Delante de mí, en la mesa del bar, había un matrimonio de mediana edad. El hombre tenía barba espesa y usaba anteojos oscuros, la mujer vestía una blusa discreta y llevaba el cabello suelto; me miraban y comentaban algo, pero sus voces me llegaban apagadas por el rumor general: la música ambiental, el arrastrar de sillas, los silbidos de la respiración, el llanto de un bebé (basta), los sorbos de té, el ronquido de la máquina de moler café, el timbre de teléfonos móviles (basta, basta), las sacudidas de los sobres de azúcar, el tintineo de vasos y cubiertos, la campanilla de la máquina registradora (basta, basta, basta). Por suerte, se levantaron y se encaminaron hacia la salida, seguían mirándome y murmurando. No pude oír nada de lo que decían, pero estoy seguro de que estaban tramando algo contra mí.
1 de septiembre de 2011
Para Gnosis
*Pintura digital de German Covacevich, www.calesitadefantasmas.wordpress.com
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Estimados amigos:
ResponderEliminarMuchas gracias por los comentarios para “Libertad”.
Un agradecimiento especial para la gente de "El Taller Literario del Face.
Les deseo un muy buen fin de semana.
Abrazos.
Humberto.
Bueno no se si decir pobre hombre, que paranoico estaba o lamentar el destino de esa pareja.. Final abierto... como me gustan...
ResponderEliminarMuy bueno Humberto. Feliz finde para vos también!!
Un abrazo!!
Como dice el refrán, hablar mal de mí, sino a hablar!
ResponderEliminary ahi va a matarles... ¿o no?
ResponderEliminarla paranoia es una cuerda peligrosa.
Bien contado
Para algunos, que alguien hable de ellos está bueno porque no se olvidarán de su nombre. Pero me parece que en este caso, no les espera buen futuro...
ResponderEliminarAbrazos y buen finde!
¡vaya resaca!
ResponderEliminar¡vaya carácter!
saludos.
¡¡Seguro hablaban mal de el!! ¡Todos hablamos mal de el!! ¿o hablaban mal de mi?? uff.. je!
ResponderEliminarParanoico! por momentos me molestaban los ruidos también a mi... Una descripción del agobio.
Un beso grande Humb
Has lo que quieras, igual hablaran mal de ti. Ahora; yo personaje, me hubiese parado a preguntarles porque me miraban tanto. Tal vez, era una pareja swinger... Y por paranoico me perdí una fiestita fantástica! jaja..
ResponderEliminarSeguí haciéndo que con tuy breves relatos nuestra imaginación vuele... Abrazote !
Muchas gracias, mi querido amigo...
ResponderEliminarUn abrazo
Pura paranoia.
ResponderEliminar¿El cierre? ¿Los mató? ¿O se mató?
Buen relato.
Saludos cordiales.
Yo creo que también los vi!!!
ResponderEliminarSí. Eran ellos!!
(Cita para mañana a las 2pm, por favor. Psicología? Noooo Psiquiatría!!)
;)
Buen finde.
¿Por qué ser tan alarmistas? Seguramente no hablarán más de él porque se fueron. Era un bar, no hacía falta que se volvieran a encontrar. (No quiero pensar en Barre...).
ResponderEliminarSí que es agobio, a veces los bares o los restaurantes son agobio aunque uno no se persiga. Pero está muy buena la sensación creada con ese "basta" que va creciendo en número e intensidad.
Mi mujer y yo, éramos los que estábamos en el bar, y fuiste vos quien nos miró y pensó mal de nosotros .
ResponderEliminarEsta vez, tuviste suerte que nos fuimos!!!
No nos interesa tu agradecimiento.
Y nos fuimos , porque el ruido era insoportable.
que arte para contar historias geniales en tan pocoas líneas. Me envcanta!
ResponderEliminarja ja ja. ¿qué habrás hecho? je je. buen final.
ResponderEliminarEse ruido insoportable que va creciendo y te estalla en la cabeza...y todos te miran y todos hablan de vos. Jodete por escribir tan bien. Un fuerte abrazo!
ResponderEliminarMe gusta como vas llevando el clima de saturación, lo que para cualquiera de nosostros (bah, creo) es normal, para el paranico es fulminante.
ResponderEliminarEl título me gustó, el dibujo es de dar miedito.
Besoss.
Caro
Dany: Creo que vos te diste cuenta de que hay una chicana en el texto, era muy sutil...
ResponderEliminarAbrazos.
