de Fonseca, mañana mismo voy a buscar algo suyo, es un genio.

      Eliminar
  10. Me gustan las historias simples que pueden suceder y que deben haber sucedido innumerables veces, aunque , por lo que dijiste en el primer comentario, no la has protagonizado. Aunque sin ánimo de ofender y con todo el respeto que te has sabido ganar, no sólo por tu excelencia literaria sino, fundamentalmente por tu don de gente, me permito dudar que no haya sido cierta y te explico por qué. Yo creo, y siempre desde el mayor respeto, que tu aspecto personal, tus facciones indefinidas, tu expresión desafiante, tu mirada profunda y algo extraviada, tu vestimenta "tumbera" y ese no sé qué tan común entre los marginales, han configurado, junto a las rejas, una imagen excesivamente realista. No en vano el hombre no atinó a cobrar por su producto...

    jajajaja Un gran abrazo, estimadísimo Humberto

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Rescatate, chabón, que so rati, so? Ahora va a vení la yuta y me va a engomar, gato!

      Eliminar
    2. jajaja EXCELENTE!!!!!!

      Eliminar
    3. Me la dejaste picando, James.
      Muchas gracias por este feedback.

      Eliminar
  11. Como lo eres también tu, mi querido Humberto.
    Yo veo a través de tus ojos y me encanta lo que veo. Muchas veces no entiendo todo lo que veo pero es igual que en la vida "real" que no entiendo el 100% de lo que pasa.
    No soy argentina y me has hecho sentir el acento de las palabras, es fascinante como lo es la historia.
    Muchas gracias por estas joyas de cada semana.

    Besazos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me pone muy feliz lo que dices, Lula, porque este relato intenta representar un contexto bien porteño, lugar donde vivo. Y aunque no sea de aquí, el acento se te contagia.
      Por cierto, yo comprendo apenas un 30% de la vida real, así que...
      Un beso enorme.

      Eliminar
  12. Que bien escribes, a mi también me pasa que a veces siento que haré el ridiculo de cualquier forma.
    me rei bastante. buena historia, Saludos! :)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Son momentos raros en los que todo parece mal dicho...
      Muchas gracias, un beso.

      Eliminar
  13. Muy muy bueno!!

    Felicitaciones!

    ResponderEliminar
  14. ¡Yo pensaba que te lo iba a tirar a la cara!
    (Al fin y al cabo lo que se vende es café: nadie dice que además hayan de darte un vasito, ¿cierto?) :D
    Podría ser una broma de su mundo que nadie habría entendido, igual.

    Saludos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ésa es la idea, lo que es una broma en un mundo semántico en particular, no lo es en otro.
      Muchas gracias, X.
      Un abrazo.

      Eliminar
  15. Tomarse un buen café, como nos gusta, donde y cuando nos apetece es algo tan agradable que nos hace comportarnos como compradores de una obra de arte.

    Por cierto, el "Córdoba" de la foto viste ¡arreglado pero informal! no me extraña que pensara que con un pantalón de futbol hay que -practicar-

    Abrazote

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Está medio majareta, pero es un GRAN cafetero, je.
      Un café, un café, mi reino por un café...
      Un abrazo.

      Eliminar
  16. A veces se producen esas situaciones un poco surrealistas, y por ello un poco locas y divertidas. Me han dado ganas de tomar un café, bueno, un cortado, me lo voy a preparar ahora mismo. Buen relato, me alegra verte de nuevo.

    Besos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias, Celesta. Que disfrutes del café, yo no voy a tomar uno ahora porque no podría dormir... Bueno, ¿quién quiere dormir un viernes por la noche, no?
      Un beso.

      Eliminar
  17. Que prolífico que estas Humberto, tienes razón este es muy diferente al anterior, tiene el encanto de la simplicidad y las costumbres tan arraigadas en nuestro entorno.
    Me encantan las historias escritas en lenguaje cotidiano.
    Un gran abrazo amigo.
    Luis

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es loco como uno siente que fue hace mucho que subió algo, mientras que del otro lado no da el tiempo para visitar a tantos.
      Ojalá no pare esta racha, ya que tengo que escribir otras cosas también.
      Un abrazo, Luis.

      Eliminar
  18. si todo el tiempo pensè en una prisión. Qué cosa tan extraña de pensar son rejas en un parque...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hubo una protesta de los vecinos por eso, pero, la verdad, sin las rejas el parque era tierra de nadie,como dicen... aún con rejas es medio peligroso.
      Un abrazo, Garriga.

      Eliminar
  19. No sé si fue por tu última entrada o qué, pero comencé seria y atentamente a leerte y cuando llegue al chiste no pude dejar de reír y decir en voz alta: que hombre este... (en realidad dije otra cosa) y continúe riéndome.
    Mi querido, tienes ese don tan particular de sorprender al lector, mis felicitaciones.
    Por otro lado me hiciste recordar el parque y cuanto tiempo hace que no voy por allí…nostalgias, que dicen.
    Cariños…

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¿No me habrás insultado, no?
      Hay un amigo argentino que cada tanto deja un comentario, diciéndome: Sos un H d P. En el buen sentido, claro, pero me lo dice.
      Nunca hay que dejar de disfrutar del verde, como dicen, aunque esté vallado.
      Muchas gracias, Oriana, te debo una visita... como a tantos.
      Un beso enorme.

      Eliminar
  20. jajajjajajaj!!!! qué risa!!! ¿practicar para cuando estés preso??? genial!!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues el lector tuvo su chispa, lástima que se la apagaron de inmediato.
      Un beso, Quiltra.

