Caminábamos con mi novia por la orilla del Sena, era una tarde soleada, íbamos de la mano y parecían confluir todos los tópicos recurrentes y cursis que representan el romanticismo estereotipado. De pronto, un señor que venía hacia nosotros se agachó y levantó algo del suelo. Miró el objeto, nos miró a nosotros y se arrojó a mis brazos, emocionado, dándome una cantidad innecesaria de besos. Luego extendió la palma de la mano para mostrarme que lo que había encontrado era un anillo. Aparatosamente, fue probándoselo en varios dedos, pero no le quedaba, así que me lo ofreció, diciéndome: Un cadeau, pour vous, un cadeau. ¿Cadó es regalo?, le pregunté a mi novia, y agregué: mira, me lo está regalando y creo que es de oro. No consideraba correcto aceptarlo, por supuesto, pero él insistía en que me lo quedara, a la vez que me hacía entender con gestos que sólo le diera algo de dinero para comer. Agarré el anillo, evalué el peso, el color y leí que en su interior decía “18 k”. Le dije entonces al hombre: Monsieur, it’s un or ring, d’ya understand, c’est d’or? Oui, oui, me respondió él, e insistió: c’est por vous, mon ami, un cadeau. Rebusqué en mi bolsillo y encontré 3 euros con 50, se los di y en seguida comenzó un tedioso tira-y-afloje del que salí triunfador. No más de 3 euros con 50. ¿No será un embuste?, me preguntó mi chica; puede ser, le respondí, pero vale la pena probar, y me fui feliz con mi anillo de oro en el bolsillo de la parka.
Lo primero que hice al otro día fue acercarme hasta el Boulevard Magenta, cerca de la Gare du Nord, para vender el anillo. Por el peso, calculé que me darían unos 200 euros, pero una risa burlona del vendedor me hizo comprender la maniobra. Claro, no era de oro, el tipo lleva decenas de anillos falsos que arroja delante de los turistas para cambiárselos por dinero. Sí, había caído en un engaño muy tonto. Viste que era un cuento, me asaeteó con crueldad mi novia, apenas salimos del negocio. Bueno, tenía que jugarme, le respondí ya algo molesto, sólo fueron 3 euros con 50, unas monedas, nada, enfaticé.
Ahora bien, no sé si sentirme más estúpido por haber caído en el cuento del tío versión française o por estar pagando 7 euros por un cappuccino en este bar de Montmartre, donde estoy garabateando esta historia simplona como si me creyera Henry Miller escribiendo Trópico de cáncer.
Estimados amigos:
ResponderEliminarMuchas gracias por los comentarios para “Esa mancha”.
Quiero dedicar esta historia a Carmen del blog “meiga noite de lúa”, no sé por qué pensé en ella mientras la escribía.
Un cariño enorme por todas las muestras de afecto, lo digo sin formulismos, me siento muy honrado.
Un abrazo.
Humberto.
Ah... mañana, 9 de enero, cumplo años, lo había olvidado.
olá amigo, amei lindo o seu texto, linda semana, bjus tere.
ResponderEliminarQue triste es eso de engañar asi a la gente. No hubiera sido mas simple y sincero , decir tendrías algo de dinero paar mi que lo necesito ?
ResponderEliminarPorque esa costumbre de mentir con estupideces , que espanto !
Odio , detesto las mentiras , y me sacan totalmente cuando la gente miente , por boludeces , con tonterías , que costumbre tan espantosa!
No te sientas estupido, el hueco es el tipo que se llena de mentiras que ni el se las cree.
Oye, no te saludaré anticipadamente x tu cumpleaños , mañana lo haré ! :)
Bss
Una sola palabra resume tu cuento con moraleja (porque así es como lo veo): genial.
ResponderEliminarEs una costumbre muy común en el mamífero bípedo y mayor depredador del planeta, asestar el golpe mortal al más débil o al pícaro que solo busca comer para sobrevivir, mientras que al que busca robar para medrar de forma "exquise", le tendemos la más plateada admiración por sus servicios de dolo exquisito.
Me ha encantado, Humberto.
Un beso.
Me ha gustado más éste relato que cuando leí Trópico de cáncer, aunque era yo un niño y quizás sea hora de releerlo.
ResponderEliminarEl truco del anillo es un clasico. lo que hay que admirar es la maestría en el engaño de quien lo ejecuta, yo caí en él cuando era un jovenzuelo en España, y cuatro años después en México D.F.
Ambos fueron magistrales en diferentes estilos.
Los estafados siempre caémos víctimas de nuestra propia ambición e ingenuidad, más nada de que avergonzarse. Sólo somos humanos.
FELIZ CUMPLEAÑOS, que siempre tengas la salud y la plenitud, que la vida son sólo quince minutos.
ResponderEliminarSublime. Felicidades en tu cumpleaños, parece ser que no será la edad lo que te evite caer en ese tipo de trampas, que tal y como has narrado es hasta graciosa, sino el caer propio.
ResponderEliminarLa picaresca nunca me dejará de sorprender.
un monsieur de los anillos, un caballero, totalmente!
ResponderEliminarsonrío con tu historia...
abrazo, feliz cumple*
Humbertoooooooooo.... !!
ResponderEliminarLeerte es mi regalo de todas las semanas !!! Tus textos me transportan, y no se si es mi excesiva imaginación, pero suelo sentirme parte de ellos!
Esta vez estuve al lado tuyo, mirando ese "anillo de oro", descreida como vos en un principio.. y finalmente recalando en mi ingenuidad al percibir el embuste...
Pero en cada uno de tus trabajos tenés esa enorme y admirable capacidad de transmitir emociones, sensaciones, y vivencias! Te felicito nuevamente por eso..
No te saludo por tu cumple con anterioridad por motivos de superstición :) Pero te deseo toda la felicidad! La que realmente querés !!!!
Un gran abrazo
Vanuchy Olabe (Corazón Fortinero)
Quiero pensar, Humberto, que no me estás estafando con este relato, pero en el fondo sé que eres un gran estafador, y me quedaré a saborearlo, total... ¿qué son 3 minutos en una vida? Si fueran 5 todavía.
ResponderEliminarUn abrazo
Un timo muy ingenioso, el que cree engañar sale engañado.
ResponderEliminarMi querido amigo hay un pájarito que me ha dicho pío...pío; alguien cumpleaños. Mis felicitaciones con mi cariño, espero tengas un mágico día.
Un fuerte abrazo casi eterno, feliz semana.
Es la gracia de ser turista, sale a flote nuestra ingenuidad.
ResponderEliminarJaja.
See ya!
A mí me pasó igual con una pulsera y también en París, sólo que yo no la compré por la mala pinta que tenía el tío.
ResponderEliminar¡Felicidades!
bueno, no es lo mismo ser timado en el país natal que en parís, como que da más caché. saludos.
ResponderEliminarFelicidades Humberto y permiteme que me ria con lo del café porque eso si es un engaño, jajajajaja. Picaresca hay en todos sitios, tú actuaste con buena fe, lo que te dijo el corazón.
ResponderEliminarA mi padre le pasó con una señora mayor, le pidio 50 euros para el tren, para ir a Malaga, decia que estaba enferma, que se le iba la memoria, bla, bla,bla y mi padre picó, como luego le puso mi madre, te puedes hacer una idea...
