Desde el preciso momento en que falleció, Lázaro dejó de ser el joven divertido, activo y bonachón de siempre, se lo veía triste y meditabundo, alejado de los placeres simples que tanto le habían gustado. Debido a su bonhomía, todos en su pueblo lo apreciaban, pues no había una sola persona que no hubiera pasado un momento maravilloso con él, por eso estaban tan preocupados por su cambio. Ahora el pobre Lázaro se pasaba el día entero acostado, sin ánimo siquiera para apretar el mando a distancia y ver una novela brasileña o Breaking Bad. Todos opinaban sobre su extraño comportamiento, pero nadie se animaba a encararlo y decirle algo que lo ayudara. Al segundo día, sus amigos se reunieron en el Club Social Betania para hablar de esta extraña actitud del finado Lázaro, allí cada uno dio su parecer, pero terminaron acordando que -en definitiva- era asunto suyo, que uno no podía andar metiéndose en la muerte de los demás así como así. Sin embargo, también concluyeron que el hecho de estar muerto no era razón suficiente como para alterar de tal manera sus hábitos y costumbres... su humor, qué embromar, si la muerte es parte de la vida y todos lo sabemos. Frente a tan grave problema que se había generado, una buena amiga tuvo el coraje de ir a hablarle sin pelos en la lengua, como suele decirse. Lázaro la escuchó con una atención extrema y sólo se manifestó cuando ella parecía no tener nada más que agregar. Le aseguró que iba a hacer todo lo que estuviera a su alcance para volver a ser el mismo que la gente conocía, le pidió amablemente que agradeciera a cada uno por preocuparse tanto por él y su estado, pero le dijo que dejara pasar otro día, que la muerte era una cosa seria y que necesitaba cierto tiempo para adecuarse. Finalmente, tres días después de morir, Lázaro retomó sus actividades normales y todos los habitantes del pueblo se pusieron muy contentos, menos yo, claro está, pues había escrito el mejor obituario de mi vida y ahora tendría que guardarlo hasta vaya Dios a saber cuándo.
27 de agosto de 2014
Lázaro
Desde el preciso momento en que falleció, Lázaro dejó de ser el joven divertido, activo y bonachón de siempre, se lo veía triste y meditabundo, alejado de los placeres simples que tanto le habían gustado. Debido a su bonhomía, todos en su pueblo lo apreciaban, pues no había una sola persona que no hubiera pasado un momento maravilloso con él, por eso estaban tan preocupados por su cambio. Ahora el pobre Lázaro se pasaba el día entero acostado, sin ánimo siquiera para apretar el mando a distancia y ver una novela brasileña o Breaking Bad. Todos opinaban sobre su extraño comportamiento, pero nadie se animaba a encararlo y decirle algo que lo ayudara. Al segundo día, sus amigos se reunieron en el Club Social Betania para hablar de esta extraña actitud del finado Lázaro, allí cada uno dio su parecer, pero terminaron acordando que -en definitiva- era asunto suyo, que uno no podía andar metiéndose en la muerte de los demás así como así. Sin embargo, también concluyeron que el hecho de estar muerto no era razón suficiente como para alterar de tal manera sus hábitos y costumbres... su humor, qué embromar, si la muerte es parte de la vida y todos lo sabemos. Frente a tan grave problema que se había generado, una buena amiga tuvo el coraje de ir a hablarle sin pelos en la lengua, como suele decirse. Lázaro la escuchó con una atención extrema y sólo se manifestó cuando ella parecía no tener nada más que agregar. Le aseguró que iba a hacer todo lo que estuviera a su alcance para volver a ser el mismo que la gente conocía, le pidió amablemente que agradeciera a cada uno por preocuparse tanto por él y su estado, pero le dijo que dejara pasar otro día, que la muerte era una cosa seria y que necesitaba cierto tiempo para adecuarse. Finalmente, tres días después de morir, Lázaro retomó sus actividades normales y todos los habitantes del pueblo se pusieron muy contentos, menos yo, claro está, pues había escrito el mejor obituario de mi vida y ahora tendría que guardarlo hasta vaya Dios a saber cuándo.
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Estimados amigos:
ResponderEliminarMuchas gracias por las visitas y comentarios para “La llevo en la sangre”.
Sin mucho más que decir, les dejo un fuerte abrazo.
Humberto.
Buenísimo,Humberto!
ResponderEliminarLa verdad es que uno no tiene ningún derecho a entrometerse en las muertes ajenas...mejor ver las propias! ;)
Besos y abrazos desde Chile!
Creo que no debería entrometerse ni con los propios, pero ese es un tema pesado, mejor ni tratarlo. La muerte propia es la más preocupante, al menos para mí.
EliminarUn beso grande para el otro lado de los Andes, Maritza.
Excelente!!!! Me encantó.
ResponderEliminarMuchas gracias, Fernanda.
EliminarUn beso enorme.
Bueeenísimo ! Me gustó mucho :)
ResponderEliminarMuchas gracias, Francisco.
EliminarUn abrazo, amigo.
Não, não posso. Já é muito tarde (2 da manhã) as ideias embrulham-se todas.
ResponderEliminarAmanhã volto.
Beijocas Humberto.
Vou te esperar, hem!
EliminarBeijinhos, minha querida.
Tal como os candidatos a defunto que sofrem ataques cardíacos só podem ser enterrados ao terceiro dia e portanto você foi apressado em ter escrito o obituario cedo de mais. No caso do Lázaro foi diferente. Lázaro é um personagem biblico, que ao terceiro dia de ter morrido o seu amigo Jesus ressuscitou-o.
EliminarBeijos beijos....
Flor
O meu Lázaro é bem diferente, ele nunca foi amigo de Jesus, segundo me contou, porque não acreditava nele, era muçulmano.
EliminarMuitos beijinhos, minha querida.
Lástima de obituario. ¡Qué desconsiderado el mentao Lázaro!...
ResponderEliminarMe encantó tu sentido del humor..
Ya no se puede confiar en la muerte de nadie, BB, menos en la de un Lázaro, claro.
EliminarUn abrazo y muchas gracias.
Yo que Lázaro, me hubiera suicidado.
ResponderEliminarUn abrazo, MI
Lo que sucede es que no se sabe qué da como resultado de la suma de Muerte más Suicidio, pueden contrarrestarse... o algo así.
EliminarUn abrazo, MI, gracias por tu opinión.
con esto del "había escrito el mejor obituario de mi vida y ahora tendría que guardarlo hasta vaya dios a saber cuando", me has hecho recordar la reciente historia de un escritor que tiene una obra oculta desde hace décadas referida a la muerte de fidel castro y que por obvias razones no la ha podido publicar.
