Los ojos de Ramón brillaban como el carbón encendido. No era un paisano malo, pero esa mirada centelleante hacía torcer la jeta a más de uno. En silencio, desde el fondo de la barraca mal iluminada por un quinqué a kerosene, Ramón escrutaba a su mujer, que asistía a la esposa de su compadre a parir su primer cachorro. Entre esos cuatro no había vergüenzas ni intimidades, una confianza de años de campo los hermanaba. El grito dolorido de la mujer anunció la llegada del crío, y en el fulgor de sus ojos, el crío delató a su padre. Después todo fue aullidos y rojo.
Estimados Amigos:
ResponderEliminarMuchas gracias por los comentarios para “Ex hombre…”, vuelvo a aclarar que leo cada opinión y que ninguna me parece innecesaria. Digo esto, porque me han dicho cosas como “qué más puedo decir que no hayan dicho 100 personas”. Todo suma, todas llegan, todas valen.
Les deseo una muy buena semana.
Humberto.
Gente dura.
ResponderEliminarMe hace sentir tan absurdamente cosmopolita.
Aunque sea una expresión vulgar, vale para este breve, lo que se monta no se cede... por muy compadre que uno sea...
ResponderEliminarUn abrazo Humberto!!!
Manera dura de venir al mundo...No entre algodones
ResponderEliminarSaludo
El tiempo y la medicina nos fué alejando de las crudezas básicas de la vida... "Parirás con dolor..." ya casi no existe ni siquiera en nuestro mas loco inconciente y ellos, que no saben de vergüenza ni de intimidades, tampoco saben del dolor, simplemente ocurre como debe ocurrir, como ocurrió siempre a lo largo de toda la historia de la humanidad...
ResponderEliminarBreve y crudo, me gusta... Muy bien escrito Humber, me asombra lo que te has acriollado hombre!!!!!
Adhiero al Hombre de Alabama, absurdamente cosmopolita me siento!!!!!
Beso
HOMBRE DE ALABAMA: Nací en Brasil, viví en Inglaterra, vivo en Argentina... Absurdamente cosmopolita me siento. Gracias por estar siempre entre los primeros.
ResponderEliminarSUCEDE: Valga tu dicho, que aunque vulgar no menos cierto. Un abrazo.
ROSA: No a todos nos toca venir al mundo entre duelos y sangre, por suerte.
NOVIA: Son muchos años en este país, Novia, pero mi corazón sigue siendo "verdeamarelo. Gracias por tus palabras.
Humberto.
..igual..y lo digo a pesar de tu comentario,no creo que seas un hombre que necesite la aprobación..de tal o cual texto Humberto..
ResponderEliminarNo obstante y escueta..muy buen micro..cortito y al pie!
besos
Hermanos, pero hay cosas que no se comparten...
ResponderEliminarSalud.
BÁRBARA: Otras de las que siempre están, y eso me pone muy contento... más allá de que no siempre puedan gustarte los textos.
ResponderEliminarTomo tus palabras, en mayo va a haber un encuentro, ya seremos 5, más o menos.
JOPLIN: Yo no presto mis libros, por ejemplo... la mujer tampoco ;)
Besos
Humberto. Muchas veces la cercanía rompe amistades, en este caso es extremo, pero pasa. Me gusta tu texto por todo lo que NO dice, me hace imaginar esos huecos.
ResponderEliminarMaravillosa tu variedad de temas.
Un besote. Sabri
PD. tampoco presto mis libros!
En esos momentos para la parturienta no hay compadre que valga para que esté presente. Abrazos
ResponderEliminarSABRI: Muchas gracias por tu comentario, me da un poco vergüenza confesarlo, pero este texto está inspirado en un escándalo de traición que hay acá en Buenos Aires entre una pésima actriz (embarazada de 6 meses) con un político ruinoso... Claro, el padre del feto NO es el político, sino un mal actor chileno. MUY cholulo lo mío. Perdón.
