Creo que puedo afirmar, sin temor a quedar como vanidoso,
que soy una persona bastante sociable. Bueno, es que en verdad me gusta
vincularme con la gente, generar lazos, estar al tanto de lo que sucede en diferentes ámbitos, por eso -entre otras cosas- suelo ir a
todas las fiestas o reuniones a las que me invitan, aunque la única persona que conozca en el lugar sea la que decidió llevarme. Todo va bien hasta que esa misma persona que
me invitó, en algún momento en el que se produce una pausa silenciosa, tiene la despreciable idea de señalarme con el dedo y decir en voz alta, para que todos lo escuchen: Un minuto de atención, por favor, quiero que sepan que mi amigo es escritor. Uuuh, perolaputamadre. En ese instante sucede algo muy difícil de explicar, la comunicación de mi compañero provoca una oleada de vibraciones sutiles en el aire, muy
parecidas a las del efecto doppler, que hacen que la atmósfera de la reunión cambie, como si
todos los concurrentes -lenta y gradualmente- se acomodasen en sus sillas y adquirieran atributos que segundos antes no habían mostrado, la indecisión del Príncipe Hamlet, el idealismo del Quijote, la desvergüenza de Ana Karenina, la crueldad del payaso Pennywise; es lo más
parecido que puedo imaginar a un cambio repentino de dimensión o de plano. Lo cierto es que después de
algunos comentarios y preguntas acerca de mi actividad, todo vuelve a la
normalidad y los invitados continúan comiendo, bebiendo y contando sus
aventuras cotidianas. Pero no, eso es pura apariencia, un engaño, ya que la información queda registrada en la
mente de cada uno y ya nada es como en un principio. Entonces, en algún momento en
el que sólo estoy prestando la cara porque no tengo otra cosa mejor que hacer
que reflexionar sobre la enorme cantidad de insectos que hay en la selva amazónica, descubro que varias personas están mirándome fijamente,
sonriendo con picardía. Hasta que alguna se anima y me lo suelta: Supongo que estarás tomando nota de todo lo que hablamos, ¿no?, con nuestras anécdotas vas a tener letra para
escribir un libro entero, Yo callo, sí, callo y aprieto los
labios para no dejar escapar una sílaba, pero digo que sí con un
movimiento tonto de cabeza, ofrezco una sonrisa indulgente y bajo la mirada, mientras por dentro
le grito al tipo que no, que ninguna de las historias que contaron podría servirme para escribir nada de nada, porque son cosas obvias, aburridas, frívolas, triviales, le revelo que ni siquiera podría armar una oración interesante basada en lo que oí durante la
reunión. Sin embargo, al tiempo me sorprendo escribiendo -con mucho empeño- un texto atípico como éste, un
inclasificable que roza la confesión lisa y llana, y entonces me doy cuenta de
que ellos, los invitados, tenían toda la razón.
Dedicado a Ato.
Dedicado a Ato.
Estimados amigos:
ResponderEliminarMuchas gracias por las visitas y comentarios para “Hiancias”.
Después de algunos textos algo oscuros, esta vez tuve ganas de subir algo claro, claro como el agua del Río de la Plata.
Un fuerte abrazo y muchas gracias a todos los que apoyan este blog.
Humberto.
ajajajjj Muy buen giro final, si es que al final,todo sirve! Me gustó mucho el enfoque visto desde el lado del "incómodo" escritor,que quizás se sienta observado como con lupa. Y por otro lado,el público en general, que se queda descolocado,o quizás en algún punto intenta decir algo "inteligente" o culto.
ResponderEliminarRecuerdo con enorme vergüenza, ver en el aeropuerto de Gran Canaria,mientras esperaba a mis padres que venían a visitarme desde Argentina,ver venir caminando a Julio Cortázar, y no poder articular una sola palabra,tan solo una sonrisa tonta. Pasó por al lado mío,me miró y sonrió a su vez, y yo me quedé con un millón de frases por decir...y que callé,por no soltar un topicazo... meses después Cortázar murió.
Volviendo a tu estupendo relato,creo que has pintado un relato con guiños que nos arrancan una sonrisa,porque de un lado o del otro,en algún momento nos hemos sentido asi!
Tu anécdota es maravillosa, bien que me habría gustado pasar cerca de Cortázar, yo le habría dicho muchas cosas...
EliminarMuchas gracias por detectar esos guiños, tal vez sea una entrada más para escritores, pero desplazándola a otros ámbitos también cierra el sentido.
Un fuerte abrazo.
Totalmente de acuerdo!
EliminarGracias, Beatriz...
Eliminar!JaJa!!!!Lo mismo me pasa a mi,,,,Cuando se enteran que dibujo, tengo una corte de admiradores que esperan un diseño y tengo que dibujar ,,,, un buen rato,,,,tenga ganas o no,,,,,Cariños Martha
ResponderEliminarBueno, querida Martha, si yo te conociera en persona, seguramente te pidiera un dibujo, jaja.
EliminarUn beso grande y muchas gracias.
Suele ocurrir cuando el que te invita tiene poco de qué presumir, necesita respaldo y tu fuiste su coartada.
ResponderEliminarUn beso
No lo había pensado desde ese ángulo, pero puede ser, claro, que usara al personaje para presumir.
EliminarUn beso, Musa.
Me cuesta creer que sea esta entrada una nota autobiográfica; aunque bien pensado, ¿quién no ha sentido algo parecido en una fiesta?
ResponderEliminarUn saludo.
Haces muy bien en no creer que sea autobiográfico, pues en este blog hay muy poco de vida real. Eso antes me enojaba mucho, trataba de que quedase bien claro que era ficción, pero ahora entiendo que ficción-realidad son conceptos muy elásticos.
EliminarEn fin... pues sí, en varias fiestas me he sentido presionado, sin sentido en realidad.
Un abrazo y muchas gracias.
Me ha gustado como has descrito esas situaciones que suelen suceder cuando alguien quiere presumir de amigo. Un saludo y felices fiestas.
ResponderEliminarMuchas gracias por el comentario, Maruja.
EliminarAh, quiero presumir, ¡a mí viene a visitarme Maruja!
Un beso.
O te dicen mi vida da para tres libros.
ResponderEliminarY tu piensas, pues escríbelos tú
Es cierto, es un comentario que causa gracia.
EliminarTe dejo una frase que escribí hace un tiempo:
"Todos tenemos nuestras historias, algunos nos consideramos los protagonistas... otros ni siquiera eso".
Un beijo.
No todo sirve para inspirar, para ser escrito. No encuentro contradicción en haber negado mentalmente la eficacia de esos dialogos, ya que ningun fue rescatado. Y el relato fue sobre la poca eficacia para inspirar de esos dialogos. Así que encuentro coherencia.
ResponderEliminar¿Que interés puede haber en dialogos como "En la moto el parabrisas es uno" o similares.
No dejemos que caigan los blogs, sobre todo tan interesantes como este.
Me desarmaste, venía leyéndote, pensando una respuesta y con la frase final me mataste... Muchas gracias.
EliminarYo creo que todo puede servir o no, dependiendo de lo que una escena pueda provocar en cada escritor, pero también dependiendo del momento y de muchas otras variables.
Por ejemplo, "En la moto el parabrisas es uno" me disparó una idea interesante, quien sabe si no la escribo.
Un fuerte abrazo, estimado Demiurgo.
¿Y no es acaso eso la vida para la mayoría de los humanos? Una sucesión de hechos obvios, aburridos, frívolos y triviales.
ResponderEliminarSalud.
Ciertamente, hechos que tal vez el que los vive los considera importantes, y eso es lo que vale.
EliminarUn abrazo, muchas gracias.
Juassss..
ResponderEliminarNo es algo que te haya pasado a ti, o si?
