La primera vez que ocurrió fue al despertarme de un
sueño, una mañana extrañamente fría de enero.
El sueño tenía un inicio confuso, como la mayoría de los
sueños. Iba a reunirme con mis viejos compañeros de facultad, habíamos
decidido juntarnos para cenar en el departamento de Horacio, el Pelado, como le
decíamos. Estaba seguro de que el departamento quedaba en la calle Rincón al 800, pero no sabría decir por qué, fue un sueño,
repito. Íbamos a encontrarnos los cinco compañeros de siempre, los que
estudiábamos juntos, los que hacíamos las prácticas juntos, los que
salíamos a divertirnos juntos, en fin, los que atravesamos los seis años de
carrera tratando de no adelantarnos ni atrasarnos en ninguna materia para
recibirnos al mismo tiempo, como sucedió.
Allí estábamos -Manguera, Javi, el Turco y yo-,
sonrientes y apretados en el estrecho pasillo del 7º piso, cargados con bolsas
de snacks y bebidas, esperando a que el Pelado nos abriese la puerta. No demoró
mucho. Al entrar, nos sorprendimos por la gran cantidad de material musical que
había en el lugar. No parecía tener otros muebles ahí, apenas estantes, bibliotecas y armarios, todos repletos de CD’s, DVD’s, cintas,
pósters, discos de vinilo, revistas, casetes, tarjetas de
memoria, pendrives… Como también otros formatos que en la realidad no creo que existan.
Era un sueño, solo un sueño. Lo cierto es que en estos muebles había música
grabada, vídeos, biografías de guitarristas, entradas de recitales, fotos de shows, etcétera; y en diferentes idiomas, recuerdo claramente el nombre de
un CD de Hendrix escrito en -lo que yo creí- japonés, y un DVD de los Stones en
francés. Cuando Horacio nos vio tan asombrados frente a semejante abundancia de
objetos, se sintió apremiado a darnos una justificación.
-Es que mis viejos son coleccionistas desde siempre, yo no hago más que seguir la tradición familiar.
Eso me hizo notar que Horacio todavía seguía
viviendo con sus papás a una edad que no correspondía, y que ellos nos habían
dejado el departamento libre por esa noche.
Quizás para mostrar con mayor énfasis que en su
familia no solo se coleccionaba material musical, el Pelado -después de quitar
lo que había encima- acercó la mesa hasta uno de los armarios, se subió a ella
y nos mostró una increíble cantidad de dinero que sus padres guardaban allí
arriba. Levantaba los billetes y los dejaba caer como si fuesen cupones de
concurso en un programa de televisión. Sin embargo, no me pareció que su
actitud fuese de ostentación o de alarde, creo que lo hacía simplemente porque
le parecía divertido. Recuerdo que había billetes de $20, de $5 y de
$100. Lo concreto es que
este desenfado suyo de mostrar los billetes -que para él parecía ser apenas un vuelto- generó en mí una codicia tan atroz y profunda que me
propuse llevarme unos cuantos ni bien se alejaran todos. El Pelado nunca iría a
notarlo, era demasiado dinero, ni lo habría contado. No entiendo por qué me
obsesioné por los billetes de $20, pero quería llevarme una buena cantidad de
esos papeles colorados con Juan Manuel de Rosas en el anverso. Armonizaba
perfectamente que fuesen colorados y que estuviera Rosas allí.
Pasaban los minutos y nadie dejaba la sala libre,
tal vez no fuera yo el único que deseaba quedarse solo en ese lugar. Por
fin, cuando creí que ya no conseguiría contener más esa compulsión febril, vi
que todos entraban en la cocina para abrir las bolsas y disponer los alimentos
para comer. Entonces, furtivamente, acerqué una silla al armario y me subí a
ella. Hice todos los
movimientos con la vista fija en la puerta de la cocina, maquinando alguna
excusa válida en el caso de que me descubrieran. Ya seguro, alcé mi brazo derecho
lo más alto que pude y tiré el manotazo para agarrar la cantidad que fuera. Muy pronto noté que lo que había tomado tenía la textura
y la forma de un objeto muy diferente a un puñado de billetes. De todos modos,
ya no podía volver a intentarlo, se aproximaban voces. Lo que tenía aprisionado
era algo metálico, frío y tenía algunas aristas que me habían lastimado
la piel. Un anillo o un broche de oro, pensé.
Fue en ese momento que desperté.
Estaba acostado del lado derecho, con los brazos
estirados sobre las sábanas blancas. Tenía ambas manos apretadas, pero al
abrir la derecha descubrí que había allí una miniatura que representaba con
gran fidelidad -después lo supe- la Catedral de Notre Dame de París. Tan firmemente
tenía aprisionada la miniatura que las dos torres a los lados de la fachada me
habían herido la palma.
Lo extraño es que yo nunca había estado en París y
nadie me había regalado un souvenir de la Catedral. No existía una manera
racional de entender cómo había llegado ese objeto hasta mi casa. Y aún menos
existía una forma lógica o coherente de explicar qué hacía ese pedazo de metal
en el cuenco de mi mano una mañana de enero. Evalué mil respuestas, llegué a
sospechar que alguien se estaba burlando de mí, pero ¿quién más podía tener la
llave de mi casa como para entrar tan libremente y por qué querría hacer
aquello? Nadie y no sé. También pensé en la locura, en la doble personalidad y
todas esas posibilidades que nos brindan libros y películas. Nada.
Así comenzó todo. A partir de esa mañana, cada día
me despierto con algo diferente en las manos.
Son objetos que arrastro desde los sueños y que de
alguna manera introduzco en mi vida despierta. Cientos de objetos que llenan un
armario de la habitación de servicio, armario que solo abro para arrojar cada
nuevo elemento. Ni me detengo a observar los que ya están dentro. Sé que hay
llaves, portarretratos, monedas, reglas, libros, pañuelos, muñecos, frascos,
lápices; pero no quiero saber nada de ellos, ni de dónde vienen, ni a quiénes les pertenecen, ni cómo llegan a mis manos. Ya lo dije, al principio traté de encontrar
una lógica, pero cualquier intento de explicación choca contra el muro del
sinsentido absoluto. Y si hoy me decido a hablar de este tormento, es porque el
objeto al que me aferraba esta mañana, el último objeto, es una tarjeta en la
que está escrito mi nombre y recuerda la ubicación (Sector F, parcela 26,
sepultura 2618) en la que se encuentran mis restos en el cementerio Bosques de
Paz.
Queridos amigos:
ResponderEliminarMuchas gracias por las visitas y comentarios para “Incipit”.
Varios factores me tienen bastante alejado de los blogs, les pido disculpas por ello, ya les comentaré las razones, sé que algunos en verdad están interesados. Agradezco de corazón los mails y mensajes en facebook.
Les dejo un fuerte abrazo.
Humberto.
Hello my friend, thanks for sharing.
ResponderEliminarHello, Denise, I do appreciate your kind words.