ResponderEliminarLIGIA: Es verdad, en esos momentos no hay compadre que valga. Es un instante muy íntimo.
Besos.
Guauuuu Mr Dib!
ResponderEliminarEs fantástico no dejar de sorprenderse cuando una llega
a tu blog.
Este post no sólo me ha gustado... De promto fue como escuchar la voz de mi abuelo Esteban, relatándome historias de hombres y mujeres de campo.
Sabès? Tengo el honor de haber heredado unos libros camperos bellísimos!
De ahí la mezcla que tengo en el alma y en la mente.
Amo a Atahulapa Yupanqui y deliro por los Stones. Shocking!!!!
Gracias por la emoción del recuerdo y por tu capacidad para captar la esencia de la historia.
Big kiss my dear friend!
See you soon! ;)
Sabes? Yo he convivido con los ojos como carbones y su fulgor y no se lo recomiendo a nadie son una imagen estupenda para escribir pero un síntoma de una enfermedad silenciosa que provoca una alteración hormonal algo peligrosa
ResponderEliminarTu relato estupendo
Un beso
BEE, are you hovering over a flower right now? Es la primera vez que escribo sobre un tema gauchesco, es todo un desafío para mí por no ser argentino. Suerte que te haya gustado. Mirá que se viene un encuentro de blogueros de capital y sus alrededores, ¡eh! Hope to see you soon in the flesh, my dearest friend.
ResponderEliminar40AÑERA: Gracias por tus palabras acerca del relato... y sí, hay varias patologías, no sólo de carácter hormonal, que se destacan por un brillo atípico en los ojos, ¡pero has convertido mi entrada en un consultorio, jeje, sólo falta que entre Emilia a dar su parecer.
Besos.
Oi, Humberto.
ResponderEliminarÉ um texto forte e com sabor de dor.
Às vezes fica um pouco difícil entender com clareza o texto, isso para mim, que entendo pouco o espanhol, mas vou me arriscando na interpretação.:)
Beijos.
LITA: Acredito que você entendeu tudo direitinho, minha querida, visto que, exceto algumas palavras muito camponesas daqui, o sentido geral é claríssimo.
ResponderEliminarBeijos.
En mi opinión se ha perdido la esencia de lo natural, ahora estamos demasiado medicados y medicalizados. Antigüamente las mujeres parían en casa asístidas por la comadrona, y el estar enfermo se veía como algo muy normal y muy natural. Ahora parece ser que hay que consumir una pastilla para cada tipo de dolor o molestia, lograr que la gente viva hasta más allá de los cien años, y se ha desarrollado toda una cultura que tiende a negar el dolor y a hacer que tratemos de evitarlo a toda costa. No tiene ningún sentido. Interesante texto humberto, me ha hecho reflexionar.
ResponderEliminarSaludos.
Estudien un poco de Antropología y este relato no les sorprenderá tanto. Estamos demasiado mediatizados por los convencionalimos socisles, que no son los mismos en todas las sociedades.
ResponderEliminarEs un plcer leerte.
Saludos, Humberto.
En los micro-relatos brillas especialmente, en ocasiones con un toque de surrealismo en verdad mágico.
ResponderEliminarSaludos, y un abrazo.
Un micro profundo..donde hay evolución entre generaciones..pero indiscutiblemente la amistad no cambia al paso del tiempo..sigue aferrada a su esencia..
ResponderEliminarUn gusto leerte
Un abrazo colombiano
Muy bien narrado, creas un ambiente muy real con este micro y el final estremecedor.
ResponderEliminarUn abrazo
Muy bien narrado, creas un ambiente muy real con este micro y el final estremecedor.
ResponderEliminarUn abrazo
A mí me ha encantado.
ResponderEliminarY vaya, me imagino al pobre nene llegando al mundo de semejante manera, y con tamaña traición, que seguramente llevará a cuestas toda la vida, sin ser culpable absolutamente de nada!