      Eliminar
  21. Pues yo tengo un problema así con los nombres, que a veces no digo lo que pienso lo bastante rapido y no digo bien los nombres o las cosas, no las se pronunciar bien. Estaba en una premier de cine en Madrid y con el actor Arnold Schwarzenegger "Nosotros en español le llamamos "chuacheneger" por que no sabemos la gente comun como yo pronunciar su nombre. un saludo jejeje.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Todos somos 'comunes', Javier, ese término lo usa el personaje como un guiño, pero lo cierto es que es muy difícil acertar con los nombres extranjeros. En países como Holanda, República Checa o Suecia yo he hecho el ridículo más de una vez.
      Un fuerte abrazo y muchas gracias.

      Eliminar
  22. Para los que vivimos lejos esta escena tiene el plus del color local, desde el vocabulario hasta los personajes. Cuando viví en Buenos Aires adopté enseguida esta maravillosa costumbre de utilizar el césped público, pero no conocí a ningún cafetero. Este personaje no tiene desperdicio. Hermosa descripción del instante, Humberto.
    Abrazos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No sabía que habías vivido aquí, Susana.
      Entonces habrás podido captar la esencia porteña del relato. Siempre ubico mis personajes en diferentes ciudades, menos Buenos Aires, así que esta vez me decidí por la ciudad y un personaje típico.
      Muchas gracias y un abrazo.

      Eliminar
  23. tomando un café con leche (no cortado) con la cabeza metida en la reja, y contando chistes mediocres... Debiste salir a la calle.
    Un abrazo, buen texto, como siempre.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Para salvar el ridículo al menos, el sujeto ya venía con dudas de cómo hablar, así que terminó de estropearla.
      Un abrazo, Amando.

      Eliminar
  24. El encanto de lo común...al menos le entiende a uno ¿no?.
    Siempre es una suerte Humberto que tus historias de tan reales parezcan vividas por ti, aunque ficciones.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias, Entre nosotros, antes me enojaba, luego me di cuenta de que es un elogio que me crean tanto.
      Un beso.

      Eliminar
  25. Humberto:
    Los vendedores ambulantes de Buenos Aires tiene ese no sé qué, ¿viste?
    Por lo general, son personas comunicativas, que cuando llegan a los lugares fijos de ventas, lo hacen con una chanza a flor de labios, o un chiste grosero. Obvio, junto con el cafecito deben venderles esparcimiento (del modesto, se sabe), con la casi oculta intención de que sus clientes vean de buen agrado su llegada y adquieran algo. Si se tratara de una cafetera, siempre flotaría en el ambiente la posibilidad -imposible- de un levante, por parte de los clientes-galanes.
    Seguramente, en su próxima parada del recorrido, el cafetero del parque habrá hecho mención al chiste que le contaron. Y, es seguro que con referencia expresa al personaje que se lo contó. No es cuestión de esperar elogios, pues...
    Un gran abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Claro que no Arturo, hasta puede contarse la otra escena en la que el cafetero le centa a sus colegas o a su familia del 'pelotudo' que le hizo una broma en el parque.
      Cafeteras vi pocas, sólo unas Electrolux negras muy modernas... Uh.
      Un abrazo y gracias.

      Eliminar
  26. ¿No se te quedó la garganta seca, de tanto gritar al vendedor? Y cuando te tomaste el café ¿No se te quedó más seca, aún? Imagino, que tras esa experiencia, irías a beber agua.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Yo creo que no tomaría el café... de bronca nomás.
      Un abrazo, Antonio.

      Eliminar
  27. La foto del personaje muestra alguna rareza, pero no tiene mayor importancia.Me llama la atención el concepto de no salirse del grupo de gente llamada común, y me quedo con ese aprendizaje.
    Saludos

    Anna J R

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es un personaje MUY particular, si alguna vez escuchas el tango 'Balada para un loco', te va a dar más información que yo que no soy nativo, pues lo define bastante bien.
      Comunes... todos somos muy comunes, principalmente los que no se creen así.
      Un abrazo, Anna.

      Eliminar
  28. Las rejas, como los muros, son una parcelación un confinamiento para entrar y para salir. Muy buen relato, Humberto.

    Un abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. El problema es que en Buenos Aires si no vallas un parque, en pocos días se convierte en un refugio... es todo un tema complejo.
      Muchas gracias.

      Eliminar
  29. Ni fausto, ni fustes ni leches de Cafetero.
    Lo que fulmina es la inminenbcia de una cárcel-modelo.
    ¡Aquí, en la grande-libre-infinita Spain, la quisieran para sí! (la trena, digamos). Pero no, no, no: Con 'corrupción a media noche' y no con ingenuos cafeteros hemos topado.
    ¡Salud!
    Besos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. En mi último viaje me pareció ver que había unas rejas que rodeaban a las personas, eran cada vez más visibles, eso es peligroso.
      Un beso, Pilar.

      Eliminar

  30. La carcel del Dueso esta situada en un paisaje extraordinario...y tambien dan cafe

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. A mí me parece que está bastante alejada de todo, pero el paisaje es muy bonito, no puedo negarlo. Lo del café define si voy o no.
      Un abrazo.

      Eliminar
  31. Los cafeteros callejeros no están para interpretar sutiles ironías.
    Cuando te preguntó: ¿practicando?, le hubieras contestado: "Sí, estoy esperando a Riquelme", y quizá, si era de Boca, además de compartir el chiste, te hubiera dado el café gratis... ;-)

    abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¿Y qué si era de River?
      Me arrojaba el café en la cara.
      Hoy me has sorprendido con tu comentario, debo reconocerlo.
      Un beso, Lucrecia.

