Las cabezas de los animales le daban a la sala un aire de aristocracia, imponentes se alzaban colmillos y cuernos sobre el hogar donde ardían los leños, mientras que en la mirada vítrea de los trofeos se espejaba el frío remordimiento de la prole del cazador.
Estimados:
ResponderEliminarMuchas gracias por lo comentarios para “La voluntad…”
Nada interesante para decir, así que les dejo un gran cariño.
Feliz día patrio para los amigos argentinos.
Humberto.
Sabes Humberto delante de casa hay un Restaurante- Cafeteria donde todas las paredes están llenas de trofeos de animales que el amo a matado durante sus cacerias en diversas partes del mundo.
ResponderEliminarA veces cuando voy a tomar un café me sorprendo mirando la cabeza de aquellos animales y su mirada, siempre dicen que lo último que miran los animales se refleja en los ojos antes de morir, y lo que yo veo es serenidad.
¿Será eso lo que vieron y sintieron ? O es el miedo lo que sus ojos reflejan.. En cualquier caso no me gusta mucho ir a tomar café en este lugar...
Feliz día y semana querido Humberto
Que imagen! Que cruel contraste calor y frío... Cualquiera no podría convivir con esas miradas... yo no podría. Un beso grande!! Gracias por el saludo patrio!
ResponderEliminarLISEBE: Yo creo que es una serenidad ficticia, pues los ojos de esos animales-trofeos son en verdad de vidrio, no fue un tropo literario.
ResponderEliminarCORI: Yo tampoco podría. Y, de nada, seguramente almuerce empanadas o locro en casa de algún amigo.
Un beso.
Humberto.
Estas "pastillitas" de mitad de semana me calman hasta que llega la entrada de viernes o sábado. Un micro con fuerte crítica hacia esos que se creen los dueños de la vida, me gustó la palabra prole para designar su descendencia.
ResponderEliminarUn beso enorme, se viene las 50000 vistas por o que vi.
Sabri
¡¡ Feliz dia de la Patria ¡¡
ResponderEliminarEs terible que las cabezas de esos animales sean trofeos...
Si me decis que fue por hambre... bueno es otro tema pero matar por el gusto de matar no tiene nombre.
Un abrazo.
cuando el H Sapiens se comporta como el Cromagnon mostrando su parte animalesca, carnìvora y guarda el trofeo empajado;
ResponderEliminartriste aristocracia...
un abrazo
Blas
Mes félicitations à la population de l'Argentine Jour de l'Indépendance
ResponderEliminarMes félicitations à la population de l'Argentine Jour de l'Indépendance
ResponderEliminartengo amigos cazadores y a veces no los entiendo cuando me hablan de que ellos mantienen el ecosistema...como siempre me sorprende tus relatos...un abrazo
ResponderEliminarHay una cierta crueldad en los cazadores que nunca he llegados a comprender, eso teniendo en cuenta que conozco a varios y son bellísimas personas, pero...esa atracción por el placer de matar.
ResponderEliminarSaludos, y un abrazo.
Mi primer sentimiento al entrar en un local que esté decorado con trofeos de caza es de rechazo, y por mucho interés que pongan en hacerme la estancia agradable los prejuicios me lo impiden.
ResponderEliminar(Exajerando un poco, evidentemente)
Ese reflejo de la prole... Me ha podido.
ResponderEliminarQue tengais un feliz día de la patria.
Saludos desde el aire.
Rosa.
Hola Umberto, tienes razón, es costumbre en algunos restaurantes de España, tener cabezas de toros.
ResponderEliminarCon lo bellos que son esos animales en las dehesas.
Un beso.
Aupa Humberto!!
ResponderEliminartodos los cazadores tienen corazón, pero seguro que los hijos del que mata por diversión han mamado ese gusto por la muerte decorativa.
Impresionante documento!
Voy volviendo, poco a poco pero vuelvo!
Abrazos!!!
