Juan vivía solo y abatido en una casa enorme. Aunque solo es una forma de decir, ya que la Angustia se desplazaba libre por los cuartos durante el día, pero era por la noche cuando esta libidinosa del dolor sacaba sus garras y comenzaba a asfixiarlo. Apretaba y apretaba, justo hasta el límite exacto en el que Juan no moría.
Una mañana, estaba él en la verdulería eligiendo algunas legumbres para hacerse la sopa, cuando sintió que una mano le tocaba el hombro. Sobresaltado se dio vuelta y sus ojos se encontraron con Inés, su primera novia, quien le contó que hacía poco tiempo había quedado viuda.
En el trayecto de vuelta a casa, Juan sintió que sus pasos eran más livianos, que su mirada se reflejaba en los escaparates y que las arrugas de su rostro perdían algo de profundidad.
Cuando la Angustia lo vio entrar en ese estado, lo miró con odio y salió, maldiciendo, por la puerta entreabierta.
(Fin para almitas cándidas, pero…)
La Angustia fue derecho a la casa de Inés. Entonces comenzó a martirizarla haciéndole ver la diferencia inmensa que había entre ese hombre apuesto y recio que había sido su marido y el pobre Juan.
En pocos días, la Angustia terminó su faena y volvió a lo de Juan, pues allí se estaba más a gusto, decía.
(Fin para todos)
Estimados amigos:
ResponderEliminarMuchas gracias por los comentarios para “Lucinferno”.
Espero que tengan una buena semana.
Un abrazo.
Humberto.
Gracias por pasar a comentar.
ResponderEliminarWow, espectacular! Me ha fascinado y quizás tambien es el fin para mi, para todos. Genial, me ha encantado leerte hoy.
ResponderEliminarSaludos Humberto!!
Hola, Humberto, es la primera vez que entro, vi tu comentario en un blog amigo y me dio curiosidad.
ResponderEliminarLo que leí me gustó, así que voy a quedarme como seguidor, si tienes ganas, puedes darte una vuelta por mi espacio.
Un cariño.
ludobit ;)
Cerraré mis puertas y ventanas. no quiero el fin por ahora. . .Un gusto como siempre leerte, amigo. Un abrazo.
ResponderEliminarRegreso desde un buen tiempo Humberto, como siempre un gusto leerte maestro!
ResponderEliminarUn abrazo enorme!
Andrés Z.
Ahora sé porque iba tan apurada Angustia la otra tarde, al salir de con Rebeca, la vecina recién viuda. ¡Mira! hasta para eso sirven los blogs. No cabe duda que todo se sabe.
ResponderEliminarAbrazo
Que celosa esta Angustia ¿No? Habrá que echarla.
ResponderEliminarBuen cierre.
La angustia no tiene ,ni tiempo ni lugar ...No descansa, donde sea se quiere posar...gracias humberto...!!!
ResponderEliminarMe quedo con el primer final . El segundo, me angustia mucho ! Es un placer leerte, amigo. Un abrazo.
ResponderEliminarMiguel
Es que la angustia no discrimina, es perversamente astuta a la hora de realizar su trabajo.
ResponderEliminarExcelente Humberto.
Buena semana.
Ja, ja, yo también me quedo con el final para almitas cándidas! Me mataste con el título y hasta con la foto, me hiciste reír mucho. Ese personaje solo y abatido eligiendo algunas legumbres para hacerse la sopa y mirando su mirada en los escaparates, me mató también. Éste no es para las carcajadas, pero sí para la sonrisa irónica lenta y sostenida. Buenísimo!
ResponderEliminarEsta entrada te quedó genial. Cuantos llevamos por compañia a Angustia en estos dias... donde me doy vuelta hay alguien deprimido :(
ResponderEliminarAy esa Angustia, celosa y atorranta, con qué facilidad cambia de corazón y de casa. http://enfugayremolino.blogspot.com/
ResponderEliminarAngustia es una tremenda arpía, que se aprovecha de almas solitarias, torturándolas hasta dejarlas sin ilusiones...
ResponderEliminarSaludos
Ella ahora esta en mi casa ... espero que pronto se canse y se vaya.
ResponderEliminarHumberto y mi pedido?.
Cariños.