Ufff!
Un abrazote!
;)
Tiene mucha fuerza la trama de este micro, llevada desde el principio hasta el final con la precisión de un relojero suizo.
ResponderEliminarMuy bueno, Humberto.
Besos.
Tiene mucha fuerza la trama de este micro, llevada desde el principio hasta el final con la precisión de un relojero suizo.
ResponderEliminarMuy bueno, Humberto.
Besos.
Genial Humberto! los ojos.. como nos delatan.. Un beso grande!
ResponderEliminarLa traición develada por el tinte de la mirada. Buenisimo Dib!
ResponderEliminarMe sorprendes Humberto, en un relato tan breve la cantidad de comentarios que podemos llegar a hacer. Y todo gracias a tu talento puesto que introduces una cantidad de matices que a veces leo varias veces tus entradas para encontrar algún secreto.
ResponderEliminarDesde que el hombre es hombre las infidelidades van parejas a nuestra existencia. Antes, ahora y en el futuro.
Igual que el dolor dulce y brutal que dá la vida a un nuevo ser. Antes no habian medios y todo era de forma natural y hoy en nuestros días el mejor parto es el natural.
Avanzamos pero en lo fundamental somos los mismos. Un besazo Humberto!
Bien ambientado, buen cuento...¿pero, qué hay distinto a las evidencias de las ciudades cuando los ojos del niño dicen la verdad?http://enfugayremolino.blogspot.com/
ResponderEliminarsabes, me recuerda,mucho, a los compadritos,descripto por Borge-el que vivia en la "luna"-y las peleas,frente a bares,sucios,llenos de miserables parroquianos...disparaste la imaginacion,propia, mucha gracias por compartir y estar!
ResponderEliminarun abrazo enorme y no te impresiones mas! soy la mujer bionica!
besos
lidia-la escriba
http://www.deloquenosehabla.blogspot.com
La gente del campo, que fortaleza tan tremenda tienen, resisten todas las inclemencias, las del tiempo y las de la vida que hace que su mirada sea especial, se ayudan en lo que pueden sin pedir nada a cambio, que envidia me dan.
ResponderEliminarQue decirte corto relaro y profundo, me encantó.
Besines
Y es que hay miradas que matan y en este caso delatan…Demasiada confianza había aquí y entre verdaderos amigos eso no se hace y si se hace se apechuga antes del desenlace.
ResponderEliminarGENIAL este micro relato. Me encanta. Un beso grande.
Boa tarde!
ResponderEliminarSe puder e tiver um tempo, passe lá no meu blog. Se gostar, me siga. Será um prazer ter sua visita e ver lá seus coments. Eu gostei tanto do seu cantinho aqui que já estou dentro, te seguindo!
Muitas felicidades, hoje e sempre.
Mega abraço iluminado.
João.
Humberto tu post tiene la medida exacta, para pintar de cuerpo entero a dos paisanos... compadres por añadidura. ¡Perfecto!
ResponderEliminarUn abrazo grande
Perfecto, redondo... y escueto. Has pintado en dos líneas una historia enorme... Alguien hubiese podido escribir con esto Fortuna y Jacinta o Cien años de Soledad...
ResponderEliminarDe lo mejor que te he leído.
Un besote
hahaa hermoso <3 *-*
ResponderEliminartu libro es una genialidad....cada relato crea una atmòsfera de intriga.
ResponderEliminarun abrazo
fus
Hola Humberto, muy buen cuento telurico. Pero... Ramon es el verdadero padre???????????? D:
ResponderEliminarBesos.
Humberto,me sorprendes con tus microrelatos.Este es buenísimo y me tuviste enganchada hasta el final.
ResponderEliminarBesos y felicitaciones.
Es lo que suele suceder cuando el límite de la confianza y el de la intimidad entre cuatro se traspasa, que vienen las sorpresas luego.
