15 de junio de 2012

El campesino


El campesino sabía leer las nubes y escribía con la azada: tal era su lenguaje. Su sabiduría se escondía en los surcos curtidos de las palmas, pues sus manos estaban educadas por la necesidad. Como nunca había aprendido a sostener un lápiz ni a seguir pautas en un cuaderno, creyó que debía hacer todo lo necesario para que su hijo no trajinara el mismo destino.
Muchos años después, cuando fue a recibir el título, el muchacho le pidió al padre que subiera al escenario con él. El campesino aceptó con velado orgullo, pero enseguida enterró las manos en los bolsillos del pantalón, no quería avergonzar al Doctor. Al notarlo, el joven se las sacó con mucha ternura, las abrió como si se tratara del último palmo de tierra fértil en este planeta y allí sembró su diploma.

357 comentarios:

  1. Estimados amigos:
    Muchas gracias por las visitas y comentarios para “Primicia”.

    No tengo otra manera de decirlo: no llego a visitar ni una décima parte de los amigos que pasan por aquí, así que agradezco de corazón la paciencia. Igual reconozco que no es suficiente.

    Un abrazo.
    Humberto.

    ResponderEliminar
  2. Esa es la cultura de los campesinos a quienes nuestra sociedad llama incultos; descifrar las señales de la naturaleza y escribir surcos de palabras que llenan nuestros estómagos.

    Un saludo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pensar que si uno no sabía leer las señales de la naturaleza hace algunos años, estaba muerto. Literalmente. Bueno, aún hoy en un lugar inhóspito.
      Un abrazo, José.

      Eliminar
  3. Muy linda aquella sabiduría.
    Besos mil.

    ResponderEliminar
  4. Ellos, sin haber estudiado, apenas leer y escribir, tienen a veces mayor sabiduría que quienes dicen ser doctores...
    Sin embargo, su hijo supo hechizar con su gesto la incomodidad de su padre y plantar así la semilla del amor familiar.
    Gran texto!
    Abrazos!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Esta vez el hijo estuvo muy bien, en la vida real ya no sé.
      Un abrazo y muchas gracias.

      Eliminar
  5. El reconocimiento es la mejor manera de decir gracias.

    Saludos

    J.

    ResponderEliminar
  6. Que bom que o filho não tenha tido vergonha do pai e aí está o usufruto do seu arduo trabalho, o diploma do filho que seguramente se triplicará em mais frutos e flores.

    Um beijo Humberto.
    Flor

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Valeu, Flor!
      Logo veremos esses frutos, sem dúvidas...
      Bjs.

      Eliminar
  7. una historia de muchos,con un cierre de pocos
    un abrazo,de un hijo de pocos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Te imagino buen tipo, un par de cosas me lo mostraron.
      Muchas gracias, Horacio, un fuerte abrazo.

      Eliminar
  8. Precioso gesto! encantadora y emotiva historia.
    Un beso.

    ResponderEliminar
  9. El amor de los hijos es la mayor bendición de cualquier hombre. O mujer.

    Saludos, Humberto.

    ResponderEliminar
  10. muchos aspiran a que sus hijos tengan un mejor futuro del que tuvieron pero muy pocos lo logran. una historia muy ilustrativa. saludos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es verdad, parece un texto inocentón, me dejas pensando. Bueno, alguno lo logra, como bien dices.
      Un abrazo.

      Eliminar
  11. No hay mayor satisfaccion para un hombre que el reconocimiento de su propio hijo... sobretodo si es un sentimiento puro y no buscado. El que siembra recogera cosecha. Y si no que se lo pregunten a los ojos de su padre.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muy buena indicación, me imagino los ojos de ese padre.
      Gracias, Kramen.

      Eliminar
  12. Que hermosa historia Humberto, el reconocimiento de un hijo borra todo el sufrimiento que pudiste haber padecido, yo tengo cuatro y no imaginas el orgullo que me hacen sentir.
    Gracias por recordármelo, Un fuerte abrazo amigo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Bienvenido ese orgullo a este blog, Moli.
      Un fuerte abrazo.

      Eliminar
  13. Las palabras y gestos de los hijos pueden elevarte hasta el extremo.
    Un bella y emotiva historia.
    Cariños.....

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias, Oriana, una historia muy diferente para este blog.
      Un beso.

      Eliminar
  14. entrañable relato
    la cosecha fue fructífera, la semilla germinó en tierra buena

    besitos y luz

    ResponderEliminar
  15. Misión cumplida, deben haber sentido los dos. Pequeñas historias grandes verdades. Un abrazo Humberto!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pequeñas historias que ojalá existan en la realidad. Me juego a que sí.
      Un abrazo, Dany.

