Levanto el lápiz sobre la hoja y… no, mentira, levanto mis dedos
sobre el teclado y comienzo a escribir una historia que no viví, aunque
tampoco estoy seguro de no haberla vivido, como sea, la mayoría creerá que “yo”
soy yo y nada de lo que diga para aclarar lo contrario importará: siempre es igual.
El vecino que vive del otro lado de la calle se pasa los días espiando la vida de los demás a través de la ventana. Creo que se trata de un hombre viejo y enfermo, o de una alimaña perversa que horada la intimidad de sus víctimas, no me imagino otro motivo para que esté todo el tiempo así: acechando a la gente tras las cortinas. Minutos, horas, días en los que su pulso late al ritmo de la persona elegida. De vez en cuando, se ausenta un momento para prepararse un café, pero enseguida vuelve a su puesto de observación en el quicio del ojo de su casa, desde allí lo analiza todo con la dedicación de un entomólogo decimonónico. Sin embargo ya me di cuenta de que los hechos no le son indiferentes, a veces bosqueja una media sonrisa cuando algún niño hace una travesura o baja la cabeza cuando ve pasar a una joven bonita. Pero muy pronto se reconcentra y vuelve a su vigilia. Me llama la atención que todas las tardes reciba una llamada, si bien yo sólo pueda intuir la campanilla de ese teléfono que suena una, dos, tres veces, no más, entonces atiende -con la mirada siempre sujeta al vidrio- y se queda un largo rato escuchando al que está en el otro extremo de la línea, aunque nunca habla. Posiblemente sea un familiar que intenta consolarlo o una mujer que le dice que todavía lo ama. Sí, me haría mucha ilusión saber que una mujer lo ama, pues me resultaría menos devastador ver cómo transcurren los días, él allí, acechando desde su ventana; y yo aquí, escribiendo lo que hago, desde la mía.
Estimados amigos:
ResponderEliminarMuchas gracias por los comentarios para ‘A las seis en punto de la tarde’.
Voy a estar unos días en mi país, espero no perder el contacto. Sí, en Brasil hay internet, por lo general la conexión se realiza a través de cocos virtuales.
Un fuerte abrazo.
Humberto.
BUEN VIAJE, NEGRO TRAETE UNA GAROTA, JEJE
EliminarMuchas gracias, Christian.
EliminarPícaro para dejar el mensaje, ¡eh!
wow, se me hace que estuviste en Cuba... habian unospersonajes que representaban una organización de masas. CDR, o sea, comité de Defensa de la Revolución... y asi se pasaban tras la ventana vigilando si el vecino compraba carne a contrabando, café, etc, etc... y despues en vez de recibir una llama, llamaba él a la policia o los organos de la seguridad del estado (G2) y daba el pitazo y después uno mas preso por no pensar como Castro...
ResponderEliminarEn otro orden de cosas, tu barrio es todo una fauna jajajaja el que barrena, el que mira, jajaja solo falta un soprano jajajajaja
un abrazo amigo.
Carlos
por cierto... como sabes que el vecino hace todo eso jajajajaja
EliminarYa sé que no eres tú
Carlos
Me llama mucho la atención cómo las experiencias personales se involucran en la historia, más cuando se trata de una ambigua, como esta. Es decir, puedes verlo desde una perspectiva política y tendrá todo el sentido, sin dudas.
EliminarEs así, Carlos, mi barrio es una ventana al mundo ;)
Un fuerte abrazo y muchas gracias.
...atento a lo que hace el vecino, espiando su vida, como una alimaña perversa que horada la intimidad de su víctima... ahí lo veo a usted atentísimo para venir a contar la historia de ese viejo enfermo a intentar convencerme de que usted no es usted, pero sepa que yo no le quito la vista de encima desde mi ventana y sé muy bien quién y qué hace usted.
ResponderEliminarYo sé que en este juego de espejos enfrentados, todos tenemos los ojos puestos en alguien, mientras otro los tiene sobre nuestra nuca. Me halaga que seas vos la que está sobre mí.
EliminarUn beso, Magah.
Que lindo es usted mi amigo! Que lindo me resuenan sus palabras, que simples...
EliminarUn beso Humberto!
Y..., me haces poner colorado ;)
EliminarBuena conmemoración de la ventana indiscreta
ResponderEliminarLo leeré con mas calma, para sacarle jugo, ( no el de los cocos si no el de mi coquito)
Un abrazo
Mira que el agua de coco en exceso causa nauseas, tómala con cautela. Ven cuando quieras, CoTé.
EliminarUn beso.
siempre hay un fisgon en el barrio!...sera una cuestion de genero?...hacia mucho que no te visitaba Humber, muchos besos
ResponderEliminarEs verdad, mucho, pero tampoco es necesario estar encima, ¿no?
EliminarNo sé si alguien escapa a mirar la vida de otro, yo no creo, por ejemplo. Claro, no como un perverso...
Un beso enorme.
CON LAS COSAS QUE CADA UNO TENEMOS PARA OCUPARNOS, NO SE ENTIENDE QUE SE QUIERA SABER DE LA VIDA DE LOS DEMÁS.
ResponderEliminarUN SALUDO
Es que... hay de todo, Icue, las personas somos de lo más extrañas, por suerte, creo.
EliminarUn abrazo.
Dos ventanas que se encuentran, para ser observadas. El escritor dando palabras tras palabra, lo que supone, lo que le gustaría, lo que le inspira. Quizás de la otra ventana se vea igual.
ResponderEliminarMe gusto Humberto y su portada también.
Un beso.
Ver y ser visto, desde las ventanas físicas y las del alma. Muchas cosas para decir, en esos casos es preferible las metáforas.
EliminarMuchas gracias, Cacy.
Un beso.
Bueno Humbertoque te baya bien el viage a Brasil,y coge buenas energias sambeando,seguro que hay mucha diferencia de Buenos Aires.
ResponderEliminarEstas personas enfermizas:quizas no tengan ninguna culpa,por eso porque son enfermizas;pero suelen ser peligrosas en los regimenes totalitarios politicamente:pues suelen irse de la lengua, no ser que lo hagan con intencionalidad.