Como dice el dicho.
ResponderEliminarEl hecho de que seas paranoide, tampoco significa que no te andan persiguiendo.
Un final un poco drástico. La descripción de la contaminación acustica perfecta.
ResponderEliminar¿Porque se fueron? o ¿los liquidaste?, me imagino que esa será la intriga.
ResponderEliminarAbrazos
Ya no lo harán (porque se han ido), ahora el protagonista se queda solo con los ruidos que, de igual manera, le hostilizarán largo rato.
ResponderEliminarSaludo.
Humberto hay muchos paranoicos de la personalidad.
ResponderEliminarHoy 8 de Octubre es un día especias en la blogosfera decenas de blogs escriben sobre la “FE”
Un cordial saludo de José Ramón desde…
Abstracción textos y Reflexión.
El peor enemigo de uno mismo es EL mismo.. así que esos ruidos latentes siempre persiguen ..aunque pareciera que todo el mundo conspirara contra el protagonista de tu relato. Pobre infeliz que no ve su propia desgracia en el mismo, en su interior en su mente.
ResponderEliminarExcelente reflexión querido Humberto.
Como siempre me quedo pensando releyendo tus escritos..
Un besazo bien fuerte querido amigo y feliz fin de semana
Un increscendo de lo más perturbador. Mientras tu protagonista va pensando (basta, basta) yo pienso: más, más...
ResponderEliminarYa no volverán a hacerlo.
ResponderEliminarEso es un final cojonudo, y perdona, no pongo jamás esas palabras malsonantes, pero esta vez no se me ocurre otra más expresiva.
Muchos besitos.
Ya no volverán a hacerlo.
ResponderEliminarEso es un final cojonudo, y perdona, no pongo jamás esas palabras malsonantes, pero esta vez no se me ocurre otra más expresiva.
Muchos besitos.
Ya no volverán a hacerlo.
ResponderEliminarEso es un final cojonudo, y perdona, no pongo jamás esas palabras malsonantes, pero esta vez no se me ocurre otra más expresiva.
Muchos besitos.
Ya no volverán a hacerlo.
ResponderEliminarEso es un final cojonudo, y perdona, no pongo jamás esas palabras malsonantes, pero esta vez no se me ocurre otra más expresiva.
Muchos besitos.
Pobre pareja.
ResponderEliminarFantástica reflexión, como siempre
Yo soy de los que suelo mirar a todos lados, sobre todo si es un sito nuevo y no estoy ubicado, quizás un día te mire a ti y hable a la vez...quizás sea al contrario, ándate con ojo!
ResponderEliminar:) un abrazo!!!!!
¿Me pregunto que futuro le esperaba a la pareja?..Como siempre genial tu relato.
ResponderEliminarun fuerte abrazo
paco
Las paranoias son fatales, sobre todo si el ruido ambiental alimenta la fantasía, al no permitir oír la realidad de la conversación, dejando volar la imaginación realista del delirio.
ResponderEliminarSaludos y un abrazo.
Tanto ruido creciendo, de tal manera que no te deja pensar y esas miradas que te atraviesan...Inquietante Humberto.
ResponderEliminarBesos desde el aire
Claro.
ResponderEliminarMuerto el perro muerta la rabia.
Hay que ver como se las gastan algunos, como para decirles algo malo, ja ja ja
ResponderEliminarUn besote.
Los de Criminal Minds ya están elaborando un perfil tuyo. Les iba a pasar el dato, pero como no hay recompensa voy a esperar que liquides a ot............
ResponderEliminarYo creo que todos eran agentes del Servicio Secreto y se aprovechaban de los ruidos para que Vd. no se enterase de lo que estaban tramando.
ResponderEliminarLe propongo una solución, por si se está gestionando algo contra su seguridad:
No se crea a los Agentes Secretos y piense que ningún crimen puede quedar impune.
Que Vd. lo pase bien, amigo Humberto.
Antonio
Hay mucha gente que enseguida cree que el mundo conspira contra ellos, creo que bajo esa fachada se esconde una gran inseguridad y afán de protagonismo.
ResponderEliminarBss.
http://melancora.blogspot.com
Yo creo que simplemente se alegraba de que se fueran del bar (es difícil que se volvieran a cruzar) y cesara una de las causas de su agobio. Yo creo que si no se hubieran levantado, habría habido un cuarto "basta".
ResponderEliminarGrandísimo como siempre, increíble que con tan pocas líneas nos sugieras tanto!