EliminarCheers!
me gustó como lo narraste
ResponderEliminarno sé si antes lo había leído ´pero , me resulta familiar,
un cleptómano onírico es la resulta
he sabido de cleptómanos sonámbulos
te dejo un besito y buena jornada
Es probable, Elisa, en 2010 (creo) subí una versión bastante reducida de este relato.
EliminarConvengamos también que es una temática... 'reconocida' dentro de la literatura fantástica latinoamericana ;)
Un beso grande y que tengas un lindo resto de semana.
Mais de uma pessoa me disse que depois da meia-noite se passarmos por um cemitério vêm-se luzes saltitando de um lado para o outro. Dizem que são as almas que estão inquietas porque não deixaram a sua vida organizada, morreram de repente. Dizem também que enquanto não fique tudo resolvido nas suas casas, as almas não descansam em paz. Seguramente que a chapa que tinha na mão era o sinal que por fim já podia regressar à sua ultima morada para o descanso eterno. Amén!
ResponderEliminarAi que susto!! São quase duas da manhã, não sei como vou dormir esta noite jajajajaja.
Um estupendo relato que me despertó a atenção até ao fim e me tirou o sono.
Beijinhos Humber.
Flor
Afinal de contas sou eu quem vai acabar sem sono, minha querida, essa sua história de almas inquietas me fez arrepiar. Ainda bem que aqui é cedo, pelas dúvidas vou dar um passeio para eu esquecer todas estas babaquices.
EliminarBeijinhos, Florzinha.
Bom dia Humber!!
EliminarAfinal dormi bem! Babaquices??? Está chamando babaquices às crenças populares? Olhe que quase sempre tem algo de verdade. Ou sera que me está chamando babaca? Não sei o que isso é porque em português essa palavra não existe rsrsrsrsrs.
Tenha um feliz día.
Flor
Não, minhas querida, jamais chamaria você de 'babaca', uma babaquice é pensar nessas coisas no momento de dormir, agora que já é de dia vou pensar mais seriamente essa história de almas inquietas por elas ter morrido antes de tempo. Falando nisso, qual seria o momento certo?
EliminarMais beijinhos.
O momento certo? Ora o momento certo... não há. Ainda não podemos marcar o dia para a nossa morte. Temos sim que tentar viver uma vida feliz, ser feliz, é isso ser feliz e não morrer a meio da vida, quanto mais tarde melhor e poder morrer em paz, deixar tudo feito e nada por fazer. E muito importante não deixar de ter dito, eu te amo.
EliminarMais beijinhos.
Você é meiga, Florzinha, nunca me falte!
EliminarClaro que não!
Eliminar;)
EliminarQue buen relato, nos llevas a imaginar ese sueño, pero llenar un lugar de objetos así es muy loco. Si tu no lo sabes menos aún nosotros. Pero el último es aterrador.
ResponderEliminarExcelso como siempre amigo, nos sigues sorprendiendo.
Un abrazo.
Muchas gracias por ser tan bondadoso conmigo, Luis.
EliminarTe mando un fuerte abrazo y espero que estés muy bien.
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ResponderEliminar___¶¶ (_.^._)¶¶__¶_¶¶(_.^._)¶¶
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_____________¶¶¶______·Feliz Semana·★MaRiBeL★·
Muchas gracias, Maribel.
EliminarUna feliz semana para ti también.
Besos.
Uy!
ResponderEliminarAmigo, la próxima vez que nos encontremos, y que no faltará mucho, entre los dos deberemos pellizcarnos, uno de los dos estará dormido...en el mejor de los casos.
A veces pienso que vengo a leerlo en sueños y que nada de esto es cierto, pero luego pienso que tal vez ese que va en su lugar a nuestros encuentros sólo sea un fantasma...
Ud. me confunde vea...
Pero yo igual lo quiero!
El nuestro es un amor de ultratumba, Magah.
EliminarCreo que los dos estamos vivitos y coleando, así que el próximo encuentro será con abrazos y besos bien tangibles, para que no queden dudas.
Un beso, por ahora virtual.
Infinitas gracias querido y admirado amigo por obsequiarnos nuevamente la belleza, misterio y creatividad de tus relatos. Muchos besinos de esta amiga asturiana con inmenso cariño.
ResponderEliminarTus palabras siempre dejan una larga estela de afecto, cosa que se agradece enormemente.
EliminarUn beso muy grande y gracias.
No lo se Humberto, lo he leído y solo atino a entender que todo radica justo en la extracción de los billetes, quizás había allí uno de esos bichos extraños que llevan veneno, quizás fue allí donde terminó su vida por la obsesión desmedida, o quizás solo busco tu ayuda para entender.
ResponderEliminarSolo recordé una película que vi (sexto sentido), moría al inicio pero no se dio cuenta, será?
De igual forma, lo que nunca falta, mis besos y apapachos Humberto, te cuidas.
Tal vez se trate del conjunto de razones que mencionas, Ame. Y lo digo muy en serio, ya que lo que más rescato de este relato es la cantidad de elementos simbólicos que esconde.
EliminarAgradezco esos apapachos, hay momentos en los que son necesarios.
Muchas gracias y un beso grande.
Humberto, cuan intangible es eso tangible post-. Creo que nos pasa despiertos también. De tanto oprimir lo de acá, allá se nos hace sueño. ¡Un abrazo! F: http://mistavilteka.blogspot.com/
ResponderEliminarCreo que escondes un mensaje que te afecta en forma personal, Felipe, pero basta con recorrer un poco mi vida para estar de acuerdo con lo que dices.
EliminarUn fuerte abrazo y gracias por el vínculo.
buenisimo, me encanto... tanto que lo lei y me desperto del sueño que uno normalmente siente a la 1 y 15 de la mañana después de todo un día de trabajo.
Eliminar¿Qué tal unas gotas de Rivotril? Je.
EliminarUn beso y gracias.
Un cuento extraordinario. Me ha encantado, realmente. Es un deslizarse de forma amena y deliciosa por esa prosa tuya, impecable. Dicen que los sueños, sueños son...Es mejor no adelantar lo inevitable...He sentido escalofríos.
ResponderEliminarMuchas gracias, América, un comentario que alienta, que da ganas de escribir más y más. Que el escalofrío sea solo pasajero, va mi afecto para darte calor.
EliminarUn abrazo.
Me puso la piel de gallina, no me imaginé que todo iba a terminar asi, crei que sólo se trataba de un ladrón, de una persona que no respetaba ni la amistad y todo eso.
ResponderEliminarAhora pienso en como será el momento que llegue la muerte, nos daremos cuenta o meteremos cosas en un baul??
Gracias por volver. Un besazo, Hum.
No podría responder ninguna de tus preguntas, Sabrina, si pudiera hacerlo, dejaría esto de las letras y me dedicaría a la parapsicología ;)
EliminarGracias a ti por estar.
Un beso.