La verdad que no me cave en la cabeza,como una persona asi:pudiera tener una aventura,oh tener una esposa:si no tuvieran la misma mania, en comun.que tingues un bon viatge,Una abraçada
Si lo pensamos desde el punto de vista político, es monstruoso pensar que alguien pueda estar avizorando nuestras vidas, que no podamos tener la intimidad y la libertad que como humano merecemos. Y aunque parezca increíble, esas personas tienen una vida, ahora bien, la calidad es esa vida no es la mejor, claro está.
EliminarMoltes gràcies, estimat amic, una forta abraçada i la meva salutació per a la família.
Que linda historia...todos tenemos un vecino asi...gracias Humberto!!!
ResponderEliminarCon el mío nos miramos a los ojos, así, directo.
EliminarMuchas gracias.
¡¡Vaya par de dos!!!
ResponderEliminarEl uno para el otro, como dicen.
EliminarUn beso, Tracy.
Uno ve pasar la vida detrás de la ventana y el otro lo observa y escribe con el teclado y vista en la pantalla, no se donde debería estar el punto medio, yo nunca me asomo a la ventana, ni mis vecinos lo hacen, (creo), pueden sucederte mil cosas y nadie se entera, y si lo hacen nadie se da por enterado, entonces volvemos a empezar, qué tan bueno o malo es?.
ResponderEliminarLo que si hacía antes era sentarme en una banca del bosque y observar a las personas, les inventaba cientos de historias, solo por algún detalle que me llamara la atención, o trataba de definir su carácter, (creo que tenía mucho tiempo libre).
Hoy no analizo Humberto, solo recuerdo y me divierto.
Besos y apapachos
Cada uno frente a su vidrio, todos observan y son observados, un juego paranoico en el que muchos caen. Es difícil pensar en un punto medio, puedo imaginar varios, posiblemente el más adecuado sería cuando esas miradas se encontrasen, justamente, a ojo desnudo.
EliminarSi te diviertes, entonces es mucho mejor, Ame.
Como te dije, esa dosis de apapachos me sirve para sentirme apreciado.
Muchas gracias y un beso.
Humberto..." Mi vecino "
ResponderEliminarAl comenzar a leer he pensado , como sabe el lo que hace el vecino,tambien lo está observando jaja.
De esos vecinos hay a montones, muchos han de ser personas solas como este señor que piensa que se le ha acabado el tiempo y no sale más de esas cuatro paredes, en vez de salir a buscar la vida que le sobra y saber disfrutarla.
Una de mis vecinas pasa 10.000 veces por mi vereda, sabe todos mis movimientos y otra a la vuelta de mi casa está todas las tardes en que yo paso sentada en la vereda, ya ni la saludo...me conoce la vestimenta de los pies a la cabeza jajaj..( nose´como no tienen nada que hacer ) yo por demás de huraña... vivo lo mío
Ve a tomar mate con tu vecino y dale mis saludos jajaj
Me a gustado tu vecino perdón tu relato jajaj
un beso
Mientras tu vecina no quiera asesinarte, puedes dejarla que te observe tranquila, tú tienes una vida muy interesante, por lo poco que sé.
EliminarEl mate me pone nervioso, así que lo voy a invitar a un té, qué buena idea me diste.
Un beso, Doris, y muchas gracias.
Me olvidé, que tengas buen viaje
ResponderEliminarmas besos
Valeu mesmo, minha querida!
EliminarQue personaje tan extraño el que nos relatas hoy,ya tiene paciencia para estar ahí durante tanto tiempo,y tiempo eso es lo que más tiene.
ResponderEliminarUn abrazo.
Te confieso, me costó decidirme a subir un personaje tan raro, pero creo que todos merecen una oportunidad de ver la luz, aunque todo esto no pase de una ficción.
EliminarUn abrazo.
Me recordó a una señora que siempre que paso por su ventana ahi está al acecho, en mi opinion estar asi toda la vida, es perderla con el paso de los dias, hay que disfrutarla, amar y sociabilizarse, pero bueno cada uno decide que hacer con su vida. Por cierto a mi me encanta observar a mis vecinos tambien, las cosas claras, pero más salir a la calle y conocer mundo.
ResponderEliminarInteresantisimo relato. Muchos saludos :)
No hay dudas, Sandra, vivir observando la vida de los otros no es el mejor pasatiempo, pero, por una u otra razón, hay personas que no pueden salir a enfrentar la vida real.
EliminarUn beso y muchas gracias.
Pobre pobre... pobres esos miles de miserables que viven hurgando o intentando arruinar la vida de los otros...pobres, desventurados, de ellos ya es el infierno... Un abrazo, Dib.
ResponderEliminarCreo que todos tenemos nuestro infierno particular, pero en eso estoy con el Dante, algunos estamos apenas en el 1° círculo, otros se revuelven en el 9°.
EliminarUn abrazo, Darío.
Hay personas que observan la vida como tu vecino. Quizá se han quedado al margen de la sociedad por circunstancias adversas y no pueden salir a la calle. Otras veces ellos mismos se han impuesto esa carga, y se niegan a seguir viviendo participando de la vida misma. También a mi me gustaría que se colara por su ventana un poquito de esperanza.
ResponderEliminarUn relato muy bello.
Hay tantas causas para que una persona se expulse de la vida social que es imposible hacer generalizaciones, lo cierto es que tu comentario final me resultó encantador, pues apunta a la esperanza.
EliminarUn beso, Maripaz.
Muchas gracias.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarQuerido Humberto , esto me recuerda mucho a un programa de humor que hacen los Juves por la noche , que se llama " La noche de jose mota" en la cual , hace unos gacks o esquech en el que sale la tipica "vieja de visillo" que siempre esta cotilleando , y tu como buen observador se puede decir que eres el " El observador , observado " jajajajaja un relato muy bueno , espero que no te ofenda mi opinión , ya que este pobre viejo se conformaba con vivir la vida de otras personas atraves del vidrio de su ventana ,y no te creas , que yo tengo unos cuantos vecin@s de esos ,jajaja te deseo una feliz tarde , besos de Lm.
