Estaban todos hablando. Estaban todos muertos.
-Ay, Irma, hoy ando con un dolor de espalda terrible, llevo 15 años en la misma posición, no aguanto más.
-Quedate tranquila, Nélida, ya te vas a acostumbrar, yo hace 60 años que estoy así, ni me acuerdo del dolor.
-Claro, Irma, pero es que a usted ya se le desintegraron las vértebras, así cualquiera…
Todos estallaron en una risa.
-Siempre tan cínica, Nélida, no se puede tener una conversación seria con vos.
-¿Con “vos”?, se le pegó el “vos”, Irma, antes decía “contigo”.
-Claro, como ahora no puede ver las películas de Libertad Lamarque y Enrique Muiño habla de "vos", se modernizó Irma.
Otra vez las risas.
-No sólo que no veo películas de la Lamarque, sino que me contagié el "vos" de esos de ahí abajo.
-Un poco más de respeto, che, patroncita, que “esos” tienen nombre.
-No nuestro nombre, al menos, no se olviden de que ustedes están acá de prestado, esta es la bóveda de los Gutiérrez-Gálvez.
-No es culpa nuestra, doña Irma, el patroncito Raimundo era un santo varón y permitió que todos los peones de la estancia descansáramos aquí.
-Pse, ocho desconocidos… Encima el abuelo Raimundo falleció en el naufragio del Arkansas, ni siquiera lo tenemos acá para que se haga cargo de esta... irregularidad, bien que se lavó las manos.
-Se lavó más que las manos, Irma, está en el fondo del Atlántico, debe estar pasándola muy mal el pobre, sólo puede hablar con los peces…
-Y con burbujitas saliendo de su calavera…
Largaron la risa de nuevo.
-No se haga mala no-sangre, Irma, que escuché que nuestros retataranietos van a sacar a todos estos intrusos.
-Nada de intrusos, che vieja sotreta.
-Calma, un poco de calma, señores.
-Es verdad, cambiemos de tema, ¿alguien sabe algún chiste de vivos?
-Uf, ahí está José y su humor blanco.
-Rolando, ¿vos escuchaste decir que los van a sacar a estos?
-No, yo no escucho esas cosas, a mí me dan miedo las historias de vivos.
-Es verdad, los vivos no existen, son habladurías.
-Pero claro que existen, Omar, ¿quiénes son los que vienen cada tanto a pasar un trapo, si no?
-No sé, ya te digo, yo no creo en historias de supratumba.
-Cállense, cállense que oigo ruidos.
-¡Silencio, canejo!
-Me parece que viene un vivo.
-Uy, qué miedo.
El anciano entró en la bóveda con paso inseguro. En una mano traía un ramo de geranios y con la otra se agarraba de la barandilla de la escalera caracol.
-Creo que es Héctor, el marido de la tía Clara.
-Tía, mirá quién viene.
-¿Qué, mijita? No escucho nada.
-¡Cállense, les digo!
Cuando ya había descendido unos metros, el anciano se tropezó con un escalón y cayó al fondo de la bóveda como una bolsa de papas. Todos los muertos se descostillaron de risa.
-Es el marido de Clara, che, no se burlen así.
-Es que… es que… fue muy gracioso.
-Muy torpe, dirás, además qué importa, si total no nos escucha.
-Sí que los escucho- dijo el viejo, estrenando su condición de finado.
-Usted sí que tuvo una muerte bárbara, Héctor, ni siquiera van a tener que sacarlo para el velorio, dígales que lo dejen acá nomás, así se ahorran dinero, llantos y traslados.
-Jajajajaja.
-Jejejejeje.
-Quiás, quiás, quiás, quiás.
Nadie pudo contener la risa, pero el nuevo óbito no se daba por aludido.
-¿Sos vos, Clara? ¿Vieja?
-Sí, Héctor, soy yo, no te preocupes por nada que voy a estar acá a tu lado.
-Eh, es que… es que yo tengo… bueno, tenía otra mujer.
-¿Qué?
-No te enojes, Clara, es la Chola, vos la conocés, tu amiga del club.
-Ah, no, viejo atorrante.
-Jua, jua, jua, jua.
-He, he, he, he, he, he.
-Qué cosa, si todavía los tuviera, me estaría descojonando de la risa.
-Héctor, deciles algo.
-Pero, Clara, entendeme, vos te moriste hace muchos años, me dejaste solo.
-Jovato sinvergüenza, ¿vos crees que yo quería morirme? No irán a traer esa chirusa acá, yo revivo si pasa algo así.