He estado en una casa donde las paredes estás llenas de trofeos, el dueño es cazador. Evidentemente él se siente orgulloso. Para mí es una crueldad. Y tienes razón, Humberto, los hijos (estoy segura) se sentirán avergonzados de lo que hizo su padre.
ResponderEliminarUn abrazo.
Es sinonimo del hombre mostrar sus hazañas,¿se ha visto alguna vez un domicilio o santuario de una mujer con las cabezas de sus amantes o su cazas? ¿verdad que no? sin embargo el hombre si se jacta de sus conquistas, así que de que nos extrañamos de que nos muestre su hombria con esos animales que ha cazado?...un saludo
ResponderEliminarHola Humberto !!
ResponderEliminarNo me gustan las paredes llenas de animales muertos, trofeos de alguien que los cazo y los pone para admiraciòn propia-
Me da frio, soledad, trsiteza !
La vida es vida antes de nada !!!
No tomaria cafè en ese lugar Nunca !!! no podria deleitarme con el cafè teniendo esas imagenes cerca de mi.
Un beso Humberto con todo cariño
Aurora
En su mirada vitrea.. solo veo la crueldad del ser humano.
ResponderEliminarCariños Humberto.
En el reflejo de una córnea cristalizada por la muerte es donde se puede ver todo aquello que la superficie de un espejo no suelta.
ResponderEliminarUn beso y mi más sincera admiración por esta entrada, sin desmerecer las anteriores, por supuesto.
No encuentro sentido a mostrar el trofeo mas que por pura arrogancia... que tristeza tener que lucirse cual escaparate.
ResponderEliminarLo peor es que tácitamente ademas muestran su lado mas despreciable.
Un saludo Humberto.
Gran idea.
ResponderEliminarUn abrazo
Octavius Bot
Recuerdo que en la escuela donde estudie (Hermanos Maristas de Sants) habia en en una enorme sala infinidad de animales disecados causando una cierta angustia y pavor a los niños que acudiamos diariamente a la escuela.
ResponderEliminarTal vez ese podria ser el comienzo de mi odio al colegio, a los profesores, y siento decirlo, pero incluso a mis propios compañeros. Ojala pudiera borrar de mi vida aquella etapa.
Menos mal que al salir de ese centro empece a vivir y a contar desde el dia 0 de mi vida.
Tal vez algun dia cuente todo esto en alguna entrada.
Un brazo y disculpa el rollo que te he pegado.
Ricard.
Nunca entendí ese tipo de trofeos, supongo que es algún instinto básico y primitivo que sobrevive en los genes masculinos, pero me parece aberrante, aún desde muy pequeña me parecía espantoso.
ResponderEliminarEl remordimiento de los hijos... muy buen micro Humber...
Te felicito!!!!!!!
Besote
Es verdad Humberto que los ojos son de una serenidad ficticia, pero aún así no entiendo a esta gente que pone las cabezas de los animales como trofeo.
ResponderEliminarBueno pero ahí que respetar todo.
Besos
Nunca me gustaron las cabezas de animales disecadas.
ResponderEliminarUn abrazo
Pam.
ResponderEliminarMenudo "deporte".
Hola Humberto!!! hace tiempo no leía tus entradas porqe se me antojó hacer un stop en el mundo blogger, y dedicarme a vivir un poco jeje!!! pero ahora que enté y veo todas las cosas que publicaste.. me dije que ya no voy a hacer "stop" ni "pausa"... jeje!!!
ResponderEliminarEs muy cierto esto de los animales-trofeos, y es que somos más animales nosotros al tener este tipo de trofeos como algo admirable... así somos los animales-humanos...
Abrazos desde Paraguay!!!
=)
El sentimiento de culpa transmitido de ascendientes a descendientes.
ResponderEliminarPrecisamente esta misma madrugada reflexionaba yo sobre un caso parecido: el de los hijos de los matadores de toros.
Eres, Humberto, de las pocas personas que con un microrrelato como éste pueden decir mucho más que con un texto de extensión equivalente a la de un listín telefónico.
Eres grande en cualquiera de tus manifestaciones escritas; y por eso te disfruto.