Fue un castigo divino por la codicia y la traición, una forma magistral de decirlo.
ResponderEliminarSabía que ibas a volver !!!
Besos
Una interpretación religiosa, Carolina, no es para desecharla.
EliminarY sí... por ahora estoy, algo etéreo, pero estoy.
Un beso y gracias.
TEXTO VERAZ Y AMAENO CON SABIO DECIR AGUARDARA POR SER LEÍDO... GRANDE TU PLUMA , VITAL TU SER, INMACULADA TU ESENCIA...
ResponderEliminarMaría del Carmen
Muchas gracias, María del Carmen, qué palabras más amables.
EliminarUn fuerte abrazo.
siguiente vuelta de tuerca: lo que tengas de valor devuélveselo a su legítimo propietario. una vez restituído el hurto, date otra media vuelta. arrebújate entre las sábanas. dale un manotazo al ladrón de sueños y ...
ResponderEliminar'que toda la vida es mía y los sueños, sueños son'
La realidad suele ser malditamente más cruda, Humberto
Abrazos besos
Si fuera tan fácil como deshacer lo que hemos realizado dando una vuelta de tuerca y luego otra y... ¿hasta dónde llegaríamos?
EliminarEs cierto, la realidad es mucho más cruda, querida Pilar.
Un beso grande.
Un buen relato con un sorprendente final. Me ha gustado. Saludos!
ResponderEliminarMe alegra que te haya gustado, Rodoreda.
EliminarUn abrazo.
Este texto certifica algo en que creo: cuando podés recordar una historia es porque es especial. Y creeme, Negro, que me acuerdo de esta. Me impresionó la forma en que pasaste -cual carrera de posta-el testigo. Lograste pasar el protagonismo de un personaje a otro de un modo genial. Está muy buena la idea de materializar lo soñado, pero especialmente me gustó el pasaje. Y los guiños, vale? De lo mejor que hay en su ático, Mr. Dib! ;-)
ResponderEliminarBig hug for you, milord! Call you soon!
Muchas gracias, BeeBee, recordar una historia es en verdad un logro, muchas veces pienso en la cantidad de cuentos, novelas, ensayos que uno lee y no entiendo cómo podemos tener un mínimo registro. Pero cómo olvidar Numen o La señal, por ejemplo.
EliminarA big kiss, my Dearest.
Wait that call.
Cuándo los muertos sueñan, correle lo más fuerte que puedas, aunque los pobres que daño pueden hacer? este día he oído mucho de la muerte, soldados muertos, adolescentes muertos, triste. Con tu relato me sacas de esos pensamientos, besitos de veinte pesos.
ResponderEliminarAh, si son de 20 pesos entonces los acepto, pero tienen que ser muchos, ¡eh!
EliminarAquí los muertos son ficticios, en la vida real todo es tan amargo.
Muchas gracias, María.
Sr Dib,
ResponderEliminarPuede que este sueño soñara también con que usted era E.A.POE y lo ecribiera absolutamente dormido.
Yo me preocuparía por dónde meter tantas cosas de origen desconocido. El final, era obvio.
Me ha gustado mucho.
Abrazos
Yo soñé que era Poe, Antonio, y también soñé que escribía algo mejor que esto, como 'La carta robada', pero me desperté y me di cuenta de que era apenas Dib, de que lo único que nos unía era la cantidad de letras de nuestros apellidos, no te imaginas la desilusión.
EliminarCreo que entre las tantas cosas que puedes encontrar en ese armario hay una medallita a San Toth, últimamente me convertí en un creyente acérrimo.
Un abrazo y muchas gracias.
Versión revisitada de la Ley del Talión: el que roba a un coleccionista en coleccionista se convierte.
ResponderEliminarHoy te deseo un despertar lejos de pesadillas.
Besos&abrazos
Bueno, una cosa es segura, eres el primer comentario que leí, dormí poco, pero sin pesadillas. Sea como fuere, es agradable 'escuchar' a una amiga apenas uno se levanta.
EliminarUn fuerte abrazo y gracias.
Humberto, organiza un mercadillo de esos que organizan los americanos a la puerta de casa, así darás salida a toda la mercancía extraída, jaja.
ResponderEliminarSoñar con la gráfica de la muerte de uno mismo debe tener muchas interpretaciones, supongo.
Un beso.
Una idea genial, Sete, con el mercadillo no solo me quito las cosas de encima y gano dinero, sino que también le cambio el 'clima' a la muerte.
EliminarUn beso y gracias.
Delicioso! Y con asombroso final, como a mí me gusta! :)
ResponderEliminarMe alegro mucho que te haya gustado, Fedora.
EliminarUn besito.
ResponderEliminarApasionante el mundo de los sueños..
Te dejo un abrazo en este t mundo real. O el real es el otro?...
A mí no me queda claro del todo, así que no podría darte una respuesta determinante, pero si puedo aceptar tu abrazo, ¿qué duda cabe? ;)
EliminarBesos y abrazos.
Bravo Humberto ¡Cómo me has enganchado! Ese ritomo ágil de los sueños y la realidad confusa. Creo que deberia haber investigado más acerca de los objetos, porque enconrarse semejante tarjeta en las manos da mcho que penar.
ResponderEliminarAbrazos reales, aunque en la distancia.
Eso me gusta de las personas, todos actuamos de manera diferente, yo también habría investigado MUCHO más de dónde venían esas cosas, pero me temo que este hombre ya sabía su verdad.
EliminarAunque a la distancia, siempre cariñosos: muchas gracias.
Besos.
Extraño sueño, y gran relato.
ResponderEliminarMuchas gracias, Idua.
EliminarUn abrazo.
Un relato inquietante al que el final da sentido pero no hace menos inquietante. Es un gusto leerte.
ResponderEliminarMuchas gracias, Miguel Ángel, siempre es un placer verte por acá, ojalá te llegue como lo siento.
EliminarUn fuerte abrazo.
Coleccionista de objetos oníricos... Me gusta. Un besote.
ResponderEliminarColeccionista de su propia muerte, uf...
EliminarBesos bien vivos.
Qué cosas, Humberto. Si el sueño me parece extraño, el despertar me lo parece aún más. Esa historia habría inspirado a Luis Buñel o a Hitckock alguna extravagante película. Los objetos encontrados podrían venir de los paquetes de patatas que nos solemos comer. Vienen de regalo, y los ponemos en un rincón para dárselos a los peques de la familia, pero con el tiempo nos olvidamos de ellos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Una buena hipótesis, aquí también vienen cosas en los paquetes de patatas, en los yogures, en los chocolates, todo un mundo de objetos para coleccionar.
EliminarPero en el caso de este sujeto, ni peques tenía, se lo veía demasiado solitario.
Un fuerte abrazo.
Humberto eres muy hábil con tus letras, no se que decirte la verdad.
ResponderEliminarUn beso.
felicidades¡¡
Con verte aquí dejando tu dosis de espontaneidad y afecto quedo más que conforme, Amapola.