Veo en tu relato una buena descripción del ruido ambiental de una cafetería y cómo el protagonista acumula la tensión en un solo punto. La frase final, abierta está bien. Luego entrará algún otro en el que le pasará todo lo contrario: "nadie se fija en mí", y se hará "trol" de blog.
ResponderEliminarMUY BUENA interpretación, Ximens, creo que has dado en el clavo...
ResponderEliminarAbrazos
(Noa TLF) vaya!!! esos ruidos que en muchos casos suelen transformarse en amenazantes voces (basta...) describe muy bien una lucha interna donde únicamente hay un contrincante, en este caso, el protagonista de este excelente relato!
ResponderEliminarEspero que tengas un buen fin de semana! Me gusta como escribis. Siempre me pasa que escucho todos los sonidos de los lugares, algunas veces me ponen tan nerviosa. Muy buen relato!
ResponderEliminarLindo fin de semana too.
ResponderEliminarDe donde sacas estos relatos cortitos?, como si las ideas te vivieran como un chispazo y las escribieras donde estuvieres.
Es que algo así sucede, ésta le escribí en un bar, mientras me miraba una pareja... pero no volverán a hacerlo. (je)
ResponderEliminarBesos
(San TLF) Me hiciste acordar a un caso que me contaron...a veces esos "basta" simulados, como en tu relato en ruidos externos, no son más que gritos internos, es un relato profundo y va más allá de una paranoia...¡genial Humberto!
ResponderEliminarElevar la voz para hablar de tí, en las condiciones ambientales que había en el local, es todo un mérito ¿No se merecen que les lleves un ramo de rosas a la tumba por el esfuerzo?
ResponderEliminarUno se hace líos en la cabeza, siempre pensamos mal de los otros pero seguro que no hablaban de ti.
ResponderEliminarabrazos amigo
que feo cuando la paranoia se filtra en la gente es triste y desoladora no?
ResponderEliminarUn relato corto perturbador, los ruidos lo perdieron y él los perdió a ellos, o a él mismo?
ResponderEliminarUn besote.
Sabri.
No me extraña que esa pareja acabara por mirarte y murmurar entre ellos; se sentían intensamente avasallados por tus inescrutables ojos, aunque tu cerebro pensara a la inversa y se montara su propia película.
ResponderEliminarSos un cotilla insolente!!! ;)
-Bs-
Algunos aguantan muy mal la tensión que provoca la mirada o la indiferencia de los otros.
ResponderEliminarMe ha gustado la ambientación, el ruido ambiental que impide sacar conclusiones claras... Un abrazo.
Gracias por visitar mi blog, comentar y quedarte por allí, por suerte eso me ha llevado a conocerte y a sentirme identificada contigo en la descrpción que haces de los barullos que se forman en bares y cafeterías, creí que sólo sucedía en España, pero veo que e más normal de lo que parece.
ResponderEliminarme quedo por aquí para seguir descubriéndote.
Un placer haberte conocido.
Saludos Humberto.
ResponderEliminarUn cordial abrazo,
Venganzaaaa!!!!
ResponderEliminarMmmmm interesante el describir de un día cualquiera en el que todo a tu alrededor tiene una repercusión en tu mente, pues la tensión o preocupaciones acumuladas explotan. Quizás el que se fijen en ti, es mejor que el que no murmullen de ti, eso es signo de que por lo menos, llamas la atención.
ResponderEliminarUn beso :)
Hace mucho que no digo esto: La 1° persona es un recurso literario, nada más que eso...
ResponderEliminarAbrazos.
Claro que si, la paranoia es un silencio de varias miradas, una boca que va creciendo y engulle todo,
ResponderEliminarY es muy interesante también pensar en la pareja cuando llegue a su casa, quizas comenten: "¿viste ese tipo que nos miraba en el bar?...", "no nos siguió ¿no?, ¿estas segura?"
Así es la paranoia, nos pone inmensos para volvernos microscópicos,
Excelente micro, con gusto a frutilla en la tinta de un verdadero maestro.
Un fuerte abrazo Humberto.
Me ha pasado algunas veces...ahora vivo en el campo :)
ResponderEliminarSaludos!
LaLy
tu relato es abrumador. me gustó mucho. me gusta tu estilo, entre oscuro y extraño.
ResponderEliminarbesos*
Humberto, un personaje peligroso el tuyo por lo que se intuye. El que hablen mal de ti o no, que más da. Uno debe saber hacer oídos sordos de los necios y también aislarse de las adulaciones. Lo importante es quien te lo dice y porqué.