ResponderEliminarUn cazador cazado, si querida amiga, pero aquí no hay mucho humor, según creo.
EliminarNo te digo lo que deberías hacerles a esos vecinos porque trato de no ser grosero en este espacio, pero puedes imaginarlo ;)
Un beso enorme.
Esta vez te salió un Hitchcock de la etapa americana: "Rear window", pues como en la película, el personaje mira por la ventana y vive vicariamente las vidas de sus vecinos. El cineasta nos devuelve esa realidad contemplada a través de la cámara, mientras que tu narrador lo hace valiéndose de su lápiz (¡perdón!, de las teclas de su ordenador). ;-))
ResponderEliminarEs como siempre digo, Sícoris, en arte está todo hecho y dicho, la posibilidad que nos queda es apenas variar un poco.
EliminarY levanto las manos de las teclas.
Un abrazo.
Pois é, eu sou uma pessoa que gosto de observar o que se passa lá fora através da minha janela mas só por alguns minutos. Desconheço se haverá alguém que também me esteja observando. E assim ponho-me a imaginar histórias.
ResponderEliminarCom que então vai ao Brasil, como eu gostaria. Boa viagem!! Dê noticias.
Beijinhos.
Flor
Imagino que com só esses minutos você já tem material para muitas histórias, ¿não é? Sempre me pergunto como vc faz com tantos blogues, deve ter uma mente privilegiada.
EliminarÉ, minha Florzinha, vou para a minha cidade, faz um tempo que não estou lá, até que estou um tantinho ansioso.
Vou dar, não se preocupe.
Um beijo descomunal!
Sabe que eu ultimamente estou muito preguiçosa para escrever, a minha imaginação continua cá mas não sei há qualquer coisa que me falta.
EliminarUm beijo descomunal rs para ocê também.
Sabe o quê? Estamos doentes de palavras, eu estou sentindo o mesmo, talvez devamos escrever só quando tivermos algo importante para dizer.
EliminarSeja como for, estamos aqui, na mesma onda!
É, sempre na mesma onda! Valeu!
EliminarBeijinhos...
Eliminar"Yo" soy "Él". Yo Soy, en el espejo del "Otro". Nada más agregaré. Fascinante Dib, como siempre. Un abrazo enorme maestro, y buen viaje.
ResponderEliminarEl Yo está siempre en el lugar equivocado, me rectifico, nunca está donde creemos que está, eso nos confunde a todos. Y así andamos.
EliminarUn abrazo y muchas gracias.
Dos solitarios.
ResponderEliminarSalu2, Dib.
Deamsiado solitarios, Diego.
EliminarUn fuerte abrazo.
como dos gotas de agua esperando los brazos para tener las fuerzas, el te alimenta mientras vos lo alimentas, serán dos vidas tras el amor o el amor buscando una vida, un abrazo
ResponderEliminarCreo que entre los dos sostienen la fantasía de que existen: ése es el punto.
EliminarUn abrazo.
Sabemos quien le llama Humberto...
ResponderEliminarUn abrazo.
Yo de eso no tengo dudas, el tema es que él no lo sabe.
EliminarUn abrazo.
Lo releí y pensé: dos voyeur -quito la connotación sexual- porque me perece demasiado obvia. Y este par de caballeros no inspiran nada obvio. Todo lo contrario. Me cuenta una historia simple, donde las particularidades de las vidas, que se encuentran por un instante y crean una historia que dudo vuelva a repertirse. Un instante, un momento en el universo.
ResponderEliminarEste me gustó, Negro. De verdad.
Big hug and have a nice travel! Enjoy your country! xxx
Yo creo que se da una sucesión de instantes de encuentro, encuentros en la mirada del otro, pero los ojos nunca se cruzan, ahí está lo extraño. Como si nos reconociéramos sin siquiera alinear los ojos. Me fui de mambo, perdón.
EliminarI will, my BeeBee!
Big kiss for you.
Yo miro, tu miras, él mira...Todos miramos.
ResponderEliminarAlgunos con más hincapié.
Otros buscan solo compañía.
Lo increíble es qué pasa por la cabeza del que mira al que mira. Imagina hasta con quién habla el tipo...es magia.
Beso
Si dejamos volar la fantasía, podemos llegar a armar toda una vida a partir de una mínima escena, eso es magia, estoy de acuerdo con vos.
EliminarTodos miramos y sólo a veces nos encontramos.
Todo esto tiene un receptor, claro está.
Un beso y muchas gracias, Dana.
Querido Humberto Dib, um dia pensei numa história de um cara (eu) preso dentro de casa observando, bem, a história não saiu de minha cabeça para o papel, então me deparo com este conto, genialmente escrito, não me vi no personagem, mas consegui senti-lo, assim como o inicio genial do conto, em que o escritor luta com a folha em branco e a caneta, buscando uma criação, uma história. Obrigado pela aula de criação de um conto, a históra que um dia eu supostamente imaginei, não poderia ter sido melhor criada como foi aqui. Obrigado. Eu sempre aprendo, de alguma forma ou outra, cada texto que leio aqui. Gosto muito.
ResponderEliminarps. Meu carinho meu respeito meu abraço.
Bom, rapaz, às vezes outros dizem o que nós pensávamos contar, sempre acontece, mas não tenho dúvidas de que se você tentasse essa sua história, seria ótima também, visto que os pontos de vista sempre são diferentes.
EliminarAgora gostaria que você escrevesse, hem!
Abraço forte.
Querido Humberto:
ResponderEliminarTiempo ha que no me paso por acá... problemas de todo tipo, pero procuro leerte siempre que me es posible. No me gusta perder este lazo trastlántico de historias tan ficticias como reales (o tal vez sea al revés...)
En cualquier caso, mira, este personaje que nos presentas hoy, es tan típico en todos los barrios...! Yo también tengo uno justo frente a mi casa y en verdad que me incomoda la mayoría de las veces pues no sé si se dedica a mirar todo el rato lo que hago o dejo de hacer o también le interesan los vecinos de arriba, de abajo, de la izquierda o de la derecha...