Creo que Agustina tendra que cambiar de actitud si no quiere que el palomo abandone el hogar.. ja ja
ResponderEliminarPues me ha gustado todo pero mucho mas el final eso de que haya dado cuenta que ya no lo tenia para siempre sujeto al cuello afixiandolo un toque magistral..
Primavera
Maldita Angustia.....un abrazo
ResponderEliminarpaco
Decididamente el humor irónico te sienta muy bien!!
ResponderEliminarLo de los dos finales me mató, muy bueno.
Besos enormes.
Stefi
Ah! Una pregunta, que fumó Primavera? porque yo quiero uno que me pegué así, jajaja!!!
Es que Agustina viene a ser Angustia, y el palomo los pájaros que se le volaron con el humo de lo que fumó. Para el resto no hay explicación ????????
ResponderEliminarDecirte que el texto está muy bueno, creo que está demás.
ResponderEliminarYou know what I mean...
Pero no puedo dejar pasar esto:
"Fin para almitas cándidas"
JAJAJAJAJA!!! I love youuuu!!!!
Me matan esas cosas! ESTUPENDO, H!
We are a pair of fucking cinic people! Podríamos agregar a Dany al club, no?
Kisses for you, beautiful boy!
asu.
ResponderEliminarUna Angustia enamorada está dispuesta a todo y defiende territorio como una leona...pobre Juan, se equivocó en la elección de pareja, no es buena compañía la angustia y encima celosa!!!
ResponderEliminarMe encantó, gracias por compartir.
un abrazo.
Si es que en el momento que aparece doña Angustia nos revela que somos unos inútiles y ridículos y nos lo creemos rápido, es muy hábil. Creo que como en toda relación debería sentarse a charlar con ella (la angustia)y decirla que ya no la aguanta más, que no cree en ella y que la deja , que La Novedad le ha pedido compartir piso y la prefiere a ella.
ResponderEliminarMuy ocurrente y agudo esta vez. Un placer como siempre. Un bessito
Gran personaje la Angustia. Me gusta elfinal para todos.
ResponderEliminarTenés un regalo en mi blog en : "Para vos". Bsos
Doña Angustia visitando casas una maestra de ceremonia.
ResponderEliminarFuera angustia y que entre la alegría a la casa de ambos.
De Juan y de Ines.
Un abrazo fraternal de MA.
Feliz semana.
Qué angustia de texto, jaja.
ResponderEliminarJuan se puede dar por jodido, que no?
Abrazos!!!
Como almita candida, jejeje,.
ResponderEliminarEl primer final,.para soñadores.-
Un placer pasar por aqui
Humberto, un título en català para tu relato!!
ResponderEliminarCiertamente Angustia cuando posee un lugar y a una persona es desolador, acongojante, hace envejecer, y se regodea en las miserias para siempre vencer...
Un relato con mucha lección , "l'angoixa endureix el cos,poseeix la ment i fa morir el cor poc a poc fins al final, matar-ho" (la angustia endurece el cuerpo, posee la mente y hace morir el corazón poco a poco hasta el final, matarlo)
Un beso y feliz semana amigo mio
Me ha sorprendido el título!! Catalán!! y qué decirte del final!!
ResponderEliminarTerrible Angustia!!
Un beso y feliz semana!1
¡buf, menudo final, para mi perfecto!!
ResponderEliminarFeliz semana y un abrazo
¡genial escrito!
Humberto
ResponderEliminarLa expresion "cul de sac", de origen francés se utiliza mucho en Cataluna(en donde estoy),
literariamente significa "culo de bolsa", en realidad se dice cuando una carretera no tiene salida, pero metaforicamente se emplea para expresar que una accion no lleva a ninguna parte.
Te sigo desde mi descanso bloguero.
Yo ya sospechaba que tengo vocación de almita cándida, y me lo acabas de confirmar. Espectacular.
ResponderEliminarEs el aviso claro a que no conviene la convivencia con el enemigo.
ResponderEliminarPero siendo muchos tan contradictorios les fascina.
Buen cuento, aunque te deja cierto efecto de calambre.
Y claro, la Angustias esa era una señora que limpiaba por horas en la casa de Juan ¿no? Y veía que la Inés se iba a encargar de hacer las tareas del hogar ella y que la iban a poner de patitas en la calle, sí, ahora ya lo entiendo!! juas, juas... Bss..