Besos y que pases buen día mañana.
Jaja Humberto, a nosotros nos pasó en Francia este verano, no lo queríamos ya que era demasiado bonito por ser verdad, al final le dimos 2 euros y el anillo aunque estuviese marcado por 18k no tenia nada de oro.
ResponderEliminarHay que tomarlo como una limosna y reírse un poco.
El valor de las cosas y de las personas. No siempre es fácil definirlo.
ResponderEliminarAbrazos de una también capricorniana. :-)
Eso te pasa por no ser porteño Humberto. Jajja.
ResponderEliminarEs así.....pero bien vale la pena Paris.
Abrazo!
Mi querido Humberto, creo que es peor lo del café.
ResponderEliminarLo de este hombre solo demuestra que aún crees en la gente.
Cariños.....
Este relato me encantó!!!!
ResponderEliminarExcelente, me gustó mucho
sobre todo el final
:D
Sale, cuídate mucho, que estés bien, seguimos en contacto
por mientras, yo me quedo por aquí un rato, leyendo todo lo que no había tenido tiempo de leer
;)
Adelanto Felicitaciones por ese aniversario, espero que lo celebres y lo pases muy bien.
ResponderEliminarEl relato como siempre magnífico.
Un beso.
Bueno, esta vez no voy a decir nada acerca de la veracidad de la historia. Pero la foto sí que es real...
ResponderEliminarGracias a todos.
Feliz cumpleaños para mañana y felices historias. Abrazos
ResponderEliminarNo es por un poco mas de 3 euros, lo que duele al personaje es el ENGAÑO, un especie de "cuento del tio" en Paris. Un abrazo
ResponderEliminarBuena historia, Sr. Dib.
ResponderEliminarCon un protagonista que cae en el primer engaño preso de la codicia y en el segundo por creer que no se puede morir sin conocer París.
Un abrazo.
P.D. Por lo que he podido ver en los comentarios, estarás de aniversario. ¡Que seas muy feliz!
Hola!!!
ResponderEliminarEso mismo que narras casi me ocurre a mi en París, un hombre tiro delante un anillo y me miro como preguntandome si era mío, sin embargo pasamos de largo, porque mi novio no se fió del hombre...
Me gusta la reflexión del final.
un abrazo!
Existen muchas maneras de timar,la diferencia es que unos pagan impuestos por hacerlo y otros no.Unos se juegan la libertad por ser estafadores y otros-estafadores igual-se juegan que no te vuelvas a tomar un capuchino en su local.Un abrazo Humberto.
ResponderEliminarY eso que no solo en cosas materiales....
ResponderEliminarcada uno manipula segun su conveniencia.
Besos mil.
El segundo robo fue peor que el primero, sin lugar a dudas jeje.
ResponderEliminarUn abrazo Humberto.
Nunca jamás hay que aceptar ni comprar anillos de los extraños:-)
ResponderEliminarComo estrategia para agenciarse unos pesos sin parecer que está pidiendo limosna está más que bien!!
ResponderEliminarEso si, no es necesario sentirse mal, pensá que le hiciste un favor.
París es muy atractivo, muy interesante, muy caaaro! Yo me comí un panini que me costó 8 euros!!
Abrazos y muy feliz cumpleaños para vos!
Bueno pero no es una maravilla por 3.50 euros ser timado en Paris? paseando por la orilla del rio Sena enmedio de un entorno ùnico y con los bateaux mooches dàndote una vuelta por el Sena llevàndote a ver la estatua de la libertad junto a una cena romàntica turìstica, todo esto forma parte del mundo latino francès. Lo mismo que los 7 euros de un capuchino tomado en el barrio bohemio de Monmatre, que ya de bohemio le queda poco,junto al Sagrado Corazòn donde tienes unas vistas ùnica de la ciudad y pasearte por Pigall donde habitaba Toulouse Lautrec...Parìs es mucho Parìs y tiene sus cosas(pequeños timos) que forman parte de su vida cotidiana.
ResponderEliminarSoy un enamorado de Paris...creo que se me nota.
Feliz cumpleaños y que cumplas muchos mas.....¿Son 30?
Casi 30, mi querido Paco, 28 ;)
ResponderEliminarEs una historia simpática, en definitiva la jugada del hombre, no hace tamaño daño.
ResponderEliminarUn abrazo y felicidades.
Esta vez no caigo yo, sé que es una historia de mentira, pero está tan bien contada. Me gustan mucho esos giros finales que les das a tus textos, son tan dibs, jeje.
ResponderEliminarUn beso
Sabri!
€ 7 pour un cappuccino est un peu cher. Trois euros et cinquante cents un anneau est un bon prix...
ResponderEliminarbonne nuit
Aquí, en España, ya es 9 de enero, así que ¡¡feliz cumpleaños!! (y no me riñas por poner doble signo de excalamación). Espero que tengas un gran día, pero que también sean buenos todos los demás días del año. Si estuvieras más cerca tendrías ya un regalo en tus manos (bueno, sigo guardándolo, por si al final vienes; eso ya lo sabías).
ResponderEliminarY millones de gracias por la dedicatoria. Creo que sí sé la razón de haber pensado en ello, o me hago una idea. Pasadlo muy bien ahí en dónde esteis; yo también pienso en vosotros.
En cuanto a la historia, permíteme esta vez no comentarla. Quizá otro día, pero en este momento sólo puedo seguir sonriendo y esperando que seas muy, muy feliz.
Un fuerte abrazo desde la Ciudad de Cristal...
Biquiños.
Carmen
Hola HUMBERTO
ResponderEliminarMe encanta leerte y siempre quedarme con la incógnita de si es ficción, realidad o una mezcla de ambas.
Un muy feliz cumpleaños y muchos deseos realizados.
Un abrazo enorme
Felicidades Humberto y que la vida siga escondiéndote de los años. Te ves muy bien para treinta y dos.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo, escritor lo suficientemente talentoso como para brillar sin rutilantes tramoyas y efectos especiales. Tu escritura toca al alma por ser transparente, cálida y espontánea... ¡como la vida misma!
Por Dios, Elizabeth, ¿todo eso?
ResponderEliminarMe encantaría que la mitad fuese así de cierto.
Un gran beso.
Lo olvidé en mi anterior comentario
ResponderEliminar¡¡FELIZ CUMPLEAÑOS!!
Buena historia. Como consuelo, quizás pensar que gracias a tus euros alguien pudo llevarse un pan a la boca. No es tan malo ser timado por eso, al contrario.
ResponderEliminarAbrazo, y feliz cumpleaños, para el 9
Desde ya muy feliz cumple q lo pases maravillosamente,besos
ResponderEliminarHumberto,
ResponderEliminarMe ha encantado leerte, nuevamente.
Aprecio mucho el que me consideres.
Tus historias son entretenidas y me
divierten
y como mañana es tu cumpleaños, te deseo el más lindo de los días, que lo pases estupendo!
Abrazo lleno de cariño.
El 9 es un numero especial: es un numero humano. Si al 9 le añadimos enero, hace 10. El diez hace 1, el numero de la soledad y todo lo que le sigue. Queda por añadir y sumar el año de nacimiento,y tendremos el resultado final.