EliminarUn beso grande.
Hola Humberto ante todo saludarte y decirte que me encanta tu blog y la forma en que escribes. Besos amigo.
ResponderEliminarMuchas gracias, Julia, hay mensajes que empujan, que dejan una sonrisa.
EliminarUn beso grande.
Recuerdo que el por Chavo del 8 se despertaba siempre con un plato nuevo en su barril. El hambre... Un abrazo.
ResponderEliminarUna confesión: no veía el Chavo, pero no lo digo como una muestra de 'snobismo', sino un reconocimiento de mi infancia medio afectada. ¿Platos nuevos?
EliminarNo, el hombre...
Un abrazo, Darío.
Soñar encontrar tesoros abandonados, ésos mismos que los demás tienen y parecen no dar importancia... y ¿un CD de Hendrix escrito en japonés?
ResponderEliminarPues... los sueños son el trueno desconsolado de una manada de alacranes a punto de ahogarse...
Abrazotes
(jajaja)
¿El trueno desconsolado de una manada de alacranes a punto de ahogarse?
EliminarEso sí que es una idea potente, deberías hacer algo al respecto, podrían robártela.
Sí, eran pequeños objetos sin importancia, como decía Tabucchi, al menos sin importancia para otros.
Un abrazo fuerte.
Perdón, me deliré.
EliminarJe
Eliminar¡Excelente! Ahora sólo le pediría que volviera a ese sueño y me anotara la dirección de la casa del Pelado. Ando corto de billetes de 20.
ResponderEliminarSaludos, Humberto.
Rincon 834, 7° A, pero yo en tu lugar no iría, dicen que allí... uh, mejor no te cuento.
EliminarUn abrazo, Rob.
Se lee de un tirón y el desenlace es buenísimo...se mete en un tema que a mí me da mucho que pensar, y cada vez más ¿Qué habrá más allá?. Precisamente he leído un poema buenísimo en un blog de un gran poeta...es más... el mejor poeta vivo del que he podido leer poesía gracias a esta red,D. Antonio Porpetta, y que te recomiendo, y ese poema habla de ese interrogante.
ResponderEliminarEste relato relaciona los sueños y el más allá...nada más mágico. Mi cordial saludo.
Conozco el blog de Antonio, hay varios espacios que hacen que me interese por la poesía, el suyo es uno de ellos, como también el tuyo.
EliminarEs verdad, esa duda hamletiana no solo es abrumadora, sino que puede volverse una obsesión.
Muchas gracias por tus palabras, siempre son alentadoras y me transmiten un gran afecto.
Antonio Machado dijo: "Si es bueno vivir, todavía es mejor soñar, y lo mejor de todo, despertar. Lo que ocurre es que si los sueños son agradables, mientras más duren mejor que mejor, pero cuando son chungos y llegas a tener pesadillas como a mí me ocurre muy a menudo, para nada es bueno soñar, y lo mejor despertar cuanto antes. Muy buen texto Humberto.
ResponderEliminarUn abrazo.
Lo dije varias veces aquí, Rafa, el 80% de mis sueños son pesadillas, y no es que tenga una vida triste o desgraciada, simplemente que no consigo tener sueños en los que sucedan cosas... normales, al menos. Sin ir más lejos, esta mañana soñé que se hundía el bote en el cual navegaba con unos amigos. No sé si morí en el sueño, pero sé que estoy aquí para agradecerte tu comentario.
EliminarUn fuerte abrazo.
Espectacular Humberto!! Es alentador que uno hasta muerto sigue soñando- Va a ya sabés dónde, porque yo también colecciono. Y siga revisitando...Abrazo!! BTW me andan faltando un par de anteojos de sol Ray Ban...
ResponderEliminar¿No me digas que no sabías que soñamos cuando estamos muertos? Sí, soñamos con gente viva, que la peor pesadilla.
EliminarTenés que decirme qué modelo de Ray Ban, creo que en el armario hay un par, pero son de Ciudad del Este, no sé si te sirvan.
Abrazos.
Aviator - Pero a esta altura pueden ser de La Saladita!! Tengo un par de $30 Go Figure..Abrazo!
EliminarPerdón por competir, yo tengo unos marca H&M que me costaron una libra, creeme.
EliminarMarta: Tú eres magnífica para las interpretaciones, pues detectas una cantidad enorme de elementos simbólicos que recorren este texto. Me atrevería a agregar el tema religioso, pero no quiero decir más.
ResponderEliminarMe gustó que pudieras hacer el ejercicio mental de localizarte en el enero del hemisferio Sur, lo cual ya hace que todo lo que siga tenga ese toque de 'extrañamente frío'.
Y no, ni Hendrix ni los Stones son santos de mi devoción, pero ambos tuvieron... ¿encuentros con el diablo?
Y tú tienes todo mi cariño, no, más que eso, mi amistad y devoción.
Muchos besos.
¡Sería genial que nos pasase lo mismo: que al despertar de un buen sueño, guardásemos en la mano algo relacionado con él. (Siempre y cuando no sea una pesadilla).
ResponderEliminarSalu2 manuales.
¿Soñar con una bella mujer, por ejemplo? ;)
EliminarUn fuerte abrazo, Diego.
Te extrañe mucho despues de tanto días bonito..
ResponderEliminarMe permites que no te crea, pero la ilusión nunca hay que perderla, ¿no?
EliminarEn fin, estás más loquita que nunca.
QUE NOVELA DE LA TARDE POR DIOOOOSS, JAJAJA
EliminarCristian metido!!
EliminarMe hiciste reír con ganas Humberto! Lo hermoso es que sigas soñando y visitando tantos lugares aún después de muerto... :))) Eso quiere decir que hay sueño después de la vida. Un placer leerte como siempre. Genial.
ResponderEliminarMe has dejado pensando, podemos crear una secta que sostenga que existen bellos sueños después de que nos visitó la Parca, no sé si será cierto, pero podemos ganar algo de dinero extra ;)
EliminarMuchas gracias, Julie.
Un beso.
A mí también me gustó el paso de titularidad en el personaje central. Digo que estaba imaginando qué "coleccionaría" realmente ese amigo, y de golpe volantazo!
ResponderEliminarCómo vienen los sueños ahora no?, te dejan interactuar con la vida misma.
Un beso.
Vienen raros, como los tiempos, hay que estar prevenido.
EliminarUn beso, Dana.
¿Que hay quien intente reinar,
ResponderEliminarviendo que ha de despertar
en el sueño de la muerte?
(Segismundo Dixit)
Será la vida sueño ? Se disfruta lo que escribís.
Morir, dormir, dormir...
Eliminar¡Soñar acaso! !Qué difícil!
Pues en el sueño de la muerte,
¿qué sueños sobrevendrán cuando
despojados de ataduras mortales
encontremos la paz?
(Guillermo Dixit)
No sé. Muchas gracias, Gustavo.
