Mamá adquirió la pésima costumbre de asaltar la heladera durante la noche. De nada sirven los candados y cadenas que colocamos alrededor del electrodoméstico: ella los abre con una facilidad sorprendente y se zampa todo lo que haya allí dentro.
Estamos preocupados por el mal momento que mamá está pasando a causa de esta obsesión, pero a ella no parece importarle demasiado, ya que no da ninguna muestra de sentirse culpable o desdichada. Al contrario, durante el día se pasea por la casa con una sonrisa beatífica en los labios, arrastrando cada vez más kilos sobre su humanidad.
Sin embargo, es papá el que se lleva la peor parte, pues tiene que dormir en una cama rota y hundida, en la que -además de los restos de comida- hay cadenas y candados de todo tipo y varias biografías del Gran Houdini, ese escapista que a él nunca le cayó en gracia.
Mucho menos ahora.
Estimados amigos:
ResponderEliminarMuchas gracias por los comentarios para “Contradictio In Terminis”.
Quiero dedicar “Mamá no está bien” al Hombre de Alabama. Luego de escribir el texto no sabía si había sido él o yo el autor. Mimesis le dicen algunos, afinidad otros.
Sobre el tema que ya conocen, en colaboración con varios colegas de blog que saben de estas cosas, conseguimos el IP y el lugar exacto desde donde manda los anónimos. Ya veremos qué hacer. (Con toda humildad, les pediría que no se hablase más del asunto).
Les deseo un feliz fin de semana, los estaré leyendo, ahora con más tranquilidad.
Un abrazo.
Humberto.
Si en esa casa, tuviesen mi heladera... mamá seria bien delgada, (ya que guarda algunas botellas de agua, y un par de huevos =)) Aunque no se me ocurre como, "mamá", saciaría los huecos de su hambrienta obsesión... brrr... me dio escalofrió.
ResponderEliminarLinda historia Humb
Un abrazo grande!
Harry Houdini, fue un mago, un artista del escapismo, hace tiempo vi un documental sobre sus famosos trucos.
ResponderEliminarfeliz fin de semana.
un abrazo.
No sabía que tuvieras a algún anónimo dando lata, yo en tu lugar pondría la moderación de comentarios y asunto concluido.
ResponderEliminarsaludos.
Hemos coincidido en tema,la obesidad; lo tuyo, más como una narración que puede encontrarse en la realidad, la mía es una noticia de que hay gordos y en contraposición otros pasan hambre.
ResponderEliminarUn saludo y buen fin de semana
Dándole la vuelta a la tortilla..., la mamá puede ser que tenga tanto apetito por alguna razón, y más si, como se dice, durante el día se pasea sonriendo por la casa. Lo preocupante podría ser si es el papá quien tiene que recurrir a las biografías para escaparse de las cadenas y candados; a ver si es que siempre le toca estar abajo, que se le complicaría un poco más el asunto...
ResponderEliminarJe, me gusta leerlo al revés, es más divertido... (a mi no me gusta nada comer en la cama: luego quedan migas y no se está cómodo en ella).
Me asustaste cuando leí que lo dedicabas al Hombre de Alabama, pero aunque no me identifico en nada con él, algo así, según lo he leído, también lo podría haber escrito yo, jajajaja. (¡Ups!, calla, Carmen, calla..., que parece que lees y escribes como [chsssssssss, no lo digas!])
Hoy quiero estar de buen humor y pasar un buen día. Buen día también para tí, Humberto.
Un abrazo enorrrrrrrme... y, por supuesto ¡biquiños!
Carmen
Luis
ResponderEliminares un relato como para ir un poco más lejos que el tema de la obesidad, grave por cierto, pero lo del padre...allí hay muchos que desean huir, no solo la madre...¡¡excelente!!
Pobre mamá; a lo mejor deberían dejarse de tantos candados y tratar de averiguar porqué siente ella ese vacío en su interior que trata de llenar con comida (algo que nunca logrará).
ResponderEliminarUn beso
puede ocurrir, si es muy golosa. a quien no le gusta comer helados mmmm.
ResponderEliminarInteligente relato, aterrador entre líneas, ejercicio para las neuronas.
ResponderEliminarun abrazo.
Gino.
Mamá no está sufriendo, pero papá!
ResponderEliminarMe recordó a un cuento de escritor brasileño Murilo Rubião. ¿Verdad?
ResponderEliminarPapá parece que despreciaba a Houdini, pero parece mamá le entendió mejor.
ResponderEliminarCadenas rotas y sonrisas, que más se puede pedir para ser feliz.
Saldos
Roy.
Mama no es feliz y tiene una depresión de caballo... En vez de tanta cadena deberían hacerle más caso.
ResponderEliminarBesos desde el aire
A quien no le fascinan los helados..a todos..pero lo de esta mamá es excesivo, casí una adicción.
ResponderEliminarLo del tema que pides que ya no toquemos me parece muy bien, pero él sigue rondando los blogs amigos, ya llego a uno de los mios tambien, estoy de acuerdo en que restemos importancia a eso, pues es la única forma de alejarlo.