      Eliminar
  16. Pues me pasó lo mismo con mi papá que es carpintero y, aun cuando su oficio como el del campesino es bellísimo, quiso para mí y mi hermano la universidad y otro camino diferente al de él. De mi madre y padre, y su humildad, debo todo y todo quisiera devolverles. En fin...suspiro aquí de felicidad. ¡Un abrazo! F.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias por tu anécdota, muestra a las claras que estas historias 'pequeñas' también existen en la vida real.
      Un abrazo.

      Eliminar
  17. Humberto..." El campesino "

    Esto que has publicado llega a lo profundo de mi corazòn.... hay muchos papàs que se sacrifican por el estudio de sus hijos...este lo ha sabido reconocer sin avergonzarse de ser hijo de ese papà campesino... me imagino sus manosssssss

    ¡¡¡ muy emocionante !!!

    un beso

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Se iba a llamar 'las manos del campesino', pero eran demasiados datos, un título casi tan extenso como el relato.
      Muchas gracias por tu emoción.

      Eliminar
  18. Hermosa historia, en los surcos de sus manos también había sabiduría. Están esos padres, andan por los caminos más nobles de este país tan agredido. También están esos hijos que no se avergüenzan, herederos de la humildad y la sabiduría.
    Como siempre, un gajo de la realidad, observado y dicho de la manera más linda (y más sabia). Me emocionó, conocí a tus personajes, venían de San Luis. Un abrazo y Feliz Día el domingo, es un lindo homenaje a los papás!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me alegro que hayas conocido a los personajes, yo no sabía si eran de San Luis, pero imaginé que de la Capital no eran, eso seguro.
      Un beso y muchas gracias.

      Eliminar
  19. Muy buen relato de alguien que supo sea agradecido. Pocas veces y una profesión donde hay mucha vanidad. Qué bueno que pasaste al amoroso escondido que también tienes, jejeje.
    Besazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡No sabes lo que me costó, Sara! Pero debo reconocer que hacía mucho que no escribía un texto en el que el final fuera abiertamente (y simplemente) feliz. Y bue...
      Un beso enorme.

      Eliminar
  20. Sin duda, un texto bien diferente. Casi una expresión de deseo.
    No sé la razón, pero intuyo ecos de que debería haber sido así, pero no lo fue...
    Merde. No me hagas caso, esta no es mi mejor semana.
    Kisses, milord!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es tan diferente que no me reconozco, lo leo y lo releo y me parece que lo escribió alguien por mí. Querría saber quién.
      Las cosas no son como debieron haber sido, pero ése es un tema para otros ámbitos.
      A big kiss, my BeeBee.

      Eliminar
  21. Esa trasposición de verbos, de escritura en el campesino y de siembra en el doctor, logra un perfecto engarce entre estas dos historias llenas de sentimientos humanos (la humildad del padre, el reconocimiento del hijo...). Creo que, fondo aparte, tiene un equilibrio perfecto, tranquilo, sólido. Está tan bien hecha como la relación que retrata.
    Abrazos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Un análisis de ésos que uno querría que le hicieran de un libro, Susana. Acciones traspuestas: eso me gustó.
      Un beso y muchas gracias.

      Eliminar
  22. Humberto:
    Muchos padres sembraron la semilla del venturoso porvenir en sus vástagos; algunos pocos recogieron frutos en algún hijo, el de la historia -además- recibió el agradecimiento que merecía.
    Un sencillo y hermoso homenaje a esa gente, que tanto se sacrifica a diario, para brindar una mejor oportunidad a sus hijos.
    Un saludo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias por este dedicado comentario, Arturo.
      Un fuerte abrazo.

      Eliminar
  23. Me encantóooo... en verdad te digo, algo que llega al alma. El campesino lo estoy compartiendo ya mismo. Gracias por tanta ternura en esta entrada...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias, Silvana. Una entrada atípica, ya lo dije, pero es bueno explorar otras vertientes.
      Gracias por ser siempre tan amable.

      Eliminar
  24. las manos y la tierra han sido y seràn siempre òptimos sujetos en la creaciòn literaria y humana. Asì nos lo demuestras con èsta linda historia familiar.
    un saludo y un abrazo
    Blas

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias, Blas. Elegí la imagen del muralista Diego Rivera, porque relacioné la historia con México, no sé por qué.
      Un abrazo.

      Eliminar
  25. ¡Qué preciosidad de relato!

    Un beso :D

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias, Moona, te aseguro que este relato me agarró por sorpresa, así que qué bueno que te haya gustado.
      Besos.

      Eliminar
  26. Humberto feliz día.
    Sabes que me has hecho emocionar y correr las lágirmas por mis mejillas.
    Es un relato precioso, que llena al alma. ¡Cuánta sabiduría en estas manos gastadas por el trabajo del campesino!.
    Un abrazo, Montserrat

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Frente a las lágrimas mis palabras se detienen, siento que no hay por decir. Bueno, que ojalá hayan sido lágrimas de ternura.
      Un abrazo.