Muchas veces me pregunto si el exceso de simbolismo no será más un defecto que una virtud.
ResponderEliminarEstás en todo y bien. Te dejo un trecho de una canción de los Stones, Sympathy for the devil:
Pleased to meet you
Hope you guess my name
But what's puzzling you
Is the nature of my game.
Y más besos aún.
Vaya, pues yo he soñado que enterraba en ese mismo lugar a un tal Humberto Dib, y aún no me ha pagado la sepultura...
ResponderEliminarTe ha salido redondo (o elíptico, si te gusta más) Abrazos.
¡Los que tienen que pagarla son los familiares, pobre Dib, él ya está muerto!
EliminarUn abrazo, Amando.
SERÁN SUEÑOS ASTRALES? O SERÁ UN SONÁMBULO CON MANÍAS DE LLEVARSE ALGO... EN CUALQUIERA DE LOS DOS CASOS, ORGANIZA UNA VENTA DE GARAJE PARA VENDER TODO LO QUE HA APARECIDO EN TU MANDO...
ResponderEliminarSOLO ME QUEDA UNA DUDA? NO HAS TRATADO DE PROVOCAR UN SUEÑO EN UN TABLE DANCE...??????? A LO MEJOR Y DESPIERTA CON UNA VOLUPTUOSA BAILARINA JAJAJAJA
UN ABRAZO
CARLOS
Van dos que hablan de venta de garaje, no voy a negarte que me dejas pensando en una nueva versión con un protagonista millonario gracias a la venta de objetos raros y valiosos.
EliminarUn abrazo, Carlos.
UN ANALISIS EXCEPCIONAL EL DE MARTA, LA FELICITO.
ResponderEliminarME DEJO FRIO EL COMENTARIO DE ARRIBA, DONDE ESTÁ LO GRACIOSO???
ResponderEliminarDE LOS COMENTARIOS ME PARECIO INCREIBLE EL DE MARTA C, CREO QUE ME QUEDA POCO POR DECIR, YA QUE ELLA LOGRO QUE ENTENDIERA LOS PUNTOS OSCUROS DE ESTE TEXTO.
MI RESPETO DE SIEMPRE POR TU ARTE, NEGRO.
UN ABRAZO DESDE CÓRDOBA LA DOCTA.
Christian:
EliminarSinceramente cada uno opina lo que le parece, reconozco que no intenté escribir un texto divertido, pero tampoco rechazo una visión hilarante del mismo... en fin.
Marta es una gran lectora, de las mejores, y como escritora te la recomiendo especialmente.
Un fuerte abrazo y gracias.
CON TODO RESPETO A CRISTIAN, NO PONGO LOS COMENTARIOS PARA QUE LO LEAN LOS LECTORES, SINO SON PERSONALMENTE PARA TI. COMO TAMPOCO LEO LOS COMENTARIOS QUE PONEN LOS DEMÁS PARA ESCRIBIR EL MIO.
EliminarEN REALIDAD NO QUISE BURLARME DE LAS BAILARINAS DE TABLE-DANCE SI ES QUE ASÍ LO INTERPRETÓ COMO TAMPOCO COMENTÓ LA ESENCIA DEL CUENTO (QUE DICHO SEA DE PASO INTERPRETO PERFECTAMENTE)PORQUE SI A ALGUIEN LEO DETALLADAMENTE ES A TI Y AL CUAL NO ME ATREVERIA A CRITICAR POR LO EXCELENTE QUE ESCRIBES. SIEMPRE TRATO DE IRME POR LAS COSAS QUE ME FASCINAN DEL RELATO Y BUSCAR UNA PLATICA AMENA AUNQUE EL TEXTO NO SEA DIVERTIDO.
EN FIN, NO QUIERO USAR TU ESPACIO PARA CONTROVERSIAS, TÚ LO HAS DICHO MUY BIEN. CREO QUE SOMOS LIBRES PARA EXPRESAR LO QUE QUEREMOS...
Y QUE QUEDE CLARO A CRISTIAN QUE, SI ALGUIEN RESPETO Y LEO CON CON RESPETO Y ADMIRACIÓN ES A HUMBERTO DIB.
SALUDOS
CARLOS
Quédate tranquilo, Carlos, tal vez Christian no sepa que tenemos un vínculo que va más allá de un comentario en el blog, y que ambos usamos el humor de una forma que no todos entienden.
EliminarAmbos son buena leche, fue un mal entendido, nada más.
Gracias por la aclaración que, sin embargo, yo no necesitaba.
Más abrazos.
Original, y con oscilación entre críptico e incoherente.
ResponderEliminarTu buena voluntad en sí acabará llevándote a lograr redondear tus esfuezos en la escritura. No cargues con el peso de Poe, el tuvo su tiempo, el tuyo es más pleno en divulgación así que manifiesta con claridad lo que expresas, de lo contrario resultan ésta cauda de comentarios tan variopintos que no dan consenso a haber entendido el mensaje. En caso de que exista. Y admito que es posible que el errado sea yo al no entender lo leído.
De resumirlo diría "Dudas manifestadas por un muerto."
Hay un fenómeno muy particular, Carlos, hay personas que aparecen para señalar algo que les parece demasiado esto o demasiado aquello, cuando un texto no tiene fisuras, ni se asoman. Creo que ambos sabemos a qué nos referimos, por lo de Poe, digo.
EliminarA mí me gusta escribir tanto 'difícil' como 'simple', el único límite es mi propia incapacidad, así que no tengo ningún reparo en subir un texto más corriente, digamos.
Lo de la divulgación que pudo haber tenido Poe, ya que lo tenemos como ejemplo, y la que podemos tener nosotros con la nueva tecnología, es algo que no deja de sorprenderme. Amazing!
Un fuerte abrazo, amigo, gracias por tu comentario.
M¡uy bueno! ¡Y qué casualidad que compartamos en cierto modo tema en nuestras respectivas recientes entradas! Yo hablo de cierta romería dentro de ataúdes. Pásate si te apetece.
ResponderEliminar¡Un abrazo!
Claro que pasaré, más tarde me verás por allí.
EliminarGracias por la invitación y la visita.
Un abrazo.
Ya hemos hablado hasta el cansancio sobre el trillado tema del soñador y el soñado. Recuerdo que vos sostenías que era el personaje del sueño quien soñaba al soñador y yo lo contrario, no porque estuviese tan convencido sino porque me gusta nadar contra la corriente. Y a propósito de corriente, recuerdas a la pitón gigante que casi nos engulle en esa pesadilla de agosto. Nunca te lo dije pero amanecí peleando con ella. Pensé que no me creerías, pero ahora sé que lo harás, porque ya te ha pasado. Logré encerrarla en el baño, no sé cómo lo hice. Me cansé de llamar a la gente del Zoo municipal, pero tal parece que tenían el serpentario completo. Por suerte alguien se enteró de mi llamado y unos veterinarios acudieron en mi ayuda. Lo primero que hicieron es ponerme a salvo en una habitación acolchada. Alguien me dijo que aún estaban peleando con el reptil. Imaginate si será fuerte que ya pasaron cinco años.