Buen fin de semana.
Besos.
jajaja HUMBERTO, sinceramente esta mamá tuya, es el arquetipo de antihéroe, pero no cabe duda que tiene mucho mérito...
ResponderEliminarUno, por ser una artista del escapismo... hasta Houdini la felicitaría por su empeño en el aprendizaje y su habilidad en la ejecución.
Dos, en los tiempos que corren que a alguien le importe tres estar como una ballena jajaja, es más poner todo el empeño que pone esta mamá en conseguirlo... toda una rareza excepcional :-)
Un placer conocer tu casa y mil gracias por pasarte por la mía.
Un abrazo fuerte y extrasensorial que llegue hasta tu Brasil:-)
Feliz finde.
muy sarcástico.. me gusta
ResponderEliminarLo olvidaba...
ResponderEliminar¡¡ Yo también te sigo? ...
¿Por donde se va a la nevera por favor?:-)
La comida es la tentación por excelencia, ya que para caer lo único que hay que hacer es abrir la boca.
ResponderEliminarSaludos,
Bellis
Hola Humberto, Hay que mandar a la mamá al psicólogo y ver de donde proviene esa insatisfacción que anestesia con comida... O tal vez sería mejor exhibirla como la nueva versión de Houdini.
ResponderEliminarGracias por tu comentario en anís, estabas incluído también, si te consideras parte de la humanidad.
Anises a granel.
Hola Humberto.
ResponderEliminar"Mamá no está bien", a mamá le pasa algo, son cosas de mamá, y después las consecuencias afectan a todos, pobre papá. Lástima que no rompió las cadenas a tiempo,como Houdini. Ahora arrastra sus cadenas hasta la nevera... pero papá las sigue viendo en la cama rota.
Bueno esto es como cada lector interpreta el problema tan profundo que planteas. Ya sabes la mitad es tuya , y la otra mitad de quién lo lee, :-))
Buen finde, un beso.
Aloe.
En mi heladera predominan las botellas e agua, el queso magro, y algunas frutas.
ResponderEliminarbesos.
Un caso que requiere investigación. Puede ser que el que se come parte de la comida sea el propio Houdini que escondido en la heladera sale por las noches rompiendo los candados y visita a Mamá.
ResponderEliminarUn saludo.
Yo nunca dormiría en una cama rota, trae mala suerte...
ResponderEliminarHumberto...a veces ataco "heladeras", tengo herramientas precisas para destrabar cualquier tipo de cerrojos...jajaja
ResponderEliminarBesitos!
A cualquiera nos provocaría ansiedad, tener cadenas en nuestra nevera, y no poder comer lo que nos apetezca, ya que nos lo tienen prohibido y tan controlado, nuestros propios familiares.
ResponderEliminarBuen finde
Un abrazo
Nunca es tarde para aprender, ¿no? Sobre todo cuando te sientes muy motivado o psicológicamente necesitado.
ResponderEliminarUn abrazo.
en uno de esos programas de zappings televisivo salía un hombre gordísimo que se jactaba de dar placer a las mujeres doblemente, una cuando hacía el amor y otra cuando se quitaba de encima! se lo tomaba con humor el hombre, no está mal.
ResponderEliminarGenial! :))
ResponderEliminarBeijo carinhoso.
Lo malo es coger peso, pero son tan ricos los helados!.
ResponderEliminarBonito texto y feliz semana
Lo peor es que atente contra su salud arrastrando kilos...y le haga la vidadificil a su marido.
ResponderEliminarUn saludo.
Segundo mini-relato, que leo y me gusta, el escapismo, puede ser de muchas maneras, comiendo como mama,
ResponderEliminaraislandose en nuestra propia burbuja, al final todo es una fuga.
Humberto, si lees, en mi perfíl, mis intereses. dicen asi:
" Siempre estoy deseando que me dejen sola, para seguir cultivando,
mi pequeño jardín de obsesiones "
La frase es de mi adorado Saul Bellow,tengo todos sus libros y todos marcados de señas de lápiz.
un abrazo.
Jajaja, realmente ¿es mamá la que no está bien? o...
ResponderEliminarBesitos
Estoy de acuerdo con A.K.E,aquí hay gato encerrado,o lo que sea.Pobre madre carga las culpas y los kilos .Cuando descubran el misterio se desinflará y el resto a pedir disculpas...
ResponderEliminarVaya con la mamá... resulta que estaba haciendo sus pinitos como escapista.
ResponderEliminarEl pobre es el papá.. que además tiene que soportarlo...
A mi me dá que la mamá tiene algun transtorno compulsivo, y no tanto por la comida sino por el hecho de lo que está prohibido.
Tal vez si no encerraran la nevera y pusieran los candados no sé al mueble ropero, le daba por planchar...
Me gustó el relato Hum...
Besos.
Buenos análisis, creo que debería hacer diferentes versiones de un mismo texto con tanta tela para cortar...