ResponderEliminarSegún entiendo, los personajes son personas de "sangre caliente", viscerales. Suelen ser impulsivos en la pasión también. Entre ellos, una traición suele significar la muerte.
ResponderEliminarSeguramente, el chiquillo, aún inocente, no lo pasaría nada bien, si el caso hubiera sido real.
El texto desprende un regusto a formas de sentir específicas de ciertas gentes en ciertas épocas...está muy bien conseguido. Lo imaginamos según vamos leyendo. Un cordial saludo.
Mmmmmm , no sería el parto de mi cachorro rojo Roky ( hijo é tigre el Caniche Toy).
ResponderEliminarSaludito
Cris//mujeresdesincuentay
Humberto me sorprendes con sus escritos cuanta verdad hay.
ResponderEliminarUn cordial saludo desde…
Abstracción textos y Reflexión.
Hola Humberto.
ResponderEliminarHa sido un gustazo leer tu fantastico libro "Anotaciones del destino". Me lo lleve de viaje y ha sido mi lectura durante el trayecto en avion.
Lo recomiendo y te auguro un gran exito.
Un abrazo fuerte.
Ricard
Me recordaste un dicho mexicano que dice: ¨Compadre que no le llega a la comadre, no es un buen compadre¨, así que me imagino que si el crío delató a su padre quiere decir que el padre era el compadre jeje.
ResponderEliminarSaludos.
La confianza de años de campo los hermanaba. Ja! Se les mezclaron las cartas.
ResponderEliminar"y en el fulgor de sus ojos, el crio delató a su padre".....alta traición.
Las fuentes de inspiración no las debemos descartar pese a que apesten.
Abrazo!!!!!!
MUY BUENO!!
ResponderEliminarSALUDOS...
Mala suerte de ese pequeño de salir como su padre, mejor le hubiera valido parecerse a su mamá porque si bien hubo traición, un niño no merece ser la propia causa de quedarse huérfano (en caso de que así haya sido).
ResponderEliminarSaludos
Muy buen texto, excelentemente narrado, cortito...como una puñalada.
ResponderEliminarDifícil será la vida de ese niño, con semejante historia sobre sus espaldas.
Un beso
Compadre, comadre, qué lío, creo que se trata siempre de lazos de bautismo, padrinos, madrinas, nunca entiendo bien qué. Parece que allí los lazos iban más allá de las aguas benditas, je, je. Tentaciones mezcladas con ignorancia, ojos que delatan, esa cosa irracional de los humanos y de las pasiones que terminan en sangre. Muy breve y sugerido, muy redondito y trágico. Costumbrista pero no como un retrato de costumbres sino dentro de una historia muy bien pensada ¡y cerrada!
ResponderEliminarUma história da vida real contada de forma "caliente", muito emotiva.
ResponderEliminarEu gosto da sua forma de escrever...
Um beijo enorme.
Hola Humberto, siento esta entrada tan de nuestros pagos argentinos.
ResponderEliminarUn abrazo.
buenísimo, Humberto! un placer!
ResponderEliminarbuenísimo, Humberto! un placer!
ResponderEliminarMuy bueno Humberto, te felicito!
ResponderEliminarCariños!
=) HUMO
UHH relato muy bueno pero muy fuerte. .
ResponderEliminarBesos
Sabía que había encontrado a un escritor muy especial, y no me he equivocado...un abrazo de azpeitia
ResponderEliminarMe sorprendes Humberto, en un relato tan breve la cantidad de comentarios que podemos llegar a hacer. Y todo gracias a tu talento puesto que introduces una cantidad de matices que a veces leo varias veces tus entradas para encontrar algún secreto.
ResponderEliminarDesde que el hombre es hombre las infidelidades van parejas a nuestra existencia. Antes, ahora y en el futuro.
Igual que el dolor dulce y brutal que dá la vida a un nuevo ser. Antes no habian medios y todo era de forma natural y hoy en nuestros días el mejor parto es el natural.