Me gusta tu sentido del humor ácido e inteligente.
Un saludo.
Clara
Todo puede ser, pero mejor dejarlo en el terreno de la ficción.
EliminarMuchas gracias por tu opinión.
Un abrazo.
Si el que te invitó a la fiesta por camaradería y también por darse pisto de ser un buen amigo de un estupendo escritor.Que menos, que compartirte un poco con todos los ahí presentes.-Eso es el adverso y reverso de la misma moneda.Ellos te preguntan y opinan y tu callas y otorgas y al final has sacado una conclusión.Que todos en poco un mucho han aportado algo ,y mira que texto más guay te ha salido ;)
ResponderEliminarMe encanta esta observación y sobre todo tu llaneza.
Un fuerte abrazo Humberto.
Con amigos así... jaja.
EliminarLa inspiración puede presentarse frente a la situación más simple y trivial, no sé por qué muchos creen que para escribir algo tienes que ver al diablo en calzoncillos.
Un beso grande, Bertha.
Como yo muy sociable pero sin gustarme ser centro xe atracción!!!
ResponderEliminarHasta de lo mas simple sale algo útil!!
Un abrazo Humberto!!!
No hay temas interesantes y triviales, de todo puede nacer una buena historia... o una historia más o menos ;)
EliminarUn beso y muchas gracias.
Pues parece que sí sirvió para algo. Por mi tierra, Castilla, se dice de eso que es sacar leche de un botijo, -porque lo normal es que tenga agua-. Que sabe aprovechar todo, vamos.
ResponderEliminarAsí es que siempre hay que tener cuidado con lo que se dice en según que sitios.
Muy bien aprovecahdo.
Abrazos
Voy a acuñar esa expresión, dentro de poco voy a parecer un tipo muy raro, ya que mezclo expresiones de, como mínimo, cinco países diferentes. ¡Qué nivel!
EliminarPor eso yo ando bastante callado.
Un abrazo, Pamisola.
Eso suele pasar cuando uno sale algún tema le viene al tintero.
ResponderEliminarUn abrazo.
Siempre siempre, Mari.
EliminarUn beso y gracias por tu visita.
Me gusta que de cuatro palabras hicieras una, me recordó cuando alguien dentro de una actividad, lanza una pregunta,define al presidente de México con una sóla palabra, eso era imposible, -pensé- y acto seguido hice un juntapalabras que bueno.
ResponderEliminarCurioso que un amigo en un momento mencione a qué te dedicas, me provoca pensar que se siente emocionado de conocerte y bueno, al final bebiste de esa agua y aquí estamos, leyendo un texto, claro, claro, claro y a agradable.
Un placer, Humberto, ya extrañaba venir a tu espacio, apapachos, te cuidas.
Ojalá existiera un idioma en el que pudiéramos sintetizar conceptos, en inglés se logra bastante, pero no lo suficiente. Yo creo bastantes neologismos en mi vida cotidiana.
EliminarEn realidad, yo no bebí de esa agua, pero podemos decir que alguien la bebió, otro lo vio, me lo contó y yo, finalmente, escribí un relato. ;)
Y claro que te extrañaba, pero ahora mejor veamos la parte positiva, tengo una gran dosis de apapachos.
Un beso grande.
Ya veo que como excelente escritor que sos, pudiste escribir un relato diferente. Pero eso habla bien de vos, ya que no es fácil generar un texto tan bueno con tan pocos elementos. A mí me resultó muy divertido, me sentí como una espía viendo todas esas escenas a través de tus letras, y no sé si me gustaría estar en tus zapatos. Estar cerca de un escritor es algo atractivo, y más si ese escritor es bueno, habría que tomar esas "llamadas de atención" de la gente que estaba allí, como un halago, creo que en parte te estaban entregando su tesoro más preciado en cada anécdota que contaban para que las hicieras historia en papel. Sé que a veces esas cosas pueden ser triviales, pero con una buena imaginación, como la tuya, creo que podrían ser grandes historias.
ResponderEliminarMe encantó leerte, como siempre.
Un abrazo enorme y que tengas un excelente finde =)
Muchas gracias por tus palabra amables, querida Sindel. Te confieso que... eh, bueno, la situación es inventada, pero a esta altura del partido no me queda tan claro qué es ficción y qué realidad, la frontera (al menos para mí) es muy difícil de trazar.
EliminarDisfruté al escribirlo, me alegra que alguien se divierta al leerlo.
Un abrazo grande, buen fin de semana para vos también.
Inventada o real, eso no es lo importante, estuvo en tu mente y la pasaste a tu pluma, y todo lo que está en nuestra mente de una forma u otra, existe. Sobre todo porque de la mano del escritor las historias nacen más allá de la ficción o la realidad. Otro abrazo
EliminarAbrazo.
Es verdad, estuvo en mi mente y por eso existe, tan simple como lo dijiste.
EliminarMás abrazos.
Me ha encantado Humberto, eres un genio, logras que te imagine en esa situación, que viva el momento, y me ha gustado mucho.
ResponderEliminarBesos
Me encantó que dijeras que me "imaginaste" en esa situación, ya que has entendido que ese escritor no era yo, pero... ¿eso importa? Creo que no, lo que vale es que nos metamos en la historia.
EliminarMuchas gracias, un beso grande.
También el escritor, pese a serlo, puede ser uno más en la anodina jauría de los comunes; el texto no hace más que demostrarlo. ¿Qué problema hay?
ResponderEliminarAdemás, el arte literario también hay que ponerlo a lucir con las trivialidades.
Como escritor, yo me considero el más común de los mortales, no sé si al punto de sentir que pertenezco a una jauría, pero sí estoy muy lejos de creer que tengo la altura moral (o artística) para determinar si la vida de otro es vulgar, como muchos otros lo hacen. Por eso, estoy de acuerdo contigo. Es más, los relatos míos que más me gustaron nacieron de situaciones anodinas. Sea como fuere, la última palabra la tiene Su Majestad el Lector, aunque entre nosotros vivamos pisándonos como cucarachas.
EliminarUn abrazo y muchas gracias por la opinión.
A sua "querida amiga" de Portugal acabou mesmo agora de ler o seu texto e estou de acordo consigo. Há vários tipos de reuniões em que quem lá está pensa que tudo o que estão a falar é muito importante mas muitas e muitas vezes não se tira nada de razoável. O que interessa é estar com um copo na mão com um guardanapo a proteger o vidro, com um sorriso simpático bastante treinado em casa em frente ao espelho e bla bla bla... E por favor esqueça "Eles não tinham razão".
ResponderEliminarBeijinhos Humber ;)
Bom, minha querida, fico mais tranquilo então, porque eu sabia que eles não tinham razão... O melhor é isso que você disse: Estar com uma taça (prefiro taça) de vinho na mão para a bebida não esquentar.
EliminarMuitos beijos, Florzinha.
Mas o vinho não se toma em taça, toma-se em copo. O champanhe sim toma-se em taça ou flüte. Aqui muito entre nós também há quem o tome pela garrafa rsrsrsrsrsrsrsrsrsrrsrsrsrssrs.
EliminarAdoro vinho tinto!!
Besotes! <3
Sei, mas gosto de taça e é por isso que bebo vinho dessa forma, mesmo que não seja o correto. De garrafa também, mas só cachaça, rsrsrs.
EliminarBeijinhos.
Siempre es interesante conocer a un escritor, no abrumarlo. Como esposa de médico, se lo que es ser abordado en fiestas por personas que desean una consulta gratis. Lógicamente, es fastidioso, pero son gajes del oficio. La vida cotidiana da tema para muchas historias, aún en su simplicidad. Tú nos has regalado una de ellas. Eso lo sabe hacer un buen escritor. Tu lo eres.