Mi más afectuoso saludo desde Andalucía.
Muy bueno Humberto, me genera la imagen del contraste de la calidez de la aristocracia con la fría mirada ya vacía de los trofeos. Que fácil, pienso, es matar al o lo que no se puede defender con la misma magnitud que es atacado, por la espalda, tiene mucho de cobarde la caza (es mi punto de vista), y no me quedo solo con los animales.
ResponderEliminarabrazos totales.
Vaya trofeos, la muerte de indefensos colgada de las paredes.
ResponderEliminarUn saludo.
Me inspiraste Humberto. En mi saga de reencanaciones voy a hacer una de un ciervo que empieza a colgar cabezas de cazadores.....jaja.
ResponderEliminarAbrazo!
Respeto a los cazadores poque hay que respetar para que a una se le respete... pero JAMÁS compartiré nada con ellos, porque no veo el gusto a matar a alguién más débil que uno, o matar por matar ...
ResponderEliminarMuy afilada tu pluma cuando "calificas" de prole a sus hijos, ahí dislumbro tu posición ante tal hecho.
Me gusta todo lo que escribes, un besazoooooooooo y feliz día patrio!!
Amelia.
Hola Humberto.
ResponderEliminarDisculpa mis lapsus por tu espacio, he estado un poco retirada de los blog en los últimos tiempos.
Me ha conmovido esta entrada.
Qué tristeza pensar que esos animales disicados, antes de dispararles por placer, estaban llenos de vida y felices.
Nunca podré entender el sacrilegio de la caza y los toros.
Besos y gracias por hacernos reflexionar. Carmendy
Hola Humberto, muchas veces los padres no se dan cuenta del mensaje que les hacen llegar a sus hijos. Cada acción es siempre observada por ellos.
ResponderEliminarUn abrazo, muy buen microrrelato.
No me gusta la caza, es una crueldad y exponer los animales como trofeos me parase hacer obstinación de esa crueldad, no creo que quien lo exponga tenga remordimientos amigo
ResponderEliminarUn beso
Hola humberto:
ResponderEliminarQue bien expresas los sentimientos de los niños, que seguramente les hubiera gustado ver correr por el bosque a estos animales.
A mi no me gustan ver los trofeos de caza, me da mucha pena.
Che vos sos un estupendo escritor.
Sabés aqui en Valencia también usamos la expresión "Che".
Un abrazo, Montserrat
Una noche de mi infancia, me tocó dormir, bueno no, pasar la noche en una habitación con una foca disecada, este micro me lo ha recordado. ¡¡Uff!
ResponderEliminarOi, Humberto.
ResponderEliminarInteressante esse post, pois me veio em mente muitas coisas sobre matanças de animais... somos seres muito estranhos.:)
Quando é que nos causa dor ou revolta ver um animal morto?
Eles são mortos todos os dias e fazem parte da alimentação de tanta gente, não é?
Deixa p/ lá, estou viajando, hehehehehe.
Um beijo.
Buena reflexión Humberto, es inaudito, inconprensible matar un animal por placer y luego exhibir su cabeza en el salón con orgullo.
ResponderEliminarOtro tanto hacen con el toro en España, lo torturan, matan y también cuelgan su cabeza como trofeo ornamental.
Todo huele a rancio, la caza y la fiesta de los toros.
Feliz 25 de mayo para todos los argentinos!!!!!
No hay que respetar a los cazadores, ni a los pescadores, ni a los que gozan con las corridas de toros, ni a los que matan aves para pintarlas luego... ETC... Lo siento, no hay que ser camaleón: mi mayor desprecio a todos aquellos que no respetan la vida. Salvo por supuesto el caso extremo de tener que hacerlo como único medio de subsistencia.
ResponderEliminarPor eso me parece muy inteligente dónde ubicaste esas cabezas.
Y también la mirada vítrea, aunque no sea un tropo, allí está retratada la muerte. Y esperemos que la prole aristocrática sea menos cretina.
¡Hacía falta este mensaje!
