En el condado de Losden estaba terminantemente prohibido reírse, incluso una tenue sonrisa era considerada una falta muy grave que debía ser castigada con todo el rigor de la ley. Los habitantes de esta comarca expresaban su alegría mediante cortas inclinaciones o juntando las manos frente al objeto de su satisfacción. Todavía se les permitía que sus ojos se iluminasen con un color más vivo cuando el motivo era un acontecimiento extremo -y ocasional- de regocijo. Nada más. Cualquier otra expresión de felicidad podía ser castigada con severidad extrema.
Juan se había cepillado los dientes esa mañana, pero como aún no había despuntado del todo el sol y en su chabola apenas se sospechaban los objetos sobre un fondo de penumbra, salió a la puerta con un trozo de espejo para constatar que su tarea había sido realizada adecuadamente.
Ahora yace debajo de media tonelada de piedras, nadie entendió cómo se atrevió a cometer semejante delito, pero al ver la dentadura de Juan, ninguno de los que por allí pasaban dudó en hacer justicia por sus propias manos.
Ahora yace debajo de media tonelada de piedras, nadie entendió cómo se atrevió a cometer semejante delito, pero al ver la dentadura de Juan, ninguno de los que por allí pasaban dudó en hacer justicia por sus propias manos.
Estimados amigos:
ResponderEliminarMuchas gracias por los comentarios para “Las manos…”.
Para responder a ciertas reticencias que me han planteado, quiero que sepan que todas y cada una de sus opiniones significa mucho para mí, aún la centésima quincuagésima la leo con el mismo interés que la primera. Y no espero que todas sean buenas, apenas espero que sean.
Buena semana para todos.
Humberto.
Espero no ofender a nadie,pero esto me suena a intransigencia religiosa.
ResponderEliminarRealmente radicales los habitantes de Losden (curioso nombre)
Salud.
¡Rayos! pedazo de entrada que te has fabricado, me gustó sobre todo lo no escrito.
ResponderEliminarAbrazo
¡Oh! Es una entrada genial, de verdad.
ResponderEliminarCoincido con joplin en lo de los habitantes radicales. Menudo pueblecito.
Menudo pueblo de psicópatas.
ResponderEliminarEn fin. He aquí la necesidad de un orden.
Inquietante...
ResponderEliminarLa posibilidad de tan siquiera pensar en tener los sentimientos coartados...me produce escalofríos.
Tu texto es muy bueno, gracias.
Un abrazo
Inquietante y escalofriante relato nos muestras estimado amigo, parece mentira que en los tiempos que vivimos existan leyes tan drasticas, un fuerte abrazo desde Reinosa Dib.
ResponderEliminarMaestría y una excelente ejecución, la de tu relato. Sorprendente, gracias Humberto.
ResponderEliminarUn abrazo.
Aloe.
Bueno, algo es seguro... Yo no podría vivir en Losden...
ResponderEliminarMuy buen relato... Para describir un extraño y lugubre lugar y una horrible e intransigente población...
Besote Dib, muy bueno
Bravo.
ResponderEliminarBuen relato que esconde con gran agudeza e ironía el rechazo a la intolerancia, a la VERDAD ÚNICA, que algunos desde su fanatismo defienden, y que aquí queda reflejado que no existe, y siempre puede haber un margen para el error.
ResponderEliminarMagistral ejemplo narrativo.
Saludos, y un abrazo.
Un relato algo escalofriante, es triste el no poder sonreír que es lo mas bonito que una persona puede hacer, a veces una sonrisa alimenta el alma de una persona , reír es signo de estar bien, y parece ser que ahí nadie debía de estarlo, vaya yo que siempre tengo una sonrisa en mi boca este alegre o no , aunque eh de decirte que me gusto tu relato.. un beso Ar@bia
ResponderEliminarAupa Humberto!
ResponderEliminarno es tan descabellado esto eh? en mi tierra estaba prohibido utilizar el idioma. El castigo debía ser ejemplar e incluso Pío Baroja llamó a la desaparición del euskera.
El fascismo, más que el fanatismo, es lo que lleva a estas cosas nefastas para la sociedad.
Así que considero que Juan hizo lo que todos deberían hacer, echarle un par de huevos...
Un abrazo!!!!
La gente de ese pueblo me cae mal, muy y yo me río en su cara :D
ResponderEliminarBesos
Me ha sorprendido esta entrada, realmente inquientante. Me quedo con una sensación de escalofrío...