Una nueva risotada recorrió toda la bóveda de los Gutiérrez-Gálvez. Y siguieron así durante dos días y tres noches, ajenos a la tonta creencia popular de que la muerte es un asunto triste.
Humberto, te digo sinceramente que no deja de sorprenderme como sacas esas historias, me hizo morir de la risa (chiste aparte). Me pareció una forma muy buena de desmitificar el tema de la muerte. Felicitaciones por tu blog.
ResponderEliminarLaura Villamil
TO-TAL-MEN-TE de acuerdo con Laura, un texto excelente, creativo, novedoso, divertido, inteligente. Tenés una habilidad especial para tocar ciertos temas, me sorprende cómo en estas dos semanas hablaste de la muerte de formas tan distintas y sin que se note una contradicción. Un grande Humber!!!
ResponderEliminarGenial, que más puedo decirle
ResponderEliminarjajaja estuvo muy bueno... me hizo reír
ResponderEliminarHanna.
¡ Excelente relato...capturó mi atención de principio a fin !
ResponderEliminarIngeniosa y divertida historia...le felicito...muy creativo
Besos de cariño..
Mardi
Que graciosa la historia de los finaditos, muy divertida e inteligente. Hay algo de guión en tus relatos, podrían ser representados perfectamente mediante un video o película o serie de gags. Grandioso tu blog!!!
ResponderEliminarJaaaaa, jaaa, ja. Hace por lo menos 15 minutos que no puedo parar de reírme.
ResponderEliminarMe encanta que le hayas traído alegría a esos lugares tan sórdidos como son las bóvedas y los cementerios ya sea de Recoleta, Chacarita y de cualquier credo, o los grandiosos “Jardines” saludables. (¿Para qué querrán salud y verde los muertos?). Para que los giles vivos paguen.
¡¡¡Me encantó!!! Y la suerte del pobre “cristiano”, muy bueno. Estuviste muy tierno en ponerlo con su ex-mujer…. Excelentes los detalles del relato también, de la ambientación “social”.
Lo que le faltaría a esas tumbas sin duda es una conexión para leerte… Tal vez ya vayan inventando algo así para que los vivos no sientan que desperdician su tiempo visitando a los que ya no les van a decir ni gracias, je, je. Aunque tus muertos son muy comunicativos, qué bueno estuvo! ¡Un EXCELENTE 10! Besos.
El cuento tiene ecos de Juan Rulfo y su Pedro Páramo, las voces de los muertos en el cementerio, pero vos le agregaste el humor y eso me parece excelente y divertido, el humor negro, me gustó el cuento.
ResponderEliminarSeñor Dib, su texto me ha sorprendido nuevamente. Pues que su fuerte es el humor, más específicamente el humor ácido. Como le dije hace un tiempo, tiene la destreza de decir esas cosas que lindan con lo terrible de una manera que parezcan juegos de niños, su desparpajo me fascina, su falta de tabúes me causa admiración. Me quito el sombrero frente a este gran escritor que está del otro lado del océano.
ResponderEliminarMis parabienes.
Jaime Azur Viñas
Villajoyosa. España.
Me contuve lo que pude, Humberto, no quería ser la primera otra vez, o uno de los primeros porque me da un poco de verguenza, pero acá me tenés para decirte que el texto me gustó muchísimo, me costó entrar en onda, especialmente frente a un comienzo así: Estaban todos hablando. Estaban todos muertos. Pero las charlas de los muertos son muy graciosas. Permitime rescatar el "historias de supratumba", fue genial eso!
ResponderEliminarLeerte casa finde es un vicio, te juro.
Sabri.
Estaban muertos y andaban de parranda??? me encanta tu humor blanco frente determinados temas. Desy Fabrizio
ResponderEliminarmuy bueno ... excelente
ResponderEliminarbesotessss humbert
Esta vez, señor Dib, le voy a poner un 9 (nueve), su relato es muy bueno, escrito con humor inteligente, tal vez le falta esa magia que a veces le da a sus escritos para llegar a ese puntito final. Saludos y quedo a la espera de que consiga ese punto.
ResponderEliminarAutor.
Me gustó Humberto, diálogos bien chispeantes, casi teatrales, parece; a mí me hizo acordar a un cuento de Dostoievski (ahora no me acuerdo el nombre) que también trabaja diálogos entre muertos, todos enterrados en sus tumbas, pero en otro tono, claro; creo que tu texto apunta más bien a lo picaresco, y lo hace muy bien, como una forma de sacarle densidad a todo este asunto de la muerte, ya bastante engorroso, de por sí.