ResponderEliminarEso es lo bueno de que podamos compartir los sueños, o el mismo armario; o que, en definitiva, seamos ambos el mismo soñador que se cree persona real.
EliminarAclaro, 5 años, dos meses y 17 días. Hablar de minutos me parece demasiado.
Abrazo fuerte, Rick.
No se me da muy bien interpretar sueños pero en este tuyo he visto reflejado nuestro afán consumista, esa obsesión de cada uno de nosotros por acumular objetos inútiles que adquirimos en momentos de euforia (o de sueño) y que después no sabemos darle uso alguno.
ResponderEliminarLa parte del sueño como tal sueño es bastante "lógica", quiero decir que sí se parece a un sueño (el amigo mayor viviendo con sus padres, la aglomeración de discos y objetos relacionados con la música, la ostentación del dinero, el deseo que poseer algunos billetes, el despertar justo en el momento en el que te iban a descubrir,...es todo muy normal para un sueño). Lo que viene después, la parte más fantástica puesto que ya no es sueño, puede ser, como he dicho antes, un símbolo de nuestra vida moderna, muchas veces carente de sentido.
En cuanto al último objeto, una tarjeta con tu nombre y unos datos sobre una tumba, remata el relato y posiblemente nos dé la clave de todo pero que no sé muy bien descifrar. A mí se me ocurre pensar, dando una vuelta más de tuerca, que el protagonista de la historia está muerto y cada objeto es un recuerdo de todo lo que acumuló en vida e incluso desde su tumba sueña de vez en cuando con sus vivencias en el mundo de los vivos (amigos, dinero, música...)...tal vez.
Excelente relato que no cansa y nos mantiene en todo momento expectante.
Saludos.
Tal vez no sean necesarios tantos desvelamientos, Jerónimo, como le decía a una amiga más arriba.
EliminarLa primera parte de tu comentario muy bien puede ser la síntesis de lo que intenté transmitir: consumismo, codicia, bajeza, culpas y castigos, esas cosas nomás.
Un abrazo y muchas gracias.
Inquietante, Surrealista...lleno de Imaginación esos objetos que arrastras desde los profundos Sueños. Es un Lujo leer y releer tus Entradas...Evaden, trasladan...impactan.
ResponderEliminarAbrazos.
Muchas gracias, Pedro, tus palabras son amables e incitan a seguir intentando decir, pues de eso se trata esto.
EliminarTe debo una visita.
Un fuerte abrazo.
Um texto cheio de imagens . É como se a minha mente estivesse também a abarrotar de sensações, objetos e outras possibilidades de enriquecimento da própria memória.
ResponderEliminarAbraços
Que bom que você conseguiu entendê-lo, não porque eu pense que você não possa, mas porque a diferença de idioma, às vezes, é fatal.
EliminarValeu mesmo!
Bjs.
Los sueños, sueños son.Magnífico relato.
ResponderEliminarUn abrazo
Muchas gracias, Antorelo.
EliminarUn fuerte abrazo.
Otra genialidad!!! Qué magnífico capacidad de crear maravillas!
ResponderEliminarToda la historia intrigante y el final sobrecogedor.
Es un auténtico placer leerte.
Un beso
Lo que sucede es que tú eres muy amable, pero agradezco tan cariñosas palabras.
EliminarUn beso, Nurocas.
Gran relato éste, Humberto... el final me recuerda a la pescadilla que se muerde la cola, o posiblemente además de arrastrar objetos en los sueños, también haya algún tipo de viaje en el tiempo.
ResponderEliminarBueno... verás... es que no te quiero dar una mala noticia y decirte que acabas de fallecer y que has recogido un objeto identificativo de tu óbito personal, y todo provocado por ese sueño, perdón... por ese sueño eterno, quería decir...
No te preocupes por eso, la muerte es inevitable, además has tenido una vida larga e intensa porque la disfrutaste incluso cuando dormías, y tu habitación tiene pruebas tangibles de eso jejej y lástima que no hubieras cogido nunca un buen fajo de billetes porque te hubieran resuelto bien la vida, aunque posiblemente te hubieran hecho adicto a los somníferos jejej. Y por último, sospecho de que el padre de Pelado e incluso el propio Pelado sufría el mismo problema que tú, algo que quizás jamás quisieron contar. Un abrazo amigo escritor !!! me gustó mucho este relato, siempre con misterio y surrealismo
Una vida más o menos larga, creo que me falta la mitad todavía, pero no me resigno, de alguna forma voy a volver, tal vez como el muerto vivo de los blogs.
EliminarNi me hables del Pelado, que me dejó la catedral a propósito ;)
Un fuerte abrazo.
Otro enfoque novedoso y desconcertante, Aun mas si el objeto no lo relacionas con un sueño concreto. Todo un día para tratar de recordar, hasta el próximo objeto-sueño. Cariñosos saludos
ResponderEliminar¿Habrá otro? Esa es la gran duda, en un día te cuento.
EliminarUn abrazo, Marcos, muchas gracias.
Hi, I don't understand anything here - but I would like to do it... Why is no translator in action here??? I'm so curious about what you are writing...
ResponderEliminarCiao Beate
I'm so sorry, Beo, that's why it is good to learn languages. At school in Brazil we are taught, at least, four languages. Social conscience, we say.
EliminarCheers!
Ok, I have learned just 3 languages: Latin, French and English (and German, my mother-tongue) - and now I'm busy with working and doing the best for my family - not able to learn spain - just to be able to read your blog. And, there is a very interesting blog written in Finnisch....
EliminarCheers, Beo
I understand, Beo, what about google translator? It's not the best, but it helps.
EliminarThank you again!
Este si que es un relato sorprendente que pareciera salido de "La casa de los espiritus"; si sólo fuera lo onírico pues ya uno sabe de todas las cosas raras que se dan cuando soñamos pero la conexión de lo onírico con la realidad pues ya es mucho más complejo. Tu historia me recuerda a esas historias truculentas que se repiten de manera oral en muchos pueblitos por donde el progreso jamás pasó, pueblitos como el Macondo de García Marquez.
ResponderEliminarHumberto, mil gracias por tu visita a Contrastes.
Un abrazo.
Realismo mágico que le dicen, no es común que escriba relatos así, pero le tenía ganas, Gustavo.
EliminarNo tienes nada que agradecerme, cuando puedo visitar a los amigos, lo hago con gran placer.
Un abrazo fuerte.
Como siempre tu capacidad creativa al descubierto, y el final sobrecogedor.
ResponderEliminarSerá de esas almas perdidas que dicen no aceptan la muerte, o será solamente un sueño?????
Abrazos, Humberto y lindo resto de semana.