ResponderEliminarSaludos
que buena historia resuelta en tan pocas líneas genial
ResponderEliminarIMPORTANTE
ResponderEliminarMuchas gracias por los comentarios recibidos, mis queridos amigos, pero quiero pedir disculpas si alguno recibe un correo duplicado, pero mi cuenta enloqueció y mando 2 o 3 veces el mismo mail.
Humberto.
Me parece una pasada Dios, que aún existan estaaaass leyes.
ResponderEliminarMadre mía.
Saludos
Da miedo entender una sociedad donde los sentimientos no puedan ser expuestos con libertad....un saludo
ResponderEliminarhola Humberto.
ResponderEliminarMagnifica entrada, a mi ya me hubieran matado por mis carcajadas.
recibe un fuerte abrazo
En esta sociedad y tiempos que vivimos, serían necesarias leyes como esas, y deberian estar prohibido las risas y por supuesto ser felices, mientras una tercera, cuarta o las partes que fueren, pasan calamidades y desgracias...un saludo
ResponderEliminarEXCELENTE!!! Humberto, en cada entrada nos sorprendes, los temas son variados, el clima es diferente, pero la manera de relatar es ÚNICA, un estilo que te define. Cuánto va a faltar para que des esa pequeño gran paso y te conozcan a mayor escala??
ResponderEliminarSoy tu admiradora, pero no soy ciega, sé lo que es bueno.
Un besote. Sabri.
Tal vez aquí, hoy por hoy, no exista la prohibición de sonreír, pero hubo una época en que pensar diferente era castigado de la misma manera...
ResponderEliminarMuy buen texto!
Saludos
Maribe
Muy buen micro!! Pobre e inocente Juan, detrás de la sonrisa -oh, menos mal que no vivon en Losden- que me causó el final, también me dejó pensando...
ResponderEliminarSaludos
J&R
Humberto,mi felicitación por tu capacidad de síntesis.El ser humano es dualidad y se deja llevar siempre por la primera impresión,que suele engañar la vista,pero no el corazón.
ResponderEliminarBuen relato con latente crítica.
Mi felicitación y mi abrazo grande,amigo.
M.Jesús
dos palabras IM PRESIONANTE!!
ResponderEliminarFelicitaciones
Me gustó mucho, ahora podemos sonreír, pero nos tiramos piedras por otras cosas, quién sabe hasta donde podríamos llegar...
ResponderEliminarCon una gran sonrisa, te envío un abrazo
Me sorprenden algunos comentarios que literalizan tanto que jamás irían de vacaciones a Losden.
ResponderEliminarPareceria que algunas parábolas, ironías, eufemismos, paralelismos o metáforas también están prohibidas. Losden se me ocurre ahora un buen lugar para que habiten Losdentistas. Potente, Humberto. Abrazo.
Guauuuu my dear! Este post es IMPECABLE. De principio a fin. Tocaste un tema que me interesó desde que leí "El nombre de la rosa" Es peligrosa la sonrisa ¿no?
ResponderEliminarUna sonrisa, una profunda mirada, el cabello largo d elas damas... Cuanto miedo que se tenía y aún se tiene en ciertas "esferas" Cuanto temor ante los estragos que puede lograr una buena sonrisa... Me inclino ante sus manos de orfebre Mr. Dib! El día laboral venía medio contrariado y me ha cambiado el humor. Kisses for you my dear!
A tus plantas rendido un león, querido Dib, la maestría de los relatos tuyos está en TODO lo que no se dice, elipsis se llama?
ResponderEliminarUna pequeña obra maestra, una muestra de genialidad.
Chapeau!!!
Lu
Menos mal que todavía permiten el brillo de los ojos, yo no sé como controlarlo jeje, perdón, no quería....aaaaaaaahhhhhh
ResponderEliminarMaravilloso, cuidado...bien escrito Humberto, me encantó.
ResponderEliminarUn besiño.
Hola Humberto,entonces: acavamos con estas leyes,ho las leyes acavan con nosotros.
