Desde muy pequeño soñaba con cruzar el río, porque de esa forma podría conocer la otra cara del Sol. Todos los días me acomodaba en la arena para observar el recorrido de esa
esfera magna, desplazándose de izquierda a derecha. Bueno, esto recién lo supe cuando comprendí qué demonios
significaba izquierda y derecha, lo que resultó bastante simple: la derecha era la mano
con la que escribía. Entonces, sentado en la ribera, veía al Sol trazar un arco agudo perfecto, lentamente, hasta desaparecer por el lado de mis letras. El río no era demasiado ancho, pero sí muy
profundo y peligroso, y no había puentes cerca. Sólo me tranquilicé cuando me dijeron que algún
día conseguiría llegar a la otra orilla, pues me aseguraron que era una
cuestión de tiempo, de edad.
Me animo a contar esta historia ingenua porque
finalmente atravesé el condenado río. Por desgracia, descubrí que desde este lado se ve
la misma cara del Sol y que aquí también se desplaza de izquierda a derecha. Aunque esta vez me resultó más sencillo entenderlo: la mano derecha fue el precio que el botero me cobró para
cruzarlo. El río, me refiero, el Sol ahora quedó un poco más allá.
Estimados amigos:
ResponderEliminarHoy, 3 de enero, se terminaron las presentaciones de LCDLS, espero que todo vuelva a la normalidad… o algo así.
Un fuerte abrazo y muchas gracias por la paciencia.
Humberto.
Preciosa historia intimista, eso creo. Qué bello se ve el mundo de chico
ResponderEliminarUn saludo.
Muchas gracias, María, yo no podría decir que sea intimista, pero cada lector le encuentra su tono.
EliminarUn fuerte abrazo.
Las expectativas de los chicos casi siempre terminan frustradas, casi todo está sobervaluado,por éso hay que asirse de los momentos Buenos e ignorar los malos.
ResponderEliminarAl regresar a la normalidad podrás advertir que se diseña una nueva.
Nada permanence igual.
Que te sea grandioso el 2014,hermano.
Yo quitaría "de lo chicos", ya que todas las expectativas tienden a la frustración, es casi una ley.
EliminarMuchas gracias por tu presencia, estimado amigo.
Caro precio pagado, tanto el rio como el Sol siempre han estado ahi y no tienen nada de especial.
ResponderEliminarFeliz regreso con el nuevo año.
Un abrazo
Muchas gracias, José Manuel.
EliminarHay precios que se pagan con ganas, qué embromar, por más que sepamos lo que siempre está.
Un fuerte abrazo.
Pues creo que pagò un gran precio por ver el sol desde la otra orilla, me recuerda a Siddhartha, el personaje de Hermann Hesse, cuando encuentra la paz escuchando al rio, ayudando a su amigo botero pasar a las personas de una ribera a otra.. Igual no tiene nada que ver pero a mi me lo recuerda.
ResponderEliminarFeliz año y siento no haber asistido a tus actos de presentaciòn.
un abrazo
paco
Pues si a ti te hace acordar a Hesse, no soy yo quien pueda o quiera cambiar esa imagen, Paco, muy por el contrario, fue un gran escritor.
EliminarUn fuerte abrazo, amigo, dicen que la tercera es la vencida.
Un precio muy alto pagó.
ResponderEliminarFelucidades, me gustó.
Un abrazo y feliz 2014.
Yo también lo habría pagado, sin dudas.
EliminarUn abrazo, amiga, Feliz 2014 para ti también.
El paso del tiempo todo lo simplifica pero...tiene su precio y es que por mucho que nos empeñemos el ciclo de la vida sigue siempre.
ResponderEliminarFeliz Año Humberto!
La vida sigue, con o sin mano derecha, con o sin letras.
EliminarUn fuerte abrazo, Bertha, Feliz 2014.
Estaba respondiendo en el blog y zácate apareció la actualización del tuyo. Y qué bueno! Porque ya sé que está genial el tour, pero nada como volver a escribir, no? Y este te salió con mucho significado. O por lo menos, eso me late. Parece que todo tiene un precio. Hasta los deseos más profundos. De todas formas bien vale la pena. Prefiero tener una mano menos y conocer la verdad.
ResponderEliminarKisses for you, milord. Hope you see you soon.
P/D: Ya no hace falta que te diga que este me gustó mucho, no?
Hay mucho símbolo acá, BeeBee, tanto que hasta yo termino creyendo que... o que tal vez, o por qué no que...
EliminarEn fin, lo hablamos mejor en otro momento, my Dearest.
Cheers from London!
Lo importante era cruzar y comprobar. Si el precio fue alto, quizás valió la pena.
ResponderEliminarQué tengas un feliz año nuevo lleno de bendiciones!
Abrazo inmenso!
Gracias, RoseMarie, tus palabras me llegaron, en serio.
EliminarUn fuerte abrazo.
Nunca dejarás de sorprendernos Humberto porque tu extraordinaria pluma en muchas ocasiones eclipsa a ese sol del que haces mención. A veces anhelamos cruzar ese río, creyendo que desde la otra orilla nuestro rumbo va ser distinto, pero nada más lejos de la realidad. Me ha encantado este texto, y la descripción con la que describes derecha e izquierda. Pues fíjate que aprender que la derecha es con la que se escribe es todo un "lujo" o un "martirio" y lo entrecomillo porque en España en tiempos de la dictadura franquista, te obligaban en las escuelas a escribir con la derecha, hasta escribir con la izquierda estaba prohibido por el régimen, y los españoles que ya tienen cierta edad, saben que no exagero para nada, y que lo que digo es cierto. Me alegro mucho de que todo haya terminados bien, que hayas sido feliz por aquí, y de que tengas gran éxito. Para una persona muy simple y sencilla como yo, es todo un placer él poder cartearse como se decía antes, con personas como tú, que es lo que al fin y la cabo se hace ahora, pero con mucha más tecnología y medios al alcance. Te deseo un año repleto de felicidad, y que sigas triunfante por estos derroteros de la literatura.