ResponderEliminaruyyy q terrible vivir con alguien q padece una adiccion, pobre hombre q los unira, sera q los dos quieren escaparse de distintas maneras?...parece q ni un ilusionaste podra con esto...muy bueno Humberto, besos
ResponderEliminares un tema muy sensible,el que has tocado,en realidad el obeso,el gordo,las gorditas,están enfermos,tal vez de otras enfermedades,concomitantes,que no puedo enumera,ya que son muchas...dicho esto el relato,el breve relato,tiene magia! como siempre la tenes vos!
ResponderEliminargracias por comentar, y querría saber,si te podrías movilizar,hasta mi ciudad, donde el 21 de octubre,presento mis libros...estaría bueno,pero la decisión es tuya y todo ok
lidia-la escriba
Me han gustado tus micro cuentos, Humberto, muy bien escritos y con las palabras justas, lo cual es bastante difícil a la hora de contar historias.
ResponderEliminarVisitaré tu blog más a menudo, me ha encantado!
Besos,
Blanca
Creo que todos tenemos algo de escapistas, al igual que la Mamá de tu relato, pues todos tenemos nuestros pequeños vicios. El problema surge cuando convertimos, esos pequeños vicios, en un hábito desmesurado. Gran Relato amigo Humberto.
ResponderEliminarPor cierto, yo también he recibido una visita inesperada a mi blog, la cual, voy a eliminar.
Un abrazo.
Una historia triste que se da mucho en las personas mayores cuando los ataca la demencia senil los que las cuidan son los que tienen que poner el freno en este caso los hijos no el padre, porque el no tendrá la capacidad, psicológica para ponerle reglas a la persona que ama.
ResponderEliminarUn gran abrazo un gran placer leerte como siempre, feliz fin de semana.
El hambre nos provoca estudiar, aquí se muestra con claridad.
ResponderEliminarLa solución consiste en llenar el refri de ensaladas solamente.
Pues yo no sé si era mamá la única que estaba bien.Ya nos advirtieron
ResponderEliminargrandes próceres del peligro de leer demasiado, puede dar ideas.
Brillante querido amigo, aunque no sé si felicitarte a ti o al Hombre de Alabama.
Un fuerte abrazo.
¡Que bueno! pobre padre, con tantas cadenas alrededor algún día amanecerá ahorcado.
ResponderEliminarUn abrazo, amigo.
A mi me ha caido rebien esa mamá :-) que ingeniosa y autónoma.
ResponderEliminarEscribiste un relato lleno de metáforas, las cadenas y los candados en esa casa no están solo en la heladera.. Muy ingenioso.
ResponderEliminarBesoste. Sabri..
No va a ser la primera obsesión encadenada que devenga en un acto de magia,
ResponderEliminarni la última.
Enorme sutileza en esas letras hospitaliarias, se hacen buscar/ esos textos son magicos realmente.
Un abrazo Humberto.
(San del TLF) Impactante... realmente para pensar, para "masticar"...hay tantos tipos de escapes...lo peor, tener tan solo la intención y terminar procastinando...muy interesante Humber!
ResponderEliminarMamá encadenada sin cadenas, mientras que papá está libremente encadenado.
ResponderEliminarGracias Humberto
Un abrazo.
Miguel.
Me ha hecho recordar a mi abuela, la cual cuando eramos niños escondía muy bien el tarro de helado en lo más profundo de la nevera del refri. Muchas ocasiones la astucia infantil nos hizo llegar al preciado tesoro y al atardecer se escuchaba: Pinches chamacos ya se tragaron mi helado otra vez...
ResponderEliminarSaludos y seguiremos por aquí.
No, no está bien esa mujer. Y a ese niño hay que decirle pronto el verdadero significado de "esposa".
ResponderEliminarAhora que ha puesto la moderación puedo decirle, que en mi blog tengo el famoso comentario, si es así como dice aquel, que lo ha repetido, es lógico que no es de buen gusto, su proceder, en el fondo hay una ingenuidad y nada más, el asunto es que al visitar blogs que le comentan a usted, y uno va allí por interés, allí están los comentarios de aquél anónimo, mi proceder de ahora, es que no estoy de acuerdo en su proceder, ni con aquellos que lo defendieron, ni con el ANÓNIMO, veo el asunto desde otra óptica, donde cada uno tiene su punto de razón, pero los tres tienen falencias a mi juicio muy serias, y no ando con ganas de escuchar a nadie, por eso mi anónimo. Un saludo.
ResponderEliminarSupongo que cuando llegamos a mayores con una misma persona, da igual lo que las pase siendo mayores, por ejemplo, la venida de una enfermedad, tan horrible como el Alzheimer (a eso me ha recordado tu escrito), y aunque algunas veces tengan ese tipo de obsesiones que nos enfaden, son nuestra familia, y los queremos, se coman la heladera, nos llenen la cama de libros, o quieran dormir con el colchón roto... Besos.
ResponderEliminarLos problemas y el estrés traen consigo muchos problemas de adicción, que son hábitos impulsivos de ansiedad y depresión, posiblemente aquel libro la sumergió en aquel hoyo sin querer.
ResponderEliminarHay que ejercitar no solo el cuerpo sino la salud mental, es primordial...pero sin descuidar al esposo, ni a quienes tenemos a lado.