ResponderEliminarClaro que estas idologias, no estan faltas de fanatismo religioso que degrina al hombre;haciendo glorioso al angel caido, con avito de monge un abrazo
La osadía a veces se paga muy cara. Buen relato. Mis felicitaciones
ResponderEliminarUNA COPIA SUTIL PERO PROFUNDA DE LAS NARRACIONES DE KHALIL GIBRAN PERO BUENO POR LO MENOS HICISTE UN EJERCICIO MENTAL INTENSO PARA ESTA OCASION YA ERA HORA ASI SEA UNA EMULACION
ResponderEliminarHumberto, hombre, esta vez te has superado a ti mismo, me pregunto cual sea tu límite tío.
ResponderEliminarUna parábola mágica y dura, escrita con las manos de un verdadero maestro.
Abrazos desde Madrid
Pedro
...duro relato, Humberto. Interesante entrada. Saludos y buen día.
ResponderEliminarRamón
Oi, Humberto.
ResponderEliminarQue coisa terrível!
Bjos.
Un escritor profesional, un docente de las letras, y éste el mejor blog de microrrelatos la net, lejos!!
ResponderEliminarsevero grupete de locos existen en ese pueblo tío :s
ResponderEliminar¡¡Buaaaaa, me he perdido!!
ResponderEliminarBesitos
¡Qué buen y terrorífico microrrelato!
ResponderEliminarNarrado con maestría, toda una creación.
Menos mal que tal ley es pura fantasía.
Un saludo.
guauuu...Sorprendente tu relato!
ResponderEliminarEn tan pocas palabras todo un mundo de fanatismos e intoleracias mostrado como sátira, pero realmente cruel y existente en muchos aspectos de la vida.
Maravillosa, Humberto, tu entrada!
Saludos!
tío, amigo, causa, hermano,... :)
ResponderEliminarcualquier cosa es posible ;D!
Que horror un no poder reir... que horror, repito, es una de mis actividades preferidas...
ResponderEliminarLas palabras justas, nada de más ni de menos... un acierto.
Un besote
Pues no sabian lo que se perdían, el no poderse reir.
ResponderEliminarLa risa es el yoga de la boca y además es gratis.
Besos y risas, Montserrat
No saben lo que se estaba prdiendo...
ResponderEliminarEl poder de una sonrisa o alegria es extraordinario como por ejemplo:
♥Te alarga la vida.
♥Te ayuda a tener un humor positivo.
♥Te aleja a las mas cobardes de todas las tentaciones el desaliento.
♥Refleja paz interior, dulzura.
♥prevenir las enfermedades cardiovasculares, calmar los dolores físicos, regular el sistema nervioso y aliviar el stres, etc.
Creo si hubieran conocido estos beneficios sonrientes este disdichado pueblito, no se hubieran atrevido a semejante estupidez.
Hasta luego amigo HUMBERTO.
HO1a. Es increíble...¡vaya relatos singulares que escribes!..bueno...¡ójala fueran relatos completos!...aunque este, la verdad es que está condensadísimo, dice mucho en pocos renglones.
ResponderEliminarEs como una fábula..tiene mensaje final y este, en particular, muy interesante.
Nos muestras(aparte de unas normas inauditas)...una reacción impulsiva, mecánica; una reacción debida a la falta de razonamiento, de dar tiempo al tiempo, de diálogo...y claro, el error como consecuencia final. No se debe dar nada por hecho, por sentado. En esta vida, todo es relativo. ¿O hay seguridad absoluta de algo?.
Un saludo.
EN ESE SITIO NO PODRIAN VIVIR LOS COMEDIANTES
ResponderEliminarCaramba, con todo lo que enseño yo la dentadura!
ResponderEliminar;)
Un besote!
Muy bueno el relato.
Primero, gracias por pasar por mi blog y me intereso tu propuesta el hecho de que hallas puesto "Si tienes ganas (solo si tiene ganas)" me dijo que tenia que pasar por este lugar
ResponderEliminarSegundo con respecto a este texto, lo que mas me llama la atencion es como las personas que comentan les parece algo extremo lo de este pueblo cuando en la vida real pasan cosas similiares en otros aspectos de la vida y nadie dice nada. En este caso esta algo llevado al extremo, o no...
PD: voy a seguir leyendo, estoy seguro que por aca voy a encontrar algo de inspiracion y paz :).
Interesante y duro relato, Humberto.
ResponderEliminarLosden caen a pedradas, hay que tener cuidado con su severidad.
Un saludo,
Andri
¡Muy Bueno! Distinto, ameno, ejemplar.
ResponderEliminar¡Muy Bueno, Humberto! Distinto, ejemplar, ameno. Me gustó.