ResponderEliminarMuchas gracias por tus palabras, mi querida amiga. ¿Sabes?, yo comparo "Hiancias" con "Confiteor" y el primero está escrito a partir de un hecho mucho más cotidiano que el segundo, aunque, a simple vista, parezca lo contrario. En fin...
EliminarMuchas gracias y un beso grande.
Hummm que difícil comentar esto! La primera sensación es que me resulto muy divertido, no tanto por la situación tuya o del escritor.. sino por tus ocurrencias para mostrar tan eficazmente lo que sucede cuando nos exponen frente a otros con estas palabritas tan simples como "es el escritor/ra", y ya se genera un clima extraño, como si todos tuviesen que adoptar una postura fuera de sus realidades para "congratularse" de alguna manera con esa persona, que no es mas que ...UNO MAS..Del otro lado, tambien veo, que realmente algunas veces, esos encuentros de escritores o poetas , son un tanto "extraños", cargados de una especie de pseudointelectualismo, que genera, justamente que se los observe como diferentes.
ResponderEliminarComo ves no me inclui jajajaj y espero no formar parte nunca de esa elite que tiene ciertos aires de grandeza. El relato, impecable... y creo que siempre , aprendemos de estas nimiedades que nos dan buena letra para explayarnos, porque nos muestran como sociedad. Un abrazo! Me encantò!!
Me alegro mucho que te haya gustado, Eli. Quería que lo leyeras porque tu opinión es muy importante para mí, ya que a pesar de que no te consideres parte de la Itelligentsia argentina, sabés muy bien cómo funciona. Muchas veces me da cierto pudor decirlo porque suele considerarse una pose, pero sólo los que vivimos la Literatura sabemos que es, a la vez, un don y un gran castigo. Así que no sólo somos uno más, sino el que peor la pasa y el que puede equivocarse de la peor forma al querer retratar una escena.
EliminarEn fin, te mando un beso grande y muchas gracias.
toda persona que publica un texto, aunque sea un par de líneas en twitter o facebook es sospechosa de nutrirse del entorno para utilizarlo como materia prima para sus escritos. la misma idea lo expresó la columnista lucy kellaway del finantial time cuando dijo que sus colegas una vez la acusaron (amicalmente, of course) de lo mismo por un acto que ella realizó el cual los involucró.
ResponderEliminarahora, una vez que la gente se entera que alguien publica algo estarán al tanto durante un tiempo razonable hasta que pierden el interés cuando se dan cuenta de que no sucede nada de nada.
un abrazo.
Es imposible escapar del entorno, es verdad, pues por más que queramos inventar una historia ubicada en Japón, por ejemplo, siempre va a tener una dosis de la realidad japonesa que hayamos construido en nuestra mente. Será nuestro Japón, tal vez diferente del geográfico, pero tan real como aquél.
EliminarUn fuerte abrazo, Draco, muchas gracias.
Listo, les dieron sus cinco minutos de fama al hablar -en un todo compacto, sin individualismos- de ellos.
ResponderEliminarUn abrazo
Tal vez muchos amigos me den las gracias, querida Malque, o me manden a la "eme" por ponerlos al descubierto. El tiempo lo dirá.
EliminarUn beso grande.
Es cierto, estimada Marta, has llegado muy temprano, lo que sucede es que hoy subí este relato a las 5 de la tarde de aquí, un poco apuntando a que mis queridos amigos de España pudieran leerlo antes de mañana.
ResponderEliminarEn mi caso, que en una reunión digan que soy escritor no me incomoda, no lo oculto, pero es verdad que nadie quiere que le estén encima, molestando, en una reunión en la que todos desean estar libres y relajados. Ahora bien, si alguien dijera "Humberto es neuropsicólogo" te aseguro que lo mato, pues ahí comienzan todos a preguntarme qué significa esto y aquello que le pasa a mi hermana o a mi tío.
Hay muchos bocazas, es verdad, pero no vamos a seguir su juego nombrándolos.
Un beso y muchas gracias por el comentario.
Lo normal sería que a ese anfitrión alguien le dijera: "Pues sí que nos has descubierto América diciéndonos de Humberto Dib es escritor. Cómo iba a ser capaz de extraer una entrada tan apañada como esta, de unos comentarios tan estúpidos, si no tuviera la imaginación de un buen escritor. Además, tiene cara de escritor". Y no volvería a hacerlo más.
ResponderEliminarUn abrazo.
Tu comentario es todo un halago, querido Chema, muchas gracias.
EliminarPor cierto, ¿tengo cara de escritor? :)
Un fuerte abrazo.
Sólo dos palabras:
ResponderEliminarTE ADORO!!!!!!!!
Muchas gracias, querida Beatriz.
EliminarDentro de poco vamos a poner la maquinaria Sevilla en movimiento, porque en diciembre, me parece, se viene un nuevo libro. Y quiero verte nuevamente, claro está.
Un beso enorme.
Te comprendo. En esos momentos se siente uno como un marciano, como un bicho raro, como si fueras culpable de algo... Y esas miradas... Algunos te contemplan examinándote, con una mueca en la cara, entre la sonrisa y la sorpresa, dirigiendo su atención hacia ese espacio invisible que queda a mitad de camino entre tus ojos y el nimbo de elegido que desprendes. No falta quien te recorre visualmente de la cabeza a los pies para comprobar que eres humano y no extraterrestre.
ResponderEliminarManera de estar incómodo en un lugar,cuando tú lo que quieres es tan solo tomarte una copa y pasar desapercibido.
Un saludo.
Me gustó eso que has señalado, Cayetano, ese espacio (hiancia) invisible y ficticio que se produce entre el escritor y las víctimas de sus historias. A mitad de camino entre lo que él se cree y lo que los otros creen de él. Muchas cosas podrían explicarse tomando en consideración este espacio mágico.
EliminarUn fuerte abrazo y muchas gracias por tus palabras.
Me gusta imaginar, que ese amigo se sentía orgulloso y halagado porque has aceptado ir con él a esa reunión. De ahí arranca el que le haya faltado tiempo para presentarte como escritor y amigo.
ResponderEliminarSeguro que, a una gran parte de los invitados a esa fiesta, les has intimidado, se han sentido inferiores y seguro que empezaron a cuestionarse si llegarían a tu altura incluso en su forma de expresión.
Cuando no se conoce bien a una persona, temes hacer mal papel y no te das cuenta que lo haces mucho peor si no te muestras tal cual eres.
Para mí, ha sido una fiesta estupenda, he tenido la oportunidad de pasar un buen rato leyéndote.
Cariños en ese corazón grande de escritor.
Kasioles
Yo creo que esos amigos del escritor le están jugando una mala pasada, pues creen que al presentarlo con tanta pompa lo hacen sentir incómodo, pero él también cae en un fingimiento, ya que al final le sirven todas las historias, sean triviales o no.
EliminarMuchas gracias por ese cariño, Kasioles, ojalá yo pueda retribuírtelo como mereces.
Un beso grande.
Hola Humberto, entiendo tu relato como el acto de presumir del ser humano. El amigo del protagonista, los que desean ser protagonistas para ese escritor con la presunción de que el "tipo" encontrará la ficción suficiente para sus rutinarias vidas.
ResponderEliminarMe ha producido desasosiego y mucha curiosidad esta perspectiva ante un escritor.
Gracias, me es inevitable leer sin más, igual que me persigue el saber ¿me explicaré?
Beso grande,
tRamos
Exactamente, querida tRamos, el hecho de presumir, de uno y otro lado, es la fuerza impulsora de este texto. Sucede con los escritores, pintores, actores o cualquier personaje que tenga una posición supuestamente destacada, incluso sucede con profesiones más reconocidas socialmente, como ingenieros nucleares, científicos, etc. Como si el ser humano no valiera sólo por el hecho de ser humano y se necesitara del maquillaje de la profesión para dignificarlo.