ResponderEliminarMe gustó este relato que abre reflexiones.
Un abrazo.
Quizás simplemente te invitaban a cenar, pero claro...lástima
ResponderEliminarVos también los viste????
ResponderEliminarY bueh, esta vez me ganaste de mano, los próximos son míos!!!! (está claro, no????)
Besos
jajaja precioso!un abrazo
ResponderEliminargracias
lidia-la escriba
Intriga bien escrita.
ResponderEliminarfelicidades
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarSi es que no puede uno estar tranquilo y en paz y luego pasa lo que pasa...(o no pasa)
ResponderEliminarMe encanta esa manera tuya de dejar que sea el lector quien elucubre sobre el final y los matices que insertas sutilmente entre tus líneas.
Excelente, como siempre.
Un fuerte abrazo.
ufffffffffff vaya tipo, maniaco obsesivo. El final es brutal porque a mi me dá que se los carga.
ResponderEliminarNos introduces en el relato, conforme los lees, los ojos se van de derecha a izquierda oyendo la puñetera máquina de café, el llanto del bebe, ruido y más ruido....
Eres un crack! Un besazo Humberto!
Seguro que no volverán a hacerlo, porque no los verá nunca más.
ResponderEliminarEse bar era muy ruidoso para él.
Un beso.
♥ •˚。
ResponderEliminar°°Olá, amigo! 。♥。
● ♥• Como você é desconfiado, não estavam tramando nada!!!
˚。˚ Bom fim de semana!
♥ •˚。Beijinhos.
•˚。Brasil
..(░)(░)
(░)(♥)(░)
..(░)(░)
Suerte que no vas a ver más, esa pareja de cotillas murmurando de ti lo que les de la real gana...descaradamente.
ResponderEliminarUn placer leer tu texto y mil gracias por entrar tu a leer en mi blog el post de Fe, la palabra del día de hoy en la blogosfera.
Besos de MA y feliz fin de semana.
Se fueron, el protagonista se queda solo con esos sonidos que podriamos escuchar en un bar y que tu los has enumerado correctamente. Un abrazo
ResponderEliminarBueno, no dejas de sorprenderme. Siempre entro y digo: vale será lo de siempre....
ResponderEliminarY, nunca es lo de siempre, sencillamente no hay siempre.
Un beso
esos finales que te dejan con sabor a más...
ResponderEliminargracias por compartir tus historias con nosotros
¿Paranoia esquizoide?
ResponderEliminarGracias Humberto por tu comentario, yo sé que no eres creyente por eso valoro mucho más tu detalle de comentarme
ResponderEliminarCon ternura
Sor. Cecilia
Bueno, soy creyente, pero de una religión diferente, querida Sor Cecilia. Sea como fuere, tu visita aquí es siempre bienvenida.
ResponderEliminarBesos.
Bueno parece que el protagonisya del relato, tiene algun tipo de paranoia o crisis de ansiedad, algun tipo de alucinación sobre si mismo. Algunas veces me he sentido
ResponderEliminarasí y es horrible, bonito y abierto final.
Un abrazo
No hablaron más de ti , porque resulto que eran amigos de tus abuelos que comentaban entre ellos el hombre tan guapo que te habías hecho. Desde ese día nunca más volviste a verlos.
ResponderEliminarBesinos de esta amiga admiradora que te da infinitas gracias por envolver nuestros sentidos con la belleza y la magia de tus letras insigne escritor y poeta.
¡Vaqya, pobre pareja! Han tenido mala suerte. Muy bueno.
ResponderEliminarBesitos
Si es que no se puede ser un cotilla, se acaba mal, yo prometo que a partir de ahora no voy a hablar mal de nadie, por si acaso jeje.
ResponderEliminarBesitos y sonrisas cotilleadas :-)
QUE FINAL MAS ABIERTO, ME ENCANTA!!!
ResponderEliminarMUCHAS GRACIAS POR TU COMENTARIO EN MI BLOG.
CARIÑOS!
=) HUMO
Hay mucha paragnosis dando vuelta, amigo humberto, usted la padeció o me equivoco?
ResponderEliminarUn buen texto.
Lalo
Una vez, Verdaguer, contó por la tele que le pasó algo muy parecido en un bar y quedó muy intrigado... ;-)
ResponderEliminarabrazo
¡Hola!