ResponderEliminarFuerte abrazo Humberto.
¿Y ahora qué digo yo, Rafa?
EliminarSí, hay algo de izquierdas y derechas que va más allá de las manos, veo que te has dado cuenta, te agradezco por ello, como también agradezco tus palabras tan amables.
Un abrazo grande, amigo.
El precio de vivir es dejar morir a una parte de nosotros mismos, un poco a cada paso.
ResponderEliminarEl brazo es solo una herramienta; si la capacidad de comunicar va más allá, a la vuelta del viaje, en la próxima vida, será innecesario. Ya hubo otros mancos famosos.
No tuve que esperar tanto, fue decir que no sale para que me deje en feo, estos comentarios son como los niños, traviesos.
Un abrazo.
Me alegra que hayas dejado este comentario, porque frenarlo habría sido un error, lo mejor es lo que sale espontáneamente, te lo aseguro.
EliminarY así andamos, sin partes, pero qué bien se puede estar.
Un beso enorme.
Un texto estupendo, Humberto. Lo bueno que tiene es que cada lector lo interpreta a su manera y yo comparo el curso de este río con el de la vida, por la que se va pagando precios desorbitados a cambio de conseguir lo que deseamos y a veces no conseguimos.
ResponderEliminarBesos apretaos.
Es así, Yeste, cada lector le sacará su esencia, y alguno lo detestara, así es la vida.
EliminarMuchas gracias por tus palabras.
Un beso grande.
Un texto que te ha salido redondo, bien cerrado. La derecha ...la que escribe (tiene gracia para los que escribiis con la izquierda) Los sueños no tienen edad, el aprendizaje tampoco y muchas cosa tienen un precio pero al aprenderlas adquieren valor.
ResponderEliminarTe saludo.
Yo escribo con las dos manos, ventajas extraña, mi querida Anna.
EliminarUn beso muy grande y gracias por tus palabras.
Me habría sido fácil engañar a Botero: soy zurdo, y mi precio me habría dejado la mano con la que escribo a salvo...
ResponderEliminarBonita puesta de sol...
Abrazo.
Engañar al botero o a Botero es el primer paso, ¡pero qué paso!
EliminarMuchas gracias por tu comentario, amigo.
Você conseguiu passar "el charco" e cumpriu um desejo que foi apresentar a sua recente obra num país que fica mais à esquerda para o lado onde nasce o sol. Foi nesta altura que você sentiu que estava na hora e em boa hora o fez. Vá preparando mais edições do livro porque os pedidos vão começar a cair vai ver!!! E não pare de escrever.
ResponderEliminarBeijinhos Humberto.
P.S. E o rouxinol?
O rouxinol? Ele também canta no Sul, está muito claro!
EliminarVocê fez uma análise que mais parece o meu caminho na Europa, será assim mesmo?
Muito obrigado pela tua presença, minha querida.
Beijocas
E foi isso mesmo jajajaja. Eu senti o seu texto assim. Vá-se lá saber o que passa na cabeça de uma mulher madura??? rsrsrsrsrs.
EliminarBeijinhos e carinhos.
Bom, eu não disse que não fosse, mas talvez tenha mais do que só um sentido, sacumé? ;)
EliminarSacumé? não sei o que é rsrsrs
EliminarDesculpe essas brasileiradas, rsrsrsrs
EliminarMas o que quer dizer?????
EliminarNossa!
EliminarSacumé: Sabe como é.
Manjou?
yes!
EliminarManjou aqui não se diz mas eu já conheço das novelas jajajaja.
EliminarAs novelas brasileiras estão te ensinando muita gíria, rsrsrs...
EliminarEn el sur canta el ruiseñor y pasan muchas cosas más, en el Sur se te quiere.
ResponderEliminarEn cuanto al relato hay que arriesgarse y cruzar, aunque haya que pagar peajes.
Un abrazo fuerte.
Después del abrazo que te di, creo hasta en los Reyes Magos, que por cierto espero que me traigan un lindo regalo, me porté bastante bien.
EliminarUn beso muy grande.
No es tan fácil pero no es imposible, el sol está allí cerca, hay que estirar la mano.
ResponderEliminarTienes el arte del símbolo, a mi me parece que eso te hace diferente.
Besos.
Muchas gracias por tu confianza, Valeria.
EliminarUn fuerte abrazo.
se la fue la mano, con el precio, al botero.
ResponderEliminarBueno, cruzar el Aqueronte le habría salido más caro.
EliminarUn abrazo, Garriga.
Qué,¿No creías en los Reyes Magos''? ¡que te den paz y salud y tendrás tu regalo más valioso! cariños Martha
ResponderEliminarBueno, te prometo que voy a creer, la inminencia de un regalo me puede.
EliminarUn beso, querida Martha.
Cada escrito tuyo es verdaderamente una sorpresa. Los que conocemos muy bien la izquierda, los que conocen en extremo a la derecha y hasta los que viven sin conocer cual es la izquierda y hacia donde se dirige la derecha, quedaran boquiabiertos ante tal magistral escrito.