ResponderEliminarcreo -en mi humilde opinión- que antes de escribir tal excelente obituario, se debió consultar con aquel hombre que tallaba lápidas -con nombre y apellido- de la persona que iba a morir al día siguiente, para estar bien seguro de su deceso. (ver esto último en la serie "one step beyond", en el capítulo titulado: "the stonecutter")
un abrazo
Nunca debe contarse el dinero antes de ganarlo, creo, pero cada cual tiene su estilo, Draco. Es una buena historia para escribir, "El Escritor Escrito", nada mal te digo.
EliminarGracias por el dato, te prometo que voy a buscar el capítulo, y si la serie me gusta, voy a seguirla.
Un fuerte abrazo, amigo, gracias por estar.
Mi expresidente serå por casualidad este lazaro. A mi me pasa lo mismo que al anigo de graco. Hace años tengo escrito el epitafio de se cabron y todavia no se muere.
ResponderEliminarCon telacion s tu escrito nada que añadir s tanto sarcasmo y humor negro. No me preocupan los muertos. Me preocupan esos vivos que ultimsmente se ofenden de todo jajajaja. Por cierto cuando vas a cambiar el color de las leyras jajajaja
Abrazos amigo
Carlos
Te confieso que me cuesta mucho opinar sobre cuestiones políticas de países que no son el mío, tengo miedo de decir algo equivocado, pero por lo que tanto se escucha y se lee, creo que buena razón tendrás para considerarlo un cabrón.
EliminarEn el texto pasado se ofendió cierta gente por el tema del incesto, ahora me tocará la opinión de los religiosos, veremos qué pasa, como tú sabes, hoy tuve un día MUY movido.
No sé si cambiar el color de las letras, pero te aseguro que no eres el único al que le molesta. Me siento tan negro y verde, jeje.
Un fuerte abrazo, Carlos.
No hombre. No me molesta para nada. Tu sigue negro y verde.
EliminarAbrazos
Me llamaste "negro y verde", eso es racismo... Dime Hombre de Color, jeje.
EliminarMás abrazos.
Textos serios, textos graciosos, textos profundos, eres una usina de relatar, Humber, te agradezco por darnos estas pequeñas joyas de las letras.
ResponderEliminarMe encantó!!
Besotes
Gracias a ti y a todos los que vienen a leer, Sabrina, soy yo el que debe estar más que agradecido por tener amigos así.
EliminarMe alegro que te haya gustado, pues dudé mucho en subirlo, pues venía de textos más... logrados, digamos. Este es un juego, no más.
Un beso grande.
Interesante. Lázaro poseedor de su Bíblica naturaleza resucitante es digno de que le regalen un ave fénix, por natural afinidad.
ResponderEliminarLos obituarios finalmente quedan en los libros del olvido, aún los grandiosos, como ocurrió con los libros de John Fante en Los Ángeles, California. A Fante en su tiempo lo desterraron al olvido, dicen que por venderse al cine, aunque le doy la razón por haber alimentado a su familia en vez de a la Gloria de la posteridad, pues ésta última es engañosa y luego paga mal.
Y que bueno que lo subiste Humberto, éste Lázaro no tiene nada de muerto, por lo menos en tu literatura, aunque comparto en veces el sentimiento de duda que causa lo que escribimos, pues mayormente nos tiene que gustar y nos sentimos sorprendidos cuando gusta a múltiples lectores. Extraño oficio que atrae como la cumbre de uno de los ocho miles.
Abrazos amigo, ya pasando el clima de calor horrible todo tiene que mejorar.
Hay pocas novelas que uno considera iniciáticas, iniciáticas para uno, me refiero, bueno, "Pregúntale al polvo" es una de ellas para mí. Así que un gran recuerdo para John Fante.
EliminarSabes muy bien que hay temas espinosos, pero también sabes que no podemos estar sesgando relatos por su contenido o por el temor de herir susceptibilidades, creo que la gente que viene aquí sabe que escribo lo que me parece, pero siempre hago prevalecer el respeto. Así que también un gran recuerdo para el pobre Lázaro, que tuvo que volver a la vida así como estaba, imagínatelo al pobre.
Un fuerte abrazo, amigo Carlos, eres siempre esperado aquí, si faltara tu comentario (aunque fuese negativo) éste no sería el mismo blog.
*no necesitó el buen Lázaro continuar más con la triste metáfora de estar vivito y coleando.
ResponderEliminarcon la que está cayendo, haciéndose uno el vivo se puede uno pasearse a gusto y morirse de risa viendo la cara de pasmo con que el personal se muere por ponerle al primer Lázaro que se tercie en el sendero, jejejeje
besos abrazos
Me imagino que no todos lo querrían tanto, porque no vas a decirme que ese narrador que le dedicó el obituario lo tenía en gran estima, hasta dicen que tuvo que devolverle los zapatos, que también se los había llevado.
EliminarMuchos besos, querida Pilar.
Querido Humberto: Me ha encantado tu escrito. Lo he leido con placer. y admirando tus ingeniosas y buenas letras. Siempre me saben a poco tus historias.
ResponderEliminarUn beso.
Muchas gracias por tus palabras, Josefa. Las historias más largas van directamente al nuevo libro, aquí disfruto de escribir textos cortos y de tener este hermoso contacto con gente como tú.
EliminarUn beso grande.
Jajaja muy simpático lo del "Interés cuanto valés" Me alegro que no hayas tenido que guardar tanto tiempo el artículo y nos lo dieras a disfrutar ya. Como siempre genial.
ResponderEliminarPor cierto hay muchos muertos en vida que parecen zoombis ante de morir:-)
Bss
Basta con ver a la gente caminando hacia sus trabajos por esta helada Buenos Aires para darse cuenta de que no todos están del todo vivos. Entonces yo le dije a este texto, levántate y anda, luego veremos si los lectores quieren enterrarte nuevamente.
EliminarUn beso grande, Katy.
Hola Humberto.
ResponderEliminarQue resucite un muerto es tan normal,sobre todo si se llama Lázaro, que entiendo perfectamente la desilusión que puede causar, si además se monta en un Ferrari y nos hace un corte de mangas. Ya sabes la canción, " Y no estaba muerto,no...[...]"
Como siempre tu destreza, maneja la situación a la perfección.
Un abrazo.