ResponderEliminarUn final que deja a pensar las posibles soluciones :) y una excelente descripción del estrés. Un saludo.
Love your writing. And thank you for the follow. Very interesting blog you have here. Bravo! I am bilingual- speak Englisg/Spanish and love reading it more in Spanish!!!!
ResponderEliminar....espero que otra/s persona/s no se hayan sentado justamente donde esta pareja estaba.....basta!!!!!
ResponderEliminarun abrazo
Mientras en la mesita del fondo, un hombre analizaba la situación y...
ResponderEliminarHumberto primero quiero darle las gracias por su visita en mi espacio. en segundo lugar, después de traducir el texto hermoso en Google, me sentí como si estuviera hablando de mi vida.
ResponderEliminarA veces me siento, a veces exagerada, de que todo el mundo habla de mí, y peor aún, en mi contra.
el Challenger
El criminal en potencia o el paranoico o el ególatra o también cualquier obsesivo. Pero el psiquiatra eres tú. Te quedo estupendo, jajaja, un abrazo con mucho anís.
ResponderEliminarBasta, basta !!! Que se vayan...
ResponderEliminary Dib que bonita es la paranoia a veces... Nos hace existir
ResponderEliminarDescribes con mucho acierto a ese tipo de personas que creen que los demás no tienen nada mejor que hacer que estar pendientes de ellos.
ResponderEliminarEl giro final le da el punto inquietante al relato.
Un beso, Humberto
Coincido con la mayoria de comentarios es un relato inquietante con un final misterioso. Este hombre esta un poco paranoico o loco, a lo mejor esa pareja no hablaba de él y todo era producto de su imaginación.
ResponderEliminarMuy buen relato!
Un Saludo
No me extraña que tanto ruido lo vuelva loco y paranoico. ¡Cuidado donde te sientas en esa cafetería y a quien miras
ResponderEliminarUn besote y buena semana
NO MURMURARÍAN MAS ,POR SU DESAPARICIÓN DEL LUGAR TAL VEZ ,NO?,SEREMOS UN POCO DE BUEN OJO CON ESE HOMBRE,CANSADO DEL BULLICIO ,EN BUSCA DE SILENCIO
ResponderEliminarMUY BUENO HUMBERTO
UN ABRAZO
la atenciòn se se focaliza en nuestras heridas, aquella era la paranoia del protagonista.
ResponderEliminarun caso cualquiera di agorafobia
un saludo
Blas.
Es magistral tu forma de contar una historia,felicidades Humberto,feliz domingo,besos
ResponderEliminarHace poco un tipo no me quitaba los ojos de encima en un restaurante, espero que no me haya seguido y venga a buscarme. Los paranoicos son los peores.
ResponderEliminarBesotes.
Stefi
Delirio de persecución!!!
ResponderEliminarFeliz domingo
Un abrazo
Por lo menos se quedó tranquilo, aunque su mal sigue en él.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho cómo has ido reflejando su nivel de agobio.
Un saludo.
No se puede ir por la vida creyendo que la gente cuando nos mira, nos ve y encima pensar que lo que hablan es sobre nosotros y malo. Si no sabes no opines. Yo si volveré… Un bessito
ResponderEliminarPobre,seguro que es candidato para tu sillon; el sindrome sería... de persecución?
ResponderEliminarUn abrazo.-
En mi tierra dicen habla de mi aunque sea mal, señal que sigo vivo. Gracias amigo por tu visita tu comentario y por quedarte de amigo en mi blog, el tuyo es muy interesante así que a partir de ahora te visitare siempre que pueda.
ResponderEliminarUn abrazo.
Tengo otro blog por si te interesa
visitarlo. (mitierrayalrededores.blogspot.com)
HOLA QUERIDO HUMBERTO
ResponderEliminarGRACIAS POR PASAR POR MI CASA A SALUDARME Y A DEJAR UN COMENTARIO SOBRE LA FE.
TU TEXTO ES MARAVILLOSO, ME RECUERDA A ESAS PERSONAS PARANOICAS QUE PIENSAN QUE SON CENTRO DE TODO, PARA HABLAR MAL DE ELLOS Y PARA ELOGIARLOS.
UNA PSICOLOGA UNA VEZ ME DIJO : "NO CREAS QUE ERES TAN IMPORTANTE... "
BESITOS
EXCELENTE TU ESCRITO
Cuantas muertes por error no?