El mío no es viejo, sino joven, y sí, ojalá alguien le llamara todos los días y le dijera que todavía lo ama...
Un abrazo grande!
;)
En lo que a mí respecta, creo que a ese personaje real que me cuentas, dudo de que si lo llamara alguien para decirle que lo ama, cambiara su actitud, porque ya algo se rompió en su vínculo con los demás. Su vida está toda en su mirada.
EliminarTú ven cuando quieras o cuando puedas, esas cosas nunca modificaron mi afecto.
Un beso y gracias.
Pnse que era la continuación del taladrador de paredes y me das un golpe existencial, eso es lo que mas me gusta de tu blog, nunca se que va a pasar.
ResponderEliminarIncreible esos dos fisgones, pobers, no??
Besazos
Bueno, tal vez haya sido la continuación, es decir, cómo termina el vecino después de tanto taladro.
EliminarUn beso enorme, Sabrina.
El protagonista de tu relato, me recordó a un hombre al que siempre veía en un acecho parecido, en este caso sin teléfono y sin expresión alguna nunca. Esto que te comento, pasaba por la zona del metro Valdeacederas (Madrid), y yo le vi prácticamente todos los días durante dos meses, que es lo que duró un cursillo al que fui. Desde su primer piso (contando con el bajo), siempre en la vigilia. Y bueno... decir que, al menos, el hombre que comentas no era un estatua, de total y evidente quietud.
ResponderEliminarSiempre es bueno leerte, Humberto.
Un abrazo.
Eso es lo que más llama la atención, la vida real suele superar cualquier ficción.
EliminarMuchas gracias, Jorge, un abrazo.
Lo más parecido a "ventanas indiscretas" son mis anteojos de sol a lo Ray Charles. He visto eclipses de sol con ellos. No hay manera que una mujer de escote pronunciado me pueda ver inmerso en su valle de regocijo. Y no, ya no babeo...:-)
ResponderEliminarLos anteojos de sol son una buena estrategia, justamente ayer hice uso de esa técnica, pero no puedo contar nada más... no por acá ;)
EliminarUn abrazo, Ato.
Los ojos son siempre solteros...Abrazo!
EliminarLinda frase, Ato...
EliminarOh! que lindo. No es una ventana, sino un espejo. Es muy interesante internarse en el mundo que existe fuera de nosotros y escribir sus sensaciones. Un abrazo, encantada de conocer a tu vecino!
ResponderEliminarMe alegra que hayas entendido la idea del relato, Belen, muchas gracias.
EliminarUn beso.
Siempre han habido ventanas indiscretas, por curiosidad, por morbo,... cada cual con su quimera.
ResponderEliminarUn abrazo
La ventana, como intento decirlo en el texto, también es un ojo, así que así se arman las cosas. Como bien dices,cada cual con su quimera, esperemos que la nuestra sea más o menos sana.
EliminarUn abrazo.
Yo suelo observar el mundo desde mi ventana. Entender y analizar el comportamiento humano y tratar de averiguar porque es así. Dejando volar la imaginación para saber que esconde aquella persona.
ResponderEliminarBueno, nadie puede evitar observar a los demás, es necesario y sano, el problema es cuando se vuelve la única actividad de nuestras vidas... y aún peor cuando somos los mirones mirados.
EliminarUn beso, Karla.
es increible como nos armamos historias o le construimos algun par a los otros que, observan desde una ventana y somos testigos desde el otro lado del cristal, aunque viceversa... ellos harán con nosotros igual
ResponderEliminarEs la parte creativa e imaginativa que todos tenemos, algunos más, otros menos, pero quién no le ha construido toda una vida ficticia a algún vecino.
EliminarUn beso, Jo.
Observar el mundo desde el cristal, escribir una historia cómodamente desde el escritorio, ambos viven sus historias delante de una ventana diferente. Me hiciste pensar en qué será de la vida de mis vecinos, de qué hará ese hombre de ojos azules cuando baja a su perra a pasear y me observa desde una esquina del ascensor...
ResponderEliminar1 beso gigante Humberto.
Seguro que él imagina una historia de tu vida, y en el mejor de los casos sea un gran escritor y te imnortaliza, ¿por qué no?
EliminarOtro de los gigantes, Laira.
Otra vez lo has hecho, la sorpresa y tu nivel de escritura se destacan claramente de muchos blogs!
ResponderEliminarSaludos.
Reno
Hay varios blogs bueno, Reno, sea como fuere, muchas gracias.
EliminarUn saludo.
Dejar volar la imaginación viendo a tus vecinos es cosa que muchos hacen y así se inventan historias que tal vez son reales.
ResponderEliminarSe crean historias en ese delgado límite entre la fantasía y la realidad, hay veces que a mí se me desdibuja... y no estoy loco: creo.
EliminarUn abrazo y muchas gracias.
La soledad prolongada, porque no queda más remedio o porque uno la desea, por motivos diversos, es dura, muy dura, creo humildemente, desde mi percepción que este señor se encuentra en un estado de aislamiento, ¿los motivos? quien sabe. Pero su observación ,según relatas no es maliciosa, expresa sentimientos de cierta alegría al ver a los niños (VIVIR), haciendo travesuras o de timidez al ver a una joven guapa (AMOR, PASIÓN, NECCESIDAD,... Pero el escritor (el del relato)se sitúa al nivel del señor de enfrente, todo el tiempo del mundo para observar y escribir, no dice lo que VEO, dice lo que HAGO... Pueden que sean distintas SOLEDADES, pero al fin y al cabo, cada uno la vive como quiere, puede o como no le queda más remedio. Muy interesante tu relato, hace pensar sobre la sensación que aporta la palabra SOLEDAD. Siempre un placer leerte. Un abrazo Humberto. Feliz viaje.
ResponderEliminarExcelente análisis, Lumi, recuérdame que mi próximo libro tenga tu prólogo, ¡lo digo en serio, eh!
EliminarEse 'hago' final es determinante, has sabido entender todo el entramado.
Muchas gracias por leer con tanta atención.
Ah, y muchas gracias por el deseo de buen viaje.
Un beso enorme.