ResponderEliminarSi el resultado final vuelve a dar 1,queda resuelto. Pero si da 2,mucho mejor.
Feliz Cumpleaños Humberto
Puede ser que desterrando el verbo "estafar" del vocabulario universal a los pocos segundos también se nos vaya el universo mismo (a buscarse en la galaxia),
ResponderEliminarDirán los tiernos más cínicos que existir frente al otro es un modo de estafa ineludible... hay algunos que dicen que escribir es lanzar anillos al paso de turistas desprevenidos (verifíquese la sinonimia posible entre turista y lector); yo todavía creo que es buscarse, algo así como lo que haría el mundo sin el verbo estafar. debe ser mis pocos años que me hacen creer en esas cosas.
Un fuerte abrazo, por lo del cumpleaños te dejo un breve mensaje mañana porque aquí es ocho y yo tengo mis supersticiones.
Socio, ese anillo vale millones. En serio.
ResponderEliminarAbrz.
Ya es día 9, por tanto ¡Feliz cumpleaños! Espero que recibas muchos regalos y te den muchos besos.
ResponderEliminarY en cuanto a tu texto, ¿qué decirte? que me encanta sobre todo por ese final que no esperaba para nada pero ha conseguido hacerme sonreír.
Besitos
Maravilhosa essa história.
ResponderEliminarParabéns Humberto pelo aniversário, que essa data se repita por muitos e muitos anos.
Estou de volta depois de uns dias ausente. Tudo de bom em 2012!
Desejo uma semana imensa de coisas boas. Obrigada pelo carinho da amizade...Um abraço!
Humberto: Es increíble el ingenio que despliegan algunos timadores. Aquí en mi país existen múltiples maneras de engañar a quienes se dejen, casi siempre escogen a personas que se nota que acaban de llegar de provincia.
ResponderEliminarDejan caer un sobre con billetes y tratan de compartirlo, la persona ve que en el interior hay varios billetes, luego insisten en que se queden con el sobre a cambio de cierta cantidad y entregan el sobre.Gran sorpresa se llevan cuando ven que está lleno de de recortes de periódico (cambiados mágicamente en un descuido de la víctima).
En fin,que se cometen fraudes a pequeña o gran escala, por gente inescrupulosa, ya sean rateros o políticos ( que es lo mismo).
Cariños: Doña Ku
Jajaja!!!
ResponderEliminarEsta historia está muy buena. Suele suceder, mi amigo!
Pero honestamente, el disfrutar de París, hace que todo parezca pintoresco -incluso el mayor de los timos.
Now, listen:
Happy birthday Mr. President... Ups! Sorry. Again!
Happy birthday, Mr.Dib. Happy birthday to you!!! Jajajaja!!!
Have a nice party, nice boy!
Bigger kiss for you!
Me ha gustado mucho el post.
ResponderEliminarFeliz cumpleaños, Humberto. Mándame por avión un buen trozo de pastel.
ResponderEliminarBueno de vez en cuando caemos en las redes de algún estafador con cara de bueno que nos ofrece y vende gato por liebre, menos mal que solo fueron 3 euros cincuenta, pero creo que fue mas robo los siete euros de la cafetería...
ResponderEliminarMe ha encantado como siempre Humberto.
Ah!! y feliz cumpleaños !!!!
Un besazo querido amigo.
Te deseo feliz cumpleaños que la pases bien en compañía de tus seres queridos.
ResponderEliminarA todos nos han timado en algún momento, no te preocupes.
Saludos Cordiales.
Hasta pronto.
Creo que te timo mas el del café que el Señor de los anillos
ResponderEliminarFelicidades Sr. Humberto
ResponderEliminarEsta entrada me recuerda eso de que “no es oro todo lo que reluce”
La puesta en escena de tal representación, la anécdota de vida inspiradora para una avispada pluma y la sonrisa tonta que se le queda a uno... bien valen esos 3 euros con 50 céntimos... y seguramente que el anillo tiene poderes!
Saludos
Ante todo feliz cumpleaños Humberto. Que pases un hermoso día. Y ahora si, un texto excelente, a lo cual ya nos tienes acostumbrados.
ResponderEliminarNo es oro todo lo que reluce, excusez-moi, Monsieur. Pero sí todo lo que trasparenta literatura.
ResponderEliminarPrimero...muchísimas felicidades por tu cumpleaños. Segundo....me sigue gustando leer tus historias....buen descubrimiento del año nuevo tu blog. Besos
ResponderEliminarFELIZ CUMPLEAÑOS.
ResponderEliminarAquí en España, somos el país de los timos, así que no me extraña. Nuestra cultura es un poco excéntrica, no solemos apiadarnos del timado, más bien admiramos al timador, y sino mira nuestro Gobierno, Mayoria absoluta, cuando una gran parte de ellos están implicados en delitos y timos.
Besos.
Pd. Que pases un Feliz día.
¡Genial, Humberto! Y leo entre los comentarios que es tu cumple, así que, ¡Felicidades, artista! :)
ResponderEliminarLo primero de todo es desearte un Feliz Cumpleaños!
ResponderEliminarLuego, la historia es muy curiosa, y desde luego estafan más por el café.
De estos timos están las calles del mundo llenas.
ResponderEliminarAl menos fueron 3,50 €, que es poco pero tela lo que fastidia, no por lo material, por la sensación de tarado que te queda.
Humberto, felicidades atrasadas!!!
Besos
Sin duda es peor lo del café. Eso sí que es un timo, porque ni aquellos 3 euros y medio ni el anillo son vitales, pero el café sí:):)Al menos para mí:)
ResponderEliminarSaludos
Humberto, sienta muy mal los timos en los que cae uno, yo una vez en Madrid caí en uno de unas rumanas que me pedían una firma solidaria con dinero claro. Me di cuenta luego. Pero como indicas, hay otros timos, a los que accedemos con facilidad y sin protestar, por ejemplo ese café.
ResponderEliminarMe gustó este relato para pensar.
Un abrazo.
Felicidades Humberto.
ResponderEliminarCreo sinceramente que en el fonto te sentiste pillado "quisiste correr el riesgo, aún conociendo el viejo truco", pero eso estando en París y tomarse un café en Montmartre, bien valen los 10:50, que te costó sacar pecho... :-)). Si es ficción, ,tú narrador mejor que nadie, para evaluar el sentimiento del "Timado".
Que tengas un feliz día , Un fuerte abrazo con beso.
Aloe.
Me gusta ese final taaan tuyo. Cada uno es libre de serntirse tonto por lo que quiera, únicamente quienes no hacen nada no saben lo que es esa sensación.
ResponderEliminarSaludillos
P.D. Feliz cumpleaños!!!
No es momento de evaluar si es merecido o no, después lo veré, pero a todos:
ResponderEliminarMUCHAS GRACIAS.
Hoy es 9, hoy cumples años, Felicidades.
ResponderEliminarSe veía que no iba a ser de oro, pero seguro que el timo de los 7 euros duele más.
Un saludo indio
Hola, Humberto. Muy bueno ese relato que me ha traído recuerdos de un libro que ilustré: "La leyenda del santo bebedor" quizás por el escenario cercano a los puentes del Sena. Los precios de París si que son un auténtico robo y a mano armada. 10 euros me cobraron por un croissant y un café (infame) en el Café de la Paix. Saludos. Borgo.