ResponderEliminarEso pasa a menudo a las personas inseguras o con algún problema psicótico y para muestra un botón.;))
ResponderEliminarUn beso
La verdad es que hay gente
ResponderEliminarque ve enemigos en todas partes,
yo paso,
ni miro ni que me miren,
un placer pasear por tus letras,
magníficas por cierto
Tenía demasiado ruido en su cabeza, es un mal demasiado común en estos días y nuestra cabeza no es lo que está mal, sino este mundo enfermo que va devorándonos el alma con su ruido y su velocidad frenética.
ResponderEliminarUn abrazo.
A veces hasta el ruido de una mosca suena por altoparlantes, y si, a veces sentimos en la piel cuando hablan mal de nosotros, muy buen relato Humberto, un abrazo,
ResponderEliminarSusceptibilidad, se llama eso ¿no?
ResponderEliminarSaludos.
Holas Humberto.
ResponderEliminarPrefiero no imaginarme cual fue el destino de los dos conspiradores.
El ruido es una de las principales causas de llegar a enloquecer.
Ellos no llegaron a ese punto. Tu te ocupaste de que fuera asi.
Un abrazo y felicidades por tan buen relato.
Ricard
Es insostenible tanto ruido.
ResponderEliminarYa no cuchichearan más. Basta.
Un beso
Esta vez sí que me has dejado intrigado y pensativo...será paranoia mía?
ResponderEliminarHola y gracias por sus elogios :)
ResponderEliminarCreerse el ombligo del mundo. Asomarse, espiar, suponer, hacerse eco del mundanal ruido y dejarse llevar por tanto desvarío.
ResponderEliminarSaludos.
Humberto me encanta cuando sacas a relucir otro lado más salvaje y de locura.
ResponderEliminarTus palabras encajan una con otra a la perfección.
1 abrazo con mucho afecto.
Me voy por unos días y cuando vuelvo, encuentro esta joyita!
ResponderEliminar"Callénse, callénse, que me desesperan"
Y los callaste, nomás.
Esa es la ventaja que tenemos los escritores, no? :)
Great text, my darling!
Kisses for you!!!
Precioso y hermoso lo que escribes, con un texto para dejar a pensar al lector, por lo visto ya no hablarán mas de ti, ¡ es que también te fuiste del bar! muchas veces vemos cosas que no son lo que parecen, son imaginaciones a donde vemos cuchicheo a donde no los hay, es la fuerza de la mente que trabaja en nuestro subconsciente y la transforma a la imaginación en muchas veces en paranoias. Gracias por compartir. Que tengas una buen comienzo de semana lleno de sensaciones positivas. Un abrazo desde la distancia de un amigo.
ResponderEliminarGenial su relato, un tremendo barullo me quede intrigado con la pareja. Saludos.)
ResponderEliminarMeu caro Humberto, quanta paranóia (quase eu), mas o que acontecia enquanto ele imaginava estarem falando dele...a música ambiente, o bebê chorando, a máquina registradora...após observar este personagem, percebo que meu psiquiatra é realmente necessário em minha vida rsrsrsrs...
ResponderEliminarps. Um imenso abraço.
ps.2. Por favor não leve em consideração eu não querer comentários, quero sim, quero sim...foi um leve surto, mas não tenho para onde fugir, e a negação não é boa. 90% era fantasia naquele post. Obrigado pelo cuidado.
Bueno, uno no puede agradarle a todo el mundo. Saludos.
ResponderEliminarNo me esperaba el final, ha sido genial leerte! va aumentando la tensión con los "(basta)" y el final ya... sobrecogedor! Gracias por compartir, con tu permiso me quedaré por aquí un rato, saludos!
ResponderEliminar!Paranoico!
ResponderEliminarPero como es que tantos sonidos a la vez invaden nuestros oidos, impresionante! ¿Me recomendarias algun libro bueno? Abrazos desde México (:
SIII!
ResponderEliminar¿PREGUNTAS?, ¿PREGUNTAS?.
-Los mató.
-No se los volvió a encontrar en la vida y ni siquiera hablaban de el, pero en su cabeza rondaron mucho tiempo.
-El matrimonio lo reconocio como a un antiguo camarada de ETA al que habian traicionado y pusieron pies en polvorosa para no tener problemas...
-Salió del bar para perseguirles convencido de que formaban parte de un complot tramado contra el, pero justo en la esquina cuando cruzaban la calle un autobus perdió el control y murieron,pobrecillos...
Me encantan las historías abiertas :)
BICOS.
¿Está seguro?