ResponderEliminarPD me he propuesto llenar tu blog de alegría... ¡Como que no me llamo Angustias! je ,je...
La Angustia,enemiga de la esperanza,maquinando siempre, para seguir con sus propositos, obligando ha un callejon sin salida el CUL-DE-SAC: culo de saco. un abrazo
ResponderEliminarAngustia podría darse una vuelta por ahí y dejar de atormentar a los que quieren vivir, verdad? COmo siempre, un texto fantástico :)
ResponderEliminarBruja. Bruja.
ResponderEliminar¡Hola! la angustia es un círculo vicioso dificil de erradicar sobre todo si tu compañía es la soledad.
ResponderEliminarVa y viene a las casas de todos, entra por debajo de la puerta y si no ponemos coto al aburrimiento, si no abrimos las ventanas para que entre aire nuevo, se adormecen las sensaciones y nos vuelve insensibles.
Muy bueno el escrito. Saludos
La angustia y la ilusión habitan casi siempre juntas. Cada uno elige quien quiere que sea su compañera.
ResponderEliminarUn beso.
A veces un " amigo" puedes se una Angustia...
ResponderEliminarMe ha gustado tu texto.
Una abraçada!!!
Gloria
Excelente. ¡Qué nivelazo, maestro! Me leí éste y Lucinferno seguidos.
ResponderEliminarMe gustó la opción de los dos finales.
Un saludo.
(Noa TLF)
ResponderEliminarWau!!! impactante desde el principio al fin!!!
Hola Humberto Dib, entré curioseando, pues no acostumbro hacerlo cuando recibo correos desconocidos, y ha sido una sorpresa agradable encontrarme con un gran escritor.
ResponderEliminarMe gusta tu cuento de Juan, un hombre solitario acompañado de la eterna Angustia, aquella que nos corrompe la vida inútilmente, y que se solaza cuando le damos entrada en nuestras vidas. Hizo bien la novia prima de ir a vivir con Juan y dejarse de Angustias.
Un abrazo desde Venezuela!
Blanca
Angustiante permanência...
ResponderEliminarUm grande bj
jajaja muy bueno, me gusta ese doble final
ResponderEliminarSaludillos
Me gusta como en unos pocos párrafos lográs lo que a otros les toma cientos de páginas. Muy bueno.
ResponderEliminarSiga creando maestro!
Humberto , adopto ambos finales , mi alma cándida , y aquella angustia que de tanto en tanto va donde ....la dejan entrar.
ResponderEliminarSaludito
Cris//mujeresdesincuentay
excelente
ResponderEliminarMagnifico escrito!! Siempre es grato leerte. Bendiciones!
ResponderEliminarHola Humberto
ResponderEliminarEstando Angustias no cabe nadie más,porque en su mente Juan,se cree el poder que tiene sobre él,no se da cuenta que la puede echar solamente queriéndose y animándose,con ganas de hacer cosas y vivir,así se acaba con Angustias,adiós pena!!
Me ha parecido genial tu relato,Humberto
Un abrazo
Feliz semana
Hola humberto aca estoy pero no se como seguirte, je...no encuentro el lugar para quedar aqui, besos vuelvo a pasar
ResponderEliminarLa angustia es mala compania...
ResponderEliminarPero buena como tema.Un relato maravilloso.
Te saluda, Liliana
Angustioso!
ResponderEliminarUn abrazo.
Ja! GENIAL, Humberto!!! Creo que ni las almitas más cándidas zafan de esta visita... En este caso, luego de una ardua y productiva faena, Angustia volvió a lo de Juan en busca de una buena y reconfortante sopa .
ResponderEliminarUn beso grande, ¡Me encantó!
¡Jo, Humberto! Es que no le das un respiro al pobre Juan.
ResponderEliminarMe gustó esta forma de contar.
Besitos
Es difícil escapar de según qué cosas, más si son "cosas" que viven bien dentro de nosotros.
ResponderEliminarSaludos
que tipa recurrente y abusiva, la angustia...
ResponderEliminarBuen micro, saludos para vos
La angustia y el dolor que nos causa, no deberían ser nunca , nuestro consuelo.