      Eliminar
  27. Perfecto! Este es distinto a lo que me tienes acostumbrado.
    Muestras un escritor que fue al encuentro con un poeta para compartir un relato
    Te sigo. Quizás pueda por ósmosis tomar parte de tu genio.

    Estas invitado a
    "Llantos en las calzadas"
    http://nidaeldore.blogspot.com

    Un abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sos exagerado, Daniel, pero acepto con cariño tu halago. Sabes crear textos muy emotivos, mucho mejor que los míos, doy fe.
      Un abrazo.

      Eliminar
  28. Respuestas
    1. Poco habitual que la vida real nos regale una historia así y poco habitual un texto así en mi blog. Pero hay que variar, si no termina siendo aburrido, ¿no?
      Muchas gracias, María Jesús.

      Eliminar
  29. Precioso!! Qué lujo de creador!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias, Francesca. Eres una de las personas que hace mucho no visito, hoy paso por allá.
      Besos.

      Eliminar
  30. Es espíritu de superación y el reconocimiento agradecido. Una ternura de escrito, Humberto.
    Abrazos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias, Francisco. Sería tan bueno ver reacciones así siempre.
      Un fuerte abrazo.

      Eliminar
  31. Hoy me has hecho emocionar hasta las lágrimas. Es un relato muy hermoso.
    Un abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Espero que hayan sido lágrimas dulces, Alma.
      Muchas gracias.
      Si vuelves a pasar por aquí, te pido que me digas cómo puedo acceder a tu blog.

      Eliminar
  32. La verdadera sabiduría está en saber leer en el cielo, en la tierra y en las profundidades del agua. En la naturaleza está todo, y el campesino, de una manera innata, lo sabe, no necesita nada más.
    Un texto con mucha ternura.
    Un saludo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Extraña ternura, MJ, no porque yo no lo sea, pero no es mi estilo 'normal'. Como dije anteriormente, siento como si no lo hubiera escrito yo.
      Un saludo.

      Eliminar
  33. Emotivo, muy emotivo...cargado de sentimiento y con un gran mensaje. Un abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Un escritor escribe lo que ve fuera y dentro de sí, creo que éste es uno de esos casos en los que escribí algo que está más dentro.
      Un abrazo.

      Eliminar
  34. Bello, bello, bello... qué más. Me ha encantado, Humberto.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me sorprendo una y otra vez con los comentarios, porque este relato (lo confieso) lo subí sin mayores expectativas, más como una prueba de escritura diferente.
      Me alegro.
      Un abrazo, Sara.

      Eliminar
  35. Humberto, relato que justifica lo que muchos progenitores realizan por sus hijos. Se rompen el lomo para que sus descendientes puedan conseguir aquello que a ellos no se le permitió. El final lo describe muy bien.

    Un abrazo fuerte.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias, Nicolás, no hay mucho para agregar a lo que muy bien has dicho.
      Un gran abrazo.

      Eliminar
  36. Quien siembra en buena tierra y el sudor riega sus campos, siempre recoge frutos. No cabe dudas, su mejor siembra la hizo en su campo, el mejor abono, el amor. Un buen trabajo.

    Abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias, Moon, qué importante es donde caiga el producto de lo que hacemos.
      Un beso.

      Eliminar
  37. Muy tierno. Y es que ese diploma en parte pertenecen a las arrugas del padre. Cuántos debemos los diplomas al trabajo de nuestros padres, que se esforzaron para darnos una vida mejor... al menos, este era el objetivo.

    Un saludo indio
    Mitakuye oyasin

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sin haber sido campesino, en eso debo reconocer que mi padre me ayudó mucho cuando quise estudiar. Más allá de que era una persona de piel muy dura, metafóricamente hablando.
      Un abrazo, David.

      Eliminar
  38. Es muy hermoso ver que haya logrado sus sueños, las personas que reciben el mundo de una manera tan difícil pasan gran parte de sus horas de duro trabajo sumergidos en sueños y en la difícil tarea de pensar que quizás no pueden lograrlo, por eso sus hijos son la esperanza de cambio, de una mejor vida y muy planificada.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¿Crees que vuelvan épocas así?
      Bueno, tal vez no desde el campo, pero un padre puede muy bien intentar cumplir el sueño de su hijo desde las grandes urbes.
      Un fuerte abrazo.

      Eliminar
  39. Un buen hijo, no muchos son capaces de reaccionar así y parecen olvidar a quien han de dar las gracias.
    Me alegro por los dos, mucho.

    Un cuento muy tierno.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Y los dos fueron felices... hasta que en la próxima entrada, ese maligno Humberto les haga algún daño ;)
      Muchas gracias, Luisa.

      Eliminar
  40. Oh! I cried.....:D Such beautiful gratitude for the person that made him whole :D XXX

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. I wish I'd had a father like this, Gina, but I can fix it being myself a good father!
      Cheers.