Gracias a ti Humberto, me ha invadido una alegría enorme por la valoración que has hecho de mi comentario, sobre tu excelente relato. Ojalá fuese cierto lo del prólogo, ya me dirás, pero me conformo con tus agradecidas palabras. para mí, importantes. Siempre soy fiel a los autores que me aportan, me obligan a mejorar en mi andadura literaria. Un beso también para ti.
EliminarEs un honor que me coloques es ese panteón de escritores que aportan, te aseguro que cada entrada intento que sea valiosa, que deje un mensaje, una reflexión.
EliminarEsta semana demoré casi 10 días en subir algo nuevo, porque soy de los que creen que sin no hay nada interesante para decir, es mejor no decir nada.
Ahora bien, digo que intento, pero no sé si lo consiga, ojalá que sí.
Más besos.
Que terrible castigo debe ser el estar todo el día viendo lo que hacen los demás, sin apenas tiempo para descubrir lo que uno sería capaz de hacer si tuviera tiempo. Aunque luego lo escriba... :D
ResponderEliminarBesazo y excelente, como siempre
Muy terrible, Dolega, escribirlo no basta.
EliminarUn beso enorme y muchas gracias.
Es posible que la misma persona que conoce todo eso de él sea también el que haga esa llamada. ¿Motivos?, tal vez reclame su atención; mira a todo el mundo menos a él o a ella. Naturalmente luego está el narrador, una persona distinta. Que busque en otras ventanas y encontrará a quien hace la llamada.
ResponderEliminarUn saludo!
Me gustó la hipótesis, Zavala, yo también imaginé que lo llama alguien que sabe mucho de él, tal vez más que él mismo.
EliminarUn fuerte abrazo.
"en los que su pulso late al ritmo de la persona elegida"
ResponderEliminarA tal grado?, bueno yo no me asomo a ninguna ventana, pero me entero de todo, tengo amigos que son algo "relajados" en sus asuntos, unos pequeños diarios abiertos, te ves envuelta en un círculo de información que no estoy tan segura de desear me involucren, no lo se amiguito, creo que cada cual a lo suyo, como dicen, *cada uno en su casa y dios en la de todos*, algo así.
Buen viaje, te diviertes mucho, descansas y a disfrutar
besitos Humberto
¿Viste que yo tenía razón? ¿Recuerdas cuando te decía que eras como un programa de la farándula del mundo virtual?
EliminarNo hay vueltas, las cosas que debes saber y no me cuentas, un día de estos voy a México y me entero de todo.
Un beso y muchas gracias por tu deseo.
El asechador asechado, pícaro Humberto. Mi admiración por esa capacidad creadora.
ResponderEliminarUn abrazo.
Muchas gracias, Francisco, aunque... entre nosotros, cada vez me cuesta más innovar.
EliminarUn fuerte abrazo.
Son personas solas y aburridas sin nada que hacer, o personas morbosas que observando a los demas imaginan historias y nombres, y todo.Ni caso. Besicos
ResponderEliminarMenos mal que yo no soy uno de ellos... uf.
EliminarUn beso, Ana.
Dicen que somos el reflejo del otro. En cualquier caso poquita vida tienen los dos. La soledad durante un rato está bien, pero cuando es obsesión y vives la vida de los demás, ya te tiene que tratar un profesional.
ResponderEliminarBesos Hum.
Y sí, Ion, en esos casos hay que recurrir a una persona que pueda quitarnos de esa cápsula.
EliminarUn beso enorme, y gracias.
veces hay que alegra la fortuna de otro, es un despojo del egoísmo y bienvenido
ResponderEliminarsaludos
Lo de despojo del egoísmo me gustó, me pareció un hallazgo.
EliminarUn abrazo.
hola humberto esta historia tuya me ha recordao a una vecina que tengo solo que ella no se esconde detras de la cortina, se asoma a la ventana pendiete de todo el mundo ella no vive sola pero habla de su familia no te puees imaginar de mal, esas personas son malas de por si, por que yo siempre digo un refrán que me gusta mucho , y es este ( quién quiera saber de mi ) ! que se compre un libro ) y lo mejor que tenemos es la familia, critica a toito el mundo una lengua viperina tiene bueno feliz noche besitosssssss
ResponderEliminarNo conocía la expresión, así que gracias por pasármela, la voy a usar porque es MUY gráfica.
EliminarIntenté crear un personaje ficticio, pero parece que hay muchos que conocen a personas reales así.
Un beso enorme.
Creo que todos tenemos un vecino pegado a la ventana, y quizas viva la vida de los demás o quizás sea solo simple curiosidad....o aburrimiento...o soledad...friamente...es una pena.
ResponderEliminarUn besitoooo como siempre...genial!!!!!!!!!
Vaya a saber uno por qué lo hace... va más allá de lo que yo pueda saber, lo juro.
EliminarMuchas gracias, Midala, eres muy amable.
Solo es un viejito encantador y solitario. Por el día recopila retazos de realidad para luego, llenar las noches de insomnio; mezcla recuerdos propios con historias ajenas, hilos de diferentes madejas que convierte en nuevas realidades.
ResponderEliminarDicen de los escritores son pequeños ladronzuelos de vidas de otros, siempre observando para cazar el instante que prenda la mecha de una nueva historia.
Un redondo abrazo.
Me gusta tu mirada positiva de las cosas, como la referencia a la madeja, es muy tuyo.
EliminarEn lo que a mí respecta, si es que el mote de escritor me cabe, hace mucho que no escucho o veo algo interesante que me inspire, por lo menos 1 mes. Así que este ladronzuelo va a tener que sumergirse en nuevas realidades.
Un beso con la forma que quieras.
Me gustó mucho.
ResponderEliminarNo será solo su imaginación mientras pasa intentando escribir algo frente a la ventana?
Abrazos cálidos Humberto y buena estadía en tu lindo Brasil.
¡Y claro que puede ser, Genessis! Los finales abiertos dejan esa posibilidad, a mí me gustan así.
EliminarMuchas gracias, voy a disfrutar mucho de Brasil, ni lo dudes.
Besos enormes.
FINALAZO.
ResponderEliminarMuchas gracias, Carlos.