ResponderEliminarBesitos Humberto.
La Angustia como la Alegría
ResponderEliminarson estados que uno elige tener...
segun a quién crucemos en el camino
o cuando nos cruzamos con la soledad.
Besos mil.
Y a mí me gusta más "El final para todos", pero ya sabes, soy una persona oscura y melancólica; así que no me hagas mucho caso.
ResponderEliminarDe todas formas, con un final u otro: siempre muy bueno ***
Un beso o 2 #
me encanto!!!como todo lo que escribis....la angustia,es la peor consejera,abramos las ventanas mas seguido para dejarla ir...besos.
ResponderEliminar¡HOLA!
ResponderEliminarCosas del pensamiento...
Saludos de J.M. Ojeda.
P.D. No me mandes mas correos, para invitarme a su blog.
¿Deje que seamos, nosotros los que tengamos la voluntad de estar allí donde deseemos...
Salud.
Hay angustias que se ceban con la soledad...
ResponderEliminarBuen cierre, Humberto.
Un placer leerte.
Besos.
Ops, logro su cometido la maldita.
ResponderEliminarUn beso!
Agradecendo a visita. Essa história é um pouco arrepiante, mas bonita. Também te vou seguir. Beijos*
ResponderEliminarHolaaaaaa Humberto! jajaja me he encantado lo de los dos finales, definitivamente soy de las de alma cándida peero el final para todos tampoco estuvo mal jeje ;)
ResponderEliminarUn abrazo, excelente tu relato como todo lo que haces ;)
Qué puedo decirte que todavía no sepas? Un relato magnífico, con finales para todos los gustos. La ironía es una virtud que ejerces con maestría.
ResponderEliminarBosotes.
Caro
Supongo que la angustia no sólo afecta al angustiado sino también a quien lo rodea. Esperemos que no, esta sería una mala noticia.
ResponderEliminarPersonificar a la angustia y darle atributos de hombre me parece más que acertado, dicho sea de paso. Si tuviera que dibujarla, la haría antropomorfa.
Un gusto, como siempre, leerte, Humberto Dib.
Hola Huimberto espectacular relato, siempre me sorprendes, escribís muy lindo.
ResponderEliminarBesos y buena semana
¡Qué bueno Humberto! La Angustia desgarra,duele a quién a tiene por compañía,es peor en la soledad de las noches.Juan al cruzarse con Inés,tuvo esperanzas que le rejuvenecieron el alma.Ahora,Angustia pasó a su antigua novia,ante el riesgo que implicaba un cambio en su vida.Nos has llevado de la mano,con un final que se da en la vida.Angustia volvió con el pobre Juan, que seguía solo y abatido,siendo carne de cañón para ella.
ResponderEliminarUn abrazo,amigo escritor.
Que mina guacha es la Angustia!!!!! Celosa, envidiosa, insegura y traicionera...
ResponderEliminarGracias por tus latidos en mis calles, siempre es bueno saber de alguien mas que los escucha...
Besos
Malvada Angustia, menuda garrapata.
ResponderEliminarUn abrazo Humberto.
Esa señora llamada Angustia, la he padecido mucho a mi pesar así que la desterré sin miramientos, pobre juan lo que tiene que aguantar.
ResponderEliminarBesitos y sonrisas sin angustia :))
Demás está decirte Humberto...... que sabés cual final te compra Hollywood.
ResponderEliminarAbrazo!!!
La Angustia parece ser no sólo mala consejera sino además peor compañía.
ResponderEliminarUn abrazo.
Soy una almita candida!! Me merezco un final feliz!!
ResponderEliminarWaaaa mi querido Humberto ahora si no voy a perder una sola de tus historias
Por fin aprendi a usar mi smartphone en el blogger.
Un abrazo inmenso, es un placer leerte.
Ella siempre se aconmoda; seguro que tiene ya sustituto/a. para después....¿?
ResponderEliminarUn beso.
Aloe.
Supongo que la mejor manera de combatir a la angustia es la felicidad...
ResponderEliminarUn beso.
que a gusto se encontraba La Angustia con esta pareja,
ResponderEliminarojalà no se cuele entre los links de los comentaristas de tu blog...
un saludo
Blas
Buen relato amigo Humberto, sí me ha gustado. En mi casa hace años que no entra, creo que se siente extraña después de echarla con severidad.