ResponderEliminarCuando me dedicaba a dar clases, siempre decía que la gran mayoria de los conceptos tienen una caracter relativo... derecha e izquierda, arriba y abajo, noche y día etc etc.
La simplicidad de tu relato lo hace ser grande.
Buen inicio de año, se ve que los aires de la península te han inspirado sobre manera.
Un abrazo maestro.
Carlos
Y a todo esto sumo el mensaje entrelineas que existe en el relato.
Eliminaruna vez más...
inclino mi cabeza
abrazos
Carlos
Creo que tu comentario muestra claramente que has entendido de qué va esta historia, Carlos.
EliminarSiempre lo digo, los relatos tienen varias interpretaciones, a veces sucede que un lector coincide con la mía.
Es todo un placer.
Un fuerte abrazo, amigo.
Ah, y nada de inclinaciones de cabeza, ¡por favor! Que estamos todos en el mismo bote.
EliminarSoy surda y en ocasiones dislepsica...pero el sol...me saca de mis dudas...
ResponderEliminarexcelente mi amigo! un abrazote
A mí también, lo digo muy en serio, soy lo que técnicamente se llama heliotáxico.
EliminarUn fuerte abrazo y gracias por estar siempre.
Querido amigo, otra etapa que culmina y a volver a empezar. Los halagos recibidos no fueron gratuitos ya que te los debían de leer tus historias.
ResponderEliminarSerá que por mirar el norte el sol me sale por la derecha? o que no es necesario preocuparse por eso, al cruzar se que sólo estaré del otro lado y nada cambiará, sólo yo buscando mi destino.
Ahora que leo lo anterior no entiendo que quise decir, pero eso es relativo, si fuera poeta diría que los rayos del astro rey son tus letras que iluminan mi ignorancia.
Un gran abrazo amigo, en cuanto vuelvas veré de juntarnos para tomar un café y charlar.
Luis.
Y yo que te había entendido, o eso creía...
EliminarClaro que sí, Luis, en febrero ya estaré libre.
Un fuerte abrazo.
No es tal facil saber donde queda la izquierda y la derecha.
ResponderEliminarSucede con todo lo relativo, amigo. Estoy de acuerdo.
EliminarUn fuerte abrazo.
Y todo para darse cuenta que aquí y allá y del otro lado del río, el sol tiene la misma cara.
ResponderEliminarUn beso Humberto
Es lo que imaginé cuando me mostraron el lado oscuro de la Luna.
EliminarUn beso grande, Malque.
La derecha siempre o de siempre tuvo más capital por tanto se paga más por ella, necesitan más "mano derecha" y después , comprender, claro que tu sol queda un poco más allá , la visión ahora es desde el conocimiento.
ResponderEliminarEs toda una aventura cruzar el río y ver in situ como siempre la realidad nos supera.
De momento Humberto, solo deseo volver a disfrutar de tí, que lleguen tus actualizaciones y llegar acá con gusto a leer y sentir.
Besos muchos ♥♥
Habría que analizar por qué se le dice derecha o izquierda a determinadas posiciones, creo que entenderíamos mejor el mundo. Ya ves, soy iluso.
EliminarTe mando el más grande de los besos, Tramos, muchas gracias por ser como eres.
Humberto: A punto estoy, no de cruzar el río, sino el Atlántico, en busca de ...bueno, algo encontraré. No creo tener que dar un brazo, pues de antemano he dado...tú ya sabes qué.
ResponderEliminarRecibe mis felicitaciones por tu buen hacer, y que este Nuevo año te encuentre lleno de esas musas que tanto te miman.
Desde hasta acá: DK
En muchos casos no está mal volver a cruzar el charco, sea para lo que fuere, lo pide todo el ser.
EliminarTe mando un beso enorme y que tu 2014 sea maravilloso.
Hay un cierto rio en las profundidades, adonde nunca se ve el sol, mejor no atraversarlo...
ResponderEliminarMenos mal que todo esto es puro cuento, si no, te diría que esas son las aventuras que más me atraen.
EliminarUn beso grande, Manouche.
MI querido Humberto, sí, al final descubrimos que tanto desear cruzar, tantas ilusiones y en realidad... todo es igual. Dentro debemos buscar lo que tanto ansiamos encontrar fuera.
ResponderEliminarUn mega abrazo
Probablemente sea la decisión más acertada, buscar dentro, digo, aunque te confieso que el 'outside world' es muy tentador.
EliminarUn beso y abrazo.
Suave relato lleno de vida, cruda y real, poética y soñadora, lleno de atardeceres de sol ocultándose para que lo descubran...
ResponderEliminarSaludos
Poético es tu comentario, Nel.
EliminarUn fuerte abrazo y muchas gracias.
Como Caronte, no hay barquero (botero) que no te exija su óbolo; mientras el sol sigue inmutable en su lumínico recorrido y nosotros fantaseamos. ¡Felicidades!
ResponderEliminarCruzar un charco sin querer mojarse siempre tiene un precio, algunos se deciden a pagarlo.
EliminarUn fuerte abrazo, Francisco.
¡Vaya tarifas las de ese barquero! Temporada alta en la Laguna Estigia donde siempre es más verde en el otro lado, como decimos aquíi.
ResponderEliminarMe alegra que estés de vuelte y escribiendo. Espero que hayas disfrutado de tu viaje.
Bienvenido y abrazos.
Borgo.
Desde este lado siempre parece mejor el otro, sin embargo...
EliminarAún con el recuerdo de tu voz leyendo "Rebajas", una gozada.