Saludos Humberto, tus relatos siempre dejan un reflexivo y sabio mensaje.
º° ✿
ResponderEliminar♥ °
Amigo,
Não sei o que dizer...
Bom fim de semana!
Beijinhos.
Brasilº° ✿
✿♥ °
..(░)(░)
(░)(♥)(░)
..(░)(░)
Me dejas sin palabras, siempre consigues sorprenderme, o dejarme pensando. Sepas que, Mr Anónimo me visitó (tras dejarte aquí su comentario, y mi posterior defensa) y no tiene desperdicio, está en la entrada "Pegamento para cerebros" de mi Blog, si quieres puedes leerlo. Abrazos amigo!
ResponderEliminarHOLA HUMBERTO: MUY BUENA LA ANÉCDOTA, ME IMAGINO AL ESPOSO, BUSCANDO UN LUGAR LIBRE EN LA CAMA...JE...JE...
ResponderEliminarUN GRAN ABRAZO Y BUEN FIN DE SEMANA
Este cuento tiene varias lecturas posibles, a mi corto entender, y todas las interpretaciones que he leído de quienes me preceden, también me parecen acertadas.
ResponderEliminarEn cualquier caso, y depende de la situación, creo que esa sonrisa diurna compensa a la mamá de muchas cosas, así que, por qué no dejar que siga practicando el "escapismo" nocturno?
Un abrazo!
;)
...
ResponderEliminarSe publica mi comentario¿¿¿
ResponderEliminarLo siento Hum, no lo voy a leer....En España hemos recibido una terrible noticia hoy por la mañana ...y la mamá no estaba bien.Aún me duele.
ResponderEliminarUn beso, Humberto.
Ah...la investigación ha tenido éxito. me alegro.No hablaré más...si tú no lo haces.
ResponderEliminarDe nuevo un beso, amigo.
Pat.
Bonito relato, las adiciones son terribles, pero ¿que las provocan?
ResponderEliminarMuchísimos son los temas que tocas en tu post, ´la obesidad, el egoismo, la intolerancia, la avaricia, en fin. Está rebueno. Gracias por publicarlo. Cariños.
ResponderEliminarHumberto,es un doble placer pasar por tu casa.Primero, leyendo lo tuyo y luego los comentarios que, como vos reflexionas,te dan idea para hacer otras versiones sobre el mismo texto.Doble mérito para vos. Abrazo.
ResponderEliminar¡Estupendo! Es todo un arte la brevedad, y tú lo manejas muy bien, luego corregimos el inicio y nos despedimos con un ¡sorprendente!
ResponderEliminarUn abrazo.
(Bien no hablar más del asuntillo del anónimo y le demos la oportunidad de practicar el houdinismo ¡pero! Desenmascararlo dará reconfortante salud a los Blogs. Otra sería ¡no publicar más sus entradas-comentarios! Que todos cerráramos filas y en no teniendo vitrina donde exponer quizá, y sólo tal vez se esfume. Otro abrazo)
¡Oh Dios mío, Padre Pobre!
ResponderEliminarEl envío de deseos de un maravilloso fin de semana Humberto!
Humberto, realmente la beatífica sonrisa es la más aviesa de las sonrisas... esta mujer creo que, aún habiendo probado exitosamente en electrodomésticos las artes de Houdini, está planeando algún viajecito para el marido...no sé, es una premonición.
ResponderEliminarEn fin, que eres un maestro del microrrelato (este en particular es cortaziano a rabiar)y que es un placer volver a leerte.
Un abrazo enorme
Hola!!!!!
ResponderEliminarParece risueño, pero debe ser una tortura, vivir así, pobre tu papá, pero bueno es una enfermedad…….
Un abrazo de oso.
Es una alegría volver a encontrarme con amigos y colegas que hacía tiempo no veía.
ResponderEliminarSigo con las versiones nuevas de Mamá, podría escribir un libro sobre ella.
Abrazos.
Hola Humberto.
ResponderEliminarSoy Ricard de Ayer es historia...
Tengo verdaderos problemas para publicar comentarios y algunos casos solo se publican como anonimo.
No se si te llegara este.
En caso afgirmativo, te digo que el relato es fantastico.
Ojala conociera las tecnicas de Houldini y escapara de esta pesadilla de Bloguer.
Abrazos campeon.
Ricard
Mi querido Ricard, vi que estabas con problemas, pero aquí estás, como siempre, por suerte...
ResponderEliminarAbrazo.
Mamá está barbaro!!!!!
ResponderEliminarEl que está mal es papá!!!!!!
:(
Beso
Ella vivía sin algo... de ahí que se llenara de chocolate y golosinas.
ResponderEliminarun abrazo y muchas gracias por tu visita y comentario.