Avanzamos pero en lo fundamental somos los mismos. Un besazo Humberto!
Este comentario no es repetido, es que ahora me dí cuenta que cuando la cuenta de gmail esta abierta de mi marido pues cuando doy a publicar se graba con su cuenta, jajajaja, y queda un poco mal que JOSE DAVID te envie un besazoooo y que hable del dolor del parto como si él hubiera parido,jajaja.
Un requetebesazoooo. Amelia.
pd: sigo sin tener tu libro, ya he leido que Ricard lo ha leido, en fín sigo esperando...
cuento de vida compartida, de vida promiscua, muy bueno, eficaz en pocas lineas.
ResponderEliminarun saludo
Blas
Hola Humberto, tus prosas siempre me hacen pensar, no siempre las comento pero te aseguro que las sigo... Me encantan, por eso, siempre por sus mensajes. Igualmente feliz semana para ti.
ResponderEliminarMe gusta mucho la frase: "Una confianza de años de campo." No hay nada como la vida de campo para hermanar.
ResponderEliminarUn beso
Hay que mantener siempre un poco de verguenza y de intimidad, si no el resultado tienes que narrarlo magistralmente, pero dramatico.
ResponderEliminarExcelente microrelato. xxx
ResponderEliminarComo siemrpe un último giro inesperado que da empque a un buen micro-relato
ResponderEliminarGenial. Lo disfruté.
ResponderEliminarPero !qué expanto! Humberto! ¿Cómo consigues estos relatos siempre tan soprendentes? Me provocas una exclamación, o un escalofrio en mi piel!!
ResponderEliminar!Socoorroooo!!
Bueno, lo de expanto lo digo porque siempre me impactas, que quede claro.
ResponderEliminarBesos,
La fluidez de Humberto, en todas sus oibras, es un prisma literario único e inalcanzable, no he visto nada igual, todo un descubrimiento.
ResponderEliminarFelicidades, maestro.
Un desenlace rápido para una tragedia que llevaba meses fraguándose.Rápido y eficaz el relato.Muchas preguntas en el aire.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola amigo,mi casa es tu casa y está siempre abierta, un lujazo leer tus palabras, puro arte... buena tarde, gracias, besos encasillados...
ResponderEliminarHumberto, además de devolverte tu visita, qué microrelato tan estupendamente relatado, y el dibujo es potente y lo acompaña a la perfección.
ResponderEliminarUn abrazo y nos seguimos leyendo.
Plop. No me esperaba el final, jaja. Buenísimo! Te felicito.
ResponderEliminarCreo que alguna vez nos hemos cruzado por ahí, en la blogosfera y hoy quise pasar a saludar.
Beso con malbec, desde Mendoza.
Una historia muy verdadera, gracias que al final quedó todo en alegría
ResponderEliminaral ver al nacido. Gracias por pasar por mi blog y seguirme. Un abrazo.
Perdón, Amelia, ¿qué texto leíste?
ResponderEliminarTodo bien??? Aullidos, rojo me da a que todo terminó MUY mal..
Humberto, un texto escrito como si hubieras nacido en argentina y en el campo, me sorprende que uses nuestro idioma con esa soltura. Felicitaciones.
Un besote. Caro
Ahh, bueno, Carolina. Pensé que yo había entendido cualquier cosa, jaja. Veo que no. Soy algo despistada pero no pa'tanto che.
ResponderEliminarCorto y bien relatado.
ResponderEliminarDicen en el campo que el caballo y la prienda no se le presta a nadie.
ResponderEliminarNi siquiera al compadre. Lindo revoltijo habrá armado el gurí con su llegada ... y esos ojazos.
Un final impactante para un corto impecable. Felicidades :-)
ResponderEliminarVengo del blog de Primavera.
¿No me digas que te inspiraste en la Viale y nuestro Gonzalo Valenzuela?,jaja...No es tan mal actor, pero vamos que la Juanita es una caradura...Espero que todo no termine tan mal como tu relato.