ResponderEliminarUna historia divertida, no se si verdadera jaja, pero con mucho para pensar. Siempre sacas conejos de la galera, Humberto.
ResponderEliminarEl final tan digno de tus letras!
Besos mil.
Stefi
Hoy solo pase a desearte FELIZ CUMPLEAÑOS !
ResponderEliminarque lo pases muy lindo con gente que te quiera y te hagan muchos mimos :)
A tres euros con cincuenta por persona y timando a una cantidad de cincuenta personas al día, hacen la ligera suma de cerca de ciento ochenta eurillos; nada mal jejeje.
ResponderEliminarAl menos queda el consuelo de que los timadores no suelan llevar ni pistola ni navaja (siempre es preferible).
Hoy cumples como mi hermano, como buen capricornio, te felicito por ello.
Espero que seas muy feliz en este día.
Un abrazo enorme, Hum.
Una historia por desgracia muy comun para turista y ademas ambiciosos, que creen que el engañado es el timador..
ResponderEliminarLa verdad es que en esta historia lo que de verdad me ha llamado la atención es, lo que cuesta tomarse un cafe en Paris, por mucho Paris que sea es un "timo"...
Te felicito humberto amigo , la historia muy bien contada.
un abrazo
Me encanta el estilo française del relato...!
ResponderEliminarNunca hay que sentirse tonto por creer...
Me encató el título!
Besos!
¡¡¡FELIZ CUMPLEAÑOS!!!!... Entro acá a conocer y retribuir tu visita y ya me encuentro con un festejo, jajajajaja. Me agrada tu sitio, y también lo que escribís. Respecto al final del relato, creo que esa "historia simplona", como la llamás, tiene muchas puntas interesantes. Entre ellas estar sentado en un bar de Montmartre garabateando historias y andar paseando por la orilla del Sena, aunque a uno le vendan baratijas por oro.
ResponderEliminarEl boliche virtual de la Flaca no es tan paquete, pero cuando abre sus ventanas y empieza a llegar la gente a charlar siempre se pone interesante. Trataré de revitalizarlo un poco después de estas vacaciones, estás invitado.
¡¡¡FELIZ CUMPLEAÑOS!!!!... Entro acá a conocer y retribuir tu visita y ya me encuentro con un festejo, jajajajaja. Me agrada tu sitio, y también lo que escribís. Respecto al final del relato, creo que esa "historia simplona", como la llamás, tiene muchas puntas interesantes. Entre ellas estar sentado en un bar de Montmartre garabateando historias y andar paseando por la orilla del Sena, aunque a uno le vendan baratijas por oro.
ResponderEliminarEl boliche virtual de la Flaca no es tan paquete, pero cuando abre sus ventanas y empieza a llegar la gente a charlar siempre se pone interesante. Trataré de revitalizarlo un poco después de estas vacaciones, estás invitado.
Un fuerte abrazo, mi querido amigo. Deje que le desee lo mejor.
ResponderEliminarOctavius Bot
Muy buena la historia. Si a veces... nos encontramos con lo que merecemos.
ResponderEliminar¡¡FELIZ CUMPLEAÑOS!!
Besitos
La verdad que esas cosas pueden pasarnos a cualquiera Humberto...Lo de los 7 euros eso si que es un timo ufff pero bueno merece la pena porque Paris lo merece : )
ResponderEliminarFeliz cumpleaños,que pases un dia estupendo.
Besos.
Hemos llegado al punto de que no damos limosna así como así, por consiguiente, no es de extrañar que se las ingenien para sacárnosla.
ResponderEliminarNo te sientas mal,tampoco es ninguna fortuna y la manera de hacer que des esas monedas es de lo más original.
Un regalo boomerang,diría yo...
:)
Besos y felicidades, eres capricornio como yo. Yo los cumplí el día 1 de Enero.
Ja! No sé si este Monsieur de los anillos llegará a "recaudar" TANTO como la conocida trilogía, pero... ¡Es un buen intento! Perservera y triunfarás, dicen.
ResponderEliminarMe encantó el remate del café (más vale no hacer la conversión a pesos)
P.D.1 - LA última vez que vine "estabas en el logo del blog! (Clark Kent se convertía en Superman. ¿Humberto Dib, en cuervo? jajajaja)
P.D. 2 - ¡FELIZ CUMPLEEEEEEEEEEE, Humber!!!
Un abrazo grande (y muchas gracias por tus visitas!!!!)
Humberto, un cordial saludo, como siempre un buen post.
ResponderEliminarhttp://loboviejoverde.blogspot.com/view/flipcard
Hola Humberto,
ResponderEliminarNo se si esas cosas ocurren de verdad en Francia.
En Colombia, hacen un cuento asi con esmeraldas, que sacan con sigilo escondidas de una billetera oportunistas al paso, que siempre las consigue algun familiar conocido que trabaja en las minas.
Familiarizado con el chiste, encare a uno de estos y le dije todo lo que sabia, asi que nada, pero si que estaba interesado en conseguir una piedra con alguna esmeralda en bruto.
Un par de horas despues, en la Plaza Bolivar hicimos el intercambio. La envie a Buenos Aires con un amigo, para que se la hicieran llegar a la mujer de otro amigo que era quien me habia hecho el encargue.
Años despues supe que la piedra con esmeraldas en bruto era un cascote con pedazos de vidrio pegados.
Realmente, cuando te estafan te sentis mal, pero cuando te timan con estilo (y poco dinero) el consuelo es la anecdota.
Para toda la gentuza. Insisto, para toda la gentuza que habla de Corea del Norte (RPDC) sin tener ni puñetera idea de ella ni del recién fallecido Kim Jong Il, aquí va un enlace que "demuestra" la "vidorra" que se daban y se dan algunos "dictadores":
ResponderEliminarcoreasocialista.blogspot.com/2011/12/el-programa-anual-de-viajes-de-trabajo.html
Así, Bosón de Higgs y sus chicos y sus chicas lectores empezarán un proceso de curación de su analfabetismo funcional. Espero que lo empiecen, por lo menos.
Un saludo.
Querido Humberto, ¡feliz cumple! Me encanta que lo hagas saber, se siente algo más de cercanía solo por detalles como estos.
ResponderEliminarEl texto me ha gustado por lo mismo, porque es directo, franco, no tiene artificio. Fluye con absoluta naturalidad, y sin embargo se revuelve al final contra su propio creador, como la colita de un escorpión sin veneno... es cotidiano y reflexivo, igual que ese pequeño "pique" del narrador con la coprotagonista.
Da gusto pasar por aquí. Abrazos.
jajaja Peor es lo de los 7 euros, que te atracan a la cara y no se puede hacer nada ;-P
ResponderEliminarAYYYY, el timador timado...no venden duros a 4 pesetas amigo mio...
ResponderEliminarSaludines
3,50 euros por una historia no parece mucho, 7 por un café en París... tampoco diría yo. Un gran abrazo y qué sigan los éxitos
ResponderEliminarQuerido amigo, empiezo con una sonrisa, ¿cómo pudiste caer?
ResponderEliminarEn mi último viaje a Paris fueron cinco añillos los que me ofrecieron en quince días, tres de ellos en el puente de Solferino. Donde se puede ver el Sena paseando desde los jardines de las Tullerais al Museo de Orsay.