Por estos lares hay muchos Lázaros de esos que montan Ferraris y nos hacen cortes de manga, Bego, no te imaginas cuántos.
EliminarMuchas gracias por tu comentario, un fuerte abrazo.
Muy bueno Humberto, empezar el día con una sonrisa es estupendo, gracias!
ResponderEliminarPor cierto parece que hemos coincidido en la última entrada con un tema religioso...
Un abrazo!!
Me alegro que te haya divertido, este relatito no tenía otro objetivo que divertir, a mí y al lector. Si lo consiguió con uno, valió la pena.
EliminarLuego paso a leerte.
Un fuerte abrazo.
La vida es el recurso de la muerte y viceversa. Se necesitan. Necrologicas solo si son propias.
ResponderEliminarImpecable narración, gracias.
Gracias a ti, Emejota.
EliminarYo soy de los que creen que hay que desdramatizar la muerte, pero a veces es difícil. Como dice el narrador, es parte de la vida, su fin y su principio.
Un fuerte abrazo.
Jajajaja, este Lázaro, menudo sinvergüenza, pues no va y se levanta...¡habrase visto!
ResponderEliminarGuarda el obituario, seguro que algún día se cansa de tanto caminar.
Salud.
Lo que no cuentan las Sagradas Escrituras es que, después de ser resucitado, se convirtió en el primer Forrest Gump.
EliminarUn abrazo. Oski, muchas gracias.
Imagino a un Lázaro totalmente desconcertado, desde el conocimiento de su "historia" cuando la leí quise imaginar ¿como "pudo" ser su vida después?, desde un chistes que oí a mi padre, que repetía en su pequeño repertorio y a mi me sigue haciendo gracia y que asocio en muchas situaciones que se dan en mi vida , dice algo así: y al tercer día resucitó - ¿y como anduvo?. - janda odio, pero anda. Pues bien hoy concretamente tú, me traes de nuevo a uno de los resucitados, y tu imaginación superó con mucha satisfacción esas imágenes que nunca logré visualizar y ahora de nuevo me planteo muchos porqués y comos, del volver de la muerte, y sólo tengo una cosa clara que personalmente NO QUISIERA me resucitaran y bueno pues ahí me dejas ampliando sobre una reflexión que personalmente no se me había ocurrido.
ResponderEliminarMi opinión sobre tí cuanto más te leo es que siempre me abres puertas más puertas llevandome de la mano para llegar a ese mundo donde ahora viajo sola pero con tu empuje: imaginación y reflexión.
Eres grande Humberto Dib , me apete mucho dejarte un detalle con todo mi cariño
este artista me hace sentir en su arte, muy parecido a tí en el tuyo,
ARA MALIKIAN , te dejo dos temas, el primero es de puro sueño VIEJOS AIRES
https://www.youtube.com/watch?v=6d-nPxnJMv8&list=RDGuOFvTKRGLw&index=25
Besos inmensos
tRamos
https://www.youtube.com/watch?v=OvsoDqM8wLA&list=RDGuOFvTKRGLw&index=7
JODIO, jopeta¡ que justo me comí esa J tan importante
EliminarCreo que nadie querría ser resucitado, una vez pasado ese momento traumático de la muerte, pues que nos dejen en paz, imagínate cómo nos verían nuestros amigos, nuestra familia, pasaríamos a ser más fantasmas que un muerto verdadero, un horror.
EliminarYo no soy de familia cristiana, pero siempre me llamaron la atención todos los mitos religiosos, dicen más de lo que dicen, como todos los mitos, está allí lo más profundo del pensamiento humano.
Acabo de escuchar las dos canciones que me has dejado, ese violín te pone la piel de gallina, más tarde me bajo una selección de canciones, así compartimos algo más.
Un beso siempre enorme y mi eterna gratitud por tu afecto.
A veces el mundo de los muertos es insoportable, así que de vez en cuando se hace necesario cruzar al otro lado. A mí me pasa. Lo hago a menudo.
ResponderEliminarUn abrazo Umberto
¿Sabes que yo también? Metafóricamente, claro, pero lo hago. Yo descanso, no sé tú...
EliminarUn abrazo grande Jaal.
Con frecuencia, los cronistas hablan de lo que pudiera haber sido y no fue. Y es que las prisas y la celeridad en la rotativa es así: que nada ni nadie te estropee un buen titular.
ResponderEliminar¡Muy simpático!
Un abrazo.
Sé de varios periódicos que tienen listas las necrológicas de personas vivas, o más o menos vivas, esas cosas me parecen un horror. No lo recuerdo bien, pero me parece que Pereira, el personaje de Tabucchi hacía eso en "Sostiene Pereira".
EliminarUn abrazo y muchas gracias, Francisco.
La ironía de tu excelente relato me ha hecho recordar un viejo chiste, decían que malo, pero que a mí me hacía reír mucho cuando era adolescente, años ha.
ResponderEliminarEs un chiste que se ha quedado muy viejo y que las nuevas generaciones seguro no entenderán. Vamos ya.
El cura habla en misa de la resurreción de Lázaro.
-Hermanos, cuando Jesús ordenó a Lázaro "levántate y anda" Jesús andó.
Uno de los feligreses le corrije, anduvo, idiota.
Y el cura le contesta,
-Bueno, anduvo idiota unos días, pero después se recuperó.
.....
Muchos besos,
Los buenos chistes nunca pasan de moda, a mí me gustó mucho, tengo el vago recuerdo de haberlo escuchado, pero no estoy seguro, así que me reí como si fuera la primera vez.
EliminarMuchas gracias por tu sentido del humor, Tesa.
Un beso enorme.
Yo también me he acordado del chiste de "Lázaro andó". Jajajaja.
ResponderEliminarCada cual vive su muerte (qué paradoja) como quiere. No es cuestión de andarse entrometiendo y menos de andar fastidiando obituarios ajenos. Un besote!!!
Es que hay gente que quiere adelantártela o postergártela según le plaza y no, ¡así no!
EliminarUn beso grande, querida amiga.
Humberto siempre es un placer pasar por aquí. Saludos desde España
ResponderEliminarVale, José, muchas gracias.
EliminarSiempre es un honor que un especialista en otras disciplinas venga a visitarme.
Un gran abrazo.
Se me colaron dos errores, ya me vale: El calor, que me tiene loca, Humberto.
ResponderEliminarDebería decir "corrige" y el que "andó" fue Lázaro, claro, no Jesús.
Se entendió, Tesa... por otra parte, Jesús también "andó".
EliminarMás besos.