ResponderEliminarUn abrazo.
Responder con literatura, como un cross de izquierda.
ResponderEliminarAbrazo, Humberto!
"Los que hablan de mí, mi espalda los contempla"
ResponderEliminarAlgo les habra pasado, si ya no volverian a hacerlo...
Un abrazo,
RChS
Terribles las enfermedades mentales de ese tipo. "Paranoia o manía persecutoria" creo que así lo diagnostican. Y lo has retratado a la perfección.
ResponderEliminarComo siempre, en breve espacio consigues crear grandes historias.
Bravo, Humberto.
Un abrazo.
a veces uno siente que hablan de uno o desde el big gand hasta donde estamos el mundo conspira...
ResponderEliminar¿será?
Muy buena historia.
ResponderEliminarSilencio, preciado tesoro. Y algo de paranoia, por qué no?
Abrazo!
A veces nuestra sensibilidad esta tan vulnerable que creemos que somos el centro de atención. Una mirada, una seña basta para creer que somos el punto a seguir..
ResponderEliminarEn cuanto a los ruidos, pues yo me hubiese puesto mis audifonos y me pongo a escuchar música. jajaa..
Buen inicio de semana.
Besos.
Eso es lo bueno de esto, las interpretaciones se abren como abanicos, como así también las soluciones...
ResponderEliminarAbrazos.
ESTE ES UN MUNDO SICÓTICO, NEGRO, NO ES RARO QUE LO TIPOS ESTUVIERAN MIRÁNDOLO COMO TAMPOCO QUE EL LOS HUBIERA LIQUIDADO DESPUÉS, PERO LA RESPUESTA LA TENDRÁS VOS, NO?
ResponderEliminarUN ABRAZO DESDE CÓRDOBA LA DOCTA.
CHRIS
¿Murieron?
ResponderEliminarDecime si no te sentiste un poco importante al menos. Ayyy somos tan volubles... jajaja
ResponderEliminarHOLA HUMBERTO: ES INCREÍBLE COMO LE DAS VIDA A PEQUEÑOS OBJETOS DE LA VIDA COTIDIANA...CREO QUE ESA PAREJA TE MIRABA, POR TUS GESTOS FACIALES AL ESCUCHAR TANTOS RUIDOS...
ResponderEliminarUN GRAN ABRAZO.-
Estaba un poquitin paranoico, el hombre.
ResponderEliminarbien escrito.
Un abrazo.
Has captado todos los ruidos que son propios de un lugar como ese, además adviertes la presencia de esos dos que cuchichean y no sabes qué.
ResponderEliminarMuy bueno.
un abrazo
Me recomendaron este blog, por eso leí todas las entradas de la página, una mejor que la otra, tienes mucha creatividad y variedad de temas. Enhorabuena!
ResponderEliminarSantis
Muy bueno como lo que vengo leyendo desde que llegue aca!
ResponderEliminarSaludos
Si alguna vez en algun lugar me encuentro contígo en una cafetería...,ten por seguro que me sentaré lejos y de espaldas...,para que no te entren paranoias raras...jajaja
ResponderEliminarEn una mesa de un bar, con tal ruído de fondo..,pegar la oreja se hace imposible...,y te quedas con las ganas de cotillear lo que estan maquinando contra tí todo ser que te míra más de dos segundos.
Gracias por tu visita a mi blog.
Tambien me gustó tu espacio..,así que tendras que verme mucho por aquí..
Saludos desde España
La misma sensación tengo en cada cafetería. A las personas les gusta comentar sobre el sujeto solitario a dos mesas de distancia.
ResponderEliminarSee ya!
PD. Hey, gracias por seguir.
Oi Umberto, boa tarde! Os seus textos sempre tem verdade em si, as vezes falta palavras pra decifrar algum enigma do texto em si, por isso gosto de ler o que escreve. Essa é uma forma bem real que descreve do ambiente de um bar, parece uma luta interna dentro do ser... São sons avassadores de todos os tipos, vozes arrogantes, audaciosas, abafadas que não se consegue decifrar, mas na verdade você conhece todos os sinais.Parabéns pelo conto está espetacular.
ResponderEliminarSe cuida , ótima semana. Quando puder aparece por lá, será sempre bem vindo, sua presença me faz feliz. Um beijo no coração.
Eheheh desculpa Humberto pela escrita do seu nome anterior. Um beijo amigo!