EliminarYo creo entenderte, pero la última palabra la tienes tú.
Muchos besos.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
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ResponderEliminarEstimado Humberto:
ResponderEliminarTú como escritor y yo como poeta tenemos cosas en común: somos sociables, nos gusta, por eso mismo, encontrar gente y nos gusta, creo que también es tu caso, porque somos seres humanos y queremos encontrar a seres humanos; pero, pareciera que para otras personas no importamos nada, solo a ese nivel, sino que hay que ponernos una chapa: ingeniero, escritor, poeta, gerente, etc. Es más, quien nos presenta, no como a un simple ser humano sino como a una especie de extraterrestre, necesita elevar su ego ante los demás y debe resaltar esa virtud o capacidad especial que tenemos que nos sitúa en otra esfera de la raza humana. Somos como una especie de objeto precioso de alguien o de algunos para demostrar que sus amistades tienen el brillo que, supuestamente, ellos se merecen. La reacción de la gente cuando escucha eso de que somos "especiales" puede ser de diferentes maneras: algunos se interesan hasta los tuétanos, a otros les importa un soberano rábano y algunos hasta intentan probarnos intelectualmente, bien para corroborar que realmente valemos la pena o, simplemente, para fusilarnos y mandarnos a la mierda. Claro, hay escritores, poetas, músicos, muchos seres humanos que precisan del ensalzamiento y lo buscan y se rodean, por lo general, de hipócritas, que juegan al brillo social y hasta intelectual.
Hay algo interesante (en realidad, todo es interesante) en tu confesión pública y es el hecho de que, muchas veces y en su momento, tildamos una conversación o algo similar como algo trivial, sin contenido y hasta vulgar, pero, después nos damos cuenta que hasta algo trivial puede tener algo interesante, de allí que los que escribimos debemos estar alertas de no perder el sentido del asombro que, a su vez, nos dejaría sin material para la escritura.
Como siempre, amigo Humberto, has estado brillante, socialmente y como Escritor!!!
Un abrazo.
Gustavo, tu comentario es tan brillante que me pone en una situación paradójica. Me digo, frente a esta exposición inteligente y detallada tengo que darte una respuesta acorde, pero, por otro lado, me doy cuenta de que sumar más palabras a las que tú has dicho con tan buen criterio es redundante e innecesario. Así que opto por contarte lo que me pasó al leerte: quedé maravillado cómo has encarado el tema, hasta siento que sin tu opinión ahora el texto quedaría cojo.
EliminarMuchas gracias por este muestra de interés, sabiduría e ingenio.
Un abrazo muy grande.
Felicitaciones Gustavo tu comentarios es sorprendente, que placer contar con un lector como tú!
EliminarSabrina:
EliminarBien vale la pena usar el cerebro cuando uno lee a Humberto.
Gracias por tus felicitaciones, eres muy generosa.
Un beso.
Me gusta que suceda esto aquí, justo estamos hablando de generar vínculos.
EliminarSuele suceder algo parecido cuando el anfitrión identifica al invitado como "psicólogo/a" - Y ahora intento imaginar las caras que pondrían si en lugar de escritor el anfitrión dijera: Sicario, trabaja en la AFIP o hace Stand Up. Creo que el último caso es el que más temor/silencio causaría, porque todos le temen a la idea de ser ridiculizados, más que a la muerte o pagar impuestos.
ResponderEliminarClaro, también pensé en lo de psicólogo y en todo el mundo contándote sus sueños o síntomas, pero ya era demasiado. Me gustó la idea de decir abiertamente soy asesino serial y en este fiesta me están entrando muchas ganas de poner en práctica mi profesión. Pero una vez más coincido con vos, y me hago cargo porque me pasa, no hay peor miedo que el quedar ridiculizado frente a todos... o morir en una cama de hotel intentando hacer el amor, que también te deja en una posición dura y vergonzosa.
EliminarUn abrazo grande.
A ver, morir en una cama de hotel, no debe ser ni remotamente tan vergonzoso como la muerte de David Carradine, colgado de un cinturón en una actividad onanista. Digo, así al menos te quitás un temor/inquietud de encima. Y vos más que Serial Killer me parece que sos un Cereal Killer. but I could be wrong. Abrazo!
EliminarHay unos cuantos que murieron así, según se dice también Michael Hutchence, el cantante de INXS. Sea como fuere, la de morir en un garche es MUY temido para mí, ¿será por la edad? ;)
EliminarMás abrazos.
"mientras por dentro le grito al tipo que no, que ninguna de las historias que contaron podría servirme para escribir nada de nada, porque son cosas obvias, aburridas, frívolas, triviales, le revelo que ni siquiera podría armar una oración interesante basada en lo que oí durante la reunión."
ResponderEliminarLo suscribo aunque no sea escritora de oficio ni beneficio, aunque me aísle porque ya no compense la consabida sociabilidad. Todo tiene un límite, sobre todo cuando los años acompañan o permiten tomar mucha distancia. Pero resulta complicado, de otro modo no se considerarían como "castigo" las celdas de aislamiento.
Hay soledades o aislamientos buscados, esos no me parecen mal ni les temo, pero ay de mí si la soledad me atrapa cuando no la deseo.
EliminarMe gusta leer tantos puntos de vista, siento que aprendo más y más.
Muchas gracias, un abrazo.
El hecho de querer pasar desapercibido entre la multitud es algo difícil de lograr siempre hay alguien que descubre tu faceta profesional y la salta en alta voz y se al traste todo y debes sonreír y dar manos que no te apetece. A veces las situaciones triviales pueden dar para mucho, yo lo que suelo hacer es ver el lado cómico y convertirlos a todos en payasos que andan por la vida para brindarnos situaciones cómicas.
ResponderEliminarBesos Humberto.
Puri
Te cuento una anécdota, hasta hace unos años yo me dedicaba a la docencia universitaria, trabajé una década en 3 universidades, haciendo un cálculo tenía unos 3000 alumnos por año, así que imagínate. No podía estar en ningún lado sin que alguien me gritase "profeee". Lo peor fue una madrugada que estaba algo borracho, me había sentado en el bordillo de la calzada, mareado y bastante descompuesto, entonces siento una mano en el hombro y la voz de un alumno de ese semestre que me preguntaba "¿puedo ayudarlo, profe'?". Te aseguro que me costó mucho examinarlo al final del curso.
EliminarUn beso grande, Puri.
Eres magnifico amigo.... un crack para contar historias.... aburridas o entretenidas las haces brillar!! Te felicito.
ResponderEliminarTe dejo un cariño
Muchas gracias, Gladys, eres muy amable.
EliminarUn abrazo grande.
No me parece que sea un texto atípico porque yo lo reconocería como tuyo aunque no dijera de quien es, porque tu estilo es único, vivaz, inteligente y divertido, una manera de quitarle el acartonamiento a los temas mas ásperos.
ResponderEliminarPero al final es una autobiografía o no? jaja.
Besotes.
Muchas gracias por tu opinión, Sabrina, me alegra que puedas reconocerme aun si no dijera mi nombre, pero ten cuidado, no sea cosa que... :)
EliminarNo, no es autobiográfico, pero quién puede decir que no pasó por una situación parecida.
Un beso grande.
Querido Humberto. El ser humano se pone siempre en guardia cuando percibe que alguien puede sacar a relucir su intimidad. A mí me pasó algo parecido. En el grupo de personas mayores que asisto, una compañera mayor que yo contó una historia que había vivido. Como me gustó le pedí permiso para escribirla y publicarla en mi blog. Asedió gustosa. La escribí y se la di a leer para que me diera su permiso definitivo. Le gustó y hasta se emocionó al leerla. Pasado algún tiempo y en una de las reuniones otra señora me explicaba cosas de su vida. Entonces la señora a la que le había escrito su historia dijo casi en broma - No le cuentes nada a josefa que luego lo escribe. Me quedé de piedra. Pues yo no había escrito nada sin su permiso. Y así se lo dije.