EliminarUn abrazo.
Curiosear tiene sus bemtajas e inconvenientes. Hace años, me contaron de un hombre, que se asoñó a la ventana, para ver a una mujer, preparando la comida. Eran buñuelos. La mujer cogía un poco de masa, la redondeaba, y la ponía en el plato. luego cogía otra. Pero mira por done, le entró picor vaginal, se rascó, fuertemente, y sin lavarse las manos, siguió a lo suyo, asqueando al curioso.
ResponderEliminarEsos eran buñuelos con sabor a bacalao, pero sin bacalao.
Antonio... eres MUY cachondo, espero que las niñas de este blog puedan comprenderte. Sin embargo, me dejas pensando en las cosas que harán cuando no vemos: novias, mozos, dependientes, etc.
EliminarLa verdad que me has hecho reír...
Un abrazo.
Pero ¿Qué demonios? Ya tuve que escribir "ventajas" con "b".
ResponderEliminarSuele pasar, hombre, a no hacerse problemas por esas nimiedades...
EliminarBenditos los ojos que nos miran! eso es porque estamos vivos.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho el ritmo del escrito, ágil, divertido, vergonzoso... ummm, una gran mezcla.
Me resulta curioso que siempre hagas tanto hincapié en hacer entender que no es autobiografía del escritor, seguro que hasta se te frunce el ceño (a veces)...jajaja. Acaso no lleva cada historia un trocito de tu alma?? allá cada cual lo entienda por donde quiera, eso es también belleza y misterio.
Debo decirte que yo ya te visualicé danzando en mi infinita y mágica imaginación, cuando tu te confesaste bailarín en la realidad. Un fortísimo abrazo!!!!!
Es verdad, Raquel, hay un poco de todo en el texto, lo leí mil veces hasta que le encontré la música, porque ¿sabes?, para mí es muy importante que el texto no trabe la dicción, y así quedó.
EliminarLo de "yo" no soy yo es un guiño que (también) tiene algo de verdad, en realidad no lo dice Humberto, lo dice el narrador, que ni yo sé quién será ;)
Muchos besos, mi querida.
Quizás sea preferible mirar por la ventana que no quedarse mirando la "Caja Tonta" para ver tanto Reality Show de basura.
ResponderEliminarMuy buen Relato.
Abrazos.
Eso sí, es preferible un perverso de la ventana que un hueco de la TV. No caben dudas.
EliminarMuchas gracias.
Un abrazo.
Humberto entro en tus relatos y siento que entro en un sueño que nunca voy a descubrir su final. Es como magia, no te estoy exagerando, una sensación que me encanata ojalá nunca nos dejes sin tus cuentos, eres todo imaginación.
ResponderEliminarUn beso!!
Es muy extraño lo que me dices, pero me parece maravilloso. Y digo extraño porque a mí me sucede eso cuando escribo, con la diferencia que en muchas ocasiones se convierte en una pesadilla hasta que el texto sale como a mí me gusta.
EliminarTal vez sea sólo imaginación, un robot, como supe que alguien comentaba.
Un beso y muchas gracias.
Si tu quieres yo puedo acompañarte en tu soledad hasta el fin del mundo ida y vuelta, lo sabes
ResponderEliminarLa verdad es que tengo mi vida convertida en una manifestación, es más, ojalá pudiera estar un poco más solo, pero se agradece...
EliminarInsisto, ¿no te estás equivocando de blog?
ESTOY SIGUIENDO ESTA NOVELA, VAMOS NO TE HAGAS EL DURO, NEGRO, ENTREGATE, JEE
EliminarPero seamos honestos...¿quien espiaba a quien?.jajaja
ResponderEliminaresplèndido, como siempre..
mis cordiales saludos
Mientras otro los espiaba a todos... uf.
EliminarUn beso, Adelfa, muchas gracias.
Me extraña Humberto, hay tantas vecinas, pero tu prefieres a tu vecino, no lo puedo creer.
ResponderEliminarPero que se le va a hacer, hay gusto para todo.
Un abrazo amigo.
Y bueno, se supo, Luis, uno no puede estar toda la vida encerrado en el closet, pero tampoco los divulguemos tanto, ¡por favor! ;)
EliminarUn fuerte abrazo.
La soledad es terrible, no solo cuando se sufre sino, incluso, desde que se intuye.
ResponderEliminarBuen relato. Agridulce, abierto y con muchas aristas que dan juego a la imaginación del lector.
Un abrazo
Es lo que uno intenta, Ibso, aunque no siempre salga, me refiero a que haya muchos elementos que permitan que vuele la imaginación.
EliminarUn fuerte abrazo.
Humberto: Resulta que de pronto me quitaron mi cuenta de Google y ya no podía comentar en los blogs. Aparentemente se arregló el problema y aquí me tienes.
ResponderEliminarMira, no nos hagamos tontos, TODOS los escritores somos como el chismoso de la ventana. ¿Qué son sino observaciones de la vida de otros,todas esas historias que escribimos?
Y si pensamos en los lectores, pues también sabemos que entrar a leer, es fisgonear las vidas y las andanzas de otros ¿o no?
A cual más es "curioso", pero la vida sería bastante aburrida, sin enterarnos de lo que sucede en el mundo, el barrio o la ventana de enfrente.
Cariñosamente: Doña Ku
Pero claro, querida Dora, todos tenemos le curiosidad de saber lo que ocurre en la puerta de al lado, pero hay algo de pudor que nos frena. Sin embargo, como escritores, somos más activos, muchas veces me descubrí mirando fijamente a una persona porque trataba de imaginarla como personaje. El problema es que la persona no sabe por qué la miro así y puede imaginar cualquier cosa, desde que soy un acosador a que estoy queriendo robar... qué sé yo.
EliminarEn fin, agradezcamos a google que te haya permitido volver, porque aquí tú eres necesaria, así lo digo: NECESARIA.
Un beso enorme.
Oooh que chevere, tienes una imaginación impresionante! Me gustan toooodas tus entradas!!
ResponderEliminarMuchas gracias, Gary, siempre eres muy amable y espontáneo.