Bravo!!!!Ingenioso relato..Me has sacado unas madrugadoras sonrisas Hay tantos Lázaro en esta vida que deberían levantarse y disfrutar de lavvida
ResponderEliminarEs cierto, basta con mirar algunas caras y no sabes de qué lado de la frontera están.
EliminarUna alegría por esas sonrisas madrugadoras, Mirella.
Un abrazo y gracias.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarMe gusta esta continuación bíblica con su punto subrealista y el guiño de los tres días. Y el final estupendo.
ResponderEliminarMuchas gracias, Miguel Ángel.
EliminarY mira que estoy atento a esa decisión firme que has tomado, a la de dedicarte "en serio" a escribir.
Un fuerte abrazo.
Es una decisión lenta, es más cuestión de actitud. Y mis facturas siguen pagándose con un trabajo de muchas horas. Es más cuestión de fé y de tratar de armar proyectos. Posiblemente no llegue a nada igualmente. Erpo estoy tratando de aprender y de seguir una linea con algunas cosas para completar un todo.
EliminarGracias. Salud y otro abrazo de vuelta.
Nadie escapa de pagar las cuentas con un trabajo que nunca es la literatura... bueno, salvo excepciones muy obvias.
EliminarMás abrazos.
La foto y el inicio me hacía dibujar al Lázaro histórico, ¡y cuando entró en escena el control remoto, la novela brasileña y Breacking Bad! el telón me cayó en la nuca! Muy bueno. :-) Abrazo Humb
ResponderEliminar¿Es que no tiene derecho a ver Avenida Brasil o Breaking Bad sólo por ser bíblico?
EliminarVamos, Cori, libertad a los personajes ;)
Un beso grande mi querida.
Ps claro que tiene derecho, y arriba la libertad de los personajes totalmente!
EliminarLo que intenté expresar fue, que en la época del Lázaro que, personalmente estaba imaginando a medida que avanzaba en el relato, no había siquiera televisión donde poder ver novelas o series, por eso, ver aparecer esos datos en la escena que estaba armado, me causo mucha gracia!
Besotees!
Ya sé, Cori, estaba bromeando con vos. Es más, sé que sos de las personas que mayor libertad le dan al arte.
EliminarMás besos,
Me hiciste sonreír... lo cierto es que hay muchos muertos en vida, y sin que nadie se aperciba de ello, y no retoman su alegría al cabo de tres días...
ResponderEliminarDesmitificar lo que nos cuentan, a veces es necesario por que de todo se aprende.
Un placer tu lectura.
Reme.
Sé que es difícil desmistificar lo que hemos aprendido de muy pequeños. Me has hecho acordar de un chiste.
EliminarUn niño le dice al otro:
-¿Sabes que los Reyes Magos son tus padres?
Entonces el niño vuelve a casa compungido y le dice a su familia.
-Ya sé que ustedes han sido muy buenos conmigo, pero querría volver con mis verdaderos padres, Melchor, Gaspar Y Baltasar.
O algo así.
Un beso, Reme, muchas gracias.
Exacto... vuelvo a sonreír, eso es lo que hace amena una lectura, el que te haga pensar más allá de lo que una vez te contaros, estar o no de acuerdo es una minucia, lo que importa es que despierte tu duda y tu reflexión, gracias por tu humor, y tu esplendida respuesta.
EliminarReme.
Más besos, Reme.
EliminarCelebremos este intercambio de sonrisas y de arte.
Hola Humberto.
ResponderEliminarTu ingenio es una fuente que siempre fluye, al principio te esperas algo...
Pero luego se va desarrollando de un modo que te hace pensar, si muchos de nosotros no seremos Lazaros y estaremos tan hartos de esta vida, que sin querer nos sentimos en ese estado de reposo, ese letargo que necesita un fuerte grito para despertar y seguir adelante.
Un abrazo.
Ambar
Por lo que sé de tu vida, no creo que tú seas uno de esos Lázaros, es decir, problemas tenemos todos, sin embargo, no todos deberíamos estar bajo tierra. Yo te escuché a través del teléfono y me has parecido una persona maravillosa, bien que me gustaría tener la posibilidad de conocerte personalmente, vivita y coleando.
EliminarMuchos besos, Ámbar.
qué cosas le pasan a Lázaro. Me pregunto si tendrá algún problema fiscal. Ya se sabe, los recaudadores de impuestos te cobran de más a la más mínima excusa. Al estar muerto, aunque sea por poco tiempo, ocupaba un sitio que podría haber servido de almacenamiento para otras cosas. Alguien tendrá que pagarlo. Lo mismo pasa con el autor del obitario.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo, Humberto.
Si no paga él, tendrá que pagar la familia, ya sabes cómo son los recaudadores fiscales, la muerte no es impedimento para ellos, como tampoco para ciertos políticos que hacen votar a los finados.
EliminarUn fuerte abrazo, Antonio.
Prefiero morir una sola vez, la remuerte ha de ser desesparanzadora...
ResponderEliminar¡Y claro, Marcos, quién querría pasar dos veces por un momento tan dramático!
EliminarGracias por tus palabras, un fuerte abrazo.
Con este relato has demostrado la genialidad que radica en tu mente. Si acotara algo más, estaría de sobra. Besos.
ResponderEliminarNo sé bien qué decirte, Marina, me dejaste mudo...
EliminarMuchas gracias por tu opinión, ojalá no te decepciones.
Un beso grande.
¡Un escrito muy ingenioso amigo! :) Me ha encantado
ResponderEliminarSaludoooss
Me alegra mucho, Hammer.
EliminarVarios abrazos para ti.
Estupenda historia, como siempre. Qué pena que no te dejen ni morir como desees jajaja, si es que nos metemos en todo!!!
ResponderEliminarCreo que es una necesidad humana esa de meterse en todo, principalmente donde no nos llaman.
EliminarPero aquí te llamé yo y aquí te tengo, gracias por el permiso y las palabras.
Un beso grande.
Cada relato me sorprende mas y me tienes mas enganchada a ti.... eres adictivo. Besos enormes guapo
ResponderEliminarMuchas gracias, maja, que ese enganche nunca se deshaga.
EliminarUn beso muy grande.
Supongo que muchos somos un poco Lázaro, solo hay que imaginar que este Lázaro moderno no murió, simplemente estaba un poco deprimido. Así vivimos, cíclicamente bajón/subidón. Cuando estamos tan vivamente muertos no deseamos que nos molesten, sabemos que volveremos a ser como antes; quizá en la próxima luna. Es fácil entender a los de la propia familia.