ResponderEliminarUn abrazo.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminar¡Jo! Que bueno, cuentas mucho en pocas lineas.¡Cómo hablan los ojos!
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola!!!
ResponderEliminarQuien pueda presenciar una parto, ya jamás será igual, aunque vengan fuertes vientos no lo harán caer….
Buena semana y un abrazo de oso.
Exquisito texto, certero y degustable por cierto.
ResponderEliminarBacano blog.
Saludos :)
Hola Humbertido Dib, muchas gracias por pasarte por mi blog. Me quedo también por el tuyo :)
ResponderEliminarbonito cuentulis Berto, escueta comparación de unos compadres hermanados más allá del compadrazco y sino no es así pues habría que traducir ese grito en la mirada del ne ne
ResponderEliminares todo. besos de Naty
Hola Humberto. Empecé a leer los comentarios, pero cuando llegué a uno de ellos no quise seguir sin antes comentar yo. Después leo los otros...
ResponderEliminarY que es bien cierto que una mirada, unos ojos, bien leídos por quien los entienda, dicen más que todas las ediciones de la enciclopedia Espasa (por mencionar alguna) o las Larousse (que tanto me recuerdan mi infancia en Bs.As.) juntas. Aullidos y rojo..., otra imagen de tamaño no menor a una galaxia...
Siempre algo se esconde en las sombras y somos de tal materia que aún sabiéndolo muchísimas veces nos negamos a verlo; preferimos la oscuridad y la ignorancia.
Magnífico relato.
Un abrazo!!
(y ahora sí leeré el resto de los comentarios)
Jajaja parece un relato de Alatriste, a mi me gusta mucho las historias de aquel, pero bueno. También suena bastante local ¿No? Nuestras historias siempre son más interesantes y novelescas, por ende venden más y muchas señoras van a estar contentas.
ResponderEliminarSaludos,
Hola Humberto.
ResponderEliminarGracias por tu visita.
Te sigo y espero que sigamos compartiendo muchas más escritos.
La vida es larga y la pasión por escribir seguirá, en el camino nos reencontraremos.
Un abrazo.
Hi, Humberto,
ResponderEliminarI am glad that you find my blog and that you like it. You have a very interesting blog, too.
See you soon!
Regards from Cioran’s country
That's amazing, Ariel, you've popped in just when I posted a Cioran's sentence as one of my firm favourites. I don't believe in coincidence, do you?
ResponderEliminarCheers!
HD
Soy la seguidora 1331! Vengo cola, jaja. No serán muchos? My God! Besos milongueros.
ResponderEliminarHola Humberto. Me gustó tu microrelato, tiene bastante sustancia, vaya que si!!
ResponderEliminarCreo que ahí no hay compadres, más bien hay traición y en medio un niño con unos ojos que delatan esa traición.
Feliz semana, saludos
Pero aunque no lo creamos muchas mujeres empieza a pensar en lo natural aunque despues cuando les viene los dolores de parto estan pidiendiendo epidural, parto sin dolor..a veces son tantas horas que es imposible sopotar tanto sufrimiento, por supuesto las abuelas bisabuelas asi lo hicieron pero eran otros tiempos.
ResponderEliminarPrimavera
Hay miradas que vaticinan y luego matan. Impactante.
ResponderEliminarUn abrazo.
Espléndido cuadro trazado entre compadres, donde con una brevedad inimaginable has creado toda una trama perfecta y sugerente.
ResponderEliminarMi felicitación por esa capacidad de síntesis narrativa.
Un abrazo, Humberto.
¡Se me ponen los pelos de punta!
ResponderEliminarLeerte es disfrutarte
ResponderEliminarEl gran drama criollo que presentás, se vive como lector. Has captado con tus palabras la esencia de la escena.
ResponderEliminarUn abrazo, Humberto
"Después todo fue aullidos y rojo."