ResponderEliminarMuchas veces la realidad supera la ficción , a cuantos les cuesta reír sin que nadie se los prohiba.
ResponderEliminarSaludito
Cris//mujeresdesincuentay
:O muy buenoo, como siempre
ResponderEliminarfijate que aqui es una historia como ficticia, algo asi cierto´? como una forma de hacer una analogia tal vez, una metafora, algo asi....
en mi clase de fisica es una realidad jajaja... una vez estabamos sonriendo un amigo y yo y el profe casi nos corrio de la clase
la injusticia se vive todos los dias y en todos los lugares :/
Admirado Humberto, creo que se me ha ocurrido una idea y me gustaría compartirla contigo a ver si de pronto con ella podemos ayudar un poco a los habitantes de Losden. Que te parece si enviamos unas cuantas hienas a que rodeen la ciudad y se rian día y noche como bien lo saben hacer, de pronto podrán acostumbrarse sus habitantes de tanto escucharlas.... no es una gran idea , pero algo puede aportar ¿ no crees mi respetado amigo?
ResponderEliminarExcelente entrada, cada ´vez mas genial.
¡ saludos!
Censura, intolerancia, un pueblo que acata leyes inútiles y ridículas, errores fatales, mano dura, apadreada fácil,etc,etc. Estos son LOSDENuestrapatria Humberto? Me pareció genial! Un beso
ResponderEliminarCreo que con este relato nos sentiremos identificados muchos de los que vivimos los regímenes totalitarios de los años 70. Sinceramente sólo faltaba que te prohibieran reir.
ResponderEliminarBuena metáfora de un tiempo de horror de buena parte de América latina. Un abrazo Humberto.
Coincido con joplin, he conocido zonas donde las sonrisas son tan escasas que pareceria que estan grabadas como delito, pero no se debe a una legislatura, sino a las constantes represiones ideologicas que casi los han convertido en robots.
ResponderEliminarUn abrazo Humberto!
Tenés el poder de dejarme siempre con ganas de que alargues tus relatos. ¿no hay una Dibnovela para leer??
ResponderEliminarAbrazo grande!
Me sorprendes... siempre lo haces... no lo espero, nunca espero leer lo que escribes.... por eso! porque nunca se con que saldrás! pero eso es lo que me gusta!
ResponderEliminarLa felicidad y la sonrisa son altamente subversivas.
ResponderEliminarUn abrazo y una sonrisa.
Es increíble como los cuentos y la realidad se parecen.
ResponderEliminarUn microrrelato profundo extrapolable a casi todo. Son muchos los que juzgan sin saber ni entender.
ResponderEliminarSaludos.
Guau.
ResponderEliminarLo más triste es que esto pasa en la vida real, en lugares reales y a personas reales... dónde te lapidan por decir lo que pensas, donde lapidan a una mujer por no cubrirse "adecuadamente" y un largo etcétera.
Una grandísima entrada.
Hola Humberto.
ResponderEliminarMe quito el sombrero ante la calidad de tus breves relatos. Me sorprende comprovar que en tam pocas lineas consigues relatar con precision una historia distinta a cual mas interesante.
Con tu permiso, me gustaria hablar de tu blog a mis amigos y seguidores porque mereces que te lean.
Un abrazo.
Ricard
¡Qué horror y qué injusticia más grande! No soporto las sociedades radicales, son una lacra que solo genera angustia, deseperación e infelicidad!
ResponderEliminarBesos. Muy buena historia!
esta asturiana te da infinitas gracias por emocionar nuestros sentimientos con tus bellisimas, sublimes y profundas letras, un besin muy grande.
ResponderEliminarUn mpueblo de reprimidos y justicieros. En lugares así una mala interpretación de un gesto acaba con uno. Muy curioso.
ResponderEliminarUn abrazo.
Querido Humberto: nos has dado una muestra de tu talento en el microrelato, cortito mas profundo, fuerte y llegante; como el oscurantismo que representa la historia.
ResponderEliminarun saludo
Blas
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminar..A mi lo cierto es que ni fu ni fa,disculpame Humberto..pero ni para risa amigo..esta vuelta paso!!
ResponderEliminarbesos de luz...
y si..los mail entran 3veces!! jajaj
HOLA, NEGRO. UNA METÁFORA DE UN PAÍS, SERÁ ARGENTINA? NO NO CREO, TODAVÍA NO LLEGAMOS A TANTO, PERO EN CUALQUIER MOMENTO NOS VAN A PROHIBIR REIR. ME GUSTÓ MUCHO, ES DE ESOS CUENTOS DUROS Y SERIOS.