ResponderEliminarUn abrazo querido Humberto
Tienes razón, Ishtar, alguna vez todos fuimos un poco Lázaros, pero lo importante es que nuestra parte más "natural" sea la de estar vivos, no la otra.
EliminarPor cierto, me apropié de eso de "subidón", ahora lo uso mucho acá, pero todos me miran raro. Un día voy a contarte...
Un beso inmenso, mi querida amiga de Bilbo.
Y ... lo dices con acento normal o el otro? :P
EliminarUn besito
Con acento de acá, o más o menos de acá, con el mío, pero no con ese que tú conoces... y me criticas :(
Eliminar¡Claro que sí! cada uno se toma su tiempo para morir, resucitar y, si le apetece, volver a morir. Pasa en las mejores familias de Betania, y hasta en los idílicos rincones de Vermont (¿no hubo allí un problema con un tal Harry que moría y desmoría a ratos?... No sé, creo que algo así me contó un inglés gordo al que le gustaba el suspense).
ResponderEliminarAhí me has agarrado, ¿te refieres a "El fantasma de Harlot" de Mailer?
EliminarEn fin, sea como fuere, todos tenemos derecho a morir bien muertos, sin que nos fuercen a cambiar de estado.
Un beso grande, Sícoris.
Me temo que fui demasiado críptica: http://en.wikipedia.org/wiki/The_Trouble_with_Harry
EliminarUn beso, Humberto.
Te juro que pensé en Alfred Hitchcock, pero todo coincidía con El fantasma de Harlot. Ahora me dio ganas de ver la película, obvio.
EliminarMás besos, Sícoris.
¿Por qué será que las satisfacciones de uno provocan desaires en otros?
ResponderEliminarY me pregunto yo...¿es que el redactor de necrológicas la reservó tres días sin publicar por lo que podía pasar? ¿Disponía de información reservada y privilegiada? ¿Tuvo tiempo de sobra para tredactar ese obituario antes que otros? Pues que se jo...
¡Bicos veraniegos desde esta orilla!
Una vez dije que la libertad de uno, en cierta forma, hace a otros esclavos, creo que lo mismo vale para las satisfacciones.
EliminarYo también me pregunto todo eso y mucho más, pero no me gusta hablar con mis personajes, me hacen ver como un tipo aburrido.
Un beso grande desde la helada Buenos Aires.
¡Ay, Humberto! ¡Serás cualquier cosa menos aburrido!
EliminarTe mando mi calorcito.
Muac
Lo acepto, claro, no te imagina cómo.
EliminarMás besos y gracias.
No hay razón para guardar el obituario, ya que el personaje está muerto.
ResponderEliminarEn cuanto a levantar el ánimo, es lo que suele pasar eso de que los amigos insistentes se vuelven molestos con eso. Y a veces son un problema. La amiga puede ser que haya sido efectiva. Pero si quieren que el estado mejor de ánimo dure, creo que el personaje necesita una amante gótica.
¡Ah, sí! Porque a las amantes góticas les gusta el morbo de la muerte, me imagino.
EliminarHay amigos insistidores, es verdad, más le valdría dejarlo a uno muerto en paz que oír tanta explicaciones de tres al cuarto.
Un abrazo, Demiurgo, gracias por tu comentario.
Impresionante!!! Me hiciste pasar un rato agradable.
ResponderEliminarHumberto, gracias un abrazo.
Me alegra mucho, Cristina.
EliminarMuchas gracias y un fuerte abrazo.
Buenas tardes ,un placer entrar a su blog ,gracias por su visita al mio y alentadoras palabras...su relato es muy interesante y la verdad que pense que se trataria de Lazaro ,el resucitado ...
ResponderEliminarMe encuentro en un pueblo donde apenas tenemos cobertura ,he aprovechado un momento que veo esto lo podre acabar sin que se corte .
Un saludo y sera un plcer verle po mi mas mas a menudo ..
Marina
Es Lázaro el resucitado, pero no le bíblico, claro está.
EliminarNo se cortó, Marina, aquí está tu amable comentario.
Un fuerte abrazo, muchas gracias.
Si no veía Breaking Bad, realmente tenía problemas... jejejeje... He aprendido una palabra nueva bonhomía (empezaré a utilizarla desde hoy, gracias) y me has dejado flasheado con tu pluma y tu originalidad. Hijo sigue escribiendo que nosotros seguiremos leyendo¡¡ un abrazo¡¡
ResponderEliminarMuchas gracias por tus palabras, Francis.
EliminarYo estoy enganchado con Under the dome, basada en un libro de Stephen King, pero es harina de otro costal...
Un fuerte abrazo.
Aunque morirse es cosa seria, es posible que todos muramos alguna vez en la vida. Quizá no el cuerpo, pero si el ánima.
ResponderEliminarSalu2.
Me gusta cómo lo dices: "es posible que...", nada de hacer afirmaciones hipercientíficas aquí.
EliminarUn fuerte abrazo, Alfredo.
Su forma de escribir me atrapa siempre aunque no coincida con su forma de ser.
ResponderEliminarUn saludo.
Bueno, no sé qué decirte, debes ser alguien que me conoce personalmente, pues a través de lo que aparece en las redes sociales no se puede juzgar a nadie.
EliminarDe todos modos, lo que importa es el texto, el autor es casi una contingencia.
Un saludo.
Muy bueno Humberto, me encanta la historia y el humor que le imprimes, cómo siempre me dejas pensando, esta vez en Lázaro y sus circunstancias.
ResponderEliminarUn abrazo
P.D Antes dejé un mensaje y no aparece, no sé que ha pasado con él
Antes de responderte, fui a ver si tu comentario anterior había quedado atrapado entre las redes del bloqueador de spam, pero no estaba, así que no sabría decirte qué sucedió. Gracias por reintentarlo.
EliminarEn relación con esta historia, debo confesarte que necesité bajar un poco el "clima" de las dos entradas anteriores, me refiero a "La llevo en la sangre" y a "Hemisferios", quería escribir algo más simplón, que sirviera para sacarnos (me incluyo) una sonrisa y nada más, aunque, buen pensado, hay ciertos mensajes subliminales que no puedo evitar.
Un fuerte abrazo, querida María Rosa.
FULL CREATIVIDAD!!!!!
ResponderEliminarUN ABRAZO BROTHER
Muchas gracias, ReltiH.
EliminarMe alegra que te gustara.
Un abrazo grande.