      Eliminar
    2. ...and as I still pay respect to my good father every day(even though he died several years ago), so will your children honour and respect you :D

      Eliminar
  41. Preciosa historia.
    Los títulos no nos hacen sabios.

    Saludos y un abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es más, los títulos a veces esconden ignorantes, ignorantes titulados.
      Un beso.

      Eliminar
  42. Hermoso relato que deja entrever una sensibilidad poco corriente hoy en día y tan necesaria para la vida. Nos hemos olvidado por completo de la palabra, ternura. Quizá porque somos demasiado prácticos y tendemos a quitarnos de encima todo lo que pensamos que nos sobra; terrible equivocación que se terminará pagando.
    Un abrazo, amigo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Tuve que hacer un ejercicio de imaginación: apagué las luces, encendí algunas velas, tomé un libro de Víctor Hugo, leí una páginas y después escribí 'campesinos'. Menos mal que VH no puede venir a reclamarme, ¿no? ;)
      Un abrazo, Carlos.

      Eliminar
  43. Qué lindo, Humberto! La sensibilidad de un campesino con sus rudas manos. Y me encanta la primera frase, que es tal que así. Donde yo vivo hay mucha gente de campo que leen las nubes y no necesitan al hombre del tiempo para nada.
    Un abrazo grande

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Qué suerte tienes de poder verlos, yo hace años que no veo una persona real así. Bueno, no en vivo.
      Un beso, Anita.

      Eliminar
  44. Está perfectamente claro que de la universal Escuela de Vida dimana dimana toda la sabiduría.
    Los lápices, cuadernos, libros...no son sino instrumentos que no siempre conducen a un diploma.
    ("Ahí está, atenta y discreta, la fertilidad de la Tierra, esperando el abono de los Sabios")
    Ambos muy bien, padre e hijo.
    Fuerte abrazo, Humberto

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias por el agregado que embellece el texto, Pilar.
      Un fuerte abrazo.

      Eliminar
  45. Dios! Me has conmovido. Un nudo en la garganta que me estorba casi para escribir. Qué relación tan hermosa y justa.

    Un beso, Humberto.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Y eso que eres 'Petra'! ;)
      Muchas gracias por la visita.

      Eliminar
  46. Conozco a analfabetos sabios y a diplomados ignorantes. La vida es la principal fuente de sabiduría. Mucha gente entra en la universidad, pero la universidad no entra en ellos. Muy buen relato, como siempre.
    Un abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Dímelo a mí, que compartí muchos años de hospital y clínica con diplomados ignorantes. ¡Si la gente que se atendía hubiera sabido!
      Un abrazo.

      Eliminar
  47. ha ce muchos años me enseñaron que no hay una profesión más noble que otra, todas son igual de nobles cuando se actúa con rectitud de intención y se pone amor a Dios.
    Un abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Amor es la palabra que mejor define todo esto, poner amor en lo que uno hace, eso se nota.
      Un abrazo, Icue.

      Eliminar
  48. Siempre lo he pensado, lo que diferencia a la persona que ha cursado estudios de la que no lo ha hecho ni siquiera es el nivel de conocimientos, sino un estadio de vitalidad y confianza en sí mismo.

    Me apasionó tu forma, el enfoque, ese depositar del título a recaudo de un mar.

    Besos a tu corazón.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias, Gabriela.
      Es así de cierto, la confianza en uno mismo obra milagros, si a eso le sumas ganas, fuerza, el camino está prácticamente ganado, sólo falta el factor suerte.
      Otros besos.

      Eliminar
  49. Fucking Awesome!! Un clásico ejemplo de Less is More. Va al archivo de Mejores Cuentos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Usted me sorprende, Ato. Evidentemente no lo conozco... o muestra una faceta y esconde al tierno. Bueno, en su última entrada lo deja entrever, por eso me abrí así. (no tome esta última figura literaria como literal).
      Un abrazo.

      Eliminar
    2. Soy un lobo con piel de cordero o cordero con piel de lobo, ya no recuerdo, pero soy pisciano, so anything is possible y quédese tranquilo, cuando digo anything, no me refiero a eso...:-)

      Eliminar
    3. Menos mal que soy hombre, y hetero, jeje.

      Eliminar
  50. Uauuu pero que bonito!!, va derecho al corazón.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  51. Más saben de la vida sabiendo observar y leer en la naturaleza, que muchas escuelas de textos enquilosados en décadas.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Lo más sano sería que cada uno hiciera bien lo que le corresponde, pero para eso hay que amar lo que uno hace.
      Yo amo escribir y mi mejores frutos son estas palabras que dejan en este espacio.
      Un abrazo, Sergio.