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
ResponderEliminarQué certero lo que apuntas, Humberto. Incluso los ajenos a la prole del cazador, sentimos ese remordimiento ajeno.
ResponderEliminarUn abrazo.
Escalofriante.
ResponderEliminarUn abrazo Humberto.
Uff no entraria un lugar donde guarden cabezas llamadas trofeos...
ResponderEliminarme horroriza eso.
cortito pero muy explicito tu relato.
Primavera
no se vos, pero yo amo mas a los animales que a los humanos, un beso
ResponderEliminarPor eso yo prefiero como decoración, las fotos familiares!!!
ResponderEliminarMis hijos son mi mayor trofeo.
Gracias por seguir escribiendo.
Concha.
El cazador es cazado por la propia prole.
ResponderEliminarin duda todo menos un triunfo...
Y frío...
Bss
VCM
Madre mía, siempre he odiado eso de tener colgados en las casas cabezas de animales. Les tengo pánico, me de miedo, es como que un animal está atravesando una pared y me está observando. No lo soporto.
ResponderEliminarCarpe diem!
no conozco a ninguna prole que estuviese avergonzada por la afición cazadora del patriarca. el padre de hemingway era cazador y el escritor también lo fue; y el príncipe carlos de inglaterra también gusta de la caza del zorro al igual que sus hijos. estar avergonzado sería una conducta muy poco viril en una familia que maneja conceptos muy diametralmente opuestos.
ResponderEliminarHumberto, hombre, un escrito corto que dice mucho, muy buena literatura.
ResponderEliminarPor cierto, no entendí el comentario de DRACO, es éste un blog de literatura o de vida real?
Es que, tío, tus lectores parecen no entender que tú no eres el personaje, jaja.
Un abrazo desde Madrid.
Pedro
Estas piezas disecadas yo no las considero trofeos,pero tu relato muy bueno como siempre, un abrazo Humberto, yo amo a la naturaleza nunca colgaria una pieza de estas en mi casa
ResponderEliminarAntes de nada, je, que es verdad que es 25 de Mayo. La de recuerdos que me trae esa fecha y con lo chiquitina que yo era!! El día que nació la libertad, decían...
ResponderEliminarPues a mi me encanta la caza, pero de otro modo: fotografiando. El trofeo: la foto. Y la vida sigue, y la libertad para que cada ser tenga sus momentos y le llegue su momento del fin.
Me encanta fotografiar para inmortalizar, eternizar la vida. Y esos trofeos sí me gusta verlos.
Odio los animales disecados y demás, sobre todo si son "trofeos de caza".
Un besazo Humberto!!! Muaks!!!!!!!!!!
sr. pedro. sé muy bien que es un texto literario, pero ello no es óbice para no meditar y filosofar sobre su contenido. lo otro es que nunca se me pasó por la mente ubicar a humberto dib como protagonista del mismo. saludos a ambos.
ResponderEliminarDraco:
ResponderEliminarEn lo que a mí respecta, eres libre de emitir la opinión que te parezca, sólo hay una persona que me llevó a moderar los comentarios, y no fue porque dijera cosas negativas en relación con mis textos o el blog, sino simplemente porque insultaba sin razón, tanto a mí como a los que aquí pasan.
Lo que expreso en el texto, es, sin dudas, un hecho ficticio, pero eso no impide que una persona filosofe u opine al respecto, así que eres libre.
Yo no cazaría, aún menos colocaría las cabezas de los animales en la sala, aunque lo haya hecho Hemingway o el mismísimo Wiliam Shakespeare o Tolstoi, pero debo confesar que me gusta la pesca, por ejemplo, pues me relaja y me gusta comer los peces que pesco.
Un gran abrazo y bienvenidas las opiniones.
Humberto.
Al igual que Corina, pienso que es un gran contraste lo que narras en tu entrada, la verdad yo estoy en pro de la vida y en contra de la caza por diversión, y pienso que no debería considerarse como trofeos las cabezas de esos pobres animales, a fin de cuentas el hombre armado siempre lleva las de ganar, ¿cuál se supone que es la ventaja que el animal podría tener contra el cazador? si el tipo anda armado seguro lo mata, a menos que el animalito resulte más listo que él.