      Eliminar
  32. Y es que "Córdoba" camina en otra honda...por ello se quedó perplejo...porque la respuesta inicial del protagonista es genial. Así es en ocasiones que los chistes pierden su chispa y frescura al no ser "pillados" a la primera.

    ¡Estupendo!!!

    Abrazos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. A mí me pasa con algunos relatos, jeje. Pero me hago cargo de que, muchas veces, le busco la 7° pata al gato y dejo afuera a medio mundo.
      En fin...
      Un fuerte abrazo y muchas gracias.

      Eliminar
  33. ¡Muy bueno, Sr. Dib!

    Por esta parte del mundo echamos de menos a los cafeteros, los heladeros, los diarieros (¿todavía existen por el Río de la Plata?) y demás vendedores ambulantes. Es lo que yo llamo las carencias del primer mundo.

    Un abrazo,

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Cafeteros hay muchísimos, heladeros muy pocos y diarieros casi no hay. Se extrañan los gritos que se escuchaban en la calle, en Brasil el del heladero era característico, lo recuerdo con mucha nostalgia... ¿me estaré poniendo viejo?
      Un abrazo, Pedro.

      Eliminar
  34. Un thriller con humor y una lección de humildad. Cafetero a tus pocillos. Solíamos tener uno que nos visitaba diariamente a la empresa, a la mañana y a la tarde. Lo mató "la maquinita". Igual, dicen los que lo conocían que para ese momento ya contaba con tres deptos y dos taxis que regenteaba. Hay gente con títulos ostentosos que sólo paga rentas de sus autos de lujo cuando los paran los de ARBA en las vacaciones. Curiosidades de la vida. Abrazo!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Por eso yo voy en micro o en avión, para no delatar todo el dinero que gano como escritor, Ato.
      Me gustó lo de thriller, porque tiene todo ese aire, un thriller urbano con resolución muy porteña.
      Un abrazo.

      Eliminar
    2. Me vino un deja vú de Dreamer, de Supertramp...Abrazo!

      Eliminar
    3. If I could see something, you can see anything you want boy...

      Eliminar
  35. mmm...yo me hubiera ido de esas rejas...para evitar ser ;noticia..."ambulante Cafetero muerto delante de unas rejas"....
    jajajaja
    un abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No creo, el tipo era un lector pacífico que se creía algo más, es decir, nada peligroso.
      Un fuerte abrazo, Mery.

      Eliminar
  36. A mí no me sale hacerle bromas a un desconocido. Por lo mismo, me desconcierta si me las hacen. Quizás por eso las celebro más.
    Un beso desde esta orilla!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. El tipo ya venía con dudas e indecisiones, algo le iba a salir mal. Un chiste no entendido es una verdadera frustración.
      No sabía que eras de este lado del charco.
      Un beso y muchas gracias.

      Eliminar
    2. No, no, jajaja, con "desde esta orilla" me refiero a la mía.
      Un beso.

      Eliminar
    3. Ah... lo que sucede es que el demostrativo 'esta' acaba siendo un vocativo en el que se incluye cualquiera, como sucede con 'aquella', del que nadie se hace cargo.
      Un beso desde esta orilla, la mía digo ;)

      Eliminar
    4. El demostrativo siempre está en relación con la cercanía/lejanía respecto del emisor.
      Gracias por sentirme cercana.
      Bss

      Eliminar
    5. Es que así te considero, no hace mucho que vienes, sin embargo siempre estás, lo cual es un honor para mí. Sólo que yo no puedo corresponderte como lo mereces, son muchos amigos, a veces me angustia no dar el mismo afecto que recibo. En fin...
      Más besos.

      Eliminar
  37. Hola Humberto:
    Dices que este relato es común; todos somos comunes la diferencia se percibe cuando uno se sale de sus comunes.
    Me gusta la primera persona en las narraciones, aunque, tal vez, eso no deje involucrarse demasiado al lector. En este relato, encuentro de suma importancia el dato que nos bridas sobre el autor que leía el personaje, ya que del entorno, excepto la reja que marca la distinción entre los comunes, no hay descripción, interesa el estado emocional,al que seguramente, la lectura del libro ha llevado al protagonista.
    No deseo dejar un comentario extenso, pero da para bastante. El sentimiento de ser por instantes, o estar, por momentos fuera de uno mismo y que todo lo que te rodea te es ajeno, es un tema que suscita un gran debate.

    Nada más decirte que no es un relato menor. Es como esas películas en VO. que te hacen pensar y estar muy atento. Luego llega el gran momento de la caña y las explicaciones, todo el mundo entiende ,pero no coincide. Espero haber acertado algo, pero amigo … esta es mi versión.

    Un abrazo Moon :-)

    Pd: El título es muy sugerente, "La puja"hay que pujar siempre independientemente del lado de la reja en el que se encuentre uno. Y me ha encantado eso de: ·"como si mis palabras -de golpe- hubieran perdido el fausto"

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Querida Moon, humildemente, este relato está lleno de mensajes y simbolismos, yo tampoco lo considero 'menor', no dentro de lo que yo escribo, al menos. Es más, me parece uno de los que más me convencen a mí.
      Habla del 'clima' mental del lector, de las cárceles urbanas, de los pretendido diferentes, del momento en el que las palabras parecen perder su sentido, de los universos semánticos diferentes... uf.
      Tú has sabido captar muy bien todo esto, porque además de ser una excelente poeta, eres una increíble lectora.
      Un beso enorme.