Un fuerte abrazo, Borgo.
No se si la curiosidad podría llevarme a esos límites... Pero dado el costo probable no me voy a poner a prueba. Un gusto tenerte escribiendo nuevamente. ¿Nos podrías regalar un resumen de tu periplo...? Gracias
ResponderEliminarEse es un gran problema, a personas como yo les encanta poner en juego todo lo que tiene a cada rato, es un gran defecto, no lo dudes.
EliminarEstoy de acuerdo, Osvaldo, pero no en este espacio, ya tengo a todos cansados con la aventura de LCDLS. Veremos dónde lo puedo contar.
Un fuerte abrazo y éxitos con ese libro que ya quiero tener.
Supongo que la mano la necesitará el botero para que tire de algún remo de la barca. Si quieres llegar hasta el sol, no olvides de ir al dentista, porque como tengas una muela en mal estado, te explotará por la presión. O al menos, eso dicen los de la Nasa. Por si acaso, no comas caramelos ni dulces. Yo, más vale que me olvide de hacer un viaje espacial.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
No sabía eso de las muelas, gracias por el dato, Antonio, pues ya estaba preparando mi traje espacial.
EliminarUn fuerte abrazo, amigo.
No se porque, querido amigo, este relato me recuerda tus palabras en la presentación del libro en Bs. As. Sobre todo Abrazo
ResponderEliminarBueno, es que tal vez esté transmitiendo la misma idea, eso se llama autoplagio, o repetición... ¡Qué feo!
EliminarUn fuerte abrazo, Dany.
El comentario quedó mal, cortado. Me referia a que me recordaba cuando hablaste de dejar la comodidad de lo sólido. Que te costó pero lo hiciste.
EliminarEs mejor dar un brazo por los sueños que todo el cuerpo por la inmovilidad.
Ahora espero que se entienda. jajajja
Te entendí, lo mío era una broma, pero en ambos comentarios me quedó claro que hablabas de animarse a perder para ganar... en el mejor de los casos, claro.
EliminarMás abrazo.
Los precios de la vida!
ResponderEliminarMira que lo leí ayer, y me quedé pensando.
Hoy he vuelto y, leyendo las contribuciones de tus comentaristas también he aprendido e interpretado, pues, como tú bien dices, cada uno puede darle una interpretación diferente... tú eres el instrumento que nos hace reflexionar.
De un lado o del otro... el sol sigue estando ahí, en su sitio, y se divierte con nuestras aventuras, cruzo, no cruzo, pago la osadía con una mano, engaño al botero-Botero...(?)
Pues eso...
Gracias por el texto y otro abrazo para que sigas sintiendo el arropamiento de estos lares!
Besotes!
;)
Me sorprende que varios no se animen a decir lo primero que les venga a la mente, pues esto no es ciencia, intenta ser arte y, como bien sabes, en arte no hay interpretaciones correctas y equivocadas.
EliminarSea como fuere, me alegro de que hayas vuelto a dejar tu huella, no sabes cuánto lamento no haberte conocido.
Un beso muy grande.
Lo sé, lo sé, y bien que lo sé, pero ayer estaba yo con el alma encogida y la lágrima suelta... y en esas condiciones, sí, podría haber dicho algo, pero seguro que luego no me habría quedado tranquila (yo soy así), todo lo veía negro, negro, muy negroooo...
EliminarAh, y no lo lamentes demasiado, que seguro que hay otra oportunidad, lo sé! Yo también me he quedado con ese runrunnnn, pero, la vie, que es una puñetera y ya ves las malas pasadas que nos juega!
Salud, hermano!
;)
Te entiendo, Edurne, no te preocupes.
EliminarY yo también creo que va a haber otra oportunidad.
Más besos.
Le imprimes un estado de ansiedad al lector con los recordatorios acerca de lo caro que puede resultar cumplir algún deseo. Demuestra tu enorme poder de comunicación.
ResponderEliminarNos deja ante la contemplación del infinito possible.
Ahí tienes una gran idea que, tal vez, te robe. El infinito es posible justamente porque es infinito, me encantó.
EliminarEres siempre muy amable conmigo, Carlos. Muchas gracias.
Qué bueno eres Humberto, ya estaba yo echando en falta tus historias, aunque estos días estoy con tu libro, leyéndolo detenidamente y con calma, hay cosas que no las capto a la primera y tengo que detenerme y volverlo a leer de nuevo, ahh, por cierto, quiero regalarle el libro a una amiga y he estado mirando en Amazon (recuerdo que tú dijiste que se podría conseguir ahí) pero me dicen que no hay resultados para esta búsqueda, espero que me digas dónde lo puedo conseguir.
ResponderEliminarYo aún ando un poco perdida con la izquierda y la derecha y mira que tengo años ya, pero lo peor de todo no es eso, lo peor, es que cada vez me pierdo más. Creo que todo tiene un precio, la incógnita es si nos compensará o no pagarlo.
Un abrazo muy fuerte.
Ahora te respondo por mail lo de Amazon.
EliminarTú me escuchaste aquella noche madrileña, yo soy de los que pagan el precio, sólo para ver qué resulta, pero tampoco quiero hablar de mí cuando aquí se trata de un personaje. Es verdad, tiene ciertas coincidencias conmigo, pero no todas.
Me alegra que estés disfrutando de LCDLS, tiene sus bemoles, pero tampoco es esotérico ;)
Un beso grande y enorme.
Me sorprendiste ya pensaba que no ibas a volver a escribir en el blog!!