      Eliminar
  52. A veces la verdad y las cosas bellas se encuentran en un mismo texto. A veces las cosas bellas y la verdad no están reñidas. He aquí un ejemplo.

    Besos payasos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Depende de nosotros, como escritores, digo. Darle un descanso de tanta desgracia y desencuentro a los personajes.
      Un abrazo.

      Eliminar
  53. El Mayor diploma es la abnegación, la sabiduria de la experiencia y el cariño compartido.
    Precioso Relato de un hombre que ha luchado en esta vida sin pausa y el agradecimiento de su hijo con el orgullo de tener a un Padre así.
    Me ha encantado.
    Un saludo, Humberto.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Otro de los comentarios que no necesitan un metacomentario.
      Gracias, Pedro.

      Eliminar
  54. Quizá, nuestro lenguaje "formal" esté demasiado valorado. Cuando esos otros lenguajes, tatuados a sangre, sudor y lágrimas, dicen mucho más. Un abrazo, y precioso.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Claro que son valiosos, una vez me perdí en el medio de una selva en Brasil y me salvó ver la posición del sol. Ahí sí que no habría podido hacer nada con el lápiz y el papel.
      Un abrazo, muchas gracias.

      Eliminar
  55. ... Y luego llegaron unos zombies y se comieron a los maestros....

    Que raro que sea un relato embarrado de ternura. Quién eres?
    PD. No pude evitar decir "aaaaaahhhhh"

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Bueno, es que hace mucho que no hablamos, mi blog extraña su blog-novia y pasan estas cosas ;)
      Besos.

      Eliminar
  56. Cuantos campesinos habrán estado en esa situación hasta no hace mucho tiempo!
    Aunque su escuela era la vida del campo, donde aprendieron todo lo que eran, ellos dieron a sus hijos la oportunidad de hacer lo que ellos no pudieron.
    Tu relato, aun siendo imaginario, se me hace muy real, pues estas situaciones se han dado en la realidad.
    Me encanta esta historia, sobre todo la ternura y cariño que muestra el hijo y la forma de responderle.
    Un beso

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias por este comentario tan esmerado, Uxue.
      Un beso enorme.

      Eliminar
  57. Me encanta tu sensibilidad, hoy has hecho que se me salten las lágrimas.
    Precioso final.
    Un beso.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Como ya dije, si son lágrimas de emoción alegre, entonces me alegro.
      Un beso, Tracy.

      Eliminar
  58. Me ha llegado al corazón, entrañable tu narración.

    Muchas veces he pensado que la sabiduría de los campesino la encuentran en los surcos del arado, porque he conocido personas, que toda la vida han vivido en, y del campo y tienen un saber muy por encima de personas que incluso han recibido una enseñanza aceptable, y me pregunto ¿de donde aprenden tanta sabiduría, quien apenas ha sabido leer y escribir, ni ha tenido posibilidad de escolarizarse?
    Siento un enorme respeto por el sacrificado campesino.
    Además de genial tu narración, es una magnífica enseñanza.

    Besos Humberto.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No sólo no quiero, sino que no debo agregar nada más a tu comentario, sólo agradecer tu sensibilidad, Lore.
      Un beso enorme.

      Eliminar
  59. Me emocionó este relato corto :)

    El padre había puesto ya semillas de humanidad y amor en el corazón del hijo.
    Y eso no se adquiere en un aula.

    Abrazos

    ResponderEliminar
  60. La sabiduría de unas manos que han labrado la Tierra es impagable, por eso me encanta observarla en las de mi abuela.

    Un beso.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Deben ser muy bellas, sin dudas.
      Muchas gracias y un beso.

      Eliminar
  61. ¡Conmovedor! Un corto distinto, lleno de humanidad y con un final que toca el corazón. Entrañable.

    Te noto más viejo después de esta entrada.

    Saludos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Uh, voy a tener que escribir las pavadas de siempre, no sea cosa de que me vuelva anciano antes de tiempo ;)

      Hablando en serio, uno crece que ciertas palabras.
      Muchas gracias, José Luis.

      Eliminar
  62. Hoy has mostrado una cara diferente Humberto, me voy conmovida, muchas gracias!!

    Un besote.
    Sabri!!

    ResponderEliminar
  63. Usted puede hacer lo que le apetece, Dib, tiene arte, talento y carisma, que más??

    Marina

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Bueno, Marina, no creas que es tan fácil, este texto me sacó me costó horrores. Igual te agradezco tu confianza.
      Un beso.

      Eliminar
  64. Me ha encantado este micro, sobre todo el final. Perfecto.

    Un saludo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias, MJ, me alegra muchísimo que te haya gustado.
      Un abrazo.

      Eliminar
  65. Que tierno, Humberto, después de leer "PORQUERÍAS" no puedo creer que seas el mismo. Wow. Besos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Y... soy bastante ambivalente, como todo ser humano, jeje.
      Un beso, Lula.