ResponderEliminarPuede que estas nuevas generaciones sean diferentes, más sensibles. Por eso ese cazador, a pesar de su influencia como "jefe de la prole", no fue capaz de inculcarle a sus hijos su afición a la caza. Estupendo relato, como es habitual. Besos.
ResponderEliminarHumberto ,ésas cabezas, siempe me dieron una Impresión ...no entienendo como algunos pueden hacer de ésto un deporte , y coleccionar "TROFEOS" , en otras épocas, sobre todo en el Campo, solían estar en las salas principales sobre la chimenea de los "Ganadores del Oscar".
ResponderEliminarCasualmente hemos posteado los 2 sobre la "Crueldad Animal".
Saludito
Cris//mujeresdesincuentay
Me duele como si me hubiesen matado a mi cada vez que veo una cabeza expuesta en algún lugar. Me aprece tan espantoso que se me eriza el pelo solo con pensarlo.
ResponderEliminarPoneros en el lugar del animal y que viésemos en sus paredes colgadas nuestras cabezas, una sonriendo, otra llorando, otra con cara de sorprendido, y así sucesivamente.
Voy a marcharme con un buen sabor de boca, dejándote un abrazo y una sonrisa :)
Tengo un pariente que en sus años mozos hizo caza mayor.
ResponderEliminarTiene cabezas de animales por todos lados.
La otra vez,fuimos con nuestros hijos a Temaiken y él le decía a sus hijos
__Mirá, aquel es como el que tenemos colgado en la sala, aquel otro, como el que está disecado en el estudio y ese de más allá es como el que está en el living...
__Equis- le digo yo- tratá de no decirlo en voz alta porque acá los cuidadores del zoológico te van a matar...
Nunca entendí el deseo de cazar si no es para alimentarse.
un abrazo!
Es pènoso tener trofeos de animales, ellos sienten y sufren como cualquier ser humano.
ResponderEliminarAbrazos Humberto y muy buenos textos, buen finde
Creo entender lo que dices. La mirada de esos animales disecados parece que interrogan a los presentes, no muy de acuerdo con los gustos del patriarca.
ResponderEliminarUn abrazo.
Pequeño pero llegador tu cuento de esta semana. Te digo la verdad, yo no me animaría a mirar a los ojos a esos pobres animales si fuera hija de quien lo cazó. Y me viene la pregunta ¿trofeo de qué? y sola me respondo... trofeo de insensibilidad... Como siempre bueno lo tuyo y también siempre para reflexionar... Abrazo fuerte.
ResponderEliminarUf, que poco me gustan los animales disecados, y menos cuando se exponen como trofeos.
ResponderEliminarBss.
http://melancora.blogspot.com
Agrego luego de leer algunos comentarios anteriores: En una familia perfectamente puede haber opiniones opuestas, insisto si yo fuera hija del cazador me daría vergüenza la afición de mi padre, así fuera el príncipe Carlos, referente que no merece atención especial alguna por lo menos para mí que soy argentina. Es un hombre como cualquier otro y la prueba está que mata animales sin un ápice de sensibilidad como los demás cazadores ignotos del mundo.
ResponderEliminarTristes trofeos que hacen recordar lo vil de una acción, como para que no la pueda olvidar su ganador.
ResponderEliminarUn beso.
Aloha Humberto!
ResponderEliminarUn texto más del que salí como un niño del teatro, fascinado por la escena y el viaje, por el guión y lo ocurrente, te confieso que introducir tanta información en un texto tan corto me hace frotar los ojos, me resulta personalmente melancólico y familiar, impresionante. Gracias por tu genialidad, maestro.
www.jorgemaseda.blogspot.com
Interesante entrada, aunque a i siempre me escarapelado el cuerpo ese tipo de trofeos :O
ResponderEliminarbesos
Humberto, ando muy falta de tiempo en las últimas semanas...Pero hoy, por fin, puedo leerte y decirte que ha sido un placer!