ResponderEliminarAl leer tu escrito lo he recordado. Porque me quedé como el protagonista de tu relato.
La historia en cuestión Titulada "El vestidito bordado" la publiqué en el blog de josefa el 20 de febrero del 2012
Un fuerte abrazo.
Eso se llama "doble discurso", por un lado te dicen sí, puedes contar lo que desees, pero luego te hacen pasar por una cotilla y bocazas, por eso mejor tomar la idea general, colocarle un poco de maquillaje y luego publicarla, ¿quién va a darse cuenta?
EliminarLuego voy a leerla, porque hace bastante que no paso a visitarte, perdón.
Un beso grande.
Humberto, por favor que te has despitado y no me contestaste.
ResponderEliminarSí que te respondí, mi querida, fíjate que como tu mensaje apareció triplicado te respondí en el primero, está arriba de los otros dos. Ahora me dejas en verdad despistado, fíjate y dime si está o si me estás hablando de otra cosa y estoy muy lento hoy.
EliminarMás besos.
Humberto, además de entenderme muestras una gran paciencia conmigo, un gran beso
EliminartR
Es afecto puro y fuerte.
EliminarNo hay como gritar :HAY UN DOCTOR EN LA SALA? Cuando este acuda, ponerse s su lado, al percatarse el público que no le pasa nada al escritor, enfocará toda su atención en el medico, pues no hay nada como tener la oportunidad de recibir un diagnóstico gratuito.
ResponderEliminarAhora no me queda más que publicar como anónima, pues m quitaron mi cuenta. Snif
Ay que tonta! Soy Dora
EliminarEs que también sucede en con los médicos, abogados y demás, la gente no escapa a la oportunidad de ganar algo sin tener que pagar, y si queda retratado en el hall de la fama, todavía mejor.
EliminarMuchas gracias por tu comentario, es una pena que te hayan quitado la cuenta, pero... ¡quién eres, por Dios!
Ah.... Un beso grande, querida Dora.
EliminarAquí destacas el caso particular de que alguien te coloque de centro de atención y además con el agregado de tenerte que torear conceptos preconcebidos por éste colectivo. Al bajar la cabeza y asentir caes en el juego de confusiones que prevalecen y te sacrificas a no llevar la contraria con tal de mantener armonía.
ResponderEliminarContiene la universalidad en que de algún modo quienes hemos ejercido algún trabajo artístico hemos sido lanzados en similares aguas hirvientes.
Ni te cuento cuando pasé cuatro décadas como actor, con el nombre artístico Carlos Romano, las que pasé al ser exhibido así. Había quienes pedían que actuaras asumiendo que contienes una especie de grabación para divertirles y había que tomar uno la salida de responder algo ingenioso.
Pocos han vivido que la vida es fácil ,la comedia difícil.
Tu caso es muy particular, amigo Carlos, pues has pasado verdaderamente por la situación de tener que brindar un pequeño show privado para dejar feliz al público. El oficio de escritor nos mantiene más ocultos, pues no son muchos los que conocen los rostros de escritores muy famosos, con decirte que yo podría estar sentado al lado de John Irving sin darme cuenta siquiera.
EliminarYa una vez lo has destacado, cuando se habla de la fama todos creen que es un estado maravilloso, pero no ven el lado oscuro de las cosas, ya que todas lo tienen.
Un fuerte abrazo, mi apreciado amigo.
Muy bueno Humberto, me identifico con el texto totalmente, haznos una foto, me han dicho muchas veces un par de tipos abrazados y con unas cuantas copas de más.....
ResponderEliminarUn abrazo
Es como si lo estuviera viendo, Fernando, jaja.
EliminarUn abrazo, gracias por la visita.
Es algo que me pasa mucho, no lo de que me señalen como escritora, sino lo de encontrarme escribiendo un texto sobre una situación de lo más mundana y banal. Supongo que lo cotidiano tiene más miga de la que podemos estimar en un principio, lo único que hace falta es tener un poco de arte para hablar sobre ello, y tú lo tienes.
ResponderEliminarLo dije muchas veces y no me canso, lo mejor de la Literatura está en poder desarrollar con maestría un hecho banal.
EliminarTe agradezco ese voto de confianza.
Un abrazo y muchas gracias.
La indiferencia, la superficialidad y el hastío también nos llevan a sacar conclusiones...
ResponderEliminarSi sabemos leer bien cualquier situación podemos tener un panorama bastante amplio de la vida.
EliminarUn abrazo.
Bueno esa es la condición del ser humano que todos nacemos igualmente de desprotegidos y a lo largo de nuestra existencia se va coloreando con títulos, situaciones y estatus.-Que no deja de ser, una almohadilla pero lo que si se valora es que a uno lo quieran por ser como es...No que se le eleve por qué unos encumbren e idealicen y con la misma de un plumazo te hunda en el lodo...Por eso es tan dificil mantenerse más que llegar...Admiro tu modestia y cercanía ;porque ahí demuestras tu calidad humana, que eso no se compra con nada.
ResponderEliminarUn abrazo y que sepas que aunque casi nunca entro te admiro muchísimo.
Muchas veces los colores de los títulos y el estatus acaban ocultando el verdadero ser, lamentablemente.
EliminarMe alegra que seas sincera, es decir, que digas con toda libertad que no entras asiduamente, pero también me hace sentir feliz tu admiración.
Muchas gracias, un abrazo.
...espero que haya entrado no se que pasa de un tiempo a esta parte, que el comentario me sale aceptado y luego no se publica.
ResponderEliminarSí se publica, lo que sucede es que, generalmente, entras después de los 200 comentarios, entonces tienes que hacer toda una maniobra para leerlos:
EliminarIs hasta abajo del cuadro de diálogo donde dice "cargar más", hacer clic allí entonces van a aparecer los comentarios que vayan del 201 al 250, y así por delante. Muy engorroso, pero lo cierto es que este comentario sí quedó.
Otro abrazo.
Con la última frase me robaste el comentario así que te dejo un beso grande. Jajaja.
ResponderEliminarBueno, lo siento ;)
EliminarUn beso grande.
Supongo que es parte de las reglas no escritas por la mis ma razón que si conoces a un medico le hablas de tus síntomas creo que eso va junto al mismo ser humano, uno siempre piensa en agradar y suele comunicarse con otro ser humano en función de sus aficiones o trabajo... y lo paradojico es como bien dices que acabas haciendo exactamente eso que te sugieren... tu escribes... el otro tomaría la tensión... jijijiji.
ResponderEliminarToda una aventura leerte.
Reme.
Es exactamente así, querida Reme, yo mismo no podría decir que nunca le pregunté a un profesional si me podía ayudar en tal o cual cosa en el medio de una cena.
EliminarMuchas gracias y un beso grande.
ME IMAGINO QUE TERMINASTE ESCRIBIENDO SOBRE LO INSECTOS DEL AMAZONAS. JEJEJEJEJE.
ResponderEliminarUN ABRAZO
Por supuesto, terminó siendo un gran ensayo, terminó siendo muy famoso en el ámbito de la entomología, jaja.
EliminarUn abrazo y muchas gracias.
Los escritores son especialmente observadores y saben trasladar a los lectores lo que ven, lo que sienten, lo que emociona... El personaje de tu relato pretendía abstenerse de ello, relajarse en esa reunión social... pero eso, siendo escritor es casi imposible, precisamente lo que observa en los demás es para él fuente de inspiración constante... como persona llegó a pensar que se dicen muchas boludeces en esa fiesta, pero como escritor tuvo la necesidad de hacerlo relato... Eso es un Escritor... y lo demás, son tonterías... Mi admiración, Humberto, y un beso.