ResponderEliminarTus relatos simbolicos me atrapan, pues dejan un deseo de saber más, que va a pasar despues.
Un fuerte abrazo desde Argentina.
Fede.
Estoy muy metido en otras cosas, Fede, pero prometí que subiría un texto cada tanto.
EliminarMuchas gracias por leerme siempre, a pesar de no pertenecer a este universo de blogs.
Metido en una novela, no?
EliminarDigamos que algo de eso hay, estoy en pleno proceso de reinvención.
EliminarUn abrazo.
Hola Humberto , la verdad es que como se solia hacer en la antiguedad , me refiero a la antiguedad de los dioses griegos , cuando Perseo tubo que ir en busca de Hades y al barquero le pago con una moneda de oro , en tu caso , el pago fue algo más caro , menos mal que el barquero no le dio por cobrarte tu vida , que si no nos quedamos sin Humberto Dib , te felicito amigo eres un gran maestro de las letras , te deseo un feliz año y mucha suerte con la verta de tu libro , besos de Flor .
ResponderEliminarPd; Si te pasas por mi blog , hay un relato de los que te gustan a tí , de un tipo algo Spicótico .
Bueno, contemos con que algún día el barquero me cobre la vida, y yo se la pago, pero a cambio de una gran novela, como mínimo.
EliminarUn beso grande, Flor.
Interesante reflexión la que planteas, HD, el coste de los sueños que sueños son. De como puedes llegar al fin de tus días y descubrir que lo inalcanzable sigue siendo así. Podemos aplicarlo a todo lo que quieras, el conocimiento de Dios, la lucha por la pobreza. En fin. Aquí el Sur suele representar la parte pobre (en las ciudades, en el país).
ResponderEliminarEs igual en Buenos Aires y Londres, dos ciudades que me inspiraron para escribirlo.
EliminarMuchas gracias, querido Ximens, por tus palabras siempre animosas.
Un fuerte abrazo.
So very stunning, it makes me feel like a magical journey.
ResponderEliminarSomething like that, why not?
EliminarCheers, Karen!
A veces pagamos un precio muy alto por conocer una verdad pero tal vez valga la pena si finalmente descubrimos lo que queríamos saber, aunque el resultado nos decepcione. Un besote!!
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
EliminarDesde cualquier orilla el sol es el mismo aunque nos lleve tiempo aprenderlo. Un abrazo.
ResponderEliminarhttp://lecturaalahoradelte.blogspot.com.es/
Y cómo cuesta, a algunos más que a otros.
EliminarUn fuerte abrazo, Aldonza.
Pues menos mal¡¡
ResponderEliminarPero el Sol, debería de estar en el mismo sitio.
Un beso,
El Sol sí, pero el personaje no, aunque le cueste entenderlo.
EliminarUn beso, Amapola amiga.
Bueno, si fuera el personaje, volvería a cruzarlo una y otra vez, ya sabes cómo soy. No le temo a la muerte, le temo a una muerte pasiva. Pero esto se trata de un personaje que... nada más.
ResponderEliminarMuchas gracias, querida Marta, por estar siempre a mi lado.
Al sol podemos darle la cara o la espalda, como queramos.
ResponderEliminarSalu2 soleros, Dib.
Me extraña que nadie haya dado esta sugerencia interesante, Diego, pero parece que al personaje no se le ocurrió hacer eso, estaba -literalmente- cegado por el brillo del Sol.
EliminarUn fuerte abrazo.
Yo, a veces, me creo verlo tan cerca cuando quiere dormirse y se asoma por entre los pinos que rodean mi casa de campo...
ResponderEliminarPero si me acerco a ellos, contemplo con desilusión, lo lejos que está de mí y apenas noto su calor.
Te dejo cariños en el corazón.
Kasioles
Es verdad, está ahí cerquita, como el final del arcoíris, pero las monedas de oro no aparecen, yo las busqué hasta el cansancio, ahora perdí la fe ;)
EliminarUn beso muy grande, Kasioles.
Tal vez el Manco del Lepanto, aunque era la izquierda y no la perdió, sino que quedó anquilosada - y antes que parezca deslumbrar con mi inmenso saber, two words: Googled It, pudo haber pensado lo mismo, pero por otro lado creo que Steve Jobs pronosticaba un mundo de mancos cuando inventó su Ipod. Ramblings del Martini Rosso - Fuerte abrazo y feliz de verte de vuelta!
ResponderEliminarJobs pronosticó un mundo de mancos y descerebrados, y no es que esté en contra de la tecnología, pero hace unos días vi un tipo de nuestra edad que no podía hacer una cuenta de división a mano, ¿evolución? Probablemente, pero yo me declaro hijo del siglo XX y con todo el orgullo.
EliminarVolví, sí, pero... no sé, es todo un tema.
Un fuerte abrazo, Ato.
Ni lo dudes, del siglo XX, pero tardío, je.
EliminarAl cruzar por los miedos… fijo que hemos de estar más cerca del sol…
ResponderEliminarEsto fue una pesadilla, el botero ni cobró… y la luz nos deslumbró… pero a veces es difícil verlo…
Cómo disfruto de tus relatos Humberto, son iluminadores, abridores de ojos, mil gracias forever, besos mil
Eso es lo que pasa con mis personajes: me mienten y yo les creo, el juró que no había sido un sueño.
EliminarMuchas gracias, querida Milena.
Un beso muy grande.
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ResponderEliminarthat I actually loved the standard info an individual supply on your visitors?