ALGUIEN DEJO UN COMENTARIO EN MI BLOG DICIENDO QUE EL COMENTARIO QUE UD HA DEJADO EN MI BLOOG LO HA VISTO EN CIENTOOS DE BLOGS Y NO HACE MAS QE COPIAR Y PEGAR, OBVIAMENTE ME HA DEJADO MUY MAL ESTO PORQUE A LA HORA DE ESCRIBIR EN MI BLOG LO HAGO EXPRESANDO LO QUE SIENTO Y A LA HORA DE PUBLICAR UN COMENTARIO DE LOS QE ME DEJAN NO HAGO MAS QE SENTIRME BIEN TRAS LA APRESIACION QUE CADA UNO HACE DE MIS OBRAS O DE LO QUE ESCRIBO DE OTROS AUTORES, Y ME SIENTO MAL AL SABER QUE EXISTE ALGUIEN QUE SE PASEA DE BLOGS EN BLOGS COMENTANDO A TODOS LOS MISMO SIN SI QUIERA PODER DAR UNA SENCILLA APRECIACION DE LO QUE LEE, ESPERO Q UD NO SEA UNO MAS DE ESOS !!!!!! GRACIAS SALUDOS
ResponderEliminarUn serio tema... Pues no es cuestión de edad; es una enfermedad, una adicción. Aunque esté en tratamiento no es tan fácil poner un candado a la boca y manejar la propia voluntad. ¡Pobre mamá! ¡Pobre papá! En este caso puntual, el que se lleva lo réditos de la situación es el ferretero del barrio, vendiendo cadenas y candados a granel...
ResponderEliminarP.D. ¿Has puesto una ferretería en sociedad con el Hombre de Alabama?
Besos, Humberto, genial como siempre!!!
La mamà tiene un problema pero ella es feliz con su sobrepeso, pero el papà es el que mas sufre, que no puede descansar y ademàs con la biografia Houdini en la cama...pobre hombre..
ResponderEliminarun fuerte abrazo
paco
Peculiar alegato contra la anorexia, contra el culto a la imagen y contra el negarse al placer de vivir yantando bien.
ResponderEliminarHablas de dejarse llevar y de oponerse a la privación de libertad, más con maña que con fuerza.
Cordiales saludos rafaelianos.
No me convencen demasiado las autobiografías. Sin embargo, se ve que a "Mamá" le han hecho su aporte. *
ResponderEliminarUn beso o 2 #
Pd: "anónimo" también estuvo visitándome en mis dos espacios. Creo haberle respondido acorde a la situación.
¡Hola!
ResponderEliminar¡Yo creo que una mama muy especial,lo normal es que los hijos sean los especiales :) Un saludo
¿Y si la ponen a dieta en una jaula? jeje.
ResponderEliminarSaludos.
A veces, uno piensa en dejar un comentario en este blog tan robusto en la Internet por la gran cantidad de comentarios que en él aparecen. Incluso, se piensa, que no hay tiempo para leerlos. Claro, son prejuicios como lector que se cansa con la pantalla del computador. En fin, igual, sigo contento con leer la brevedad que han ido adquiriendo sus textos en las últimas públicaciones. Lo breve y bueno es un asalto perfecto, por nocaut.
ResponderEliminarHumberto... Me pareció buenísima la historia, excelente, pero me molestan esas gentes... ¿No será que cada casa es una especie de trampa de la que no se puede salir? Los defensores de la familia me estarán odiando. Pero yo siento que llevamos la imposición eterna de formar familia, conservarla, soportarla cuando se hace necesario, hasta a la mamá milenaria aunque se nos vayan los últimos años nuestros detrás de esto. El círculo vicioso y las cadenas son para casi todos, aunque no las veamos.
ResponderEliminarIncreíble título que me llevó a la sorpresa y que venía con trampa. Excelentes metáforas.
Mi abuelo contaba que mi abuela se levantaba a tomar un vaso de agua por las noches y siempre volvía masticando.
ResponderEliminarTu relato me la recordó. Gracias.
Un abrazo.
Papà tampoco...por lo visto!
ResponderEliminarSaludos!!
LaLy
Ah!
ResponderEliminarESPERO QUE HAYAS TENIDO UN MUY BUEN DÍA DEL TRADUCTOR!!!
Ufff...pobre de ella....y pobre....de el....no es el punto buscar culpables....pero....el....mmmm
ResponderEliminarun abrazo
Por ahí se dice que la gula es pecado, los golosos son tragones (obvio), y generalmente los tragones son gordos, entonces, definitivamente estar gordo es pecado.
ResponderEliminarMiedo me daría convivir con esa mujer, no me le fuera antojar yo jeje. El tema del escapismo es bastante ingenioso.
Sarcasmo de alto nivel! Muy bueno! Además es fascinante ver como se disparan en las mentes de los lectores miles de hipótesis!
ResponderEliminarPersonalemente siento empatía por el marido. Poor man... La cama rota, los restos de comida, Houdini y la mar en coche!
Great post, my darling!
Big big kiss, Mr.Dib!
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ResponderEliminarBest Forex Brokers stp ndd ecn http://4runnerforex.com
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Bueno, mientras la hipopótama de mamá se escapa, el marido está un ratito tranquilo. Si con un poco de maldad mojamos con un poco de lejía los helados, mamá cogerá unas diarreas de aúpa, se pasara toda la noche sentada en el retrete, y con un poco de suerte los aborrecerá.