MUCHAS FELICIDADES.
Ja, ja!! Eso le pasa al personaje por codicioso. Distinto es cuando se cae en la trampa por solidario.
ResponderEliminar¡Tanto beso es para desconfiar! De cualquier manera un placer leer la historia del doblemente estafado en ese escenario. A veces pienso que esos tipos son muy buenos actores, y que todos de alguna manera actuaremos y estafaremos de alguna manera. Pero la sensación del burlado es fea, más cuando hay testigos, ja, ja.
Te mando un beso grande en el día de tu cumple, siempre escuché a la gente que cumple en esta época que es un embole para festejar porque todo el mundo está de vacaciones, pero ¿qué más lindo que festejar de vacaciones y viajando?
¡Beso grande y muchos cafés (o tés, por ahí es más barato) en lindos lugares!
Lo admirable es lo ingenioso de la gente sin ningún recurso económico, sin ningún medio de vida, que se las tiene que inventar para poder subsistir,
ResponderEliminarcreo que hiciste una buena obra de caridad ayudando a la gente necesitada, aunque fuese a través de un engaño piadoso.
un abrazo.
Genial, como todo lo tuyo, Humberto. Nos engañan, engañamos, nos dejamos engañar, a veces hasta regresamos al lugar donde somos engañados, una y otra vez: C´estla vie. Un abrazo limpio de engaños, amigo.
ResponderEliminarHumberto,
ResponderEliminar¡Se "colgo" el Blogger y dejé de seguir tu blog! Ya decía yo que no recibía alertas de ti.
Ahora lo subsano. Siempre fue un placer leer tus relatos y el de hoy, más.
Un abrazo allende los mares y feliz 2012.
COmo siempre una genial entrada, conviertes las penas en deleites. Aquí en México la estafa más común es la del señor enfermo (o con un hijo, esposa, hermana, madre enfermas o moribundas) que necesita juntar dinero para la operación, he visto actores dignos del oscar llorar y suplicar que les ayudes, y un mes después o dos, los ves con la misma u otra version de la historia, sacandole dinero a alguien más.
ResponderEliminarja ja. que vida.
ResponderEliminar¡Feliz cumpleaños! :) Interesante texto, se aplica el dicho apostar para ganar, aunque yo no lo hago, tengo una suerte micro- mini
ResponderEliminarEl 'monsieur des bijoux' est un beau marchant, sans doute...
ResponderEliminarEl mundo anda lleno de falsos anillos, de falsos señores, de confiados compradores y de gentas de corazón generoso, como el protagonista de tu historia.
Muy maja, Humberto
Abrazos
Hay que actualizar los timos.
ResponderEliminarI love this composition Humberto.
ResponderEliminarBeautifully photographed.
I wish you wonderful week!
Caro Humberto, muito boa a história kkkkkkkk, como vivo num país que infelizmente não é raro saber-mos deste tipo de golpe, mas gostei do desenrolar do conto, quando o personagem chega a conclusão que foi enganado e que sua suposta vantagem nunca existira; gostei também da sequencia, porque na verdade neste mundinho capitalista, vivemos enganados, ou pagando preços absurdos por nada ( se bem que um capuccino é um capuccino); gosto de citações, vide Henri Muller.
ResponderEliminarps. um imenso abraço
Caro Humberto, muito boa a história kkkkkkkk, como vivo num país que infelizmente não é raro saber-mos deste tipo de golpe, mas gostei do desenrolar do conto, quando o personagem chega a conclusão que foi enganado e que sua suposta vantagem nunca existira; gostei também da sequencia, porque na verdade neste mundinho capitalista, vivemos enganados, ou pagando preços absurdos por nada ( se bem que um capuccino é um capuccino); gosto de citações, vide Henri Muller.
ResponderEliminarps. um imenso abraço
Sólo puedo decirte que eres genial. Que me encantan tus historias, especialmente la que acabo de leer. Fabulosa. Y que hoy, 9 de Enero, te mando MUCHAS FELICIDADES!!!! Con el cariño de siempre.
ResponderEliminarAntes que nada ¡feliz cumpleaños!!Y yo considero más timo los 7 euros del café, pero al fin y al cabo es ley de oferta y demanda.
ResponderEliminarBss.
http://melancora.blogspot.com
Lo primero felicitarte por tu cumpleaños. Creo haber leído que 28 (quién los tuviera) :):):)
ResponderEliminarMe ha gustado esta historia con tintes realistas, ligera, fácil y de pícaros. Sí, de pícaros porque tan pícaro es el señor de los anillos como el que lo compra para luego venderlo por su verdadero valor.
Claro que para pícaros los restaurantes y cafeterías de cualquier zona turística de París que hacen el gran negocio de su vida con esos precios.
Buen relato, Humberto. Me gusta ese aire realista que das a tus historias trabajando en primera persona.
Un abrazo de Mos desde la orilla de las palabras.
No son 28, Mos, pero no voy a decir la verdad, jeje.
ResponderEliminarUn abrazo
Una vez me dijeron "ya viste el señor de los anillos" dije "no", " esque me le estoy escondiendo le debo algo de plata" já. Perdón, no pude evitarlo.
ResponderEliminar1- linda foto de perfil. Te casas conmigo?
2- feliz cumpleaños.
3- no sé, debía poner una tercera.
Que tengas un lindo día.
Bueno Humberto, me ha recordado al timo de la estampita, pero con mas cache a lo parís jajaj..
ResponderEliminarmuchas Felicitaciones por el día de tu cumpleaños que pases un lindo día.
Besos y Sonrisas
Más vale llegar a tiempo que ser invitado, jajaja, llegué en plena fiesta... ¡Felicidades mi querido amigo! Que este nuevo añito de vida te añada más preciosa caligrafía, cada vez.
ResponderEliminarMe encantó la narración.
Feliz cumpeaños ,interesante historia y ademas a cualquiera nos podria pasar,saludos
ResponderEliminarFeliz año amigo Humberto
ResponderEliminarMe gustó mucho la historia, por demás graciosa también, es que sí todo lo que brilla no es oro. A cualquiera le puede pasar y con 'carbón' para variar, jajajja
Saludos!!
Muchos habríamos caído en ese timo... Sobre todo porque siempre por tan poco dinero, siempre pensamos que merece la pena probar... Te salío otra historia redonda. Siempre es un placer leerte.
ResponderEliminar¡Y Feliz cumpleaños!!!
Besotes!!!
Que pícaro el señor...jajaja.
ResponderEliminarAunque el personaje también tuvo codicia, habría que poner en la balanza cual fue la peor intención.
Todos somos en el fondo un poco "Gollum"
Feliz Cumple Humberto.
Ahora si es 9,
ResponderEliminar¡Feliz cumpleaños!, ojalá que la pases (transites, disfrutes) de la mejor forma que puedas, quieras, elijas, (y todos esos verbos que rodean como moscas a la voluntad humana),
Gigantesco abrazo, es mucho lo que aprendo aquí, en serio.
Joyeux anniversaire Monsieur D.!!!!
ResponderEliminarEstás seguro que el timador no era argentino???
Bon voyage,Paris vaut bien!!!!