      Eliminar
  66. Precioso y emotivo relato Humberto.
    Un hijo agradecido, un hombre de trabajo, un padre orgulloso y mas orgulloso el hijo.

    Un beso.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Y todos felices. ¿Por qué no será siempre así?
      Un beso.

      Eliminar
  67. ¿Quién de los dos está más orgulloso del otro? Un relato lleno de ternura. Tu anciano protagonista me ha hecho recordar a otro de un poema mío. Con te permiso te lo dejo, pero puedes borrarlo si te parece extenso. Y gracias por tu opinión, que vale mucho viniendo de un maestro del relato como tú.

    REFLEJOS DEL PASADO

    Te veo cada día
    en esta habitación sin luz,
    y hasta hoy no me he atrevido
    a preguntar... ¿quién eres tú?
    Me recuerdas a un joven
    que conocí hace tiempo.
    Tu cara es como una tierra parda,
    labrada por manos torpes,
    que temblorosas describieron
    los surcos de un mañana...
    Hoy anciano agricultor,
    almacenas las frutas cosechadas...
    la prudencia, la sapiencia, y el dolor.

    Erosiones en tu semblante de añoranzas perdidas.
    Corrosiones en tu alma de desdichas vividas.

    Soledades en búsqueda de esperanza,
    hicieron tu cruzada baldía y austera.
    Madrugadas de oscura bruma,
    torturaron tus hinchadas ojeras.

    Imagen encendida a la luz del olvido,
    sombra de un cuerpo recto
    que un día fue abatido.

    Y al mirar esos ojos de niño,
    retorno a un pasado que he vivido...
    y siento de repente los surcos espantados
    en una mueca de horror,
    al descubrir en tus iris,
    que ese viejo... soy yo.

    Un beso.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No voy a borrar nada, Teresa, muy por el contrario, gracias por dejar esta parte de tu talento aquí.
      Es muy emotivo, indudablemente son escritos unidos por una idea en común.
      Muchas gracias por compartirlo. Nunca lo digo, pero este espacio es para dejar los que les apetezca.

      Eliminar
  68. Simply wonderful my friend...
    Beautiful...!
    : )

    ResponderEliminar
  69. La elegancia de lo simple.
    Abrazos Humberto

    ResponderEliminar
  70. Querido Humberto, este texto, en particular me toca. La historia es bella y corta, lo que es dos veces buena. Además tiene algo que la literatura de los blog se ha negado a explotar y son las historias del campo. Confieso que soy campesino y tengo el alma empedrada. Gracias por recordarme mi historia.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muy cierto, Juan Camilo, sucede que el campo 'no vende', pero es un terreno (valga la alegoría tan literal) muy rico.
      Nada que agradecer, amigo.
      Un fuerte abrazo a la gente de campo.

      Eliminar
  71. Has tocado nuevamente al surco de mi alma con palabras inmunes al otoño. Me hace bien saberte sensible sembrador de idea.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias, Eli, hermosas las palabras que dejas aquí.
      Un beso.

      Eliminar
  72. La sabiduría natural del padre pudo volver a florecer en su hijo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ojalá que le hijo repita la historia, allá, en el terreno de las fantasías.
      Un abrazo.

      Eliminar
  73. Ya no puedo decir sorprendente!!! cada una de tus publicaciones me deja un mensaje tan amplio, tan profundo que quedo por un rato entre la realidad y eso que esta mas alla que aun o se que es.
    Gracias por tanta ficcion, gracias por tanta realidad. Maricel

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Un comentario que me llega, Maricel. Te lo agradezco de corazón.
      Un beso.

      Eliminar
  74. En lo simple habita lo bello y la más genuina complejidad.
    Muchos cariños.
    Eleonora.

    ResponderEliminar
  75. Entrañable... así, sin más HUMBERTO, emocionantemente entrañable.

    La ternura de un hijo agradecido que no se dejó obnubilar por un título, ni por la tontería que a veces gira entorno a ellos. Sin olvidar sus raíces, sintiéndose orgulloso delante de todos de ellas.

    La grandeza de ese padre que sin saber, seguramente supo más que muchos que supuestamente saben.

    Un beso grande, mi querido escritor y ... ¡¡feliz finde!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias, María, tus palabras se sienten como caricias, siempre.
      Un beso y buen fin de semana.

      Eliminar
  76. He sentido escalofrío al leerte, por los recuerdos, mi Abuelo fue hombre de campo y revolución sus manos marcaron nuestro destino.


    Un Abrazo Humberto.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. En general nuestros antecesores marcan nuestro destino, por más que intentemos escapar. A veces para bien, a veces para mal.
      Un beso.

      Eliminar
  77. Sin ser maestro supo darle una educación en valores a su hijo. El gesto del hijo le honra.
    Un relato conmovedor que me ha calado en lo más hondo de mi alma de madre.