ResponderEliminarLa madre es más lista que el hambre.
ResponderEliminarVerdadera asimilación.
ResponderEliminarVaya con la mamá y su obsesión por la comida!!, las cadenas ya no son su problema a la hora de comer y abultar su volumen, creo que el gran problema lo tiene papá para no ser ahogado con el peso de semejante mole y encima atado por las cadenas de mago de Houdini que su madre tan bien ha sadido desatar sin ningún problema.
ResponderEliminarPobre papá!!!
(Aunque tengo que decir que hay obsesiones que atan más que unas cadenas y matan en vida sin apenas darse cuenta)
Excelente relato querido Humberto como siempre.Ah!! y gracias por dejar tu huella en mi casa.. me hizo ilusión tus palabras.
Feliz finde
Un besazo fuerte.
Al menos ella no sufre, pero es una pena que piense que puede llenar su vacío interior a base de comida. Igual es que la falta algo, y es eso lo que deberían averiguar.
ResponderEliminarUn interesante relato.
Un beso.
La enfermedad psicologica: te dá por donde te dá; ho devemos llamarlo sonanbolismo: vacanal. un abrazo
ResponderEliminarA mama habrá que proponerla la dieta Dukan y papa "como vivir con una obsesiva estando obsesionado y no morir en el intento".
ResponderEliminarSaludos y feliz finde
A mi me parece que a esta querida "mama" la deberían dejar en paz, se rie de su sombra, porque por más que le ponen candados a la nevera y cándados a la cama para que no se levante de ella, noche tras noche, ella llega a su objetivo, tomarse sus helados.
ResponderEliminarGran error dejarle los libros de mago houldini, la buena señora se los tiene memorizados, y hagan lo que hagan ella se logra soltar jejeje.
es muy lista y ellos muy tontos, solución ... ¡dejarla en paz!
Un besazo genio. Amelia.
Humberto me encanta la metáfora del texto. Con respecto a los anónimos tómalos solo como eso.
ResponderEliminarSaludos.
Hay cosas que nunca nos van a caer en gracia, otras que nos llevan a tomar decisiones personales y otras que son inevitables.
ResponderEliminarPero la cama rota y llena de comida no es opción!!
Abrazos!!
la realidad siempre nos superará!!
ResponderEliminarbesos y buen fin de semana
y sí darle distintos enfoques a un mismo texto es un buen ejercicio creativo, se mejora y se potencia lo que había pasado desapercibido
lo que importa es que ella sea feliz, a veces la convivencia requiere sacrificios , como dice el refrán hoy por ti mañana por mi, en eso se basa el amor .Se quita el colchón se pone una tabla y los dos felices, ella con sus helados y el durmiendo en cama dura.
ResponderEliminarMuchos besinos de esta amiga admiradora que te desea con cariño feliz fin de semana sublime escritor y poeta.
Tengo que decirlo porque me llama la atención: YO JAMÁS DIJE QUE FUERAN HELADOS. Parece que a muchos les gustaría que allí hubiera helados. Qué gente golosa...
ResponderEliminarAbrazos.
Le hace bien el pasarse por la heladeria, yo creo que el papa tendra que intentar el tambien, aunque solo sea para que los kilos no los coja ella sola.
ResponderEliminarUn gran abrazo,
RChS
Es un texto irónico, con varias lecturas, me gustó mucho.
ResponderEliminarCreo que muchos creen que es helado lo que come porque en España es refrigerador.
Besotes.
Stefi
A veces con más kilos somos más felices, dicha sea la verdad... pero es cierto que es una obsesión lo que tiene visto el caso. Grande como siempre, Humberto :) Un abrazo y feliz fin de semana
ResponderEliminarHola Humberto, pues que le vamos hacer, si se pasea insomne por la heladera, la pobre quiere tiene hambre pobrecilla…
ResponderEliminarUna entrada estupenda. Un abrazo.
A mí me da un poco de penita por la mamá... Ese ansia por la comida no es buena para su salud, aunque se está estudiando muy bien a Houdini y ya conoce todas las estrategias de asaltar una nevera...
ResponderEliminar¡Muy bueno, Humberto!.
Un abrazo.
¡Qué historia y que hallazgo el encontrar un blog como este!
ResponderEliminarGracias Humberto, por estar allí.
Humberto excelente este relato.
ResponderEliminarUn cordial saludo desde…
Abstracción textos y Reflexión.
¡¡Por fin me sacastes una carcajada sonora!! Pero qué gracia tiene la señora, así que se sabía todos los trucos, ja ,ja... o tenía una ganzúa escondida en algún pliegue de su piel, ja ,ja... Bss, me encantó.
ResponderEliminarHola Humberto! Bueno el micro es buenísimo, pero eso no me sorprende. No quiero alabar tu ego, pero es un hecho que en tu casa pueden leerse muchos de los mejores micros de la red.
ResponderEliminarMe encanta el final, con ese pobre hombre rodeado de incomodidades y de libros sobre Houdini.