ResponderEliminarDesde luego, esos crueles trofeos son más "feos" que "tro"...
Un abrazo!
No puedo comprender a los cazadores, no puedo asimilar que tengan que matar para sentirse ganadores, ¿de qué?, de haber sacrificado un ser que tenía tanto o más derecho de vivir que ellos. En la naturaleza es otro el sistema, se mata para sobrevivir, no es el esquema de matar por sentirse superior.
ResponderEliminarUn abrazo.
¿Pueden los cazadores sentir remordimiento?
ResponderEliminarInteresante tu espacio, seguiré visitándote. Un saludo
Es cierto. Nadie somos perfectos y los actos que realizamos nos acompañan para siempre, por tanto, nuestra descendencia también sufrira por nuestros errores y confusiones.
ResponderEliminarTus posts son inmensamente reflexivos.
un abrazo
Hola mi buen amigo, pasé por aquí por tú hermoso espacio para saludarte y también agradecerte tus bonitos comentarios que siempre me dejas cuando me visitas, es la pura realidad la crueldad de la burguesía, enseñando el sufrimiento de los pobres animales, como trofeos de sus conquistas. Que pases un feliz fin de semana lleno de sensaciones positivas. Un fuerte abrazo desde la distancia de un amigo.
ResponderEliminarNo entiendo como pueden poner un cádaver como trofeo de nada, simplemente no me entra en la cabeza.
ResponderEliminarUn besazo.
precioso todo lo que publica,me encanta los poemas...saludos
ResponderEliminarGuardan la prespuesta tras el cristal y sin embargo, depende del que mira para que se conozca.
ResponderEliminarBuena reflexión.
Un saludo.
Las personas pueden hacer cosas infinitamente buenas, como comportarse de la peor manera posible...
ResponderEliminarLo cierto es que es una verdadera pena matar por puro placer, aunque sean animales, solo faltaba llevarse el trofeo para que nadie se olvide que fue muerto a tiros, a sangre fria.
ResponderEliminarQue disfrutes el fin de semana.
un abrazo.
Nos empeñamos,pero no somos, los cazadores llevaban sus trofeos en forma de pieles, y de amuletos, los cazadores pagaban, ho daban en forma de agradecimiento, ho impuesto : parte de la caza ha la naturaleza.
ResponderEliminarEl dramatismo forma parte de la vida y la supsistencia,tener el dramatismo constante colgado en la paret, me resulta innoble y cruel un abrazo
Dicen que la mirada es el reflejo del alma...es por lo que percivimos frialdad en los ojos de estos "trofeos" que mas pudieran ofrecer para aquellos que lo han matado?
ResponderEliminarun abrazo
Blogger... y ahora, ¿dónde están mis seguidores y los de todos los blogs?
ResponderEliminar¿Cuánto más puede sostenerse esta situación porque sea un servicio gratuito?
Es muy duro para mí este escrito...los animales merecen todo mi respeto y cariño...no soporto los trofeos disecados en las paredes...he visto algunos, claro, y me merecen repulsión.
ResponderEliminarSaludos Humberto!
Me gusta esa puerta abierta a la esperanza ante la nueva generación.
ResponderEliminarUn abrazo, Humberto
Hola Humberto...qué fuerte! Mirada fría que luego de leerte, estremece más pues te fijas...excelente entrada :)
ResponderEliminarUn abrazooo!!!
Bea
que triste.. matar animales como trofeos...
ResponderEliminaralgun dia el hombre dejara de matar a sus semejantes...
para mi...todo ser vivo es semejante......
un abrazo
Este tipo de trofeo para mí siempre será carencias de autoestima del cazador o coleccionista. Una niñería macabra y disecada que sobrepasa los prncipios de cazar solo para alimentarse.
ResponderEliminarUn abrazo.
Seguramente esos ojos reflejan el eterno sufrimiento...
ResponderEliminarSaludos, Humberto.
Todos tus escritos son excelentes! Me gustaron todos los que leí!
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