    Besos Calados.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Si caló en alma de madre, ya la entrada se ganó el paraíso.
      Muchas gracias.

      Eliminar
  78. Humberto, me ha parecido precioso. Me ha encantado leerlo, porque me he acordado mucho de mi padre y de mi madre, a quienes les debo todo. Gracias amigo. Un fuerte abrazo desde el blog de la Tertulia Cofrade Cruz Arbórea.
    http://tertuliacofradecruzarborea.blogspot.com/

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me alegro que te haya traído recuerdos, Pepe.
      Un fuerte abrazo.

      Eliminar
  79. Buen relato. Realmente bueno.

    Emotivo, casi.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me encantó tu 'casi', Gaucho. Hay ciertos comentarios que me ponen de buen humor.
      Un abrazo.

      Eliminar
  80. Un maravilloso relato, el que leí...sumamente conmovedor, impregnado de exquisitos valores y mucho amor....Realmente , muy sentido...¡ Vaya, entonces mis felicitaciones...!! y permítame el agregado , de algo que encontré :

    "....Disfruta de tus éxitos lo mismo que de tus planes.
    Mantén el interés en tu propia carrera
    por humilde que sea,
    ella es un verdadero tesoro
    en el fortuito cambiar de los tiempos.
    Sé cauto en tus negocios
    pues el mundo está lleno de engaños,
    mas no dejes que esto te vuelva ciego
    para la virtud que existe.
    Hay muchas personas que se esfuerzan
    por alcanzar nobles ideales.
    La vida está llena de heroísmo.
    Sé sincero contigo mismo,
    en especial no finjas el afecto.
    Y no seas cínico en el amor,
    pues en medio de todas las arideces y desengaños,
    es perenne como la hierba...."

    de 'Desiderata' ( fragmento)

    ¡ Gracias, por esta noble lectura, Sr. escritor....muchísimas gracias !!!!

    Mariana.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hermoso trecho de Max Ehrmann, Mariana, es un placer que lo hayas dejado aquí.
      Un beso enorme y gracias por tu amable visita

      Eliminar
  81. Me emocioné, te lo juro. Gracias por este momento!

    Stefi

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Eh... no sé qué decirte, Stefi, espero que haya sido bueno.
      Un beso.

      Eliminar
  82. Mis papás eran muy humildes, trabajaban con las manos no con la cabeza, por eso me gustó este relato porque una se identifica con esas dos bellas personas que has creado.

    Feliz fin de semana, Humber!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me llamó la atención eso de 'crear personas', porque uno termina creyendo que lo son y no, son sólo personajes.
      Sea como fuere, uno se identifica, eso es verdad.
      Muchas gracias.

      Eliminar
  83. Inmenso relato. "La terra sempre torna a la terra" (La tierra siempre vuelve a la tierra) como dicen -perdón por la redundáncia- en mi tierra. Abrazos. Borgo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias, Borgo, en tu tierra saben de qué se trata todo esto.
      Un abrazo.

      Eliminar
  84. This is wonderful Humberto!
    Sending you wishes for a fantastic weekend.

    ResponderEliminar
  85. Que belleza Humberto.
    Cuando se siembra amor la cosecha es generosa y abundante.
    Besitos.

    ResponderEliminar
  86. Mis ojos han cristalizado de lágrimas con tu corto relato! Gracias Humberto

    ResponderEliminar
  87. para alguien que ha dicho que no escribe poesia, este es un relato de corte sumamente poetico, como poeticos eran por ejemplo, mucho de los trabajos de cortazar.
    Muy Bueno, me encanto.


    perdon por la ausencia de tildes, se trata de un problema de configuracion de mi equipo que estoy solucionando.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sí, Paula, soy pésimo escribiendo poesía, si este texto tiene algo de poético es pura casualidad.
      Un beso.

      Eliminar
  88. No hay pureza ni relicario más sagrado donde depositar un título que en las manos de ese humilde padre.
    Saludos.

    ResponderEliminar
  89. Por relatos así, uno sabe que no puede dejar de amar la literatura.

    Ya hace que el tiempo no vuelca mis ojos en tus letras, pero sigo encontrándome migas por el camino; hoy me decidí a recogerlas, y qué alegría, Hum, qué alegría.

    Una preciosidad, no sólo por la emotividad de la historia, sino por lo bien que cuidas las palabras.

    Te mando enorme abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Uno viene cuando puede, Yo, a mí me pasa que hace meses que no visito a gente amiga, no te preocupes.
      Muchas gracias por tus hermosas palabras, un abrazo.

      Eliminar
  90. ¡Hola! reconocer de donde venimos, agradecer a quien nos dio la oportunidad de llegar habla del corazón de las personas.
    Un saludo afectuoso

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Reconocer, agradecer, retribuir, qué bueno sería todo así.
      Un beso, Alondra.