ResponderEliminarCon ternura
Sor.Cecilia
Pues para ese tipo de compañías, más vale estar solo, ¿no?
ResponderEliminarMuchos esos, Humberto. Gracias por tu latido en mi Siberia.
Que se quede en lo de Juan un tiempo y ni se le ocurra venir por acá. Pero presiento que algunas noches me visita...
ResponderEliminarMe encantó el relato.
Saludos!!
Hola Humberto.
ResponderEliminarNo entiendo catalán, pero gracias a que me leo los comentarios de tus amigos he entendido un poco más de la historia.
Así que un callejón sin salida con doña angustia de protagonista (sí, la pongo en minúsculas porque no merece la "A"). Dale un toque a esa señora y mándamela para acá: yo ya estoy acostumbrada a pelear con varias doñas (doña soledad, doña ansiedad, doña angina de pecho, doña menstruación estúpida [apellido que cada vez se va ganando con más puntos], doña desilusión...) y también con algún que otro "don"; sí, ya don infarto ha pasado de visita tres veces; así que una doña más, pues eso, la meto en el mismo saco que al resto, les ato un lacito azul de esos que traen las bolsas de basura y llevo todo al contenedor; de ahí, a la planta incineradora (no se merecen otra cosa).
Venga, espabila en mandarla que estoy muy peleona estos días. Hoy he metido en el saco a doña lágrimas y espero que no se le ocurra pasarse por aquí en un tiempo.
Esas no conocen bien a Doña Carmen...
¡Biquiños!
La angustia es lo mas similar a un martilleo constante, solo que en lular de ser en la cabeza, es en el estomago.
ResponderEliminarAlgunos prefieren seguir con la acostumbrada angustia, por si acaso el martilleo se desplaza a la cabeza.
Abrazos, compañero.
Ricard
Es la primera vez que entro, muy buen blog, cuidado hasta el detalle y con excelentes textos. Voy a volver, te sigo,
ResponderEliminarLany
Humberto. Paso luego de varios días casi sin entrar a internet y me encuentro que todos han actualizado ya varias veces. Siento como si me hubiese perdido de algo bastante importante (comienzo a amar de verdad esto de los blogs). Noto soledad en tus escritos, o si no es exactamente eso, algo que termina siendo recatadamente melancólico. Me gustaría sentirte más optimista. No pienses que me refiero a tus letras; por el contrario; están tan bien hiladas, tan prolijamente. Me refiero a una persona mas optimista. Pero bueno, las letras salen de aquello que necesitamos catarsear.
ResponderEliminarP.D.= Jajaj. Al final siempre termino comentando huevadas. Esta vida es un enigma y es mejor no opinar de las cosas, pues para otros puntos de vista siempre estaremos diciendo huevadas. Pero los blogs son para comentar y debo dejar un comentario (Total tu mismo dices que no tengamos pudor en decir lo que nos parezca sea lo que fuereeee!!!:)
TE DEJO UN ENORME ABRAZOO SALVAJE*
Comprendo.
ResponderEliminarTE DEJO OTRO ABRAZOO*
la angustia es una vendedora de lapidas que no garantiza la muerte. basta con verla para llorar hasta por la caida de la bolsa de valores.
ResponderEliminarsi, un toko de veces te estuve por comentar y siempre se me cruza otra cosa...
ResponderEliminarsoy seguidor de 2 de tus blogs, un abrazo y gracias por comentar en la frutilla paranoica.
PD: La angustia puede ser muy celosa y obstinada; me gustan ambos finales.
Gran cuento, con final y todo.
ResponderEliminarMe parece muy acertado el título... ciertas remembranzas de otros espacios que muestran tu bagaje.
Abrazos
Edith
Sepa usted que éste relato se da de morros con la frase que encabeza la columna derecha de su blog.
ResponderEliminarPero eso sí, me encantó. :)
Saludos,
He visto que la Angustia nunca trabaja sola, ni siquiera aquí en el relato, es más, te diría que es una mera obrera bajo la tiranía de otras Reinas como la Soledad, la Zozobra, la Inseguridad,... bueno, en realidad la Angustia no es sin las otras Presencias, es una consecuencia directa del imperio de las demás. Si no se quiere malvivir con Ella hay que mantener alejadas a sus Emperatrices...