      Eliminar
  38. El cafetero lleva puesto un elemento que es parte de una ceremonia religiosa matutina y diaria.

    Se realizan el rezo , con las tiras de cuero bien puestas rodeando su brazo. Luego se guardan con

    mucho cuidado, hasta el día siguiente. Nadie las lleva puestas...

    Será un recuerdo de su padre ? Un loco recuerdo o un homenaje. El cafetero lleva mil historias

    entre sus termos. Un misterio mas.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muy bien, Liliana, es un rito extraño de muchos vendedores, yo me enteré hace poco y quería retratarlo de alguna manera. Por eso admiro a los pintores o dibujantes, creo que las imágenes son mucho más fuertes.
      Un beso, querida amiga.

      Eliminar
    2. Me había preguntado a mi misma que serian las tiras de cuero que él lleva puestas y Lili lo explica muy bien. Solo no lo sé de que religión se trata.

      Eliminar
  39. Respuestas
    1. Un 'je je' que había quedado atrapado en las redes del spam. Pero aquí estás, David.
      Gracias.

      Eliminar
  40. Cómo le habrá encantado tu dedicatoria a tu "cafetero" Un abrazo Humberto

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No creo que vaya a leerlo, pero me encantaría... es que no tiene internet, pero la próxima vez que lo vea, seguramente hoy mismo, le voy a dar un papelito con la dirección de este blog.
      Un fuerte abrazo.

      Eliminar
  41. ¿Algo común? Sólo la descripción de los dos personajes... Ese cafetero que parece sale de un sueño.
    ¡Interesante!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Bueno, que sea 'interesante' ya es un punto a favor, vamos a tratar de superarnos ;)
      Un abrazo.

      Eliminar
  42. Me llevé una sorpresa muy grata cuando conocí el Parque, bah, en realidad lo fui a conocer para sorprender a un amigo.
    Lleno de estampillas, monedas, revistas y todo tipo de artículos extraños (como así también de personajes) es un lugar muy particular de la Capital.
    En cuanto a los llamados, los "Chist", "Ey", y los gritos como que no tienen dueño, son impersonales. El Cafetero es como un teledirigido, solamente se va a sentir aludido quien uno quiere.
    Y explicar un chiste no tiene perdón. Prefiero no hacerlos a explicarlos.
    Abrazos!!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es el parque que tengo más cerca de casa, imaginate mi felicidad, allí está la feria de libros más concurrida.
      Sucede que muchas veces uno no sabe bien cómo llamar a un vendedor, cuando en verdad el tipo no se hace esos planteamientos, es lo que es.
      Un fuerte abrazo, Etienne.

      Eliminar
  43. Una mixtura de realidades, mi querido Humberto. Excelente relato en el que dibujas, desde lo cotidiano, la faceta de ciertos personajes de nuestra sociedad. En cuanto al lector futbolero, si ya había logrado su objetivo. . .¿Para qué la arruina con el chiste? ja, ja. . . Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. A veces la gente quiere quedar graciosa sin necesidad, creo que le pasó eso. Lo peor es que el cafetero no pudo responder porque no lo entendió. En fin...
      Muchas gracias y un fuerte abrazo.

      Eliminar
  44. Yo soy tan exigente con el café que creo que me hubiese pasado de él ya que dudo que el que viene de estos termos sea muy bueno, tu historias llena de fantasía, de las tuyas.
    Un abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Y... la verdad que no es el mejor café, tampoco es muy higiénico, pero sucede con muchas comidas que hay lugares que parecen más sabrosas, por ejemplo, una hamburguesa en un estadio de fútboles impagable.
      Un abrazo y gracias.

      Eliminar
  45. Ja! Muy bueno, Humberto. A mí me pasa que, en general, no sé cómo dirigirme a las personas que sirven en un bar o restaurante, sobre todo si son mujeres. ¿"Moza"? Me suena ridículo, una forma anticuada y castiza- o campera- de "jovencita". ¿"Camarera"? Menos que menos, parece que hablo con subtítulos de película yanqui. ¿"Chica"? ...mmmno. Al final, termino haciendo un gesto con la mano para llamar su atención. En cambio, si se trata de un varón adulto, me sale más fácil decir "Mozo".

    A veces la complicamos al cohete pero, ciertamente, hablar no es tarea sencilla... :)

    Cariños

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. A mí me pasa exactamente con los mozos, yo termino diciéndole a todo el mundo 'señor', en definitiva nunca quedas mal.
      Después está la variante de los ruidos, los chistidos y todos esos sonidos vocativos que no quedan muy bien.
      Es verdad, hablar no es tan fácil, en la TV lo constatas a diario.
      Un fuerte abrazo.

      Eliminar
  46. Pero Humberto, pudiste sacar la cabeza de la reja ¿no?. Anda que si el cafetero te saca una placa de policía (de chiste, claro) y te detiene... te hubieses que dado helado. Me ha encantado amigo. Un fuerte abrazo y feliz fin de semana.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Te juro que la primera idea que se me cruzó por la cabeza cuando lo escribía fue ésa, hacer que no pudiera sacar la cabeza de entre los barrotes y que el cafetero no lo ayudase.
      Un fuerte abrazo.

