Primicia

El célebre y veterano cantante Lisandro Del Río ingresó al Sanatorio Municipal a las 13.15 horas con un diagnóstico de bronconeumonía bacteriana aguda. El cuadro estaba agravado por una insuficiencia renal severa que amenazaba con desencadenar una falla multiorgánica. El final era inevitable: una cuestión de minutos. Los noticieros y programas de chismes decidieron -sin más ni más- anunciar su muerte, con el afán canallesco de adelantarse a dar la primicia.

Sin embargo, gracias a uno de esos milagros que eluden las explicaciones médicas, el cantante sobrevivió y desde hace días se recupera favorablemente en su domicilio. Ningún medio quiere dar marcha atrás en sus dichos, así que ahora muestran imágenes recientes de Lisandro Del Río como evidencia fehaciente y confirmatoria de que existen los fantasmas. El cantautor no puede poner un pie fuera de su casa, pues la gente huye a los gritos, espantada, al verlo por las calles.
Es notoria su lividez cadavérica, lo acompaña un halo tenue cuando se desplaza suspendido en el aire; aseguran dos viejas en el supermercado de la esquina.