ResponderEliminarComo siempre un placer las reflexiones que planteas y que continuo fuera de focos, como no.
Un abrazo enorme Humberto.
Pues desgraciadamente creo que la angustia habita en muchas casas y en muchas personas. Con lo fácil que es deshacerse de ella, tan solo hay que sonreir un poquito.
ResponderEliminarBss.
http://melancora.blogspot.com
ese final es enorme, lleno de gracia.
ResponderEliminarSaludos blogueros
Halouuu, Humberto!
ResponderEliminarHe leído algunas de tus entradas, y la verdad es que le das una vuelta de tuerca a los personajes y las situaciones.
Espero que Juan no deje que Angustia traiga a su amiga Pena, y que las mande a paseo a las dos.
Abrazos
P.D.: me gusta tu blog
Como yo soy un alma cándida, me quedo con el primer final y haré cuenta que no leí el resto...
ResponderEliminar<besitos en el alma
Scarlet2807
Yo me quedo con el final para todos, aunque me considero una almita cándida prefiero la verdad. Es un relato irónico y tierno, una mezclita. jajaja
ResponderEliminarBesitos
Sabri..
Perfectos finales ambos dos.
ResponderEliminarLa angustia es mala amiga.. a veces se instala en casa de una y no hay manera de sacarla de allí.
Aunque casi prefiero hundirla en el infierno a que vaya a casa de otro alguien... por donde pasa solo hay soledad...
Beso Humberto.
Disculpa el tiempo sin entrar, intentaré ponerme al dia.
Qué buen relato... qué bueno. Pensar a la Angustia como una entidad con vida propia, es fantástico.
ResponderEliminarMe gustó muchísimo el detalle del desencanto en Inés, no porque sea éste un suceso agradable, sino porque paralelamente relata acerca de esa sutil sensación de "alivio", que sentimos cuando conocemos o nos reencontramos con alguien, que puede significar una luz en la oscuridad.
Te felicito =)
Besos.
Ana.
La malvada Angustia, siempre quiere adueñarse de nuestras almas, por ello es mejor despistarla apenas se asoma a la puerta, igual que un vendedor indeseado.
ResponderEliminarExcelente relato Humberto, muy creativo, fluido y con un toque místico que atrapa al lector.
Me quedo a seguirte.
Abrazo de mariposa!
Diana
Qué bonito, qué bonito. Yo soy de las que se quedan con el primer final. Yo, yo soy un alma cándida ¡¡¡¡!!!!. Qué bueno Humberto Dib.
ResponderEliminarQue angustia mas ingrata, pobre Juan, magnifico relato amigo, siempre es un gusto pasar a visitarte, saludos desde mi querida Guatemala, con aprecio SL
ResponderEliminarHumberto me a afligido esta angustia jajaja Feliz fin de semana Saludos desde
ResponderEliminarAbstracción textos y Reflexión.
Excelente Humberto Dib. Es todo un placer pasar por tu rincón y leer estos estupendos relatos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Ramón
Genial!
ResponderEliminarUn saludo.
Vaya con esta doña Angustia!
ResponderEliminarMala, que es una mala, ya lo creo, y celosa, y acaparadora...!
Me ha gustado mucho!
Unbeso.
;)
Debe ser que la angustia disfruta del trabajo no terminado. las presas fáciles no tienen misterio,sólo las que luchan y resisten pero sin salir del sufrimiento.
ResponderEliminarUn abrazo.
Fascinante nivel creativo (en general en todos tus microrrelatos), y creo un acierto ese pequeño guiño interactivo de dónde poner el final.
ResponderEliminarUn abrazo desde 'Poemas del volcán'
Yo le cierro las puertas de mi cuarto, para que siga por ahi....deambulando....
ResponderEliminarun abrazo
Puñetera la Angustia. Porque todo el mundo sabe que no hemos nacido para estar solos (por eso lo de Eva y la costilla de Adán).Algo anda en parihuelas cuando hay tantos solitarios (simgles, dicen ahora eufemísticamente)
ResponderEliminarSaludos cordiales
Rosg.