ResponderEliminarEl dolor de la traición lo inunda todo y el mundo se vuelve rojo, es tal cual, y uno nunca está preparado y tal vez hubiera preferido nunca saber...
Nada, reflexiones.
beso
madre mía la que se tuvo que liar!!
ResponderEliminarno quiero imaginarme...
Un beso desde mi Mediterráneo!!
Increible... te inspiraste en la protagonista de "La malparida"? te salió más que tremendo Humberto :D
ResponderEliminarEn tu micro como en la realidad hay cosas q si se prestan :S
Eva.
P/D: yo si presto mis libros, marido no ;)
Estremecedor final, muy bien narrada esta infidelidad.
ResponderEliminarSaludos.
Los tiempos en que se nacia en casa, mi padre hiva ha avisar ha la comadrona: calentava agua, y nos decia ha los niños que no salieramos de la avitación hasta que el nos lo digera.
ResponderEliminarcon las orejas pegadas ha la puerta ohiamos el hir y venir, y el llanto del nuevo hermanito,estabamos nerviosos, y rodeavamos la cama donde estava nuestra madre que nos mostrabanuestyro hermano-a(sentiamos mucho juvilo) un abrazo humberto gracias por tus palabras que no merezco
Muy bueno Humberto, tus historias son brillantes!
ResponderEliminarAhora, amigo Humberto, son ya muy pocos los que vienen a este mundo entre algodones o de otra forma. No se ahí, pero aquí en España la natalidad ha descendido enormemente.
ResponderEliminarSaludos cordiales
Simplemente buenísimo!
ResponderEliminarQué cosas! ¿No? Los secretos no guardan mucho tiempo escondidos y de éstos, los menos. Muy buen corto!
ResponderEliminarBesos
Los ojos todo lo delatan...La brevedad de este texto y la historia que encierra hace que escuchemos hasta el llanto del niño, y no está escrito.
ResponderEliminar¡Vaya con los compadres! Un micro fantástico, que te atrapa y con un final impecable. Los ojos son el espejo del alma, dicen que delatores, aunque no sea en el sentido poético, jeje.
ResponderEliminarEs la primera vez que te leo, pero no será la última. Con tu permiso coloco un enlace en mi blog de cuentos.
Un abrazo,
Margarita
Hola Humberto.."delató a su propio padre", que hubo por ahí...traición?.
ResponderEliminarBeunísimo microrelato!!.
Besos
Con pocas palabras, el mensaje ha sido contundente. Todo muy bien expresado, con imágenes traducidas a un excelente lenguaje escrito, con suma plasticidad.
ResponderEliminarFelicidades, Humberto, por su talento. Reciba un cordial saludo desde Andalucía.
El bebé que nació no era del comprade de Ramón... era del hombre con los ojos brillantes. Eres muy ingenioso. jjja.
ResponderEliminarQué quieres decir con la última frase? "fue aullidos y rojo"?
un abrazo
Mi querida Esi, queda a criterio del lector, a mí el rojo me lleva directo a una idea muy específica, mientras que los aullidos a otra, pero decirlo es como revelar un truco de la propia voz del mago.
ResponderEliminarUn beso.
HD
¡¡Pues si!! tan cercanos eran que hasta el padre podrìa ser...el compadre.
ResponderEliminarMis cordiales saludos
Creo que hoy, llegué un poco tarde, para comentar este relato, pues ya hay otro nuevo y también buen relato, al igual que este. Por lo que veo, Humberto, tus recursos parecen no hallar límites. Me alegro por ello.
ResponderEliminarUn abrazo.
Mete miedo al pobre chaval, ni que hubiese besado al PAPA. Un saludo.
ResponderEliminar...como que quedo todo "en familia"
ResponderEliminarun abrazo
¡Muy bueno! Suele ocurrir. . .Un abrazo, Humberto.
ResponderEliminarQue intenso!! la verdad, es que la escena la veo en mi cabeza y me parece tensa!!
ResponderEliminar