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Me sorprende que no consideres tragedia quedar manco. Pero lo mismo habrá pensado en su momento Dios, por algo nos dió un par.
ResponderEliminarAbrazo, HD.
Entre quedar manco y quedarse quieto, creo que tomó la mejor decisión, en eso le doy la derecha al personaje... bueno, mejor la izquierda.
EliminarUn abrazo, Rob.
Un duro relato de desengaño vestido de ternura.
ResponderEliminarEs así, Miguel Ángel, de ternura no tiene casi nada, es que las apariencias engañan.
EliminarAlgún día te cuento cómo nació.
Un abrazo, amigo.
Aclaración......arriba.......
ResponderEliminarAllá voy...
EliminarTodo el relato bién, pero me quedo con una duda
ResponderEliminar¿que otra cosa podía cruzar que no fuese el rio?
Un abrazo desde la tardanza en comentarte.
Sebastián, pon la palabra que quieras (colina, mar, vida, miedos, pozo, etcétera) pues se trata de un símbolo, malo tal vez, pero símbolo al fin.
EliminarNo hay tardanza ninguna, amigo, ni lo menciones.
Un fuerte abrazo.
Hola mi estimado Humberto, buenas días. En la izquierda, en la derecha, arriba, abajo, en el centro, si sabemos mirar y escuchar, brillará el Sol y escucharemos el canto del Ruiseñor. Tu relato como siempre, impresionante, precioso querido amigo. Gracias por permitir que disfrutemos con tu escritura. Feliz Reyes. Un abrazo.
ResponderEliminarLola Barea.
Un comentario muy acertado y esperanzador, Lola.
EliminarMuchas gracias por compartir tus ideas conmigo.
Un beso grande.
Norte o sur, con o sin mano, me alegro de tu retorno.
ResponderEliminarUn abrazo!
Qué amable, muchas gracias por tus palabras.
EliminarUn fuerte abrazo.
hermoso!
ResponderEliminarla inocencia y la ignorancia nos acompañan de por vida...
besos desde el sur (bah, creo...!)
Por suerte, pobre aquel que se crea sabio.
EliminarSí, es el sur, al menos desde acá lo es.
Un beso, Mónica.
Yo, aún hoy, me paro a pensar con que mano escribo para diferenciar la izquierda de la derecha. Vivimos soñando, y a veces al cerciorarnos de la realidad recibimos una bofetada desmedida.
ResponderEliminarSi Humberto, el Sol va de izquierda a derecha.
Un beso amigo
Evidentemente si tú lo dices es porque es así, voy a ponerme de espaldas para tener la ilusión de lo contrario.
EliminarUn beso grande, Clara.
¡Feliz Año Nuevo ¡
ResponderEliminarSegún pasan los años, vamos aprendiendo muchas cosas, como esta, que el sol alumbra desde todo ángulo igual. La tarea más difícil de aprender es como cruzar ríos, mares, montanas, para hacer personas exitosas como tú.
Un abrazo fuerte
Bueno, me has dejado mudo con semejante final de comentario. Muchas gracias por tan amables palabras.
EliminarUn beso.
Esa inocencia, es la que nos permite el asombro. Sin esa inocencia, hoy no escribiríamos, Humberto. Un abrazo. Carlos
ResponderEliminarSin dudas, Carlos, la inocencia genera arte.
EliminarUn fuerte abrazo, amigo.
Y de niños y de grandes nunca terminan las ilusiones de ir más allá de las contingencias.... los motivos y las fuerzas van cambiando, pero el paso para adelante sigue, a veces con éxito, a veces agridulce...
ResponderEliminarAbrazo cálido Humberto y te deseo un feliz año.
Muchas gracias por tu reflexión, Genessis, me encanta que te expreses.
EliminarUn beso muy grande.
No era una cuestión de edad ni de lugar, el tema era madurar lo suficiente para cruzar los límites y encontrarse consigo mismo. La magia sí existe, somos nosotros y nuestras circunstancias.
ResponderEliminarMuy buen relato, Humberto, una alegría volver a encontrarte.
Que tengas un año jalonado por el éxito.
Un fuerte abrazo.
Muchas gracias por tu comentario, Liliana.
EliminarUn beso grande.
Eso es lo malo de los deseos, que cuando los cumples, lo que obtienes, nunca es lo que esperabas que fuera, siempre resulta algo diferente.
ResponderEliminarSaludos H!
J.
Es la dinámica del Deseo, José... ¡Por suerte!
EliminarUn fuerte abrazo, amigo.
Siempre el aprendizaje tienen un costo. Saber que el sol y el horizonte son inalcanzables posiblemente no sea un conocimiento tan obvio como podría parecer. El barquero de Siddhartha resultó mucho menos pretencioso que el botero de este cuento, cosas del autor.
ResponderEliminarUn gran abrazo, querido Humberto
Es la segunda vez que mencionan a Hesse en esta entrada, voy a tener que leer la fuente, si ni, me quedo con la duda.
EliminarUn abrazo, Ricardo.
Al cruzar el río todo permaneció igual... ¿o no?
ResponderEliminarBueno, igual, pero muy diferente, para su vida me refiero.
EliminarUn abrazo, Odiealex.
El precio que pagó fue excesivo para el resultado obtenido, pero cómo esto nunca lo sabemos apostamos alto para saciar nuestra curiosidad y ganas de saber o comprobar hipótesis.
ResponderEliminarAprovecho la visita para felicitarte por los bonitos logros que ya son un hecho.
Unha forte aperta.
Así como lo dices es como lo creo yo, Ohma.