ResponderEliminarUN ABRAZO DESDE CÓRDOBA LA DOCTA.
CHRIS
Las leyes son demasiadas veces absurdas y aunque tal vez esto no sea real, hay casos reales mucho más esperpenticos seguro. Como por ejemplo que los banqueros sigan libres y en cambio tengamos que pagarles nosotros con el herario público su problema. ¿Acaso paga a otras empresas que están en peligro los gobiernos para que no caígan? Reflexionen sobre ello, amigos. Indignemonos...
ResponderEliminarJa,ja,ja... Yo ya estaría muerto. He puesto una entrada nueva.
ResponderEliminarUn abrazo, amigo.
Madre mía!! Yo en ese pueblo no duraban encima de las piedras ni dos minutos... ¡Jamás iré a Losden! Yo que no hago otra cosa que reírme no sobreviviría...
ResponderEliminarBesos.
Hola Humberto, los cantos rodados me gustan mucho, pero estos noooo
ResponderEliminar:(
:)
(Menos mal que la historia está solamente en tu mente...) (O no ?)
Ví una vez una película, donde a todos se les negaba expresar sus sentimientos. Era patético observar, como todos iban muriendo porque el amor requiere ser estimulado y expresado.
ResponderEliminarUn abrazo Humberto.
Que pena que no se pueda sonreir en ese pueblo. Con lo bueno que es para el cuerpo y la mente. la relajación que se siente tras unas carcajadas.Ellas son liberadoras de tantas tensiones acumuladas...
ResponderEliminarBueno Humberto, muy buena entrada digna de buen pensador.
MI ABRAZO
Qué miedo me da Losden. ;)
ResponderEliminarBuenisimo tu relato y hermosa la foto con la que nos recibis al llegar a tu blog y la de las piedras que ilustran esta entrada.
Un abrazo.
Y ni siquiera se estaba riendo, ni siquiera, sólo se miraba los dientes.
ResponderEliminarTristeza me entra al leer esto, porque es una imágen cruda de lo q en realidad sucede en este mundo en q vivimos.
Buenas letras.
Saludos y gracias por visitar mi blog y dejar tu huella, te lo agradezco mucho. Feliz día.
Humberto:Pues he constatado que algunos países se ríe menos y en otros de más.
ResponderEliminarEn Alemania, la gran mayoría de las personas son demasiado serias y solemnes.
Cuando he ido para allá y nos juntamos las latinas, la suegra de mi hija y su cuñada (que son alemanas de pies a cabeza)se asombra y dicen: ¡Ya llegaron las cotorras!, ¿cómo pueden reírse tanto y de que se ríen?
Cariños:Doña Ku
Hola Humberto.
ResponderEliminarEspero que te guste mi ultima entrada de mi blog.
Un abrazo.
Ricard
No quiero imaginar un mundo sin sonrisas...
ResponderEliminarMe gustó muchísimo. Siempre escribe pequeñas joyas. Gracias por compartirlas.
Un abrazo y un saco de sonrisas sin estrenar
Qué horrible un lugar donde nadie pueda reír! La risa alimenta al alma! De todas formas, como siempre, muy linda entrada =)
ResponderEliminarNooooooooooo!!!!!!! no lo puedo creeerrrrrrr!!!!!!!!
ResponderEliminar....y como no lo penso!!!!!
un abrazo
Menudo problema habría sido para mi ,bueno en realidad ya no existiría.
ResponderEliminarVengo de lo de Ricard, recomendo leerte y la verdad!vale la pena!!regresaré segurisimo,saludos Uruguayos.
Que terrible entrada...
ResponderEliminarEmpece riendome...después se me borro la sonrisa...y después la retome nuevamente...
En el relato viaje por muchas situaciones vividas, algunas con un tinte parecido no tan arbitrario pero aun así hice memoria y me reí de esos recuerdos...
Un saludo Humberto...
Cada día que puedo me da mas gusto entrar al blog y leer tus entradas...
Un abrazo grande...
Anabel!
¡Tela marinera!Esa censura es del calibre de dar lejía a cuentagotas a una alegría ( planta ) en flor.
ResponderEliminarMe gusta tu estilo claro y conciso a la hora de acercar al lector complejos universos del plano de los contenidos.