Un abrazo. Te sigo leyendo.
Humberto, esa mamá golosa que no se da cuenta que no debe comer. Y esa familia que intenta ayudarla a su forma. Muy buena imagen, me encantó.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola, Humberto, es un placer encontrarte. Hice una lectura rápida de algunos de tus post, me parecen ingeniosos y creo que voy a venir por aquí más de una vez.
ResponderEliminarUn beso, y ya nos iremos conociendo más. Gracias por pasarte por uno de mis blogs, tengo otro de sólo fotos, para cuando te apetezca sólo mirar.
¡Qué frustración la del padre y que lince que es la madre (a pesar de los kilos de más)!!! Muy buen relato!!!
ResponderEliminarBesos y feliz finde!
Las frustraciones llevan a compensarlas haciendo algo que nos proporciona placer. ¿Qué mejor que una nevera con ricos manjares?.
ResponderEliminarBuen fin de semana, Humberto.
Brisas y besos.
Malena
Hola Humberto, gracias por visitar mi blog.
ResponderEliminarBuen relato, que de hecho sucede en la vida real.
Que tengas un lindo fin de semana, recibe un abrazo.
Humberto, es que por aquí no le llamamos heladera, sino refrigerador o nevera (ésto es lo más común). Si se trata de algo para congelados, sería el congelador.
ResponderEliminarYo también me sorprendí cuando vine y me sonaba rarísimo tener que llamarle nevera a la heladera; la confusión viene de ahí. Pero no pasa nada porque al fin de cuentas, poca diferencia hay entre si la mamá come helados u otra cosa ¿o me equivoco?
Ya ando por aquí de vuelta... Álguien ha debido enfadarse en mi blog y desde ayer tengo un seguidor menos, je. Tampoco importa: dicen que quien se pica, ajos come...
Biquiños!!
Carmen.
Un hermoso relato! te invito a conocer mi nuevo blog Humberto http://magiacircular.blogspot.com/ !! muchas gracias y saludos !
ResponderEliminarNo se por dónde irme si por el lado de la obesidad y las obsesiones o por la del gran Houdini...según la historia murió realizando unos de sus trucos...
ResponderEliminarDe cualquier manera buen micro!!!
Un abrazo olvidado, o mejor dicho de los que hacen olvidar...no merece la pena "removello" has tenido suficiente confirmación de amistad, eso es lo grande!!!!
La mamá aprendió todos los trucos de Houdini pero podía usar los candados con el marido porque mucho me temo que, a ese paso, se le va a escapar de un momento a otro.
ResponderEliminarUn abrazo Humberto.
que lindos tus cuentos, este en particular con un humor muy corrosivo y un final abierto, todo en tres o cuatro renglones.
ResponderEliminarTe felicito
Ola Humberto,obrigado por visitares meu blog,e ontem deixei meu comentario,mas vejo hoje que nao foi publicado;devo ter feito alguma coisa errada.Vou repetir portanto :Sensacional a tua capacidade de escrever textos tão incriveis e criativos.Fiquei fascinada pelas historias e,por causa de meu pouco tempo irei lendo atentamente uma por dia,por isso irei ficando um bom tempo por aqui.Grande abraço.
ResponderEliminarYo creo que el que no está bien es "papá". Ya que ella es feliz de ese modo.
ResponderEliminarA mí tampoco me gustan los magos, ni siquiera Houdini.
Saludos
Hay hambres que no se sacian con nada. Y son siempre las peores porque asocian, de forma totalmente engañosa, hambre con comida.
ResponderEliminarUh...todo por un helado! Chau, Arianna
ResponderEliminarCuando el hambre arrecia y es un mal enquistado poco se puede hacer.
ResponderEliminarLo siento por el marido que debe padecer tal desasosiego.
Buen relato Humberto.
Un beso.
Hola, Humberto.
ResponderEliminarA veces hay obsesiones, que ni los candados, ni la bella idea de un cuerpo perfecto pueden satisfacer. A veces también sucede... que el cariño obra efectos sorprendentes, como los trucos de magia del mejor ilusionista.
ResponderEliminarSe respira un fondo "pesado" de latente soledad.
Besos.
Y así va atravesando la mamá la mente de los diferentes amigos, creo que en estos días engordó 3 kilos más, y todo sigue igual...
ResponderEliminarA mi lo que me gusta es leer y escribir, todo lo demás sobra.
ResponderEliminarHabra que pensar en regalar la heladera.
BIQUIÑOS.
Pobre familia, deberìan probar con el mago inconfidente y probar otros trucos, jeje
ResponderEliminarUn abrazo.
Lalo
No me extraña nada que a papa no le agrade nada el Gran Houdini... jajaja
ResponderEliminarBesitos.
¡Hola Humberto!
ResponderEliminarCosas de mama...
saludos de J.M. Ojeda.
Buen domingo, y buena semanada.
Por una parte pienso que si la mujer es feliz pues que siga comiendo, pero si su "afición" es un problema para los demás, entonces yo lo llamo adicción.
ResponderEliminarBss.
http://melancora.blogspot.com
Me encanta Houdini gracias por el relato me a gustado.