      Eliminar
  91. Simples, profundo e comeovente, assim percebo este conto, que de uma forma ou outra, me faz lembrar meu pai,na minha formatura, vendo seu o primeiro filho "dr", ele que trabalhoU desde menino numa Olaria.
    PS. Meu respeito e meu sempre imenso abraço.
    PS2. Meu último post tem um título inspirado em uma resposta de um comentário em teu blog, se puderes dar uma olhada...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muito obrigado, Jair!
      Claro, ainda hoje vou te visitar.
      Um forte abraço.

      Eliminar
  92. Humberto: Al leer esto tan hermoso, siento un orgullo especial, tal vez sea porque te siento como si fueses parte de mi familia y te haya inculcado estos buenos sentimientos.
    Que nada haga que cambies.
    Un maternal beso: Doña Ku

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es muy especial lo que me dices, alguien a quien no conozco personalmente me considera parte de su familia: qué honor.
      Querría cambiar, hay cosas que puedo mejorar, sin dudas.
      Un beso enorme.

      Eliminar
  93. Gesto honrado el del niño, al reconocer a su padre como principal patrocinador de su titulación....A saber cuántas veces castigó ese padre al hijo, hasta que aprendió a estudiar. No todo es tan bonito como nos lo pintan. Detrás de cada ascenso hay muchas horas de esfuerzo, privaciones y sufrimiento.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ése es el lado B de la historia, me gusta cuando aparece, tal vez lo escriba.
      Un abrazo, Tío Antonio.

      Eliminar
  94. Hola Humberto,La gran mayoria de los titulados,son como el hijo del campesino:solo que son hijos de alvañiles,de carpinteros de mecanicos ETC.
    Tu historia,llega al alma,porque la saviduria, no solo esta en manos de los potentados,y dirigentes,sino tambien en manos de un labrador.Un abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¿Quién tiene mayor autoridad que tú para decir esto, Julio?
      Me inclino ante tu sabiduría.
      Un abrazo.

      Eliminar
  95. En tu blog cobijas vidas, dedicas atenciones por doquier y Atesoras sentires verdaderos y muy profundo creando una familía.
    Ello es un trabajo con mayúscula de tu parte.

    Gracias por hacer lo que haces, y felicitaciones por tu cosecha propia

    Dejo mi huella

    dciendo:

    Ha querido propiciar mi destino
    Encontrarte en mi camino
    A través de un espacio singular,
    Dónde anidan gentes sabias,
    Inteligentes, con dones,
    Alegres, vitales, generosas,
    Solidarias,
    Que hacen un culto
    De la amistad.
    Por ello quiero
    Dejar en mi huella
    Un cofre con cariño
    Para cuando nadie te abrace.
    Mi mano extendida
    Para cuando no tengas apoyo.
    Mi mirar
    Para cuando no puedas ver.
    Y mi amistad verdadera
    Cuando el horizonte
    Se presente nublado.
    Porque hoy decidí
    Dejar mi huella
    Con abrazo a puro sentir
    Y celebrar en paseos
    La amistad
    En agradecimientos
    De habernos encontrado
    Con promesa de estar!
    Dejo mi huella
    Junto a una invitación
    A mis blogs
    Dónde te esperan
    Decires y Premios
    Poemas Y Reflexiones,
    Arte y Recetas
    Y un Mate
    Criollo Y Compañero
    Como símbolo de amistad.

    Un Cariño
    Tuya
    María del Carmen
    www.panconsusurros.blogspot.com

    Y de ahí a viajar por mis otros blogs.

    Gmariadelcarmen28@yahoo.com.ar

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias por tus palabras, María del Carmen, desde el inicio hasta esos versos magnífico, no hubo desperdicio.
      Me encantaría que fuera así, que aquí se reuniera una suerte de familia. Algunos amigos son como de la familia, otros pasan y dejan su marca o no, pero todos importan.
      Un beso enorme.

      Eliminar
  96. Que bello relato, me encanta la manera en que manejas las palabras :)

    Una muy bonita historia, no hay nada mas gratificante que recibir el orgullo de nuestros padres...

    Muchos besos!
    Fabi

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias, Fabiana, por el halago y por los besos ;)
      Otros besos.

      Eliminar
  97. No olvidaré esta hermosa historia.
    No me llegan tus notificaciones a mi correo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es extraño, no debo tener tu mail, pues los atormento a todos con los avisos de actualización. Si ves este comentario, déjame el mail.
      Muchas gracias.

      Eliminar
  98. Es conmovedor, existen campesinos que pueden considerarse analfabetos, pero pueden llegar a sorprendernos mucho, realmente son muy sabios...

    Besos mentales.

    ResponderEliminar

Cualquier comentario será bienvenido, hasta puedes insultar gratuitamente, ¿o encima quieres que te pague?