Un saludo.
Gran relato que ejemplariza porqué son detestables las masas abyectas que se someten a cumplir reglamentos por muy absurdos que sean para exaltación de su naturaleza servil.
ResponderEliminartremendo texto.
ResponderEliminarOscuro y mordaz, cáustico y cruel.
Los hombres imponenen sus reglas y desterrar la sonrisa sólo podía acabar así... tan terriblemente.
Un beso y un placer, Humberto.
Bien! La regla de oro en una sociedad para evitar que alguien se tome la justicia por su mano, es que la justicia sea justa en todo momento, rápida en lo posible y que no consienta leyes arbitrarias como esta que prohibe las sonrisas, o en la realidad, leyes como la ley sinde, que censurará internet y cerrará páginas como esta sin orden judicial. Tenemos que luchar en España contra PP y PSOE, que se han puesto de acuerdo para borrarnos la sonrisa de la cara.
ResponderEliminarA veces nos impones leyes ridículas, que ni ellos mismos cumplen, lo triste es que como si de corderitos nos tratasemos a nosotros mismos , seguimos al pie de la letra las direztrices que nos marcan.
ResponderEliminarMe ha encantado. Hay mujeres mulsumanas que no pueden mostrar su sonrisa.
Impresionante relato!! :O
ResponderEliminarMuy bien escrito y una idea muy original. ¿Qué más se puede pedir?
ResponderEliminarLapidar la risa, la sonrisa, en definitiva, la felicidad.
Terrible
Un abrazo, Humberto.
Buen día Humberto :)
ResponderEliminarTodos debemos participar como ciudadanos, está prohibido prohibir!
Saludos.
Tristemente drastica pero muy valiosa la manera en que Juan
ResponderEliminarquiebra el rigor de esa loca ley.
Ahora si muestra su sonrisa debajo
de media tonelada de piedras.
Esplendido relato Humberto..
Cariños Emy.
¡Por favor! Phohibir las sonrisas es como prohibir la vida. De hecho, es así, pues la felicidad alarga la vida y ese gesto es una consecuencia de alegría.
ResponderEliminarTodos los "Juan", bueno, lo cierto es que estoy pensando en uno concretamente, son tristes. Este me ha sorrendido por querer ser feliz.
Carpe diem!
"La Justicia emana del pueblo", pero en el condado de Losden no sólo esto es así, sino que, además el pueblo es el encargado de distribuirla. Esta es la consecuencia de una ley absurda,un prejuicio popular y una carencia de proceso. Lamentable esta ficción en algunos sitios, no dista mucho de la realidad.
ResponderEliminarGracias Humberto por tu comentario en mi última entrada.
Saludos.
Olá Humberto em resposta a este comentário feito em meu blog:
ResponderEliminarTudo bem você deixar uma mensagem de convite em dezenas de blogues, mas poderia ter mudado um tiquinho o modelo, o cópia e cola é tão impessoal, tão frio que parece mesmo uma propaganda procurando seguidores.
Não foi legal, sem dúvidas.
Humberto
Lhe digo:
Primeiramente obrigado por expor sua opinião em meu blog.
A mensagem para os blogs ela depende do momento, por exemplo estou fechando parcerias com outras pessoas preocupadas com a cultura e por isso teremos uma programação diferenciada no Folhetim em maio. 2 chargistas, 4 colaboradores num quadro chamado Chá das 5. (Criação minha), Ainda produzo alguns especiais como Ídolos do Brasil, Arquivo da Música e O Poeta Entrevista. Temos parcerias com Secretarias de Cultura da região e Assessórias de Imprensas das cidades locais, além de sempre ficar antenado nas principais notícias de cultura para sempre postar no blog. Sempre que uso matérias de terceiros cito a fonte. Quando este blog foi criado era eu e meu primo com o sonho de informarmos sem parcialidade, pois temos um sonho. Sobre a mensagem que envio é em busca de leitores, de pessoas que possam ler o que publicamos. Fico muito feliz em ter as visitas deles, se eles vão nos seguir, se eles vão voltar isso depende deles, não de mim. Eu não peço me siga, eu peço me visite. Qualquer outra coisa além disso fica a cargo do leitor.
Espero que leia caso queira fazer críticas construtivas o blog estará a disposição.