      Eliminar
  47. Estimado Humberto, humildemente y antes de comentar este relato, hago una reverencia ante usted. El mago de la las letras… Gracias porque el efecto mariposa siga provocando tormentas mentales y salgan relatos como este, lleno de mensajes y simbolismos. Muy a tu estilo le das un toque a la mente del lector, (y aquí con categoría digo a la mía) para que uno vaya por donde quiera. Se imagine a un preso tras los barrotes de sus ideas y costumbres. La imagen del cafetero es ideal. Un tipo común, con toques universales. Genial.
    No dudes ni tantito que este nuevo aleteo con aroma de café, haya salpicado mis neuronas las mariposas sigan provocando tormentas en esta ala del continente.
    Un abrazo y buen fin de semana.
    Carlos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es la idea, que el sujeto más común sea quien produce las vacilaciones más extrañas en el preso de su... supuesto saber, digamos.
      Me alegra que hayas detectado todos los guiños de este relato (hay muchos), pues cuando uno lo escribe siempre piensa: ¿lo entenderán? A veces cometemos el mismo error del lector del parque.
      Que sigan los aleteos, entonces, me parece que ése sería una buen taller de escritura, en el que cada uno se retroalimenta en los demás colegas.
      Un fuerte abrazo.

      Eliminar
  48. Gostei! Eu já há muito aprendi que temos de utilizar diferentes disfarces e saber utilizá-los em função de quem está à nossa frente. Só assim se consegue comunicar de igual para igual.
    Ah! adoro café com leite.

    Beijinhos Humberto.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Agora sim, você não podia faltar, sinto tanta alegria que vou soltar meu cabelo, olha a foto e confira!
      Beijinhos.

      Eliminar
    2. rsrsrsrsrsrrssrs é verdade soltou mesmo. Vou ampliar para ver melhor.É de quando a foto?? rsrsrsrsrs

      Eliminar
    3. Ah! já voltou a beber outra vez.

      Eliminar
  49. Un café inolvidable.
    Descrito con la maestría de todos tus relatos.

    ¡¡Magnífico!!.

    Un abrazo y buen fin de semana.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias, Amalia, tienes el don de ponerme contento.
      Un abrazo.

      Eliminar
  50. Qué malos son los chistes en cuanto hay que explicarlos.
    Buen relato, Humberto.
    Buen fin de semana también para ti.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Te hacen sentir como un idiota...
      Muchas gracias, Macondo.

      Eliminar
  51. Bien,quizas el cafetero:no estva para bromas,ho simplemente,cada uno vive en su mundo,que para unos es muy grande:y para otros muy pequeño.
    Cuantas personas habra:alargando el brazo por las rejas:reclamando;pan,dignidad,amor.Feliz San Valentin,para los que estamos siempre enamorados:de alguna cosa,ho de algun espiritu.Un abrazo Humberto

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Així són les coses, estimat Julio...
      Sin embargo, aunque las personas podamos vivir en pequeños o grandes mundos, siempre podemos encontrarnos en algún punto. El afecto es uno, no necesita de mayores misterios, se siente o no.
      Una abraçada per a tots els enamorats, llavors.

      Eliminar
  52. Qué final!!!! Jajaja! me encantas... porque actualmente, eres el único personaje de novela, que escribe en la realidad, y te leen muchos no de ficción... nunca he sabido como es que logras hacerte visible, leíble fuera de la ficción donde es que existes...
    p.d. M. B. toda una celebridad, catalogado de los mejores de este tiempo!
    Besitos de anís!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Tu manera de ver la vida, de verme a mí más para el lado de los 'ficticios' que los reales es más verdadera que la verdad, Sara.
      Es un honor ser considerado de esa manera, y yo te agradezco por esta hermosa metáfora.
      Conocí a M.B. hace poco, me parece un escritor diferente. Ya su situación al nacer es llamativa, creo que lo impulsó.
      Un beso enorme, Sara.

      Eliminar
  53. Quién sabe... Puede que algún lejano día, esta lectura llegue a los ojos del cafetero...

    Besos mentales.

    ResponderEliminar
  54. Me tomo un café a tu salud por lo bien que lo has contado.
    Un abrazo

    ResponderEliminar
  55. No nos podemos destacar de la media porque o no nos entienden, o nos miran como bichos raros. Vaya un trabajo para tomarse un café y además de termo. No me ni el delas máquinas.
    Un abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Has visto, un trabajo que podría haber resuelto sin tantas cavilaciones.
      Muchas gracias por la visita, Katy.

      Eliminar
  56. Dib:
    Con tanta tontería del lengua políticamente correcto no vamos a poder hablar por miedo a herir a alguien.
    Salu2.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es que yo creo que siempre estamos hiriendo a alguien, aún sin proponerlo, porque somos todos tan diferentes que un término mal dicho, una expresión fuera de lugar, ya nos enemista con alguien. Un mundo difícil.
      Un abrazo, Diego.

      Eliminar
  57. Me cae muy bien "Córdova", porque el es lo que es, y además no entiende el doble sentido. Un saludo para el de mi parte y un abrazo para ti.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Cuando lo vea, te prometo que voy a trasmitirle cada mensaje que aquí le hayan dejado. Generar vínculos (a veces) es bueno.
      Un fuerte abrazo.

      Eliminar
  58. debo confesar que nunca le he comprado un cafe a Córdoba, solo porque a veces llevo el mate o nada. o me tomo un cafè en el cafecito de enfrente. (no, no en el starbucks!)
    escuche, asi que compartimos el parque? mire ustè!

    escuche, siempre paso por acà, pero a veces, solo a veces, me inhibe comentarle.

    un abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Dice mi personaje que nunca la vio, pero que va a estar más atento, tal vez hasta le convide un mate, si usted fuera tan amable... es un tipo medio pretencioso, pero buena persona.
      Un abrazo y gracias.