Qué texto tan divertido Hum!!! a saber la cantidad de Lázaros que andan por ahí sueltos, y nosotros pensando que es que tienen mal día...jajajaja
ResponderEliminarUn abrazo inmenso querido.
Por eso nunca pregunto "cómo te va" cuando veo a alguien más o menos mal, tengo miedo de que me responda "muerto".
EliminarMuchos besos, mi querida.
Estoy muy de acuerdo en no meterse en las muertes ajenas. :P
ResponderEliminarBesazo
Eso es lo importante para mí, estar de acuerdo contigo.
EliminarUn beso gigante.
A quien se le ocurre escribir un obituario a un Lázaro, sabiendo que para esto de la muerte son más imprevisibles que los gatos.
ResponderEliminarMe ha encantado.
Un abrazo.
Tienes toda la razón del mundo, Chema, el hecho de llamarse Lázaro lo exceptúa de cualquier nota necrológica.
EliminarUn fuerte abrazo y muchas gracias.
con suerte nos alcanza para una muerte (la propia si nos damos cuenta y si no... se nos pasa y ni nos enteramos ) como para andar pendiente de la de otros
ResponderEliminarna'que hacer
pero no falta quien se de maña pa'andar intruseando jajaja
genial relato , me encantó Humberto
besitos y buen jueves
:D
De la propia, mejor no saber, que venga y desaparezca en el acto.
EliminarEs así, hay gente para todo, Elisa.
Me alegro que te haya gustado, un beso grande y buen resto de semana.
Si Làzaro levantara la cabeza pedirìa tu direcciòn para felicitarte por tan genial relato. Me ha gustado mucho.
ResponderEliminarun abrazo
paco
Por las dudas, no le demos mi dirección, ese Lázaro tiene demasiado contacto con la parca.
EliminarUn fuerte abrazo, amigo Paco.
Pasa lo mismo que con aquellas situaciones en las que por cortesía urbana uno debiera ser empático y lo único que le sale es una carcajada ruidosa y maléfica.
ResponderEliminarSupongo que tan tristes como usted habrán estado los miembros del organismo que recibe órganos en donación, el que fabrica el traje de madera y los floristas.
Aquí entre nos, tampoco era para tanto, los chistes no eran taaaaan buenos...
Abrazos!
Yo creo que se puede ser empático y largar una carcajada, el problema es cómo toma el otro esa carcajada.
EliminarBueno... descubriste la peor parte de este texto, que no dije, por cierto: lo que dijeron todos esos comerciantes de la muerte.
Era simpático, pero para los chistes prefiero a Corona ;)
Un fuerte abrazo, Etienne, muchas gracias.
Hola Humberto lamento no haber estado en el post anterior, es que estaba muerta y resucite a loas 42 días bueno no se si aún ando muerta y soy un fantasma como muchos que andan por allí , tratando de reencarnar en un cuerpo como el de Lazaro a ver si lo resucitan . Uno de mis temores de ser afable, generoso, simpático y tierno (bonhomía) no se conjugar la palabra no se si quiera si es un verbo Ja¡ solo que viene del francés, es que no me dejen en paz cuando decida fallecer y se empeñen en que siga siendo la loca con contenido y no me permitan alguna vez ser una cuerda vacía, eso también vale es un derecho , . Imagino que el pobre Lázaro estuvo igual que yo dirimiendo entre seguir siendo el sostén del mundo y llevarlo sobre los hombros o liberarse y ser como le nacía., es que resucitar y de la misma forma es un problema de graves consecuencias otra vez la misma vida ay no que fastidio no se me da por pensar así .... en cuanto al obituario ni pendiente dice la tradición en Chipre que fue donde huyo Lázaro que vivió durante treinta años más , creo que el obituario sobrevivirá no es mucho tiempo , todo es posible después de tu leletransportador un abrazo amigo y dos también si te dejas
ResponderEliminarTus comentarios siempre me gustan, pero hoy has tocado un tema que me hizo pensar mucho. Es verdad, imagínate resucitar y que todo siga igual, tener que sostener los mismos pesos, soportar la misma gente, pagar las mismas deudas... Uf, no quiero ni pensarlo. Una idea así, bien escrita, habría convertido este textito pedorro en una genialidad, lástima que no se me ocurrió, Lo digo muy en serio.
EliminarMe dejo los besos que quieras, qué duda cabe.
Por cierto, ¿en verdad no estuviste en la entrada anterior?
Un beso grande, mi querida.
Querido si hubieses pasado por casa tal vez te hubieras enterado pero bueno todo tiene solución , con respecto a tu post estaré en él r retroactivamente con efecto hacia el futuro .... mas besos son buenos para el corazón y la salud
EliminarMea culpa...
EliminarMe ha gustado mucho lo que escribiste, a la vez me gusta mucho también como escribes, así que felicidades :).
ResponderEliminarUn saludo!
Muchas gracias, Arual, eres muy amable.
EliminarUn abrazo.
Me parece injusto que este Lázaro pueda vivir de resurrección en resurrección, no muriéndose nunca del todo, mientras nosotros, pum y chau, ninguna oportunidad... Un abrazo.
ResponderEliminarBueno, dicen que algunos la tuvieron... estaba pensando en el ahora finadito Víctor Sueiro que murió como 20 veces.
EliminarUn abrazo, Darío.
Genial! un abrazo
ResponderEliminarMuchas gracias, Mery.
EliminarUn beso grande.
Y si...algunos tienden a resucitar y otros se mueren de una vez y para siempre...incluso ni siquiera quedan en los recuerdos
ResponderEliminarUn abrazo
Eso es lo peor, que nadie sepa qué fue de ti.
EliminarUn fuerte abrazo, Gla.
Es cierto ¿Porqué todos por entonces resucitaban al tercer día? Y eso que aún no había llegado la moda de los zombis.
ResponderEliminarUn placer leerte, como siempre.
Abrazos. Borgo.
Con la moda de los zombis cambió todo, hasta la religión tendría que ser revisada.
EliminarUn placer tenerte por aquí, querido Borgo.
Si es que con amigos tan insistentes, no pudo hacer otra cosa, !pobre! hay que disculparle.
ResponderEliminarSiempre un placer entretener el tiempo en tus escritos.
Un abrazo.
Hay amigos que no te dejan tener una muerte en paz...
EliminarMuchas gracias por tu comentario, San.
Un beso grande.
Jajajaja, anda queeee...será petardo este Lázaro? No solo se permite la licencia de entristecer por la muerte de alguien cercano, qué poca vergüenza!!, sino que además te echa por tierra la mejor de las historias...pa' matarlo!! :)
ResponderEliminarMe encanta, sé que ya lo he dicho hasta hartar pero es que me fascina tu imaginación, es maravillosa.