EliminarMuchas gracias por tus palabras, un beso grande.
ohhh que interesante toito no podia quitar la vista de como narrabas como descrubiste donde estaba tu mano derecha y la del que te cobraba y por donde el sol mostraba su cara jajaja feliz comienzo de años besitosssss
ResponderEliminarMuchas gracias, Embrujo.
EliminarMe alegro que te haya gustado.
Un beso.
En estos días fue los "cumples de nosotros"¡Felicidades para vos y para mi!!!!Ja-Ja. Martha
ResponderEliminarEl mío es el 9 de enero, faltan unos días, pero se agradece por adelantado, aunque dicen que es mala suerte.
EliminarLo importante: Ojalá hayas tenido un día maravilloso... y todos los que sigue, querida Martha.
la cara oculta del sol
ResponderEliminarla cara oculta de la luna
cuantos dan su brazo por ello
besitos y buena semana
Y sin embargo hay una diferencia, la ciencia nos mostró la cara oculta de la luna, pero la del sol aún continúa siendo un misterio. Yo apostaría fuerte también.
EliminarUn beso muy grande y feliz semana, Elisa.
Relato con regusto amargo, quiero creer que vivir y descubrir, aunque sea frustante lo encontrado, bien merece el viaje, Que el precio es alto, siempre suele serlo, pero hay que detenerse y tasar tambien lo aprendido.
ResponderEliminarComo siempre un placer Humberto. ( Gracias a las amigas sevillanas, y através de ellas, pude estar algo más cerca de ti en tu presentación,)
Un abrazo.
Claro que merece el viaje, San.
EliminarQué alegría me das que puedas haber recibido parte del afecto, me pone muy feliz.
Un beso grande.
¡La mala suerte es un cuento chino!!!!Llegar hasta donde llegaste ,es parte de tu karma,pudiendo demostrar tu valía!!!, El 9 te tiraré de las orejas.. Y yo la pasé muy bien,porque como te dije alguna vez,no deseo nada mas que lo que tengo "",Paz y salud"... y eso lo abarca todo...Un Beso Martha
ResponderEliminarAcepto los tirones de oreja y comparto tu bella manera de ver la vida.
EliminarMás besos.
Como siempre, un testo sublime! Saludos.
ResponderEliminarMuchas gracias, Lizz.
EliminarUn abrazo grande.
Siempre pagaremos peajes y siempre el sol, está más allá
ResponderEliminarY con la edad, entendemos que no importa mucho el llegar, y sí importa, la intensidad con la cual acometemos el recorrido
Lindo volver a leerte ESCRITOR!
Besossss muchos.
Gracias por tu comentario, Gizela, y gracias por ser siempre tan cariñosa conmigo.
EliminarUn beso grande.
Creí que solo era yo quien me equivocaba de mano, aún no se cual es la derecha y la izquierda. Tu al menos lo averiguaste. Ah el Sol, eso es otra cosa. No tiene precio.
ResponderEliminarBss
En realidad, yo no sé cuál es cual, pero parece que mi personaje sí, a un precio muy alto.
EliminarEl Sol siempre está más allá, en muchos sentidos: por suerte.
Un beso muy grande.
No tengo claro todavía si es mejor la esperanza y luego, posible desilusión, o que alguien nos enseñe sobre una experiencia no vivida por nosotros mismos y dejemos de soñar sobre lo que creemos que puede ser.
ResponderEliminarEspero que tu travesía haya salido muy bien....abrazo!
No creo en el aprendizaje vicario, me parece que, para bien o para mal, la experiencia debemos hacerla nosotros mismos.
EliminarLa travesía fue mucho mejor de lo que esperaba, algo difícil de explicar.
Un abrazo, Martín.
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Qué alegría ver tu entrada, y que impotencia cuando intentaba entrar y la red me arrastraba hacia atrás. Ya en casa puedo leerte con calma y de nuevo, disfrutar de tu genialidad y mi libertad de interpretación :).
ResponderEliminarQuizás por el momento que paso, para mi lo que leo es el precio de la madurez, de descubrir lo que realmente es la vida más allá de lo que esperamos, de enfrentarnos a la realidad con todas sus consecuencias, desprendiéndonos dolorosamente de la ingenuidad con la que mirábamos al futuro, de sentir la decepción de lo que no se corresponde con nuestras expectativas y aun así, continuar, aunque solo sea por curiosidad porque, afortunadamente, aun sentimos esa curiosidad y por extensión, cierto entusiasmo.
Un gran beso Humberto
P.S.:Gracias por haber venido a vernos y a traernos tu genial libro
Todos lo interpretamos desde nuestro punto de vista y, aún más, desde un momento vital en particular, así que vas muy bien por el camino que elegiste.
EliminarSoy yo el agradecido por haber recibido una experiencia que va a acompañarme toda la vida.
Un beso enorme.
Ahora que todavía le queda una mano tendrá que desplazarse hacia el este, pero no se si merece la pena.
ResponderEliminarUn abrazo Humberto
Es que quedó inclinado hacia ese lado, veremos si vale la pena, yo creo que sí.
EliminarUn abrazo, Jaal.
Ah, yo también pagué al barquero con mi mano derecha. Lo que él no sabía es que los zurdos, una vez instalados en la otra orilla, somos capaces de ver cómo el sol se desplaza de derecha a izquierda.
ResponderEliminarDebí imaginarlo, como diestro tengo mis incapacidades.
EliminarUn beso grande, Sícoris.
Hola querido Humberto.