ResponderEliminarUn Saludo
Es increíble lo que es capaz de hacer la mente… Mi hermana es sonámbula y cuando tiene stress o ansiedad la da por levantarse dormida a media noche a comer leche con chocolate y galletas. Como sabe que lo hace, manda a sus hijos que escondan esas cosas para ella no saber donde están. Pues es alucinante! siempre las encuentra y solo se da cuenta al día siguiente por la mañana cuando ve los restos…Me parecía estar viéndola a ella, solo que no esta tan gorda como tu cuentas jajaja. Me ha gustado mucho tu relato. Un bessito
ResponderEliminarThank you for visiting my blog. I follow yours because I like it very much. Good afternoon from Greece to beautiful Argentina!!
ResponderEliminarEse final cierra deliciosamente un realto corto que te lleva como de puntillas, lo disfrutas, totalmente..."pobre papá".
ResponderEliminarBesos.
El padre agobiado por la situación se encadena a la pata de la cama,la madre en un ataque de ansiedad de los que come sin parar le muerde la mano y descubre un nuevo sabor...pobre padre...pobre madre...
ResponderEliminarGenial.
1 beso enorme.
Una muy buena continuación, Laira, será para "Mama's not good and strikes again"
ResponderEliminarBesos.
Aparte del peso de la señora, los candados debían pesar lo suyo.
ResponderEliminarLa cama fue la desdichada en esta historia.
Saludos Humberto!!
http://paradoenelabismo.blogspot.com
TREMENDA ENFERMEDAD Y QUE LAMENTABLEMENTE PADECEN TAMBIÉN LOS MÁS CERCANOS. EXCELENTE ESCRITO HUMBERTO... COMO SIEMPRE
ResponderEliminarLos hollitos en la cama se sienten rico, duerme uno mas a gusto "a sus anchas" decimos en México.
ResponderEliminarel mal del siglo, la obesidad y la obsesión de devorar, toda la magia de Houdini no podrá con esa psiquis...
ResponderEliminarmuy bueno, saludos
Mamá es muy lista, se hizo con libros del mejor escapista, Houdini. Los adictos a algo buscan la forma de llegar al objeto de su obsesión y aguzan su imaginación de una forma...
ResponderEliminarMe da pena papá, pobre sus sueños deben ser pesadillas, durmiendo en esa cama. Tus historias siempre tienen ese puntito. Me gustan.
Un beso,
Margarita
Ja, ja, sí 3 kilos más y todo sigue igual!!! Vamos por Mama's not good and strikes again y por ahí no queda nadie...
ResponderEliminarHola Humberto!!
ResponderEliminarBuen relato,donde dejas ver de lo que somos capaces de hacer,cuando realmente queremos conseguir algo.
Un abrazo
En vez de poner tantas cadenas y candados, ¿probaste a dejarla vacía?
ResponderEliminarSaludos.
Lo que se llega a aprender y hacer por conseguir un helado, bueno podría compensarlo abriendo un par de cajas fuertes de un banco ;-)
ResponderEliminarSi mi mamá tuviera ese problema...creo que se amarraría ella misma a la cama para no abrir la nevera...porque según mi familia eso es lo mas parecido a la plaza municipal...solo monte verde por todos lados , agua y luz...
ResponderEliminarbss...
Me atrapa, por el humor que lleva ínsitu, con una madre obsesiva por la comida, tratando de salvar los obstáculos de candados y cadenas, y el padre con un insomnio perrmanente, hormigas en la cama...Un abrazo. carlos
ResponderEliminarDebe ser horrible que la pareja de uno, no importa el sexo, sea un helagator, pero aún peor imaginarse miguitas de pan o de galletas entre las sábanas.
ResponderEliminarDe otra forma, quién fuera el gran Houdini para poder soltarse de todas las cadenas, las físicas y las metafísicas.
Saludos, Humberto.
Es verdad!!! Refrigerador es la palabra, besos. Stefi
ResponderEliminarNo es facil romper las cadenas, muchos menos cuando las tiene uno mismo y se hizo mucho para conseguirlo. Es un resguardo al fin.
ResponderEliminarMama tiene hambre, que mama coma
ResponderEliminarHumberto, gruesa escritura y fino humor. Excelente como siempre ! Abrazo, me encantó !
ResponderEliminarNuestros vicios pesan tanto en nuestra humanidad como en nuestras familias. Bueno pero extraño todavía.
ResponderEliminarUn abrazo desde Ínsulas.
Humberto, antes que nada te envío mi abrazo y solidaridad. Luego te diría que eviten gastar dinero llenando la heladera y consigan ya que la escapista genere ingresos familiares mediante un buen contrato televisivo.
ResponderEliminarMe pareció muy tierna la historia, aunque con un transfondo importante…
ResponderEliminarUn placer amigo ;-)
Muackss!!
Me encanta esa manera tan tuya de escribir, esa ironía que flota en las letras y las embebe.
ResponderEliminarUn real gusto de conocerte un poco .
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ResponderEliminarThank you for your interest
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