ResponderEliminarOh!Oh! supongo que no podrán hacerlo más porque ya se han ido ¿no? Ya no le molestarán...o ¿Quizás él se ha encargado de que no lo hagan núunnnca maaa´sss???
ResponderEliminarHumberto...me impresionas, como siempre.
Un beso,
Pues seguramente para tomar una desicion sin escuchar lo que hablaban o tienes poderes mentales o problemas de seguridad emocional, lo bueno es que se fueron para no volver o para el otro mundo, jajaja, saludos Humbreto desde Guatemala SL
ResponderEliminarextraordinario. Un texto que exige atención y minuciosa lectura pausada. Seguimos visitando este blog y esperamos que visites y dejes testmonio escrito en nuestro extraño blog para-deportivo y cultural... a disfrutar.
ResponderEliminarHumberto,un millón de gracias por tus palabras de ánimo.
ResponderEliminarTus entradas jamás me dejan indiferente,buenísima.
Besos que te inunden de alegría.
la mente es tan poderosa?
ResponderEliminar"Los procesos de transformación que persigue esta corriente (gnosticismo), son muy comunes y se manifiestan en el resurgir de la clarividencia, la telepatía, la curación psicológica, la psicometría, las experiencias de separación del cuerpo, las percepciones extrasensoriales, el hipnotismo y la tecnología de control de mente y cerebro, la psicoquinesis, la meditación, la programación subliminal, la búsqueda de la conciencia, la proyección astral y otras prácticas ocultistas".
...da un poco de miedo, no crees?
complicando nuestra existencia y las relaciones con los demás...
un abrazo
(gracias por hacerme buscar información sobre este tema :)).
o llevaba tres días sin dormir o iba drogado hasta las cejas. en esas condiciones no se puede entrar a un bar!!
ResponderEliminar¡Caramba! ¡Menuda forma de abordar la esquizofrenia paranoide! Literariamente, es más elegante pero no deja de impactar cuando pensamos en el mundo real.
ResponderEliminarHe notado, Humberto, que los bares son muy recurrentes en tus textos. Supongo que será porque ves en ellos un microcosmos, una representación de la sociedad en su conjunto.
Cordiales saludos a ti. Y no cordiales a los apestosos blogueros que pretenden difamarme sin dar la cara. Y, como sabes, esto no es fruto de mi calenturienta imaginación.
Hola Humberto, un gusto conocerte. Antes que nada agradezco tu visita por mi blog, y desde ya, te seguiré a tí también. El texto me resultó inquietante, apabullante en sus sonidos mudos, esos que a veces nos carcomen la cabeza, magnificándose, tal vez, por una paranoia propia (que en cierto modo, admito reconcerla en mí en algunas ocasiones). El final, deja vagar la imaginación... pero bueno, de algún modo hay que acallar murmuraciones. (basta!)
ResponderEliminarBesos al vuelo desde esta orilla:
Gaby*
Eso se sentirse el ombligo del mundo en el medio de un bar se torna incómodo!
ResponderEliminarGracias por tus relatos!
Abrazo!
No volvieron al bar, pensaron que aquel tío sentado en aquella mesa les miraba mal!!!
ResponderEliminarParanoias que se mete la gente en la cabeza, lo mismo ni lo miraban y si fuera así de seguro dirían algo bello. Cuando no se sabe bien lo que se habla, mejor no inventar historias, así luego pasa lo que pasa.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo con mi cariño, gracias por pasarte por mi humilde mundo de letras.
Se supone que si por suerte se fueron,
ResponderEliminarya no están tramando nada contra ti,
si acaso volvieran, te diriges cara a ellos, seguro que echan a correr.
feliz semana.
un abrazo.
Hola.
ResponderEliminarUn poco atontada y cansada todavía, por fin ya en casa...
Tu post me ha recordado a una de las personas que estaban en la misma habitación del hospital... Menos mal que por la noche la que estaba con ella, a espaldas de las enfermeras, la "sedaba" para que la dejase en paz y se "sedaba" ella con un mogollón de pastillas que me enseñó un día; dormían de un tirón toda la noche... El resto del tiempo, me lo pasé mirando de reojo..¡no veas qué alegría cuando me pude ir de allí! (doble: por lo que significaba, ¡y por no tener que preocuparme de quien estaba a mi lado en la habitación!)
Sé que no es un comentario muy elaborado, Humberto, pero aunque me esfuerzo, el cansancio de todo lo que ocurrió todavía se deja sentir.
Gracias por lo de CARDI.
Biquiños...