EliminarUn fuerte abrazo.
Siempre es intrigante, morboso y algo indebido mirar las rutinas de los vecinos, pero es inevitable no hacerlo e imaginar lo que sucede, me gustan ese tipo de historias, me ha gustado la tuya.
ResponderEliminarY quien sabe, quizas ese hombre sufrio un daño sentimental que lo aislo del mundo, y esas llamadas son todo lo que resta como conexion de lo que un dia fue, aunque da esperanzas de que aun hay humanindad en él cuando esboza esas sonrisas :)
Abrazo, Humberto!
Creo que tienes razón, alguna esperanza hay, lástima que junto con las sonrisas, también baje la cabeza, pero pronto se recuperará. Hoy estoy en un día muy positivo, así que ya ves, confío en una salida esperanzadora, como tú.
EliminarUn placer tu visita.
Un abrazo.
Qué buen espejo nos has descrito, con ese estilo que nos fascina. Pásala de maravilla. Yo, si estuviera en mi tierra después de estar viviendo en otra, crees que me acrodaría del interné ¡Jajaja! Diviértete como niño en juguetería, con cocos o sin cocos... ¡Qué alegría mi buen amigo!
ResponderEliminarMe imagine las caras de los encuentros, guau! que sabrosura. Ah! pero una condi... nos traes muchas historias eh!
Fuerte abrazo!
Es que internet va más allá de lo que aparenta ser, al menos en mi caso, pues trabajo conectado y, a qué negarlo, también me tiene entretenido en los momentos de ocio.
EliminarEs verdad, cuando esté allá, es probable que me olvide un poco... pero no de todos ;)
Un beso enorme y muchas gracias.
El que observa el mundo desde su refugio, es a su vez observado por el que escribe sobre el arte de observar.
ResponderEliminarMuy bueno, Humberto.
Abrazo
¿Y a ése quién lo observa, Mirella?, porque de eso nadie escapa.
EliminarMuchas gracias.
Un beso.
A ese lo observamos nosotros... jajaja!!!
EliminarJe...
EliminarSolitaria persona la que nos describes, Humberto. Quizás, la falta de un amigo, de alguien que le haga caso, de una "buenos días", un "hola". Yo tenía antes una vecina que era así, y me fastidiaba muchísimo estar tan sumamente vigilida.
ResponderEliminarAbrazos. Rosa.
Creo que está más allá de la amistad, algo lo cerró definitivamente, sin embargo leí que muchos creen que puede revertir su situación, son más optimistas que yo, quien supuestamente lo creé.
EliminarUn fuerte abrazo.
Hola, como los blogueros en una espiral, todos somos un poco así. Esa llamada es un misterio ¡no nos hagas ésto!
ResponderEliminarAbrazote
¿Sabes que pensé en nosotros, en los que escribimos en blogs?
EliminarA ver, es un tema complejo, pero creo que a muchos esto se les escapa de las manos, y todo se vuelve como una rueda de conejillo de indias, subimos un texto, nos dicen cuán lindo es, respondemos, visitamos y se relanza el rito. Es como una cadena de mirar-ser mirado, leer-ser leído que no siempre hace bien.
Bueno, depende de cada uno.
Un fuerte abrazo y muchas gracias.
Siempre hay personas que necesitan vivir las vidas de otras a través de las cortinas y los cristales de las ventanas porque las suyas, lo más probable, se encuentren vacías. Un saludito cariñoso. Carmen.
ResponderEliminarEs así, Carmen... Ojalá la nuestra nunca llegue a ese estado de inercia.
EliminarUn beso.
Humberto, un gran texto que viene a reflejar que nadie está libre de pecado. El observador es observado y a su vez éste también es objeto de estudio... y así todos.
ResponderEliminarMe gustó ese ambiente que recreas tan literario y que cierras de forma magistral.
Un fuerte abrazo.
Bueno, muchas gracias, Nicolás, es un honor que venga de tus palabras esta energía.
EliminarUn abrazo.
Todos tenemos algo de voyeur. Un gran relato. Un besote.
ResponderEliminarPues claro que sí, es la pulsión escópica, como le dicen los psicoanalistas.
EliminarUn beso y muchas gracias.
Interesante la contraposición, y que haya tanto fisgón en ese barrio.
ResponderEliminarUn barrio complicado, taladradores, fisgones... una fauna que me hace pensar en el Bronx, en Nueva York.
EliminarUn abrazo, amigo.
Quizá el vecino está enamorado de alguien que vive frente a su casa.
ResponderEliminarSería lo mejor, voto por tu idea.
EliminarUn abrazo.
Creo que en realidad todos necesitamos de esa ventana abierta al mundo que nos haga ver, meditar, y sentir...quizá es la excusa perfecta para en un momento dado traspasar esa ventana de un gran salto y ser uno de los que otros, en ese momento, miren, observen, y puede que envidien...la vida y todo aquello que hay en ello, es la mejor y más variopinta filmografía que muchos gustan ver desde la butaca, y otros deciden adentrarse en la pantalla...he de decirte que yo adoro la ventana que me lleva a tus textos...pues ello siempre me hacen tambalear en ambos lados, medito, siento, y los vivo ;-) qué bueno eres amigo!
ResponderEliminarMuackss!!
La exposición, ese es el tema. Me gusta cómo lo encaras, pues según sea nuestro nivel de exposición, así será el número de conflictos y malentendidos que tengamos, cada cual sabe hasta dónde mostrarse. Lo malo es cuando no existe un nivel mínimo de exposición y apenas miramos la vida de los demás desde una cueva.
EliminarMe encanta lo que dices, no porque necesite de halagos, sino porque el arte de escribir es complejo, hay pocas gratificaciones aparte de la que uno siente al hacerlo, y porque me di cuenta de que hay mucha gente a miles de kilómetros que vibra en la misma nota en esta sinfonía que es la vida.
Un beso enorme y gracias.
Solo te puedo decir que ese personaje me da lastima.
ResponderEliminarY... un poco de lástima da, lo que me deja pensando es a cuál de los dos o si crees que los dos son uno.
EliminarUn beso.