Magno Oliveira
Folhetim Cultural
Humberto:
ResponderEliminarTu cuento me sacó una sonrisa. Corto pero contundente. ¡Zas! Por suerte no existe Losden.
Muchos saludos de mi mundo al tuyo.
Hola, buenas tardes, escribo desde Alicante, he conocido este blog gracias a mi buen amigo Ricard y se lo agradezco muchísimo, porque me ha encantado el blog. Un saludo.
ResponderEliminarJesús!! ¿Pero qué pueblo es ese y su gente? (Pregunto para no ir)Inquietante, sí.
ResponderEliminarUn beso,
Habría muchos que podrían vivir ahí ya que no sonríen nunca.
ResponderEliminarUn abrazo.
Un pueblo condenado a la tristeza por unas leyes intolerantes.
ResponderEliminarSaludos!
Hola Humberto, me has ganado de mano y vos me has hecho primero una visita. Claro que vengo de la mano de nuestro amigo Ricard, a quien quiero muchísimo. A pesar de que me falta tiempo, la curiosidad me puede y estuve aquí de madrugada recorriendo tu blog y quedé fascinada con tus relatos. Me encanta salir un poco de la realidad. También supe que das o has dado cátedra en la Universidad de Buenos Aires . Valió la pena llegar hasta aquí y por supuesto me quedo como seguidora.
ResponderEliminarUn placer haberte conocido, estas son las sorpresas y los regalos que te da la vida y hay que disfrutarlos.
Desde Bahía Blanca, te mando un gran abrazo.
La justicia, sumada ya sea al fanatismo o a las envidias; siempre han sido historicamente el vehiculo de la desgracia. Me ha gustado, así mismo me ha recordado el porque de muchas de mis convicciones.
ResponderEliminarUn gran abrazo ^^
Aterrizo en tu blog y me quedo un buen rato porque lo que he estado leyendo me gusta. Buenos relatos, escritos que dejan mucho que pensar.
ResponderEliminarUn saludo.
Belle.
Wow, eso es muy al estilo golpeo y luego averiguo, realmente es una entrada que te deja pensando,de entrada ¿por qué estaba prohibido reír?, ¿por qué nadie decía nada al respecto?, y finalmente,que prejuicio hay en todo eso.
ResponderEliminarSaludos humberto
Hola Humberto!... bueno, me he quedado pensando que Losden está en todo el planeta cada vez que nuestra angustiosa vida moderna o post moderna nos quita las sonrisas. Y eso es bien a menudo al parecer.
ResponderEliminarUn abrazo!
A mi me linchaban en ese pueblo, casi siempre estoy sonriendo. Está claro que el mandamás de ese pueblo no sabe expresar sus emociones.
ResponderEliminarEntonces "Tolerancia Cero"...
ResponderEliminarUn gran relato, Humberto.
Saludos y buenas noches.
Hola Humberto! muy impactante la ejecucion del relato, me da mucha tristeza es super inhumano.
ResponderEliminarEspero que no haya muchos lugares como ese, todavia existentes.
Gracias;...
Un abrazo)
Hola Humberto, me ha encantado tu historia, si fuese real valdría la peno no haber nacido.
ResponderEliminarriamos y seamos felices que nadie ni tan siquiera la hipotética religión nos la puede quitar.Yo soy un ejemplo de ello.
Gracias amigo, me encanta leerte.
Sigo con mi lesión de artritis en mi muñeca derecha, razón por la cual no te he venido a comentar.
Te dejo mi ternura
Sor.cecilia
Es la primera vez que entro en tu blog y me ha encantado, aunque el relato trate de una ciudad tan triste.
ResponderEliminarPienso que hay que amanecer con una sonrisa en la boca y a poder ser regalarla a cada persona con quién te cruzas, sería un buen comienzo del día. Si me dejas continuaré leyendo lo que escribas, me has cautivado.
Un abrazo
Muy bueno, la verdad. Lo seguiré de cerca. Un abrazo grande. Lo sigo!
ResponderEliminarSaludos a todos!
Hola Humberto ,estoy viendo tu blog , esta increible ,que buen descubrimiento , gracias por pasarme tu link ..realmente eta genial y ya me puse como seguidora ahi estoy con mi ninck Mikilatina =)
ResponderEliminarSaludos
Miriam R. Krüger
mrkpoesia.blogspot.com
Un placer de que te pasases por mi log, y mucho más que me dejases el tuyo.