ResponderEliminarQué bien lo explicas, Milena. Para los que escribimos hay algo que nos atrae inevitablemente de cada conducta humana, por más que queramos relajarnos, ya estamos sacando fotos verbales para bajarlas al papel. Las fiestas son los lugares más apropiados para decir boludeces ;)
EliminarUn beso muy grande.
Humberto, amigo, volví. Estuve afuera de la red porque es sano, a veces, y por unos problemas personales que me tenían ocupado y solo pensando en ellos. Ahora estoy un poco más tranquilo (nunca se está del todo) y veo que ya recorreré de nuevo estos rumbos, porque me hace falta, porque hay que seguir sin importar la razón, así que no la busco.
ResponderEliminarTu historia es una declaración. Aquellas personas que conociste, creo que no recuerdas sus nombres, en ese lugar, después de leer esto como que te no te volverán a ver en algún tiempo, je. Bueno, a veces pasa, nos creemos dignos personajes para elogios. Eso querían ellos.
Abrazos Humberto. Ya estaré de manera continua.
Imaginé que podía estar sucediéndote algo, pues los amigos se extrañan. Te aseguro que puedo reconocer a la mayoría de la gente que viene a este blog, más los que están en el podio de honor.
EliminarPuede suceder dos cosas, que no lo inviten más al tal escritor, o que lo inviten más habitualmente, con tal de aparecer en algún libro.
Un fuerte abrazo y cuídate.
No creo que te haga falta anotar anécdotas de nadie porque tu Humberto eres grande, inmenso y tienes todo el arte del mundo en tus pensamientos... Besos enormes
ResponderEliminarNo te creas, unas buenas anécdotas en una reunión de amigos son irresistibles ;)
EliminarUn beso grande, mi querida.
Muchos necesitan sentirse respaldados por gente talentosa, y suelen vanagloriarse de ello en público, sin contar con qué, como en le caso del personaje principal, no sientan ningún aprecio por esa situación.
ResponderEliminarSiempre es un enorme placer disfrutar de tus letras.
Una abrazo.
Yo jamás fui de los que se fijaron en cuán famoso o desconocida pueda ser una persona, pero reconozco que las veces que me encontré con algún ídolo musical de mi adolescencia, fui a saludarlo, hablarle, sacarme una foto, y después la mostré con orgullo. Esto pasó tres veces en mi vida. Perdón, es que me has hecho reflexionar.
EliminarUn abrazo grande, Jorge.
...bueno por fin, me quedo más tranquila jajaja.-Gracias Humberto por tu amabilidad!
ResponderEliminarUn beso.
Gracias a ti, Bertha.
EliminarOtro beso.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarTenían algo de razón, al menos esa fiesta te inspiro par redactar este suceso...
EliminarPero aparte de esta percepción, tengo que decirte que es siempre un placer leerte.
Y sí, así es, hay personas que necesitan ese amparo, cosa que comprendo,
Por otra parte, creo y he creído siempre, que un escritor, poeta... necesita historias ajenas para inspirarse, a parte de las suyas propias, en definitiva, de todo lo que recoge del universo, provenga de las personas, del entorno, o con lo que la naturaleza le obsequia, el escritor escribe lo que percibe de su dominio, siempre ha sido así, corrígeme si me equivoco Humberto.
Ha sido un placer visitar tu estupendo espacio.
Te mando un fuerte abrazo.
Feliz domingo
¿Sabes? Yo comencé a sentir que estaba escribiendo más o menos en serio cuando dejé de hablar de mí o de contar historias mías. Este blog comenzó siendo eso, un espacio en el que volcar cosas que nunca fueran reales, sin embargo, claro que uno usa cosas que ve u oye por ahí, es inevitable. Claro que no te equivocas, sin ir más lejos, mi texto anterior, "Hiancias", intenta explicar ese hecho tan particular de la creación, todo empieza en un parque con una señora llevando un perrito y va a parar a Budapest, sin escalas.
EliminarUn abrazo grande y feliz domingo para ti también.
Humberto, por supuesto que así es, se me olvido puntualizar lo que a menudo un escritor y poeta, se inventa, estoy convencida de que ahí, está el encanto.
EliminarUn fuerte abrazo.
Besos desde Murcia.
Así es Carmen, un hecho vivido que dispara la fantasía.
EliminarOtro beso.
Es un curioso “poder”, se da a conocer una cualidad de UNA persona y por arte de birlibirloque, como si de un catalizador se tratase, las OTRAS muestran su personalidad más escondida.
ResponderEliminarAsombroso el profundo conocimiento de los actos folclórico-religiosos católicos, gracias por iluminarnos.
Me sonrío al imaginar tu expresión mientras cavilas sobre la fauna amazónica, generar sonrisas es tarea complicada que tú haces que parezca sencilla.
Un fuerte abrazo :) :) :)
Ah, sabía que algo se me quedaba en el tintero y no era capaz de rescatarlo.
EliminarCuando estoy leyendo algo, yo lo hago existir, en ese instante está pasando, da lo mismo que sea el relato en un diario de viajes o las crónicas del alcalde de Sausalito en 2072, el orden de las palabras hace que ahora sea real.
Comentario para 1: Ni te imaginas si alguien dice "es psicólogo", ahí todos esconden su personalidad en vez de mostrarla. Mi sonrisa puede llegar a ser bastante posada, lo extraño, lo importante es cuando río, eso jamás puedo fingirlo. (Estudié mitología, ¿no te conté?)
EliminarComentario para 2: Ahí es donde uno descubre al "verdadero lector", el que tiene la posibilidad de formar parte de la historia. Yo tengo una teoría que nadie (creo, no estoy seguro) desarrolló, creo que el lector es un protagonista más de un relato, a tal punto que puede llegar a modificar el final de la historia que está leyendo. Ves, ya tenemos el argumento para un nuevo texto, más largo seguramente: Gracias.
Un beso grande, mi querida.
Pfffiuu!! Un cóctel explosivo: psicólogo y además escritor :)
EliminarAl leer cada uno entiende lo que quiere o lo que puede, como la vida misma.
Lo del lector que modifica el final ya está medio inventado, ¿Recuerdas aquellos libros en los que había que ir eligiendo el final?. Nunca me gustaron, me parecía que tener que tomar las decisiones de los personajes era trabajar demasiado. (Siempre fui muy perezosa).
Otra cosa es que mientras lees te dejen meterte en la historia para participar activamente, ¡todos protagonistas!, como querían los invitados de esa fiesta, podría llegar a ser hasta inquietante.
Buenas noches Humberto.
Es verdad, está bastante quemado, voy a tener que buscar otro tema, pero te aseguro que se me va a ocurrir.
EliminarSi me dejaran meterme en las novelas, cambiaría el final de unas cuantas, ja.
Un beso grande y buenas noches.
Vibraciones, efecto Doppler seria un terremoto y un tsunami si ese culto aeropage te habia leido !
ResponderEliminarPosiblemente hubiera sido un cataclismo, pero el protagonista estaba tan preocupado que apenas pudo percibirlo.
EliminarUn baiser, Manouche.
Te aseguro, Humberto que es peor cuando se enteran de que eres dibujante porque siempre hay alguien que dice: "¿Me haces un dibujo?" Viene a ser como cuando uno dice: "Soy cirujano" alguien pregunta: "Ah, pues ¿me operas ahora mismo de apendicitis?" Y gratis.
ResponderEliminarSaludos! Borgo.
La gente no tiene límites, Borgo, como dice un amigo más arriba, ¿qué sucedería si dijeses que eres sicario, recaudador de impuestos o algo así?
EliminarUn fuerte abrazo, querido amigo.