Baiser
Los pícaros, son así, al menos no roban, juegan con la "codicia" de la gente, por que al fin y al cabo, cada uno se frota las manos pensando que ha echo el negocio del siglo, es como aquí en España, el "troco-mocho" o "el timo de la estámpita". Claro que los siete euros del capuchino tiene delito, si te sirve de consuelo, en Venecia en la piaza San Marcos, vale diez y en España en hotel Palace también vale diez, un abrazo. Y gracias por hacerme feliz leyendo tus relatos.
ResponderEliminarEs verdad, Jota, hay que ver que al personaje le pasó lo que le pasó por codicioso, pocos lo han resaltado. ¿Cuál de los dos fue más pícaro?
ResponderEliminarAprovecho para agradecer todos los deseos y saludos por mi cumpleaños, estoy INSUFLADO de felicidad.
Un gran cariño.
Feliz cumpleaños con 43 minutos de retraso.
ResponderEliminar3'50 no es un gran precio por aprender la lección ahora que los 7 euros por el café... ¡jo, eso si que es un timo! pero París bien vale una misa ¿no?
Salu2
Y no eres el único...
ResponderEliminarY van...
Me paso lo mismo siendo joven
No estoy activo escribiendo.
Pero igual pase a saludarte.
Tamally maak
Vaya ya veo que los timos existen en muchos mas sitios que en España, yo creía que éramos únicos en ese tema. Pensandolo bien es una forma de ganarse la vida como otra cualquiera jajaja te hizo un poco de teatro y te cobro 3,5€ por la entrada jajaja. Me parece peor el timo del cappuccino pero… “se la france” como se dice por aquí.
ResponderEliminarFeliz cumpleaños. Un bessito
Me entere por los comentarios
ResponderEliminarFeliz Cumple!!!
Daniel
Tamally maak
Vaya..que manera de engañar a las personas, y como bien dices, los besos y màs besos eran innecesarios, salian sobrando..jajaa.
ResponderEliminarAmigo, Feliz cumpleaños, y que sigas cumpliendo muchìsimos màs
Besos.
Lo peor de estas cosas no es el "timo", o lo que sea, es la cara que se te queda.
ResponderEliminarFelicidades, aunque sea con retraso.
Saludos.
En Madrid se llama "El Timo de la estampita", es muy antiguo y se realizaba con dinero (billetes).
ResponderEliminarLo del café cabrea casi más.
Un beso
Jajaja, eso es algo muy típico de París, a mí me lo hizo una muchachita rumana en los jardines de Luxemburgo, me encantó dejarme engañar por 5€ porque me daba pena la chiquilla y porque era una experiencia nueva (llámame rara si quieres).
ResponderEliminarEso sí, mi ahijada que venía conmigo me dijo de todo menos guapa, también disfruté con su cara enfadada, jaja.
Besos
Una historia nada simplona, Humber, deja muchas enseñanzas.
ResponderEliminarMe gustó mucho la forma en la que la cuentas, me atrapó hasta el final que es genial.
Un beso.
Lula
Querido Humberto:
ResponderEliminarMuy feliz cumpleaños.
El Monsieur de los anillos, me hace pensar en las contradicciones que tienen algunas situaciones de la vida, que nos llevan a juzgar equivocadamente las cosas que nos suceden- El anillo y el café son un muy buen ejemplo de ello.
Abrazos.
Eleonora.
Es todo una satisfación leerte, sigue este camino que nos ayudas mucho.
ResponderEliminarUn abrazo y enhorabuena
nada que pase en parís es igual a nada, dicen. asi que... a festejar este segundo día de tu nuevo año, chico! y no está nada mal Montmartre.
ResponderEliminarabrazo
No sé en qué estaría pensando, pero al leer "anillo" se me fue la imaginación por mal camino ;)
ResponderEliminarO sea, que si un pequeño culo es un culillo, un pequeño ano, es un anillo.
Henry Miller mola mogollón. Trópico de Cáncer es de lo mejor que se ha escrito jamás.
ResponderEliminarMuchísimas felicidades.
ResponderEliminarYa sabes los timadores tarde o temprano les dan de su misma medicina jejej, genial tu relato.
Besines y sonrisas no timadas :-)
¡Felicidadessssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssss!!!! atrasadas!! no sé si sigues viajando me imagino que sí, que mejor regalo que los lugares que andas visitando y encima en buena compañia,jiji.
ResponderEliminarEl relato me hizo mucha gracia, porque he comprobado que sigo entiendo el frances, es que aquí en España en la época de mi EGB y BUP se estudiaba francés en vez de inglés.
Nosotros la familia andamos haciendo hucha pq. queremos llevar a las niñas a Disneyland pero ya nos han avisado que allí esta todo carísiiiiimooo y me hace gracia el relato en el tema del café de 7 pavos jajaja, si es que hasta para ir al aseo tienes que pagar, una vergüenza!
Un besazo y espero que toda tu gente se haya acordado de tu onomástica y te envio mucho cariño. Amelia.
Si viajas mucho, es común que te estafen con las monedas. Yo tuve la oportunidad de encontrar en mi bolsillo de pura casualidad una moneda israelí viajando. Por suerte yo soy de coleccionarlas y no me lamenté, sino todo lo contrario, jaja.
ResponderEliminarAbrazo!
Bellis.
Nuy bonita historia. Da gusto leerte.
ResponderEliminarSALUDOS.
Plas, Plas, Plas!!!
ResponderEliminarMe encantaaaaaaaa leerte. La conclusión la comparto.
Un abrazo querido amigo.
Estoy sin compu, vamos a ver cómo soluciono esto... ;)
ResponderEliminarjaja! en Paris te pasa de lo inimaginable
ResponderEliminarDesde empujarte en el subte para sacarte dinero
como lo que te pasó a vos
genial
un beso
Pensé que la viveza era sólo argentina!!!
ResponderEliminarBuenísimo el relato, saludos desde Huesca
ResponderEliminarRelataste my bien esa sensación de " esto le debería haber pasado a otro..."
ResponderEliminarFeliz cumpleaños, y cuidado, las fronteras del mundo son ficcticias, hay de todo en todas partes ;).
Páselo usted bien, y cuidado con los regalos, a veces no son para nosotros aunque nos los ofrezcan.
un saludo.
Sin el timo ahora no tendrías historia que contarnos. Aunque tengo que reconocer que se lo ha currado el timador, eh?
ResponderEliminar;)
Besos.
Querido Humberto: felicitaciones por tu nuevo aniversario. La historia es muy buena, nos advierte de estar alerta -sobretodo- en sitios turìsticos- donde el vivo de turno està tratando de ganarse unos pesos.
ResponderEliminarsin moralejas o desengaños.
un saludo cordial
felicidades
Muy bueno el cuento.
ResponderEliminarEl pícaro sólo sacó 3,50 euros. Peor fue lo del capuchino a precios de escándalo, aunque en Paris... En un despiste, me cobraron 6 euros por un café solo; por supuesto, no volví al lugar, muy cerca de la Ópera Garnier.
Los "trópicos" de Henry Miller, tanto el de cáncer como el de capricornio, me gustaron en su día (los leí hace ya bastante), y tu referencia, me ha abierto las ganas de releerlos.
Un abrazo y felicidades con retraso por tu cumpleaños.