ResponderEliminarEs, no sé, curioso todo lo que escribes.
Seguiré tus escritos.
Hi, Hum, appalling story, it really freaked me out!
ResponderEliminarCheers from London.
FL
paradojicamente a veces hay a quienes les pesa reir
ResponderEliminar:)
Una justicia muy radical la de Losden. El final del relato me puso el vello de punta.
ResponderEliminarUn abrazo
Hola Humberto, encantada de que te hayas pasado por mi blog, porque he descubierto el tuyo.
ResponderEliminarMe ha encantado .
Con lo que yo sonrio estar´´ia enterrada debajo de una tonelada de arena, menos mal que vivo en Cuenca jajajaj, Besos.
Interesante relato, me hace pensar en situaciones que vengo analizando estos días últimos, injusticias claras y mas grandes que el sol, cometidas por gente convencida de ser poseedora de la verdad.
ResponderEliminarDónde todos piensan igual, nadie piensa mucho...
Excelente tu blog!
LLegué para quedarme!
Un gran abrazo!
Buenas noches, Humberto. Me alegra haber llegado hasta tu blog y me gusta esta entrada que nos has dejado. Ha habido, y hay, muchos lugares donde hacer ciertas cosas está penado. Quizá no sean tan radicales como para andar matando a la gente, pero tan intransigentes que pueden llegar a hacer la vida imposible.
ResponderEliminarSaludos.
Es un relato estremecedor el tuyo, Humberto, porque es cierto que hay demasiada gente, a nuestro alrededor, muy poco tolerante.
ResponderEliminarSaludos.
Uno de los ejemplos de la vida real que concuerda con este relato es la más reciente masacre de opositores a Gadafi cuando celebraban disparando al aire y los de la OTAN creyeron que les estaban disparando a ellos a lo cual respondieron con sus bombas "pacificadoras".
ResponderEliminarEs un honor tenerte en el tablero de seguidores de uno de los blogs que edito.
Mis saludos!!!
Con permiso Humberto, es sólo para invitarte a ti y a tus seguidores a mi blog, tengo una propuesta.
ResponderEliminarMuchas gracias y un saludo.
http://sinopsislibros.blogspot.com/
PD: Sólo he podido leer el relato por encima, volveré, tiene muy buena pinta.
Un saludo.
Hola Humberto!
ResponderEliminarMe ha gustado mucho tu relato, no sólo está bien escrito sino que lo que dice es muy interesante. La pena es que en éste mundo, y aunque parezca mentira, hay todavía muchos lugares así, en los que expresar tu opinión o mostrarte tal como eres no está permitido.
Un besazo!!
Eso es porque los de ese pueblo no se han subido a mi taxi, jaja. Si lo hacen una de dos, o se matan todos o modifican las leyes. En cualquier caso me queda la incógnita de si se podía llorar, porque a mi me da lo mismo, tan relajado te quedas con una cosa como con la otra,jaja.
ResponderEliminarQue imaginación!!!! Enhorabuena
Saludos
Confieso que leer Será Justicia me dejó helada, porque acababa de presenciar hace unos días un hecho de intolerancia extrema, a la salida de un fast-food de esos tan conocidos de comida chatarra, un chico de no más de 10 años pateado, arrastrado y golpeado contra el piso por el señor "cuidador de niños y de personas, bestia salvaje" del local, no esta vez por sonreír, pero sí por pedir.
ResponderEliminarCuando ante mi horror, el de mi hija y el de otra señora intercedimos por él, una horda de intolerantes nos atacó diciendo frases como "son los delincuentes del mañana", "esos son los que después te matan", etc, etc.
Losden está acá nomás, en la avenida Corrientes por ejemplo, lugar de recreación y de gente "culta". No fueron las leyes en este caso. La intolerancia y la violencia, y por otro lado la indiferencia fueron una decisión personal.
El inicio de Será Justicia me recordó a aquellos cuentos para niños, trágicos y realistas. Y así es, trágico y realista, excelente, y por otro lado de ese humor irónico que te caracteriza.
Y cómo no imaginar esa chabola donde apenas se sospechan los objetos sobre un fondo de penumbra. Es genial tu cuento, tu parábola, como alguien dijo también por lo que no dice.
Que suerte que no vivo en Losden ! Muy buen relato Humberto.
ResponderEliminarUn placer pasear por tus textos! Tiene personalidad y fuerza. Adelante.
ResponderEliminar