ResponderEliminarBuenísima la resolución, no me la esperaba, al final Héctor la terminó pagando, jeje.
Saludos, con cariño, de uno de sus fieles lectores.
GRANDE NEGRO, ME CAGUÉ DE RISA CON TU TEXTO, NO HAY DUDAS QUE SABÉS ARREGLARTELAS MUY BIEN CON LOS TEMAS PESADITOS. LA VERDAD QUE SE LAS AGARRARON CON HECTOR QUE ERA NUEVITO, LO TOMARON PARA LA JODA, POBRE VIEJO!!!
ResponderEliminarUN ABRZO NEGRO.
CHRIS
Hola!! es la primera vez que entro a tu blog, leí varios textos, me parecieron muy buenos y variados, con una gran carga de nostalgia y humor frente a lo irremediable. Me gusta que no te preocupes tanto en demostrar que sos un buen escritor, que no hay dudas que lo sos, sino en que los textos sean copados. Tengo algunos amigos escritores que se mueren por poner palabras complicadas o frases analíticas, un bodrio. Seguramente te siga. Un saludo. Germán
ResponderEliminarey humberto tanto tiempo, soy juani del gimnasio de Itu, se te extraña acá che, me pasó tu blog pato, el profe. nunca dijiste que escribías, que buenos cuentos, loco!! además te dejan muchos comentarios, eso está bueno. me llamó la atención el comentario de archivos del sur y de desvarío, por que buscan a que se parece?? eso es típico de gente que está metida en el tema de la literatura o le parece que sabe, buscan a que se parece. yo no soy un experto en la materia, pero me gustó lo que escribiste y no sé si se parece a dostoievki o a borges, creo que está todo inventado y que lo importante es como se dice. un abrazo, me imagino que ahora que te mudaste para la capi no vas a venir más por acá. sabes, el tanito está levantado 70 kilos en pecho plano, parece un pollo, jajaja.
ResponderEliminarte mando un abrazo, che, que tengas suerte.
Juani
Que divertido el post, Humber y que bien pensado, esta semana no tuve tiempo de entrar, pero veo que fue un texto muy bien criticado. Hace mucho que no escribís nada romántico, estaría bueno no?
ResponderEliminarVos decidís, pensalo eh!!
Besos. Caro
Juan tiene mucha razón, no es experto en la materia pero se da cuenta, un genio Juan, todo está inventado pero lo importante es cómo se dice.
ResponderEliminarHahaha!
ResponderEliminarMuito bom, Humberto! Sua criatividade é notável.
Estou retribuindo sua visita a meu blog. Perdoe-me por não escrever em espanhol.
Abraço!
Me gusta tu forma de narrar. Sólo he tenido la oportunidad de leer éste, pero me he suscrito por RSS para no perderme ninguno ;)
ResponderEliminarTe invito a que pases también por mi blog:
http://ayopiensaveces.wordpress.com/
Un abrazo.
ja, ja, ja. Me ha hecho pasar un buen rato. Gracias
ResponderEliminarJajajaja... me ha encantado esta conversación post-mortem. Desde luego, no sé quién dice que la muerte es algo tan tremendamente serio, mira qué bien se lo pasan estos de tu cuento :)
ResponderEliminarBesos
Sensacinal! Ri! muito com as conversas dos mortos. Eles então! com medo dos vivos, e nós aqui com medos dos mortos hehehe Eu por convicção religiosa sei que só existe a morte do corpo o espírito continua vivo. Nessa sua história está muito engraçada, a Clara se zangou porque descobriu que foi traída.Bom uma coisa é certa, vou melhorar meu espanhol. Recomendações ao "dito" mortos e diga a eles que não me esperem tão cedo. hehehe Ok
ResponderEliminarDemasiado bueno!
ResponderEliminarDivino :)
ResponderEliminarComo siempre, son bellos tus textos, Humberto. Mi mal momento solo es pasajero.
ResponderEliminarHarol
¡Que genialidad!, aún muevo mi cabeza pensando en tu mente creadora. Es fantástico.
ResponderEliminarJajaja, cuando llegue mi momento yo quiero que me hagan un hueco con los Gutiérrez- Gálvez.
Te felicito por tu ingenio.
Un abrazo
Hahahah, me encantó, yo tambien me pregunto de donde sacas historias así !! Un beso :)
ResponderEliminarhttp://electrical-columbia.blogspot.com/