Al final te pareces a él más de lo que crees, él mira a otros y tu le miras a él.
ResponderEliminarYo lo miro a él como personaje, mientras él mira al otro hombre, querría saber quién me mira a mí, al hombre real que está del otro lado de la pantalla.
EliminarNo es loco imaginar que son ustedes los que me miran... cada semana.
Un beso.
Tan cercanos y tan separados, igual de solos...
ResponderEliminarUn besote
Iguales como imágenes en un espejo, querida amiga.
EliminarUn beso enorme.
A lo mejor es en tu casa , cabeza de chirlito, que llame el téléfono... :))
ResponderEliminarY, es muy probable, Manouche, voy a prestar más atención. ;)
EliminarUn beso.
Todos tenemos nuestro costado "voyeurista", a quien no le gusta espiar un poquitín :P
ResponderEliminarMientras no se convierta en obsesión.
Un abrazo !ª
Es cierto, Rex, a mí me gusta, sólo un poco, ¡eh!
EliminarUn abrazo.
Que inquietante. Imaginé al vecino con el teléfono en la mano y en ese instante el teléfono del protagonista sonaba. Seguro que le daba un vuelco el corazón.
ResponderEliminarEspero que lo tomes como un cumplido -es mi intención- pero me ha parecido un relato muy en la línea de Paul Auster.
Gracias por el buen rato leyéndote. Saludos.
Borgo.
No fue mi intención, pero la memoria afectiva hace magia. Claro que es un cumplido, Borgo, así lo entendí y me produce un gran orgullo.
EliminarUn fuerte abrazo.
¿Quién observa a quién? El observador observado y la vida pasando para los dos.
ResponderEliminarUn abrazo de Mos desde la orilla de las palabras.
Un juego de espejos enfrentados, como dije, el tema es dónde poner el Gran Ojo que todo lo observa.
EliminarUn abrazo, Mos.
Humberto, aunque distantes parece que nuestras mentes estén cerca. Tal vez seas algo telépata y me robes mis pensamientos; ayer noche pensaba en un cuentin; el nexo; solamente el título, pero ya es algo.
ResponderEliminarLa vida es aburrida en soledad, por eso comprendo bien a tu protagonista. Por eso, y porque mi padre, cuando se quedó viudo, actuaba de forma parecida.
Salu2.
No tengo dudas de que tu idea también va a ser muy buena cuando la bajes al 'papel', es decir, no dejes 'el nexo' por este vecino mío.
EliminarGracias por la empatía.
Un abrazo, Alfredo.
En tiempos hubo ángeles que nos observaban y cuidaban de nosotros.
ResponderEliminarQuizás ese viejito sea un ángel venido a menos, que contempla y padece nuestra vida azarosa, incapaz de salvarnos.
Abrazo, HD.
Una idea muy linda, Rob, si se me hubiera ocurrido a mí, seguro le habría dado vuelo, porque me generó un montón de imágenes.
EliminarUn fuerte abrazo.
Curioso vecino, nunca mejor dicho, jeje.. me gusta la idea que expones de pensar que le llama alguien que todavía le ama.. es muy romántico.. Gracias por seguir compartiendo! Un saludo!
ResponderEliminarGracias a ti por venir a leer.
EliminarUn abrazo, Gemma.
ffff, pero no podía mirar a través de la ventana??? que mira a través del ojo de la puerta?? debe dolerle todo, de estar tanto tiempo de pie jejejeje, lo mismo espera a alguien. Un besazo.
ResponderEliminarEl ojo de la casa es la ventana, Tamara, fíjate que no dice 'la puerta'. Es una metáfora, mala, pero metáfora al fin ;)
EliminarUn beso.
Todos somos espías y fuimos espiados alguna vez...
ResponderEliminarSaludos
J.
Es así, José, lo que sucede es que a algunos les va más uno de los extremos. En mi caso, me gusta más espiar... para después escribir ;)
EliminarUn abrazo.
Engancha mirar la vida de extraños. Tendré que probarlo más a fondo.
ResponderEliminarUna delicia de relato.
Un abrazo.
No sé cuán a fondo, pero sí, hay que profundizar más.
EliminarUn abrazo y muchas gracias.
yo miro
ResponderEliminartú miras
él mira
y en las miradas nos perdemos y nos encontramos
Buen finde estimado
Perderse de una forma y encontrarse de otra, eso es lo mágico.
EliminarUn beso, Ro.
Muy buen blog que suerte que me lo recomendaron!!
ResponderEliminarUn abrazo, amigo.
Lea
Gracias Lea, y a quien te recomendó el blog.
EliminarUn abrazo.
TODOS MIRAMOS PERO LO IMPORTANTE ES SABER MIRARSE A UNO MISMO, ESO NO LO HACEN TODOS.
ResponderEliminarME HICISTE PENSAR NEGRO.
UN ABRAZO DESDE CÓRDOBA LA DOCTA.
Yo creo que esta entrada tiene algo de eso de mirarse a uno mismo.
EliminarUn abrazo hacia Córdoba.
Os observadores conseguem captar todos os detalhes
ResponderEliminarsejam vizinhos ou não.
Gostei muito do texto
Beijos
Detalhes que nós perdemos, claro que sim...
EliminarBeijos, Bandys.
Hola Humberto, bien sabrás lo que tu historia nos pretende comunicar.
ResponderEliminarA priori, veo a un hombre anciano, que la soledad le hace mirar constantemente por la ventana, quizás tenga esa obsesión, porque espera a alguien, pero bien podría ser, que la llamada sea de la persona que espera ver a través de su ventana.
Con ternura
Sor.Cecilia
Digamos que hay una pluralidad de mensajes, querida Sor Cecilia, cada uno lo interpreta a su manera y extrae su verdad.
EliminarUn beso enorme.
Miradas que nunca se encuentran porque son la misma, es como no verse incluso estando frente a si mismo.
ResponderEliminarUn texto de los que mas me gustaron.
Besos, Hum.
Imagínate que mirarse al espejo es ya verse al revés, eso lo complica todo. Sí sí, ya sé, es una perogrullada.
EliminarUn beso enorme.