Una historia, que si es real es una de esas anécdotas que ponen condimento a la vida y muestra de que todavía portamos inosencia, sueños. Si no es real, yo me la creí. jaja. (Es que soy portadora de esas capacidades, todavía, ja)
ResponderEliminarFelíz Cumple Humberto! Los cumplí el 8-1, pero esta capricorniana anduvo un tanto desanimada y no puso nada esta vez en el blog. Bsos y espero que hayas disfrutado a pleno tu día, buen año!
A Henry Miller le podía compensar pagar esa cantidad porque podía echar el resto del día garabateando con su pluma y esperando las musas, al resto se nos queda cara de total gilipollas.
ResponderEliminarEse timo ya lo había escuchado a un par de amigos. Por lo menos el tipo se montó su pequeña escenificación con anillo falso y no te robó la cartera sin currárselo, jajaja
ResponderEliminarFeliz viaje, Humberto
ha sido para mi un honor tu visita a mi blog, que alguien como tu con tu categoria humana me visite, ennoblece mi humilde blog, muchas gracias por tu generosidad, esta es tu cas para lo que gustes.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo
Me parece encantador que
ResponderEliminarhayas caído en ese burdo fraude,
demuestra tu sensibilidad
y que erea un persona noble,
lejos de la mentira y el engaño,
un besito
Ohh...! sucede que con esto del capitalismo salvaje, muchas personas no pueden ni tienen la peripecia de sobrevivir a los abusos y lastimosamente recurren a esta especie de trampa para poder comer o drogarse.
ResponderEliminarjajajaja....bueno....una vez, siendo jovencita...le vendieron asi un anillo supuestamente de oro a un novio que yo tenia, me lo regalo...y al dia siguiente tenie la marca donde va el anillo "verde" jajajaja
ResponderEliminarun abrazo
Una historia muy tristemente divertida, mi querida Mery, pobre novio.
ResponderEliminarUn beso.
Llego dos días tarde para felicitar tu cumpleaños pero bueno, me excuso alegando que no había conocido antes tu blog. Felicidades pos tus años, felicidades por tus letras, felicidades por mantener la constancia el coraje que requiere mantener (no crear) un blog, y encima, hacerlo tan bien.
ResponderEliminarUn saludo muy español,
Ferxolate!!!
Hola amigo n_n
ResponderEliminarYa sé que me fui sin despedirme como es debido, pero a veces uno no sabe que va a comenzar un viaje. Espero que sabrás perdonarme, de hecho estoy convencido de ello n_n
Echaba de menos leerte. Lo cierto es que en más de una ocasión me colé para leerte aunque no comentase... de nuevo perdón.
Adoro París, sí... así de tópico XD
Y leerte es siempre inspirador.
Me alegro de estar de nuevo aquí.
Pásate por el aposento, me encantará n_n mi última entrada no es un relato (es una de esas frikadas que suelo publicar), pero espero colgar un relato en breve y me hará feliz leer tu opinión ^^ Si no te molesta te avisaré jeje pero no te preocupes si no tuvieses tiempo para comentar ;)
Te leo ^^
En París el problema es que, aunque no sea oro todo lo que reluzca, no nos importa lo más mínimo. Eso sí, su relato es de 18 quilates.
ResponderEliminarSaludos decadentes.
Me trasladaste a la ciudad llena de luz, con este brillante relato.
ResponderEliminarUn abrazo
Una vuelta celebrada: River.
ResponderEliminarAprovecho para agradecer los comentarios dejados, de a poco, voy pasando por uno que otro blog.
Abrazos.
Pero cuánto materialismo jajajja qué son 7 euros , tres con cincuenta París dijiste? París??????? Yo andaría con un cartel en la frente: "estáfenméeeee estoy en París" aah... y tomándome un cappuccino por ahí. Tengo alma de bon vivant, ese es el problema juazz
ResponderEliminarFeliz cumpleaños Humberto! Qué buen cierre para este relato!
Buenísimo Humberto. Derecho para el Mejores Cuentos, entre otras cosas por la narración en sí, la lección de vida y la reflexión que provoca. Yo hubiera pagado hasta 10 euros, si es una flor de lección!
ResponderEliminarPues mira HUMBERTO, si a mi se me tira un hombre desconocido tan efusivamente como tú cuentas a matarme a besos así de pronto... lo más probable jajaja es que empiece a correr y no pare hasta cruzar el Sena y seguir todo seguido hasta la frontera con Bélgica jajaja ¡¡pero por qué tanto besuqueo para venderos una fruslería!! primero se alegra en el alma de encontrar el anillo y después os estafa jajaja ¡¡si es que uno ya no se puede fiar ni de los besos!! ¡¡xD!! :-)
ResponderEliminarDe los míos sí, estate tranquilo son de los buenos y baratos jajaja
Muaaaaaaakss
PD
Si es de verdad que estáis en París ¡¡disfrutad mucho!! Mmmmm ¡¡vaya envidia!! :-) hasta le compraría un anillo a este Sr tuyo... si no me agobia mucho con los besos esos jajaja
Siete euros un café, ni dudarlo, un choreo hermoso. ¿Quién es mejor cuentista, el dueño del café o el que te dio el anillo?
ResponderEliminarUn abrazo
¡Feliz cumpleaños! Humberto, aunque con unos días de retraso, que es lo mío.
ResponderEliminarCreo que al protagonista de esta historia le falta escepticismo, siempre que a estas alturas alguien me habla de regalo inesperado le digo que soy alérgica a los regalos.
Pero sí sé como se siente cuando paga 7 euros por un capuccino.
Snobs o románticos, picamos siempre cuando estamos de viaje, Miller en París, Hemingay en La Habana o Casanova en El café Florían de Venecia, entre otros.
Un beso,
No hay que hacerse tanto problema. La mayoría del dinero que uno gasta a lo largo de la vida está mal gastado.
ResponderEliminarMuy bueno.
Un saludo.
Una gran vedad, mi estimado Yoni, casi le diría que arrojamos el dinero a la basura.
ResponderEliminarUn abrazo.
jajajaja creo que es más tonto por los siete euros... los cuéntos al fin y al cabo muchas veces deseamos creerlos
ResponderEliminar:)
Esta vez no voy a caer, se que es un historia de mentira, pero que bien contada. Eso me gustaría destaca, la excelente narración, limpia, clara y divertida.
ResponderEliminar7 euros me suena a mucho por un capuchino.
Besos.
LU
Lo del capuccino es peor.
ResponderEliminarEs tu atraco a mano armada.
A todos nos han timado, lo tuyo ha sido algo original, será que en Francia están más especializados en turistas.
ResponderEliminarAh! por experiencia, puedo decirte que es abusivo hasta tomar un botellín de agua en cualquier cafetería.
Te dejo un fuerte abrazo.
Kasioles
Yo pagaría gozosa siete euros por un cappuccino en un bar de Montmartre y estar escribiendo una historia por muy tonta que fuera sintiéndome Henry Miller.
ResponderEliminarHay momentos en la vida que no tienen precio.
Quiere eso decir que además tu historia no ha sido tan estúpida porque me has hecho soñar.
Supongo que tiene el justo premio a su avaricia (si cree que es de oro, ese precio que paga es una estafa).