Tarde o temprano tendrá que aceptarla, ya tiene demasiadas pistas para saber dónde está (si es que se puede decir 'donde').
EliminarMuchas gracias por tus palabras.
Mejor que los relatos son tus comentarios, jajaja eres uno de los que más me gustan aquí en los blogs, existen varios buenitos...saludos
ResponderEliminarQué orgullo, hoy voy a andar con el pecho inflado ;)
EliminarY más besos.
Uf... como decimos por aquí, la codicia rompe el saco. Hay que ver lo que el protagonista llega a sacar de ese saco.
ResponderEliminarMuy bueno. Me ha gustado mucho ese no parar de objetos.
Saludos. Borgo.
Muchas gracias, Borgo, la codicia le jugó una muy mala pasada, tal vez la última.
EliminarUn fuerte abrazo.
Mi querido Humberto!!!!
ResponderEliminarHe sentido un escalofrío al llegar al final del relato, qué poder tan maravilloso tienes...!!, aún lo siento, será que esta mañana se ha despertado fresquita (cosa que se agradece) mientras leo veo pasar junto a mi ventana, una paloma, se acercan porque el vecino de abajo, le deja migas de pan, bueno lo que te estaba diciendo...y si todos nosotros ya hubiéramos vivido y lo que hacemos ahora es simplemente soñar, si nuestro subconsciente, atrapado, vuela libre haciéndonos creer que vivimos una vida, o varias y que rescatamos objetos como muestra de que estuvimos ahí??? ...o aquí???.
O soñamos vidas que quisiéramos tener?? o simplemente no estamos preparados para afrontar la muerte, como tu personaje, que ni siquiera se detiene a observar los objetos una vez traídos, simplemente los tira dentro del armario, la capacidad de retener y acaparar es muy humana, tal vez sea, por lo que colecciona todo ello, para no perder esa sensación de estar vivo.
Por otro lado, hay sueños extremadamente profundos, que sueñas que estás soñando y ese sueño parece muy real, tanto que al despertar, en principio, no sabes si sigues soñando.
En fin, que me ha gustado "horrores" tu relato y como te decía, tienes un poder maravilloso con las palabras, sabes unirlas de tal forma que se siente lo que expresas y no como en otros casos (el mío) que las palabras se parecen a vagones de tren que han chocado en cadena, unos contra otros, jajaja!!!.
Continúa escribiendo cuando puedas, espero que todo esté bien.
Un inmenso abrazo con mucho cariño!!!!!!
No sé dónde escuché, creo que fue en Borges, que el sueño es una muestra de la muerte, o algo así. En lo personal, me cuesta entre media y una hora salir del territorio de los sueños, así que te entiendo. Lo que no entiendo es que trates tan mal a tus letras, no creo que sean vagones chocando, mejor es pensar en estilos diferentes, ¿no te parece?
EliminarUn beso grande, Estrella, gracias por estar.
Ya nos gustaría a muchos poder traer alguna cosita de algun sueño, pero por desgracia no nos ocurre a la gente normal. Tienes suerte.
ResponderEliminarUn saludo
Y... según cómo se lo mire, si lo que me traigo es una tarjeta en la que dice dónde esta mi cadáver, de suerte no tengo nada, uf...
EliminarUn abrazo, Dana, muchas gracias.
Da gusto leer relatos de la extensión suficiente para que todo se pose en el lector, sin necesidad de tener que pensar las adivinanzas del microrrelato. En fin, que es un placer haberte leído.
ResponderEliminarYa leí varias veces que hablas bien de los relatos más extensos, lo que fue una sorpresa, porque te imaginaba como un cultor de los relatos cortos. Prejuicios míos, sin dudas.
EliminarSin buscar ofender ni confrontar, creo que los microrrelatistas crearon los microlectores: una pena.
Un fuerte abrazo, Ximens.
Recuerdo y tengo muy mala memoria, un relato tuyo sobre algo asi "como el mejor libro", Dios¡ Humberto, que capacidad tienes, tu estilo me absorve y mi imaginación disfruta y desborda.
ResponderEliminarMe declaro , fans tuya por completo.
Besos muchos ♥♥♥
Me alegra mucho lo que dices, Tramos, muchas gracias.
EliminarMuchos besos para ti.
Excelente relato con inesperado desenlace, aunque una vez conocido haya querido hacerme el listo pensando que no podía ser de otra manera para que quedara redondo.
ResponderEliminarUn abrazo, Humberto.
Otra salida... no, no hubiera quedado bien, aunque sería un gran desafío encontrarla, ¿no?
EliminarUn fuerte abrazo y muchas gracias.
Impresionante relato.
ResponderEliminarTe dejo mi enhorabuena y un beso.
Muchas gracias, Amalia.
EliminarUn beso.
Es interesante, no me detuve hasta que termine de leerlo.
ResponderEliminarMuy bueno , diré.
Los sueños despiertan muchas preguntas, algunas sin respuesta aparente.
Un abrazo Humberto-
Mar.del Carmen.
Los sueños, en mi caso, me llenan de preguntas, esas que en la vida despierta no me hago.
EliminarUn fuerte abrazo y muchas gracias.
Me traje de un sueño un pequeño Netsuke. Ignoro de dónde ha salido. Al leerte recuerdo que soñé con la ceremonia del té.
ResponderEliminarYa sólo me falta quitarme la pintura de arroz de la cara.
Un abrazo.
Pues sí que debe costar caro, pero lo más valioso es verte con la cara maquillada como una geisha.
EliminarUn abrazo, Albada.
Un relato fascinante. Si lo piensas bien, sería fantástico poder llevarte algún recuerdo de cada uno de tus sueños ;)
ResponderEliminarSaludo y pásate cuando quieras :3
Hay cosas que preferiría no tener, sinceramente.
EliminarEn cuanto pueda, paso.
Un beso.
Voy a intentarlo esta noche.
ResponderEliminarFijo que me traigo un monstruo.
Saludos.
Que sea de los bien malos, así acaba con unos cuantos.
EliminarUn abrazo, Toro.
Humberto: Me hiciste recordar el libro: "La soledad de las vocales" de José María perez Alvares, que principia:" cuando desperté estaba sentada en el alfeizar acariciando un gato la mujer que se suicidó en esta habitación un día de 1980",
ResponderEliminarLos fantasmas que llegan a mí se llevan poco a poco las palabras, MIS PALABRAS. Tanto es así, que algunas veces lloro por no acordarme como se llama ese contenedor donde tomo agua o las pequeñas cosas esas con que intruduzco en la... para ¿entrar o salir?...Bueno mejor lo olvidamos.
Saludos cariñosos: De ti no olvido el nombre, como hago con mis nietos, a los que llamo por tantos nombres, que terminan riéndose de mí.: DK
Qué magnífico comienzo para un libro, Dora, voy a tratar de conseguir ese libro.
EliminarMe has dejado con el corazón apretado por lo que me cuentas, no sé qué decirte.