Es como cuando descubren que eres psicologa, todos se creen sujetos de estudio y, aunque lo niegues, al final siempre te quedas con algo.
ResponderEliminarExacto... y después lo escribes como una bella historia.
EliminarUna abraçada i moltes gràcies.
Buena reflexión, colega. Hay que saber frenar la lengua... y el lápiz.
ResponderEliminarDe uno y otro lado, Pedro.
EliminarUn abrazo, muchas gracias.
Me sucede contigo que cuando termino el escrito me quedo mirando fijo la pantalla y no se mucho que decir, porque se trata de algo tan difícil de explicar como lo que cuenta tu personaje-escritor.
ResponderEliminarEn simple, me quedo hipnotizado por tu habilidad para hacer de lo más pequeño algo inmenso, por tu habilidad para poder expresarte con tanta facilidad.
Chapó.
Un abrazo.
Lamento desengañarte, Ricardo, pero de facilidad nada, no te imaginas las horas que me lleva poder poner en limpio una idea. Reconozco que no tengo problemas con imaginar una situación, pero después es un calvario hasta que queda más o menos bien, cosa que, a mi forma de ver, pocas veces sucede.
EliminarSea como fuere, muchas gracias por tus palabras de aliento.
Demoraras horas pero lo consigues eso es lo importante.
EliminarPero no son palabras de aliento son palabras de admiración.
Es que las palabras que has dejado son un aliento para seguir adelante. No te imaginas la cantidad de personas que abandonan por no tener alguien que les dé un empujón.
EliminarEn fin... otra vez, muchas gracias.
Ja, ja, ja...
ResponderEliminarUn abrazo, Pseudo. ;)
EliminarSimpático de veras.. Lo veía todo como otra anodada espectadora. Pero yo no hago preguntas, pues tengo el privilegio de haber leído tu mente (o tu imaginación) ahora mìsmo. Me encantó la parte en que estás admirado por los insectos, tan lejos de las conversaciones que te debían llegar como otra especie de zumbido.. .;)
ResponderEliminarTu creatividad es capaz de hacer salsa con muy poquitos ingredientes
Siempre me atrapas
Un abrazo
Es que hay tantos insectos allí que ni conocemos...
EliminarMuchas gracias, Volarela, un abrazo grande.
Vaya, que sí que la tenían :D Como siempre, magnífico texto Humberto.
ResponderEliminarToda de toda, María.
EliminarMuchas gracias y un fuerte abrazo.
Ocurre usualmente, lo que relatas en tu texto, como dices "inclasificable". SE convierte el escritor, en una fiesta o reunión, donde quisiera pasar anónimo, en una especie de ave rara, centro de atención, y diana de preguntas tontas. A una amiga Psicóloga clínica, que así la presentaban los amigos, le chocaba que la gente le dijera: "a mi no vaya a psicoanalizarme. Como si-decía ella-uno fuera alas fiestas a ejercer la profesión, y no a divertirse. Pero de vez en cuando, uno de estos especímenes, me sirve para reafirmar alguna teoría sobre la conducta humana". Un abrazo. Carlos
ResponderEliminarCreo que a los psicólogos les pasa con mayor asiduidad y de manera más invasiva. Yo, sinceramente, disfruto de las anécdotas, sean triviales o insólitas, todo puede servir, mientras me dejen comer en paz.
EliminarUn abrazo, Carlos.
Hola Humberto, para tener algo que contar no es condición indispensable inspirarse en asuntos graves o profundos, contar lo banal y cotidiano es todo un arte que también nos proporciona momentos de lectora satisfacción. Es una sensación totalmente desconocida para mi ser el foco de atención y ser capaz de transformar la personalidad de los presentes. Mi súper poderes son la invisibilidad y la visión de rayos de tal modo que soy capaz de ver lo invisible sin ser detectado. Ante mi nadie se trasforma, se muestran tal cual son y eso me encanta.
ResponderEliminarUn gusto leerte.
Yo intento ser invisible, de hecho suelo participar de las reuniones en silencio y en un rincón, pero enseguida me detectan y dan la voz de alerta "ahí está Humberto robándonos la vida".
EliminarY es como dices, todo puede ser fuente de inspiración y todo puede ser contado, pero la clave es que podamos hacerlo de una manera tal que le resulte interesante a los demás.
Un fuerte abrazo y muchas gracias por tu visita.
gracias querido amigo...ya me marchaba a descansar
ResponderEliminarun beso
Que descanses, entonces.
EliminarUn beso.
Es curiosa la necesidad de titular a las personas. Hace no mucho me presentaron a dos tipos diciéndome: estos son los abogados...mmmm...esperé y no sirvió de nada así que lo dije yo:"¿tendréis nombre no?" porque ya se sabe lo que de dice de las cosas terribles, que no tienen nombre, y en ese momento los vi inevitablemente como seres terribles.
ResponderEliminarSe que lo que cuentas también les pasa a los psicólogos, por algún motivo hay personas que piensan que se pasan el día psicoanalizando a la gente, incluso cuando están de cachondeo y llevan 15 cervezas...en fin.
Supongo, sin embargo en este caso esos personajillos "ganaron", al final consiguieron que el escritor creara un relato nada obvio, aburrido, frívolo o trivial sobre su momento, ya tengo algo que agradecerles :)
Un gran beso Humberto
Claro que sí, mi querida Nurocas, es la gente del ámbito "psi" la que más padece a estas personas, en el caso de los escritores, creo que es una bendición que siempre ganen los invitados, pues esa victoria resultará beneficiosa para todos.
EliminarUn beso enorme, mi querida amiga.
Una forma elegante y sofisticada de hacer un mea culpa ante uno mismo, aunque públicamente y buscando la justificación de los otros. Donde hay mucha gente, personalmente, observo, trato de no ser la sección áurea de ninguna reunión, pero admiro a quienes pueden ser el alma mater de ellas.
ResponderEliminarMuy buen relato, Humberto.
Cariños
En muchos casos ser el alma mater implica cumplir la función de payaso de los demás, eso sí que es patético, pero hay muchos que aceptan el trueque, ser ridiculizados por un momento de fama.
EliminarMuchas gracias por tu comentario, Liliana, un fuerte abrazo.
Allá en mi juventud viví situaciones similares al texto, en mi caso, el atractivo era mi barrio de procedencia...
ResponderEliminarUn abrazo.
Me dejas muy intrigado, Alberto, te soy sincero. Pero creo que puedo imaginarlo.
EliminarUn fuerte abrazo y muchas gracias.
Me ha gustado mucho el relato Humberto, y curioso, que sin llegar a ser escritora porque muy pocas personas saben que escribo, ya me ha pasado.
ResponderEliminarUn abrazo
Bienvenida al club, Abril.
EliminarUn beso.
El amigo quiso quedar bien a tu costa y te puso en un aprieto, que por cierto se puede sacar provecho de momentos tan disparatados como este.
ResponderEliminarUn abrazo
Los amigos del protagonista lo usaban para presumir, pero él usaba la situación para escribir y yo uso su historia para que siga circulando. Toda una cadena de hechos cotidianos.
EliminarUn abrazo, José.
jajaj es dificil no dejar escapar la oportunidad de plasmar lo que uno ve o lo que uno siente. Somos libretas con patas!! Besotes.
ResponderEliminarUna buena analogía, aunque yo soy más un ordenador con patas ;)
EliminarUn beso grande, Soraya.
Gran texto. Tus letras siempre son un placer.
ResponderEliminarTe dejo un beso y te deseo una feliz semana.
Muchas gracias, Amalia.
EliminarUn beso grande y una excelente semana para ti también.
Una vez escribí un cuento basado en ess platicas banales... cuando mi hijo era pequeño nos reuníamos en casa con sus amigos de la escuela y sus papás y mamás... a veces bostezaba de la riqueza de aquellas platicas.