ResponderEliminarQuitando los pequeños problemas de bloger que no me deja ver vuestras publicaciones, ni actualizar las mías la mayor parte del tiempo, acabo de verla en tu muro, y por ser la primera...pues ya ves que no, mañana a estas horas del día, seguro que tu espacio ya está inundado de buenos deseos y más.
Y si es por este lado ya ves que tampoco a la primera llego, lo importante es ser constante y estar ahí, a las buenas y las malas, ya que el peaje de cruzar el río de la vida, muchas veces cuesta un esfuerzo sobre humano para ir cruzando poco a poco, y sí, puede ser muy profundo y peligroso, mejor ir despacio y a paso seguro, pasar a leerte es beber de un pozo de experiencia y sabiduría.
Espero disfrutes de tus días libres después de la gira y vuelvas a casa feliz y contento las fotos todas serán un maravilloso recuerdo.
Un abrazo.
Ambar
No importa ser la primera, pero yo te aseguro que siento tu presencia constante, dándome ánimo y afecto.
EliminarUn beso grande, Ambar, muchas gracias por ser así.
Me estaba gustando tanto la ingenuuidad de la historia que hasta dudé si estaba leyendo el blog que pensaba. Duró poco, el hachazo del autor cortó toda la ingenuidad y se llevó la mano derecha, con la que escribía.
ResponderEliminarVoy a comenzar a preocuparme, pues no sabía que sólo escribía historias crueles. Prometo que voy a intentar modificar esa idea.
EliminarUn abrazo, María Pilar.
Es que en definitiva, sea de dónde sea, la única que cuenta es nuestra mirada, asi que dejate de jorobar, volvé a cruzar el rio y venite que aqui te esperamos y también hay sol!
ResponderEliminarEs que... bueno, mi personaje es bastante diferente de cómo soy yo.
EliminarEn relación con cruzar el río, eh, es que estoy tan bien aquí ;)
Un beso, Maguitah.
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Muchas gracias, María del Carmen, eres una persona muy amable.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Es una historia muy interesante, me hiciste recordar un poema que escribí cuando era adolescente y que envié a Paracuentos, lo titulé Alpha y Omega, y decía que debajo de la estrella luminosa, estaba el árbol, el gusano, la tierra, la perla, y más abajo, mucho más abajo, estaba otra vez la estrella. Y así es, pero hay muchos ríos y muchas estrellas y más allá estará el mismo río, la misma estrella? Lo importante , creo, es ver el sol, el río y la estrella... No todo el puede verlo. Me gustó mucho Humberto, me encanta leerte. Un abrazo de nuevo año con mis mejores deseos.
ResponderEliminarLa idea que me das ya me gusta más que mi escrito, tendrías que dejarme el link para leerlo.
EliminarUn beso enorme, Julie.
Si se corre un riesgo, será que merece la pena. El caso es saber cuando merece la pena.
ResponderEliminarSalu2.
La palabra 'riesgo' ya merece la pena, en mi opinión, claro.
EliminarUn abrazo, Alfredo.
Iusiones, retos, peligros, precio... la vida se muestra en esos parámetros que refleja tu texto, a veces pensamos que la ubicación nos da una u otra perspectiva, y puede ser así, pero son nuestra ubicación mental y nuestra personalidad las que mandan a la hora de percibir las cosas.
ResponderEliminarUN abrazo
Totalmente de acuerdo, pero voy más allá: ¿hay algo que no dependa de nuestra personalidad?
EliminarUn abrazo.
Feliz cumpleaños, Humberto, que pases un bonito día. Un abrazo fuerte
ResponderEliminarFue un día hermoso, María Rosa, muchas gracias.
EliminarUn beso muy grande.
Bienvenido a esta parte del río... ¡Un placer leerte!
ResponderEliminarBueno, muchas gracias, al menos alguien ya está aquí.
EliminarUn abrazo.
Bueno, siempre te queda otra mano y un pie. O vos creias q las ilusiones se cumplen asi nomas?? nanananan, el facilismo no es poetico!
ResponderEliminar(Hola, tanto tiempo! jajaja)
Es muy cierto, lo fácil no combina con lo poético, hay que saber sufrir, después amar, después partir...
EliminarAh, hola, es verdad, mucho tiempo.
Gracias por contarnos esta breve historia del río, el sol, el empeño en descubrir, y los riesgos por lo que se puede quedar en el camino.
ResponderEliminarLas cosas importantes siempre cuestan.
Bienvenido a la normalidad?
Besos.
Todavía estoy en seminormalidad, pero en un tiempo retorno del todo... espero.
EliminarMuchas gracias, Pamisola, un beso.
Caray con el botero. Pues sí pedía un precio alto. pero así es la aventura de la vida. Uno va dejando atrás algunas partes de su vida y también, por qué no, de su cuerpo...
ResponderEliminarUn abrazo.
Me alegra saber que has terminado bien tu larga gira.
Claro que partes del cuerpo quedan en el camino, sin embargo, creo que somos como las estrellas de mar, no reconstituimos.
EliminarUn abrazo fuerte, José.
¿Porqué somos tan tontos de pagar altos precios por aquello que suponemos maravilloso?
ResponderEliminarNos engañaron con lo del conformismo como valor a la baja.
Besazo
Bueno, porque es nuestra esencia humana, no hay dudas.
EliminarUn abrazo, Dolega.
Los boteros se hicieron con las instituciones y los gobiernos.
ResponderEliminarY así vamos.
Te noto más pesimista que de costumbre últimamente, Toro.
EliminarUn abrazo.