Mi egoísmo me fuerza a que te agradezca por ser uno de los que recuerdas. Muchas gracias, de corazón.
Un beso enorme.
Te felicito, ese final inesperado me dejó con los pelos de punta.
ResponderEliminarUn abrazo
Muchas gracias por tus palabras, Malque.
EliminarUn beso grande.
Humberto, me pregunto: como un pintor podría plasmar esta historia subrealista en el lienzo,si yo supiera lo intenteia porque es muy interesante.Una abraçada
ResponderEliminarA mí también me encantaría ver esa pintura, Julio.
EliminarUna abraçada, estimat amic.
bien despierta como estoy, estaba loca de codicia por ese armario, hasta con alguna pulsión asesina, créame! y resulta que me viene usté con esa espléndida lección, sobre el mandamiento ese: "no codiciarás los bienes ajenos", que a esa tarjetita final, sí que no la quiero!
ResponderEliminarabrazo!
Esa es la clave, codiciarás, codiciarás, pero algún precio tiene esa conducta, ya ves...
EliminarUn abrazo, amiga, muchas gracias.
Yo he tenido muchas veces ese tipo de sueños, y es muy curioso porque quiero quedarme con el objeto y lo aprieto tanto en mi mano, que cuando despierto tengo mis uñas marcadas en la piel. Ojalá nos pudiéramos robar los objetos de los sueños... y traerlos a la realidad. (Los objetos, o las personas, o los instantes...)
ResponderEliminarUn gusto como siempre leerte!
Alguna persona yo me habría traído, sin desmerecer a todas las mujeres que pasaron por mi vida, aún hoy recuerdo una (la mejor, tal vez) con la que soñé hace mil años. Fue muy raro.
EliminarMuchas gracias, Verónica.
pah, Humberto, estás loco amigo,
ResponderEliminarque me he hecho la película porque mi imaginación voló
saludos
¿Tú crees, Omar? Es decir, ¿te parece que debería consultar por mi saludo mental?
EliminarEspero que no :)
Un abrazo, amigo, y gracias.
¡Gran relato Humberto!De los que a mí me gustan. Lo que no me gustaría es sentirme en el pellejo del protagonista. Una auténtica pesadilla... o más que eso.
ResponderEliminarUn abrazo.
Más que una pesadilla, creo.
EliminarGracias José, espero que esté muy bien encaminada esa novela tuya.
Un abrazo.
Sin terminar de leer, estaba pensando comentarte: "tienes doble personalidad y en la otra eres un ladron nocturno", pero cuando termino de leer.....y ahora: que puedo decirte? espero el proximo cuento para asegurarme que estas ahi!!!!!!!!!!!!! jajajaja
ResponderEliminarun abrazo
Me has dado una idea, pero no sé si pueda traerla a la realidad, je.
EliminarCreo que voy a estar, no te preocupes.
Un abrazo.
Humberto, no se porque salio AZ Libris Show, ese es otro blog que tengo, soy Mery Larrinua. un abrazo
ResponderEliminarAh, Mery, ya me parecía que me hablaba con demasiada confianza para ser un nuevo lector. No porque me moleste, es que, por lo general, me tratan con más... prudencia, digamos.
Eliminar...mmmm....ahora si me asuste yo....jajajaja
ResponderEliminarNo es para menos, ¿quién tiene la doble personalidad? Uf...
EliminarBesos.
Muy bueno otra vez...escusas para visitarte!
ResponderEliminarToda una Dibina, sin dudas.
EliminarGracias Magah.
Es sorprendente la capacidad que tiene tu mente no solo par atraer objetos sin saberlo, sino también para narrar e inventar relatos tan atrapantes.
ResponderEliminarTe confieso que me gustaría poder tener ese don y quizás me conformaría con encontrar en mis manos un pequeño trozo de paz, objeto muy codiciado y en estado de extinción.
Un placer pasar a leerte, te dejo un fuerte abrazo y te deseo un hermoso fin de semana!
Te agradezco mucho lo que decís, Cristina.
EliminarPero pensá que seguramente vos tengas otros dones que yo no poseo, así que la vida queda compensada.
Muchas gracias por tus deseos y bellas palabras.
Un besazo.
wow
ResponderEliminarGreat work!
Cheers from Greece.
xxx
Iliana.
Thank you, Iliana, kind words.
EliminarSee you soon.
¡Fantástico relato! ¡Tan original que me he quedado totalmente asombrada por tu derroche de imaginación y ya me parece el colmo lo de la sepultura...!
ResponderEliminar¿Cómo puedes imaginar tales historias? Me descubro ante ti.
Good night and sweet dreams!
Gracias por las palabras de aliento, en verdad me llegan y las tomo con humildad.
EliminarLas imagino todo el tiempo, no sé, mi cabeza trabaja demasiado, no sé si bien... ;)
I do appreciate your kindness.
Hugs.
Genial!! mas que genial me recordaste una pelicula que vi hace mucho , aunque no me viene a la mente el nombre , la que coleccionaba objetos de sus sueños y que finalmente eran objetos que la protagonista iba a robar a otras casas, mientras estaba en un estado de sonambulismo, claro siempre al final de la historia uno se entera y de la cantidad de objetos robados que tenia... en fin excelente, me engancho tu historia
ResponderEliminarte mando un saludos y feliz inicio de semana
Me encantaría ver esa película, así que cuando recuerdes el nombre y tengas ganas de pasar de nuevo, me lo dices.
EliminarUn beso grande.
Muy tuyo.
ResponderEliminarEstoy comenzando a creer que es así...
EliminarGracias.
Solamente he venido a saludar Humberto, he pensado que aunque solo sea un relato el despertar debe ser toda una alegría.
ResponderEliminarCada mañana para mí es una fiesta, es muy raro que me levante de mal humor o triste.
EliminarMuchas gracias por tu visita, Amapola.
Besos.
:), muy bonito.
ResponderEliminar¿Quién, yo? ;)
EliminarHoy queria decirte qe siempre te leo y que me gustan mucho tus cuentos, los qe son mas largos mejor.
ResponderEliminarUn abrazo amigo Dib.
No es la opinión mayoritaria, Raul. Muchas gracias por venir hasta el blog a dejar tu opinión, son pocos los del facebook que se animan.
EliminarAbrazos.
Yo traigo pedazos de mis sueños a la realidad y luego hago lindas realidades, pero tu historia me sobrecogió, senti que soñar tiene sus riesgos.
ResponderEliminarAdmiro tu capacidad imaginativa, se dice así?
Besos desde mi país.
No sé cuál es tu país, me fijé en el perfil pero no hay datos, solo que sigues este blog, lo cual es todo un honor.
EliminarSigue trayendo cosas lindas, a la realidad y al blog ;)
Besos y gracias.
Es buenísimo!! Misterioso y con un final totalmente inesperado.
ResponderEliminarMe ha encantado.
Un beso.
Muchas gracias, Mara.
EliminarUn beso grande.