ResponderEliminarVengo a agradecer tu paso por mi blog y me encuentro con un lugar que me gusta.
Y me quedo, con tu permiso.
Pues si que te la dieron si.
ResponderEliminarSaludos.
Preciosa entrada!!
ResponderEliminarte dejo un fuerte abrazo!!!
Preciosa entrada!!
ResponderEliminarte dejo un fuerte abrazo!!!
Hola, Humberto:
ResponderEliminarNo te preocupes, no eres el único que ha caído en la trampa, a mi me pasó lo mismo aquí en mi pequeña ciudad.
Abrazos.
Eres de los mejores escritores que conozco. Es imposible que a alguien le resulten indiferentes tus textos. Sigue en tu linea, porque eres magistral. Un saludo.
ResponderEliminarme encantan estos relatos cortos, y me gustó mucho la foto,
ResponderEliminarFeliz cumple algo tarde, espero que lo hayas disfrutado mucho!!
abrazoss
En primer lugar felicidades con retraso Humberto y decir que tu texto es genial,la picaresca abunda .
ResponderEliminarBesos.
HUMBERTO DIB
ResponderEliminar-------------
Buenos días Humberto.
Acá en España son casi las 8 de la mañana.
Ultimamente tengo poco tiempo para estar en el ordenador y madrugo mucho.
Aunque no me gusta la picaresca que tuvo este señor de engañar la buena fe de la gente,sabes a mi me parece una historia genial.
Menos mal que solo fueron tres euros.
A mi me encantan las historias de la vida cotidiana.
Me gusta leer, aunque ahora leo poco, pues entre llevar mi casa y que soy voluntaria de Cáritas de mi Parróquia y estamos a tope con las atenciones primarias y de seguimiento.
Sabes en España, la gente lo está pasando muy mal con el paro y los inmigrantes que vinieron, yo los quiero muchísimo, pues bien triste es tener que dejar tu pais, para luego encontrarse con este panorama.
Un abrazo, Montserrat
Montserrat, te aseguro que sé bien de qué se trata, en Argentina se está así desde hace décadas. No hablo mucho al respecto porque soy de Brasil, pero los años que vivo en Argentina me habilitan (aunque sea) para opinar.
ResponderEliminarUn abrazo.
Doy fe de que no es una historia real, como si hubiera estado allí con vos, jaja.
ResponderEliminarPero qué bien relatada, hasta me hiciste dudar si en algún momento te me habías perdido.
Bsos.
Caro
Quando pensamos que estamos a "levar a melhor" a alguém não imaginamos que provavelmente essa pessoa é que nos está a "levar a melhor" a nós.
ResponderEliminarBom texto.
beijinho
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ResponderEliminarLo primero ¡¡Feliz, feliz en tu día,amiguito....!!! con retraso pero puede valer no? jejej
ResponderEliminarYo creo que la estafa estaba en el café y no en el anillo, por lo menos esa estafa fue con gracia, no como la otra que la consentimos sin mas. Además ese estafador con acento francés le da prestigio a la estafa :)
Me ha encantado tu relato oh lala Paris.
Besitos y sonrisas a la francesa :-)
Dib:
ResponderEliminarTan timo es uno como el otro. El primero es peor porque destruye la confianza en las personas. El segundo, ya sabes que te van a sablear al entrar a un café chic...
Saludos sin timos.
Feliz cumple aunque con unos día de atraso, entonces.
ResponderEliminarMe ha encantado tu Monsier, la típica avivada criolla en Europa.
Miller tiene lo suyo y vos lo tuyo. Leo con placer a ambos
Lo primero es lo primero.
ResponderEliminarAcabo de enterarme de que el lunes fue tu cumpleaños, y de que estás de vacances en la ciudad de la luz... Felicidades!
La última vez que estuve en París, hace cuatro años, cumplí allí mis 48. No paró de llover en los cinco días que estuve! Y de los timos hosteleros... también sé un rato!
;)
Me ha gustado la historia, más que nada, por lo que tiene de alertarnos...
La próxima que pasee por el Sena, ni caso si alguien se me acerca para hacerme un petit cadeau!
;)
Un abrazote y disfruta de todo!
Hola Humberto, pues me parece una historia cotidiana, y hasta divertida, claro esta adornada con el Sena de fondo, y como estuve el mes pasado por Paris y me pasee con mi amor por allí como que me parece bien, y de lo mas romántico, no importa si fue un timo, fue poco lo que perdiste, y a cambio has escrito esta entrada que a mi me ha gustado. Un abrazo.
ResponderEliminarSi a ti te ha gustado, Lola, valió la pena, entonces ;)
ResponderEliminarBesos.
Jeje, yo pago esos 3,5 euros a mi musa por inspirarme esta historia, y sí, los cappuccino de Montmarte no saben bien, pero salen guapos en los cuadros. Leo en los comentarios que es tu cumpleaños, no sé los que tienes pero no los aparentas. Luego veo que dices que 28, y retiro lo dicho. Nos leemos.
ResponderEliminar¿Te has planteado alguna vez si los comentarios también son de ficción?.
Claro que sí, Ximens, y deberás coincidir conmigo que muchos "qué bueno", "escribes de maravillas", etc... son de ficción. ¡Lo digo en serio, eh!
ResponderEliminarUn abrazo.
Soy nueva en tu blog, y paso para decirte que me encantan tus relatos. He leído unos cuanto y son realmente amenos e interesantes.
ResponderEliminarTe leeré poco a poco, saboreando y disfrutando.
Felicitaciones.
Un abrazo.
Soy nueva en tu blog, y paso para decirte que me encantan tus relatos. He leído unos cuanto y son realmente amenos e interesantes.
ResponderEliminarTe leeré poco a poco, saboreando y disfrutando.
Felicitaciones.
Un abrazo.
Pues qué quieres que te diga, creo que has hecho un buen negocio. Por sólo 3,50 € has escrito un relato maravilloso, y además te quedas con el anillo de recuerdo, que, si bien no vale nada materialmente, tiene el incalculable valor de esta historia.
ResponderEliminarAdemás, si un cappuccino cuesta 7 €, creo que merece la pena pagar a ese tipo los 3,50 sólo por la experiencia vivida.
Un abrazo.
Por cierto, feliz cumpleaños.
ResponderEliminarMuy, pero muy descolgado mi comentario pero, más allá del relato en sí: cuánta calidez hay en este lugar, Humberto..
ResponderEliminarte dejo un abrazo (y un felíz cumple atrasado!). Besos
A todos gracias, pero "No es lo que parece" quiero destacar tu comentario 'descolgado', pues en ese tipo de mensajes uno rescata lo más importante: el afecto. Te agradezco mucho, pues trato de que exista calidez aquí, aunque más no sea virtual.
ResponderEliminarUn cariño.
Antes de nada, gracias por comentarme.
ResponderEliminarNo suelo comentar en blogs que tienen tantos comentarios, pero tu historia me ha gustado.
Un saludo, ;-)
Genial como siempre. Es un placer leerte siempre.
ResponderEliminarUn abrazo,
He navegado por tu blog y me parece magnífico. Muchas gracias por haber visitado el mío. No respondí antes porque tuve problemas de configuración en mi blog, algo que he solucionado al fin.
ResponderEliminarUn abrazo y buen año 2012.
Jorge.