Un gran beso
Es la segunda vez que un personaje me arruina la vida, voy a tener que controlarlos de otra manera, pues parece que no me respetan,
EliminarMuchas gracias por tus palabras de amistad, Nuria.
Un beso grande.
Jjajaja
ResponderEliminarTranquilo Humberto,tú dime dónde vive y yo haré que parezca un accidente...
; )
Besos
Te paso la dirección exacta: Calle de los resucitados 322, 2° piso, apartamento M (de muerte). Esto es en Betania, fíjate que en algún mapa va a aparecer.
EliminarUn beso grande y muchas gracias por el humor.
Hola ¿que tal?
ResponderEliminarAquí me paso para hacerte una visita y me encontré con esto. Me encanto ^^
Me voy a quedar por aquí a seguir leyendo
Saludos
Bienvenida, pues ante todo un Corazón de Tinta siempre es bien recibido.
EliminarPuedes leer el tiempo que quieras, espero que te guste.
Un fuerte abrazo.
Yo tengo uno escrito hace poco más de año y medio. Es hermoso y sentido y todo. Pero, carajo!!! el mentado SE RESISTE A OLVIDAR EL PASO DE LOS TRES DIAS!! Grrrrrrrr!!!
ResponderEliminarAhora quiero leer ese texto, Sweet, si vuelves por aquí, por favor déjame el link.
EliminarMuchas gracias por tu comentario.
¡Genial! Me encanta. [La verdad es que si fuera mío, lo habría terminado antes de lo del obituario; pero me has hecho sonreír, y eso lo valoro.]
ResponderEliminarHe leído algunos comentarios y tus respuestas, y por eso te comparto que considero la gran cosa -muy "gran cosa"- a "Pregúntale al polvo".
¡Un abrazo!
Una de las cosas más maravillosas de compartir este espacio, querida Silvia, es que podamos opinar sobre el texto abiertamente, pues eso nos ayuda a crecer como escritores.
EliminarEn lo personal, creo que sin lo del obituario, el texto habría quedado "rengo", como si le faltara una vuelta final, pero debo reconocerte que no es el final que más me ha convencido de los que hice. Así que algo pasa.
Muchas gracias por tu sincera opinión.
Un fuerte abrazo.
Bueno, no pasa nada , seguirás escribiendo muy bien.
ResponderEliminarBesos.
Si tú lo dices, Azzul, entonces me quedo tranquilo.
EliminarUn beso grande y gracias.
A mí, querido amigo, que ya empiezo a parecerme un poco al pobre Lázaro, el final casi me parece lo de menos, pues el relato en sí mismo, con ese guiño tan bíblico y surrealista que le has dado a la historia, de por sí, vive solito y no necesita demasiada compañía. Es como su protagonista, no necesita ni del mando a distancia para funcionar ni de las palabras mágicas: "levanta y anda!"...
ResponderEliminarCreo que el pobre Lázaro se vio obligado a resucitar, tan pesados los amigos, lateando sin parar, ni le dejaron pensar un par de días en su nuevo estatus... ya te digo, los hay plastas de ganas!
A parte de los apartes, la trama y el trato dado, como siempre, de nota!
Muxutxuak eta besarkadak!
;)
Si hay algo que te hunde más son los amigos queriendo levantarte cuando estás en un bajón, generalmente quieren mostrarte las bondades de la vida, pero uno no puede ver nada, así que es peor, genera más presión.
EliminarMusu eta besarkada asko. Good asteburuan.
Creo que metafóricamente hablando, y sin ánimos de generar debate, algo parecido le venía pasando al Virrey, pero no logró revivir ni él ni al equipo. Calculo que ahora con 3 palos verdes y sin tanto quilombo, al menos él y sus seres queridos estarán un poco más contentos - y como el Vasco fue DT del Matador y nos fue bien, imagino que a Boca le irá bien también. Abrazo!
ResponderEliminarTengo sensaciones encontradas con ese tema, pero está claro que no había Cristo que lo salvara a Bianchi. Boca no puede estar jugando tan mal, dan vergüenza. El Vasco fue un gran jugador en Boca, ojalá que ponga la misma sangre como técnico... si es él el elegido.
Eliminar¡Levántate y anda Boca!
Abrazos.
El fulbo.... el fulbo.... jeje
EliminarQuerido Dib, qué puedo decirte... Sabés que admiro tus escritos; ¡sos un groso! (te pasaste, muy ingenioso). Abrazo extra grande para vos.
ResponderEliminarLoretta Maio
Muchas gracias, Loretta, sé que siempre estás conmigo, esas cosas son de gran valor.
EliminarUn beso enorme.
Cada uno vive en la forma que quiere y no es precisamente en la muerte que se agradezcan las intromisiones.
ResponderEliminarEs más hay gente que ni siquiera es consciente de su fallecimiento a no ser que se lo hagan ver.
Abrazos Maestro.
Hay temas que resulta complejo tratarlos, porque uno no tiene demasiada experiencia en la muerte propia, pero creo que debe haber una necesidad de vivenciar ese momento en absoluta soledad... no sé, digo.
EliminarUn fuerte abrazo, Karras, y muchas gracias.
podemos concluir que cualquier epitafio debe establecer un sino futuro, tal como "aquí yace el sacro cuerpo de fulano de tal, cuya alma iluminada seguirá alumbrando nuestra esperanza"
ResponderEliminary sino, cerrar la empresa fúnebre, jejeje
saludos
Oye, ¿no as pensado dedicarte a estas cosas? Tienes un excelente discurso para ello.
EliminarUn gran abrazo, Omar.
¡Si es que nunca estamos contentos! Protestamos si estamos vivos y protestamos si estamos muertos, jajajaja.
ResponderEliminarMe gustó, Dib.
Salu2 vivitos.
Tienes razón, somos insufribles, en mayor o menor medida protestamos por todo.
EliminarA propósito, ¡qué mensaje corto me has dejado! ;)
Un abrazo, Diego.
"Disparatado", tras leer tu relato esta palabra se me ha venido a la cabeza como por impacto de bala. Poco después vislumbro la siguiente moraleja. Lázaro estaba en La Vida mientras estaba muerto. En cambio al resucitar su cuerpo Volvió a la Muerte.Es difícil estar contento y activo mientras se está muerto, pero esto sus amigos no lo entendían. Era buena gente Lázaro, de ahí que estuviera dispuesto a satisfacer a los suyos haciendo grandes esfuerzos en adelante para parecer contento.