      Eliminar
  59. Cuántas rejas vamos poniendo todos, y nos miramos desde atrás de barrotes; y me pregunto ¿quién estaba detrás de los barrotes, el que compraba el café o el cafetero, el encerrado en el parque o el otro, prisionero de la calle?
    ¿Y las palabras, a veces, no son también rejas que nos separan?
    Ufff, qué de preguntas me suscitó tu texto... jajaja!!!
    Gracias Humberto.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias a vos, Mirella.
      No creas que a mí no, el relato es un intento de explicación que me doy a mí mismo (no a otros) de esas preguntas que planteas. Ni más, ni menos.
      Un beso.

      Eliminar
  60. Creo que lo mejor aunque digan que es trivial,es la sencillez del dialogo la que el pueblo de a pie conoce al momento,el ser una persona demasiado sofisticado trae a veces hasta algunas confusiones en el oyente.

    Aquí en los madriles de Madrid por desgracia no existen esas simpáticas y nobles figuras de vender el café por la calle,en tiempos se vendía helado,pero tambien se acabaron.

    Saludos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es cierto, José, hay palabras de uso cotidiano que no necesitan de mayores ceremonias, no sé por qué muchas veces (me hago cargo) nos embrollamos de gusto.
      Es una pena que no haya más vendedores ambulantes en Madrid, es verdad, cuando estuve hace un mes, no vi ninguno, pero vi decenas de personas vendiendo billetes de loterías... a los gritos.
      Un fuerte abrazo.

      Eliminar
    2. Si es una profesión desde tiempos remotos el quehacer de las loteras,como se les llama,si vistes a las loteras me supongo que también habrás visto la gran cantidad de mimos,algunos con una verdadera creatividad.

      Saludos.

      Eliminar
    3. Iba a decírtelo, me llamó la atención la cantidad de 'hombres sin cabeza', 'estatuas vivientes' y otros artistas callejeros.
      Lo cierto es que les compran mucho a las loteras, aquí nadie compraría un billete, pero si se juega mucho al quini, raspadita y todos esos juegos de 'sea millonario de inmediato'.
      Más abrazos, te debo una visita... como a tantos.

      Eliminar
  61. !Claro Humberto! lo mejor es ser llano y hablar con sencillez. Es la manera para que todos nos entiendan.
    menudo chiste le dijiste! jaja! no me extraña que se lo pensara si darte o no el café con leche.
    Gracias por tus letras.
    Con ternura.
    Sor.Cecilia

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias por el comentario, querida Sor. Cecilia.
      Yo tengo un lenguaje 'término medio', es decir, ni demasiado ampuloso ni demasiado básico, pero suelo modificarlo de acuerdo a la persona con la que hable, no es cuestión de que a uno no lo entiendan.
      Un fuerte abrazo.

      Eliminar
  62. Esas rejas nacieron de tu mente, para alejar al cafetero ambulante de tu condición de libre.

    Algo en ti sabía que él y tú eráis el mismo, enmascarados en dos cuerpos diferentes, por puro azar.
    Si me permites la osadía.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Claro que te permito, pues las interpretaciones deberían ser siempre personales... y osadas.
      Hay sí una cosa muy cierta: no sólo las rejas nacieron en mi mente, sino cada palabra de esta historia ficticia, pero bastante simbólica, como bien lo detallas.
      Un fuerte abrazo y muchas gracias.

      Eliminar
  63. Cotidianidades de la gente común con sus asuntos inaplazables.
    Un extraordinario placer leerte. Te seguiré si me lo permites. Gracias.

    Salud

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Por supuesto que te lo permito, es un honor para mí.
      No hay asunto más urgente que el de una cotidianidad de los sujetos 'de a pie'. Ni la guerra en X puede ser más acuciante.
      Un abrazo y gracias.

      Eliminar
  64. Parece que esa costumbre de poner rejas a los parques está más extendida de lo que pensé, pues en mi país pasa igual, y en algunos hasta te cobran por entrar. Realmente quedamos presos dentro de ellos.
    Y a quien no se le antoja un cafecito de cuando en cuando y no importa si sea cortado o con leche y para eso no hay reja que se interponga. Ja me metí tanto en el relato que ya me dieron ganas de un café, pero cortado, no con leche.
    Aunque venga de cuando en cuando, me encanta leerte.
    Un abrazo Humberto y buena semana.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Tú vienes cuando puedes, cómo no comprenderte si a mí se me ha vuelto imposible recorrer 3450 blogs, yo soy el primero en levantar la bandera de 'ven cuando puedas, ven cuando quieras'.
      En esta ciudad (Buenos Aires) las rejas se hacen necesarias, ya que sin ellas los parque estarían destruidos y se habrían convertido en vivienda de gente marginal... NO hablo de pobres.
      En fin...
      Un beso y muchas gracias.

      Eliminar
  65. Excelente.


    Marinetti censuró los macarrones convencido de que conducen al escepticismo. Se equivocaba: es el escepticismo el que conduce a los macarrones...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias.

      Por cierto, ¿a dónde conducen los penne rigate? No querría que...

      Un abrazo.

      Eliminar
  66. Pues a mi el chiste me parece buenísimo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Al personaje también, al cafetero parece que no...
      Un beso, Lynn.

      Eliminar
  67. No me extraña, querido Humberto, que los lectores se crean que es real este cuento. Es una historia sencilla, con lenguaje común y muy muy cercana. Por eso es fácil dudar si es realidad o ficción.
    Es lo que tienes tú y tu talento. Marcho a por un café has ta la cocina.

    Un abrazo de Mos desde la orilla de las palabras.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias, Mos, tú eres muy amable, ahí está el mayor secreto.
      Un fuerte abrazo.