ResponderEliminarmuy bueno HD...
Abrazos
Carlos
Lo preocupante, pero también cierto, es la cantidad de gente que debe bostezar con lo que nosotros decimos... o escribimos.
EliminarMuchas gracias, mi querido amigo Carlos.
Bueno...supongo que debo confesar que a mi...nunca me ha pasado...ni siquiera digo esto o aquello...no soy sociable porque no me gusta...pero debe ser una situación embarazosa y a la vez cómica
ResponderEliminarUn abrazo
Si no eres sociable, sin duda que no podría pasarte lo que al personaje de este cuentito, pero nunca estás eximida de que un día suceda.
EliminarUn abrazo.
Hola Humberto ves como al final sí que te encabezonaste y escribiste lo que el te pidió me a gustado mucho tú relato , la verdad es que es una situación algo incomoda .
ResponderEliminarGracias por comentar en mi blog , te deseo una feliz noche.
Besos de flor.
Terminaron teniendo razón todos, Flor, el personaje no tuvo otra salida que escribir: era su condena.
EliminarUn beso grande.
Querido Humberto me he doblado de la risa, porque si, la gente suele ser impertinente a veces y pasar desapercibido que tal?
ResponderEliminarMe alegra mucho que te hayas divertido, Carmen, este texto era para eso.
EliminarUn fuerte abrazo y muchas gracias.
No entiendo como no les pegas.
ResponderEliminarPorque a veces ellos me pegan a mí ;)
EliminarUn abrazo, Toro.
Hola Humberto. Me parece un relato muy interesante, pues aunque soy una persona insignificante huyo de esas aglomeraciones y chismorreos, y desde hace años me invitan a bodas y otras celebraciones y no voy, porque me repatea la gente con la que te encuentras, o tal vez soy un insociable. Me gusta como escribes y tu personal visión de la vida y sus momentos.
ResponderEliminarUn saludo.
Es extraño que alguien se denomine "insignificante", no creo que sea así, debes tener varias habilidades, que no las hagas públicas es otro tema.
EliminarMuchas gracias por tu comentario, un abrazo.
Si, estoy segura que son mucho más interesante los acontecimientos cotidianos que pasan por la vida después de que estos naveguen por el filtro del cerebro saliendo en palabras de las manos de un gran escritor como tu.
ResponderEliminarTe vuelvo a felicitar porque en tu sencillez eres extremadamente cálido y maravilloso.
Muy cierto, Alma, los hechos cotidianos son muy inspiradores.
EliminarMuchas gracias por tus palabras bondadosas.
Un beso grande.
Tendríamos que pararnos más a menudo para echar(nos) un vistazo.
ResponderEliminarUn abrazo!
Sería magnífico, pero ¿nos animamos?
EliminarUn abrazo, Bluemīnda.
Hola, Humberto.
ResponderEliminarGran historia y narrada magistralmente. Qué más se puede pedir.
Un abrazo enorme.
Muchas gracias, Towanda.
EliminarUn fuerte abrazo.
Muchas gracias Humberto, y no te pierdas la próxima ve z que vuelvas el Manzanares.. Seguro que te inspira una bonita historia.. Un saludito..
ResponderEliminarYa lo anoté en mis deudas, y sin dudas que saldrá una historia excelente.
EliminarUn abrazo.
Y seguro que las damas se fijan en ti; y tú en ellas así la inspiración es completa. En todas las reuniones se saca algo positivo, hasta que alguien con dos copas de más saca los pies del tiesto, y sueltan chorradas. Pero los escritores hasta de las tonterías que soltamos la gente en estos casos, encontráis filón para plasmar vuestros textos y obras. Y si la gente habla de política y fútbol, y se lía un poco la madeja, mejor que mejor para el escritor.
ResponderEliminarUn abrazo Humberto y gracias.
Todo sirve, absolutamente todo, estimado Rafa.
EliminarSoy yo el agradecido, un fuerte abrazo.
Nos descubrimos en un zoo de palabras. Algunas en recintos húmedos y otras en explanadas ficticias. Las hay con cuatro patas y las hay que vuelan, La variedad es enorme o diminuta según el presupuesto del gerente y sus posibles visitadores. Hoy me paseé por uno de estos zoos que apenas usan rejas ni artificios para deparar las tipologías y creo que el gerente se llama Humberto.
ResponderEliminarÉl, junto con el resto de visitadores, apenas nos dimos cuenta de que vivimos en una canica de zoos microscópicos, donde, por la forma esférica, uno se resbala de un hemisferio a otro, entre fonemas que no llegamos a escribir. Esa canica que duerme al lado de la pata de un elefante azul UN beso
Albada, tú eres una persona necesaria en este mundo. Quiero explicarme mejor, si no, puedo quedar muy mal. Sí, todos somos necesarios, pero algunos hacen de su vida una nada enorme y entonces uno no se entera de su valor, en cambio tú le das color al mundo, lo embelleces con ese don que tienes de hacer arte de cada pequeña cosa.
EliminarUn beso grande y muchas gracias.
Son cosas que suceden. Aún deberías de dar las gracias de que el sol y la luna, a los que tanto hemos mencionado en relatos y poesías no nos pidan dinero por derechos de imagen. De lo contrario, nos arruinaríamos.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
¿Y el amor? Si el amor pidiera derecho de autor no quedarían poetas en este mundo.
EliminarUn abrazo grande y muchas gracias.
Todos creen - o desean - estar viviendo en un texto maravilloso y no se dan cuenta de que no son más que cháchara... Un abrazo.
ResponderEliminarNo tener noción del valor de nuestra propia vida es imperdonable. No es importante que sea gloriosa para los demás, sino para nosotros mismos.
EliminarUn abrazo, Darío.
hola humber .. como has estado ?? escribi un comentario pero se borro .. o sino se va a escribir doble ... te cuento ... esta muy bueno el relato .. jaja parece que te sucede seguido .. las moscas de la amazonas .. jajajaj .. bue . yo me anime y pinte un cuadro .. mi primer cuadro .. lo subi al face ... ahi lo vas a apreciar .. senti mucho orgullo por mi .. vengo dando saltitos importantes ... gracias por responderme el mensaje que te mande el otro dia .. al final no organice nada porque a todo les queda hiper lejos .. pero bueno .. ya tengo mi casa... toda armada .. cuando salga de unas deudas me metere a aprender de nuevo tu idioma nativo .. es que es mi gran cuenta penndiente .. te mando muchos besos .. te quiero mucho amigo ... sos un ser especial, divino ... espero verte pronto !!!!
ResponderEliminarMe alegra mucho todo lo que me contás, ahora voy a ver tu cuadro en FB, pero ante todo lo importante es que estés tan bien.
EliminarTe agradezco inmensamente por las cosas lindas que me decís, me siento muy orgulloso.
Un beso enorme.
Humberto tú sabes encontrar lo mejor de cada momento. Sea de mucha complejidad como el cuento anterior o aparentemente simple como este que has subido esta semana pero todos me dejan pensando y en todos logras meterme en la situación.
ResponderEliminarMi admiración absoluta.
Un beso
Me alegra saber que es así, Valeria. Y muchas gracias por decirme lo que piensas, pues me hace muy bien, a qué negarlo.
EliminarTodo mi afecto, muchas gracias.
A veces las " etiquetas" lo ocupan todo ... Espacio, tiempo, conversaciones ... Y los roles asociados a ellas se consolidan como algo imprescindible.
ResponderEliminarA veces olvidamos que algo puede ser más o menos inspirador o constructivo dependiendo de fatores que realmente no controlamos y, por tanto ,no debemos quedarnos con la imagen preconcebida sino intentar descubrir la real.... La que tiene alma.
Un abrazo de luz.✴