ResponderEliminarCómo te las ingenias, Humberto, cómo te las ingenias para hacerme pensar.
Besotes.
Me encanta que hayas detectado (o al menos dicho) algo que nadie mencionó: fue esa tal bondad la que hizo que volviera a la vida, como si no lo hiciera por él mismo, sino por los amigos... o por el "qué dirán" de los habitantes del pueblo.
EliminarUn beso grande, Sete, muchas gracias por tu comentario.
Hola.
ResponderEliminarPalabras profundas. Se hará temblar el alma.
Gracias por su visita. Es mi honor
Saludos y abrazos.
Desde Japón, ruma❃
Muchas gracias, Ruma.
EliminarUn abrazo.
Un relato extraño o no tanto, según el sentimiento vivencial en que te encuentres...
ResponderEliminarSinceramente en ocasiones las palabras no sirven de nada, es uno mismo el que tiene que renacer y para eso hay que tener un objetivo, una ilusión y eso nace del interior. Por lo que te digan los demás te levantas y actúas pero no vives.
Siempre logras atraparme. Un abrazo
No hay mucho más que agregar a lo que dices, Alondra, porque lo has bordado. Pero sí me permito agradecerte leer con tanta dedicación.
EliminarUn fuerte abrazo.
No se puede acontentar a todo el mundo, ni morirse le dejan, pobre. Muy bueno.
ResponderEliminarEs algo que no es fácil de aprender, a mí me llevó mucho tiempo entender que nada, absolutamente nada va a dejar contento al 100% de las personas. Así es la vida, y está bien.
EliminarUn beso, Loreto.
Sé de un crítico de cine que ya tiene escrito, desde hace más de diez años, el obituario de un famoso director argentino de cine y teatro, que por entonces estuvo al borde de la muerte. Supongo que (a diferencia de tu caso), como el redactor y el no-fallecido son amigos, el primero se haya cuidado bien de manifestar su contrariedad ante la impensada postergación.
ResponderEliminarAbrazo, Humberto.
No tengo dudas de que hay varios obituarios escritos, pero me interesa tu opinión final, sin embargo si el "muerto" leyera esta historia, no estaría tan seguro de la amistad del escribiente.
EliminarUn fuerte abrazo, Rob.
Eres increíble Humberto. Inventas unas historias fuera de lo común. Me encantan.
ResponderEliminarYa que estoy de vuelta de las vacaciones, pasaré por quí de vez en cuando para disfrutar con tus invenciones.
¡Besos!
Bueno, por un lado... siento mucho que hayan terminado tus vacaciones, pero por el otro me alegro, así vuelves por aquí que siempre es un placer.
EliminarUn beso y muchas gracias.
Vaya tocapelotas está hecho Lázaro...
ResponderEliminarLlévalo a juicio y que te indemnice.
Saludos.
¿Quieres ser mi representante legal?
EliminarUn abrazo, Toro.
Este Lázaro!, guarda el texto en el archivo como las hormiguitas.
ResponderEliminarTe busqué en algunas librerías.
Saludos
Hace mucho que no ando por librerías, así que seguro que no me has encontrado ;)
EliminarMándame un mail y veo qué hacemos.
Muchas gracias por la visita y comentario, Karin.
Siempre queda alguno en el medio que nunca esta del todo contento con la situación. Por lo general suelo ser yo mismo pero, en éste caso, por suerte, le tocó a otro el serlo.
ResponderEliminarSaludos H.!
J.
Creo que compartimos la misma obsesión, falta que me digas que te autoflagelas y sería cartón lleno.
EliminarUn fuerte abrazo, José.
Excelente Dib, siempre me sorprendes con tus textos.
ResponderEliminarTe deseo un buen domingo.
Fede
Muchas gracias por el comentario, Fede.
EliminarBuen domingo y un abrazo.
Hola Humberto:
ResponderEliminarMe recomendaron tu blog y vine a ver si era tan bueno como me dijo mi amiga. No solo es muy bueno, es la literatura mas contundente que lei en blogs, tienes oficio y mucha creatividad. Lei 4 cuentos pero voy a seguir con el recorrido.
Un abrazo desde Ecuador.
Dale las gracias a esa amiga tuya y quédate con muchas gracias para ti por este comentario alentador.
EliminarHay muchos blogs interesantes, es cuestión de buscarlos, con paciencia.
Un fuerte abrazo.
Un buenisimo texto! me encanta como escribes!
ResponderEliminarMuchas gracias por tu opinión bondadosa, Luna.
EliminarUn fuerte abrazo.
nono..de bondadosa nada! creo que eres un tío con mucho talento, que sabe lo que dice y sobre todo como lo dice..ya ves la cantidad de comentarios que tiene cada post tuyo! Gracias a ti en todo caso por escribir!
Eliminar¿Cómo decirlo? Creo que está bien pensar que hay algo de bondad en quien lee y le parece bueno o interesante el texto, porque, te aseguro, que hay gente que o bien no dice nada (lo cual también es una opción, por supuesto) o bien dejan alguna agresión nacida de cierta envidia tonta.
EliminarEn fin, agradezcamos el uno al otro y todos felices.
Más abrazos.
Vaya...
ResponderEliminarY sí...
EliminarLázaro por bueno y comprensivo tuvo que volver para satisfacer a los demás... lástima que no haya tenido en cuenta lo del obituario.
ResponderEliminarIngenioso como siempre !! ; cuantos Lázaro debrían renacer no. Besos
Me pregunto qué habría hecho si hubiera sabido lo del obituario, ¿habría muerto nuevamente para no quedar mal con su amigo? No creo.
EliminarUn beso grande, Hanna.
Estupenda historia. Pero tengo que decir que me parece una faena lo de morirse para resucitar a los tres días, así no hay quién se aclare, vamos, yo diría que es como para morirse.
ResponderEliminarBesos.
Es para morirse, claro, dos y mil veces.
EliminarUn beso grande, Angie.
Tienes un blog maravilloso, con relatos únicos-
ResponderEliminarEnhorabuena Humberto.
Un abrazo.
Muchas gracias, Estrella Roja, bienvenido... o bienvenida, no sé si eres nene o nena ;)
EliminarUn fuerte abrazo.
Una niña y muy guapa!
EliminarPues "bienvenida", entonces. Me alegro que seas guapa, porque aquí somos todos muy guapos.
EliminarEn serio, gracias por tu amable opinión.
Otro abrazo.