      Eliminar
  68. Me estoy empezando a enganchar (al café ya estoy muy enganchado). Digo a tus relatos.
    Abrazos desde Madrid

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me alegra muchísimo, es una gran alegría.
      Te mando un fuerte abrazo.

      Eliminar
  69. Claro, conciso y escueto, es la única manera de hacerse entender.

    Besos Hum.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias, Ion, la mejor forma es la sencillez, creo...
      Un beso enorme.

      Eliminar
  70. Gracias por el buen sabor de boca, más que por el café por la sonrisa que provocaron tus palabras

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias, Pilar, me alegra leer eso, pues sé qué importante es que un texto nos deje ese sabor...
      Un abrazo.

      Eliminar
  71. Convenciste al cafetero de que podías ser un futuro enjaulado. A veces alcanzamos logros a nuestro pesar.

    Un abrazo Humberto.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¿Y el cafetero de qué convenció al personaje', pues son dos caras de la misma moneda.
      Un abrazo, Jaal.

      Eliminar
  72. Otra cosa triste del mundo actual. Cada vez nos alejamos mas de la complejidad. Si no nos lo dan medio masticado, no lo comemos.

    ¿Se puede hacer algo con los colores del blog? Despues de leer quedo viendo infinidad de lineas horizontales...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No sé si te lo dije a vos, pero si no lo repito, yo trato de adecuarme al nivel del lenguaje de mi interlocutor, pero no tanto como para parecer afectado o un semianalfabeto. Es decir, tengo mi patrimonio expresivo, pero le doy unos retoques, por las dudas... aunque parezca que soy un trucho.

      ¿Sugerencias de los colores?
      Abrazos.

      Eliminar
  73. Buen chiste, algo negro dirían por aquí pero, a todo hay que encontrarle lo cómico, tal vez el cafetero tuvo un un muy mal recuerdo de los barrotes por eso no encontró agradable el chiste.
    Muy buen relato Humberto! me quede pensando en la cara que habría puesto el cafetero jajaja

    feliz semana

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No lo había pensado, cuando vea a mi cafetero le voy a preguntar si tiene un pasado... Jeje.
      Un abrazo y muchas gracias.

      Eliminar
  74. Un buen relato como siempre nos tienes acostumbrados, pero el cafetero creo que no llego a enterarse de nada quedó bien con el cliente.

    Un abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Y... la situación quedó tensa, digamos.
      Muchas gracias, José Manuel.
      Un abrazo.

      Eliminar
  75. Hola amigo, como estás? Estoy tratando de volver.
    Me tengo que poner al día y empiezo de adelante para atrás.
    Mas allá de lo que se diga es un relato que explicita las diferencias a la hora de la comunicación entre las personas en una urbe cualquiera.....en este caso BA. Se debería hacer un tratado sobre "Conversaciones en el ascensor."
    Basta ver como intenta llamarlo....jajaja.

    Che...te noto algo enojado...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola, Dany, se te extraña, ante todo, pero se entiende tu situación, claro que sí...
      Es un texto que habla de eso, de las diferencias y de los mensajes que no llegan, aún los mensajes que nos enviamos a nosotros mismos, esos que hacen ruido cuando queremos exteriorizarlos.
      Yo aporto datos para ese tratado, sin dudas.
      Estoy raro... a veces molesto, a veces desilusionado, es un tema que viene de arrastre, un tema largo. Pero tenés razón, de afuera se nota como si estuviera enojado.
      Un fuerte abrazo y un besito para Rami.

      Eliminar
  76. Me quedo con el poso de ese café, que sin duda es la comunicación, sean cuales sean los caminos y las formas lingüísticas, como la tuya, que es una verdadera maravilla que nos arrastra a la reflexión de tantas cosas de ésta nuestra vida a veces tan difícil...

    Paso a saludarte y a disfrutarte amigo...

    Bsazo! ;-)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias, Ginebra, siempre dejas un 'café' con excelente sabor cuando pasas.
      Un beso enorme.

      Eliminar
  77. Hola Humberto gracias por visitar mi blog, yo también me quedo por aquí. Un ABRAZO

    ResponderEliminar
  78. Buena entrada Humberto como que te dieron por la torre por creerte mas que ese pobre hombre, como siempre es un placer el visitarte, saludos estelares desde mi querida Guatemala

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias, STARLIGHT, a ti te debo tantas visitas que ya ni podría contarlas.
      Y siempre estás para dejar una palabra amable.
      Se agradece de corazón.
      Un abrazo.

      Eliminar
  79. Como es de costumbre magistral amigo. Cuanto se aprende con tus relatos.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias por tus palabras, Rafa, se agradecen de corazón.
      Un fuerte abrazo.

      Eliminar
  80. Humberto: Aunque nunca dejo de leerte, a veces me da flojera comentar,sobretodo cuando veo que ya hay chorrocientos comentarios.
    Pero, al ver que hablas de mi bebida preferida (he jurado que el día que el doctor me prohiba el café, definitivamente lo voy a mandar a...)
    Es curioso ver que en cada país se acostumbra tomar café de forma diferente. Cuando fui a España, me ofrecieron una tacita pequeña con café bien cargado, que por cierto nunca pude tomar, en lugar de la taza gigante que acostumbro beber.
    Si quieres reírte, te diré, que cuando viene alguno de mis parientes de Alemania, le pido que traiga café.¿Cómo es posible, dirás tú, que viviendo en un país, donde se supone existen grandes plantaciones de café, pidas que te exporten dicho producto de Alemania?
    Pues sí, resulta que el mejor café lo exportan al primer mundo y nos dejan lo que sobra.
    Cariñosamente: Doña Ku

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. En principio, no debes preocuparte por no dejar comentarios, yo sé que tú eres una de esas personas que siempre viene a leer los textos.
      Pues te creo, de hecho la mejor carne (que dicen que es la argentina) no se comercia precisamente en Argentina, sino que va a exportación. Pasa con mucho productos en diferentes países.
      Un beso enorme, querida amiga.

      Eliminar
  81. FULLL, SIEMPRE UNA REBACANERIA LEER TUS EXCELENTES RELATOS.
    UN ABRAZO

    ResponderEliminar
  82. Me encantó la frase que pusiste en uno de tus comentarios: mis neuronas no aguantan este trajín ... Claro, el trajín interno te hizo exteriorizar y te salió muy bien.
    Excelente ímaginación.
    Saludos cálidos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es que estoy escribiendo muchas cosas a la vez, pero no todo para el blog, te confieso que escribir más de un texto por semana para este espacio supondría un gran esfuerzo.
      Muchas gracias y un abrazo.

      Eliminar
  83. No se te va a ocurrir decirle 'basureros' a los recolectores de basura del camión, porque te hacen la cruz y la terminás pasando peor de lo que pensas.

    Digo, por las dudas...

    Explicar los chistes nunca tiene gracia.

    Saludos

    J.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Jamás, ¿o querés que me fajen?
      Señor recolector de residuos ;)
      Un abrazo.

      Eliminar
  84. Lo tenías muy impresionado desde que le diste el titulo que le diste; y luego un chiste o broma explicado que es lo mismo que un mal café o un café que no sea colombiano ;-)
    Un abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¿Cómo llamralo si no? Es un tema bastante complejo el de las denominaciones, con decirte que tengo colegas que se ofenden si les dices 'escritores', pues se consideran 'escribidores'.
      En fin... Muchas gracias y un abrazo.

      Eliminar
  85. Hola Humberto!!!
    A veces lo más sencillo lo hacemos complicado, a cada cosa su nombre, no nos compliquemos más de lo estrictamente necesario.
    Un abrazo!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Exactamente como tu comentario, querida Estrella. Has dado el mejor ejemplo.
      Un fuerte abrazo.

      Eliminar
  86. Me gustan mucho estos finales que no tienen pretenciones perniciosas; sólo quieren hacer parte de una buena crónica de lo que pasa a nuestro alrededor, nuestas anécdotas, nuestro lenguaje y personajes.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Creo que muchos de los que aquí entran saben que a mí me gustan mucho más estos finales que los que tienen un giro sorpresivo final. Me parece más cercano a la vida real... Bueno, es que me gusta el realismo.
      Un fuerte abrazo y muchas gracias.

      Eliminar
  87. Hay gente que no sabe pillar el humor a la primera y claro eso le quita toda la gracia
    Un placer y un beso

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. El humor a veces es muy sutil, entonces muchos chistes pasan sin pena ni gloria, eso sí, es mejor no explicarlos.
      Un beso, querida amiga.

      Eliminar
  88. Jejeje.. Cuando estaba leyendo que el protagonista asomó la cabeza por las rejas, yo misma me imaginé un final: que se quedaba atrapado y no podía sacar la cabeza de entre los barrotes.
    Qué mala soy!.
    Eso es lo que le pasó al hijo de un amigo nuestro: dando un paseo con nuestros respectivos niños, el suyo introdujo la cabeza entre dos barrotes y no podíamos sacarle porque las orejas se le quedaron enganchadas.
    La situación fue terrible hasta que conseguimos liberarle pero luego no podíamos parar de reir rememorándola.
    Un relato estupendo.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¿Y tú crees que yo no pensé en ese final? Pero me pareció que no era 'especial', que podía descubrirse, además de no provocar el efecto esperado de lenguaje, pues, al final de cuentas, el café era la estrella del relato.
      Bueno, confieso que a los 3 años (creo) se me quedó atrapada la cabeza entre dos barrotes de una escalera, una vergüenza total, menos mal que era muy pequeño y eso me... libera.
      Un beso enorme y gracias por la anécdota

      Eliminar
  89. "Untarse" de pueblo o ser pueblo es el principio para descifrar los códigos de la universidad popular; no descifrar esos códigos nos hace sentir ridículos o estúpidos y peor aún terminamos por creer que no somos pueblo y que nuestro lenguaje es de otra élite y, por muy florido que éste sea, nos creará, al final de cuentas, un problema de comunicación. Un café con leche y la vida sigue su curso!
    Excelente amigo mío!!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ahora hay tantos nombres para el café que hay que ser un especialista del lenguaje para nombrarlos, yo algunos sé, otros ni idea:
      Capuccino
      Macchiato
      Caramel
      Moka
      Espresso
      Lágrima
      Cortado
      Con leche
      Ristretto y la lista sigue.

      Gracias por captar el guiño social del texto.
      Un abrazo.

      Eliminar
  90. Un relato maravilloso lleno de semillitas que uno tiene que recoger para disfrutarlo a pleno. Me encantó.
    Leía la lista de cafes, veo que eres un especialista, ja.

    Un beso, Hum.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sé porque veo la lista en las cafeterías, no porque los haya probado, la verdad es que me gusta el cappuccino, pero en invierno, ahora aquí hace 30 grados, sólo tomo un cortadito de vez en cuando, si no té, eral grey, mi preferido.
      Muchas gracias, Luciana.

      Eliminar

Cualquier comentario será bienvenido, hasta puedes insultar gratuitamente, ¿o encima quieres que te pague?